EFESIOS: Temas seleccionados 01 INTRODUCCIÓN Y PANORAMA DE LA EPÍSTOLA A LOS EFESIOS Por Samuel Evora Usado con permiso SU SINGULAR PUESTO EN EL CANON J. A. Mackay, habla de Efesios “como de la esencia destilada de la religión cristiana, por el compendio más autorizado y más consumado de nuestra fe cristiana”. Otros, como John Stott la denomina la reina de las epístolas. En cierta manera, Efesios es una típica epístola paulina: la salutación, la acción de gracias, el desarrollo de la doctrina seguido por la aplicación de esta doctrina como nuestro deber, y los saludos de despedida. Pero Efesios, aunque es genuinamente una carta, es casi como un sermón o incluso como un servicio cristiano con oraciones y una doxología. Forma parte de las cartas paulinas del Nuevo Testamento junto a otras doce. PATERNIDAD LITERARIA Por lo que se refiere a la evidencia externa de que Efesios es una epístola paulina auténtica, el argumento es sólido y fuerte. Ninguna otra epístola paulina ha tenido una corriente tan temprana y continuada de testigos, comenzando con Clemente de Roma, Ignacio, Policarpo y Hermas, y prosiguiendo con Clemente de Alejandría, Ireneo e Hipólito. Marción la incluyó en su “canon”, aunque llamándola “Laodiceanos”. El Canon de Muratori también registra Efesios como de Pablo. La evidencia interna incluye el hecho de que el autor dice en dos ocasiones que es Pablo (1:1 y 3:1), y el contenido de la carta es tan similar (en algunos aspectos) a Colosenses que debieron ser escritas en un tiempo cercano. La estructura de Efesios, como se ha mencionado, es típicamente paulina. FECHA Y LUGAR DONDE SE ESCRIBIÓ Efesios junto con Colosenses, Filipenses y Filemón es una de las llamadas ‘Epístolas de la Cárcel’. Pablo escribió esta epístola desde la cárcel (3:1; 4:1; 6:20). Si esas observaciones se refieren a su encarcelamiento en Cesarea (Hch. 24:27), la carta habría sido escrita alrededor del 57-59 d.C. Si se refiere a su encarcelamiento en Roma (Hch. 28:30), cosa más probable, la carta fue escrita alrededor del 60-62 d.C., por cuanto no expresa esperanza de liberación, fue probablemente escrita justo después de su llegada a Roma, mientras estaba encarcelado en su propia casa alquilada (Hch.28:30). DESTINATARIOS Las palabras “en Éfeso” (1:1) están ausentes en algunos importantes manuscritos griegos. Esto, junto al hecho de que en la carta no aparecen saludos personales ni se trata acerca de ningún problema eclesial específico, ha llevado a pensar que Efesios fue originalmente una carta circular, enviada a varias de las iglesias de Asia Menor (Ap. 1, 2). Sin embargo, la mayoría de los manuscritos griegos existentes incluyen “en Éfeso”, y ninguno de esos manuscritos indican otro destino. Puede que Efesios hubiera sido pensada como carta circular, pero enviada primero a Éfeso, la principal ciudad de Asia, donde Pablo había tenido su base cuando ministraba por toda la región (Hch.19:10). Tras haber recibido un buen informe acerca de esas iglesias (1:15), y oyendo que Tíquico (6:21) estaba listo para emprender viaje a Éfeso, Pablo aprovechó la oportunidad para enviar una carta.
TRASFONDO Después de Roma, Éfeso era la ciudad más importante que Pablo había visitado en sus viajes misionero. Antigua ciudad de Jonia (territorio griego en la costa oeste de Asia Menor), cerca de la actual ciudad turca de Izmir, y la principal ciudad de la provincia romana de Asia. Era una populosa ciudad portuaria en la desembocadura del río Caístro. Sirvió como punto de partida de las rutas comerciales hacia el interior de Asia Menor, convirtiéndose en un importante centro comercial, político y religioso. Tenía dos grandes maravillas arquitectónicas: el templo de Diana o Artemisa (una de las siete maravillas del mundo antiguo) y un teatro de 50,000 asientos (Hch.19:29). También tenía un estadio para carreras donde a menudo tenía lugar enfrentamientos entre hombres y bestias feroces (véase 1 Co. 9:24-25; 15:32; palabras escritas desde Éfeso). La ciudad siguió siendo un centro importante en los primeros momentos del cristianismo, y su monumento cristiano más grandioso fue la basílica de San Juan Evangelista, del siglo IV, lujosamente reconstruida por el emperador bizantino Justiniano I a principios del siglo VI. Pablo visitó Éfeso durante su segundo viaje, visita que fue interrumpida por su apresuramiento en volver a Jerusalén (Hch.18:19-21). Volvió a visitar la ciudad en su tercer viaje y permaneció allí durante tres años (Hch.19, 20). Posteriormente envió a Timoteo a Éfeso como su representante apostólico. Después de la muerte de Pablo, el apóstol Juan hizo de Éfeso su centro de actividad hasta su muerte, en cuyo tiempo la iglesia en Éfeso había perdido “su primer amor” (Ap. 2:1-7). CONSIDERACIONES GENERALES Un panorama de la epístola posibilita sintetizar las principales ideas que son expuestas por Pablo. Como se pude observar en el bosquejo, la epístola se divide en dos grandes secciones, una, del capítulo 1 al 3, la otra, del 4 al 6. En la primera sección, se presenta lo que Dios ha hecho a favor de todos hombres, tantos judíos como gentiles. Se inicia por las bendiciones otorgadas por Dios a los creyentes. Una salvación por gracia que lleva a una nueva unidad en Cristo de judíos y gentiles. Terminando en develar el misterio que ha estado oculto y que ahora se ha manifestado a los gentiles en Cristo por medio de la proclamación del evangelio. En la segunda sección de la epístola, el enfoque cambia radicalmente. Ahora el énfasis es en la práctica de la nueva vida en Cristo. Inicialmente el llamado es a guardar la unidad de los creyentes, después se hace una relación de los principales distintivos en todas esferas de la vida cristiana y, por último, instrucciones de cómo el creyente puede permanecer firme ante los embates de sus enemigos. La línea de pensamiento de Pablo en la epístola, ayuda a comprender cada sección de la misma. El argumento principal se enfoca en que los creyentes puedan conocer las cosas hechas por Dios para otorgarles una salvación tan grande. Motivando posteriormente, este conocimiento de Dios y su obra, a vivir una nueva vida en Cristo en consecuencia a lo que ha hecho Dios. Es decir, apropiarse de tal conocimiento es el principal incentivo para vivir dignamente a la altura del llamado de Dios. En forma preliminar se quiere considerar una palabra que es usada en 1:18 y en 4:1 y 4, esta es ‘llamado’, la cual es una especie de bisagras sobre la cual gira el argumento principal de la carta. Por otras referencias1 en el Nuevo Testamento, se sabe que Dios no llama por fuerza o por capricho, sino que lo hace con un propósito y las referencias en Efesios no son la excepción. Efesios 1:18 dice “para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado”. Pero, ¿cuál es esta esperanza a que Dios está llamando? Una vez entendido esto se puede valorar el llamado de Dios. 1
Ro. 11:29; 1 Co. 1:26, 7:20; Fil. 3:14; 2 Ts. 1:11; 2 Ti. 1:9; He. 3:1 y 2 P. 1:10.
John Stott, define muy bien la esperanza a que él nos ha llamado, al decir que Dios “Nos llamó a Cristo y a santidad, a libertad y a paz, a sufrimiento y a gloria…a una vida nueva en la que conocemos, amamos, obedecemos y servimos a Cristo… y miramos más allá de nuestros sufrimientos presentes hacia la gloria que será revelada algún día”. Por su parte, William MacDonald opina que la esperanza de su llamamiento señala exclusivamente al futuro. A todo lo que Dios planeó de antemano para que el creyente fuese como Cristo y reinase con él. La inclinación del autor es hacia el punto de vista de John Stott, una esperanza con más implicaciones en el presente, aunque no se descarta la perspectiva del futuro. Este mismo punto de vista lo sostiene Hendriksen. Después de leer la carta, se percibe que en 4:1, hay un giro en las palabras de Pablo. El llamado hecho por Dios a los creyentes es el punto de partida para rogar un comportamiento que corresponda dignamente con ese llamado. Por lo cual se afirma, una vez más, que conocer el maravilloso plan de salvación para la humanidad redundará en una conducta conforme al llamado de Dios. Por su parte, Hendriksen dice acertadamente que el “comportamiento esté a la altura de las responsabilidades que su nueva relación con Dios les ha impuesto y de las bendiciones que este efectivo llamamiento ha traído sobre ellos”. EXPRESIONES SIGNIFICATIVAS DE LA CARTA “En” se repite alrededor de 90 veces. Recalca la unión del creyente con Cristo en su muerte, resurrección, ascensión e intercesión presente. El hecho de la posición del creyente “en Cristo” cala hondo en el pensamiento de toda la epístola. “Gracia” se repite 12 veces; pone así de manifiesto que esta epístola es una exposición “del evangelio de la gracia de Dios”. “Espiritual” (o Espíritu) se repite 18 veces; ello de por sí define la índole de la verdad que la epístola procura demostrar y el ámbito de vida en el cual se mueven los cristianos. “Cuerpo” se repite 9 veces. Es una metáfora que describe nuestra posición al estar unidos con Cristo (Capítulos 1-3). “Andar” se repite 7 veces. Nuestro andar significa nuestro comportamiento como partes integrantes del cuerpo de Cristo, y la manera en que actuamos en unión con él, que es la cabeza. Este concepto constituye el centro en torno al cual gira la exhortación práctica de la epístola. “Lugares celestiales” se repite 5 veces, clara evidencia de la enaltecida esfera de la posición del creyente en Cristo, en el ámbito de su andar y de su lucha. “Misterio” se repite 7 veces. El término no indica algo inescrutable, sino una verdad escondida, mantenida en secreto hasta que llegue el momento de ser revelada según los designios divinos. RASGOS SINGULARES o o o • o
Efesios no trata de ningún problema específico de la iglesia. Es una de las menos personales de las cartas de Pablo. Apenas hay salutación personal, y solo aparecen dos nombres personales: Pablo y Tíquico. Pablo usa tres importantes figuras del lenguaje para ilustrar nuestra unión Cristo: • Cuerpo(1:22,23; 4:15) • Esposa (5:25-32) Edificio (2:21-22) El contenido de 78 (50%) de los 155 versículos en Efesios se repiten en Colosenses con solo ligeras diferencias; 78 (82%) de los 95 versículos de Colosenses se asemejan a Efesios ♣ Ambas epístolas destacan la relación entre Cristo la cabeza y la iglesia que es su cuerpo. Efesios destaca el cuerpo, mientras que Colosenses recalca la cabeza.
