PRESENTE Y FUTURO
Voces intianas
NOA
Bien conocido entre quienes integran el INTA, este gentilicio logra consolidarse gracias al sentido de pertenencia que más de 7.600 trabajadores comparten día a día en todas las regiones del país, muchas veces sin conocerse entre sí y divididos por largas distancias. Desde una multiplicidad de roles, el aporte de cada uno contribuye a mejorar las realidades territoriales.
“Hace casi 30 años que soy extensionista y, desde ese rol, considero que es fundamental estar cerca de los productores, acompañarlos, asesorarlos, compartir sus experiencias y trabajar junto con ellos, siempre destacando el saber local y contribuyendo a resolver sus problemáticas. A futuro, veo a un INTA con el potencial necesario para adecuarse a los cambios de escenario y posicionarse como un actor relevante en el desarrollo del sector productivo agropecuario de cada región”. Roberto Álvarez, 58, especialista en Desarrollo Rural, jefe de la AER Puerto San Julián, Santa Cruz. “El INTA es el resguardo tecnológico que tiene todo productor, cuando se le presentan dudas sobre manejo productivo. Es el lugar donde es posible acceder a un técnico que tiene una respuesta y que si no la tiene, la buscará en la estructura funcional para resolver el problema tecnológico que se le plantea”. Raúl Horacio Oñate, 51, ingeniero agrónomo, productor agropecuario, asesor de dos grupos Cambio Rural en General Conesa, Río Negro.
60 años de liderazgo NEA
Desde 1956, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria –INTA– trabaja en líneas tecnológicas que brindan soluciones a problemáticas regionales, marcan el futuro en investigación y tienen llegada directa a más de tres millones de personas. Pionero en articulación público-privada y con presencia en más de 400 puntos de la Argentina, el instituto genera innovaciones que motorizan el sistema agroindustrial, mejoran la calidad de vida y logran posicionamiento internacional.
PAMPEANA “El crédito de estas seis décadas es suficiente argumento para que, a futuro, la visión del INTA se fortalezca con la gestión e incorporación de líneas de trabajo estratégicas para las demandas del país. Con relación a la profesión, el instituto me permitió desarrollar capacidades que quizás en ningún otro espacio hubiera tenido tal multiplicidad, y justo en años donde la revolución de las tecnologías de comunicación pone a prueba permanentemente nuestro trabajo para hacerlo más eficiente”. Andrés del Pino, 54, periodista, comunicador en la EEA Marcos Juárez, Córdoba. “El equipo interdisciplinario de la agencia no sólo aborda cuestiones técnicas en producciones de diferente escala, sino que también trabaja con emprendedores de la economía social en temas de género, producción familiar, entre muchos otros. También promovemos el vínculo con los municipios de la región y logramos que la articulación sea cada vez más estrecha”. Carlos Barreto, 44, ingeniero agrónomo, jefe de la AER Concordia, Entre Ríos.
PATAGONIA
CIENCIA Y TERRITORIO
“En mi vida, el INTA es un desafío permanente y un orgullo inmenso. Es el equipo de directores de unidades, los compañeros del Centro Regional, los consejeros y, sobre todo, cada una de las casi 500 personas que diariamente hacen su aporte a las familias de los productores de Chaco y de Formosa. Por eso, uno de los mejores valores del INTA es el alto grado de compromiso, evidenciado a lo largo de 60 años, con el desarrollo de nuestro sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial”. Diana Piedra, 46, ingeniera agrónoma, directora del Centro Regional Chaco-Formosa.
“Los libros se queman a medida que uno sube a la Puna. Allí, es muy complicado hacer investigación, porque las inclemencias climáticas perjudican el desarrollo de los cultivos y los suelos tienen muy bajo nivel de materia orgánica. Aun así, logramos seleccionar cuatro genotipos de quinua, que se multiplican a través de una red nacional, y llevar adelante ensayos de pasturas con buenos resultados productivos”. Darío Castro, 54, ingeniero agrónomo, investigador en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Abra Pampa, Jujuy. “La agencia de Seclantás está en un pueblito de no más de dos calles y es la única presencia del Estado en muchas de las comunidades. Para nosotros, es muy importante sostenerla, porque es la posibilidad de transformar al INTA en un instituto de desarrollo: el desarrollo implica una integralidad que incluye y trasciende el acceso a la tecnología. En este trabajo, los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial (PRET) permiten generar innovación donde nacen las necesidades reales”. Paula Olaizola, 40, veterinaria, coordinadora del PRET Valles Áridos, Agencia de Extensión Rural (AER) Seclantás, Salta.
