Dichos Difíciles de Jesús

Preguntaron sus amigos. “Harry se enfermó. Está a un par de millas de regreso por el sendero”. “¿Dejaste a Harry tendido allí y cargaste al venado hasta acá?
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Serie de Sermones: Dichos Difíciles de Jesús Para ser usado con: Aprovecha a tus amigos Posibles Títulos para el Sermón: Con un poco de ayuda de mis amigos Escritura: Colosenses 4:7-18

Conexión con el Tema de la Unidad: Para complementar el estudio en grupos pequeños “Dichos Difíciles de Jesús,” este sermón se centra en las contribuciones que los amigos de Pablo hicieron a su ministerio. La inversión de Pablo en sus vidas pagó dividendos cuando lo ayudaban y cuando continuaron el trabajo después de que él se fue. Introducción: Tus padres te advirtieron sobre las consecuencias de elegir el tipo incorrecto de amigos. Algunas personas, mientras afirman estar cuidando tu beneficio, en realidad estarán trabajando para lograr el suyo. Los favores que piden rara vez son recíprocos. Aquellos en una relación a menudo son ciegos a la realidad de que están siendo utilizados. Jesús dio un ejemplo de esto cuando habló favorablemente de un gerente sin escrúpulos que compró buena voluntad a los deudores de su amo. El empleado que pronto sería despedido fingió amabilidad al usar los recursos de otra persona. El positivismo de Jesús hacia el hombre no se basó en su robo sino en su resultado. Él invirtió en la gente y obtuvo su ayuda para encontrar refugio. Al igual que el gerente, Pablo entendió el valor de una cartera de personas. Pero Pablo no usaba a la gente; él se vertió en ellos. Sus cartas concluyen con los nombres de quienes trabajaron con él para ayudar a otros a encontrar un hogar eterno. La sabia inversión de Pablo produjo dividendos eternos. Las características que estos amigos poseían brindan un sabio consejo para nuestra elección de relaciones hoy. 1. Escoge amigos que sirvan. (Col. 4:7-8) Cada vez que aparece Tíquico en las cartas de Pablo, él está sirviendo (Hechos 20:4; Efe. 6:21; 2 Tim. 4:12; Tito 3:12). Si no estaba con Pablo ayudándolo de alguna manera, estaba en una misión por el legado de Pablo. "Enviado" es la palabra más utilizada cuando Pablo lo menciona. No tenía una agenda porque había elegido tomar la de Pablo como suya. Tú conoces a Pablo. Tíquico, como el resto de esta lista, no es un nombre que reconozcas fácilmente. Pero eso es cierto para la mayoría de los siervos. No quieren notoriedad ni recompensa. Se avergüenzan cuando alguien los trae al escenario. Su deseo es ayudar a otros a lograr su misión. 2. Escoge amigos que se humillen a sí mismos. (Col. 4:9) La mayoría de los lectores de la Biblia tienen dificultades para pronunciar el nombre de Onésimo. Luchan aún más con su rasgo - la humildad. El viaje de Onésimo hacia la humildad fue difícil. Pablo y Onésimo se encontraron a través de una serie de circunstancias desconocidas, probablemente mientras Pablo estaba en prisión. Onésimo