PASAJES DE REFERENCIA ACERCA DE ÉFESO EN EL NUEVO TESTAMENTO ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣ ♣
Hechos 18:19-21 Hechos 18:24-28 Hechos 19:1-22 Hechos 19:23-41 Hechos 20:13-16 Hechos 20:17-38 1y 2 Timoteo Apocalipsis 2:1-7
(Primera visita de Pablo en su segundo viaje misionero) (Apolo predica en Éfeso) (En su tercer viaje misionero Pablo llega a Éfeso) (El alboroto en Éfeso) (Viaje de Troas a Mileto) (Discurso de despedida de Pablo en Mileto) (Epístolas escritas a Timoteo siendo pastor en Éfeso) (Carta a la iglesia de Éfeso)
BOSQUEJO DE EFESIOS EFESIOS: DIOS OFRECE NUEVA VIDA 1. DIOS DA A CONOCER TODO LO QUE HIZO A FAVOR DE LA NUEVA VIDA (1:1-3:21). 1.1. Los santos y fieles reciben saludos (1:1-2). 1.2. Dios bendice a los creyentes en Cristo (1:3-14). 1.2.1. Dios muestra su propósito (1:3-6). 1.2.2. La redención es a través de Cristo (1:6-12). 1.2.3. Espíritu Santo sella al creyente (1:12-14). 1.3. Se pide para que los creyentes tengan conocimiento de Dios (1:15-23). 1.3.1. Se da gracias por el amor de los creyentes (1:15-16). 1.3.2. La petición es para que obtengan conocimiento de Dios (1:17-19). 1.3.3. Cristo tiene autoridad y señorío (1:20-23). 1.4. Dios salva por gracia (2:1-10). 1.4.1. La vida pasada estaba en estado de muerte y pecado (2:1-3). 1.4.2. Salvos por la gracia de Dios (2:4-10). 1.5. Dios une en Cristo a judíos y gentiles en un solo pueblo (2:11-22). 1.5.1. Los gentiles estaban sin Cristo y sin esperanza (2:11-12). 1.5.2. En Cristo se unen en un solo pueblo, judíos y gentiles (2:13-22). 1.6. El ministerio de Pablo anuncia y aclara el misterio del evangelio a los gentiles (3:1-13). 1.7. Se pide por fortaleza y conocimiento del amor de Cristo (3:14-21). 1.7.1. La petición es por fortaleza interior (3:14-16). 1.7.2. La petición es por comprensión y conocimiento del amor de Cristo (3:17-19). 1.7.3. La gloria es para Dios (3:20-21). 2. DIOS LLAMA A VIVIR LA NUEVA VIDA EN CONFORMIDAD A LO QUE HA HECHO (4:1-6:24). 2.1. El llamado es a vivir guardando la unidad (4:1-16). 2.1.1. La doctrina unifica a los creyentes (4:1-6). 2.1.2. Cristo entrega dones para edificar la iglesia (4:7-13). 2.1.3. La unidad en la iglesia trae buenos resultados (4:14-16). 2.2. Los distintivos de la nueva vida en Cristo (4:17-5:21). 2.2.1. Se exhorta a vivir la nueva vida (4:17-32). 2.2.2. La nueva vida se vive en amor y luz (5:1-14). 2.2.3. La sabiduría es una característica de la nueva vida (5:15-21). 2.3. La nueva vida se refleja en las relaciones interpersonales (5:22-6:9). 2.3.1. El matrimonio debe reflejar la nueva vida (5:22-33). 2.3.2. Las relaciones entre padres e hijos deben reflejar la nueva vida (6:1-4). 2.3.3. Las relaciones entre amos y siervos deben reflejar la nueva vida (6:5-9). 2.4. Los creyentes deben estar firmes y preparados ante el enemigo (6:10-20). 2.4.1. La armadura de Dios protege al creyente (6:10-17). 2.4.2. Se exhorta a la oración (6:18-20).
2.5. Se dan las instrucciones y saludos finales (6:21-24). 2.5.1. Tíquico hará saber lo que hace Pablo (6:21-22). 2.5.2. El saludo final confirma la paz y el amor de Dios (6:23-24). ////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
EFESIOS: Temas seleccionados 02 DIOS OBRANDO PARA NUESTRA SALVACIÓN OBJETIVOS a. Llegar a conocer a Dios en una forma más íntima. b. Entender lo que Dios ha hecho para salvarnos y para unirnos en su iglesia. c. Sentir profunda gratitud a Dios y disfrutar el privilegio de ser su hijo y miembro del cuerpo de Cristo: la iglesia. d. Evaluar mis valores y prioridades y comprometerme con Dios para glorificarle cada día por medio del servicio a las demás personas. e. Hacer los reajustes que sean necesarios en mi vida (la santidad, las relaciones, el hablar, el matrimonio, la familia) para demostrar con mis acciones, palabras y pensamientos mis creencias y convicciones de Dios y su doctrina. INTRODUCCIÓN Hace años el diario Los Ángeles Times divulgó la historia de una pareja de ancianos que fueron hallados muertos en su apartamento. Las autopsias revelaron que ambos habían fallecido a causa de una desnutrición aguda, aunque los investigadores encontraron unos 40 mil dólares en su ropero. Por muchos años Hetty Green fue considerada la mujer más tacaña de USA. Cuando murió en 1916 dejó una fortuna de 100 millones de dólares. No obstante, era tan miserable que prefería comer avena fría para ahorrar el gasto de calentar agua. En una ocasión su hijo se fracturó la pierna, y se demoró tanto en buscar un hospital con atención gratuita que le tuvieron que amputar la pierna. Esta epístola de los Efesios es escrita para cristianos que tienen la tendencia de tratar sus recursos espirituales de forma similar a los ejemplos anteriores. Hoy estudiaremos Efesios 1:3-14, uno de los pasajes más elocuentes de la Biblia. Pablo saca a luz las muchas bendiciones que el creyente ha recibido y recibirá. Aprenderemos que la salvación de los hombres es una gran obra divina, desde el inicio hasta el final. En tal sentido, William Barclay afirma que “en Efesios Pablo dice cosas que jamás había dicho antes; su pensamiento recorre un camino que no había recorrido con anterioridad; y es muy natural que necesitara nuevas palabras para exponer nuevos pensamiento”. Esto no afirma que los términos sean exclusivos de Efesios, sino la manera en que se tratan, especialmente su secuencia en el pensamiento de Pablo para revelar la obra de salvación operada por Dios. Esta sección es una doxología trinitaria con la que Pablo alaba y glorifica a Dios por ser la fuente de la salvación. CONTENIDO ⇒ SECCIÓN: 1:3-6 ¿Cuál es la emoción que dominaba el pensamiento de Pablo cuando comenzó esta carta? ¿Por qué sintió así? (1:3) ¬ Bendijo (euvlogi,a|)—1:3
Esta palabra tiene el significado de “alabar, ensalzar, encomiar. Dios ha dado toda bendición al creyente, y lo expresa al hacer uso de esta palabra. Esta “bendición” se asocia más con beneficios espirituales (Hch. 3:26; Ef. 1:3; Gá. 3:8-9), pero el más importante de estos beneficios espirituales tiene que ver con bendición salvadora (Ef. 1:3; 1 P. 3:9). Estas bendiciones espirituales son principalmente: la elección, la redención, la certificación de herederos, etc. Esta palabra expresa categóricamente una buena intención en Dios hacia los creyentes. Dios bendice por su hablar y especialmente al otorgar beneficios espirituales que se resumen en la salvación del hombre pecador. Ayuda, además, a comprender los beneficios en los propósitos de Dios, que siendo santo y sin ninguna relación con el pecado desea dar lo mejor para el hombre. Esta bendición de Dios para el hombre básicamente es la salvación de sus pecados. La expresión "lugares espirituales" no implica que la salvación ha cambiado el lugar físico, geográfico del creyente, pero sí nos ha cambiado en la esfera espiritual de nuestra relación con Dios. Somos ahora personas que pertenecemos al reino celestial. Espiritualmente estamos ubicados en la presencia de Dios. Los lugares celestiales, dice John MacArthur, abarcan toda la extensión del reino sobrenatural de Dios, su dominio y el alcance pleno de su operación divina. Los creyentes existen en dos niveles o ciudadanías. Vivimos en la tierra, pero en Cristo está nuestra ciudadanía primordial en los cielos. Cristo es nuestro Señor y Rey, y nosotros ciudadanos de su reino, los lugares celestiales. ¬ Escogió (evkle,gomai)—1:4 Esta palabra se puede entender indistintamente como escoger o elegir. Aunque también expresa la idea de tomar o escoger algo de (para sí mismo). Para entender bien esta palabra, entonces, hay que establecer que su fuente y su causa es Dios Padre; por lo tanto, dice G. M. Salvati que “la elección y los elegidos son el testimonio vivo del amor infinito del Padre clementísimo”. Por otro lado, amplía MacDonald que la palabra “deja a Dios ser Dios. Él es soberano, es decir, puede hacer como le plazca, aunque nunca le place nada injusto”. No hay normas en las que se pudiera enmarcar a Dios a la hora de hacer su elección. Sólo se puede aseverar que él basa su elección “únicamente en su decisión libre, en su amor, que no está ligado a circunstancias espacio-temporales concretas. Aquí radica el sentido más profundo de la afirmación de Ef. 1:4”, asevera L. Coenen. No se define claramente los que son objeto de tal elección, pero que se puede conocer a través de la cláusula de propósito “para que fuésemos santos y sin mancha delante de él”. Pablo, no dice que Dios eligió porque supo de antemano que serían santos, sino que la elección no fue condicionada a méritos vistos ni siquiera a una fe conocida previamente. La elección, por lo tanto, es la raíz de la salvación y no su fruto. Como ya se ha visto la elección de Dios está estrechamente ligada a Cristo y tiene que ver con todo lo que él ha hecho con respecto a la salvación y la seguridad de la misma. Esta elección hecha por Dios en la eternidad es el origen de todo el proceso y la razón final de la salvación del hombre pecador. Los frutos que se observan en el hombre que ha sido salvo son una prueba fehaciente de la elección amorosa de Dios, elección que ocurrió en Cristo antes de la fundación del mundo y que tenía por propósito que los elegidos fueran santos y sin mancha, y a su vez ser adoptados como hijos por Dios. ¬ Voluntad (qe,lhma)—1:5 Tres veces aparece esta palabra del 1:5-11. Se percibe un matiz distinto de significados, pero a la misma vez se puede captar toda la dimensión de la palabra usada por Pablo. En el 1:5, la palabra expresa buena disposición y delicia, por su parte en el 1:9, voluntad de acuerdo a su inclinación, en este caso de Dios. Mientras que en el 1:11, el significado se capta “por designio o, en otras palabras, por decisión de Dios”.
