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secundarias seleccionadas del río Tana, en las ...... Canadian Institutes of Health Research (2007): “CIHR guidelines for health research involving aboriginal.
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El enfoque adaptativo del FIDA relativo a la cartografía participativa Diseño y ejecución de proyectos de cartografía participativa

Enabling poor ruralrural people to overcome poverty Dar a la población pobre la oportunidad de salir de la pobreza 1

Las opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no reflejan forzosamente las opiniones del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no suponen de parte del FIDA juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. Se han utilizado las denominaciones “países desarrollados” y “países en desarrollo” por resultar convenientes desde el punto de vista estadístico sin que ello represente necesariamente juicio alguno sobre la etapa alcanzada por una zona o país determinados en el proceso de desarrollo. Portada: El alcalde de Bourem (Malí) muestra un mapa de croquis usado para la planificación comunitaria. © I. Firmian

© 2010, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA)

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Índice

Prólogo

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1. Introducción

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¿Qué es la cartografía participativa? ¿Por qué la cartografía participativa es importante para el FIDA? Visitas sobre el terreno a proyectos del FIDA Kenya: Proyecto Piloto de Ordenación de los Recursos Naturales en la Ladera Oriental del Monte Kenya Malí: Programa de Inversiones y Desarrollo Rural en las Regiones Septentrionales El Sudán: Programa de Ordenación de los Recursos en el Sudán Occidental 2. Principios fundamentales 1. El consentimiento libre, previo e informado La cartografía participativa y los límites Representación de los conocimientos locales mediante mapas Experiencias sobre el terreno Consecuencias para el FIDA 2. Adhesión al objetivo de control comunitario Experiencias sobre el terreno Consecuencias para el FIDA 3. Satisfacción de las necesidades de la comunidad Experiencias sobre el terreno Consecuencias para el FIDA 4. Apoyo a la propiedad intelectual de la comunidad Experiencias sobre el terreno Consecuencias para el FIDA 5. Adhesión a un proceso que incluya a todos Conocimientos de los mayores Atención a las cuestiones de género Inclusión de los jóvenes Experiencias sobre el terreno Consecuencias para el FIDA 6. Dedicación a largo plazo a las iniciativas cartográficas Experiencias sobre el terreno Consecuencias para el FIDA

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3. La actividad cartográfica Proceso de cartografía adaptativo Fase de diseño del proyecto Análisis de la situación Determinación de los principales problemas en materia de gestión de los recursos naturales relacionados con sistemas específicos de subsistencia Selección de colaboradores Asignación de recursos a las actividades de cartografía participativa Fase previa al levantamiento de mapas Validación del enfoque del diseño Confirmación de los instrumentos cartográficos Selección de los encargados de la ejecución de la cartografía participativa y determinación de sus necesidades de capacitación Definición del mecanismo de seguimiento Capacitación en los programas Compra de equipo Fase de levantamiento de mapas Preparación de la comunidad para la actividad de cartografía Definición de los propósitos del levantamiento cartográfico Capacitación de los miembros de la comunidad Documentación de la información Elaboración del mapa y definición de la leyenda Análisis y evaluación de la información incluida en el mapa Establecimiento del mecanismo de seguimiento Uso de mapas y adopción de decisiones Uso de mapas para apoyar las iniciativas de las comunidades en materia de gestión de los recursos naturales Comunicación de la información cartográfica a las partes interesadas Relación de los resultados con procesos de planificación más generales Los mapas como instrumentos participativos para la evaluación de proyectos Evaluación Evaluación de la utilidad de la cartografía por parte de las comunidades La unidad de gestión del proyecto y las misiones de evaluación en los países Evaluación administrativa del cambio general en las políticas y de la adopción de decisiones Cartografía posterior al proyecto

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24 24 25 25 25 26 26 27 27 27 27 28 29 29 30 30 30 32 32 33 33 33 35 35 35 36 36 38 38 39 39 39

4. Conclusión

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Anexo – Listas de comprobación del diseño del proyecto

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Bibliografía

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Siglas

CTA

Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural ACP-UE

GPS

sistema mundial de determinación de la posición

ILC

Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra

SIG

sistema de información geográfica

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Prólogo

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas consagrado a erradicar la pobreza y el hambre en las zonas rurales en los países en desarrollo. Trabajando con los pobres de las zonas rurales, los gobiernos, los donantes, las ONG y otros muchos asociados, el FIDA se concentra en soluciones específicas para cada país con el objeto de empoderar a las mujeres y los hombres pobres de las zonas rurales, a fin de que obtengan mayores ingresos y de que alcancen una mayor seguridad alimentaria. Uno de los retos que el FIDA sigue afrontando en la labor de desarrollo agrícola y rural es hallar maneras eficaces de incentivar la participación de las comunidades pobres, especialmente las más pobres y más vulnerables, en la planificación, la gestión y la adopción de decisiones acerca de sus recursos naturales. Lo anterior es especialmente importante cuando se trata con pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques, quienes consideran que ellos mismos y sus medios de vida están desproporcionadamente amenazados por el cambio climático, la degradación del medio ambiente y conflictos en torno al acceso a la tierra y a los recursos naturales. Como el conocimiento del entorno local es un activo fundamental de estos grupos, se necesita un enfoque que garantice que esta sabiduría colectiva influya en su capacidad de planificar y gestionar sus recursos naturales. Para dar solución a estas preocupaciones, el FIDA, en colaboración con la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC), ha ejecutado desde octubre de 2006 el proyecto Elaboración de instrumentos de decisión para la cartografía participativa en sistemas específicos de subsistencia (pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques). Si bien la cartografía participativa no es un concepto nuevo para el FIDA, la institución cuenta con escasos conocimientos acerca de cómo estos procesos podrían contribuir a abordar cuestiones relacionadas con conflictos y mejorar la apropiación por las comunidades de la gestión sostenible del medio ambiente y los recursos naturales para lograr una mayor reducción de la pobreza rural. Por consiguiente, para garantizar que se obtenga el máximo provecho de esta metodología, es fundamental contar con un marco general para la ejecución de procesos de cartografía participativa en proyectos que reciben apoyo del FIDA.

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El presente informe proporciona una descripción exhaustiva de dicho marco. Ha sido elaborado por Jon Corbett (Universidad de la Columbia Británica Okanagan), con aportaciones y el apoyo del Grupo Consultivo1 del proyecto, en el que hay también un representante del Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural ACP-UE (CTA). Este enfoque adaptativo del FIDA relativo a la cartografía participativa describe las medidas que han de tomarse en cada etapa del ciclo del proyecto para ejecutar procesos de cartografía participativa en programas y proyectos del FIDA. Se basa en un estudio inicial que estableció los principios fundamentales de los procesos adecuados de cartografía participativa, y en los conocimientos adquiridos en visitas a proyectos de la ILC y del FIDA (FIDA 2009). Este informe sobre el enfoque adaptativo no debe considerarse definitivo, sino que su contenido se revisará y actualizará conforme se obtenga experiencia práctica por medio de su aplicación en proyectos que reciben apoyo del FIDA. Únicamente por medio de la aplicación sistemática del enfoque en operaciones del FIDA se garantizará el aprendizaje y la generación de conocimientos de forma continuada. Dado que permite empoderar a las comunidades locales para que gestionen de forma sostenible sus recursos naturales, creemos que el enfoque adaptativo puede ser un apoyo decisivo para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en particular del ODM 1 (erradicar la pobreza extrema y el hambre) y el ODM 7 (garantizar la sostenibilidad del medio ambiente).

Sheila Mwanundu Asesora Técnica Superior, Medio Ambiente y Gestión de los Recursos Naturales División de Asesoramiento Técnico

En nombre del Grupo Consultivo del proyecto Elaboración de instrumentos de decisión para la cartografía participativa en sistemas específicos de subsistencia

1 Componen el Grupo Consultivo las siguientes personas: S. Mwanundu (jefe del proyecto), K. Fara (coordinador del proyecto), B. Codispoti (ILC), A. Del Torto, S. Devos, S. Di Gessa (ILC), I. Firmian, M. Mangiafico, A. Mauro (ILC), R. Mutandi, R. Omar, G. Rambaldi (CTA), R. Samii y L. Sarr. 5

1. Introducción

El presente documento describe un enfoque adaptativo relativo al diseño y la ejecución de iniciativas de cartografía participativa en el marco de proyectos que reciben apoyo del FIDA. Este enfoque adaptativo se desarrolló en el marco del proyecto Elaboración de instrumentos de decisión para la cartografía participativa en sistemas específicos de subsistencia (pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques). El informe se basa en las conclusiones del análisis Buenas prácticas en cartografía participativa (FIDA, 2009) y hace uso de los documentos y las experiencias recopilados durante un taller sobre cartografía participativa2 organizado por la Coalición Internacional para el Acceso a la Tierra (ILC) en Albania, en visitas sobre el terreno a tres proyectos del FIDA y en un taller sobre cartografía participativa para múltiples interesados directos3 organizado por el FIDA, así como de las aportaciones de diversos expertos. El documento se divide en dos secciones. En la primera se describen diversos principios fundamentales para guiar la ejecución y evaluación de un proyecto de cartografía.4 En la segunda se expone un procedimiento adaptativo pormenorizado para facilitar el diseño y la ejecución de iniciativas de cartografía participativa. Puesto que la sección pormenorizada está concebida de forma específica para su aplicación en un entorno del FIDA, utiliza un enfoque diferente de los de otras guías sobre cartografía participativa. No obstante, respeta los principios ampliamente aceptados inherentes a la práctica de la cartografía participativa. El informe está concebido para que sea específicamente pertinente en la puesta en práctica de iniciativas de cartografía con pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques; en otras palabras, representantes de los grupos menos influyentes y más marginales 6

del mundo. Estas personas, que suelen habitar espacios geográficos físicamente remotos, han desarrollado con frecuencia una estrecha relación con sus territorios, lo que confiere a esas tierras una especial importancia para su supervivencia cultural, material y espiritual. Si se utiliza de forma responsable y prudente, la cartografía participativa puede convertirse en un instrumento fundamental para ayudar a estos grupos marginales a representar y comunicar mejor esta relación con la tierra, con el fin de apoyar un desarrollo pertinente y sostenible, y de aumentar su capacidad para proteger los derechos sobre sus recursos y tierras.

¿Qué es la cartografía participativa? La cartografía participativa surgió a partir de las metodologías de evaluación rural participativa, que tuvieron una amplia difusión en la comunidad dedicada al desarrollo en la década de los ochenta. La evaluación rural participativa hace hincapié en la transparencia y en la inclusión de todos los miembros de la comunidad en una actividad, en la mayoría de las ocasiones relacionada con una iniciativa de desarrollo o con algún tipo de proceso comunitario de adopción de decisiones. En 1983, Robert Chambers, socio del Institute of Development Studies (Reino Unido), empleó la expresión “evaluación rural rápida” para

2 El taller Sharing Knowledge on Participatory Mapping for Forest and Pasture Areas (Compartir los conocimientos sobre cartografía participativa para las zonas de bosques y pastizales) se celebró en Tirana los días 27 a 31 de mayo de 2007. Puede encontrarse más información en la dirección www.landcoalition.org. 3 El taller Participatory Mapping: IFAD’s Step-by-Step Approach (La cartografía participativa: enfoque pormenorizado del FIDA) se celebró en Roma el día 15 de julio de 2008. 4

Véase también FIDA (2009).

Mapa de una aldea de Kordofán del Norte, Sudán. © J. Corbett

describir un conjunto de técnicas que podían generar una “inversión del aprendizaje”. Dos años después, se celebró en Tailandia la primera conferencia internacional para compartir experiencias relacionadas con la evaluación rural rápida. A continuación, se produjo un rápido desarrollo de métodos que involucraban a habitantes de zonas rurales en el examen de sus propios problemas, el establecimiento de sus propios objetivos y el seguimiento de sus propios logros. Para mediados de la década de los noventa, la expresión “evaluación rural rápida” se había sustituido por varias expresiones diferentes, una de las cuales era “aprendizaje y acción participativos”, la expresión más usada en la actualidad. La cartografía participativa surgió como método para incorporar la información oral a un mapa, otra vez con el objetivo de integrar las voces secundarias en un medio tangible y visible que permitiría un mayor diálogo y negociación. Según Chapin, Lamb y Threlkeld (2005, pág. 625), al principio la cartografía de evaluación rural

participativa solía consistir en mapas de croquis, que evolucionaron hacia actividades con mediciones más minuciosas, con brújulas y transectos. Después, en la década de los noventa, se incorporó el uso de las tecnologías del sistema mundial de determinación de la posición (GPS) y del sistema de información geográfica (SIG). En la publicación Buenas prácticas en cartografía participativa se proporciona y analiza información adicional al respecto.

