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Crece la brecha en infraestructura

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economía

Lejos de niveles aceptables Índice base 1990=100 Stock infraestructura Volumen de comercio

| Domingo 21 De abril De 2013 ARGENTINA

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Fuente: elaborado sobre la base de datos de Cepal y Hofman (2000) / LA NACION

Crece la brecha en infraestructura Viene de tapa

La década del 2000 no será recordada por la herencia en infraestructura que dejará. Ariel Coremberg, es profesor de Teoría y Medición del Crecimiento Económico de la Universidad de Buenos Aires. En 2007 realizó un profundo trabajo para la Cámara Argentina de la Construcción llamado “El déficit en la infraestructura argentina”. El estudio mostraba que los indicadores locales estaban muy lejos de los niveles de países desarrollados. ¿Qué pasó desde entonces? “Me atrevería a decir que todos los indicadores se mantuvieron y que en algunos casos están peores”, dice Coremberg. Luego vienen los números. Para 2010, cuando se realizó el Censo, la mitad de la población argentina continuaba sin acceso a cloacas y gas de red. “La Argentina queda lejos de los principales países de América latina, como Brasil, Chile, México y Uruguay, en los que hubo sustanciales mejoras en la infraestructura social y económica. Allí se supera el 85% del total de la población cubierta con saneamiento, un servicio clave para disminuir la pobreza estructural y mejorar la salud de la población”, dice el también coordinador del proyecto Arklems + Lamd para la medición de la productividad y competitividad de la Economía Argentina, una iniciativa que lleva adelante junto con la Universidad de Harvard. La infraestructura es una de las principales variables que miran economistas, académicos y, obviamente, inversores privados. El stock de infraestructura pública es uno de los factores productivos más importantes de los países y el desarrollo de esta variable, coinciden los académicos, explica en parte la evolución de la productividad del sector privado, así como el bienestar social de la población de un país. Los economistas de la Comisión Económica de América latina (Cepal) Daniel Perrotti y Ricardo Sánchez compilaron los datos de inversión en infraestructura como porcentaje del producto bruto interno (PBI). Según sus datos y a modo de ilustrar con ejemplos, entre 1980 y 1985, la Argentina destinaba 3% del PBI a inversión en infraestructura, mientras que entre 2007 y 2008 el número bajó a 2,3 por ciento. Perú utilizaba el 2% del PBI en la década del ochenta y hace cinco años había llevado ese número a 3,6 por ciento. Coremberg dice que en estos últimos años, después de la crisis de 2009, esa cifra es inferior. Todos estos números están lejos de aquellas épocas, los años 50 o los 60, en los que la inversión en infraestructura en la Argentina se acercaba a entre 7 y 8% del PBI. Actualmente, la Argentina está muy atrás en las mediciones internacionales. Existe un informe de la Cámara Argentina de la Construcción llamado “Plan de infraestructura de transporte terrestre” en el que se analizan las inversiones necesarias desde 2010 hasta 2020. “El Banco Mundial reafirma también que un nivel de inversión en infraestructura equivalente al 7% del PBI sería realista, si se considera que ése fue el nivel de gasto que registraron países co-

mo China, Indonesia, República de Corea y Malasia, entre 1970 y 1990, los que actualmente muestran importantes niveles de desarrollo de su infraestructura. Por ejemplo, China ha invertido en infraestructura en los últimos años montos que equivalen al 9% del PBI”, sostiene el trabajo. Todo está muy lejos de lo que destina la Argentina. Según The Global Competitiveness Report 2010-2011, del World Economic Forum, el país ocupa el lugar 102 en la categoría Calidad de la Infraestructura en General sobre un total de 139 países medidos. Chile está 24 en ese listado de países; Brasil, 84, y México, 79.