La concepción de la voluntad de Dios es la base y propósito de salvación. De este designio divino ha salido la resolución de salvar al hombre que está alejado de la presencia de Dios. La voluntad de Dios comunica la idea de su acción: es un designio o inclinación. Pero esta acción de Dios es con complacencia o deleite. La condición humana de pecado ha hecho que la voluntad de Dios despliegue con beneplácito la resolución de salvarle. Si el hombre goza de salvación es porque Dios tuvo el placer de decidirlo. En 1:6, se define el tercer propósito de Dios al escoger al individuo: Para alabanza de la gloria de su gracia. (1. Santos y sin manchas; 2. Ser adoptados como hijos) ¿Qué enseña esto al cristiano sobre la actitud que él debe tener? ⇒ SECCIÓN: 1:6-12 Según v. 7, ¿Qué hizo Cristo por nosotros? Aunque la salvación es gratis, ¿qué le costó a Dios? ¬ Redención (avpolu,trwsij|)—1:7 Esta palabra puede tener también el matiz de “liberación, salvación, remisión o rescate”. Procede de una raíz que describe más bien el acto de la liberación desde el punto de vista de la supresión de las ataduras mediante la acción de desatarlas, o también desde el punto de vista del rescate mediante la entrega de algo a cambio. Esta liberación o redención implica en primer lugar, emancipación de la maldición del pecado, es decir, de la culpa, castigo y del poder del pecado (Jn. 8:34; Ro. 7:14; 1Co. 7:23; Gá. 3:13) y, en segundo lugar, restauración a la verdadera libertad (Jn. 8:36; Gá. 5:1) en Cristo. Por lo cual no existía otra forma posible para salvar al pecador que la muerte en la cruz. La justicia de Dios tenía que ser satisfecha demostrando el propósito de esta redención al ser liberados del pecado. Fue con este fin fijo en su mente y corazón que Cristo derramó su sangre y murió en la cruz. William Hull, hace una comparación entre el rescate operado por Cristo y el rescate que en el mundo antiguo se hacía. Él parte de que el rescate que Cristo dio a favor de muchos no era una sensación sentimental de su corazón, sino un hecho concreto en una cruz (porque ofreció su vida). En el mundo antiguo, continúa Hull, se les pagaba a los dioses paganos para liberar a los esclavos. Pero su benevolencia era una ficción ya que el esclavo había trabajado para ahorrar su propio rescate y, por lo tanto, en realidad se había redimido a sí mismo. Pero así no pasó con el creyente, sino que Cristo lo pagó todo. Francisco Lacueva, aporta luz sobre el asunto al declarar que todos han sido redimidos porque por todos fue pagado el precio, pero no todos son liberados o salvados porque no todos prefieren la libertad (2 P. 2:1). Cristo no efectuó en el Calvario la salvación de nadie en particular, sino que proveyó salvación para todo aquel que cree. Esta es la condición –creer. Si se acepta la palabra de Dios, hay que reconocer que el hombre cree en el evangelio o lo rechaza libremente. •
Según v. 10 ¿Cuál es el plan de Dios en el futuro cuando él cumpla sus propósitos?
"Reunir en Cristo" implica que el pecado ha causado la desintegración de todas las cosas - de la naturaleza, el medio ambiente, las naciones, las relaciones interpersonales, las familias, la personalidad del individuo. Dios, por medio de Jesucristo, está reuniendo lo que el pecado ha separado y destruido. La muerte y la resurrección de Cristo no sólo nos redime, sino que impactará todas las cosas en el universo. ¬ Tuvimos herencia (klhro,w)—1:11 Esta palabra se usa únicamente en 1:11. La forma verbal usada por Pablo es un A-P-I, expresa la idea de recibir una herencia distribuida por suerte. Hendriksen define que los herederos son aquellos que, sin contar
con méritos personales, reciben derecho a todas las bendiciones correspondientes a la salvación en Cristo Jesús, y que jamás les serán quitadas. Finalmente, esta palabra significa que al creyente se le ha asignado o repartido algo por suerte. Dios es quien ha decidido otorgar esta herencia, el creyente no ha hecho nada para recibirla, ni siquiera posee méritos. Prueba de ello es el uso del verbo en voz pasiva. Al ser salvo, el hombre recibe como herencia todas las bendiciones correspondientes a la salvación que ofrece Dios por medio de Cristo. • Según 1:12, ¿Cuál es el propósito de Dios en la vida de cada cristiano? Para alabanza de su gloria. ⇒ SECCIÓN: 1:13-14 El Padre nos escogió. El Hijo murió para proveer nuestra redención. Entonces, ¿quién vino a nuestras vidas para ser el sello? ¬ Fuisteis sellados (sfragi,zw)—1:13 En el mundo antiguo en general, el sello se usaba para identificar las cosas mediante un signo, pudiendo denotar el instrumento que imprime la marca o la impresión que se hace. Pero el significado distintivo es jurídico. Schippers argumenta que el propietario sella lo que posee (sus animales, sus esclavos), y así define su propiedad contra la enajenación o el robo. En este sentido se le puede calificar de signo de protección o de garantía. Pablo, usa la frase con el significado de sellar. Es una forma verbal A-P-I. Enfatizándose que esta acción de sellar se ha hecho sobre el creyente sin que él haga aporte alguno. Pero se realiza después de haber creído en Cristo, aunque hay una acción implícita. El sellar es resultado de creer en Cristo. Willmington comenta que en el momento de la salvación el Espíritu Santo sella o identifica al creyente, “garantizando” su salvación. Esta imagen del sello sugiere varias cosas acerca de la relación del creyente con Dios. Primero, el creyente es propiedad de Dios (1 Co. 6:19-20 y 2 Ti. 2:19). Segundo, el creyente está eternamente seguro (Ef. 4:30). Tercero, la salvación es una transacción consumada (Jer. 32:9-10; Jn. 17:4; 19:30). Por último, el Espíritu Santo es el Espíritu de la promesa (Ef. 1:13; véase Jn. 14:16-17; 16:7, 13; Hch. 1:4-5), porque Cristo prometió que vendría. Kent, declara en una forma consciente y segura que el Espíritu Santo hace que los hombres sean unidos a Cristo y así lleguen a ser participantes en el plan de redención. Pero, añade más adelante, que no se ha de suponer que este sello del Espíritu Santo sea alguna experiencia subsiguiente a la salvación, ni que sea la posesión de solamente algunos creyentes, sino de todos aquellos que han sido redimidos por la sangre de Cristo para siempre. La acción del Espíritu Santo, como se ha referido, garantiza seguridad, propiedad o posesión y autenticidad. Este sello es signo de permanencia en la salvación que ha recibido diciéndole al creyente que pertenece a Dios para siempre y que su relación es auténtica como se sellaban los documentos en la antigüedad. ¬ Arras (avrrabw,n)—1:14 Es una palabra comercial proveniente de las lenguas semíticas la cual significa prenda o depósito. Se usaba para los compromisos matrimoniales o la cuota inicial en la compra de una vaca. Una prenda, que luego es devuelta. Un pago inicial que valida un contrato, o una primera entrega que asegura una terminación posterior (de algo que ha de venir). De acuerdo al contexto donde se usa, las 3 veces (2 Co. 1:22; 5:5 y Ef.1:14), está relacionado con el Espíritu y en 2 Co. 1:22 y Ef. 1:14 a esta relación se añade la palabra sellar. Por lo tanto, el Espíritu Santo se da a los cristianos como la garantía o primera entrega de una futura redención prometida.
