El catolicismo y la salvación bíblica - ObreroFiel

El catolicismo y la salvación bíblica. Por: Richard Bennett. El tópico de la salvación aunque bíblicamente claro y preciso, es, por demás, bastante complejo en la ...
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El catolicismo y la salvación bíblica Por: Richard Bennett El tópico de la salvación aunque bíblicamente claro y preciso, es, por demás, bastante complejo en la enseñanza católica. Para ayudar a clarificar la oficial y antíbíblica doctrina de la iglesia católica, acerca de esas enseñanzas católicas las cuales explícitamente hablan de “cooperación con Dios” en el “proceso” de la salvación, vamos a examinar y a la vez mostrar la posición bíblica. Más adelante, la tradición antibíblica y la enseñanza oficial de Roma acerca de la gracia de la salvación que se ha dicho ser una cualidad dentro del alma de la persona que cree, es destacada, y la respuesta bíblica a este enorme error es dada. La visión total de la salvación en el catolicismo está en sus enseñanzas de los siete sacramentos, el poder sacerdotal, el oficio y papel de María en “el proceso” de la gracia interna, con la ayuda de todos aquellos que han muerto (comunión con los difuntos), y después de esta vida, la purificación del purgatorio. La panorámica completa del “proceso” de la salvación católica empieza con el recién nacido, lo cual ocurre en el bautismo del infante el cual presupuestamente significa que lava y borra el pecado original. El “proceso” de la salvación es un viaje largo a través de todos los sacramentos, con el sacrificio de la misa, el centro de todos los demás eventos. Buenas obras, méritos, sacramentos y santos, todo está envuelto, pero el foco está siempre en una buena moral interna la cual, uno siempre está intentando incrementar con el fin de ser lo suficientemente bueno para morir dentro de la “gracia santificante” y entonces ser salvado o por lo menos, estar el menor tiempo posible en el purgatorio. En contraste, la justificación bíblica es el perfecto y acabado trabajo de Dios. “Es Dios el que justifica”1. La justificación es solamente el trabajo de Dios para mostrar su justicia, su rectitud, y el hecho de que él es únicamente el que salva.2 Una vez que Dios ha justificado a una persona, El ve a esa persona “En Cristo”,3 porque Dios, habiendo perdonado al pecador, pone en su cuenta la justicia de Cristo. De este modo la justificación es solamente por la fe “sin las obras de la ley”.4 La Biblia enseña que en Cristo los pecados del creyente están expiados totalmente, habiendo sido pagados completamente por el derramamiento de su sangre. Romanos 3:23-26 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús: a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su

justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. Hebreos 10:14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. Hebreos: 17-18 Nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. 1 Juan 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 Pedro 1:18-19 Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. Isaías 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Romanos 11:6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. Gálatas 2:21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo. Filipenses 3:8-9 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. Colosenses 3:3-4 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. 1 Corintios 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.

Isaías 61:10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; por; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. La iglesia católica enfoca la fe de la persona para la salvación hacia la misma iglesia católica. Catecismo de la iglesia católica (1992)5 Párrafo 816 “El Concilio Vaticano Segundo en los decretos sobre ecumenismo explica: Solamente por medio de la Iglesia Católica de Cristo, que es auxilio general de salvación, puede alcanzarse la plenitud total de los medios de la salvación…” Párrafo 824 “En la Iglesia (Católico Romana) es en donde está depositada la plenitud total de los medios de salvación”. Es en ella donde “conseguimos la santidad por la gracia de Dios…” Párrafo 982 “No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. “No hay nadie, tan perverso y tan culpable, que no deba esperar con confianza su perdón siempre que su arrepentimiento sea sincero.” Párrafo 983 “La catequesis se esforzará por avivar y nutrir en los fieles la fe en la grandeza incomparable del don que Cristo resucitado han hecho a su Iglesia: la misión y el poder de perdonar verdaderamente los pecados, por medio del ministerio de los apóstoles y de sus sucesores… Los sacerdotes han recibido un poder que Dios no ha dado ni a los ángeles ni a los arcángeles… Dios sanciona allá arriba todo lo que los sacerdotes hagan aquí abajo. Sí en la iglesia no hubiera remisión de los pecados, no habría ninguna esperanza, ninguna expectativa de una vida eterna y de una liberación eterna. Demos gracias a Dios que ha dado a la iglesia semejante poder.” El “proceso” para la mayoría de los católicos empieza en el bautismo, cuando el bautismo es administrado por la iglesia. Párrafo 1257 “La iglesia (Católica Romana) no conoce otro medio que el bautismo para asegurar la entrada en la bienaventuranza eterna;” Párrafo 1263 “Por el bautismo, todos los pecados son perdonados, el pecado original y todos los pecados personales, así como todas las penas del pecado…” Párrafo 1277 “El bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo. Según la voluntad del Señor, es necesario para la salvación, como lo es la iglesia misma, a la que introduce el bautismo.”

