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28 mar. 2014 - de los derechos a la libertad religiosa, a la vida ... las cuestiones de libertad religiosa y objeción ... Al margen de confesar que había quedado ...
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El PrimEr cara a cara EntrE ambOS lídErES Aunque el encuentro fue a puertas cerradas, el saludo inicial reveló la sintonía entre el primer papa latinoamericano y el primer presidente negro de Estados Unidos

| Viernes 28 de marzo de 2014

BARACK OBAMA

PAPA FRANCISCO

“Es un gran honor. Soy un gran admirador suyo. Muchas gracias por recibirme’’ (En inglés)

“Welcome, mister president” (Bienvenido, señor presidente)

REUTERS

el Mundo Edición de hoy a cargo de Inés Capdevila | www.lanacion.com/mundo

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caMbios en el vaticano | la cumbre de dos reformadores

Obama, profundamente conmovido por el Papa: “Soy un gran admirador suyo” El primer encuentro entre ambos se desarrolló en una “atmósfera de cordialidad”; hablaron a solas sobre la pobreza, la exclusión, la reforma migratoria y los desafíos para la paz en el mundo; el mandatario invitó a Francisco a EE.UU. Viene de tapa

Más de lo habitual para el protocolo vaticano. Durante ese tiempo hubo una agenda amplia, en la que no se evitaron temas difíciles, como aborto, matrimonio gay y contracepción, que enfrentaron duramente a los obispos norteamericanos con la administración estadounidense. “En el contexto de las relaciones bilaterales y de la colaboración entre la Iglesia y el Estado, se trataron cuestiones de relieve especial para la Iglesia en ese país, como el ejercicio de los derechos a la libertad religiosa, a la vida y a la objeción de conciencia, y también se habló de la reforma en materia de emigración”, indicó un comunicado del Vaticano, que habló de “atmósfera de cordialidad”. Sin embargo, durante una conferencia de prensa que ofreció Obama más tarde –tras una reunión con el premier italiano, Matteo Renzi–, el mandatario afirmó que con el Papa habló mucho más de otros temas, globales y en los que hay sintonía, que de las diferencias. “La mayor parte de la conversación fue sobre la pobreza, la exclusión y los desafíos a la paz”, dijo Obama. Fue con el segundo del Papa, el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, con quien Obama se dedicó más a hablar sobre las cuestiones “domésticas”, es decir, la tensa relación con el episcopado de su país debido a la ley de salud, el aborto y la contracepción. “Pienso que Su Santidad y el Vaticano fueron claros sobre sus posiciones en varios temas sociales. En algunos disiento. Pero en la mayoría coincido”, dijo Obama. El presidente sorprendió también al anunciar: “Me comprometo a continuar el diálogo con la conferencia episcopal estadounidense en las cuestiones de libertad religiosa y objeción de conciencia”. Además, se refirió a la invitación para que Francisco visite su país. “La gente en Estados Unidos enloquecería por ver a Francisco”, dijo Obama. Si bien el comunicado de la Santa Sede dijo que en la reunión se habían intercambiado opiniones “sobre algunos temas de actualidad internacional”, Obama contó más detalles. Al margen de confesar que había quedado profundamente impactado por el Papa, a quien invitó a ir a Estados Unidos, contó que se conversó concretamente sobre Medio Oriente, Siria, las negociaciones entre Israel y las autoridades palestinas, el Líbano y Libia. Además, Obama dijo que la realidad de América latina también

La agenda en Tierra Santa ^b^b^ En su visita a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo, el Papa rezará ante el Muro de los Lamentos, pisará la Explanada de las Mezquitas, visitará el memorial de Yad Vashem, en Jerusalén, celebrará misa frente a la basílica de la Natividad de Belén y se reunirá con el patriarca de Constantinopla, según difundió ayer el Vaticano.

