28 de julio

Día Mundial contra la Hepatitis “Eliminemos la Hepatitis”

Causas de la hepatitis Las hepatitis son un conjunto de infecciones que afectan al hígado y son causadas más frecuentemente por los virus de hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C. El consumo excesivo de alcohol, las toxinas, algunos medicamentos y ciertas enfermedades que afectan al hígado también pueden causarla. ¿Cómo se trasmiten? Se transmite por el contacto entre personas y con agua, alimentos u objetos contaminados con materia fecal de personas enfermas.

Se adquiere por el contacto con fluidos genitales durante las relaciones sexuales de todo tipo sin uso de preservativo, por contacto con sangre al compartir agujas, jeringas o elementos cortopunzantes. Otra forma, llamada perinatal, se produce cuando la madre transmite el virus al recién nacido a través del contacto con fluidos biológicos durante el parto.

Se transmite por el contacto con sangre. Aunque son menos frecuentes, también pueden transmitirse por vía sexual y perinatal.

¿Cómo detectarlas? La mayoría de las personas que tienen hepatitis desconocen que están infectadas y, a lo largo de décadas, pueden desarrollar lentamente progresión de su enfermedad hepática. La única forma de detectar las hepatitis es mediante un análisis de sangre específico. ¿Cómo se las puede prevenir? Para las hepatitis A y B existen vacunas. Los niños deben vacunarse según el Calendario Nacional de Vacunación; los adultos deben consultar si necesitan vacunarse de acuerdo a sus actividades y/o antecedentes. La vacunación para la hepatitis es universal, y está disponible en hospitales y centros de salud de todo el país. La hepatitis C puede prevenirse no compartiendo agujas, jeringas o elementos cortopunzantes con otras personas, exigiendo el uso de materiales descartables o esterilizados al hacerse tatuajes, piercings o implantes, y usando preservativo en todas las relaciones sexuales.

¿Cómo es el tratamiento para las diferentes hepatitis? No hay un tratamiento específico para la hepatitis A aguda; sólo se realiza un tratamiento de los síntomas. Las hepatitis B y C agudas sólo requieren tratamiento en situaciones excepcionales. Se suele indicar reposo mientras exista cansancio y evitar el consumo de alcohol y antiinflamatorios. El tratamiento específico de las hepatitis, en caso de ser necesario, debe ser indicado por los médicos especialistas. Todas las hepatitis virales pueden, en forma excepcional, llevar a un estado grave llamado hepatitis fulminante que requiere un trasplante hepático y puede ocasionar la muerte. El tratamiento de la hepatitis C mejoró paulatinamente en cuanto a eficacia y disminución de efectos adversos asociados. En los últimos años han surgido una gran cantidad de opciones terapéuticas que permiten no sólo una mayor efectividad, con tasas de curación entre el 90 y el 100%, sino también tratamientos más cortos y con menos efectos adversos.