En MW Parque total disponible Parque instalado Demanda máxima 30.000

29.049

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Año 2012 99.447 44.042

Gasto de la Administración Pública Nacional en subsidios (millones de pesos)

2011

Prioridades lejos de las obras Pero las prioridades cambiaron desde entonces. El año pasado, los subsidios económicos terminaron en 99.447 millones de pesos, con un crecimiento en los últimos cinco años de 517 por ciento. La columna de la inversión, que estaba empatada en 2007, finalizó 2012 con 44.042 millones de pesos. Registró una suba de 160 por ciento. La diferencia entre uno y otro muestran una marcada decisión: la infraestructura no estuvo al tope de las prioridades. Las consecuencias de las políticas públicas están a la vista. Una lluvia puede ser capaz de matar más de 50

personas; el calor puede ocasionar la falta de electricidad a millones, o los fines de semanas largos con miles de autos en las rutas se llevarán, seguramente, un puñado de vidas. En materia vial, por ejemplo, la Argentina tenía 1,39 kilómetros de red vial per cápita. En 2002 ese indicador era de 1,74. Nada ha cambiado desde entonces, más bien lo contrario. Con un crecimiento de la población de alrededor del 1,5% por año, la escasa expansión de la red no alcanzó a subir el indicador per cápita. En el mismo período, España, por caso, pasó de 2,80 kilómetros por cada habitante a 16,6; Japón, de 1,96 a 6,94, y el cercano Uruguay, de 2,14 a 2,41. Para Coremberg, si se espera que la Argentina tenga un sendero sostenible de crecimiento en el largo plazo, la inversión vial per cápita se tendría que multiplicar por 10 para alcanzar los niveles de infraestructura vial de países de similar densidad poblacional, pero de niveles de ingreso elevados, tales como España y Canadá. En energía eléctrica pasa algo similar. Sebastián Scheimberg, economista de la Fundación Pensar, sostiene que lo que sí cambió en los últimos años es la relación entre capacidad máxima disponible y demanda. “Esa relación porcentual ha caído muy mucho en los últimos años”, sostiene. Reducir la brecha de infraestructura no es una tarea de pocos días. Lleva muchos años, planificación, decisión y un flujo de fondos constante. Y una vez terminada, se necesita un importante esfuerzo en el mantenimiento, la eficiencia y la productividad. Nada que la Argentina pueda ofrecer en el menú que exhibe por estos tiempos.ß

Winston Churchill, obra que le dio aliento en un momento tan particular de su vida. Como Charles De Gaulle, Churchill sí que se la creía. Y en el discurso presidencial inaugural, Franklin Delano Roosevelt afirmó: “No tenemos nada que temer, excepto al temor mismo”. –Y encima en 1993 Roger Edward Alfred Farmer publicó un libro titulado La macroeconomía de las expectativas autocumplidas. –Pero no exageremos, como lo prueba el hecho de que la obra de Farmer no impactó en la profesión. Churchill no bajó los brazos en ningún momento, pero comenzó a respirar más aliviado cuando, como consecuencia del ataque japonés a Pearl Harbour, en diciembre de 1941, Estados Unidos entró en la guerra. Y Roosevelt complementó el citado anuncio con medidas concretas. Dicho sea de paso, diseñadas e implementadas sin andamiaje teórico. La macroeconomía de corto plazo, que John Maynard Keynes planteó en La teoría general,

es un esfuerzo posterior al Nuevo Trato introducido por el presidente de Estados Unidos. –¿Qué me quiere decir? –Que las expectativas son muy importantes, pero como pronóstico –o como planteo básico de política económica– la hipótesis de las profecías autocumplidas resulta ser una exageración, sobre todo cuando la política económica pretende basarse en la pura expectativa. Como bien ilustra el cuento, cuando los Apóstoles –para seguir a Jesús– saltaron de la barca a las aguas, comenzaron a ahogarse, por lo cual éste les tuvo que indicar que tuvieran fe, pero que caminaran sobre las piedras. –En otros términos... –La credibilidad es central, como ilustró Guillermo Antonio Roberto Calvo, cuando al analizar las liberalizantes políticas comercial y financiera aplicadas durante la segunda mitad de la década de 1970, modeló las denominadas “reformas increíbles”. Era creíble Raúl Ricardo Al-