Año XIV # 169. Diciembre 2016. ISSN: 2362-5287
“Rosita está en un sector especial de la EEA. Durante el día, le abro para que esté en un espacio más grande y le limpio la cabaña. Antes de irme, la encierro de nuevo y enciendo el sistema de alarma para que esté protegida. Cuando nació, fue muy rápido, porque había dos vacas a punto de dar a luz: una preñada de mellizas que estaban muertas al momento del parto y la mamá de Rosita, a la que inmediatamente los técnicos le hicieron una cesárea para que nazca. Hoy tiene 5 años y 7 meses”. Carlos Alberto Lobato, 69, ayudante de campo en el Grupo de Reproducción Animal de la EEA Balcarce, Buenos Aires, y responsable de cuidar a Rosita Isa, el primer bovino doble transgénico del mundo que produce leche con proteínas humanas. “El INTA brinda oportunidades para que los investigadores se capaciten, crezcan y logren presencia internacional. A futuro, el instituto seguirá ofreciendo mejoras tecnológicas y apostará a crear un parque tecnológico donde pueda haber empresas público-privadas, que desarrollen innovaciones. Lo veo, como siempre, muy comprometido con el sector productivo y con la sociedad”. Viviana Parreño, 47, viróloga, investigadora Instituto de Virología del INTA y del Conicet.
Gerencia de Comunicación e Imagen Institucional, INTA. Chile 460 2º piso, CABA. (011) 4339-0600. Directora: Camila Pía Gandía - Editora responsable: Daniela Novelli - Imprenta: Erre Gé & Asoc. C. Muzilli 5420 (1440) CABA.
60º ANIVERSARIO
CUYO “La historia del INTA en San Juan es bastante larga y prolífica. Se destaca el trabajo en producción de semillas hortícolas y en vitivinicultura, área para la que no sólo desarrolla propuestas tecnológicas, sino que además integra las mesas regionales que intervienen en la definición de políticas públicas para la cadena. La EEA tiene una presencia auditiva en el pueblo y le marca el ritmo con la sirena que suena a las 8 de mañana, al mediodía y al finalizar la tarde”. Maximiliano Battistella, 41, ingeniero agrónomo, director de la EEA San Juan, ubicada en Villa Aberastain, departamento de Pocito. “Ingresé a la institución a los 18, luego de egresar del colegio secundario, cuando me presenté a un concurso de auxiliar administrativo en la EEA La Consulta, mi pueblo natal. Sé que la realidad de nuestro país será mucho mejor si el INTA prosigue con su labor: los aportes que hace por la conservación del ambiente, la seguridad alimentaria y la inversión en investigación y extensión son fundamentales para que tengamos un futuro más prometedor”. Silvia Alejandra Neila, 44, jefa de Apoyo Administrativo, Centro Regional Mendoza-San Juan. “Le tengo un gran respeto a este instituto, me dio la posibilidad de crecer intelectual y espiritualmente, como así también de formar una hermosa familia. Ingresé en 1972 y, a futuro, lo veo con mucha expectativa, sobre todo con la llegada de esos jóvenes, profesionales, técnicos y de apoyo que son el engranaje fundamental para continuar engrandeciendo a nuestro querido INTA”. Juan Carlos Fuentes, 67, técnico agrario y enólogo, ayudante del laboratorio de Protección Vegetal de la EEA Rama Caída, Mendoza.
inta.gob.ar intainforma.inta.gob.ar | ria.inta.gob.ar
“El INTA promueve la participación para fortalecer los territorios” Lo aseguró Héctor Espina, director nacional del organismo, en referencia a los más de 2.000 representantes públicos y privados que intervienen en la política institucional. Además, destacó el vínculo con actores locales y regionales para impulsar estrategias de desarrollo. A lo largo de los años, la calidad institucional marcó la trayectoria del INTA y, sumado al trabajo en los territorios, hoy cimienta su reconocimiento en la comunidad argentina e internacional. En esa línea, su estructura cuenta con consejos asesores a escala local, regional y nacional, donde más de 2.000 representantes del sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial participan en el diseño de políticas de investigación y extensión. “Los consejos son parte del gobierno del INTA y permiten que más de 2.000 referentes agropecuarios y científico-académicos tengan poder real en la definición de la política institucional”, señaló Héctor Espina, director nacional del organismo, quien agregó: “Esto distingue al instituto y es una fortaleza que apreció el presidente de la Nación en su visita a Castelar cuando afirmó que el secreto del INTA es la participación”. Con el objetivo de profundizar el desarrollo nacional, Espina sostuvo que “el INTA promueve la participación para fortalecer los territorios”. Se trata de “llevar adelante estrategias diferenciadas que aborden las realidades productivas, siempre basadas en marcos de articulación que aprovechen capacidades y recursos”, planteó.