El católico es enseñado en que el proceso de la conversión se completa en la persona, mediante las buenas obras y sufrimientos. Párrafo 1435 “La conversión se realiza en la vida cotidiana mediante gestos de reconciliación, la atención a los pobres, el ejercicio y la defensa de la justicia y del derecho, por el reconocimiento de nuestras faltas ante los hermanos, la corrección fraterna, la revisión de vida, el examen de conciencia, la dirección espiritual, la aceptación de los sufrimientos, el padecer la persecución a causa de la justicia. Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús es el camino más seguro de la penitencia.” Párrafo 1439 “El proceso de la conversión y de la penitencia fue descrito maravillosamente por Jesús en la parábola llamada del hijo pródigo, cuyo centro es el padre misericordioso.” Para el católico en “pecado mortal”, el proceso continúa confesando todo al sacerdote, incluso los pecados más secretos. Párrafo 1456 “La confesión de los pecados hecha al sacerdote constituye una parte esencial del sacramento de la Penitencia: En la confesión los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso si estos pecados son muy secretos y si han sido cometidos solamente contra los dos últimos mandamientos del decálogo, pues, a veces, estos pecados hieren más gravemente el alma y son más peligrosos que los que han sido cometidos a la vista de todos.” [Este tema será tratado más ampliamente en un estudio titulado “La salvación y el sistema sacramental”] También se enseña a católicos la idea de que la santidad de otros seres humanos les ayuda en “el proceso”. Este intercambio en la expiación por el pecado incluso se comparte con aquellos en el purgatorio. Párrafo 1475 “En la comunión de los santos, existe una unión perenne de caridad entre los creyentes que ya llegaron a su casa celestial, aquellos que están expiando sus pecados en el purgatorio y aquellos que siguen peregrinando en la tierra. También hay entre ellos un intercambio abundante de todas las cosas buenas. En este intercambio maravilloso, la santidad de uno aprovecha a otros, más allá del daño que el pecado de uno pueda ocasionar a otros. De este modo, recurrir a la “comunión de los santos” permite al pecador contrito ser purificado del castigo por el pecado más pronto y eficazmente. La idea de recibir méritos de otros en la iglesia (C.R.) depende de la idea sobre “el tesoro de la iglesia”. Párrafo 1476 “… el tesoro de la iglesia es de valor infinito, por los méritos que Jesucristo tiene ante Dios, los cuales nunca pueden ser agotados.”

Párrafo 1477 “De igual manera este tesoro incluye las oraciones y las buenas obras de la Bendita Virgen María. Esto es inmenso, inconmensurable, y aún más puro y valioso ante Dios. También están en el tesoro las oraciones y las buenas obras de los santos, todos aquellos que han seguido las pisadas de Jesucristo nuestro Señor y han hecho santas sus vidas por su gracia y han sabido llevar la misión que el Padre les encomendó. Ellos obtienen su propia salvación y al mismo tiempo cooperan con el cuerpo místico en la salvación de sus hermanos. La gracia de Dios es sólo parte “del proceso” de salvación (descrito arriba). También se enseña a los católicos que María es madre en orden a la gracia. Párrafo 968 “Su parte (de María) en relación a la iglesia y hacia toda la humanidad va mucho más allá. De una manera completamente especial ella cooperó por su obediencia, fe, esperanza y ardiente caridad en el trabajo del salvador, restaurando la vida sobrenatural de las almas. Por esta razón ella es nuestra madre en orden a la gracia.” Gracia y Justificación Lógicamente, la enseñanza formal de la Iglesia Católica, es que la gracia no es “el poder de Dios para salvación”6 tampoco una demostración acerca de quién es Dios, “a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”7 , sino meramente una ayuda dada a los hombres. Párrafo 2021 “La gracia es la ayuda que Dios nos da para responder a nuestra vocación de ser hijos adoptivos de Dios. Ella nos introduce en la intimidad de la vida trinitaria”. En lugar de la enseñanza bíblica acerca de que Dios de una vez por todas imputa a Cristo los pecados de la persona y la justicia de él al creyente, la iglesia católica enseña que la gracia es una cualidad conocida como “la gracia santificante”, la cual reside en las personas, haciéndolas agradables a Dios. Párrafo 2024 “La gracia santificante nos hace ‘agradables a Dios’, los dones, gracias especiales del Espíritu Santo, tienen la intención y están orientados a la gracia santificante para el bien común de la iglesia. Inclusive, Dios, actúa a través de muchas gracias actuales para hacer diferencia entre la gracia habitual la cual es permanente en nosotros.8 Esto está en contraste completo a la enseñanza bíblica de la justicia en Cristo solamente, como posición legal. (Ver Efesios 1:1-14, Filipenses 3:8-9, Colosenses 3:3-4, Romanos 3:24, 5:19, Isaías 45:24-25, Salmo 71:16, Jeremías 23:6.)