fonsín cuando en junio de 1985 lanzó el plan Austral, como era creíble Carlos Saúl Menem cuando en abril de 1991 lanzó la Convertibilidad. Y por eso, en ambos casos, pudieron abatir la inflación no sólo sin recesión, sino con reactivación del nivel de actividad económica. En un caso y en el otro la dificultad consistió en poder mantener los éxitos iniciales. –Me está quitando la esperanza. –Estoy corrigiendo excesos, para evitar futuras desilusiones. Ésta es la labor de los médicos, para neutralizar a los curanderos. A los mecanicistas les tenemos que recordar que la decisión humana no es robótica; a los románticos, que la decisión humana tiene algunas anclas. Ejemplo: la razón de que la enorme mayoría de los pobres no viaje al exterior no es la falta de cultura, sino la falta de fondos. La sabiduría de quienes diseñan e implementan políticas publicas pasa por saber combinar estos dos extremos. –Don George, muchas gracias.ß

8 82.412 42.115

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2010 49.775 35.364 40.000

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MENOS INVERSIÓN

La diagonal marca el equilibrio entre inversión y subsidios; 2007 y 2009 son los años más cercanos a este equilibrio

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SEP 11

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La economía no se basa sólo en las expectativas El húngaro George Katona dice que son importantes, pero no lo único determinante que está todo mal, y comenzamos a decir que todo está bien, ¿no mejorarán las cosas? ¿no mejorarán hasta el punto en que los deseos se convertirán en realidad? Para saber más sobre esto en-

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Gas Gas

1970 1980 1990 2002 2010

Claro que no toda la inversión en infraestructura es pública, sino que muchas veces el aporte privado es preponderante en la ecuación final. La tasa de inversión en la Argentina, después de una caída que llegó a ser de 11,3% del PBI en 2002, consignó subas de alrededor de 10% por año, llegó a un máximo de 24,5% del PBI en 2011. Pero claro, cuando se mira el detalle de esa inversión, sólo 10% corresponde al Estado, mientras que el 90% restante es privada. Y dentro de ésta, lejos de la infraestructura, el gran peso es la construcción que se lleva la mayoría de los pesos que allí se destinan. No habrá con la Argentina actual, llena de preguntas sin respuestas para los inversores, flujos de dinero privado para la infraestructura. Apenas queda el Estado. ¿Y que hizo la administración kirchnerista? Los datos aportados por Jorge Colina, economista de Idesa, realizados sobre la base de los que suministra la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), son contundentes y muestran que, claramente, que la Argentina decidió hacer foco en los gastos operativos y no en la inversión. Si se volviese al ejemplo del principio, sería como optar por comer afuera todas las noches y no por arreglar la casa. Esos datos muestran que en 2007,

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Fuente: IDESA sobre la base de datos de ASAP y Secretaría de Hacienda / LA NACION

Porcentaje de la población con acceso a saneamiento

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Gasto de Capital de la Administración Pública Nacional (millones de pesos)