La calidad institucional y el trabajo en los territorios consolidan el reconocimiento del INTA en la Argentina y en el mundo.
CALIDAD INSTITUCIONAL Para Pablo Paillole, miembro del Consejo Directivo del INTA por la Federación Agraria Argentina, la existencia de los consejos “es un atributo que hace particular al INTA y lo destaca entre las instituciones del Estado”. Con relación a su tarea, describió: “El consejero recorre las distintas unidades del INTA para conocer las inquietudes de técnicos y productores, que son evaluadas en las entidades y trasladadas a las reuniones de consejo directivo”. De acuerdo con Paillole, “los desafíos actuales del INTA están vinculados con los fundacionales: desarrollo tecnológico que contribuyan a sistemas agropecuarios competitivos, sustentables y con inclusión social”. No obstante, remarcó la importancia de “elaborar políticas públicas que brinden apoyo a los agricultores familiares, impulsen procesos de agregado de valor en origen y eviten la concentración productiva”.
Por su parte, Bruno Quintana, miembro del Consejo Directivo del INTA por la Sociedad Rural Argentina, señaló que “el control social en las instituciones es una necesidad del país”. “Todas las miradas que participan del consejo configuran un abanico de distintas ideas que convergen en el futuro”, acentuó. En materia de innovación, Quintana explicó que “el INTA debe acompañar el hoy, pero estar un paso adelante e investigar áreas estratégicas para el futuro”. Asimismo, valoró el compromiso para llevar a cabo procesos de desarrollo en las comunidades: “El sentido de pertenencia y el trabajo en equipo, muy presentes en el instituto, consolidan una capacidad de reacción que permite intervenir en diferentes problemáticas y escalas productivas”.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Protagonista del desarrollo argentino
EN NÚMEROS Más de
Más de
Más de
Más de
Más de
personas son beneficiadas en forma directa por proyectos del instituto.
unidades aseguran la presencia del INTA en todo el país.
empleados integran los equipos de apoyo, técnicos y profesionales.
artículos científicos se publicaron entre 2013 y 2016.
gestiones de patentes multiplican el desarrollo tecnológico.
3.000.000
400
7.600
5.600
150
Creado en 1956, el INTA genera tecnologías que potencian la competitividad de las cadenas productivas, fundamentales para las economías regionales del país, y garantizan la sustentabilidad de territorios urbanos y rurales.
Mejoramiento vegetal, competitividad agrícola, biotec-
Vinculación y articulación público-privada Posicionamiento de la tecnología INTA en el mundo
En 1990, al asumir como director provincial de Ganadería, integré el consejo local asesor de la Estación Experimental Agropecuaria El Colorado para trabajar junto con especialistas y técnicos locales. Esa experiencia selló mi ingreso al sistema intiano. Me permitió entender el significado de un instituto que motoriza dos misiones bien definidas y sumamente entrelazadas: investigación y extensión.
nología animal, tecnologías apropiadas
y
empresas
de base tecnológica, entre otros ejes, marcan la dirección de la pro-
Después de participar en el consejo, ejercí como ministro de la Producción de mi provincia con la absoluta comprensión del rol que tiene el INTA en las comunidades. A través de esto, ocupé la representación en el consejo asesor del Centro Regional Chaco - Formosa, donde comprendí la importancia de construir una articulación estratégica entre la provincia y el INTA en pos de orientar el desarrollo de conocimiento alineado a la gestión territorial.
ducción de conocimiento.
