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OtrO mOmentO especial del rugby

| Sábado 5 de abril de 2014

Detrás de las renuncias, diversas lecturas La puja entre el amateurismo y el profesionalismo ofrece más capítulos ● Algunos no pueden resignar contratos Alejo Miranda pARA lA NACioN

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a puja entre profesionalismo y amateurismo en el rugby argentino vivirá hoy un nuevo capítulo que quedará en la historia. Cinco jugadores que esta

semana renunciaron a sus contratos con la Unión Argentina de Rugby (UAR) quedaron habilitados por la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) para actuar en sus equipos. Cuatro lo harán en el Nacional de Clubes y uno disputará la Copa Buenos Aires.

la URBA impide a los jugadores contratados desempeñarse en sus clubes, por lo que Martín landajo (CASi), Tomás Cubelli (Belgrano), Tomás lavanini (Hindú), Matías Moroni (CUBA) y Manuel Montero (pucará), cinco de los 17 solventados por la UAR para sus seleccionados,

rescindieron sus vínculos y dejarán de percibir sus sueldos, a cambio de poder jugar. los cuatro afectados al Nacional serán suplentes, y Montero, titular. En cambio, Javier ortega Desio (SiC), el lesionado Santiago Cordero (Regatas) y Bruno postiglioni siguen en el sistema y no podrán entrar en la cancha. permanecen, básicamente, porque no pueden resignar el ingreso por necesidad. En las uniones del interior no existe la restricción. por eso, el último fin de semana reaparecieron luego de su participación en pampas XV Facundo isa (Santiago lawn Tennis), Javier Rojas y Santiago iglesias (Universitario, de Tucumán), y hoy lo harán Jerónimo de la Fuente y Román Miralles (Duendes). El tiempo dirá si esta medida tiene una repercusión similar a un hecho de 2011, cuando los jugadores de Belgrano y SiC ingresaron con una bandera e hicieron una sentada en repudio a la prohibición de jugar a los rentados. A partir de eso, la UAR les puso el rango de “becados” y la URBA cambió sus estatutos para que estos pudieran representar a sus clubes, aunque se mantuvo inflexible cuando al año siguiente se creó el primer grupo de “contratados”. “Estar parado y no jugar no tiene sentido para mí”, justificó lavanini, segunda línea de 20 años, que debutó en los pumas en el Rugby Championship 2013. “Además, quiero aprovechar el poco tiempo que me queda en el club”, dijo, a raíz de su paso a Racing Métro de parís, en junio próximo. la UAR lejos estuvo de resistir esta medida. “En el contrato estaba contemplada la posibilidad de renunciar. la decisión era nuestra. A los dirigentes les parece bien que juguemos”, agregó lavanini. Con esta medida, estos rugbiers mantienen ritmo de juego y de paso jerarquizan un certamen que la UAR relanzó este año con estridencia. otros implicados prefirieron no hacer declaraciones, pero admitieron que la UAR les había dado el visto bueno para jugar sin que

El Nacional de Clubes puede tener hoy su primer clasificado

Arriba, Martín Landajo, tiempo atrás y con la camiseta de su querido CASI, y Manuel Montero, de Pucará, actuando por los Pumas; abajo, Matías Moroni, festejando con sus compañeros de CUBA la corona de 2013

b^b^b Si Duendes (15 unidades) gana esta tarde con un punto de bonus (como lo hizo hasta ahora) y no le permite a Santiago lawn Tennis (9) sumar, y si el SiC (5) no vence con bonus al Jockey cordobés (1), el Torneo Nacional de Clubes 2014 tendrá, al cabo de la 4ª fecha, al primer equipo clasificado para las semifinales, pues el club rosarino se hará inalcanzable para sus adversarios del Grupo 2. En el resto de las zonas, cualesquiera sean los resultados de hoy, la definición deberá esperar a alguna de las últimas dos jornadas. los mejor perfilados son

CUBA en la 1 y Tala en la 4; quedarán a un paso de avanzar de etapa en caso de triunfar, ambos como locales. El Grupo 3, en tanto, aparece como el más parejo. ZONA 1 16.10 (TV): CASI vs. Universitario (Tuc.) 16.30: CUBA vs. GER ZONA 2 15.30: SIC vs. Jockey Club Córdoba 16.30: Santiago Lawn Tennis vs. Duendes ZONA 3 15.30: Belgrano vs. La Tablada 16.30: Hindú vs. Tucumán Rugby ZONA 4 16.30: Tala vs. Alumni 16.30: Jockey Club Rosario vs. Newman

