Turismo
Domingo 22 de noviembre de 2009
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LA NACION/Página 13
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Por Patricia y Guido Barbieri
Egipto
Dioses, templos y el Nilo
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Sobre la costa atlántica Anímense a disfrutar Mar del Plata desde ahora. Los marplatenses estamos yendo a las playas estos días de sol y están hermosas. Yo trabajo en educación en turismo y veo que hay hoteleros que se pusieron las pilas y están escuchando al mercado, y por fin están remodelando como corresponde. También reconozco que hay hoteles que están viejos y siguen metiendo grupos como sea y como están, humedad incluida. Es cuestión de buscar, pero se encuentra calidad. Hay zonas imperdibles que están divinas, Playa Grande, Güemes, las playas del Sur, algunos balnearios de La Perla, las Sierras, mejorando servicios y con opciones de precios. Mi opinión no es comercial, soy una marplatense que reconoce la importancia del turismo y le encanta tenerlos de huéspedes. ¡Los esperamos! cpallan Soy propietario de un chalet en Villa Gesell y me resulta prácticamente imposible mantener los precios del año último. Por ejemplo, los servicios
A los propietarios les suben enormemente los costos y los potenciales inquilinos no tienen posibilidades de pagar mayores alquileres. Para pagar los gastos de mantenimiento de una propiedad de veraneo hay que alquilarla sí o sí toda la temporada alta y por lo tanto tomarse vacaciones en invierno. Ni hablar de renta inmobiliaria, con suerte se pagan los gastos de todo el año. Conclusión: tenemos una casa de veraneo que no podemos disfrutar y nos cuesta mantener a pesar de alquilarla toda la temporada. Mal negocio, obviamente. cara
de ABL que se abonan subieron en un trescientos por ciento. Una propiedad de 120 m2 paga $ 197. La energía eléctrica un 40%; gas ya todo sabemos. Así y todo tenemos que alquilar para hacer frente a estos delirantes costos. fernandez37
¡NO SE P I E R DA N !
Arbol de Navidad en NY El que tenga oportunidad de ver este árbol hágalo. Es realmente un espectáculo digno de ver, así como las vidrieras de Lord and Taylor en la Quinta Avenida. Algo imperdible también es el espectáculo multimedia en la estación Grand Central. Lo descubrí a principio de este año de casualidad. Le58
Por Luis Salvarezza
Pomaire, una obra de arte Este año tuve la posibilidad de emprender un viaje familiar por Egipto. Viajar en barco por el Nilo es una experiencia inimaginable, que nos permite conocer los increíbles templos construidos a sus orillas por los antiguos egipcios, una civilización que comenzó hace 7000 años. Parece imposible que los antepasados de la población que habita actualmente esta zona hayan sido capaces de construir colosales obras arquitectónicas. Por ejemplo, el templo de Luxor estaba unido al templo de Karnak por la Avenida de las Esfinges, que en la antigüedad recorría casi 3 km. Actualmente dicha avenida con menor recorrido, se encuentra casi intacta. Frente a estos templos, en la orilla contraria del Nilo está el templo de Medinet Habu, que se cree que fue uno de los primeros lugares en adorar al dios Amón-Ra. Perdido en medio de la nada nos encontramos con el valle de los Reyes, donde decidieron enterrase los faraones del imperio medio, sin dejar sobre sus tumbas marca alguna, pensando que podían ser usurpadas.
Compañeros de ruta Para recorrer la Cordillera desde La Payunia mendocina hasta San Juan, busco compañera de 40 y tantos. Lucas.
[email protected] Buscamos gente de 55 a 75 años que quiera viajar en crucero por el Mediterráneo partiendo indistintamente de Génova o Barcelona, aprovechando que mayo o septiembre son meses de promoción. Nélida
[email protected] ¿De Las Vegas al Gran Cañón habrá alguien que me cumpla un sueño para hacer una parte de esta mítica ruta? Lógico alquilar algún cochecito clásico y parar en los moteles es parte de la atracción. Momento del año y duración del viaje a convenir con quien me acompañe. Escucho propuestas. Su.