El INTA está cerca de la comunidad 7.674
Cobertura territorial en las 5 regiones
1 15 6
Llegada a productores y comunidades
Sede Central Centros Regionales Centros de Investigación Estac. Experimentales
22
Institutos
Tan vasto como distribuido en todos los rincones de la Argentina y con el apoyo constante del Ministerio de Agroindustria de la Nación, nuestro instituto se vincula con una diversidad de productores: desde establecimientos altamente competitivos hasta emprendedores familiares, arraigados al territorio y responsables de la seguridad alimentaria de los pueblos.
de innovación
Unidades de Extensión
tecnológica
Con el objetivo de multiplicar el desarrollo equitativo de las
para la
regiones, el INTA lleva ade-
competitividad
lante programas y proyectos
Aportes a las economías regionales
Sobre estas experiencias y desde el rol que me toca en el presente, estoy convencido de que, en estos 60 años de historia, hemos logrado darle continuidad al trabajo institucional. Supimos enfocarlo en la necesidad de ofrecer, a través del liderazgo en el conocimiento, las herramientas para transformar las economías regionales.
años
personas trabajando
52 +400
que promueven el asociati-
y el desarrollo
vismo y el agregado de valor
rural sustentable
en emprendimientos de dife-
En esta línea, el convencimiento de que el INTA es un actor indiscutido en la construcción de los sistemas agropecuarios, nos coloca en el desafío de consolidar una institución que, hacia el futuro, tenga la inteligencia organizacional capaz de sintetizar en su accionar la excelencia en la generación del conocimiento y en la extensión. Estamos viviendo momentos fascinantes en los cuales el conocimiento tiene un rol ineludible y, como INTA, tenemos que estar en la frontera de ese movimiento. Pero al mismo tiempo, por mandato institucional de origen, debemos estar en la gestión de ese conocimiento para transformarlo en el motor del desarrollo de nuestros territorios.
rente escala.
El INTA mejora la calidad de vida Tecnologías que trascienden el agro
El vínculo entre investigación y extensión per-
Desarrollos en salud y alimentación
un bioinsecticida para controlar el dengue y el
Investigación en alimentos funcionales
Competitividad agrícola
mite obtener desarrollos, cuya aplicación tiene
Para transitar este camino, debemos ser conscientes de que es indispensable trabajar conjuntamente con todo el sistema de Ciencia y Tecnología, del sector público y del sector privado, a escala nacional y a través de la cooperación internacional. Los desafíos son inmensos, así también las oportunidades.
impacto en la salud humana. Se destacan el diseño de alimentos funcionales; la creación de aporte en un tratamiento contra el HIV-Sida. Leche con mayor nivel de CLA natural Aditivo en polvo basado en probióticos
Por Amadeo Nicora Presidente del INTA
Recuerdo el momento que marcó mi interés profesional en el INTA. Fue en los 70, mientras estudiaba ciencias veterinarias en Corrientes, cuando un periodista que escribía editoriales en el diario La Mañana de Formosa me hizo llegar un trabajo sobre un campo de La Rioja. Ahí empecé a saber de la potencia del INTA en el territorio.
El INTA trabaja por el futuro Calidad de los avances en investigación
Los 60 años del INTA en el desarrollo agroindustrial
Debemos estar allí donde contribuyamos a que el conocimiento llegue a la mayoría del sistema agropecuario, agroalimentario y agroindustrial. Tuvimos la fortaleza de hacerlo en estos 60 años, tengamos la sabiduría de hacerlo en los años por venir. Brindemos por lo logrado y redoblemos el compromiso por el que somos reconocidos en el mundo, como una institución de vanguardia en investigación, transferencia de conocimiento y desarrollo territorial.
Queso enriquecido con ƒVQGUVGTQNGU[ antioxidantes naturales Huevos con omega 3
Cultivos industriales y forestales
Producción animal
Agroindustria
Territorios y agricultura familiar
Recursos naturales y gestión ambiental
Tecnologías agropecuarias
Recursos genéticos y biotecnología
Trigo mejorado con germoplasma mexicano.
Primeras variedades de algodón inscriptas.
Creación de la vacuna contra aftosa.
Apoyo a productores que agregan valor en origen.
Clubes 4 A y Clubes Hogar Rural.
Desarrollos tecnológicos en energías renovables.
Desarrollo de la siembra directa.
Ternera clonada que produce leche maternizada.
Registro de los primeros híbridos de maíz.
Desarrollo y adaptación de cultivares de yerba mate.
Técnicas para controlar tuberculosis bovina.
Clústeres en las cadenas agroalimentarias.
Transferencia de tecnologías.
Cartografía de suelos de las regiones del país.
