U NIVERSIDAD DE VALENCIA

¿Cuáles son las causas del fracaso del sistema educativo español?

Begoña Soler de Dios

El sistema educativo español flaquea por todas partes y no permite un progreso hacia una mejora de la calidad educativa. Este hecho se pone de evidencia en los pobres resultados obtenidos por los alumnos españoles en las pruebas PISA y en el análisis de la convergencia educativa en la UE.

Año tras año quedamos en los últimos puestos en todos los rankings y nos preguntamos: ¿Por qué no se llega a un consenso para mejorar? ¿Por qué no funciona nuestro sistema educativo? ¿Qué falla exactamente?

Ante los resultados acontecidos, muchos buscan culpables para justificar tal desastre achacando a los padres, a la preparación del profesorado, a los recortes e incluso a la inmigración todas las responsabilidades. ¿Cuáles son las causas del fracaso del sistema educativo español?

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Nuestro sistema educativo está obsoleto, mal diseñado, es variable e ideologizado según quién gobierne y somos los jóvenes, profesores, maestros y la sociedad en general las víctimas de ello. Los resultados de las tasas de fracaso escolar y del paro juvenil son vergonzosos y a ello hay que sumarle una gran incapacidad de mantener a los estudiantes estusiasmandos con su propio proceso de aprendizaje.

Los gobiernos se han empeñado en transmitir conocimientos y han dejado de lados cuestiones como la transmisión de valores, la enseñanza participativa y el esfuerzo. La formación en sentido crítico es además en la mayoría de casos, inexistente.

En Finlandia, por ejemplo, la tipología de las clases, lejos de ser una clase magistral fundamentalmente unidireccional como en nuestro país, es un debate abierto donde se fomenta la participación y en donde los alumnos trabajan en grupo, buscando los profesores su retroalimentación.

El sistema actual es vertical, el profesor da la clase explicando los contenidos de un libro y cuanto más sepa el alumno lo que pone mejores serán sus resultados. Seguimos copiando las faltas de ortografía, memorizando... es decir, los alumnos terminan sus estudios con muchos conocimientos pero sin haber desarrollado capacidades como el pensamiento crítico que tan favorable habría sido para su formación adulta.

Nuestro sistema educativo se encuentra desfasado, es anacrónico y necesita adaptarse a las necesidades actuales. Nuestro sistema está enfocado a un sistema de producción industrial, modelo que sería válido en países asiáticos, nuestras necesidades ahora son diferentes, estamos en un periodo de cambio y de adaptación pero también de creación de un nuevo modelo económico, estamos en la era de la globalización. Una era donde el modelo de trabajo es mucho más colaborativo y cuyas colaboraciones trascienden

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en muchas ocasiones fronteras. Se necesita capacidad de cambiar, adaptarse y dar con soluciones rápidamente. El reto de nuestro sistema educativo sería avanzar hacia un sistema donde se sepa hacer uso adecuado y eficaz de la información y se transforme en conocimiento. Se necesita un tipo de educación que fluya en la misma corriente que la sociedad y la economía de hoy en día y no de las décadas pasadas.

El fallo en el sistema educativo español no es debido a la falta de recursos económicos, si fuese por el dinero destinado a este fin deberíamos tener los niveles de Corea o Finlandia. Nuestro error radica en enfocar a nuestros alumnos a saberlo todo y no a aplicar lo que ya se conoce. Esto se observa claramente en las pruebas PISA ya que no evaluan lo que se sabe, evaluan lo que se sabe hacer con lo que se sabe.

Estas cuestiones parecen ajenas a aquellos que tienen la responsabilidad de reconducir tal desastre. Lo cierto es que los malos resultados son una consecuencia directa del sistema educativo que se ha ido modelando, mediante reformas educativas, por los diferentes gobiernos, confundiéndose el término educación por el término negocio.

Desde 1970 España ha sufrido muchísimos cambios en educación, da cuenta de ello las múltiples leyes aprobadas desde entonces, siendo la de 1970, la LOGSE y la LOE las más importantes. ¿Han tenido en cuenta las nuevas necesidades? Claramente no.

Las reformas educativas no son permitidas con facilidad por los sistemas educativos, quizás sea esta una de las causas de los resultados mediocres, deberíamos tomar conciencia de ello. Las reformas son importantes y necesarias con el paso del tiempo, lo que no es necesario es hacer tantas y sin consenso político. Es una gran paradoja que se hayan hecho tantas reformas estructurales y el cambio de lo que se informa y de la forma en la que se

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informa haya permanecido constante.

Por desgracia no somos conscientes de las repercusiones futuras que tendrá este desnivel respecto a Europa. No tenemos asumido que nuestro éxido como comunidad descansa en nuestra educación. Sinceramente, esperamos que en los próximos años se sienten a pensar en el bien común y tomen las riendas de la situación ya que la educación no está para servir a la política, la políca existe para servir a la educación.

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