el multiculturalismo en África y América Latina - Universidad Nacional ...

Pidieron igualdad en nombre de su participación individual en la lucha .... ba que su fin era "afianzar la unidad nacional y asegurar los bienes de la justicia, la ...... por proteger el patrimonio cultural inmaterial de la Nación -representada por ..... cia ha sido la más difícil de digerir por la inteligencia histórica de la humanidad.
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U T O P I A

P A R A

EL M U L T I C U L T U R A L I S M O

L O S EN Á F R I C A

E X C L U I D O S Y AMÉRICA

LATINA

PARTE

LA

NACIÓN

MULTICULTURAL

CONSTITUCIONES Y PRACTICAS SOCIOPOLÍTICAS DE LAS MINORÍAS DE ORIGEN AFRICANO. Una c o m p a r a c i ó n e n t r e C o l o m b i a y Cuba *í

A L I Ñ E HELC UNIVERSIDAD DE TEKAS

PRACTICAS Y CONSTITUCIONES ¿ S o n las Constituciones las que rigen las prácticas sociales y políticas de las minorías raciales? O, por el contrario ¿son las prácticas de estas minorías las que moldean las Constituciones? En este estudio propongo contestar a estas preguntas a partir de una comparación entre las Constituciones y las prácticas de las poblaciones de origen africano en Colombia y Cuba, dos países ejemplares para un acercamiento a esta problemática. En efecto, aún cuando la mayoría de la población colombiana se define como mestiza, Colombia es el tercer país de las Américas con el mayor número de descendientes de africanos. En cuanto a Cuba, aunque se califica a su población afrodescendiente como minoría, en realidad son hoy la mayoría de la población cubana. Después de analizar los sistemas raciales de Colombia y Cuba, comparo los procesos de independencia en ambas naciones y las Constituciones posteriores a las independencias en lo que respecta a las minorías raciales. Examino los espacios de identidad y acción que dichas Constituciones ofrecieron y rehusaron a las poblaciones de ascendencia africana. En seguida, esbozo las estrategias de movilización desarrolladas por estas poblaciones en Colombia y Cuba, y para [23]

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ello evalúo brevemente sus logros y límites. Finalmente comparo la situación y las estrategias de los afrocubanos y los afrocolombianos en los últimos diez años en el contexto de la mundialización y de dos Constituciones diametralmente opuestas: la Constitución socialista de Cuba que afirma la unidad nacional y niega la diferencia, y la Constitución colombiana de 1991 que proclama la existencia de una Nación multiétnica y multicultural.

LOS SISTEMAS RACIALES DE COLOMBIA Y CUBA Colombia, como gran parte de América Latina, tiene un sistema multiracial que se puede representar por una pirámide en la cual el blanco está en la punta, el negro y el indio en la base. Desde principios de la Colonia, el blanco ha sido igualado a la cultura occidental, el catolicismo, el matrimonio legal y las profesiones no manuales. Al indio se le ha igualado a lo salvaje, la superstición, la propiedad comunal y la tierra. Por su parte, el negro ha sido el bárbaro, la brujería, lo sensual y sexual, el concubinato, y el trabajo manual. Entre las tres puntas de la pirámide, se encuentra una multitud de mezclas raciales consideradas siempre inferiores al blanco pero superiores al negro y al indio "puros". Estas mezclas -las castas y los mestizos- se

COLOMBIA

CUBA

Blanco

Blanco

Cultura

cultura

intelectual/mercantil

mulato

intelectual/mercantil

mestizo mulato indio

negro

bárbaro

negro

salvaje

bárbaro

esclavitud del trabajo

esclavitud de la tierra

zambo

Origen de la representación triangular: Norman W h i r

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multiplicaron rápidamente a partir del siglo XVIII, debido a que disminuyó la importación de esclavos y tuvo lugar una nueva ola de conquista de tierras indígenas. Por contraste, en Cuba nos encontramos con un sistema racial dual, de dos estratos, con los blancos arriba y los negros y mulatos abajo. Allí los indígenas resultaron exterminados al cabo de los dos primeros siglos de colonización. Este sistema dual se formó en las primeras décadas del siglo XIX, cuando Cuba se transformó rápidamente en una sociedad de plantación esclavista, una sociedad que importaba miles de esclavos africanos cada año hasta 1860. Se creó entonces el concepto social de "raza de color" o "clase de color", sin diferenciar los mulatos de los negros ni los libres de los esclavos. También se utilizaba el término colectivo de "los negros" para referirse al conjunto de mulatos y negros. Este sistema dual no fue del todo eliminado por la Revolución cubana encabezada por Fidel Castro, la cual siguió publicando libros que empleaban la palabra "negro" para hablar de libres y esclavos y de negros y mulatos y que eran titulados, por ejemplo, Elproblema negro en Cubay su solución definitiva (la solución siendo, por supuesto, la revolución socialista). Sin embargo, la clasificación cubana difiere del sistema racial de Estados Unidos basado en la "regla de una gota de sangre negra". En Cuba, la línea que separa los negros y los mulatos de los blancos está basada en un ancestro africano "visible" (color de la piel, textura del pelo, rasgos de la cara). Además, como en el resto de América Latina y del Caribe, existe entre la población de color una jerarquía ascendiente que va del más africano al más europeo. De aquí el ideal de adelantar la raza casándose con alguien más claro (lo cual es problemático porque un miembro de la pareja se une con alguien más claro pero el otro miembro con alguien más oscuro).