Se concluye las consideraciones sobre esta palabra diciendo que se presenta como la garantía o seguridad que da Dios inicialmente por la presencia del Espíritu Santo en el creyente. Dios se comprometió, como en los términos mercantiles de la antigüedad, a dar o completar lo que esta prenda inicial representa. Dios tiene muchas bendiciones para los que han creído en él mediante Jesucristo. No solo en esta vida, sino cuando su gloria se manifieste en esta tierra para siempre. o
Según 1:14, ¿Cuál es el propósito de Dios al sellarnos con el Espíritu Santo? Para alabanza de su gloria.
APLICACIONES • • • •
Tengan un tiempo de oración a solas donde expresen en forma sencilla y breve su gratitud y alabanza a Dios por haberle salvado por su gracia y por haberle dado tantas bendiciones espirituales. Medite sobre los varios propósitos que Dios tiene al salvar al hombre. ¿Cuáles son las implicaciones de cada uno de estos propósitos para su vida personal? ¿Cuál es la bendición, de las tratadas hoy, que más le emociona? ¿Por qué? Si quisiera ayudar a otra persona que no tiene propósito y gozo en su vida, ¿cuáles ideas de este pasaje bíblico le compartiría?
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EFESIOS: Temas seleccionados 03 DIOS NOS DIO VIDA A PESAR DE ESTAR MUERTOS POR EL PECADO INTRODUCCIÓN ¿Será posible que una persona adicta a las drogas pueda salvarse y comenzar una nueva vida? ¿Será posible… mentiroso, chismoso, blasfemo, abusador, depravado sexual, adultero… Tú que ahora eres salvo, ¿cómo era tu vida antes de conocer a Cristo? El cristianismo es esencialmente una religión de salvación. El mensaje principal de toda la Biblia se enfoca en guiar al hombre que está alejado de Dios a esta salvación para que quede libre de sus pecados. Basta una lectura por el A. T. para percibirlo. Por ejemplo, el profeta Isaías dice en Is. 43:11, “Yo, yo, Jehová, y fuera de mi no hay quien salve”. Ya, en el N. T., se declara en Lucas 19:10, “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. En lo que respecta a Efesios, Pablo declara magistral y convincentemente en 2:1-10 los propósitos divinos de salvar al hombre pecador. No importando su condición pasada, sólo si cree en Cristo, la gracia de Dios se manifiesta para salvación. Por un acto de fe el hombre pecador puede comenzar una nueva vida. Precisamente, Efesios se concentra en ayudar al hombre que ha tenido esta experiencia salvadora mostrándole las cosas hechas por Dios para otorgarles una salvación tan grande. Posteriormente le motiva, a base de este conocimiento de Dios y su obra, a vivir la nueva vida en Cristo en consecuencia a lo que ha hecho Dios. En otras palabras, Efesios ayuda a que el nuevo creyente se apropie de tal conocimiento como incentivo para vivir dignamente, a la altura del llamado de Dios. Para ser prácticos y entender mejor Efesios 2:1-10 lo dividiremos en tres partes: • • •
La naturaleza pecaminosa del hombre sin Cristo (1-3) Manifestación de la obra salvífica de Dios (4-6 y 8-9) Propósitos de la salvación (7 y 10)
CONTENIDO ⇒ SECCIÓN: 2:1-3 •
Antes de que una persona llegue a conocer a Jesucristo como su Salvador personal, ¿cómo la califica o describe Dios?
Cuando estamos enfermos, lo que más ansiamos o anhelamos es que el doctor nos dé un diagnóstico claro y preciso de la enfermedad que tenemos, porque sólo así se pueden tomar las precauciones y las medidas curativas. En esta sección, Pablo da un diagnóstico del hombre sin Dios. Conocer esto debe ser una motivación para demostrar la necesidad de tener una nueva vida. •
Según 2:1, antes de conocer a Cristo, ¿cuál es la condición que describe la vida?
Dios habla de "muertos" aquí en el sentido espiritual porque el individuo no tiene todavía una relación personal con Dios a través de Jesucristo. La "muerte" espiritual significa que el individuo carece de la vida espiritual y la presencia del Espíritu Santo que uno recibe cuando entra en una relación íntima con Dios. Muerte, según Ernesto Trenchard, es una muerte ética y espiritual y no física. Pablo eligió dos palabras que ilustran muy bien la condición del hombre sin Dios. “Delito”, significa dar un paso en falso que incluye ya sea cruzar un límite conocido o desviarse del camino correcto. “Pecado”, por su parte, expresa la idea de no dar en el blanco, no alcanzar la medida. Juntas, ambas palabras cubren lo positivo y lo negativo, lo activo y lo pasivo en los aspectos del mal del hombre, es decir, nuestros pecados de comisión y de omisión. Por lo tanto, el pecado no es solamente ambición, materialismo, conducta inmoral y escandalosa, sino también dejar de ayudar al necesitado, no animar o sostener al desvalido, no responsabilizarse con la obra de Dios, en fin, dejar de hacer tantas cosas buenas que no hacemos. •
De acuerdo a 2:2-3, ¿Cuáles son algunas influencias en la vida de la persona que no conoce a Cristo todavía?
La primera influencia es la corriente de este mundo. Según MacArthur, los tres elementos que más caracterizan el sistema actual de este mundo son humanismo, materialismo y sexo ilícito. El humanismo coloca al hombre por encima de todos lo demás. El hombre es la medida y el fin de todas las cosas. Cada hombre es su propio jefe, su propia norma de rectitud y su propia fuente de autoridad. En resumen, cada hombre es su propio dios. El materialismo atribuye un alto valor a cosas físicas, en especial el dinero porque es el medio para adquirir todas las demás cosas físicas. La perversión sexual domina la sociedad occidental moderna como no ha dominado a otras sociedades desde las antiguas de Grecia y Roma. La segunda influencia es lo que Pablo llama el “príncipe de la potestad del aire”. Pero, ¿quién es este príncipe? No es otro que Satanás, el Diablo o como le quieran llamar. Veamos Juan 8:44; 12:31; 14:30 y 16:11. Él opera en el ambiente donde se desarrolla el hombre cautivando con sus mentiras a los desobedientes. Cristo lo venció definitivamente en la cruz (Col. 2:14-15). La tercera influencia son los deseos carnales. Hay que comenzar diciendo que la materia no es mala y mucho menos nuestra constitución física. El hombre es creación de Dios y todo lo que creó Dios es bueno. Ahora bien, por “carne” Hoke Smith entiende nuestra naturaleza no regenerada, el espíritu del hombre que le rige, que le domina y que le pone en contra de los propósitos de Dios.