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Casi por casualidad se descubrió allí la tumba de Tutankamón. Los tesoros hallados se encuentran exhibidos en el Museo de El Cairo. Seguimos navegando por el Nilo, y llegamos a Edfu y el templo de Horus, que es el más imponente en tamaño después del de Karnak. Otro templo con gran particularidad es el de Kom Ombo, que está formado por dos templos destinados a distintos dioses, unidos entre sí. Siguiendo el viaje por el Nilo aparece la isla sagrada destinada a la diosa Isis. Se construyó allí el templo de Philae, uno de los mejores conservados. Lugar reservado para la sepultura del dios Osiris, al cual lo envuelve una fascinante leyenda de amor junto a su esposa, Isis. De manera más imponente que los restantes templos, como si esto pudiera existir sobre la faz de la Tierra, descubrimos el templo de Abu Simbel. Construido por Ramsés II, pero dedicado a los dioses Amón-Ra, Harmakhis y Phat. Este no sólo es el más hermoso de Egipto, sino también el más insólito y majestuoso, ya que fue tallado en la roca de la montaña. Su ingreso
está custodiado por cuatro estatuas colosales de 20 metros, pertenecientes a Ramsés II. Adornan el resto de su fachada, de 31 m, un sinfín de jeroglíficos y estatuas de miembros de la familia real. En el interior de la montaña se cavó, casi llegando al medio, un santuario, donde aparece la estatua de Ramsés II divinizado, sentado junto a los otros tres dioses del templo. Lo peculiar del lugar es que dos veces al año, en los días equinocciales, al amanecer el sol entra atravesando todo el templo hasta iluminar tres de las cuatro estatuas del santuario, excepto la de Ptah, dios de los muertos y las tinieblas. Sin dejar de lado Alejandría, Asuán, El Cairo, las pirámides de Giza y la imponente esfinge, que hacen que toda esta región sea un lugar inigualable en el mundo, el cual hay que ver antes de morir. ¿Descubrimientos para compartir? ¿Un viaje memorable? Esperamos su foto (en 300 dpi) y relato (alrededor de 3000 caracteres con espacios).
Desde Santiago, Chile, íbamos hacia Isla Negra, al encuentro de una de las casas y la última, y definitiva, tumba de Pablo Neruda. Ibamos a ver ese cúmulo de agua que por su inmensidad se amontonó frente a una de las ventanas de esa maravillosa casa. Pero a 50 km al oeste de Santiago nos sorprendió Pomaire. Perteneciente a la Comuna de Melipilla es símbolo de la alfarería chilena. Pomaire, cueva de salteadores en quechua, nombra el apellido de un curaca que habitó hacia 1482 en ese lugar. Insisto, Pomaire es sinónimo de una excelente alfarería y de una muy buena cocina. Y hace de sus calles una vidriera, una feria, una mesa tendida, una pincelada entre el cerro de la Cruz y el de la Cantera, una postal. Pomaire (1771), con una heredad indígena y un pasado campesino y viñatero muy cercano, es una pequeña, colorida y modesta población con construcciones de adobe, de aproximadamente 10.000 habitantes, que por sus ricas minas de greda se hacen
alfareros. Por eso no asombra ver en casi todos los patios humear los hornos, dilatados de sueños, o escuchar cantar a una alfarera que lleva en sus brazos a una niña, la Canción de cuna
pomairina, de Juan Florit, otro poeta chileno. Duérmase, m’hijita./ Locera serás./ Mi canción de greda,/ te adormece en paz. Y la greda se hace miniaturas, pailas, ollas, vasijas, fuentes, maceteros e innumerables objetos utilitarios o decorativos de fuerte tonalidad rojiza unas veces y casi negra otras, lisa
o esgrafiada, bruñida, pigmentada o esmaltada. Al mediodía, las humaredas decían de otros hornos y la oferta también fue muy atractiva porque son numerosos los restaurantes donde se pueden saborear algunos de los platos típicos de la cocina chilena, como el pastel de choclo, la empanada (entre otras, la Pomairina, de gran tamaño y exquisito sabor), las especialidades en carne de cerdo, cazuelas de ave y chicha de uva para beber, leche asada, mote con huesillos y los famosos dulces de Curacaví, como lo hacen en Los Naranjos, donde entre aves sueltas, piso de tierra y mesas ornamentadas con cerámicas y frutos de la región, y música, disfrutamos de tradiciones, buen gusto y mucha cordialidad. Eran las 17.30 y el viento se hacía escuchar, aunque parecía que los chanchitos de greda que habíamos adquirido, tan de Pomaire, gruñían…, y lo hacían porque nos estábamos yendo.