¿Por qué la cartografía participativa es importante para el FIDA? La visión del FIDA sobre la reducción de la pobreza y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se enuncian en el Marco Estratégico del FIDA (2007-2010). El Fondo trata de: • trabajar con asociados nacionales para concebir y ejecutar programas y proyectos innovadores que encajen en las políticas y los sistemas nacionales; estas iniciativas 7

corresponden a las necesidades, prioridades, oportunidades y limitaciones señaladas por los pobres de las zonas rurales; • capacitar a los pobres de las zonas rurales para que tengan acceso a los activos, servicios y oportunidades que necesitan para salir de la pobreza; además, el FIDA les ayuda a edificar sus conocimientos, competencias y organizaciones para que puedan dirigir el propio desarrollo e influir en las decisiones y políticas que afectan a sus vidas; • ensayar enfoques nuevos e innovadores para reducir la pobreza y compartir ampliamente los conocimientos correspondientes con los países miembros del FIDA y otros asociados con el objeto de reproducir y ampliar los enfoques que hayan dado buenos resultados. La finalidad del proceso de cartografía participativa se enmarca claramente en los dos últimos objetivos del Marco Estratégico del FIDA, así como en su capacidad para ser utilizado por las comunidades marginales para determinar y comunicar directamente sus necesidades, prioridades, oportunidades y limitaciones, y para evaluar las intervenciones de desarrollo. Los programas y proyectos que reciben apoyo del FIDA aspiran a garantizar la participación plena de las minorías y de los grupos marginados y vulnerables (entre ellos los pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques) en la concepción, ejecución y seguimiento de las políticas y medidas de desarrollo que les afectan directamente. Es especialmente importante el compromiso del FIDA con la reducción de la pobreza rural, al que puede contribuir directamente el uso de la cartografía participativa. La cartografía contribuye a facilitar y garantizar un mayor acceso a los recursos naturales, así como a potenciar la capacidad de las comunidades marginales de defender sus derechos relacionados con las tierras. El FIDA y la ILC han apoyado varios proyectos de cartografía participativa en comunidades de pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques, y han fomentado el intercambio de experiencias, con sentido crítico, por medio de sus asociaciones con especialistas destacados y redes de poblaciones indígenas que trabajan en este campo. 8

Visitas sobre el terreno a proyectos del FIDA El informe se basa en gran medida en las experiencias y los documentos recopilados durante la elaboración de la publicación Buenas prácticas en cartografía participativa, así como en las visitas sobre el terreno realizadas a tres proyectos del FIDA en Kenya, Malí y el Sudán. Las visitas sobre el terreno brindaron la oportunidad de conocer en detalle los retos y las oportunidades relacionados con sistemas específicos de subsistencia, así como aquellos a los que se enfrentaban las organizaciones asociadas en la ejecución de iniciativas de cartografía participativa. Los objetivos de las visitas fueron los siguientes: • examinar los procesos empleados para elaborar mapas participativos; • determinar posibles formas de mejorar esos procesos; • averiguar el uso que se ha dado a esos mapas y las repercusiones asociadas a su uso (procurando distinguir entre los usos previstos y los reales); • estudiar el modo en que los mapas se han incorporado a metas y objetivos más generales de proyectos del FIDA. La finalidad general de estas visitas sobre el terreno fue aprender de los procesos de ejecución de los tres proyectos visitados y aplicar después las conclusiones para modular el desarrollo de un proceso unificado de cartografía participativa del FIDA. Este proceso unificado constituye la esencia de este informe. Kenya: Proyecto Piloto de Ordenación de los Recursos Naturales en la Ladera Oriental del Monte Kenya El Proyecto Piloto de Ordenación de los Recursos Naturales en la Ladera Oriental del Monte Kenya se está ejecutando en cuencas secundarias seleccionadas del río Tana, en las laderas orientales del monte Kenya. La cuenca del río Tana abastece de agua a una parte importante de la población de Kenya. El aumento de la extracción de agua en las zonas que rodean el parque nacional y la reserva forestal, así como prácticas agrícolas inapropiadas, han ocasionado una disminución del caudal de los ríos y una aceleración de la erosión del suelo, y ha aumentado el volumen

Figura 1: Ubicación del Proyecto Piloto de Ordenación de los Recursos Naturales en la Ladera Oriental del Monte Kenya, Kenya

Las denominaciones empleadas en este mapa y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no suponen de parte del FIDA juicio alguno respecto de la delimitación de las fronteras o límites que figuran en él, ni acerca de las autoridades competentes. Mapa elaborado por el FIDA.

de sedimentos que recibe el río. La combinación de estos factores y la deforestación del monte Kenya son las principales causas de degradación medioambiental en la cuenca y están socavando tanto el potencial productivo de la zona como su capacidad para proporcionar servicios fundamentales del ecosistema. Con este proyecto, en colaboración con comunidades locales en la zona de captación, se propone reducir la pobreza rural fomentando un uso más eficaz de los recursos naturales y mejoras de las prácticas agrícolas. Son especialmente importantes las actividades que involucran a comunidades que viven en los márgenes de la Reserva Forestal del Monte Kenya. En este proyecto, la cartografía participativa es una actividad realizada con los interesados

directos de la comunidad como parte de un conjunto más amplio de actividades de aprendizaje y acción participativos. Las actividades cartográficas realizadas han tenido como objetivos: i) determinar los límites de la zona focal de desarrollo5 y asegurarse de que la comunidad local entienda que las actividades del proyecto tendrán lugar dentro de estos límites; ii) determinar lugares en los que podrían realizarse intervenciones y actividades del proyecto, y iii) respaldar nuevas formas de pensar sobre los problemas, incluida la gestión de los recursos.

5 La zona geográfica seleccionada donde se concentrarán las intervenciones del proyecto. 9

Figura 2: Ubicación del Programa de Inversiones y Desarrollo Rural en las Regiones Septentrionales, Malí

Las denominaciones empleadas en este mapa y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no suponen de parte del FIDA juicio alguno respecto de la delimitación de las fronteras o límites que figuran en él, ni acerca de las autoridades competentes. Mapa elaborado por el FIDA.

Malí: Programa de Inversiones y Desarrollo Rural en las Regiones Septentrionales El Programa de Inversiones y Desarrollo Rural en las Regiones Septentrionales se centra en actividades con los gobiernos locales en comunas (aldeas ampliadas) dentro de la zona del proyecto. La amplia región septentrional de Malí sufre pobreza extrema, acentuada por un entorno natural riguroso que se caracteriza por la sequía, la desertificación y el acceso restringido al agua. Todos estos factores contribuyen a que haya niveles altos de competencia por los recursos entre los grupos locales. En 1999, Malí inició una política de descentralización. La administración pública local, a nivel comunal, ha asumido la función de coordinación del desarrollo rural y se responsabiliza ahora de planificar, ejecutar y mantener las inversiones públicas. Estos gobiernos, con la ayuda de un grupo consultor nacional (AFRI CONSULT), están 10

aplicando instrumentos y procedimientos de cartografía participativa para recabar información de los miembros de la comunidad sobre los recursos naturales y su gestión, así como sobre otras características socioeconómicas dentro del territorio comunal. La cartografía se está empleando también para ayudar a que los miembros de la comunidad prevean como serán su comunidad y sus recursos dentro de 20 años. El Sudán: Programa de Ordenación de los Recursos en el Sudán Occidental El Programa de Ordenación de los Recursos en el Sudán Occidental abarca los estados sudaneses de Kordofán del Norte y Kordofán del Sur. El objetivo general del programa es fomentar el establecimiento de un sistema de gestión de los recursos naturales que sea equitativo, eficiente económicamente y sostenible en términos medioambientales. Una actividad principal del

Figura 3: Ubicación del Programa de Ordenación de los Recursos en el Sudán Occidental, Sudán

Las denominaciones empleadas en este mapa y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no suponen de parte del FIDA juicio alguno respecto de la delimitación de las fronteras o límites que figuran en él, ni acerca de las autoridades competentes. Mapa elaborado por el FIDA.

programa es la rehabilitación y el desarrollo de 17 cañadas que discurren por los estados de Kordofán. El aumento de la presión sobre los escasos recursos existentes ha derivado en una escalada de conflictos a lo largo de esas cañadas, en especial entre comunidades asentadas y pastores nómadas. Uno de los objetivos del proyecto es promover la resolución de conflictos en apoyo del desarrollo de las cañadas. En un primer paso del proyecto se realizaron encuestas y se inició el proceso de demarcación de las cañadas. Se han utilizado metodologías de aprendizaje y acción participativos para apoyar estos procesos en comunidades asentadas y en algunas de las tribus nómadas, aunque conseguir la participación de los grupos nómadas ha resultado extremadamente difícil. Al igual que sucede con el proyecto de Kenya, la cartografía participativa es uno de los instrumentos de aprendizaje y acción

participativos empleado por los agentes de extensión para realizar la demarcación de las cañadas mediante trazado de croquis e instrumentos de GPS. Además, la cartografía participativa se ha utilizado para elaborar planes de desarrollo comunitario local que establecen prioridades en materia de desarrollo y, por tanto, centran las intervenciones de los programas. Las enseñanzas extraídas en las visitas sobre el terreno conforman las dos secciones siguientes del presente informe. Las conclusiones clave obtenidas sirven para justificar tanto el conjunto de principios fundamentales propuesto que guía la ejecución y la evaluación de un proyecto cartográfico como el procedimiento adaptativo pormenorizado sugerido.

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2. Principios fundamentales

Como señalan Rambaldi et al. (2006), cada profesión cuenta con parámetros morales y códigos éticos propios que guían las buenas prácticas. En esta sección se describen algunos de esos principios fundamentales en el ámbito de la cartografía participativa, una actividad especialmente importante para los grupos que trabajan con comunidades. En la decisión de una comunidad de participar en una iniciativa de cartografía participativa y en su elección de instrumento cartográfico suelen influir el nivel de apoyo que recibe la comunidad de los asociados para el desarrollo, el gobierno (a distintos niveles), las universidades y otros implicados en el proceso de desarrollo. En este informe, estos grupos se denominan, de forma colectiva, “intermediarios para el desarrollo”. Es importante que estén comprometidos a prestar apoyo a la iniciativa cartográfica y a fomentar la capacidad hasta el momento en el que los miembros de la comunidad puedan comenzar a asumir la responsabilidad del proceso y del producto cartográfico final. Para poder alcanzar este punto, se ha de partir de una firme decisión de aprovechar el potencial y la capacidad existentes en la comunidad.

1. El consentimiento libre, previo e informado “El consentimiento previo fundamentado y dado libremente reconoce los derechos inherentes y primigenios de los pueblos indígenas a sus tierras y recursos, y respeta su autoridad legítima a exigir que los terceros entren en relaciones respetuosas y en pie de igualdad con ellos sobre la base del principio del consentimiento fundamentado.”6 El proceso comienza con el contacto inicial y continúa hasta que finaliza la participación de los miembros de la comunidad 12

en un proyecto. El proceso del consentimiento libre, previo e informado se refiere al diálogo, el intercambio de información y el procedimiento general mediante el cual los miembros de la comunidad deciden participar en un proyecto. Cuando se aplica correctamente, garantiza que la participación de las comunidades y las personas en una iniciativa de cartografía participativa sea voluntaria, y que estas conozcan bien los riesgos y los beneficios que conlleva. En las iniciativas de cartografía participativa iniciadas por terceros es preciso que las comunidades y personas que participan comprendan claramente: • la finalidad de la iniciativa, su duración prevista y los procedimientos que conlleva; • su derecho a no participar en la iniciativa y a retirarse de esta una vez que haya comenzado, así como las consecuencias previstas de tales decisiones; • los factores que pueden influir en su voluntad de participar, como los posibles riesgos o efectos perjudiciales; • los posibles beneficios futuros; • el uso que se hará de la información espacial que proporcionen, así como el modo de archivarla y la posibilidad de que se reutilice; • a quién deben dirigir sus preguntas.7 En el ámbito de las iniciativas cartográficas, el solo hecho de aplicar un proceso participativo no garantiza que los resultados constituyan un reflejo veraz de los conocimientos, los valores y 6 Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (2004), pág. 5. Esta postura fue refrendada en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, aprobada como resolución 61/295 de la Asamblea General el 13 de septiembre de 2007. 7 Muchas de las cuestiones planteadas por el proceso del consentimiento libre, previo e informado se debaten en mayor profundidad en secciones posteriores del presente informe.

los deseos de las comunidades vulnerables. La cartografía participativa puede, en ocasiones, aplicarse de forma incorrecta y convertirse en una operación de explotación de la información, en lugar de una auténtica iniciativa de empoderamiento. Es importante ser conscientes de que la cartografía participativa podría servir para hacer los conocimientos locales delicados vulnerables a la explotación; en particular, cuando los mapas ponen de relieve la existencia de recursos naturales de gran valor u otros lugares vulnerables. Los mapas ponen esa información a la vista de terceros y, por tanto, la exponen a un uso indebido. Además, las iniciativas de cartografía participativa podrían ocasionar directamente diversas consecuencias negativas y conflictivas imprevistas. Se debe informar a los miembros de la comunidad de estos posibles riesgos al comienzo del proyecto, aunque ello pueda influir en su voluntad de participar. La cartografía participativa y los límites Las iniciativas de cartografía participativa pueden dar lugar a controversias cuando los límites que en el pasado hubieran sido objeto de litigio, no se hubieran declarado, coincidieran en parte con otros o fueran confusos y permeables, quedasen representados en un mapa mediante una línea definitiva que diera a entender un sentido de autoridad, inflexibilidad y permanencia. Es particularmente probable que ese conflicto potencial llegue a producirse si las iniciativas de cartografía se llevan a cabo de comunidad en comunidad, en lugar de incorporar a todas las comunidades que tienen intereses en la zona en un proceso amplio e incluyente. Los límites deben analizarse, negociarse y confirmarse. Los mapas participativos no deben reflejar las opiniones ni reforzar la posición de una sola comunidad a expensas de otras comunidades que tienen intereses en la tierra y los recursos descritos en dichos mapas.8 Si el proceso no da cabida al debate y al intercambio directo entre los interesados, las iniciativas cartográficas pueden generar tensiones dentro de las comunidades y entre ellas. En un proyecto que aplique los principios del consentimiento libre, previo e informado, los miembros de la comunidad serán plenamente conscientes de estas cuestiones relativas a los límites antes de emprender el proceso cartográfico.