7UQGƒEKGPVGFGVGEPQNQIȐCUFGposcosecha.
Secuenciación de genomas de cultivos.
Arroz Puitá INTA, resistencia y alto rinde.
Acuerdos de vinculación para mejoramiento de maní.
Desarrollo de sistemas silvopastoriles.
Análisis de los circuitos de comercialización.
Cambio Rural: pequeños y medianos productores.
Gestión de sistemas agroecológicos extensivos.
Agricultura y ganadería de precisión.
Desarrollo de eventos transgénicos.
Híbridos de girasol con amplia difusión.
Clones de té: puesta a punto de la técnica.
Tecnologías para aumentar la producción porcina.
Asociativismo para generar empleo local.
ProHuerta: autoproducción de alimentos.
Manejo sustentable de campos erosionados.
Evaluación de tecnologías de riego.
Banco de germoplasma.
Ensayos de rotaciones y tipos de labranza.
Buenas prácticas que conservan el bosque nativo.
Mejoramiento de razas ovinas y avícolas.
Aprovechamiento de subproductos.
Desarrollo de innovación en agricultura familiar.
Recuperación de zonas degradadas por petróleo.
Maquinarias adaptadas a la pequeña escala.
Recuperación de especies ancestrales.
Estudios de calidad de cereales y oleaginosas.
Manejo silvícola para producir madera de alto valor.
Análisis de ECNKFCFFGƒDTCU.
Manejo de efluentes para bioenergía.
Tecnologías para agricultura urbana y periurbana.
Monitoreo de áreas con TKGUIQFGFGUGTVKƒECEKȕP.
Maquinarias para producciones regionales.
%GTVKƒECEKȕP de variedades de cítricos.
Evaluación de cultivares a campo.
Mapeos de zonas con aptitud forestal.
Pruebas experimentales en tambo robotizado.
Capacitación del personal tambero.
Espacios alternativos de comercialización.
Conservación de la biodiversidad autóctona.
Plataformas con información agroclimática.
Obtención de bioinsumos.
PRESENTE Y FUTURO
Voces intianas
NOA
Bien conocido entre quienes integran el INTA, este gentilicio logra consolidarse gracias al sentido de pertenencia que más de 7.600 trabajadores comparten día a día en todas las regiones del país, muchas veces sin conocerse entre sí y divididos por largas distancias. Desde una multiplicidad de roles, el aporte de cada uno contribuye a mejorar las realidades territoriales.
“Hace casi 30 años que soy extensionista y, desde ese rol, considero que es fundamental estar cerca de los productores, acompañarlos, asesorarlos, compartir sus experiencias y trabajar junto con ellos, siempre destacando el saber local y contribuyendo a resolver sus problemáticas. A futuro, veo a un INTA con el potencial necesario para adecuarse a los cambios de escenario y posicionarse como un actor relevante en el desarrollo del sector productivo agropecuario de cada región”. Roberto Álvarez, 58, especialista en Desarrollo Rural, jefe de la AER Puerto San Julián, Santa Cruz. “El INTA es el resguardo tecnológico que tiene todo productor, cuando se le presentan dudas sobre manejo productivo. Es el lugar donde es posible acceder a un técnico que tiene una respuesta y que si no la tiene, la buscará en la estructura funcional para resolver el problema tecnológico que se le plantea”. Raúl Horacio Oñate, 51, ingeniero agrónomo, productor agropecuario, asesor de dos grupos Cambio Rural en General Conesa, Río Negro.
60 años de liderazgo NEA
Desde 1956, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria –INTA– trabaja en líneas tecnológicas que brindan soluciones a problemáticas regionales, marcan el futuro en investigación y tienen llegada directa a más de tres millones de personas. Pionero en articulación público-privada y con presencia en más de 400 puntos de la Argentina, el instituto genera innovaciones que motorizan el sistema agroindustrial, mejoran la calidad de vida y logran posicionamiento internacional.