La “carne” es un término bíblico para referirse, no al cuerpo físico, sino a la naturaleza egoísta y pecaminosa en el hombre. Es bueno aclarar que también el cristiano puede ser influido por el mundo, Satanás y la carne y necesita fortalecerse en la Palabra de Dios, entregarse a hacer la voluntad de Dios y depender del poder del Espíritu Santo para resistir estas influencias. Otra expresión que merece nuestra consideración es “por naturaleza”. Por consideraciones de E. Trenchard, no llegamos a ser pecadores porque hemos pecado, sino que pecamos a causa de ser pecadores “por naturaleza”, es decir, la naturaleza del hombre descendiente de Adán. Toda esta influencia convierte al hombre sin Dios en “hijos de ira”. Es una frase idiomática hebrea para denotar la relación estrecha entre la persona y la característica que se le atribuye como si fuera su padre. Ahora bien, la ira de Dios no es como la del hombre. No es mal carácter, como si pudiera salirse de sus casillas en cualquier momento. No es despecho, ni malicia, ni venganza. Nunca es arbitraria, ya que es la reacción divina a una sola situación, el mal o el pecado. Por lo tanto, es enteramente predecible y no está sujeta a ánimo, antojo o capricho. En conclusión, J. Stott comenta que muerte, esclavitud y condenación son los tres conceptos que Pablo presenta a fin de retratar la perdida condición humana ante Dios. ⇒ SECCIÓN: 2:4-6 Y 8-9 Después de describir la terrible condición moral y espiritual del hombre, Pablo hace un giro e introduce la acción misericordiosa de Dios. Emplea una conjunción adversativa (pero) que señala un cambio radical en la situación. Estábamos muertos y, por lo tanto, éramos incapaces de salvarnos a nosotros mismos; sólo la “misericordia” podía alcanzar al indefenso, porque “misericordia” es amor para el que está abajo. Estábamos bajo la ira de Dios; sólo el “amor” de Dios podía triunfar sobre la ira. No merecíamos nada de la mano de Dios más que su juicio por nuestros delitos y pecados; sólo la “gracia” podía rescatarnos, ese favor inmerecido. La expresión “con que nos amó” se refiere a un punto decisivo en la historia en que algo pasó. ¿Qué fue? La muerte de Cristo en la cruz o la resolución de Dios de entregar a su Hijo en nuestro lugar y que materializó en la cruz. Nadie más hubiese podido amarnos, nadie más hubiese querido amarnos, sino solo Dios. •
Según 2:5 y 6, ¿qué hace Dios cuando una persona confía en Jesucristo y es objeto de su amor y misericordia?
La acción de Dios se basa en tres eventos históricos de la obra salvífica de Cristo: o o o
Darnos vida juntamente con Cristo, 2:5 Juntamente con Cristo nos resucitó, 2:6 Nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo, 2:6
Todas estas acciones de Dios tienen su paralelo o antecedente en Efesios 1:3, 20. Todo es con Cristo. No tenemos nada con Dios fuera de Cristo. Tenemos vida y posición con Dios en Cristo. Éramos repugnantes, muertos a causa del pecado, pero Dios, a pesar de todo, nos amó y nos transformó en lo que somos hoy: hijos exaltados que hemos comenzado a experimentar la vida de la edad futura por anticipado. •
Según 2:8, ¿cuál es la parte que hace el hombre o la mujer para responder al amor de Dios?
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En su opinión, ¿por qué no puede depender la salvación de los esfuerzos humanos? O sea, ¿por qué tiene que ser un regalo la salvación eterna?
La salvación es por gracia por medio de la fe. Es por gracia porque es un favor que no merecemos de parte de Dios. Es por medio de la fe porque confiamos plenamente en Cristo, ya que él tomó sobre sí mismo nuestros pecados y culpabilidad; él murió en nuestro lugar; sólo a través de Jesucristo podemos ser perdonados, recibir la nueva vida y ser aceptados por Dios. Por lo tanto, fe no es obra; sino más bien una actitud o espíritu de confianza en Jesucristo y su obra redentora en la cruz. Es aquella disposición que abre la mano para recibir lo que Dios ofrece en amor. •
¿A qué se refiere el pronombre demostrativo “esto” en 2:8?
¿Será a la gracia? O ¿Será a la fe? Tal pareciera que a ninguna de las dos. En el griego las palabras “gracia” y “fe” son de género femenino, entonces no concuerdan con “esto” que es de género neutro. Entonces, ¿a qué se refiere? Parece que lo más lógico es que refiera a toda la experiencia de salvación por gracia, por medio de la fe; que toda esta experiencia es de Dios y no es de nosotros. En 2:6 y 8 se afirma que “sois salvos”. Esta expresión es un participio perfecto pasivo en griego, lo cual enfatiza las consecuencias permanentes de la acción salvadora de Dios en el pasado. Como si dijera Pablo: “Vosotros sois pueblo que ha sido salvado y permanece salvo para siempre”. ⇒ SECCIÓN: 2:7 y 10 •
De acuerdo a 2:7 y 10, ¿cuáles son los propósitos de Dios al darle nueva vida al creyente?
La expresión “siglos venideros” es muy debatida en cuanto a su significado y está relacionada con el primer propósito de Dios al salvarnos. Lo más probable es que se refiera de manera específica a la eternidad. Dios se glorifica bendiciéndonos por toda la eternidad con “toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (1:3) y al concedernos su gracia y bondad sin límite. El cielo entero le glorificará a causa de lo que ha hecho por nosotros (Ap. 7:10-12). Nuestra salvación, según H. Smith, no termina en nosotros, sino que todo es para Dios. En los siglos venideros estaremos delante del universo y de sus seres que lo habitan, y seremos la exhibición principal del amor y de la gracia de Dios para la alabanza de su gloria. Somos para él. Una persona no llega a ser cristiana por medio de las obras humanas, sino con el fin de cumplir las buenas obras. Las obras son fruto y consecuencia de la salvación, no la causa de la salvación. Las buenas obras dan evidencia de la nueva vida. La salvación es creación, re-creación, creación nueva, y nada de esto tendría sentido si no consideramos que hay un creador: Dios. Pablo juega con las palabras "obras" y "hechura" en 2:9-10. En vez de poder "hacer" cosas que impresionan a Dios, el hombre necesita ser "hecho (creado) de nuevo" por Dios. El muerto no puede hacer nada para Dios, sino hasta tener la nueva vida. Las buenas obras fluyen de lo que Dios ha hecho en nosotros, y no que la obra de Dios fluya de nuestras acciones. El segundo propósito de Dios al salvarnos, por lo tanto, es que nos ocupemos en buenas obras preparadas por él. Se debe aclarar que "buenas obras" no son únicamente obras de caridad. Las buenas obras son obedecer todo lo que es la voluntad de Dios, hacer todo lo que glorifica a Dios: vivir una vida de santidad, usar nuestras capacidades y talentos para servir a Dios, ser buenos hijos, esposos y padres, trabajar con esmero y honradez, etc. Dios es glorificado en que llevemos mucho fruto (Juan 15:8). El verso 2:10 termina como comenzó el 2:1-2 con la frase idiomática hebrea para referirse a nuestra manera de vivir. Primero, andábamos en delitos y pecados, pero ahora andamos en buenas obras que Dios ha planeado para que las hiciésemos demostrando que somos salvos para su gloria.
APLICACIONES •
Reflexiona si has confiado en Cristo como tu Salvador o si estás confiando en tu participación en la religión, en la moralidad, en buenos modales o en tu honradez, etc.
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Los cristianos debemos reflexionar si nuestras actitudes, hablar y conducta, manifiestan la nueva vida que está dentro de cada uno. Si no, ¿cuál es el problema? ¿Estás permitiendo que el mundo, Satanás y la carne influyan? O ¿es posible que no tengamos la nueva vida? ¿Cuáles son algunas de las buenas obras por las cuales Dios nos ha creado? ¿Las estás cumpliendo?
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EFESIOS: Temas seleccionados 04
EL LLAMADO ES A VIVIR LA NUEVA VIDA GUARDANDO LA UNIDAD INTRODUCCIÓN Ilustración 1: Cuando una persona es parte de cualquier organización o institución, se obliga por voluntad propia a vivir y actuar de conformidad con las normas del grupo al que pertenece. Acepta sus metas, objetivos y normas como suyas. Ejemplo de ello, un ciudadano está obligado a obedecer las leyes de su país, un empleado está obligado a trabajar conforme a las reglas, parámetros y propósito de su empresa. En fin, la sociedad no podría operar sin esa clase de obligaciones. De igual forma, al recibir a Cristo como Salvador personal, nos convertimos en ciudadanos de su reino y miembros de su familia. A la misma vez que recibimos bendiciones y privilegios también recibimos obligaciones. El Señor espera de nosotros que actuemos como las personas nuevas que somos ahora en Jesucristo. Él espera que sus normas, propósitos, deseos y naturaleza se conviertan en nuestras. Una definición simple de vida cristiana: es el proceso de convertirnos en lo que somos. La vida cristiana es una vida de práctica. Pero la práctica correcta siempre debe estar basada en los principios correctos. Es imposible tener un estilo cristiano de vida sin conocer las realidades de la vida que Cristo ha dado. Ilustración 2: El gran maestro Arturo Toscanini, en una ocasión, se puso delante de la orquesta y dijo: “nada soy yo, Toscanini; nada son ustedes; Beethoven es todo”. Entendía que la función de aquella orquesta, y de él como director, era trasmitir a los oyentes a Beethoven, para que los oyentes no vieran a Toscanini, ni oyeran a la orquesta, sino a Beethoven. De igual forma, el propósito nuestro es que el mundo no nos vea a nosotros, sino a Cristo, reflejado por la forma en que vivimos la vida cristiana. Hoke Smith comenta que hay algo grande, sublime, a lo cual Dios nos ha llamado. Debemos vivir cada día a la luz de aquel gran propósito de Dios. Nuestro andar diario tiene que regirse por esa cosmovisión que nos llevará a someternos a la luz del propósito eterno de Dios, para purificar nuestros móviles y para santificar nuestros propósitos y metas. Algunos llaman a Efesios 4 "El reglamento interno" de la iglesia, porque Pablo enseña qué deben hacer los líderes y los miembros de la iglesia para mantener la unidad y hacer crecer la iglesia. Aquí está colocada la bisagra que da vuelta a lo que hemos visto hasta aquí, presentando otra arista o el complemento de lo que ha dicho Pablo. Dividiremos en tres secciones Efesios 4:1-16 para el estudio: • •
La doctrina unifica a los creyentes (4:1-6) Cristo entrega dones para edificar la iglesia (4:7-13)
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La unidad en la iglesia trae buenos resultados (4:14-16)
CONTENIDO ⇒ Sección: 4:1-6 “La doctrina unifica a los creyentes” •
Lea por un momento 4:1 y reflexione sobre lo que podría significar la expresión: "andar como es digno de la vocación con que fuisteis llamados".