Representación de los conocimientos locales mediante mapas El conocimiento local es un conocimiento vivo y dinámico que se refleja en las prácticas, las instituciones, las relaciones y los rituales de la comunidad. Gran parte se transmite de un modo informal: habitualmente, no está escrito, sino que se conserva y comunica oralmente en forma de cuentos, canciones, folclore, proverbios, danzas, mitos, rituales, leyes comunitarias, taxonomía local y prácticas agrícolas. Existen sistemas tradicionales formales para facilitar la transferencia de parte de dicho conocimiento, como las ceremonias, los festivales y otros procesos. Los mapas no son una forma tradicional de representar y comunicar la información relacionada con la tierra. Antes de tomar parte en una iniciativa de cartografía participativa, los miembros de la comunidad deben saber que los mapas podrían representar de manera imperfecta sus conocimientos relativos a la tierra. Esta incompatibilidad puede paliarse en parte adjuntando a un mapa elementos adicionales; por ejemplo, fotografías. Cuando se trabaja en un entorno digital (en concreto, cuando se usan instrumentos como Google Maps), se puede incluir en un mapa información multimedia (archivos de video, audio y texto) e integrar así información cualitativa. Experiencias sobre el terreno Existe el riesgo de incorporar a comunidades locales a una actividad de cartografía participativa sin que comprendan claramente la finalidad y el uso a más largo plazo de los documentos que contribuyen a elaborar. En Malí, por ejemplo, funcionarios de la administración pública consideraron que los mapas elaborados mediante SIG eran una forma excelente de garantizar que todas las intervenciones en materia de desarrollo se distribuyesen de forma equitativa por todo el territorio comunal. Sin embargo, había señales de que, en algunas fases, miembros de la

8 Las tensiones relacionadas con los límites pueden superarse en parte mediante un proceso en que se aplica una estrategia de adopción de decisiones en colaboración o con la participación de múltiples interesados. En otras palabras, no se trazan límites en el mapa sin el acuerdo explícito de todos los interesados implicados. Otros métodos son no señalar límites en el mapa, sino representar únicamente “zonas de uso” clave dentro de una zona o dibujar límites difusos que representan una zona de uso compartido. 13

Mapas elaborados mediante SIG usados durante la validación del plan comunitario en Bourem, Malí. © J.Corbett

comunidad local se habían desvinculado del proceso de cartografía porque: i) expertos en Bamako sacaron de la comunidad los mapas elaborados inicialmente, y los digitalizaron y convirtieron en mapas generados mediante SIG (no estaba claro si todos los miembros de la comunidad comprendieron este proceso y que los mapas generados mediante SIG se basaban en la información que ellos habían aportado inicialmente), o ii) en la fase de validación (en la que se examinó la exactitud de la información del mapa) solo participaron los responsables de la adopción de decisiones y representantes elegidos de la comunidad, y se excluyó a los demás miembros de la comunidad.

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Consecuencias para el FIDA En todas las intervenciones del FIDA que afecten a la vida de comunidades vulnerables9 es preciso que haya una participación temprana y continua de diversos grupos representativos del conjunto de la comunidad (mujeres, jóvenes, ancianos, ricos y pobres) para garantizar que las iniciativas respondan a las prioridades colectivas, estén en consonancia con la cultura local y reflejen las decisiones en materia de desarrollo de toda la comunidad. Todas las iniciativas de cartografía participativa deben incorporar los principios del consentimiento libre, previo e informado, que son, por tanto, componentes muy importantes de la capacitación sobre aprendizaje y acción

9 En este caso, nos referimos a pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques.

participativos impartida a funcionarios gubernamentales y a otros intermediarios para el desarrollo que intervienen en la ejecución de programas que reciben apoyo del FIDA. Además, se recomienda que los intermediarios que trabajan sobre el terreno, y en particular los que trabajan con pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques, reciban capacitación sobre: • los principios del consentimiento libre, previo e informado, así como sobre métodos para comunicar dichos principios de forma clara y sencilla a las comunidades de pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques; • la incorporación de los principios del consentimiento libre, previo e informado a la planificación, la ejecución y la evaluación de los proyectos.

2. Adhesión al objetivo de control comunitario Un principio fundamental de las iniciativas de cartografía participativa consiste en que los participantes externos traspasen a los miembros de la comunidad el mayor nivel de autoridad y control de la adopción de decisiones que sea razonable, de manera que puedan dirigir, en la medida en que deseen, el proceso de levantamiento de mapas y el uso que se da a estos. De lo contrario, es posible que la cartografía participativa solo sirva a los intereses de la organización, la institución, el investigador o el organismo gubernamental que la facilita. Al trabajar con pueblos indígenas (así como con pastores y habitantes de los bosques), los intermediarios para el desarrollo han de comprender y respetar las distintas cosmologías y perspectivas sobre el mundo de la comunidad (por ejemplo, el modo en que se presenta la información espacial en el mapa). También deben reconocer la responsabilidad que conlleva que se les otorgue acceso a conocimientos tradicionales o sagrados y el consiguiente compromiso que supone poseer tales conocimientos. En la medida de lo posible, esta responsabilidad y este compromiso deben plasmarse en acuerdos redactados entre las partes que participan en la iniciativa. Se debe comprender y respetar la jurisdicción de una comunidad en el proceso de cartografía

participativa. Los profesionales del desarrollo deben cumplir las leyes, los reglamentos, las políticas, las normas o los procedimientos tradicionales adoptados o empleados por la comunidad. Pueden surgir problemas si un grupo ajeno a la comunidad ha iniciado el proceso cartográfico y tiene una idea clara sobre qué tipo de información debe presentarse y sobre el modo en que se usarán los mapas. No obstante —y, nuevamente, esto debe subrayarse dentro del contexto indígena—, hay que procurar garantizar que el proceso de cartografía sea un medio para fomentar la capacidad y el empoderamiento de la comunidad, no solo para obtener información y, por tanto, privar potencialmente a los miembros de la comunidad de sus conocimientos. Cuando el proceso estimula la asociación dentro de un marco de confianza y cooperación mutuas, se desarrolla una auténtica colaboración entre los profesionales del desarrollo y las comunidades. En las iniciativas de cartografía participativa pueden emplearse diversos niveles y tipos de participación de la comunidad, siempre garantizando que se compartan el poder y la adopción de decisiones. Tales asociaciones contribuirán a garantizar que el proceso cartográfico sea culturalmente sensible, pertinente, respetuoso, receptivo, equitativo y recíproco con respecto a los conocimientos y beneficios compartidos entre los profesionales del desarrollo y los miembros de la comunidad. Experiencias sobre el terreno El personal sobre el terreno al que se encomienda la tarea de facilitar las actividades de aprendizaje y acción participativos puede verse agobiado por cargas de trabajo grandes y repetitivas, lo que se ha considerado un grave obstáculo en la ejecución eficaz de las actividades de cartografía participativa. En las visitas sobre el terreno se descubrió que la cartografía suele ser solo uno de los instrumentos que utilizan los equipos de facilitadores del proyecto. En los tres proyectos visitados, los equipos de extensión suelen considerar la cartografía como una actividad rutinaria y apenas se plantean explorar el potencial completo del proceso y el producto, en especial en lo que respecta a investigar cualquier forma de análisis y uso efectivo de la información representada en los mapas. En consecuencia, se dedica poca atención 15

a la habilitación de la comunidad para que “controle” el proceso y el producto. La cartografía se percibe como una actividad que es obligatori realizar y no se deja margen a la creatividad en su ejecución. Esta actitud y forma de trabajo limita en gran medida los posibles beneficios de la actividad de cartografía como medio de empoderamiento y de cambio a más largo plazo. Además, durante el trabajo sobre el terreno se observó que había, al parecer, escasa concienciación sobre el carácter sensible de la información recopilada (especialmente en lo referente al conocimiento de los pueblos indígenas). En los tres proyectos visitados, se consideraba que la información presentada en los mapas era de acceso libre y se podía compartir con todo el mundo. El equipo no encontró indicios de la existencia de ningún acuerdo entre las distintas partes involucradas en las iniciativas de cartografía participativa. Consecuencias para el FIDA En los programas y proyectos que reciben apoyo del FIDA, suelen realizar las actividades de cartografía participativa funcionarios gubernamentales in situ, quienes usan los mapas y el proceso cartográfico para involucrar a las comunidades locales en la búsqueda de soluciones para un conjunto de cuestiones de desarrollo predeterminadas. Por lo tanto, es generalmente poco realista presuponer que la comunidad tendrá control pleno sobre el proceso cartográfico. No obstante, el personal sobre el terreno ha de dedicar más tiempo a estas actividades para conseguir un análisis y una información más útiles (en concreto, determinando los puntos críticos de conflictos anteriores y futuros). Una mejor capacitación de los extensionistas mejoraría su capacidad para ejecutar actividades cartográficas de forma más pormenorizada y avanzada. Simultáneamente, es necesario proporcionar mayor comprensión y apoyo al personal del proyecto que trabaja sobre el terreno. Debido a los requisitos reconocidos internacionalmente para trabajar con los conocimientos de los pueblos indígenas, se recomienda que los agentes de extensión que trabajen sobre el terreno con pueblos indígenas reciban capacitación para: • determinar los conocimientos tradicionales o sagrados de los pueblos indígenas y elaborar protocolos para 16

almacenar, gestionar y proteger estos conocimientos con sensibilidad y responsabilidad; • reconocer y tener en cuenta las leyes, los reglamentos, las políticas, las normas o los procedimientos tradicionales adoptados o utilizados por la comunidad para regular el uso y la distribución de dichos conocimientos. Cuando se emprende una iniciativa de cartografía participativa con facilitadores externos, siempre hay peligro de que surjan desigualdades en el diferencial de poder entre los distintos grupos involucrados en el proceso. Ello podría afectar a la calidad y la cantidad de información presentada en el mapa, así como a su validez. Al inicio del proceso cartográfico, es importante definir y acordar pormenorizadamente las funciones de los distintos interesados para que todos entiendan claramente su propia función y responsabilidades, así como las de los demás. Lo mejor es hacer constar esos acuerdos por escrito. Para cumplir este requisito, se necesita capacitación sobre la elaboración de acuerdos entre las distintas partes implicadas en las iniciativas de cartografía participativa.

3. Satisfacción de las necesidades de la comunidad Se presupone que cualquier iniciativa de cartografía participativa debería generar, en circunstancias idóneas, resultados beneficiosos para la comunidad participante y para cada uno de su miembros. La comunidad y sus miembros son los principales agentes capaces de expresar sus necesidades, que un tercero no puede determinar ni debe articular, aunque pueda desempeñar una función importante a la hora de facilitar la expresión y la comunicación de dichas necesidades. Como en toda iniciativa a favor del desarrollo, los proyectos de cartografía participativa pueden ser prolongados y consumir mucho tiempo de los participantes. A menudo, los miembros de la comunidad no pueden permitirse invertir tal cantidad de tiempo, sobre todo en los períodos del año de mucha actividad (en las comunidades agrícolas, son períodos especialmente activos las épocas de siembra y de

Debate de cuestiones surgidas en el proceso de cartografía participativa, Proyecto Piloto de Ordenación de los Recursos Naturales en la Ladera Oriental del Monte Kenya, Kenya. © MKEPP

cosecha). Si son grupos externos quienes ponen en marcha la iniciativa de cartografía, es importante hacer referencia a este aspecto en una etapa previa a la planificación para que los miembros de la comunidad puedan decidir qué momento del año es el más adecuado (véase la sección “Proceso de cartografía adaptativo” en el capítulo 3). Experiencias sobre el terreno En Kenya, se determinó que la principal restricción que afectaba a la participación de los miembros de la comunidad era el tiempo dedicado a las reuniones de la comunidad y a las actividades de aprendizaje y acción participativos. No obstante, no cabe ninguna duda sobre el respeto profundo y sistemático que muestran los extensionistas, en todos los proyectos visitados, por las necesidades y los compromisos de los miembros de la comunidad con quienes trabajan. Además, todos los extensionistas entrevistados manifiestan claramente su deseo de que se preste a los

miembros de la comunidad la ayuda, el espacio y el foro que necesitan para expresar sus propias necesidades de desarrollo. Sin embargo, una vez más, se debe procurar que los propios extensionistas no se vean obligados a perseguir objetivos poco realistas en lo que respecta al número de comunidades involucradas en un proyecto y a las actividades que deben realizarse. Los objetivos y las cargas de trabajo poco realistas en períodos condensados durante el año limitan en gran medida los posibles beneficios que puede generar la actividad de cartografía. Una clave para el éxito en la ejecución de actividades de cartografía participativa es asignar tiempo suficiente para realizar la actividad correctamente. Además, la carga de trabajo afecta enormemente a la capacidad de los extensionistas de ofrecer la capacitación exhaustiva necesaria para ayudar realmente a los miembros de la comunidad a que comprendan el proceso cartográfico y todas las posibilidades que brinda la cartografía participativa. 17

Ejemplo de mapa de una aldea, localidad de Abuzad, Kordofán del Norte, Sudán. © K. Fara

Consecuencias para el FIDA Las comunidades marginadas (como los pastores, las poblaciones indígenas y los habitantes de los bosques) necesitan la oportunidad para fortalecer sus capacidades individuales y colectivas. Por tanto, para que los miembros de estos grupos puedan asumir un mayor control de las iniciativas de cartografía participativa, es necesario proporcionarles capacitación y apoyo (de carácter técnico y general, a ser posible en los idiomas locales) para fomentar su capacidad. En consecuencia, los intermediarios para el desarrollo (funcionarios gubernamentales, en su mayoría) han de:

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• asumir la función de instructores; por tanto, ellos mismos necesitan recibir capacitación y transferencia de conocimientos y competencias; • ser capaces de apoyar la educación y la capacitación de los miembros de la comunidad, en aspectos como facilitación en el seno de las comunidades, cartografía y métodos cartográficos, y técnicas de evaluación. Estos objetivos se pueden lograr aumentando los recursos destinados a la capacitación de instructores y estableciendo relaciones con otros grupos que ya cuentan con estas competencias y habilidades, como ONG locales, universidades y otras organizaciones adecuadas.