PAMPEANA “El crédito de estas seis décadas es suficiente argumento para que, a futuro, la visión del INTA se fortalezca con la gestión e incorporación de líneas de trabajo estratégicas para las demandas del país. Con relación a la profesión, el instituto me permitió desarrollar capacidades que quizás en ningún otro espacio hubiera tenido tal multiplicidad, y justo en años donde la revolución de las tecnologías de comunicación pone a prueba permanentemente nuestro trabajo para hacerlo más eficiente”. Andrés del Pino, 54, periodista, comunicador en la EEA Marcos Juárez, Córdoba. “El equipo interdisciplinario de la agencia no sólo aborda cuestiones técnicas en producciones de diferente escala, sino que también trabaja con emprendedores de la economía social en temas de género, producción familiar, entre muchos otros. También promovemos el vínculo con los municipios de la región y logramos que la articulación sea cada vez más estrecha”. Carlos Barreto, 44, ingeniero agrónomo, jefe de la AER Concordia, Entre Ríos.
PATAGONIA
CIENCIA Y TERRITORIO
“En mi vida, el INTA es un desafío permanente y un orgullo inmenso. Es el equipo de directores de unidades, los compañeros del Centro Regional, los consejeros y, sobre todo, cada una de las casi 500 personas que diariamente hacen su aporte a las familias de los productores de Chaco y de Formosa. Por eso, uno de los mejores valores del INTA es el alto grado de compromiso, evidenciado a lo largo de 60 años, con el desarrollo de nuestro sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial”. Diana Piedra, 46, ingeniera agrónoma, directora del Centro Regional Chaco-Formosa.
“Los libros se queman a medida que uno sube a la Puna. Allí, es muy complicado hacer investigación, porque las inclemencias climáticas perjudican el desarrollo de los cultivos y los suelos tienen muy bajo nivel de materia orgánica. Aun así, logramos seleccionar cuatro genotipos de quinua, que se multiplican a través de una red nacional, y llevar adelante ensayos de pasturas con buenos resultados productivos”. Darío Castro, 54, ingeniero agrónomo, investigador en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Abra Pampa, Jujuy. “La agencia de Seclantás está en un pueblito de no más de dos calles y es la única presencia del Estado en muchas de las comunidades. Para nosotros, es muy importante sostenerla, porque es la posibilidad de transformar al INTA en un instituto de desarrollo: el desarrollo implica una integralidad que incluye y trasciende el acceso a la tecnología. En este trabajo, los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial (PRET) permiten generar innovación donde nacen las necesidades reales”. Paula Olaizola, 40, veterinaria, coordinadora del PRET Valles Áridos, Agencia de Extensión Rural (AER) Seclantás, Salta.
Año XIV # 169. Diciembre 2016. ISSN: 2362-5287
“Rosita está en un sector especial de la EEA. Durante el día, le abro para que esté en un espacio más grande y le limpio la cabaña. Antes de irme, la encierro de nuevo y enciendo el sistema de alarma para que esté protegida. Cuando nació, fue muy rápido, porque había dos vacas a punto de dar a luz: una preñada de mellizas que estaban muertas al momento del parto y la mamá de Rosita, a la que inmediatamente los técnicos le hicieron una cesárea para que nazca. Hoy tiene 5 años y 7 meses”. Carlos Alberto Lobato, 69, ayudante de campo en el Grupo de Reproducción Animal de la EEA Balcarce, Buenos Aires, y responsable de cuidar a Rosita Isa, el primer bovino doble transgénico del mundo que produce leche con proteínas humanas. “El INTA brinda oportunidades para que los investigadores se capaciten, crezcan y logren presencia internacional. A futuro, el instituto seguirá ofreciendo mejoras tecnológicas y apostará a crear un parque tecnológico donde pueda haber empresas público-privadas, que desarrollen innovaciones. Lo veo, como siempre, muy comprometido con el sector productivo y con la sociedad”. Viviana Parreño, 47, viróloga, investigadora Instituto de Virología del INTA y del Conicet.
Gerencia de Comunicación e Imagen Institucional, INTA. Chile 460 2º piso, CABA. (011) 4339-0600. Directora: Camila Pía Gandía - Editora responsable: Daniela Novelli - Imprenta: Erre Gé & Asoc. C. Muzilli 5420 (1440) CABA.