Pablo, comienza haciendo mención a su encarcelamiento. Era una forma gentil de recordarles a sus lectores lo costoso que puede resultar "andar como es digno de la vocación con que fuisteis llamados". Lo que Pablo pide y demanda ha sido experimentado y vivido por él, ha obedecido en todo y por eso está preso. Pero nada de estas circunstancias cambiaba su compromiso ni su confianza en el Señor. La palabra “digno” se traduce de Axios, cuya raíz significa equilibrar balanza, que esté compensada en ambos lados. El creyente que anda como es “digno” es aquel cuya vida diaria corresponde con su elevada posición como hijo de Dios, su vida práctica concuerda con su posición espiritual. El llamado de Dios hecho a los creyentes en Efesios 1:18 y que se retoma en 4:1, se basa en su elección para salvación y en su amor incondicional. Ahora bien, el desafío de este llamado consiste en vivir la esperanza: una nueva vida en Cristo, la cual incluye santidad, libertad, paz, sufrimiento, amor, obediencia y servicio a Dios. Una vida que no sólo mire el presente, sino que se enfoque en la gloria que será revelada algún día por medio de Cristo. El entendimiento de este llamado se alcanza cuando comenzamos a leer de Efesios 4:1 en adelante y se logra visualizar toda la perspectiva de la vida práctica del cristiano que se presenta en los tres capítulos finales. Se exhorta a vivir de manera digna de la vocación y a comprender la gran meta dispuesta por Dios, la esperanza de su vocación y la riqueza de la gloria de su herencia entre los santos. Ahora bien, el llamado de Dios a vivir una vida plena tiene su base en sus muchas bendiciones que se despliegan en Efesios 1-3. Dios es especial en su trato, aún cuando pide algo lo hace sobre la base de que ha dado antes, la más grande bendición: la salvación. Dios es bondadoso en dar de sí a los hombres, no solo la salvación, sino muchas bendiciones espirituales que se desprenden de una nueva relación consigo mismo y que son consecuencia de la salvación. •
De acuerdo a 4:2-3, ¿cuáles son algunas virtudes o características que deben distinguir al creyente?
Ahora, en cada esfera de la vida del creyente debe manifestarse su verdadera posición “en Cristo” con ciertos rasgos, características o virtudes. Las primeras son la humildad y la mansedumbre (4:2) como cualidades indispensables para las relaciones interpersonales. El creyente en Cristo no vive aislado, sino en comunidad. La gracia recibida debe manifestarse cada día en su ética en el momento de relacionarse con sus familiares o hermanos en la fe. La humildad lleva al creyente en sus relaciones interpersonales a dar crédito a otros por los logros alcanzados; a interesarse en los demás con un amor sincero y a considerar sus logros y fracasos desde una perspectiva divina, en la cual Dios tiene el control y la soberanía. A esto se añade la paciencia (4:2) en las relaciones interpersonales. La expresión dice unos y después otros, indicando que todo comienza por “uno” y no por los demás. Pablo parte de la presuposición de la presencia de faltas y errores en los creyentes, por lo cual hay que soportarse unos a otros, porque ninguno es superior a los demás.
La nueva vida en Cristo, además de manifestarse en las relaciones interpersonales debe manifestarse en la comunidad de fe, el cuerpo de Cristo. Cada creyente es parte esencial de su comunidad local donde adora a Dios, es discipulado y testifica de la obra redentora de Dios por medio de Jesucristo. El énfasis de esta comunidad de creyentes es la unidad, por lo cual Pablo manda a guardar la unidad que ha establecido el Espíritu. Los creyentes no deben trabajar a favor de la unidad, sino guardarla, porque ya existe, ha sido otorgada por el Espíritu. Esto es algo fundamental porque da sentido y razón de ser a la comunidad local, compuesta por personas con costumbres y personalidades distintas. Esta unidad se debe manifestar en la doctrina que han recibido y creído y en el llamamiento en una misma esperanza. No hay mayor prueba a favor de un creyente que ha sido transformado, si manifiesta en su vida cristiana un interés marcado en guardar en medio de su comunidad la unidad que ha establecido el Espíritu de Dios. Pablo enfatiza al hacer o presentar una lista de verdades, convicciones o doctrinas básicas en la que los creyentes deben ser de un mismo sentir. Pablo no dice que nosotros debemos hacer estas cosas, sino que ya existen estas verdades que unen a los cristianos. Si creemos esto, entonces vivamos de acuerdo a ellas y manifestémoslo manteniendo la unidad en su cuerpo: la iglesia. ⇒ Sección: 4:7-13 “Cristo entrega dones para edificar la iglesia” •
¿Qué pudiera destacar de 4:7 en contraste a lo que venimos diciendo? Recuerde que comienza con un “pero”.
Pablo presenta ahora la universalidad y diversidad dentro del cuerpo de Cristo, su iglesia. La conjunción adversativa “pero” nos introduce a un contraste en la unidad del seno de la iglesia. Trenchard, comenta que cada miembro del cuerpo ha recibido la ayuda o capacitación divina (gracia) conforme al don o los dones que Dios le haya dado. Por lo tanto, nadie puede excusarse de contribuir al desarrollo y progreso del evangelio alegando que no tiene ninguna función específica que hacer. Es importante destacar la procedencia de los dones. Aunque el pasaje de 4:8-10 es oscuro y difícil de interpretar, su trasfondo es destacar la vida y obra de Cristo: encarnación, muerte, resurrección y ascensión. Todo esto le dio autoridad y potestad para entregar dones a los creyentes. Pablo, es bien selectivo y solamente presenta cinco dones en 4:11 en contraste con otras listas. Estos dones: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros han sido de mucha polémica, que no pretendemos resolver definitivamente ahora. Muchos le llaman dones, mientras que otros como Hoke Smith, funcionarios en y entre su iglesia. Los dos primeros son y han sido los más controversiales, especialmente por los movimientos apostólicos y proféticos actuales, donde muchos no sólo se autoproclaman apóstoles y profetas, sino que pretenden basar la autoridad de sus palabras en dichos títulos o nombramientos. Por su parte, el ala conservadora, opinan que estos dones no se dan hoy día. Los primeros dos (apóstoles, profetas) fueron muy importantes en el primer siglo (Efesios 2:20 y 3:5). Los apóstoles fueron testigos oculares de la resurrección del Señor Jesucristo y fueron enviados por él como los primeros misioneros y para ejercitar autoridad pastoral en las nuevas iglesias. Con de cursar del tiempo, el desarrollo y avance de la iglesia, quedó como un término para describir a todos aquellos que eran enviados a comenzar o establecer una obra determinada (Ejemplos: Bernabé, Timoteo y Silas). Pero nunca con la autoridad que tenían los doce discípulos y todos aquellos que fueron testigos oculares del ministerio de Cristo y mucho menos representando una línea de autoridad y jerarquía eclesiástica. Los profetas recibieron de manera directa la palabra inspirada de Dios, la cual fue reconocida como tal por el pueblo de Dios. Unos escribieron, otros no. La profecía en el contexto de la Biblia, era más
predicación que predicción. En la actualidad hay que considerar que tenemos la Biblia y que cualquier “profecía” no puede entrar en contradicción con su contenido. Además, ¿qué novedad tiene alardear de una “profecía” como inédita cuando esta escrita en la Biblia? Pero esto no descarta que un creyente pueda declarar una bendición o ministerio para otro creyente. Ejemplo de esto lo tenemos en Timoteo (1 Ti. 1:18). En cuanto a los evangelista, ellos tiene la capacidad especial de amar a los no creyentes, comunicarse con ellos y explicar el evangelio con claridad. Los dos últimos dones: pastores y maestros complementan a los anteriores. En el caso de MacArthur, considera que junto a los evangelistas son los que llevan a cabo ahora el avance del reino de Dios. Calvino, Trenchard y otros opinan que los dones de pastor y maestros son independientes; mientras que otro grupo, entre ellos MacArthur y Stott consideran el don de "pastor-maestro" como uno solo con dos enfoques: el cuidado de la grey y la enseñanza de la Biblia para el crecimiento de los cristianos. •
Por 4:12 y 13, ¿cuál es el propósito de los dones?