P R O C E S O S DE I N D E P E N D E N C I A EN C O L O M B I A Y CUBA El sistema racial tuvo un fuerte impacto en el proceso de independencia de cada uno de los paises. En Colombia, donde la población esclava era inferior al 10 por ciento de la población (localizada sobre todo en la costa pacífica} v eme contaba J.

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con una inmensa mayoría de mestizos en la zona central y de libres de ascendencia africana mixta en la costa atlántica y parte del Cauca y de Antioquia, la lucha anticolonial no coincidió con la lucha por la abolición de la esclavitud. Tanto los realistas como los patriotas atrajeron los esclavos de sus enemigos a sus tropas [25]

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con la promesa de libertad, particularmente en el Cauca donde los esclavos varones supieron aprovechar de esta oportunidad. Esto debilitó la esclavitud, pero no hizo de la abolición una meta clara de la independencia. Por su parte, los libres descendientes de esclavos no se unieron a la lucha de los esclavos por su emancipación. Los libres lucharon por la igualdad racial, pero sin mencionar la raza. Pidieron igualdad en nombre de su participación individual en la lucha contra España, no en nombre de su color. Sin duda, en Colombia influyó mucho en esta negación de la raza el espectro de la revolución haitiana que las élites agitaban cada vez que un grupo de pardos y negros formulaba demandas específicas. Como resultado, los afrocolombianos enfatizaron su participación en la guerra y su ciudadanía sin hablar de su raza. En Cuba el hecho de que la esclavitud creció dramáticamente al mismo tiempo que desaparecía en las islas vecinas de Haití y Jamaica, y el hecho de que la igualdad racial no fue otorgada a los cubanos libres de color cuando se extendía a todo el Caribe, facilitaron la unión de esclavos y libres de color. En 1812 y en 1844 el gobierno descubrió "conspiraciones de la raza de color" en las cuales varios libres y esclavos preparaban rebeliones cuya meta era la igualdad racial, la independencia nacional y el fin de la esclavitud. Al mismo tiempo, los cubanos blancos no iniciaron una lucha independentista por miedo a una posible revolución del tipo haitiano en Cuba. Poco a poco, sin embargo, la esclavitud fue abolida en casi todo el Caribe, en las antiguas colonias españolas, y finalmente en los Estados Unidos en 1865. Permanecía vigente sólo en Cuba, Puerto Rico y Brasil. Cuando finalmente en 1868 los cubanos empezaron su primera guerra de independencia, la Guerra de los Diez Años, esta bandera tuvo más éxito en Oriente, la provincia con el más alto porcentaje de afrocubanos libres y con pocas plantaciones esclavistas. Por presión de los libres de color, particularmente de Antonio Maceo, los jefes blancos tuvieron que abolir la esclavitud en el territorio de la Cuba Libre. Sin embargo, la posibilidad de una verdadera revolución social era tal que en 1878 depusieron las armas y firmaron con España un tratado de paz. España tuvo que hacer concesiones y acordó más autonomía a Cuba y la abolición progresiva de la esclavitud (sobre el modelo de la ley de manumisión colombiana de 1821). Maceo y otros orientales de color rehusaron el tratado y volvieron a alzarse en nombre de la independencia absoluta, la igualdad y la abolición inmediata de la esclavitud. Pero fracasaron. Finalmente, en 1886 España decretó la emancipación de todos los esclavos. Sólo en 1895 los cubanos independentistas lanzaron una nueva guerra anticolonial. Otra vez, la guerra [26]

CONSTITUCIONES Y PRÁCTICAS SOCIOPOLÍTICAS DE LAS MINORÍAS DE ORIGEN AFRICANO

empezó en Oriente, con una participación mayoritaria de negros y mulatos. Otra vez el movimiento fue debilitado entre las élites blancas por el miedo de una toma de poder de "los negros." Y como bien se sabe, en 1898 la intervención militar de los Estados Unidos frustró la independencia absoluta de Cuba.