4. Apoyo a la propiedad intelectual de la comunidad La información espacial presentada en el mapa incluirá conocimientos locales sobre los cuales la comunidad debería conservar sus derechos. La elaboración de un mapa facilitada por grupos externos no otorga a esos grupos derechos de propiedad sobre la información recogida en él, ni a retirar el mapa de la comunidad sin consentimiento expreso. El uso previsto del mapa se debe exponer con claridad al inicio del proceso, durante el debate relativo al consentimiento libre, previo e informado. En los proyectos de cartografía participativa que abordan o documentan conocimientos tradicionales o sagrados debe consultarse a los líderes de la comunidad para obtener su consentimiento antes de dirigirse a miembros de la comunidad individualmente o en grupos pequeños (por ejemplo, grupos familiares). Esto debe hacerse casi siempre al trabajar con pueblos indígenas. El proceso de obtención del consentimiento libre, previo e informado debe realizarse con suficiente antelación a la fecha de inicio propuesta de las actividades de cartografía participativa y debe tener en cuenta los procedimientos legítimos de la propia comunidad para la adopción de decisiones relativas a todas las fases de planificación, ejecución, seguimiento, valoración y evaluación de un proyecto de cartografía participativa. Los miembros de la comunidad y sus comunidades conservan sus derechos inherentes sobre cualquier conocimiento cultural, conocimiento sagrado, prácticas culturales y tradiciones que compartan con los intermediarios para el desarrollo. Los intermediarios deben apoyar y desarrollar mecanismos para proteger dichos conocimientos, prácticas y tradiciones. Cuando se trabaje con grupos indígenas, la grabación mediante cualquier medio (notas escritas, audio, video o cualquier otro medio que pudiera complementar la actividad de cartografía) de los conocimientos, las prácticas y las tradiciones debe hacerse únicamente con permiso explícito y en términos pactados de mutuo acuerdo y establecidos con antelación contando con el asesoramiento de las personas mayores y las portadoras de conocimientos que sean pertinentes. Toda

utilización y ulterior difusión de los conocimientos, las prácticas y las tradiciones culturales también debe hacerse únicamente con permiso explícito. Los profesionales del desarrollo deben reconocer y respetar los derechos e intereses de propiedad de las personas y la comunidad en la generación de los mapas que se elaboran en tales iniciativas participativas. De esta forma: • los mapas elaborados por la comunidad deben considerarse “en préstamo” a los profesionales del desarrollo a menos que se especifique de otra forma mediante acuerdo; • para transferir mapas de una parte original involucrada en la iniciativa de cartografía participativa a un tercero, es preciso contar con el consentimiento de las demás partes originales; • el uso secundario de mapas u otra información generada durante la iniciativa de cartografía participativa requiere el consentimiento explícito de la comunidad; • cuando se sepa que un mapa procede de una comunidad concreta, el intermediario para el desarrollo debe consultar a la institución correspondiente de la comunidad antes de iniciar un uso secundario. Con frecuencia, las actividades de desarrollo se prestan a tergiversaciones o a errores de interpretación cuando la información sobre la comunidad se analiza sin tener debidamente en cuenta las características culturales que distinguen al grupo. Una comunidad debe tener la oportunidad de participar en la interpretación de los mapas, así como en el examen y la evaluación de las conclusiones extraídas de la iniciativa cartográfica con el fin de comprobar la precisión y la sensibilidad cultural de la interpretación. Experiencias sobre el terreno En Kenya, los mapas elaborados por los miembros de la comunidad durante las actividades de aprendizaje y acción participativos no se dejaron en las comunidades, a pesar de que hubo miembros de la comunidad que manifestaron su interés por usar los mapas para: i) transmitir información a otros; ii) aclarar la propiedad de tierras y recursos; 19

iii) establecer prioridades para las intervenciones de planificación; iv) comprender qué iniciativas estaban planificadas y conocer su ubicación; v) informar a terceros de los lugares donde se habían llevado a cabo las intervenciones del proyecto; vi) apoyar la ejecución y el seguimiento de las actividades en materia de desarrollo. En realidad, la retirada de los mapas de la comunidad era, al parecer, un problema sistemático que ocurrió en todos los proyectos visitados. Los intermediarios para el desarrollo estaban más centrados en que la información recogida en los mapas fuera útil para el proyecto que en que los mapas fuesen útiles para las comunidades que los elaboraron. En Malí, sin embargo, los mapas elaborados mediante SIG fueron devueltos a las comunidades. Los miembros de la comunidad y los representantes elegidos localmente se alegraron mucho de tenerlos, ya que los consideraban un instrumento útil para la comunidad. Si los participantes saben que el mapa se retirará, es probable que ello afecte al tipo de información que están dispuestos a compartir. Además, las comunidades podrían volverse escépticas y comenzar a pensar que el proceso cartográfico es simplemente una operación de explotación de la información. Esto reduciría enormemente los posibles beneficios de la actividad de cartografía como medio de empoderamiento y de cambio a más largo plazo y pondría sobre la mesa cuestiones éticas relacionadas con la expropiación de los conocimientos tradicionales y de los pueblos indígenas. Consecuencias para el FIDA Los intermediarios para el desarrollo, los participantes individuales y la comunidad deben tener una clara idea previa de sus expectativas en lo que respecta al uso que se dará a los mapas participativos (y a cualquier otro producto asociado) y del grado de confidencialidad que se otorgará a los mapas si la comunidad lo desea. Lo idóneo es apoyar este conocimiento proporcionando capacitación sobre el consentimiento libre, previo e informado y, de un modo más general, sobre los requisitos éticos de una actividad de cartografía participativa.

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5. Adhesión a un proceso que incluya a todos Una “comunidad” no es una entidad homogénea, sino un conjunto de personas: en las comunidades hay diferencias de situación social, ingresos y poder. El conocimiento de esta estructura social es un importante paso previo a la realización de actividades de cartografía participativa. Se ha venido haciendo hincapié desde hace mucho tiempo en la importancia de una participación amplia de la comunidad en las iniciativas de cartografía participativa, tanto como medio para crear una visión compartida y un compromiso para trabajar conjuntamente como para garantizar que se identifican las cuestiones prioritarias y que las estrategias propuestas son factibles para todos los miembros de una comunidad, sin olvidar los miembros marginales y menos influyentes. No obstante, en comunidades muy dispersas y en las comunidades más grandes es más difícil (desde una perspectiva tanto práctica como conceptual) asegurar que todo el mundo tenga la oportunidad de participar. Cualquier iniciativa cartográfica se enfrenta a los retos de garantizar que se preste la atención debida a todos los puntos de vista y de conciliar las opiniones de distintas facciones y grupos de interés. Aunque los profesionales del desarrollo no pueden presuponer que todos los integrantes de una comunidad querrán o podrán participar en una iniciativa cartográfica, se debe poner todo el empeño en crear y proporcionar espacios que faciliten la inclusión de los miembros marginales y menos influyentes. Conocimientos de los mayores Los conocimientos locales son el conjunto de enseñanzas exclusivo de una cultura o sociedad determinada. Estos conocimientos han sido acumulados por generaciones sucesivas a lo largo del tiempo. Las comunidades los han empleado para sustentarse y para mantener su identidad cultural. Constituyen un banco de información que conduce a la formación de sistemas eficaces de autogestión que regulan los usos de los recursos locales. Por tanto, son vitales para los procesos locales de adopción de decisiones que guían la seguridad alimentaria, la salud de las personas y los animales, la educación y otras actividades.

Todos los miembros de una comunidad disponen de cierto nivel de conocimientos locales. El tipo y la amplitud de estos conocimientos dependerán de las necesidades, la curiosidad, la posición social y las obligaciones comunales de cada persona concreta. Por consiguiente, dentro de una comunidad coexisten distintos tipos de conocimientos: los conocimientos consuetudinarios, que poseen casi todas las personas de la comunidad; los conocimientos compartidos, que poseen muchos, y los conocimientos especializados, que poseen unas pocas personas con capacitación especial. Los conocimientos de los mayores de una comunidad son particularmente importantes, ya que suelen abarcar toda la gama de sistemas de conocimiento y generalmente son respetados y honrados dentro de la comunidad (en particular en las comunidades indígenas). Por tanto, es muy importante conseguir que los mayores participen en las actividades de cartografía participativa.

Mapas elaborados mediante SIG a partir de trazados de croquis después de un proceso de cartografía participativa, Temera, Malí. © J.Corbett

Atención a las cuestiones de género La atención a las funciones de las mujeres en el proceso cartográfico y la necesidad de que su opinión sea tenida en cuenta en el producto cartográfico tienen gran importancia. Las mujeres suelen tener perspectivas singulares acerca de la tierra de la comunidad y su relación con ella, con frecuencia muy diferentes a las de los hombres. Si no se invita de manera explícita a las mujeres a participar en el proceso cartográfico, se corre el riesgo de que el mapa definitivo solo refleje los conocimientos y las opiniones de los hombres de una comunidad. El peligro de excluir a grupos definidos también puede aplicarse a los jóvenes, los pobres u otros grupos sociales. Es necesario poner cuidado en definir a esos grupos en una etapa previa al levantamiento de mapas para asegurar su inclusión.

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Inclusión de los jóvenes Con frecuencia se excluye a los jóvenes de las actividades de adopción de decisiones, en particular si intervienen intermediarios externos para el desarrollo. Estos posibles participantes en un proyecto de cartografía participativa no tienen mucha experiencia y se sienten poco cualificados y mal preparados para realizar una aportación fundamentada. Por tanto, es importante estudiar y tratar las cuestiones relacionadas con la competencia personal. La participación de los jóvenes en iniciativas de cartografía participativa puede ser una gran oportunidad de sumar su opinión a los procesos de planificación. En primer lugar, su inclusión les permite informar a otros miembros de la comunidad, así como a los intermediarios para el desarrollo, de los espacios que son importantes en sus propios espacios geográficos cotidianos. En segundo lugar, un proceso de cartografía participativa podría servir para facilitar su inclusión (y su permanencia a largo plazo) en actividades de la comunidad. Por último, las competencias adquiridas durante estas actividades cartográficas ayudan a mejorar su preparación educativa y contribuyen al desarrollo global de este grupo. Experiencias sobre el terreno Las actividades de difusión en la comunidad realizadas en los tres proyectos del FIDA visitados incluían un componente claramente articulado centrado en las cuestiones de género. Por ejemplo, los agentes de extensión realizaron actividades específicas para mujeres u hombres (por ejemplo, calendarios de actividades de mujeres y hombres10) durante las actividades de aprendizaje y acción participativos en Kenya. A pesar de este interés por realizar actividades para ambos sexos, las actividades cartográficas fueron realizadas por grupos mixtos. El carácter mixto de las actividades quizá sea un aspecto negativo, ya que a las mujeres puede resultarles difícil participar en actividades de grupo en las que participan ambos sexos. La elaboración de mapas distintos para hombres y mujeres puede proporcionar a menudo información útil sobre las distintas prioridades o valores que conceden a determinadas zonas o recursos, y es probable que los mapas difieran en muchos

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aspectos. La inclusión de mapas elaborados por hombres o por mujeres arrojará una visión final más completa que si se hubiera usado únicamente un mapa elaborado por personas de un solo sexo o por un grupo mixto. También puede promover la intervención más dinámica de todos los participantes. Mayor preocupación suscita la necesidad de incorporar las opiniones de todos los interesados marginales que usan o administran un recurso natural concreto. En el proyecto del Sudán, los instrumentos de aprendizaje y acción participativos empleados se diseñaron para comunidades sedentarias y, generalmente, alfabetizadas. Las metodologías se adecuan mejor a comunidades bien definidas geográficamente, con límites claros y una fuerte conexión con la tierra; resultan bastante menos eficaces cuando se aplican en comunidades nómadas o a lo largo de una cañada completa. En la actualidad, solo se elaboran mapas participativos de la aldea y de la zona más próxima a esta. Los funcionarios y el personal del proyecto encargados de facilitar los procesos de aprendizaje y acción participativos han de ampliar el alcance geográfico. Los mapas deben representar todo el territorio de la aldea para que la comunidad empiece a comprender el modo en que su aldea y sus recursos encajan en el entorno y la zona geográfica más amplios. Esto es importante para determinar los puntos críticos de conflictos pasados o percibidos y para crear un perfil más claro de los conflictos existentes a lo largo de toda la cañada. Consecuencias para el FIDA Existe una clara necesidad de introducir distintas metodologías de cartografía participativa que permitan una mayor participación de las comunidades nómadas, en particular, en la elaboración de mapas relativos a sus necesidades y a cuestiones relevantes relacionadas con las cañadas. La aparición de nuevas tecnologías cartográficas sólidas y de fácil manejo, como el sistema GPS y las cámaras equipadas con GPS, ofrece una serie

10 Los calendarios de las actividades diarias de mujeres y hombres contribuyen a determinar quién realiza las distintas tareas dentro de una comunidad, ya que en las sociedades rurales tradicionales la mayoría de las actividades son exclusivas de las mujeres o de los hombres. Estos calendarios registran las actividades que realizan las mujeres y los hombres durante un día completo y en las distintas estaciones (es decir, la estación húmeda y la estación seca).

de instrumentos nuevos e innovadores para facilitar la incorporación de información espacial de la comunidad cuya obtención había sido, en el pasado, muy difícil en términos logísticos. Por tanto, los intermediarios para el desarrollo (funcionarios gubernamentales, en su mayoría) han de: • conocer los diversos instrumentos disponibles para alentar la participación de grupos nómadas y otros grupos no sedentarios en actividades de cartografía participativa; • asistir a talleres de capacitación de instructores para asegurarse de contar con la capacidad necesaria para formar a estos grupos en el uso de las nuevas tecnologías.

6. Dedicación a largo plazo a las iniciativas cartográficas Los mapas representan una “instantánea” de la historia. La información, la pertinencia y la importancia de un mapa varían con el tiempo. Salvo si el mapa se elabora para un fin único, la información debe actualizarse. La elaboración y actualización de los mapas es una actividad a largo plazo, independientemente de las tecnologías o instrumentos que se utilicen. El éxito de las iniciativas de cartografía participativa depende de la dedicación a largo plazo de todos los interesados al proceso. Esta dedicación engloba a organizaciones de apoyo que demuestran responsabilidad para fortalecer la capacidad de los miembros de la comunidad y seguir prestando apoyo durante mucho tiempo (moral, financiero y en materia de información). Experiencias sobre el terreno En los tres proyectos del FIDA visitados, las actividades de cartografía participativa fueron ejecutadas o facilitadas por profesionales externos (por ejemplo, una empresa de consultoría en el caso de Malí) o por funcionarios gubernamentales locales. Esta práctica presenta tanto aspectos negativos como positivos en lo que respecta al desarrollo de una dedicación a largo plazo. Kenya constituye un ejemplo interesante de asociación negativa: la gran rotación del personal gubernamental socavó en gran medida la dedicación de miembros individuales del personal del

proyecto a establecer una relación más duradera con las comunidades (algunos miembros del personal no estuvieron más de dos años en el puesto y, cuando se marcharon, no había fondos para formar a personal nuevo). Además, una crítica fundamental de la actividad cartográfica en Kenya (y, de forma más general, de todas las actividades de aprendizaje y acción participativos) fue la grave escasez de tiempo para realizar todas las actividades de aprendizaje y acción participativos necesarias. En Malí, la función del gobierno local fue, al parecer, mucho más duradera. Los funcionarios gubernamentales habían puesto en práctica una estrategia clara de uso de los mapas para fines a largo plazo, además de para fines a corto plazo. Esto quedó patente en parte por su compromiso por invertir en SIG para la gestión de las tierras comunitarias locales, con el fin de solicitar y focalizar intervenciones de desarrollo, así como para la gestión de los recursos naturales locales. Establecieron contactos directos con la empresa nacional de consultoría para proporcionar los recursos necesarios. Consecuencias para el FIDA Obviamente, no es realista recomendar que el personal gubernamental permanezca más tiempo en un puesto determinado. A fin de superar la dificultad que plantea la rotación del personal, quizá se debería hacer hincapié en fomentar las buenas relaciones de trabajo entre profesionales expertos (empresas de consultoría, ONG o centros de investigación) y el personal del proyecto (incluidos los funcionarios gubernamentales locales) y contribuir así eficazmente al fomento de la capacidad y a mejorar la sostenibilidad a largo plazo de las iniciativas. Una mayor y mejor capacitación de las comunidades locales garantizaría un grado todavía más alto de comprensión de todo el proceso y de participación en el mismo. Esta capacitación generaría una mayor sensación de apropiación del proceso cartográfico por las comunidades locales y probablemente mejoraría la aplicación y utilidad a más largo plazo de los mapas.