El propósito de estos dones no es establecer jerarquía eclesiástica de autoridad, sino perfeccionar, equipar y preparar a los santos o creyentes para que realicen el servicio de extender el reino de Dios. No es algo exclusivo de algunos, sino de todos los creyentes. Sólo así se puede edificar sólidamente el cuerpo de Cristo, su iglesia, y mantener la unidad. A su vez, este trabajo o servicio tiene una meta bien definida: Llegar a la unidad de la fe (el evangelio, la doctrina—todo lo que creemos y proclamamos, 4:4-6). Conocimiento no para salvación, sino pleno o exacto del Hijo de Dios: Jesucristo. No basta creer doctrinas. Hay que conocer por medio de una relación íntima a una persona, la que dio su vida para salvarlos: Cristo. Un creyente maduro, perfecto o completo teniendo el enfoque de la estatura de la plenitud de Cristo. La iglesia en el mundo, dice MacArthur, es Jesucristo en el mundo porque la iglesia es ahora la plenitud de su cuerpo encarnado en el mundo. La aspiración es ser como él y reflejarlo para que otros le puedan conocer y lleguen a ser salvos. ⇒ Sección: 4:14-16 “La unidad en la iglesia trae buenos resultados” •
De acuerdo a 4:14-15, ¿cuáles son las evidencias o resultados de que los miembros de la iglesia están siendo edificados y están creciendo espiritualmente?
El primer buen resultado es estar firme y seguro en la creencia de una doctrina sana y limpia, libre de errores y engaños. El creyente inmaduro, que no conoce la doctrina bíblica cae fácilmente en trampas y propaga el error con mucha facilidad, afectando la iglesia de Cristo y su testimonio en la comunidad. La tendencia actual es presentar un evangelio de fe fácil, donde se canjea y se negocia con Dios para recibir bendiciones. Pero una de las cosas que protestó Lutero, las indulgencias, hoy se ha retomado como una bandera evangélica para atraer personas a las iglesias o simplemente para levantar fondos. El segundo buen resultado es un testimonio de crecimiento y edificación en amor. “Seguir la verdad en amor” es un principio que se aplica a todos los aspectos de la vida y el ministerio o servicio cristiano. Esta expresión, más que otra cosa, enfatiza hablar, relacionarse o actuar conforme a la verdad. Es importante que veamos lo siguiente:
1. Los creyentes de la congregación tienen que estar en armonía para poder edificarse y crecer ("concertado y unido"), 2. Hemos de estar en contacto para que en todas las oportunidades nos ministremos los unos a los otros ("por todas las coyunturas"), 3. Cuando estamos con otros creyentes tenemos la oportunidad y la obligación de ayudarnos mutuamente, según la necesidad de cada uno ("se ayudan mutuamente"), 4. Es esencial que cada creyente esté activo en edificar a otros creyentes ("según la actividad propia de cada miembro"), 5. Este es el plan por el cual Jesucristo edifica a los creyentes y hace crecer la iglesia ("recibe su crecimiento para ir edificándose"), y 6. Toda esta convivencia y este ministerio o servicio dentro del cuerpo de Cristo se lleva a cabo en un ambiente de afecto para otros, buscando el bien de ellos y no “los aplausos” para uno mismo ("ir edificándose en amor"). APLICACIONES o ¿Por qué es tan difícil poner en práctica las cualidades y la conducta que se describen en 4:2-3? ¿Cómo podemos comenzar a reflejar estas características? o ¿Has trabajado para guardar la unidad del Espíritu en la iglesia? ¿Cómo valoras la unidad y la diversidad en la iglesia? o ¿Conoces los dones que te ha otorgado Cristo y le has agradecido por ello? ¿Por qué les es difícil a algunos cristianos servir en la obra del Señor? ¿Qué hay en este pasaje que puede ayudarles o animarles a dar pasos adelante y comenzar a servir? o ¿Cuál es la enseñanza en estos versículos que más le ha ayudado hoy? ¿En qué forma ha podido ud. ayudar a otro cristiano a ser más fuerte espiritual y emocionalmente? ////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////// EFESIOS: Temas seleccionados 05 LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO PARA VIVIR LA NUEVA VIDA INTRODUCCIÓN: Por el estudio que hemos hecho de Efesios ya conocemos sus características principales y sus énfasis. Por lo tanto, no es un tratado acerca del Espíritu Santo, pero encontramos en él, expresiones muy significativas referentes a la persona del Espíritu de Dios y su obra. Por ejemplo: 1:13; 2:18; 3:16; 4:30; 5:18 y 6:18. En esta ocasión queremos prestar atención a 5:18, que es quizás uno de los versículos más mencionados de Efesios, pero no siempre con la interpretación y aplicación correcta. Esto es una motivación seria para estudiarlo y saber como influye su contenido en la nueva vida en Cristo.
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”, es un texto crucial en relación con la vida cristiana, con la posibilidad real de andar como es digno de la vocación con que fuiste llamados (4:1). Ser controlados por el Espíritu Santo es absolutamente esencial para vivir la vida cristiana conforme a las normas de Dios. El camino de Dios no puede entenderse bien ni seguirse fielmente con la omisión de la obra del Espíritu. Si Pablo no hubiera escrito esto, la carta tendría todo el aspecto de un texto legalista. Cada exhortación tendría que cumplirse, confiando cada creyente en sus propios recursos y fortalezas para seguir el camino de la vida cristiana que se presenta en los capítulos 4-6. No se puede vivir la vida cristiana sin la presencia, manifestación, poder y dinamismo del Espíritu de Dios. Por lo cual, estudiaremos Efesios 5:18 y su influencia en la vida cristiana declarada en la sección 5:19-21. CONTENIDO ⇒ 5:18 • •
¿Qué revela este verso sobre la cuestión de cuál es la voluntad de Dios para nuestra vida? En su criterio, ¿por qué compara Pablo los efectos del vino y la llenura del Espíritu Santo?
La ebriedad era un comportamiento escandaloso en el judaísmo (Pr. 23:20-35). En el mundo antiguo, mucha gente creía que la ebriedad podía producir una especie de inspiración o posesión de parte de Dionisio, el dios del vino. Sus adoradores más activos le entregaban el control de sí mismos y realizaban actos sexuales o llenos de simbolismo sexual. La ciudad de Éfeso no sólo adoraba a Artemisa (Diana), sino también a Dionisio. La embriaguez consiste en nublar o influir por medio del alcohol la mente de la persona, de tal modo que afecta sus facultades. Una persona se considera ebria cuando el alcohol ha modificado su manera de pensar o actuar. La ebriedad por lo general es asociada con la pérdida del autocontrol. Pablo, da el mandato a los creyentes de Éfeso, y a nosotros también, a no emborracharse con vino. Pablo no está preocupado en la cantidad, sino en el estado o resultado de tomar vino o bebidas alcohólicas en exceso. La razón principal de su mandato es que hay disolución, es decir, relajación y rompimiento del orden natural y habitual de la vida y las buenas costumbres. Otras palabras que se usan para describir el efecto del exceso de vino son “desenfreno” y “libertinaje”. La frase “antes bien” debe entenderse como algo adversativo: “sino”. Indica que se introduce un contraste entre una cosa y otra partiendo de la analogía del control. Pablo contrasta al que se emborracha con el sobrio, porque el primero pierde el control de sí mismo, mientras que el sobrio puede controlar mejor diferentes áreas de su vida. En contraste a la embriaguez, el creyente debe ser lleno del Espíritu. Pablo, comienza a presentar una perspectiva nueva a los efesios, y que nosotros debemos tomar. Una perspectiva distinta que cambia el rumbo de nuestros pensamientos, palabras y acciones en la vida cristiana. La expresión “sed llenos” en griego es un imperativo presente pasivo de segunda persona plural. Lograr entender o interpretar la conjugación verbal ayudará no sólo a entender el verso 5:18 y la sección 5:19-21, sino a entender la vida cristiana y como se desarrolla. La segunda persona plural indica que no es para un creyente en particular, sino que todos reciben este mandato. Al estar en presente indica que es algo que al comenzar a hacer debe seguirse haciendo constantemente. No basta hacerlo una vez. Lo más interesante es que es un imperativo en voz pasiva, ¿cómo es posible que obedezcamos una orden que otro realiza? Lo cierto es que en griego se usa este tipo de conjugación, según Daniel Wallace, para declarar un permiso para realizar la acción de parte del agente, que
en este caso es Dios. En otras palabras, el creyente permite o consiente en que Dios lo llene por su Espíritu. La acción es realizada por Dios exclusivamente. Nosotros aceptamos la iniciativa divina y nos dejamos llenar por el Espíritu. Ningún cristiano podrá cumplir la voluntad de Dios para su vida si no está lleno de su Espíritu Santo. Una forma usual de definir algo es decir lo que no es. Esto queremos hacer con la expresión sed llenos del Espíritu. Por lo tanto no es… ¬ Entrar en una experiencia dramática o éxtasis espiritual (postura pentecostal en general). ¬ Actuar en nuestras fuerzas con la bendición del Espíritu Santo para hacer lo que Dios quiere (postura ultra conservadora). ¬ Estar poseído o habitados por el Espíritu Santo, porque él mora en cada creyente desde el momento de la salvación. ¬ Un proceso en el que se recibe su presencia y poder por grados o en dosis progresivas, porque Dios no fragmenta a su Espíritu, sino que cada creyente posee el Espíritu Santo en plenitud. ¬ El bautismo del Espíritu, porque según 1 Co. 12:13, todo creyente ha sido bautizado con el Espíritu y le ha recibido. El verbo “llenar” (pleróo) se empleaba en tres sentidos que es bueno considerar para entenderlo en el contexto de lo que expresa Pablo. ♣ Aludía al viento que llenaba las velas de una embarcación para su avance en el agua. ♣ Permear, empapar o impregnar, y se utilizaba con referencia a la acción de la sal sobre la carne para darle sazón y preservarla. ♣ La connotación de control total. Podemos concluir que todas estas aplicaciones son validas y aplicables a la acción del Espíritu Santo en el creyente y que muy probablemente estuvieran en la mente de Pablo al escribir. Es decir, el creyente puede ser impulsado y movido por el Espíritu, al igual que los barcos, para avanzar y desempeñarse en la vida cristiana. También, Dios desea que, al igual que la sal impregna la carne para conservarla y sazonarla, el Espíritu sature toda la vida del creyente para que sus pensamientos, palabras y acciones reflejen su presencia divina. Pero, a nuestro criterio, la más aplicable es la tercera, la connotación del control total. Es decir, dominio y control total del creyente en cada área de su vida que le capacita para vivir y servir a Dios (postura conservadora). No es un acto momentáneo o especial, sino algo que debemos permitir a cada momento. Ese acto permisivo para que Dios nos llene con el Espíritu Santo, en cierta forma se lleva a cabo por medio de lo siguiente: o o o o o
Confesar y apartarse del pecado (1 Jn. 1:5-10). Reconocer la necesidad de ser guiado por el Espíritu Santo (Ro. 8:14). Ponerse a la disposición total de Dios (Ro. 12:1). Rendición de la voluntad, el intelecto, el cuerpo, el tiempo, los talentos, las posesiones y los deseos. Requiere la muerte al egoísmo de la voluntad del “yo”. Conocer, interiorizar y estar dispuesto a obedecer la palabra de Dios (Col. 3:16).
