¿De qué se trata el evangelio de Pedro? El evangelio de Pedro (150-200 d.C.) El evangelio de Pedro fue descubierto primeramente por el arqueólogo francés Urbain Bouriant en 1886. Él recobró el manuscrito del siglo VII-IX de la tumba de un monje en Akhmim (Panópolis) Egipto, aproximadamente a nueve kilómetros del descubrimiento de la biblioteca gnóstica Nag Hammadi. El texto del que disponemos, es solo un fragmento y representa una descripción narrativa de la pasión de Jesús (su crucifixión y resurrección). Se desconoce si el evangelio de Pedro original era una narrativa completa acerca de la vida de Jesús, o si el texto siempre estuvo limitado únicamente a la pasión. El evangelio de Pedro pudo haber sido muy popular entre los primeros cristianos y ciertamente era conocido por los primeros padres de la iglesia. ¿Por qué no se considera confiable? Eusebio menciona el evangelio de Pedro, y cita una carta escrita por Serapio, el obispo de Antioquía entre el 190 y el 203 d.C. Serapio describe el evangelio de Pedro como casi confiable, declarando que “la mayor parte corresponde a la enseñanza correcta del salvador”. Pero Serapio también condena el texto y advierte que algunas partes describen incorrectamente a Jesús, de una manera gnóstica o “docética,” como un espíritu, cuyo cuerpo era solo una ilusión. Más tarde en la historia, los líderes de la iglesia continuaron condenando la obra como herética; Jerónimo y el papa Gelasio I también clasificaron el texto de esta forma. De cualquier manera, los eruditos datan el evangelio de Pedro como habiendo sido escrito en los finales del segundo siglo, y consideran inválida cualquier afirmación interna de haber sido escrito por el apóstol Pedro. El evangelio de Pedro apareció en la historia demasiado tarde, como para haber sido escrito por Pedro. ¿Cómo corrobora la vida de Jesús? Es interesante, que el evangelio de Pedro confirma y reconoce mucho de la narrativa de la pasión, sin utilizar realmente material del Lucas o Mateo. Esto ha causado que muchos estudiosos se pregunten si el evangelio pudiera representar el relato de algún otro testigo presencial independiente, o se hace referencia a material de origen que también fue provisto por otro de los escritores del evangelio (siendo ésta última opinión la más ‘liberal’ de los teólogos y críticos literarios). El evangelio de Pedro concuerda admirablemente con mucha de la narrativa de la pasión, identificando a Pilato y a Herodes por nombre, e identificando a José (presumiblemente de Arimatea) como el “amigo de Pilato” quien le pidió el cuerpo de Jesús. Los detalles de la pasión están entonces descritos en una manera similar a los evangelios canónicos. Jesús es sometido a burlas, a una corona de espinas y al manto púrpura. Sus oponentes lo golpean y abofetean y por último lo crucifican entre dos ladrones, colocando un letrero en su cruz que dice, “ESTE ES EL REY DE ISRAEL.” Sus vestiduras fueron divididas y sus verdugos echaron suertes sobre ellas. Ellos no quebraron las piernas de Jesús mientras colgaba de la cruz, sino que le dieron a beber hiel y vinagre. A la muerte de Jesús, el velo del templo se rasgó en dos, y el cielo se oscureció. Jesús fue luego bajado de la cruz y llevado a la tumba de
José. Pilato asignó guardias a la tumba de Jesús (el jefe de la guardia se llamaba “Petronius”) pero la noche antes del domingo de resurrección, la tumba fue visitada por ángeles y Jesús resucitó de la tumba. Los guardias vieron que la piedra era removida de la tumba, pero su silencio fue comprado, y al igual que en los evangelios canónicos, María y sus “amigas mujeres” son las primeras en visitar la tumba y hablar con al ángel. Tres discípulos de Jesús son mencionados específicamente (Pedro, Andrés y Mateo). ¿En qué (y por qué) difiere de los relatos confiables? Las preocupaciones de Serapio respecto al evangelio de Pedro parecen estar bien fundadas. El evangelio demuestra una visión docética de Jesús que es consistente con la visión gnóstica de la materia compartida por la comunidad localizada a solo nueve kilómetros de la tumba del monje donde el evangelio fue descubierto por primera vez. El texto alienta una visión inmaterial de Jesús. Por ejemplo, cuando Jesús murió en la cruz, el evangelio de Pedro dice que él “permaneció en silencio, como si no sintiera dolor,” y en el momento de la muerte de Jesús, él es descrito como ascendiendo inmediatamente al cielo (“…..él fue llevado arriba”). La narrativa, sin embargo, si afirma que el “cuerpo” de Jesús es finalmente colocado en la tumba. El fragmento sobreviviente del evangelio ya no tiene el o los capítulo(s) finales, pero no parecen contener alguna narración de la resurrección corporal de Jesús. El evangelio de Pedro parece describir a Jesús resucitando y ascendiendo el mismo día (aunque no se sabe si los capítulos faltantes incluirían la reaparición de Jesús entre los discípulos). Una visión docética de Jesús naturalmente excluiría tales registros de un Jesús resucitado con un cuerpo material. Algunos estudiosos también han observado lo que parece ser una inclinación antijudía dentro del evangelio de Pedro. El evangelio omite todas las referencias al cumplimiento profético del Antiguo Testamento y exonera a Pilato de cualquier responsabilidad en la crucifixión de Jesús (poniendo la culpa sobre Herodes y los judíos, quienes, a diferencia de Pilato, no se “lavaron sus manos”). www.pleaseconvinceme.com www.obrerofiel.com. Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.