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3. La actividad cartográfica

La heterogeneidad patente en el diseño, la ejecución y la repercusión de las iniciativas de cartografía participativa observada durante las tres visitas sobre el terreno a Kenya, Malí y el Sudán puso de manifiesto la necesidad de que los proyectos del FIDA contasen con una metodología normalizada y de la adopción de un conjunto de principios que se espera que sean reconocidos como “buenas prácticas”. La sección que sigue trata de describir un enfoque de este tipo. El proceso se basa en las conclusiones obtenidas: i) en el terreno, por ejemplo en los exhaustivos debates mantenidos con personal de la unidad de gestión del proyecto en proyectos que reciben apoyo del FIDA y con personas que trabajan en proyectos del FIDA (por ejemplo, ONG, consultores y miembros de la comunidad), y ii) en un taller celebrado en Roma el día 15 de julio de 2008 que perfeccionó un proyecto de enfoque sobre la cartografía participativa. Al taller asistieron 51 participantes de una amplia gama de

organizaciones, entre ellas el Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural ACP-UE (CTA), la ILC, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el FIDA, la National Association of Comunal Forest and Pastures (NACFP, asociación nacional albanesa de bosques y pastizales comunales) y SOS Sahel International. Las aportaciones de los participantes ayudaron a concluir el enfoque del FIDA relativo a la cartografía adaptativa descrito en el presente documento.

Proceso de cartografía adaptativo El proceso de cartografía propuesto sigue un bucle de aprendizaje adaptativo. Este bucle conlleva un proceso estructurado e iterativo que trata de mejorar la aplicación de la cartografía participativa en un proyecto, a lo largo del

Figura 4: Enfoque adaptativo del FIDA relativo a la cartografía participativa

Fase de diseño del proyecto

Fase de evaluación Fase previa al levantamiento de mapas

Fase de uso de mapas

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Fase de levantamiento de mapas

tiempo, mediante el seguimiento y la evaluación del proyecto. Este bucle adaptativo se describe como “aprendizaje práctico”. El enfoque se compone de cinco etapas definidas, que se describen a continuación.

Fase de diseño del proyecto En la fase de diseño del proyecto debe realizarse una planificación preliminar para facilitar la incorporación de la cartografía participativa a los proyectos que reciben apoyo del FIDA. Parte de esta planificación ya está incluida en el diseño de los programas del FIDA; no obstante, hay que contextualizarla de forma más concreta para la cartografía participativa. Además, hay que identificar a los posibles asociados y otros interesados en la cartografía y establecer relaciones con ellos. También, tienen que reconocerse los problemas principales en materia de gestión de recursos. Por último, durante la fase de diseño del proyecto, hay que asignar fondos a las actividades de cartografía. Análisis de la situación Un análisis de la situación (incluida una evaluación rápida de la vulnerabilidad) es un primer paso importante en la focalización de las comunidades más vulnerables en el ámbito geográfico de un proyecto. Puede detectar qué miembros corren más riesgo en cada comunidad, así como determinar sus necesidades probables y si la cartografía participativa podría respaldar su participación

en los procesos de adopción de decisiones y de gestión de los recursos naturales. Durante el análisis, debe prestarse especial atención a la “singularidad” (étnica, de género y grupos indígenas) y al grado de poder y reconocimiento jurídico de estas comunidades. El análisis apoyará la determinación de la finalidad fundamental de las actividades de cartografía participativa, incluida la designación inicial de la metodología e instrumentos cartográficos más adecuados para el contexto concreto (importante a la hora de determinar el costo aproximado de las actividades cartográficas). Los distintos instrumentos y procesos cartográficos tienen costos, necesidades de infraestructura y requisitos de capacitación muy divergentes.11 Este análisis, a su vez, conformará la evaluación inicial de las necesidades de capacitación de los miembros de la comunidad y los profesionales que ejecutan la cartografía participativa. Determinación de los principales problemas en materia de gestión de los recursos naturales relacionados con sistemas específicos de subsistencia Durante la fase de diseño del proyecto, es importante determinar los instrumentos cartográficos usados para la definición por parte de la comunidad de las prioridades y medidas que han de adoptarse para corregir los problemas de gestión del medio ambiente

11 Para más información, véase FIDA (2009).

Figura 5: Fase de diseño del proyecto

Fase de diseño del proyecto

• Análisis de la situación

Fase de evaluación Fase previa al levantamiento de mapas

Fase de uso de mapas

• Determinación de problemas relativos a la gestión de los recursos naturales • Asignación de recursos

Fase de levantamiento de mapas 25

y recursos naturales. Este proceso se plasmará en un alcance más eficaz del proyecto mediante la mejora de la comunicación, la adopción de decisiones y la ejecución de las actividades. Durante esta fase, pueden aplicarse de forma experimental diversos instrumentos cartográficos para determinar los principales problemas en materia de gestión de los recursos naturales y conformar así las actividades cartográficas posteriores del proyecto. Por ejemplo, al trabajar con comunidades de pastores sobre problemas relativos a las cañadas, lo más conveniente podría ser el uso de instrumentos como el trazado de croquis y la cartografía en el suelo, para los que no es necesario saber leer. La publicación Buenas prácticas en cartografía participativa contiene una relación detallada de los instrumentos disponibles. Selección de colaboradores La fase de diseño puede servir para determinar y evaluar el apoyo institucional en el país (del gobierno, consultores, ONG y universidades). Como se observó en la visita sobre el terreno de Malí, estos contactos pueden resultar fundamentales para apoyar la colaboración y las asociaciones con grupos y organizaciones que desempeñan su labor en la zona geográfica del proyecto, o con grupos que cuentan con experiencia en el uso de enfoques de cartografía participativa. En concreto, se debe hacer

hincapié en promover buenas relaciones de trabajo entre los profesionales expertos y los funcionarios gubernamentales locales, lo que contribuiría de forma eficaz al fomento de la capacidad y a la mejora de la sostenibilidad a largo plazo de las iniciativas. Asignación de recursos a las actividades de cartografía participativa Las visitas sobre el terreno a proyectos que reciben apoyo del FIDA que empleaban la cartografía participativa constataron que no se concede importancia suficiente durante la fase de diseño del proyecto a toda la serie de requisitos (y, en especial, a los costos) asociados a la ejecución de iniciativas de cartografía participativa. Durante el diseño hay que asignar más recursos para garantizar que los agentes encargados de la ejecución dispongan del apoyo necesario para lograr sus objetivos sobre el terreno. Se necesitan recursos de tipo financiero (por ejemplo, fondos para los equipos cartográficos que usarán el personal sobre el terreno y los miembros de la comunidad), humano (por ejemplo, fondos para la capacitación de instructores y de miembros de la comunidad) y temporal (por ejemplo, los costos de las visitas iniciales a los emplazamientos y las visitas adicionales para evaluar y actualizar los mapas).

Lista de comprobación de la fase 1  ¿Se realizó un análisis de la situación?  ¿El análisis tuvo en cuenta el origen étnico, las cuestiones de género, el carácter indígena y el reconocimiento jurídico de la comunidad?

 ¿Se han determinado los principales problemas en materia de gestión de los recursos naturales relacionados con sistemas específicos de subsistencia?

 ¿Se ha realizado una evaluación preliminar para determinar métodos cartográficos adecuados?  ¿Se ha seleccionado a los colaboradores o asociados?  ¿Se han asignado los recursos necesarios para realizar las actividades de cartografía participativa?

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Fase previa al levantamiento de mapas La fase previa al levantamiento de mapas se refiere a los pasos preliminares que hay que dar en el ámbito del proyecto (y generalmente de la unidad de gestión del proyecto) antes de ejecutar una actividad de cartografía participativa sobre el terreno. En esta fase, es preciso que los encargados de la ejecución primero vuelvan a examinar las recomendaciones y los procesos descritos en la fase de diseño del proyecto y, después, preparen la realización de las actividades cartográficas futuras, tanto desde el punto de vista logístico como de los recursos humanos. Validación del enfoque del diseño Antes de emprender las actividades de cartografía, es importante analizar el enfoque establecido en la fase de diseño para cerciorarse de que las cuestiones señaladas sigan siendo pertinentes. Este paso es especialmente importante si se ha producido un retraso significativo entre la aprobación del proyecto y el inicio de su ejecución. En este caso, el enfoque propuesto desarrollado en la fase de diseño debería ser adaptado y validado por medio de una estrategia que conlleve la participación de la comunidad.12 En otras palabras, las comunidades beneficiarias del proyecto deben ser las que señalen los principales problemas relativos a la gestión de los recursos naturales y, por tanto, las encargadas de validar el diseño. Además, este paso permitirá comprender mejor las necesidades y características específicas de las comunidades.

Confirmación de los instrumentos cartográficos Partiendo del paso anterior, será posible confirmar si las metodologías e instrumentos cartográficos determinados en la fase de diseño del proyecto responden realmente a las necesidades de las comunidades locales o si deben cambiarse y perfeccionarse para fomentar una mayor utilización y repercusión. Selección de los encargados de la ejecución de la cartografía participativa y determinación de sus necesidades de capacitación Durante la fase previa al levantamiento de mapas, debe seleccionarse a los intermediarios que facilitarán las actividades de cartografía participativa. La facilitación pueden llevarla a cabo las ONG u otros expertos contratados por la unidad de gestión del proyecto (por ejemplo, la empresa de consultoría AFRI CONSULT en Malí), agentes de extensión del gobierno local que ya trabajaban con las comunidades locales (como sucedió en los procesos de cartografía participativa de Kenya y del Sudán) o encargados de la facilitación de la comunidad nombrados y seleccionados mediante un proceso participativo. Para promover la sostenibilidad del proyecto, una organización con experiencia en cartografía participativa podría ayudar a los agentes de extensión locales en la ejecución, lo que supondría un apoyo adicional para el fomento

12 Debe prestarse especial atención a las mujeres y a los sectores vulnerables de la comunidad.

Figura 6: Fase previa al levantamiento de mapas

Fase de diseño del proyecto

• Validación del diseño • Confirmación de los instrumentos

Fase de evaluación

Fase previa al levantamiento de mapas

• Determinación de las necesidades • Seguimiento • Capacitación

Fase de uso de mapas

Fase de levantamiento de mapas

• Adquisición de equipos

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de la capacidad de los funcionarios gubernamentales. Además, si hay una intensa rotación de personal en las administraciones locales, podría ser aconsejable, para garantizar la continuidad del proceso de cartografía, supervisar a toda organización que participe en el proyecto. Después de entender los principales problemas relativos a la gestión de los recursos naturales y de determinar a quién se encargará facilitar las actividades de cartografía participativa, es importante confirmar las necesidades de capacitación determinadas en la etapa de diseño del proyecto. La capacitación podría comprender aspectos como proporcionar una mejor comprensión del conjunto de instrumentos de cartografía participativa disponibles, potenciar las competencias de facilitación comunitaria, la capacitación de los instructores y el desarrollo de competencias para la gestión de conflictos. La falta de capacitación especializada fue una deficiencia recurrente que se detectó en las tres visitas sobre el terreno que realizaron funcionarios del gobierno local y personal del proyecto involucrados en la ejecución de las actividades de cartografía participativa. Aunque en todos los proyectos se proporcionaba capacitación general sobre las técnicas de aprendizaje y acción participativos, hay que prestar más atención a la determinación de las necesidades de capacitación específicas para las actividades de cartografía de cada proyecto. Para respaldar la aplicación correcta de estas metodologías suele ser importante contar con más capacitación en materia de facilitación, negociación y gestión de conflictos. La capacitación no debe ser una actividad que se realice una sola vez y limitada a unos pocos funcionarios, sino que debe ser una actividad periódica cuyos objetivos sean superar los problemas derivados de la elevada rotación del personal (un problema acuciante en Kenya), mejorar las competencias de los intermediarios del proyecto y brindar a los funcionarios una oportunidad periódica de interactuar entre ellos y de abordar los problemas que puedan tener (se pueden añadir módulos de cartografía específicos a actividades de capacitación existentes sin aumentar significativamente los costos). La capacitación también debe impartirse a los miembros de la comunidad involucrados directamente en los ejercicios de aprendizaje y acción participativos (las personas 28

formadas en la comunidad pueden, a su vez, compartir sus conocimientos con otros miembros de esta). La capacitación les dotaría de las competencias necesarias y también pondría de manifiesto la importancia de la participación igualitaria en las comunidades locales donde es posible que las relaciones de poder no sean siempre equitativas. Definición del mecanismo de seguimiento Durante esta fase previa al levantamiento de mapas, el personal del proyecto debe definir un conjunto de datos de referencia y de criterios preliminares para el seguimiento. El seguimiento debe centrarse en los cambios mensurables que se producen como resultado (directo o indirecto) de la iniciativa de cartografía participativa. Los mecanismos de seguimiento, así como los indicadores que permiten inferir el cambio, deben ser relevantes directamente para la comunidad involucrada en el proceso cartográfico, así como para los objetivos generales del proyecto. Estos indicadores y mecanismos de seguimiento deben ser elaborados por los tres niveles de interesados que suelen intervenir en las iniciativas de cartografía relacionadas con el FIDA (es decir, la comunidad, los intermediarios del proyecto y la administración en el ámbito del FIDA) y deben ser adecuados para ellos. El uso de indicadores genéricos o universales en la evaluación de la repercusión de una iniciativa de cartografía participativa es controvertido. Cuando se preguntó13 a los profesionales de la cartografía sobre el uso de indicadores, se mostraron poco entusiastas acerca de su pertinencia. La experiencia combinada de profesionales de todo el mundo muestra que hay grandes diferencias entre los resultados de diferentes proyectos de cartografía y estos dependen de diversos factores. Dos de los más importantes son el grado de organización del grupo que lleva a cabo la actividad cartográfica y la situación política en la que esta se encuadra. Los grupos indígenas que tienen poder político podrán usar los mapas para ejercer con éxito presión a fin de obtener recursos e influencia; sin embargo, los que son débiles (sin organización, recursos ni 13 La encuesta se realizó por medio del foro PPGIS (www.ppgis.net), una comunidad electrónica de más de 1 500 profesionales de la cartografía participativa donde se intercambia información, ideas y experiencias.