ello afectara futuras convocatorias al seleccionado. Ahora, la entidad debe resolver si los jugadores permanecen en el plan de Alto Rendimiento (plAR) y cómo. podrían quedar en condición de “invitados”, que no reciben remuneración, pero sí beneficios en obra social, universidad, nutrición y entrenamiento en los centros de alto rendimiento. o bien podrían ser degradados a “becados”, una modalidad que como la de “contratados” implica una remuneración, aunque menor y que no proviene de la UAR, sino del Enard y de la Secretaría de Deporte. Además, si bien los que renunciaron no percibirán más su sueldo, sí cobrarán los viáticos cada vez que les toque representar a algún seleccionado. “Hubo conversaciones informales, pero el consejo directivo aún no se ha juntado para tratar el tema”, dijo Carlos Araujo, el presidente de la UAR. la inclusión de estos jugadores en el Nacional está contemplada en el artículo 7.2 bis del reglamento del certamen, que permite agregar integrantes de los distintos seleccionados a la lista de buena fe una vez empezado el torneo. “Es un paso importante. Estamos consiguiendo que puedan jugar en sus clubes jugadores que antes no podían”, señaló luis Gradin, titular de la unión bonaerense. “la URBA está apoyando el trabajo de la UAR con el Mundial como objetivo y se suma en todo al proyecto. El Nacional ha demostrado ser una red de clubes de primer nivel y la intención es que respalde el trabajo de los seleccionados, que sean el semillero”, añadió. la contrapartida, y no es el mejor de los mensajes de la dirigencia en esta compleja etapa de transición, es que jugadores que no pueden darse el lujo de resignar su ingreso mensual se quedan sin la posibilidad de jugar. postiglioni, por caso, vivió la misma situación en 2013. luego de la Vodacom Cup sólo jugó dos minutos ante Georgia en la ventana de junio, quedó al margen del Championship y reapareció en la Americas Rugby Championship para ser titular ante Estados Unidos. Ante un escenario similar, Tomás de la Vega (CUBA) renunció a su contrato para jugar el Top 14 con su club. Este año, la UAR incrementó a 18 el número de contratados, con miras al ingreso de un equipo argentino en el Super Rugby en 2016. Sin embargo, entre los cinco que renunciaron y dos que emigraron al exterior (Benjamín Macome y Ramiro Herrera), quedan 11. Araujo igual confía: “El sistema está funcionando y contempla esta posibilidad. Habrá que ver el tratamiento que le dan las uniones. Quizás algunas tengan que acompañar el proceso que viene”, sostuvo. Como cuando se aceptó el pago de viáticos a los pumas en 2001, como cuando la URBA admitió a los becados en sus clubes, un nuevo cambio se avecina en el rugby argentino.ß

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| Sábado 5 de abril de 2014

una mirada del rugby Jorge Búsico PARA LA NACION

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n el rugby argentino se viene escuchando o leyendo desde hace varios años algunas de estas excusas convincentes pero vacías de contexto o falsas en la mayoría de los casos. A saber: ß Los jugadores amateurs se entrenan hoy igual que los profesionales. ß Los jugadores –todos– quieren que jueguen los becados y los contratados. Siguiendo la línea del “queremos jugar con nuestros amigos”. ß El amateurismo desapareció porque los clubes tienen publicidad, contratan entrenadores y, en algunos casos, dan trabajo a los jugadores que vienen del interior. ß Los que defienden el amateurismo son unos dinosaurios retrógrados. ß Los que defienden el profesionalismo son unos mercenarios. ß Los que defienden el amateurismo res-

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Máximas engañosas sobre amateurs y profesionales guardan los valores. ß Los que defienden el profesionalismo provocan el crecimiento. ß Richie McCaw va y juega en su club amateur y nadie dice nada. En las últimas semanas se viene instalando algunas más de esas máximas: ß Es lo mismo un becario que un contratado porque se entrenan la misma cantidad de horas y siguen una misma rutina. ß No tiene nada de malo que un jugador venga desde el profesionalismo después de varios años y salte como si nada a la primera de un club. Eleva el nivel. Contagia al resto. ß Hay que privilegiar la competencia. Se sabe, y se escribió reiteradas veces, que el proceso que está transitando el rugby argentino hacia el profesionalismo debe tener, necesariamente, un margen –amplio– de prueba y error. Ni se discute ese recorrido. No hay planes ni personas perfectos. Pero lo

que se repite es un discurso muchas veces tramposo y acomodado a la conveniencia de las personas o los hechos. Un “siga, siga”, o un vale todo según la circunstancia, como se escribió en la nacion 48 horas atrás, cuando cinco jugadores de Buenos Aires todavía no habían renunciado a su contrato con la UAR para poder jugar en sus clubes. De la dirigencia del rugby argentino se escucha ante cada pregunta u ocasión que el amateurismo es lo más importante. Los clubes, los valores, bla bla. Lo que está pasando trasluce maniobras para abrir un camino y acomodar estatutos para que se termine en un profesionalismo liso y llano. No hay problemas con eso. Los clubes seguirán subsistiendo como subsisten ahora, con su propia gente y con una realidad que no tiene lugar en esta película. El problema es lo que no se dice con claridad. En muchos sectores del rugby argentino

–incluidos nosotros, los periodistas– se dice “los jugadores quieren tal cosa…” con el mismo desparpajo con el que los medios se refieren a “la gente”. ¿Hablan con todos los rugbiers de todos los clubes para ver qué piensan de lo que pasa? No. Pero los jugadores, como casi siempre, son los que muestran el camino. Landajo, Cubelli, Moroni, Lavanini y Montero renunciaron al contrato. No ocurrió lo mismo con Javier Ortega Desio, que fue tan sincero como sus compañeros: “No puedo renunciar porque éste es mi trabajo y necesito el dinero”. ¿Ahora quedó claro cuáles son las diferencias? El amateur deja de jugar al rugby porque, en su enorme mayoría, tiene que trabajar o estudiar. El profesional sigue jugando porque ése es su trabajo. Tan noble uno como el otro. Pero no iguales, aunque sigan buscándole la vuelta y engrosando la lista de sentencias del comienzo de estas líneas.ß