EL ARTE Y LA CIENCIA DE CRIAR HIJOS Por Nancy ... - ObreroFiel

EL ARTE Y LA CIENCIA DE CRIAR HIJOS. Por Nancy McKeeth. Usado con permiso. “Fuiste tu, mamá”. Una pregunta sencilla. “¿Quién fue la persona que le ...
90KB Größe 13 Downloads 91 vistas
EL ARTE Y LA CIENCIA DE CRIAR HIJOS Por Nancy McKeeth Usado con permiso

“Fuiste tu, mamá” Una pregunta sencilla. “¿Quién fue la persona que le guió al Señor?” El contexto era una conferencia misionera internacional. Para poder comenzar un dialogo con los visitantes, habíamos puesto una cartulina grande con la pregunta escrita, y pedimos a los que pasearon por nuestra mesa, a participar en nuestra pequeña encuesta. Todas las respuestas eran interesantes. Algunos pocos contaron un viaje espiritual largo con muchas personas involucradas. Una respuesta que me llamó la atención fue la respuesta de Brennan, un joven de algunos 27 años. Él contó su experiencia como adolescente hacía diez años. Fue un muchacho lleno de problemas, sin familia, sin trabajo, sin esperanza. Sentado en una banca, otro joven se sentó a su lado y le dio algunas palabras de aliento. "Dios te puede salvar." Se lo repitió una, dos, tres veces, y se fue. Algunas semanas después, bajo arresto, en desesperación, el joven recordó las palabras que había escuchado. Se entregó al Señor, y su vida fue transformada. Son emocionantes las historias, pero la mayoría de las respuestas que escuchamos aquel día no fueron tan dramáticas. Cuando preguntamos quien fue la persona crucial en su decisión para Cristo, la mayoría de las personas contestaron lo normal: un maestro de la escuela dominical, un consejero en un campamento, su pastor. La respuesta más común reflejaba la relación más íntima: papá y mamá. Cuando hicimos la pregunta a una señora con varias hijas, una de ellas sonrió y dio media vuelta. "Fuiste tú mamá. Fuiste tú." Su respuesta y entusiasmo me hizo pensar. ¿Reflejamos a Cristo de tal manera ante nuestros hijos o nietos que van a sentir el deseo de compartir nuestra fe? ¿Mostramos el amor del Señor a ellos? ¿Tomamos el tiempo necesario para contestar sus preguntas? ¿Estamos guiando nuestras familias hacia el Señor?

Lo que mis hijos me han enseñado acerca de cómo criar hijos La semana pasada tenía que preparar algunas charlas sobre el tema de la familia. Era una oportunidad de hacer una pausa y reflexionar algo sobre las lecciones que he aprendido acerca del arte y ciencia de criar hijos. Aquí hay una lista de algunas de las cosas que nuestros hijos nos han enseñado: 1. Entrelace la Escritura y principios espirituales en su vida diaria 2. Escoja bien sus batallas 3. Enfatice lo positivo

4. No se puede forzar una actitud 5. Las decisiones traen consecuencias 6. Cuando sea posible, dé a los niños opciones, no solamente mandatos 7. Muestre a los niños cómo hacer algo, antes de pedirles hacerlo 8. Déles a los niños algo real que hacer 9. Desarrolle un sentido de equipo - estamos trabajando juntos 10. Cumpla sus promesas 11. Si está equivocada, pida perdón 12. La paciencia es más que importante, es esencial 13. Escuche lo que dicen sus hijos - con sus ojos, su cuerpo y su corazón, y no tan solo con sus oídos. Mi lista representa algunas de las cosas que han funcionado mejor en la aplicación de los principios bíblicos a la tarea de criar a nuestros hijos. Espero que suenen como algo cierto, pero la verdad es que su familia no tiene que ser un "clon" de cualquier otra familia para ser una familia exitosa. Cada familia tiene su propia personalidad, y la aplicación de los principios bíblicos puede parecer muy diferente en la casa mía de como se ven en la casa suya. Lo más importante es que se apliquen los principios bíblicos, oren por la sabiduría que Dios les ha prometido, y vivan de acuerdo con lo que Dios les está mostrando. Claro que leer buenos libros, buscar consejo, y poner atención a sus hijos les pueden enseñar mucho.

Pero, Papá, ¿por qué? El consejo que reza así: “Entrelace la escritura y principios espirituales en su vida diaria”, es una aplicación del principio que se encuentra en Deuteronomio 6:6-7: "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes." No es la idea de repetir sermones a sus hijos a cada rato, sino la idea de poner en práctica, en palabras y en hechos, los principios que se encuentran en la Biblia. Nuestros hijos, como casi todos los niños, eran expertos con la pregunta "¿por qué?" Pocas veces estaban conformes con la respuesta "porque así es". Querían saber por qué hicimos lo que hicimos, o por qué no hicimos lo que no hicimos. Querían entender lo que estaba pasando en el vecindario o en el mundo. Por el carácter de nuestro ministerio, pasábamos mucho más tiempo junto que la mayoría de las familias. Por eso tuvieron la oportunidad de observarnos de cerca. Cuando nuestras acciones no parecían lo que enseñábamos, querían saber ¿por qué? Era importante tener concordancia entre lo que decíamos y lo que hacíamos. Si no podíamos explicarles en una forma sencilla el principio bíblico que estábamos siguiendo, muchas veces era una señal de que no estábamos siguiendo ningún principio bíblico, sino una preferencia nuestra. Así podíamos ver cuando, en verdad, debíamos ser más flexibles. Tomaba tiempo para explicar el enlace de nuestra fe con la vida diaria a nuestros hijos, pero dio una cosecha muy bonita.

Como tomábamos tiempo para contestar las pequeñas preguntas de los niños pequeños, luego estaban dispuestos a preguntarnos las preguntas grandes cuando eran grandes.

ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.