LA FUERZA DE LA IMPOSIBILIDAD Por: Dinastía C.C



Llegar a Soacha y encontrarse con una atmósfera de muerte, violencia y drogadicción es transportarse a una realidad negada de un país, en un municipio con historia, de personas olvidadas y verdades no contadas.

Soacha es un municipio de Cundinamarca aledaño a Bogotá. Cuenta con 498.294 habitantes (censo 2011), muchos de ellos trabajan y estudian en la capital. Tomar un bus por toda la autopista sur, bajarse en el último puente peatonal que se encuentra por este corredor vial, comenzar a escuchar gritos de acomodadores en un “Melgar, Melgar, Girardot, Ibagué” de alaridos ensordecedores y hasta un punto molestos, pero que hacen parte de la odisea de un viaje, es señal clara que se ha llegado a Soacha. Estas flotas que rompen toda ley de piratería en lo viajes, hacen su última parada antes de emprender camino en este puente. Muy cerca de allí encontramos la plaza central de Soacha, sí, el mismo lugar donde asesinaron a líder liberal Luis Carlos Galán Sarmiento, pero que a su vez, es el lugar de trabajo de decenas de personas, que con sus carpas improvisadas y sus negocios ambulantes luchas por llevar alguna moneda a su hogar.

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Es la plaza donde se encuentra la Alcaldía del municipio, la personería, la estación de policía, la secretaría de Gobierno y la notaría primera. Entidades que manejan toda esta región, pero que a su vez se niegan a verla o contarla, la verdad no lo se, pero que al fin de cuentas son los entes más importantes de este lugar.



FOTO 1. plaza central de Soacha

Observar las montañas, algo tan cerca, pero que a su vez se encuentran muy lejos, no

por que no existan medio de transporte para llegar, sino por el peligro que acusa pisar el sueldo de aquellos lugares. Unas montañas que se ven en la distancia colmadas de casas, muchas de ellas de invasión, pero que han sido la solución para muchas personas que no tenían una vivienda.

Soacha está dividido en seis (6) localidades o comunas como últimamente son conocidas, Compartir, Soacha Central, La Despensa, Cazucá, San Mateo y San Humberto.

Historias se escuchan muchas, reales no se cuantas, muchas veces las personas se dejan llevar por la imaginación y el director hollywoodense que llevan dentro. Son corrillos que se escuchan esquina tras esquina, la veracidad de éstas sólo la sabe quien la narra y si es el caso el que lo vivió.

La consternación de sus habitantes es tanta que día a día se escuchan historias nuevas que cada vez superan a la ficción. Una de estas historias, la cual si es real y que aún tiene sorprendidos a los ciudadanos, es el caso de un jóven de 21 años de edad, quien murió en un parque del sector a causa de la explosión de dos granadas de fragmentación, las cuales él tenía en su poder y que por alguna razón aún desconocida se activaron y terminaron quitándole la vida. Según fuentes oficiales, este muchacho tenía algún accionar terrorista contra las fuerzas policiales del sector, sospechas basadas en los últimos mensajes publicados en su cuenta de facebook. Cierto o no cierto, estas son las historias que se escuchan día a día, y con las que los ciudadanos han aprendido a convivir.

Pero hablar de estas historias es entrar en el amarillismo y en el morbo que despiertan este tipo de muertes.

Hablar de Soacha es también hablar de Cazucá, como mencione anteriormente, pertenece a una de las localidades del sector. Cazucá limita con Ciudad Bolívar que pertenece a Bogotá y que es una zona roja para la capital. Este sector es donde se concentran las bandas criminales y los paramilitares o ex- paramilitares (desmovilizados que se rearman). Las Bacrim, las águilas Negras, Los Urabeños y la limpieza Social, son los grupos que rodean la zona y que tienen azotados a los ciudadanos del sector.

Nombrar a las Bacrim, a la Limpieza Social y a las Águilas Negras es tocar un tema ya más que conocido, pero nombrar a los Urabeños es algo nuevo y que muchos aún no lo creen.

Los Urabeños, como su nombre lo indica, pertenecen al Urabá antioqueño, y que hoy en día se han expandido por diferentes departamentos del país; es un grupo paramilitar que por decirlo de alguna forma es nuevo, y que junto a las Águilas Negras son la nueva amenaza a la seguridad en Colombia han expandido sus fuerzas hasta los límites de Bogotá.

Este grupo últimamente viene realizando sus fechorías en Buenaventura, donde la violencia ha aumentado en un 100% debido a la gran influencia de estos grupos al margen de la ley en este sector. Una característica de este grupo es su crueldad y frialdad a la hora de cometer sus asesinatos. Los medios de comunicación han divulgado información sobre casas donde se descuartizan a las personas, para luego ser sepultadas sin dejar rastro alguno; bueno pues bien, los Urabeños son los actores intelectuales y materiales de este tipo de homicidios en el puerto más grande del país.



¿Pero qué tiene que ver lo que sucede en Buenaventura con lo que está sucediendo en Socha?. Mucho la verdad, estos homicidios cometidos en el departamento del Valle han llegado al municipio cundinamarqués, y han afectado en gran medida la seguridad del sector.

