EJE 3 LAS RELACIONES PEDAGÓGICAS ENTRE QUIENES ...

función vital de los cachorros (Ana Arendt); y este es un tema de responsabilidad política. Función vital y supervivencia se entrelazan con el amparo hacia los ...
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EJE 3 LAS RELACIONES PEDAGÓGICAS ENTRE QUIENES ENSEÑAN Y QUIENES APRENDEN: el rol estratégico del directivo Fuente bibliográfica: Entre directores de escuelas primarias Cuadernillo Nº 5 La generación de condiciones institucionales para la enseñanza Pág. 52 1

La institución educativa es aquella arquitectura social elegida por los humanos para recibir a los “recién llegados” y “pasarles el mundo”. No hay educación sin reflexión política: la finalidad de la educación es la continuidad del mundo, pero para ello, será necesario garantizar la función vital de los cachorros (Ana Arendt); y este es un tema de responsabilidad política. Función vital y supervivencia se entrelazan con el amparo hacia los más desprotegidos e “invisibles” y se vuelve, actualmente, un imperativo en la agenda de la política pública. 2

Pensar la dirección implica pensar la educación; enseñar remite al trabajo de la recepción, al encuentro entre generaciones, al pasaje y a la transmisión que nos da sentido como sociedad. Ahora bien, no hay pasaje sin encuentro y el encuentro, a partir del cual tiene lugar la transmisión, se realiza entre humanos. 3

No hay encuentro sin solidaridad. Para educar es necesaria la “solidaridad entre las generaciones”. En el tiempo presente, este encuentro intergeneracional adquiere diversas formas y puede desplazarse, en una gama de opciones que van desde lógicas que separan y segregan hasta formas más hospitalarias de vinculación. 4

No hay transmisión sin pasaje. Al pasar se apuesta hacia delante, de esta forma se deposita confianza en poder cambiar algo. Por eso, todo educador es un “jugador de postas”. Si ingresamos en la metáfora observa vemos que en el juego de postas se lleva un “testimonio” en la mano, y al alcanzar al compañero se lo entrega “en mano” y “sin que se caiga” para luego llevarlo hasta el próximo relevo. 5

Hacia el interior de las instituciones educativas, es necesario que los colectivos docentes se encuentren implicados en los procesos de producción del conocimiento. Es en este sentido que los directivos pueden impulsar que las escuelas se vuelvan comunidades de docentes que avancen en su desarrollo profesional. Las experiencias alrededor de construir escrituras y narrativas sobre las prácticas pedagógicas se mueven en esta dirección. 6

Afirmamos, así, que es tarea del directivo favorecer tanto la producción de conocimiento en las escuelas como la formación continua de los docentes en su ámbito de trabajo. Un docente que continúa aprendiendo enseña mejor y comprende el lugar del alumno porque él también lo es. Por ello, es importante que la escuela se vuelva un centro de aprendizaje y el colectivo docente una comunidad que aprehende cooperativa y horizontalmente. Recuperar la dimensión colectiva del trabajo docente se vuelve una prioridad para la gestión directiva. 7

Algunas estrategias Las palabras inciden en el “bienestar” del clima institucional, por ello es tan importante crear condiciones que posibiliten, aseguren y sostengan lo que llamamos espacios de palabras plurales. Estos espacios promueven, entre otros mecanismos, la conformación de canales y circuitos para que circule la palabra –para que el otro hable– y se ensayen estrategias concretas que privilegien una comunicación horizontal y participativa. La ecuación es clara, pero no por ello sencilla: a mayor circulación de palabra, menor nivel de malestar institucional. 8

Los proyectos y acciones que tienen por objetivo dar y tomar la palabra son espacios privilegiados para promover la participación y la gestión de doble vía. Una vía en nuestras instituciones es el recorrido de “arriba hacia abajo”. De allí, por ejemplo, la expresión: “bajaron este documento”. Asimismo, el tránsito de “abajo hacia arriba” se representa en el dicho “hay que elevar”. Proponemos aquí un doble movimiento: de arriba hacia abajo y de la base hacia la cúpula. 9

Al mismo tiempo, un tercer movimiento, horizontal, entre pares, con menos desarrollo en las escuelas, es el que permite las construcciones colectivas. Trabajar en pos de que circulen las palabras en la escuela promueve la lectura, invita a entusiasmarse con ella. En síntesis, dar y tomar la palabra entre los docentes facilita también ofrecer a los alumnos espacios donde puedan, como expresa Perla Zelmanovich, “ensayar al amparo de los adultos formas de vivir en comunidad”. 10