PRIMERAS CONSTITUCIONES DE COLOMBIA Y CUBA DESPUÉS DE LA INDEPENDENCIA El sistema racial y el proceso de independencia, así como la participación de los afrodescendientes en dicho proceso, marcaron fuertemente la primera Constitución de cada país: la de Colombia de 1821 y la de Cuba de 1901. Separadas por ochenta años, estas Constituciones correspondieron a distintos contextos mundiales. Sin embargo, ambas fueron redactadas casi exclusivamente por élites blancas: la asamblea constituyente de Cúcuta no contó con un solo representante que no fuera blanco; la de Cuba tuvo no más que dos mulatos entre sus treinta y un delegados. También, ambas Constituciones garantizaron la igualdad de sus ciudadanos pero silenciaron la cuestión racial. En 1821 la primera Constitución de la república de Colombia, que incluía a la Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, garantizaba la "libertad, seguridad, propiedad e igualdad" de los colombianos. Pero no mencionaba la raza y el género ni trataba de manera explícita a los indígenas y a los esclavos , cuya condición fue el objeto de una legislación separada [Uribe 1977,2:707-718]. Su preámbulo hacía del catolicismo la "religión del Estado". Reconocía el derecho de los colombianos a pensar e imprimir libremente pero no incluía la asociación, la religión y el culto entre sus libertades individuales. Limitaba el sufragio indirecto a los hombres que tenían propiedad o medios de vivir independientes y que, a partir de 1840, supieran leer y escribir. En la práctica, sin embargo, todos los soldados y oficiales del ejército libertador pudieron votar en la elección de los electores de la Asamblea constituyente de Cúcuta y hasta 1827, cuando se eliminaron los privilegios militares. La ley del 11 de octubre de 1821 dio nuevos derechos a los indígenas pero al mismo tiempo preparó la liquidación de sus resguardos. Estableció que las comu1. Sobre los indígenas, véase Sala de negocios generales del Consejo de Estado (1924, 1:116-118). Sobre los esclavos, ibid. [1:14-17].

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nidades indígenas ya no serían llamadas peyorativamente pueblos de indios sino parroquias de indígenas. Como los otros ciudadanos, los indios dejarían de ser sometidos al tributo y al servicio personal, pero se esperaba que en cinco años superaran su "estado de miseria" para ser sometidos a las mismas contribuciones que el resto de la población. Sus resguardos serían entonces divididos entre familias indígenas como propiedad privada. La ley autorizaba a los no-indios a residir en parroquias de indígenas. Aún cuando especificaba que los indígenas podían tener cualquier empleo de acuerdo con su calificación, la Constitución los consideraba colectivamente como "ciudadanos . . . en la clase de miserables", lo cual les excluía implícitamente del voto [Ibid., 1:116]. La ley del 21 de julio de 1821 trató de los esclavos. Abolía progresivamente la esclavitud procurando al mismo tiempo reconciliar derechos constitucionales contradictorios: libertad, igualdad y propiedad. Declaraba la libertad en el momento del parto pero obligaba a los recién nacidos a trabajar para los amos de sus madres hasta la edad de 18 años en compensación por su educación, ropa y alimentación. La ley prohibía la importación de esclavos pero autorizaba el tráfico en el interior del país. Establecía un fondo de manumisión cuya misión era comprar la libertad délos esclavos más meritorios [Ibid., 1:14] . Pero los delegados rehusaron la propuesta de dotar de tierras baldías a los libertos [Congreso de Cúcuta de 1821 1971:195 y 184-186,190, 210, 227]. A partir de 1825, los censos nacionales oficializaron el silencio sobre la raza al no mencionarla entre los datos registrados (sino de manera parcial y tácita a través del registro de los esclavos hasta la abolición en 1851) . La primera Constitución de Cuba independiente, en 1901, estipulaba que "todos los cubanos, son iguales ante la ley" sin mencionar la raza o el género y concedía la ciudadanía cubana a los españoles no registrados como tales y a los africanos que hayan sido esclavos. Invocaba "el favor de Dios" en su preámbulo pero acordaba la libertad religiosa "sin otra limitación que el respeto a la moral cristiana y al orden público". Garantizaba la libertad de pensamiento, palabra e imprenta que no atente contra la paz social y "el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas, y el de asociarse para todos los fines lícitos de la vida". Acordaba el sufragio universal masculino directo, algo excepcional en el contexto de principios

2. Esta práctica de no mencionar la raza en los censos serviría para "evitar las tensiones raciales". Véase Lannoy y Pérez [1961:53].