poder político) tendrán problemas en el seguimiento. Los grupos que operan en países con regímenes políticos restrictivos tienen más dificultades para influir en los procesos de adopción de decisiones que los que lo hacen en entornos más democráticos y receptivos. En algunos lugares, hay marcos legales en vigor que rigen el seguimiento; en otros, no existen. Esto no quiere decir que la realización de un proyecto de cartografía participativa por un grupo débil no tenga ninguna repercusión; puede ayudarles a organizarse y a centrar sus objetivos y darles cohesión, aunque esto dista mucho de lo que ocurre en el caso de los grupos fuertes, que pueden ejercer presión directa para obtener derechos sobre la tierra y lograrlo. Además, algunos proveedores de financiación buscan una repercusión inmediata, mientras que la repercusión suele percibirse lentamente y solo se hace patente al cabo de años. Un temor adicional es que el uso de un conjunto de indicadores restrictivos para medir la eficacia de un proyecto de cartografía pondría demasiado énfasis en los “resultados”, que tendrían que ser inmediatos. Cada vez se presta más atención al “producto” y no al “proceso”, lo que ocluye y atenúa las repercusiones sociales que suelen ser menos evidentes, pero no menos importantes. Entre estas repercusiones cabe mencionar cambios en la dinámica interna de una comunidad relacionados con la cohesión social o cambios que resultan difíciles de medir como el fomento de la comunidad y su empoderamiento.

Estas cuestiones se tratarán de forma más pormenorizada en un documento de próxima publicación que se centrará de forma específica en el seguimiento y evaluación de las iniciativas de cartografía participativa.14 Capacitación en los programas Se debe impartir capacitación al personal encargado de facilitar las actividades de cartografía y también al personal de la unidad de gestión del proyecto para proporcionarles un conocimiento profundo de las actividades de cartografía participativa y seguimiento. Deben incorporarse a la capacitación la sensibilización y actuación en materia de género, así como componentes relacionados con la resolución de conflictos y la negociación, si procede. Compra de equipo En esta etapa se debe obtener el equipo necesario en función de las necesidades de desarrollo de la comunidad y de los métodos de cartografía seleccionados, ya sea reuniendo papel y bolígrafos para trazar croquis o comprando un sistema de GPS, imágenes de satélite e incluso computadoras.

14 Esta publicación, que carece por el momento de título, se está elaborando en el marco de la segunda fase del proyecto Experiencia piloto de aplicación del enfoque del FIDA basado en la cartografía participativa en determinados sistemas de subsistencia (pastores, pueblos indígenas, habitantes de bosques), mediante arreglos innovadores de vinculación.

Lista de comprobación de la fase 2  ¿Siguen siendo pertinentes los problemas y los enfoques señalados en la fase de diseño del proyecto?  ¿Responden realmente los instrumentos cartográficos señalados a las necesidades de la comunidad?  ¿Se ha seleccionado a los intermediarios que facilitarán las actividades de cartografía participativa y se ha establecido contacto con ellos?

 ¿Siguen siendo aplicables los requisitos de capacitación determinados en la etapa de diseño del proyecto? ¿Hay que ampliarlos o modificarlos?

 ¿Se han realizado planes y reservado recursos para garantizar que la capacitación sea continua y pertinente, dada la naturaleza cambiante de los instrumentos y los proyectos de cartografía participativa?

 ¿Se ha definido un conjunto de datos de referencia y criterios preliminares para el seguimiento?  ¿Han participado los miembros de la comunidad en la selección de estos criterios e indicadores?  ¿Se ha completado la capacitación pertinente de los facilitadores de la actividad de cartografía?  ¿Incluyó esta capacitación un componente de sensibilización sobre las cuestiones de género?

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Fase de levantamiento de mapas Preparación de la comunidad para la actividad de cartografía Antes de iniciar una actividad de cartografía, la comunidad necesita disponer de información suficiente acerca de la cartografía participativa (en qué consisten los mapas, cómo se elaboran y qué uso se les da), los diversos instrumentos disponibles (desde los croquis hasta, si procede, los sistemas informatizados avanzados de levantamiento cartográfico), el proceso necesario para elaborar un mapa (cuánto tiempo, esfuerzo y recursos se necesitan) y los posibles usos de los mapas. La mejor manera de presentar esta información es en el marco de una reunión con la comunidad. Esta reunión también sirve de foro a los miembros de la comunidad para analizar la pertinencia del proceso de cartografía para los problemas de gestión de los recursos naturales a los que se enfrenta la comunidad. Si se trata de un proyecto puesto en marcha o facilitado por agentes externos, la reunión inicial también es una oportunidad para que se presenten y comiencen a establecer una relación con los miembros de la comunidad. Todos los proyectos en las visitas sobre el terreno destacaron lo importante que es generar confianza para la ejecución con éxito de iniciativas cartográficas. En esta etapa del proceso también es importante que los facilitadores de la reunión determinen y expongan los riesgos vinculados al levantamiento de mapas de esas tierras (véase la

sección “El consentimiento libre, previo e informado” en el capítulo 2). Es importante que los miembros de la comunidad comprendan claramente estas cuestiones y tengan la posibilidad de analizarlas con antelación, a fin de precisar el tipo de información que se reunirá y recogerá en el mapa para evitar consecuencias potencialmente negativas. Solo cuando los miembros de la comunidad comprendan plenamente las oportunidades y los riesgos asociados a la actividad de cartografía podrán decidir con fundamento si les conviene invertir el tiempo y la energía necesarios. Definición de los propósitos del levantamiento cartográfico El tiempo de la gente es valioso (véase la sección “Satisfacción de las necesidades de la comunidad” en el capítulo 2), por eso es importante que desde el principio los miembros de la comunidad definan el propósito, o propósitos, de la elaboración de un mapa y que tracen una estrategia de uso para resolver estos problemas (con frecuencia, en comunidades de pastores, pueblos indígenas y habitantes de los bosques, relacionados con la gestión de los recursos naturales). Este paso evita que la comunidad dedique tiempo a elaborar un mapa que podría no satisfacer sus necesidades. La reunión inicial, a la que se hace referencia en el paso anterior, es el momento adecuado para definir el propósito o los propósitos del mapa. Durante esta etapa de adopción de decisiones, es importante lograr la participación del mayor número posible de miembros de la

Figura 7: Fase de levantamiento de mapas

Fase de diseño del proyecto

• Preparación de la comunidad • Definición de los propósitos

Fase de evaluación Fase previa al levantamiento de mapas

• Capacitación de la comunidad • Elaboración del mapa • Evaluación de la información

Fase de uso de mapas

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Fase de levantamiento de mapas

• Establecimiento del mecanismo de seguimiento

comunidad (véase la sección “Adhesión a un proceso que incluya a todos” en el capítulo 2). Es importante promover una participación amplia de la comunidad para que la gente reflexione sobre los problemas colectivamente, comparta conocimientos y recuerdos importantes y analice cuestiones pertinentes. Si no tienen lugar estos debates entre los miembros de la comunidad o si se dejan sin resolver problemas candentes relacionados con las tierras, la legitimidad del mapa puede quedar socavada en una etapa posterior. La participación de la comunidad y el control que esta ejerza dependen de que los miembros que participen en esta etapa de adopción de decisiones constituyan una representación amplia de la comunidad. Cuanto más amplia sea la selección de grupos de la comunidad participantes, mejor representados estarán en los

Mapa de la comunidad dibujado en el suelo en el marco del Proyecto Piloto de Ordenación de los Recursos Naturales en la Ladera Oriental del Monte Kenya, Kenya. © MKEPP

mapas las opiniones y los intereses de toda la comunidad. Cuanto mayor sea el número de grupos que participan en esta etapa inicial, mayor será la probabilidad de que la comunidad asuma el mapa como propio, lo que hará que tenga mayor legitimidad tanto dentro de la comunidad como, posteriormente, fuera de ella. Si la reunión de la comunidad resulta demasiado grande, a menudo es mejor dividirla en grupos más pequeños. Esos grupos pueden formarse por sexo, edad o situación socioeconómica, para que todos se sientan cómodos y puedan hacer aportaciones al grupo que integran. 31

Es importante que durante cada uno de estos pasos de adopción de decisiones los miembros de la comunidad y demás partes que intervengan en el proceso cartográfico se interesen por saber quién está dirigiendo el proceso de adopción de decisiones relativas al mapa. También es importante determinar si los miembros de la comunidad toman las decisiones por consenso, o si las toma un dirigente o institución local, o bien entidades externas como ONG, investigadores o funcionarios del gobierno. La finalidad es permitir que sean los propios miembros de la comunidad quienes tomen el control de este proceso. Una vez definido un conjunto claro de propósitos, los miembros de la comunidad deberán decidir qué información se incorporará al mapa para cumplir los propósitos definidos. Podría documentarse información relativa a la ubicación de accidentes naturales (ríos, montañas o pastizales), de características distintivas del terreno creadas por el hombre (ubicación de asentamientos, caminos o zonas agrícolas), de recursos (tipos de bosques, zonas de caza o lugares de pastoreo), así como de lugares de valor cultural o histórico significativo (perímetros, cementerios o sitios de importancia espiritual). También se podría incluir la determinación de zonas de posible conflicto, cambios en el uso de la tierra, aspectos relacionados con el desarrollo u otras cuestiones contemporáneas y apremiantes relacionadas con la tierra. Antes de comenzar a reunir información, la comunidad deberá decidir algunas cuestiones fundamentales relativas al mapa, entre las que cabe citar: • qué miembros de la comunidad intervendrán en la elaboración del mapa; • qué símbolos se utilizarán en el mapa (pueden modificarse a lo largo del proceso); • en qué lengua se presentarán el mapa y su leyenda; • si la comunidad prevé hacer un mapa de todo su territorio o centrarse en las zonas de especial importancia. Capacitación de los miembros de la comunidad La comunidad ha de seleccionar a los miembros que actuarán como sus representantes. Con el objetivo de contribuir a facilitar el progreso

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de la actividad cartográfica (y en algunos casos mediar en él), estos representantes deben recibir capacitación en competencias básicas de facilitación. También necesitarán una amplia capacitación sobre los procesos de cartografía participativa y los instrumentos necesarios. Antes de que comience el proceso de obtención de datos, otros miembros de la comunidad deberán recibir capacitación específica sobre técnicas de reconocimiento del terreno y levantamiento de mapas, sobre todo si se usan equipos cartográficos especializados, como brújulas o GPS. La capacitación puede impartirla el personal del proyecto, las organizaciones asociadas o incluso los representantes de la comunidad seleccionados que han recibido la capacitación correspondiente. Documentación de la información La cartografía participativa es un tema amplio, y los mecanismos y técnicas de reunión de información y elaboración de mapas dependerán del proceso y el tipo de mapa escogidos. No obstante, es preciso tratar el tema de la documentación del proceso cartográfico. “Documentación” es un término genérico empleado para denominar los procedimientos empleados en la recopilación y el registro de información que: • se incorporará a un mapa participativo (por ejemplo, los conocimientos, la historia y los relatos locales relacionados con la tierra), o • documentará el propio proceso cartográfico (este registro podría recoger información sobre las actividades de un proyecto cartográfico y los retos que se afrontaron). Este tipo de documentación suele reunirse para satisfacer a los financiadores del proyecto. Se pueden utilizar diversas técnicas, bien de forma independiente o combinadas, para documentar los conocimientos locales y el proceso de elaboración de un mapa participativo. Estas técnicas van desde la simple toma de notas escritas al uso del video de forma participativa.

Elaboración del mapa y definición de la leyenda El tiempo y el esfuerzo necesarios para elaborar un mapa variarán en función del tipo de mapa creado y de los instrumentos empleados para ello. El examen detallado de este paso trasciende el ámbito del presente informe.15 Las competencias de facilitación son importantes para generar distintas opiniones, alcanzar un consenso en cuestiones conflictivas y fomentar la creatividad y la innovación. La preparación de la leyenda, en particular la selección de las características distintivas que se presentarán, así como la manera en que se representarán y el texto que se utilizará para definirlas, cumple una función decisiva en la determinación de su propiedad intelectual definitiva, su mensaje final y su utilidad en el proceso (Rambaldi, 2005). Análisis y evaluación de la información incluida en el mapa Una vez que una comunidad ha elaborado un mapa, es importante que los facilitadores presidan un debate para evaluar y verificar la calidad general y la integridad de los datos cartografiados, así como para examinar su exactitud y pertinencia (véase la sección “Adhesión al objetivo de control comunitario” en el capítulo 2). Este paso reviste particular importancia si: • el mapa ha sido elaborado en parte por agentes externos; • el mapa ha sido elaborado por un solo grupo de la comunidad (por ejemplo, los jóvenes), o • en alguna parte del proceso de levantamiento cartográfico ha sido preciso que el mapa salga de la comunidad. En esta etapa, los miembros de la comunidad (aunque no hayan participado directamente en el proceso de levantamiento del mapa) deberían tener el derecho de agregar información al mapa, o de eliminar o modificar la que contiene. Establecimiento del mecanismo de seguimiento Durante esta etapa de levantamiento del mapa, el personal del proyecto debe empezar a definir los indicadores tangibles de la repercusión y del cambio que comienzan a surgir como resultado de la actividad cartográfica. Debe realizarse un

seguimiento de estos indicadores mediante un proceso participativo en varios niveles y debe haber mecanismos de formulación de observaciones para mejorar el proceso y lograr así una máxima repercusión y contrarrestar los riesgos imprevistos. Los indicadores deben estar relacionados directamente con los propósitos definidos en la subsección “Definición de los propósitos del levantamiento cartográfico” y deben intentar calificar o cuantificar las repercusiones asociadas al proyecto y las actividades de cartografía. Por ejemplo, si el propósito es delimitar los límites ancestrales de un grupo que habita en el bosque, los indicadores incluirían lógicamente la transposición de los límites a un mapa. Sin embargo, debería haber también otros elementos para examinar algunas de las repercusiones menos obvias de la actividad de cartografía. Por ejemplo, ¿están de acuerdo todos los grupos de la comunidad con el límite representado en el mapa? ¿Están de acuerdo las comunidades vecinas con la posición del límite? Hay también indicadores relacionados directamente con los cambios propiciados por la actividad cartográfica, entre los que cabe mencionar los siguientes tipos: los cambios que experimentan las personas (por ejemplo, las competencias y los conocimientos adquiridos mediante el proyecto cartográfico han permitido a ciertas personas desempeñar una función distinta en los procesos de adopción de decisiones en la comunidad); los que se dan en el seno de las comunidades (por ejemplo, una comunidad adquiere un sistema de administración cohesionado y basado en el consenso o un plan de comunicación para guiar futuras negociaciones relacionadas con los recursos), o los que experimenta una comunidad en la influencia que podría tener en acontecimientos que se produzcan en la región a la que pertenece (por ejemplo, el uso de un mapa elaborado por una comunidad para influir en la adopción por parte del gobierno de una decisión relacionada con las tierras o los recursos que resulte favorable a la comunidad).