merecía estar encadenado junto a Pablo. Era un esclavo fugitivo que le había robado a su amo. Después de que Pablo ayudó a su amigo a encontrar la salvación, aconsejó a Onésimo que buscara el perdón por sus crímenes. Onésimo, antes arrogante, se humilló a sí mismo, escuchó y obedeció. Filemón, el amo de Onésimo y otro de los amigos de Pablo, reconoció el cambio en el corazón de Onésimo. Ya no era obstinado ni rebelde (Filemón 1:1-21). Ahora era útil para el ministerio. 3. Escoge amigos que soporten los tiempos difíciles. (Col. 4:10) En todos los lugares donde Aristarco acompañaba a Pablo, había problemas. Una multitud enojada lo arrastró por la ciudad (Hechos 19:29). Él estaba allí cuando la gente de otra ciudad planeaba tomar la vida de Pablo (Hechos 20:3). Se vio empapado por una gran tormenta que causó el hundimiento del barco de Pablo (Hechos 27:2). Y aquí, Pablo se refiere a Aristarco como un "compañero de prisión". Si yo hubiera sido él, habría elegido amigos que no me metieran en tantos problemas. Un grupo de hombres fue a cazar ciervos y se dividieron en parejas. Esa noche, uno de los cazadores regresó solo, tambaleándose bajo un venado de ocho puntas. “¿Dónde está Harry?” Preguntaron sus amigos. “Harry se enfermó. Está a un par de millas de regreso por el sendero”. “¿Dejaste a Harry tendido allí y cargaste al venado hasta acá?” “Bueno”, dijo el cazador, “pensé que nadie se iba a robar a Harry”. A diferencia del cazador, Pablo hizo bien en elegir a Aristarco como amigo. Aristarco fue fiel. No corrió cuando hacerlo le hubiera beneficiado. 4. Escoge amigos que te consuelen. (Col. 4:10) Pablo no buscó circunstancias cómodas. Soportó voluntariamente batallas físicas: naufragios, palizas, encarcelamientos y la falta de nutrición básica (2 Cor. 11:24-27). Éstos le enseñaron a contentarse sin importar cual fuera su entorno (Fil. 4:11). Pablo tenía una preocupación. ¿Alguien continuaría el trabajo del Reino después de que él se fuera? Demas dejó a Pablo y el trabajo (2 Tim. 4:10). ¿Quién más lo haría? Justo (y otros) trajeron consuelo a su corazón. Compartieron su pasión por ganar judíos y gentiles para Jesús. Pablo sabía que no estaba solo en el trabajo, y la misión no moriría con él (2 Tim. 2:2). 5. Escoge amigos que oren. (Col. 4:12) Mientras reflexionas sobre las distintas personas que han llenado tu vida, un rasgo prominente de cada uno probablemente ocupe tus pensamientos. Su agudo sentido del humor. Sus consejos sabios. Su habilidad (y cuidado) con una motosierra. Pablo le adjuntó un apodo a Epafras: guerrero de oración. Pablo constantemente pidió oración (2 Co. 1:11; Ef. 6: 18-19; Col. 4: 3; 1 Tes. 5:25; 2 Tes. 3:1). Sin embargo, no se refirió las oraciones de Eprafas como centradas en Pablo. Epafras dirigió sus oraciones hacia los colosenses. Esto seguía siendo un estímulo. El bienestar de los colosenses era extremadamente importante para Pablo. Además, si Epafras oraba por los demás, Pablo podría estar seguro de que Epafras también oraba por él. 6. Escoge amigos que no olviden. (Col. 4:18)

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Aunque Pablo fue muy cuidadoso para elegir su equipo, le fallaron. Pasó su última vez en prisión solo (2 Tim. 4:16). Pablo sabía lo que era ser olvidado. Así que les pidió a los cristianos colosenses que recordaran sus cadenas. Quería que lo recordaran para que oraran por él. Si recordaban los sufrimientos de Pablo, atesorarían lo que él les había confiado. Y recordar la fidelidad de Pablo los alentaría a hacer lo mismo. Los amigos, sin importar cuán cercanos sean, olvidarán. Se olvidarán de tu cumpleaños, de las cosas que solías hacer juntos y de lo que ambos apreciaban. A medida que pasa el tiempo, puede que incluso olviden tu nombre. Sin embargo, hay un "amigo que es más unido que un hermano" (Prov. 18:24). Él nunca te olvidará. Conclusión: No puedes hacerlo por ti mismo. Tu necesidad de compañía fue clara desde el principio de la historia de la humanidad. Lo único que no agradó a Dios acerca de su creación fue que Adán estaba solo (Gén. 2:18). Así que Dios trajo a la persona correcta a su vida para ayudarlo a lograr su misión. ¿A quién has incluido en tu círculo de amigos? ¿Cómo han contribuido a tu éxito? Reconoce su ayuda. No intentes hacerlo solo. Un buen grupo de amigos elegidos sabiamente aliviará tu carga, agregará alegría al viaje y te levantará cuando te caigas (Ec. 4:9-12). Chris Talton es graduado de Liberty University y del Seminario Teológico Bautista del Sureste. Él ha servido en el personal de tres iglesias por un total de 13 años. Él y su esposa Tammy, con quien ha estado casado por 29 años, tienen dos hijos mayores y dos nietos.

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