Se enseña al católico que con la ayuda de Dios, él puede declarar sus propios méritos delante de Dios. Todo esto a consecuencia de la idea antibíblica de la “colaboración asociativa” de Dios y el hombre juntamente en el trabajo de la salvación. Párrafo 2025 “A la vista de Dios podemos tener méritos solamente por el plan simple de Dios de asociarse con el hombre en el trabajo de la salvación. El mérito se otorga en primer lugar a la gracia de Dios, y en segundo lugar a la colaboración del hombre. El mérito del hombre es debido a Dios.” Párrafo 2010 “… Movidos por el Espíritu Santo y la caridad, podemos merecer por nosotros mismos y por otros, las gracias necesarias para nuestra santificación para el incremento de la gracia y de la caridad, y para alcanzar la vida eterna. Incluso las cosas buenas temporales como la salud y la amistad se pueden merecer de acuerdo a la sabiduría de Dios…” Párrafo 1521 “La unión a la pasión de Cristo. Por la gracia de este sacramento, el enfermo recibe la fuerza y el don de unirse más íntimamente a la pasión de Cristo: en cierta manera es consagrado para dar fruto por su configuración con la pasión redentora del Salvador. El sufrimiento, secuela del pecado original, recibe un sentido nuevo, viene a ser participación en la obra salvífica de Jesús.” Párrafo 618 “La cruz es el único sacrificio de Cristo, ‘único mediador entre Dios y los hombres.’ (1 Ti. 2:5). Pero, porque en su persona divina encarnada, se ha unido en cierto modo con todo hombre, él ‘ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de Dios solo conocida, se asocien a este misterio pascual’. Él llama a sus discípulos a ‘tomar su cruz y a seguirle porque él sufrió por nosotros dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas’. Él quiere, en efecto, asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios. Esto lo realiza en forma excelsa en su Madre, asociada más íntimamente que nadie al misterio de su sufrimiento redentor.”9 Conclusión La doctrina católica de ser hechos copartícipes con Dios en la muerte y resurrección de Cristo es totalmente perversa en su base equivocada, que sutilmente ofrece una esperanza falsa al hombre. No hay ninguna base en la Escritura para esa idea de estar asociados con Cristo en el misterio pascual. Semejante concepto es una mentira extraordinaria que niega la verdad de las repetidas declaraciones de Dios en la Escritura sobre el trabajo de redención que es hecho “por él”10, “sin las obras de la ley”11, “no de vosotros, que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”12, “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia…”13.

La verdad bíblica de que la persona no salva está muerta en pecado, ha sido dada con el fin de dar convicción a la persona acerca de su estado desesperado en orden de que él o ella clamen solamente a Dios por su gracia. Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. Colosenses 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión demuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. Delante de Dios, cada uno está muerto en su pecado. Él o ella no puede hacer nada para merecer la salvación. Claramente, de acuerdo con la Escritura, Jesucristo en la cruz ha sido el substituto por cada una de sus ovejas, de una vez por todas, quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero14 . Su gracia es suficiente para cambiar tu corazón de manera que puedas creer en él. Él moverá tu voluntad al arrepentimiento. Tú nacerás de nuevo en él, lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es15 . No solamente el Señor Jesucristo pagó completamente la satisfacción requerida por su padre por la totalidad de los pecados de la persona, pero aún más, cuando uno es puesto en él por Dios el juez, la justicia de Cristo es acreditada a esa persona, como explica claramente 2 Corintios 5:21: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. La salvación vine a través de la fe en Cristo solamente. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.16 Página web: www.bereanbeacon.org Para escribirle: [email protected] o [email protected] Usado con permiso. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.