Un líder en busca de un mensaje en común

estuvo sobre la mesa y el drama de los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos. Anteayer, durante el encuentro con una chica de 10 años, vocera de un grupo de activistas hispanos que piden una reforma inmigratoria, cuyo padre está detenido en una cárcel estadounidense, Francisco prometió que iba a plantearle el tema a Obama. Y, evidentemente, cumplió. Sin embargo, el tema principal entre dos líderes considerados outsiders que en sus respectivos terrenos buscan reformar el statu quo fue qué hacer para que haya menos desigualdad y menos guerras. “El tema central de nuestra conversación fue la coincidencia de que tanto en la política como en la vida la empatía, la habilidad de ponerse en los zapatos de otros y de preocuparse por alguien que ni siquiera se parece a uno es fundamental”, dijo Obama. “Es la falta de empatía lo que hace que sea muy fácil que estallen guerras, o que permite que ignoremos a los sin techo que hay en la calle. Obviamente, algo central en mi fe es creer que hay que tratar a los demás como yo quisiera ser tratado por los demás. Lo que pienso que ha creado tanto amor y entusiasmo por Su Santidad es que él vive esto y muestra esa alegría todo el tiempo”, agregó. La “buena química” entre Obama y el Papa, que se reunieron junto a dos intérpretes en la biblioteca del tercer piso del espléndido Palacio Apostólico, pudo percibirse en el momento de la presentación de las delegaciones y del intercambio de regalos. Entonces, hubo humor y sonrisas. Los regalos fueron simbólicos: el Papa le regaló a Obama un ejemplar de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, su documento programático. “Seguramente leeré esto en la Oficina Oval cuando esté muy frustrado –dijo Obama–. Estoy seguro de que me dará la fuerza necesaria cuando necesite tranquilizarme.” El Papa también le entregó una colección de monedas de su pontificado y dos medallones. “Esto se lo regala el Papa –dijo Francisco mostrándole el primero–, pero Jorge Bergoglio, esta otra cosa. Cuando vi esto dije: «Se lo voy a dar a Obama, el Ángel de la Paz»”, dijo Francisco, dándole un mensaje clarísimo sobre la enorme responsabilidad que tiene como presidente de una superpotencia. A su turno, Obama le regaló al Papa un estuche con semillas de árboles y especies que crecen en el jardín de la Casa Blanca. “Si tiene la posibilidad de venir a la Casa Blanca podría también visitar el jardín”, dijo Obama. “Cómo no”, contestó en español Francisco. Después de un fuerte y cálido apretón de manos y en medio del chasquido de las cámaras fotográficas, Obama se despidió con palabras que son un clásico del Papa: “Rece por mí y por mi familia. Están conmigo en este camino”.ß

del editor: cómo sigue. La popularidad global de Obama se esfumó cuando quedó claro que sus buenas intenciones quedaron en palabras. El Papa no está exento de ese riesgo.

En EE.UU. dicen que Obama busca “pegarse” a la imagen del Papa Silvia Pisani

CORRESPONSAL EN EE.UU.

Obama y Francisco, ayer, en el Palacio Apostólico del Vaticano

afp

WASHINGTON.– Ya lo hubiese querido Cristina Kirchner. Pero se lo llevó otro argentino: la conjetura en muchos medios locales era que, con su visita, el presidente Barack Obama buscaba, entre otras cosas, una “alianza” de mensaje y de popularidad con el papa Francisco. “Le creemos más a él que a Obama”, confesó, desde Roma, Abel Gallegos, uno de los hispanos llegados desde Los Ángeles que, apenas horas antes del turno del presidente, fueron recibidos por el Papa. A él le expusieron, entre otros puntos, la situación de los 11 millones de indocumentados de este país y de las deportaciones masivas de quienes carecen de papeles, en un récord que fractura familias enteras y que, pese a las promesas, aún no tiene solución. Lo de la popularidad está claro. Con un índice que ronda el 75%, hoy tres de cada cuatro norteamericanos tienen enorme respeto por la figura del Papa, de acuerdo con un sondeo de Gallup. La imagen de Obama, en cambio, ronda, por lo menos, 20 puntos menos. Oscila en una aprobación cercana al 52%, de acuerdo con un informe difundido ayer por el reconocido Pew Research Center. Lo más significativo es el retroceso que la imagen del presidente viene experimentando, justamente, entre los hispanos, en cuyo voto confían los demócratas en las legislativas de este año. Según reveló Pew ayer, en los últimos seis meses la aprobación de Obama entre la población hispana descendió 15 puntos, para situarse en el 48%, contra el 63% en que se situaba en septiembre último. “Una alianza con Francisco es vital para revertir eso”, era ayer la conjetura. La noticia pasó rápido. En la tarde de ayer, casi ni figuraba en los portales de los principales diarios, que se enfocaron en el avión malasio y en la crisis con Rusia. La apuesta de fondo es a septiembre del año próximo. Para entonces, se espera aquí la visita del Papa con motivo de la Jornada de la Familia, que se realizará en Filadelfia. No siempre, pero en cinco de siete de esos encuentros, la figura del Papa estuvo presente. Ayer Obama reiteró la invitación que ya había hecho el secretario de Estado, John Kerry. Eso, el Papa en Estados Unidos, ya sería otra cosa para la alianza de mensaje que ayer intentaba el presidente.ß