! Gráfico 1. Tasas de homicidios en 2012 y 2013 en las 16 ciudades más afectadas en 2013. Fuente: Policía Nacional Procesado: FIP

Para el 2012 - 2013, los homicidios en Soacha estaban entre los 40 y 50 homicidios en al año, pero lo que va del año en curso ya van 46 asesinatos, y sólo se llevan 4 meses, es un aumento del 138%. Acá viene el dato, en el último semestre del 2013 hubo un aumento en la llegada de personas de Buenaventura a Soacha, algo que no había sucedido tan gradualmente y que por obvias razones no alertó a las autoridades del municipio. Hay que tener en cuenta que en el caso del puerto, estos homicidios hasta

ahora se descubrieron, pero eran hechos que ya se venían presentando desde hace un buen tiempo. Regresando a lo que nos atañe, en Soacha este crecimiento en los asesinatos se le adjuntó a las bandas criminales o pandillas del sector, ya que en Cazucá existen varios tipos de pandillas que han creado fronteras invisibles para que lo que no se conocen no pasen por allí.

! Gráfico 2. Tasas de homicidios en 2010 y 2011 Fuente: Policía Nacional - Procesado: FIP



Antes de que se presentará este aumento en el número de homicidios, las ORGS llegaron para evaluar la situación de pandillas y limpieza social. Estas Organizaciones pertenecientes a la ONU, han tenido que salir poco a poco del sector debido a amenazas a sus trabajadores y a sus instalaciones, llegando a tener solo un representante que es ACNUR, que se encuentra en el barrio la Isla, un lugar de difícil acceso por la inseguridad que presenta el sector.



En el proceso de investigación de esta crónica presenté muchos problemas, temiendo en primer lugar por mi integridad personal y de la persona que me acompañó y fue mi guía durante esta travesía. además de la información negada por parte de las autoridades del municipio.

Entrar al CTI de la Fiscalía, encontrarse con una fila de más de 20 presos, judicializados por diferentes delitos, entre ellos homicidio, un ambiente hostil y de poco agrado por parte de la justicia hacia mis preguntas que no obtuvieron respuesta, además de ver injusticias a la orden del día, y que puede ser mi anécdota para no olvidar.

Durante mi espera en el edificio del CTI, donde también se encuentra la DIJÍN de la policía, rodeado de presos, que me llamaban “gomelo” y me pedían ayuda para que los sacara de allí mientras esperaban su turno de ser judicializados, llegó una mujer no mayor a los 26 años, golpeada, con signos de maltrato y abuso que pedía ayuda de las autoridades porque según ella acababa de ser- “violada por un hombre la cual la amarró, golpeó y luego amenazó con un cuchillo para que tuvieran relaciones”-. La historia no termina allí, una agente escucha su versión de los hechos, pero cuando la mujer le dice -“yo soy prostituta y mi servicio ya se había terminado, él no tenía como pagarme, al ver que me negué a tener nuevamente relaciones, tomó la decisión de amarrarme y abusar de mi” - a lo cual la agente del cuadrante le responde: - “ yo no puedo hacer nada, si quiere espere al juez y ponga la denuncia, cuando la coloque ahí si actuó de lo contrario no puedo hacer nada, además quien la manda de CULI CALIENTE-” - a lo cual los agentes que se encontraban alrededor se burlaron e hicieron que esta mujer después de suplicarle ayuda se marchara entre lágrimas y rabia, murmurando mientras bajaba las escaleras “ porque soy prostituta no hacen nada y si van a dejar a un violador suelto, vaya justicia”.

Reclutamiento forzado: Por su parte, el fenómeno del reclutamiento forzado conforma otra de las manifestaciones del conflicto armado presente en el municipio de Soacha, pues se ha observado, tal como lo manifiesta el informe de riesgo del SAT de la Defensoría del Pueblo, que cada vez se incrementa más el fenómeno de vinculación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ) quienes son abordados por los diferentes grupos al margen de la ley mediante propuestas laborales, de generación de ingresos, de persuasión para ganar estatus, entre otros; sin embargo, una vez hacen parte de tales estructuras, empiezan a ser utilizados con el fin de realizar labores de inteligencia, mensajería, comercio ilícitos y control territorial. Fuente: PNUD

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Foto 2. Alcaldía de Soacha

Encontrar este tipo de historias, que rodean la verdad no sólo de una ciudad sino de un país entero, que muestra su indiferencia ante este tipo de casos que poco a poco destruyen a una sociedad colapsada y casanada de tanta injusticia.

En el desarrollo de esta crónica la negativa de las autoridades fue grande, no solo por mi “poca fama”, o por mi reconocimiento, sino por el hecho que nos les gusta que se entrometan en este tipo de temas, que para ellos es algo normal y que está controlado, pero en realidad está atormentando a una ciudadanía que ve angustiosamente como servicios de “limpieza social” o “BACRIM” están acabando con la vida de sus familiares o personas cercanas.

Escuchar un No!, o un “acá no pasa nada”, son palabras recurrentes entre las autoridades del municipio, las voces del pueblo se convirtió en mi voz oficial, en la voz de la verdad, y nada mejor que creer en las víctimas ante unas autoridades frustradas y silenciosas ante los hechos. Las voces de un pueblo han hablado y hoy se han escuchado.