15 En cuanto a recursos idóneos para la elaboración práctica de un mapa participativo cabe citar a Flavelle (2002), particularmente para comunidades que habitan en los bosques, y a Tobias (2000), particularmente para grupos indígenas. En materia de orientación sobre la creación de modelos participativos tridimensionales, el mejor recurso es Rambaldi y Callosa-Tarr (2002). 33

Miembros de la comunidad describiendo el proceso de cartografía participativa en Abuzad, Kordofán del Norte, Sudán. © J.Corbett

Lista de comprobación de la fase 3  ¿Se ha celebrado una reunión en la comunidad para analizar las preguntas que se indican a continuación?  ¿Disponen los miembros de la comunidad de información suficiente acerca de la cartografía participativa (en qué consisten los mapas, cómo se elaboran y qué uso se les da)?

 ¿Conocen los miembros de la comunidad la variedad de instrumentos disponibles (desde los croquis hasta, si procede, los sistemas informatizados avanzados de levantamiento cartográfico)?

 ¿Comprenden los miembros de la comunidad el proceso necesario para elaborar el mapa (cuánto tiempo, esfuerzo y recursos se necesitan)?

 ¿Tienen claros los miembros de la comunidad los posibles usos del mapa? ¿Forman parte estos usos de una estrategia amplia y bien definida?

 ¿Se ha celebrado un debate entre todos los interesados en el proyecto de cartografía participativa para determinar y exponer los riesgos vinculados al levantamiento de mapas de las tierras?

 ¿Se ha dado a los miembros de la comunidad la oportunidad de determinar o bien de ampliar el propósito de la actividad cartográfica?

 ¿La oportunidad se ha ofrecido a la comunidad de forma incluyente (en particular con la participación de las mujeres y de otros grupos vulnerables)?

 ¿Han elegido los miembros de la comunidad a sus representantes para que reciban capacitación sobre la actividad?

 ¿Se ha impartido capacitación a los miembros seleccionados de la comunidad?  ¿Se han determinado los requisitos de documentación del proyecto?  ¿Hay recursos disponibles para documentar el proceso de forma adecuada?  ¿Se ha elaborado el mapa?  ¿Ha sido definida la leyenda por miembros de la comunidad?  ¿Se ha dado a los miembros de la comunidad la oportunidad de verificar y modificar el mapa y su contenido?

 ¿Están los miembros de la comunidad empezando a usar indicadores de seguimiento y a evaluar la repercusión del proyecto? 34

Uso de mapas y adopción de decisiones Uso de mapas para apoyar las iniciativas de las comunidades en materia de gestión de los recursos naturales El análisis de la información que figura en un mapa brinda una oportunidad para ayudar a los miembros de la comunidad a que evalúen mejor sus circunstancias, lo que les permitirá ser más conscientes de los problemas, los retos y las posibilidades de su comunidad y, por tanto, estar mejor preparados para gestionar los recursos naturales de su entorno. Los mapas pueden emplearse para adoptar decisiones y para determinar qué intervenciones se necesitan de manera prioritaria para garantizar el acceso a los recursos naturales y su gestión. Por tanto, es importante que los profesionales del desarrollo analicen estas cuestiones con la comunidad. Los profesionales no deben presuponer que el trabajo cartográfico producirá capacidad local para generar y aplicar soluciones eficaces. Aunque la población local suele contar con la mejor información sobre las necesidades y los problemas locales, en algunos casos puede tener ciertas limitaciones para comprender las causas y proponer soluciones viables, en particular si su nivel educativo es bajo y están poco expuestos a otras ideas y experiencias. Asimismo, se corre el riesgo de que la mayoría de la comunidad o élites poderosas de esta propongan soluciones tendenciosas, sin tener debidamente en cuenta los intereses de las minorías dentro de la comunidad. Sin embargo,

la población local se encuentra en una posición óptima para diseñar una estrategia de gestión de los recursos en términos prácticos y para manejar intereses contrapuestos. Los mapas pueden convertirse en un instrumento importante para contribuir a determinar la ubicación de los recursos clave, así como para definir las unidades de gestión de los recursos y los requisitos asociados (por ejemplo, mediante un régimen de recolección determinado o a efectos de conservación de la naturaleza). Esto se consiguió en Indonesia, donde las actividades de cartografía participativa sirvieron de base para elaborar inventarios de los recursos de la comunidad, los cuales, a su vez, aportaron la información para generar planes de gestión. Los facilitadores pueden contribuir presentando nuevas ideas que debatir, aportando información sobre estrategias que hayan funcionado en otros lugares, presentando a otras personas que puedan proporcionar asesoramiento experto y actuando de forma amistosa pero imparcial para garantizar que se consideren debidamente cuestiones jurídicas, de gestión y de seguridad. Comunicación de la información cartográfica a las partes interesadas Los mapas son instrumentos visuales poderosos y atractivos sobresalientes para la comunicación de conocimientos locales. Presentan un lenguaje de fácil comprensión que puede ser interpretado por personas de todos los orígenes, ya sean miembros de la comunidad, investigadores o funcionarios gubernamentales.

Figura 8: Uso de mapas y adopción de decisiones

Fase de diseño del proyecto

• Apoyo de iniciativas en materia de gestión de los recursos naturales

Fase de evaluación Fase previa al levantamiento de mapas

Fase de uso de mapas

• Comunicación a las partes interesadas • Influencia en la planificación

Fase de levantamiento de mapas 35

El uso de los mapas de la comunidad para comunicar información sobre esta es un componente muy importante del proceso de cartografía participativa, así como uno de los más complejos y difíciles de lograr con éxito. Si una comunidad ha dedicado tiempo y energía a la elaboración de un mapa, es importante que vea que el producto de esta inversión se utiliza y que los mapas terminados se usan para el propósito o los propósitos definidos por la comunidad. El empleo de los mapas debe formar parte de una estrategia amplia y bien definida. No obstante, con el tiempo aparecerán y se desarrollarán otros posibles usos de los mapas, a medida que los miembros de la comunidad vayan adquiriendo una visión más clara de la manera en que podrían usarse y según vayan surgiendo nuevas circunstancias en las que podrían aplicarse. Aunque es poco probable que el mapa por sí mismo resuelva problemas relativos a la tierra, cuando se incorpora a una estrategia de comunicación clara y se utiliza como parte de esta, es más probable que su contribución a dicha estrategia propicie cambios. La eficacia del mapa también guarda relación directa con la existencia de entornos legislativos y políticos favorables o desfavorables.16 Cuando se termina un mapa, suele salir a la luz pública. Esto hace que los conocimientos locales pasen a ser públicos y es posible que queden fuera del control local. Es importante que las comunidades lo sepan y traten de elaborar un conjunto de normas que regulen el uso y la distribución del mapa (véase la sección “Apoyo a la propiedad intelectual de la comunidad” en el capítulo 2). Es necesario que los miembros de la comunidad tengan claro quién utilizará el mapa definitivo y quién autorizará su uso. La cuestión de la propiedad ha sido un asunto decisivo y recurrente en muchas iniciativas de cartografía participativa. Las cuestiones relacionadas con la captación y el uso de los conocimientos generados mediante los procesos de cartografía participativa y con el desarrollo de una estrategia de comunicación participativa se analizarán de forma pormenorizada en un documento de próxima publicación.17 Relación de los resultados con procesos de planificación más generales Los intermediarios de un proyecto pueden ser decisivos en lo que se refiere al uso de la 36

información de un mapa y en los debates asociados para detectar áreas de sinergia y similitud con marcos de planificación existentes en un nivel superior de adopción de decisiones, así como para lograr los objetivos definidos en la estrategia de comunicación (véase la subsección anterior). Así ocurre en particular cuando representan a organizaciones gubernamentales o no gubernamentales que tienen la responsabilidad de trabajar con las comunidades locales. Si se puede demostrar la existencia de estas relaciones, la información generada dentro de la comunidad debería contribuir a influir en las decisiones en materia de inversión y gestión de los recursos naturales que se adoptan en estos niveles superiores. Los mapas como instrumentos participativos para la evaluación de proyectos Los mapas también pueden resultar útiles en la evaluación participativa de los proyectos o las iniciativas en ejecución. Un ejemplo de ello es el uso de la cartografía participativa en la evaluación de dos proyectos de empoderamiento de comunidades apoyados por la ILC y ejecutados por Bharitiya Seva Ashram (BJSA) y Chitrakoot Seva Ashram (CSA)18 en Uttar Pradesh (India). En esta evaluación, llevada a cabo en febrero y marzo de 2008 en 13 aldeas, se utilizó la cartografía participativa para medir el grado de conocimiento por la comunidad sobre cuestiones relativas a la tenencia de tierras y a la disponibilidad de la tierra, además de para ubicar tierras de las que se habían apoderado élites poderosas. Los mapas permitieron la representación visual de la repercusión de los proyectos en la protección de los derechos sobre las tierras de grupos marginados y estimularon el intercambio de información. Gracias a los mapas, los habitantes de las aldeas pudieron mostrar las tierras que se habían redistribuido y aquellas cuya tenencia era ilegal.19

16 Esta cuestión se analiza más a fondo en FIDA (2009). 17 Esta publicación, que carece por el momento de título, se está elaborando en el marco de la segunda fase del proyecto Experiencia piloto de aplicación del enfoque del FIDA basado en la cartografía participativa en determinados sistemas de subsistencia (pastores, pueblos indígenas, habitantes de bosques), mediante arreglos innovadores de vinculación. 18 Estas dos organizaciones comunitarias trabajan en pro de los derechos de la tierra en la India y reciben apoyo de la ILC. 19 Se ofrecerá información adicional sobre estos estudios de casos en un documento de próxima publicación.

Evaluación participativa del proyecto de empoderamiento comunitario para el acceso a la tierra, Uttar Pradesh, India. © B. Codispoti/ILC

Lista de comprobación de la fase 4  ¿Se usa el mapa para ayudar a los miembros de la comunidad a que evalúen mejor sus circunstancias, sean más conscientes de los problemas, los retos y las posibilidades de su comunidad, y estén mejor preparados para gestionar los recursos naturales de su entorno?

 ¿Se han usado los mapas para respaldar la adopción de decisiones?  ¿Ha facilitado el equipo de gestión del proyecto una evaluación estructurada de estas cuestiones?  ¿Se han usado los mapas en un entorno público o se han presentado en un nivel superior de adopción de decisiones? 37

Evaluación El seguimiento y evaluación del proceso de cartografía participativa por parte de los interesados debe llevarse a cabo en tres niveles: la comunidad, los intermediarios del proyecto y el gobierno (local, de distrito y nacional). Evaluación de la utilidad de la cartografía por parte de las comunidades Los miembros de la comunidad deben realizar un seguimiento y evaluación de la repercusión de las actividades de cartografía participativa en la cohesión y el empoderamiento de la comunidad en relación con la gestión de los recursos y la adopción de decisiones. Esta evaluación debe realizarse por medio de un mecanismo de autoevaluación de la comunidad en el que los miembros debatan la utilidad del proceso de cartografía participativa, los fallos y las medidas que es necesario adoptar, lo que permitirá a la unidad de gestión del proyecto y a los encargados de la ejecución perfeccionar el proceso cartográfico (así como definir componentes participativos adicionales que respalden las actividades cartográficas). Esta evaluación contribuirá a mejorar la metodología. El intercambio de conocimientos y aprendizaje horizontales —en otras palabras, las reuniones de las comunidades para debatir sus experiencias cartográficas— también es un mecanismo útil para analizar e incorporar resultados clave y evaluar los cambios globales y las repercusiones ulteriores del proyecto. Para ello, se puede reunir a múltiples comunidades

(por ejemplo, de una región o de una cuenca hidrográfica) o simplemente a dos o tres comunidades (el número dependerá de los objetivos generales del proyecto cartográfico y del presupuesto). El Centro de Investigaciones Forestales Internacionales (CIFOR) convocó un taller de capacitación sobre cartografía participativa en el que participaron más de 20 comunidades de una sola cuenca hidrográfica en Kalimantan Oriental (Indonesia), al principio de un gran proyecto que abarcaba toda la cuenca. Los participantes trabajaron conjuntamente durante cuatro días y luego volvieron a sus comunidades para emprender las actividades cartográficas. En intercambios posteriores las comunidades trabajaron juntas directamente para determinar la ubicación de los límites aceptables para ambas partes, que después se indicaron en un mapa. Al final del proyecto, se celebró una reunión final para informar al Gobierno y a otras comunidades sobre los resultados obtenidos mediante los mapas elaborados. En esta reunión final se presentaron los propios mapas, historias personales escritas en diarios y las experiencias de los intermediarios del proyecto que participaron en apoyo de las comunidades. Estas actividades de intercambio horizontal exigirán que los miembros de la comunidad reciban más capacitación en competencias de facilitación, planificación de sesiones y técnicas de realización de entrevistas, por mencionar algunos temas. Asimismo deberán asignarse recursos a esta actividad al comienzo del proyecto.