60º ANIVERSARIO
CUYO “La historia del INTA en San Juan es bastante larga y prolífica. Se destaca el trabajo en producción de semillas hortícolas y en vitivinicultura, área para la que no sólo desarrolla propuestas tecnológicas, sino que además integra las mesas regionales que intervienen en la definición de políticas públicas para la cadena. La EEA tiene una presencia auditiva en el pueblo y le marca el ritmo con la sirena que suena a las 8 de mañana, al mediodía y al finalizar la tarde”. Maximiliano Battistella, 41, ingeniero agrónomo, director de la EEA San Juan, ubicada en Villa Aberastain, departamento de Pocito. “Ingresé a la institución a los 18, luego de egresar del colegio secundario, cuando me presenté a un concurso de auxiliar administrativo en la EEA La Consulta, mi pueblo natal. Sé que la realidad de nuestro país será mucho mejor si el INTA prosigue con su labor: los aportes que hace por la conservación del ambiente, la seguridad alimentaria y la inversión en investigación y extensión son fundamentales para que tengamos un futuro más prometedor”. Silvia Alejandra Neila, 44, jefa de Apoyo Administrativo, Centro Regional Mendoza-San Juan. “Le tengo un gran respeto a este instituto, me dio la posibilidad de crecer intelectual y espiritualmente, como así también de formar una hermosa familia. Ingresé en 1972 y, a futuro, lo veo con mucha expectativa, sobre todo con la llegada de esos jóvenes, profesionales, técnicos y de apoyo que son el engranaje fundamental para continuar engrandeciendo a nuestro querido INTA”. Juan Carlos Fuentes, 67, técnico agrario y enólogo, ayudante del laboratorio de Protección Vegetal de la EEA Rama Caída, Mendoza.
inta.gob.ar intainforma.inta.gob.ar | ria.inta.gob.ar
“El INTA promueve la participación para fortalecer los territorios” Lo aseguró Héctor Espina, director nacional del organismo, en referencia a los más de 2.000 representantes públicos y privados que intervienen en la política institucional. Además, destacó el vínculo con actores locales y regionales para impulsar estrategias de desarrollo. A lo largo de los años, la calidad institucional marcó la trayectoria del INTA y, sumado al trabajo en los territorios, hoy cimienta su reconocimiento en la comunidad argentina e internacional. En esa línea, su estructura cuenta con consejos asesores a escala local, regional y nacional, donde más de 2.000 representantes del sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial participan en el diseño de políticas de investigación y extensión. “Los consejos son parte del gobierno del INTA y permiten que más de 2.000 referentes agropecuarios y científico-académicos tengan poder real en la definición de la política institucional”, señaló Héctor Espina, director nacional del organismo, quien agregó: “Esto distingue al instituto y es una fortaleza que apreció el presidente de la Nación en su visita a Castelar cuando afirmó que el secreto del INTA es la participación”. Con el objetivo de profundizar el desarrollo nacional, Espina sostuvo que “el INTA promueve la participación para fortalecer los territorios”. Se trata de “llevar adelante estrategias diferenciadas que aborden las realidades productivas, siempre basadas en marcos de articulación que aprovechen capacidades y recursos”, planteó.
La calidad institucional y el trabajo en los territorios consolidan el reconocimiento del INTA en la Argentina y en el mundo.
CALIDAD INSTITUCIONAL Para Pablo Paillole, miembro del Consejo Directivo del INTA por la Federación Agraria Argentina, la existencia de los consejos “es un atributo que hace particular al INTA y lo destaca entre las instituciones del Estado”. Con relación a su tarea, describió: “El consejero recorre las distintas unidades del INTA para conocer las inquietudes de técnicos y productores, que son evaluadas en las entidades y trasladadas a las reuniones de consejo directivo”. De acuerdo con Paillole, “los desafíos actuales del INTA están vinculados con los fundacionales: desarrollo tecnológico que contribuyan a sistemas agropecuarios competitivos, sustentables y con inclusión social”. No obstante, remarcó la importancia de “elaborar políticas públicas que brinden apoyo a los agricultores familiares, impulsen procesos de agregado de valor en origen y eviten la concentración productiva”.
Por su parte, Bruno Quintana, miembro del Consejo Directivo del INTA por la Sociedad Rural Argentina, señaló que “el control social en las instituciones es una necesidad del país”. “Todas las miradas que participan del consejo configuran un abanico de distintas ideas que convergen en el futuro”, acentuó. En materia de innovación, Quintana explicó que “el INTA debe acompañar el hoy, pero estar un paso adelante e investigar áreas estratégicas para el futuro”. Asimismo, valoró el compromiso para llevar a cabo procesos de desarrollo en las comunidades: “El sentido de pertenencia y el trabajo en equipo, muy presentes en el instituto, consolidan una capacidad de reacción que permite intervenir en diferentes problemáticas y escalas productivas”.