Las consecuencias de la vida llena del Espíritu (que enriquece en gran manera nuestro entendimiento de su naturaleza) se mencionan en el resto de la carta, dándose el bosquejo en la sección 5:19-21. Pablo presenta cuatro resultados o consecuencias: 1. 2. 3. 4.
En nuestras palabras (5:19a). En nuestra adoración a Dios (5:19b). En ser agradecidos siempre a Dios (5:20). En la forma en que nos relacionamos con los demás (5:21).
⇒ 5:19-21 Los gerundios de 5:19-21 “hablando, cantando, alabando, dando” y “someteos”, surgen del mandamiento que Pablo ha dado para ser llenos del Espíritu y expresan la naturaleza de la vida llena de él. Son el resultado, porque esas características evidencian la llenura con el Espíritu Santo. El primer resultado se manifiesta en nuestra forma de hablar. La palabra “hablar” es introducida en 4:25: “hablad verdad cada uno con su prójimo”. Además, el apóstol ha mandado a los cristianos que: (1) “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca” (4:29), (2) “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia” (4:31), (3) “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (5:3) y, (4) “ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen” (5:4). Este listado de citas, indica la necesidad de hacer buen uso de la lengua para edificar a los demás. Las palabras “salmos, himnos y cánticos” están muy relacionadas con el culto y alabanza pública, y hacen referencia a la palabra de Dios y a las experiencias espirituales con él. Es difícil precisar la diferencia entre cada término, pero destaca el hecho de su uso en la “adoración pública”, es decir, una comunidad que exhorta al cristiano a alabar a Dios de manera recíproca. Pablo, utiliza estos términos en otros contextos para que el cristiano edifique a los demás (1 Co. 14:26; Col. 3:16). La expresión “entre vosotros” hace fuerte alusión a la comunidad de fe. Entonces la comunicación debe ser entre los creyentes. Este verso comunica claramente que la conversación entre los creyentes se relaciona con la Palabra de Dios para edificar a los creyentes. El segundo resultado es nuestra adoración a Dios. Tanto cantar como alabar a Dios señalan el deseo de alabar y adorar a Dios. Tómese en cuenta que esto brota o emana desde el corazón. El concepto de lo que Dios es o hace refleja un conocimiento íntimo de él. La expresión “en vuestros corazones” es difícil de discernir completamente a lo que se refiere. Puede ser (1) nuestros corazones nos hacen cantar y hacer melodías para Dios; (2) nuestros corazones son los canales a través de los cuales cantamos alabanzas; (3) el cántico se centra en nuestros corazones. Lo cierto es que una persona que no tiene un cántico en su corazón no puede cantar desde su corazón o con su corazón. Sólo puede cantar con sus labios y su música y su mensaje carecerán del poder del Espíritu para bendecir a otros en el nombre de Cristo. Aunque los creyentes hablan y cantan alabanzas entre ellos para la mutua edificación, su canto siempre debe estar dirigido al Señor. Al cantar y hablar no lo hacemos con el propósito de acaparar la atención ni entretener a otros, sino para regocijarnos en Dios y alabarle. El tercer resultado es el agradecimiento. Dar gracias en el nombre de nuestro Señor Jesucristo es dar gracias de una manera consecuente con su carácter y su obra. No es algo circunstancial o momentáneo, sino siempre. Un creyente agradecido no sólo glorificará a Dios, sino que edificará a su comunidad de fe e impactará a los que les rodean. Esta gratitud debe incluir tres elementos básicos (1) por todo, (2) al Dios y Padre y (3) en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Algunas actitudes posibles acerca de la acción de gracias: • • •
Es innecesaria: Porque las personas consideran que merecen todas las cosas (Lc. 12:13-19). La del hipócrita: Como en Lucas 18:11-12, dar gracias porque no es como los demás hombres... El agradecimiento de verdad: De los diez leprosos en Lc. 17:11-19, uno solo volvió a dar las gracias. Esa es la gratitud, la única clase de gratitud, que agrada a Dios y que el creyente lleno del Espíritu le ofrecerá.
Ser siempre agradecidos consiste en reconocer el control de Dios sobre nuestra vida en cada detalle a medida que él busca hacernos conformes a la imagen de su Hijo. Por lo tanto hay tres niveles de gratitud:
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Cuando estamos bendecidos. Siempre que las cosas van bien o Dios concede un beneficio. Dar gracias por la esperanza de bendición y la victoria que están por venir. Dar gracias a Dios en medio de la batalla, mientras todavía estamos pasando por la tribulación o la prueba, y aun cuando parece que estuviéramos fracasando o sufriendo derrota.
El cuarto resultado es someterse unos a otros en el temor de Cristo. El someterse no ha sido bien enfocado y las mujeres, por el contexto que sigue, temen someterse y los hombres mucho más. “Someteos” es la traducción de un término de origen militar que significa disponer o arreglar en orden o por rangos. Los cristianos llenos del Espíritu se ponen a sí mismos por debajo de los demás, unos a otros. El concepto central es el de renunciar a los derechos individuales para dar prioridad a los de otra persona. La sumisión empieza por mí y no por los demás (unos a los otros). No implica humillación, sino ponerse a la disposición de los demás de manera voluntaria. Debe ser en el temor de Cristo o dentro del temor de Cristo. Por lo cual, sumisión hacia los demás es reconocer el señorío de Cristo sobre su vida. Aquellos que están verdaderamente sujetos a Jesucristo no encuentran dificultades en someterse también unos a otros. Este último resultado está conjugado en voz pasiva. Por lo tanto, para someterse hacia los demás, el cristiano debe depender de Dios por medio del Espíritu Santo. Someterse no sólo es resultado de estar lleno del Espíritu, sino también el fundamento de los principios más específicos de autoridad y sumisión con relación a esposos y esposas, padres e hijos, y amos y siervos, que abarcan la temática de casi todo el pasaje que sigue. APLICACIONES Si todo cristiano viviera lleno del Espíritu Santo, ¿cuál sería la diferencia… o o o
en la vida espiritual de ese creyente? en la vida de la iglesia local donde se congrega ese creyente? en la cultura en que vive ese creyente?
Por un momento piense en aquellas personas que le rodean. Tome un momento para reflexionar… • • • •
¿Cómo puedo edificarlas con mi forma de hablar? ¿Estoy dispuesto a motivar la adoración en la comunidad de fe? ¿Por cuáles cosas estoy agradecido a Dios y a ellos. Haga una lista y exprese su agradecimiento al Señor. ¿Estoy reconociendo el señorío de Cristo en mi vida y relaciones? ¿Estoy dispuesto a reconocer la autoridad y las estructuras establecidas por Dios en sumisión?
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