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Saneamiento

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N

o se trata de un problema intrínseco de la Argentina; toda la región presenta graves fallas en la infraestructura. La excepción es Chile, que acompañó el crecimiento de la economía con un stock de infraestructura, en algunos casos, levemente superior al que necesitaba. Otros como Brasil o México aún presentan grandes brechas, pero, a diferencia de la Argentina, iniciaron procesos para ampliar el stock de bienes. Mientras tanto, la Argentina está amesetada. Un documento elaborado en 2011 por Daniel Perrotti y Ricardo Sánchez para la Cepal y presentado en Santiago de Chile determinó que sería necesario invertir anualmente en torno al 5,2% del PBI regional (unos 170.000 millones de dólares de 2000) para dar respuesta a las necesidades que surgirán de las empresas y los consumidores finales de la región entre los años 2006 y 2020. “Si lo que se quiere es alcanzar los niveles de infraestructura per cápita de un conjunto de países del sudeste asiático las cifras anuales requeridas para igual período ascenderían al 7,9% del PBI, unos 260.000 millones de dólares de 2000”, concluye el trabajo. Teniendo en cuenta que la inversión en infraestructura observada en el último período conocido (2007-2008) ascendió a 2% del PBI, el esfuerzo por realizar se torna significativo. Sin embargo, una adecuada respuesta a estos requerimientos será un determinante clave del modo de inserción de la región en la economía mundial en el siglo XXI y en la calidad de vida de sus habitantes. Otro estudio de la Cepal de 2010, sistematizó los principales desafíos que enfrenta la región en materia de servicios de infraestructura. Según su visión, América latina padece: • Alta dispersión y multiplicidad de visiones públicas respecto a la infraestructura y los servicios, y la consecuente falta de integralidad en el abordaje de las políticas en sus diferentes procesos. • Estrechez física o escasez en la provisión de infraestructura y servicios. • Fallas u obstáculos institucionales y regulatorios tanto en la conducción de las políticas como en la organización de los mercados. • Debilidad o ausencia de criterios de sostenibilidad en la concepción de las políticas de los servicios de infraestructura, especialmente en el transporte. • Falta de reglas claras y de mercados para la inversión.ß

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Juan Carlos de Pablo

P

MÁS SUBSIDIOS

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Electricidad

0 SEP 02

Un atraso en gran parte de la región

$ 1 en inversión equivale a $ 2,25 en subsidios

A mitad de la tabla Ese mismo reporte da cuenta de que en un indicador en el que uno es insuficiente y siete es suficiente y confiable, la Argentina está en el medio: 3,5. Bolivia está por debajo (3,3), mientras que Brasil, Colombia, Costa Rica, México y Perú están por encima. Chile es la que sobresale con un indicador de 5,7, el más alto de la región.

Serio, pero no Solemne

orque no tomamos decisiones sobre la base de lo que va a pasar, sino sobre la base de lo que creemos que va a pasar, las expectativas son muy importantes. Pero si esto es así: si dejamos de decir

La prioridad está en el lado opuesto

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1970 1970 1980 1980 1990 1990 2002 2002 2010 2010 1970 1980 1990 2002 2010

S/d S/d S/d S/d S/d S/d 0 S/d S/d S/d 0 ARGENTINA ARGENTINA 0 ARGENTINA

61 61 61

51,2 51,2 51,2

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55 BRASIL

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Porcentaje Porcentaje de de la la población población Porcentaje la población con a con acceso acceso de a gas gas con acceso a gas

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Fuente: Arklems sobre la base de datos del Banco Mundial y Censos / LA NACION

trevisté al húngaro George Katona (1901-1981), quien migró involuntariamente, primero a Alemania y luego a Estados Unidos. En la universidad de Michigan lideró el Centro para la Investigación de Encuestas, donde desarrolló métodos para medir la confianza del consumidor. Inspirado por la psicología gestáltica, le prestó particular atención al efecto que los eventos nacionales tienen sobre la confianza, las expectativas, los planes y finalmente las conductas del conjunto de los individuos. En 1975 publicó una obra titulada economía psicológica. –“Creérsela” siempre es muy importante. –En la película Carmen, dirigida por Carlos Saura, cuando la protagonista baila sin ganas, su compañero detiene la música, y le dice: “Si no te creés que sos Carmen, ¿quién se lo va a creer?”. Cuando el terrorismo derrumbó las Torres Gemelas, el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, estaba leyendo la biografía que Roy Jenkins escribió sobre

el rubro gastos de capital, que es donde se cuenta la inversión, sea en infraestructura como en equipos (por ejemplo, las computadoras del plan Conectar Igualdad), mostraba un monto ejecutado de 16.953 millones de pesos. Los subsidios económicos, lugar donde se contabilizan todos los aportes que se pagan a las empresas privadas, lucía un total similar: 16.124 millones de pesos. Es decir, por cada peso de subsidios, iba también uno a gastos en infraestructura.