Figura 9: Fase de evaluación

Fase de diseño del proyecto

• Evaluación por la unidad de gestión del proyecto

Fase de evaluación Fase previa al levantamiento de mapas

• Evaluación por las comunidades • Evaluación administrativa • Cartografía posterior al proyecto

Fase de uso de mapas

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Fase de levantamiento de mapas

La unidad de gestión del proyecto y las misiones de evaluación en los países Lo ideal sería que la unidad de gestión del proyecto dispusiera de un sistema de seguimiento al comienzo de las actividades de cartografía participativa. Debería contar con un mecanismo de formulación de observaciones que contribuya a mejorar las actividades y que sea una parte integral del sistema general de gestión de los resultados y las repercusiones del proyecto. El sistema de seguimiento contará con un nivel de reflexión y de evaluación de los logros obtenidos mediante el proyecto cartográfico y, de ese modo, vislumbrará algunas de las repercusiones sociales que podrían no ser visibles o cuantificables inmediatamente (véase la subsección “Definición del mecanismo de seguimiento” en la sección “Fase previa al levantamiento de mapas” en este capítulo). Las ideas iniciales se pueden anotar en un diario, grabarse en video, o expresarse y agregarse por medio de una colaboración mediante un blog o un wiki (dada la disponibilidad de las nuevas tecnologías). Los grupos de la comunidad y los facilitadores deben responsabilizarse de garantizar que se celebren consultas periódicas con el personal del proyecto. Para llevar a cabo esta tarea, será necesario asignar más capacitación y recursos durante la etapa de diseño del proyecto. Los criterios de seguimiento y evaluación elaborados y validados durante la fase previa al levantamiento de mapas deben compartirse con las misiones de evaluación en el país, para que puedan evaluar los resultados y las repercusiones logrados por las actividades de cartografía participativa del proyecto. Deberían poder determinar, a continuación, posibles oportunidades,

problemas o riesgos, además de proponer los ajustes necesarios en sus recomendaciones. Evaluación administrativa del cambio general en las políticas y de la adopción de decisiones El seguimiento en este ámbito se centraría en la contribución de las actividades cartográficas al diálogo general sobre políticas y a las estrategias de apoyo al desarrollo local en los niveles de distrito, regional o nacional. Pueden usarse como indicadores los cambios efectivos en la legislación, en los mecanismos de gobernanza (adopción de decisiones) y en la aplicación de políticas, por mencionar algunos. La elección de indicadores dependerá de la escala, el alcance y el propósito del proyecto de cartografía. Cartografía posterior al proyecto La cartografía posterior al proyecto se efectúa al final de un proyecto del FIDA o incluso después de haberse completado. Su finalidad es volver a examinar las repercusiones más generales que las actividades de cartografía participativa y la comunicación y adopción de decisiones asociadas han tenido en la comunidad, así como determinar si los efectos y las repercusiones previstos continúan produciéndose. A diferencia de otros componentes de la fase de evaluación, en esta etapa se emplean mapas para representar el cambio. La comparación directa de estos mapas con otros elaborados al comienzo del proyecto proporciona una representación visual de dicho cambio. En esta etapa se aplican también los demás procesos audiovisuales, de comunicación y de adopción de decisiones que constituyen el núcleo de este documento.

Lista de comprobación de la fase 5  ¿Se ha aplicado un sistema de seguimiento desde el comienzo de las actividades de cartografía participativa?

 ¿Existen mecanismos de formulación de observaciones que contribuyan a mejorar las actividades cartográficas?

 ¿Han mantenido los grupos de la comunidad y los facilitadores consultas periódicas con el personal del proyecto?

 ¿Se ha brindado a las comunidades la oportunidad de evaluar la utilidad de las actividades cartográficas?

 ¿Ha respaldado el equipo de gestión del proyecto intercambios horizontales y verticales y actividades de aprendizaje?

 ¿Se han realizado evaluaciones en el nivel de la dirección del proyecto y en el de los asociados?  ¿Se ha organizado y ejecutado una actividad de cartografía posterior al proyecto?

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4. Conclusión

Este es el segundo de dos informes centrados en el uso, los instrumentos, los principios fundamentales y el diseño de iniciativas de cartografía participativa en el marco de proyectos que reciben apoyo del FIDA. Describe el proceso de diseño, preparación, ejecución y evaluación de una iniciativa de cartografía participativa en el ámbito del FIDA. Expone los principios fundamentales, así como los mecanismos prácticos del diseño de un enfoque adaptativo relativo a la cartografía participativa. Se trata de un documento “dinámico”, que cambia a medida que surgen nuevas perspectivas sobre las cuestiones presentadas. Este informe, junto con el análisis Buenas prácticas en cartografía participativa (FIDA, 2009), proporciona un conjunto de instrumentos e información para ayudar en la ejecución de procesos de cartografía participativa. Además, durante la segunda fase del proyecto Experiencia piloto de aplicación del enfoque del FIDA

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basado en la cartografía participativa en determinados sistemas de subsistencia (pastores, pueblos indígenas, habitantes de bosques), mediante arreglos innovadores de vinculación, están elaborándose otras dos publicaciones: una se centrará en el desarrollo de estrategias de comunicación participativa para respaldar la gestión de los conocimientos generados mediante los procesos de cartografía participativa, mientras que la otra se centrará en el seguimiento y evaluación participativa de estos procesos. La finalidad de ambas publicaciones es apoyar y complementar la aplicación del enfoque adaptativo del FIDA relativo a la cartografía participativa.

Anexo

Listas de comprobación del diseño del proyecto

Fase 1  ¿Se realizó un análisis de la situación?  ¿El análisis tuvo en cuenta el origen étnico, las cuestiones de género, el carácter indígena y el reconocimiento jurídico de la comunidad?

 ¿Se han determinado los principales problemas en materia de gestión de los recursos naturales relacionados con sistemas específicos de subsistencia?

 ¿Se ha realizado una evaluación preliminar para determinar métodos cartográficos adecuados?  ¿Se ha seleccionado a los colaboradores o asociados?  ¿Se han asignado los recursos necesarios para realizar las actividades de cartografía participativa?

Fase 2  ¿Siguen siendo pertinentes los problemas y los enfoques señalados en la fase de diseño del proyecto?  ¿Responden realmente los instrumentos cartográficos señalados a las necesidades de la comunidad?  ¿Se ha seleccionado a los intermediarios que facilitarán las actividades de cartografía participativa y se ha establecido contacto con ellos?

 ¿Siguen siendo aplicables los requisitos de capacitación determinados en la etapa de diseño del proyecto? ¿Hay que ampliarlos o modificarlos?

 ¿Se han realizado planes y reservado recursos para garantizar que la capacitación sea continua y pertinente, dada la naturaleza cambiante de los instrumentos y los proyectos de cartografía participativa?

 ¿Se ha definido un conjunto de datos de referencia y criterios preliminares para el seguimiento?  ¿Han participado los miembros de la comunidad en la selección de estos criterios e indicadores?  ¿Se ha completado la capacitación pertinente de los facilitadores de la actividad de cartografía?  ¿Incluyó esta capacitación un componente de sensibilización sobre las cuestiones de género?

Fase 3  ¿Se ha celebrado una reunión en la comunidad para analizar las preguntas que se indican a continuación?

 ¿Disponen los miembros de la comunidad de información suficiente acerca de la cartografía participativa (en qué consisten los mapas, cómo se elaboran y qué uso se les da)?

 ¿Conocen los miembros de la comunidad la variedad de instrumentos disponibles (desde los croquis hasta, si procede, los sistemas informatizados avanzados de levantamiento cartográfico)?

 ¿Comprenden los miembros de la comunidad el proceso necesario para elaborar el mapa (cuánto tiempo, esfuerzo y recursos se necesitan)?

 ¿Tienen claros los miembros de la comunidad los posibles usos del mapa? ¿Forman parte estos usos de una estrategia amplia y bien definida? 41

Anexo

 ¿Se ha celebrado un debate entre todos los interesados en el proyecto de cartografía participativa para determinar y exponer los riesgos vinculados al levantamiento de mapas de las tierras?

 ¿Se ha dado a los miembros de la comunidad la oportunidad de determinar o bien de ampliar el propósito de la actividad cartográfica?

 ¿La oportunidad se ha ofrecido a la comunidad de forma incluyente (en particular con la participación de las mujeres y de otros grupos vulnerables)?

 ¿Han elegido los miembros de la comunidad a sus representantes para que reciban capacitación sobre la actividad?

 ¿Se ha impartido capacitación a los miembros seleccionados de la comunidad?  ¿Se han determinado los requisitos de documentación del proyecto?  ¿Hay recursos disponibles para documentar el proceso de forma adecuada?  ¿Se ha elaborado el mapa?  ¿Ha sido definida la leyenda por miembros de la comunidad?  ¿Se ha dado a los miembros de la comunidad la oportunidad de verificar y modificar el mapa y su contenido?

 ¿Están los miembros de la comunidad empezando a usar indicadores de seguimiento y a evaluar la repercusión del proyecto?

Fase 4  ¿Se usa el mapa para ayudar a los miembros de la comunidad a que evalúen mejor sus circunstancias, sean más conscientes de los problemas, los retos y las posibilidades de su comunidad, y estén mejor preparados para gestionar los recursos naturales de su entorno?

 ¿Se han usado los mapas para respaldar la adopción de decisiones?  ¿Ha facilitado el equipo de gestión del proyecto una evaluación estructurada de estas cuestiones?  ¿Se han usado los mapas en un entorno público o se han presentado en un nivel superior de adopción de decisiones?

Fase 5  ¿Se ha aplicado un sistema de seguimiento desde el comienzo de las actividades de cartografía participativa?

 ¿Existen mecanismos de formulación de observaciones que contribuyan a mejorar las actividades cartográficas?

 ¿Han mantenido los grupos de la comunidad y los facilitadores consultas periódicas con el personal del proyecto?

 ¿Se ha brindado a las comunidades la oportunidad de evaluar la utilidad de las actividades cartográficas?

 ¿Ha respaldado el equipo de gestión del proyecto intercambios horizontales y verticales y actividades de aprendizaje?

 ¿Se han realizado evaluaciones en el nivel de la dirección del proyecto y en el de los asociados?  ¿Se ha organizado y ejecutado una actividad de cartografía posterior al proyecto?

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Bibliografía

Canadian Institutes of Health Research (2007): “CIHR guidelines for health research involving aboriginal people”, informe, mayo de 2007, Ottawa (Canadá). Chapin, M., Lamb, M. y Threlkeld, B. (2005): “Mapping indigenous land”, en Annual Review of Anthropology, n.° 34, págs. 619 a 638. Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas (2004): vigésima segunda reunión, 13 a 19 de julio, Ginebra (Suiza). FIDA [Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola] (2007): Marco Estratégico del FIDA 2007-2010, Roma (Italia); y (2009): Buenas prácticas en cartografía participativa, Roma (Italia). Flavelle, A. (2002): Mapping our land: A guide to making maps of our own communities and traditional lands, Edmonton (Canadá): Lone Pine Foundation. Rambaldi, G. (2005): “Who owns the map legend?”, en URISA Journal n.° 17, págs. 5 a 13. Rambaldi, G. y Callosa-Tarr, J. (2002): Participatory 3-Dimensional Modelling: Guiding Principles and Applications, Los Baños, Laguna (Filipinas): ASEAN Regional Centre for Biodiversity Conservation (ARCBC). Rambaldi, G., Chambers, R., McCall, M. y Fox, J. (2006): “Practical ethics for PGIS practitioners, facilitators, technology intermediaries and researchers”, en Participatory Learning and Action, n.° 54, págs. 106 a 113, Londres (Reino Unido): International Institute for Environment and Development (IIED). Tobias, T. (2000): Chief Kerry’s Moose: A Guidebook to Land Use and Occupancy Mapping, Research Design and Data Collection, Vancouver (Canadá): Ecotrust. Puede consultarse en: http://www.nativemaps.org/chiefkerrysmoose/.

Documentos consultados de proyectos relacionados con el FIDA Kenya “The Mount Kenya East Pilot Project for Natural Resource Management. Supervision Mission Report”, 3 a 15 de septiembre de 2006. Malí “Informe y recomendación del Presidente a la Junta Ejecutiva sobre una propuesta de asistencia financiera a la República de Malí para el Programa de Inversiones y Desarrollo Rural en las Regiones Septentrionales”, 84º período de sesiones de la Junta Ejecutiva del FIDA, Roma, 18 a 20 de abril de 2005. “Technical review of the formulation report (FR). The Republic of Mali for the Northern Regions Investment and Rural Development Programme”, TRC N.° 20/04/PA: Mali 1131: Northern Areas Rural Investment Fund Programme, 2004. Sudán “Volume I: Main Report and Appendices. Republic of The Sudan, Western Sudan Resources Management Programme appraisal report”, División del Cercano Oriente y África del Norte, Departamento de Administración de Programas, informe n.° 1600, diciembre de 2004. “Appraisal report working paper 2: Natural Resources Management, Republic of The Sudan, Western Sudan Resources Management Programme”, 2004. “Aide Memoire. Republic of The Sudan, Western Sudan Resources Management Programme”, misión de supervisión del préstamo del FIDA 655-SD/UNOPS, proyecto SUD/04/F01 UNOPS, diciembre de 2006.

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Contactos Sheila Mwanundu

Katiuscia Fara

Asesora Técnica Superior Medio Ambiente y Gestión de los Recursos Naturales División de Asesoramiento Técnico FIDA Via Paolo di Dono, 44 00142 Roma (Italia) Teléfono: (+39) 06 54592031 Correo electrónico: [email protected]

Coordinadora del Proyecto División de Asesoramiento Técnico FIDA Via Paolo di Dono, 44 00142 Roma (Italia) Teléfono: (+39) 06 54592082 Correo electrónico: [email protected]

agosto 2010

Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola Via Paolo di Dono, 44 00142 Roma, Italia Teléfono: (+39) 06 54591 Fax: (+39) 06 5043463 Correo electrónico: [email protected] www.ifad.org www.ruralpovertyportal.org