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del siglo XX, cuando muchas naciones latinoamericanas estaban gobernadas por semi-dictaduras y el sur de los Estados Unidos se caracterizaba por la segregación y el linchamiento [Barreras 1940:139-169]. Sin embargo, la Constitución cubana no proponía ninguna política social en favor de los que habían sido esclavos hasta 1886 o los que habían luchado en el ejército libertador. Además, hay que recordar aquí que la Constitución de Cuba de 1901 estaba lejos de ser la primera Constitución democrática de América Latina. Ya en 1853, en particular, Colombia aprobó una nueva Constitución liberal que otorgaba el sufragio a todos los hombres mayores de edad y que reconocía las libertades de religión, pensamiento, expresión y asociación pacífica.

PRACTICAS DE LAS MINORÍAS A F R O D E S C E N D I E N T E S DESPUÉS DE LA I N D E P E N D E N C I A Y CAMBIOS CONSTITUCIONALES ¿Que hicieron las minorías raciales con los espacios de libertad creados por las nuevas Constituciones? En Colombia, no se organizaron de manera autónoma, lo que no sorprende si se tiene en cuenta el sistema racial del país y las separaciones geográficas. La primera década postcolonial fue bastante pacífica y sólo hubo unas rebeliones regionales contra el poder central en las cuales los negros, pardos y zambos libres casi nunca agitaron la cuestión racial, aún cuando fueron muchas veces acusados de querer imponen la pardocracia. En varias regiones, los indígenas protestaron la disolución de sus resguardos, pero sólo en el Cauca y Pasto lograron impedir que los terratenientes controlaran significativamente sus tierras y mano de obra. En cuanto a los esclavos, muchos aprovecharon para huir hacia la libertad, sacando ventaja de la debilidad de las haciendas y la fragilidad del Estado. Pero su desafio colectivo se limitó principalmente al Cauca durante la Guerra de los Supremos, cuando en 1842 el general José María Obando ofreció la libertad a los esclavos que se enlistaran en su ejército. Centenares de esclavos acudieron, lo cual aceleró dramáticamente la destrucción de la esclavitud en la región. El movimiento que más se acercó a una lucha común entre libres de color y esclavos fue el liberalismo de fines de la década de 1840 que movilizó a las clases populares de la Costa del Caribe y del Cauca contra los conservadores en el poder detrás de los lemas de libertad, igualdad y fraternidad, y en favor de la emancipación inmediata de todos

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los esclavos y del sufragio universal masculino. Este movimiento dejó una marca durable en el mapa político del país, pues hasta hoy en día el Partido Liberal predomina en las regiones con una alta presencia de afrodescendientes. En Colombia, la segunda mitad del siglo XIX fue dominada por el federalismo liberal, pero también por una serie de guerras civiles. Al mismo tiempo, subió al poder una clase de terratenientes, comerciantes y políticos con un nuevo proyecto de Estado central, fuerte e intervencionista. Este proyecto se concretó en la Constitución de 1886 y el Concordato de 1887 que rigieron a Colombia más de cien años, en los cuales nuestra representación piramidal del sistema racial colombiano volvió a ganar toda su vigencia. Establecida "en nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad", la Constitución de 1886 representó un enorme paso atrás en términos de derechos populares y de las minorías. Concebida como una panacea contra las guerras civiles, declaraba que su fin era "afianzar la unidad nacional y asegurar los bienes de la justicia, la libertad y la paz". En ninguna parte hablaba de igualdad. Limitaba la ciudadanía a los hombres adultos ejerciendo una profesión, arte u oficio y teniendo un medio conocido de subsistencia. Estos podrían elegir directamente a nivel municipal y departamental, pero sólo los que sabían leer y escribir o que tenían rentas o propiedad podían votar a nivel nacional. La Constitución de 1886 restringía la libertad de religión, asociación e imprenta. No hacía referencia a los indígenas y a los negros, pero una frase dejaba ver cómo los consideraba: "territorios nacionales". Los territorios nacionales comprendían una amplia periferia (aproximadamente el 70 por ciento del país) supuestamente habitada todavía por comunidades indígenas esparcidas. Aunque ia Constitución consideraba estos territorios como partes íntegras de la Nación, el Concordato de 1887, entre Colombia y el Vaticano, encargaba a la Iglesia católica de gran parte de su administración. La ley 89 de 1890 dividía los indígenas en dos categorías: los establecidos en resguardos y comunidades "ya reducidas a la vida civil", que podían conservar sus instituciones tradicionales pero no podían hacer transacciones de tierras sin la tutela del Estado; y los "salvajes" en "incipientes sociedades", nómadas o sedentarios en la selva, cuya reducción y evangelización eran pagadas por el Estado pero encargada a misiones católicas . 3. "Convenio del 31 de diciembre de 1887, celebrado en la ciudad de Roma, entre el Sumo Pontífice León XIII y el Presidente déla República, doctor Rafael Núñez". Véase Vásquez [1973:133-140]. "Ley 89 de 1890". Véase Roldan [1990:46-59].

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