CREAR EL LEGADO DEL FUTURO Como innovar en una escuela tradicional y exitosa El Colegio Belgrano pertenece a los Canónigos Regulares de Letrán, unos sacerdotes religiosos seguidores de San Agustín de Hipona, que llegaron a la ciudad de Salta, en el norte de Argentina, en 1899. Allí fundaron un colegio que se transformaría en una escuela tradicional donde graduaron generaciones de líderes y profesionales salteños. Actualmente forma 1.450 alumnos en todos los niveles, desde sala de 4 años a 5 año del nivel secundario. Un colegio con mística, sin duda. Con resultados siempre excelentes en materia de evaluaciones de todo tipo, y fama de ser una escuela “exigente y disciplinada”, ¿Cómo pensar siquiera en modificar alguna línea pedagógica, o menos aún, alguna norma u operatoria clásica del diario transcurrir? Propusimos en el año 2015 generar un profundo trabajo con el equipo directivo, para motivar a transformarlos decididamente en líderes de este proceso innovador. La base fue hacer crecer la CONFIANZA. Todavía puede verse en las oficinas un decálogo que usamos en cada reunión, en cada decisión, en torno a cómo actuar para generar confianza: hable sin rodeos, genere transparencia, presente resultados, aclare las expectativas, etc. Steve Covey nos enseñó que el gran catalizador de las transformaciones de las organizaciones es la confianza. Cuando la confianza aumenta, la velocidad aumenta y el costo disminuye. Fue creciendo así una VISION donde el horizonte era alto, ambicioso: convertirnos en una escuela referente para el medio en materia de transformaciones necesarias para educar a nuevas generaciones, para enseñar las competencias que en un futuro le serán requeridas a los que transitan su escolaridad por nuestras aulas. A partir de un diagnóstico certero, en el cual participaron todos los actores de la comunidad, a través de encuestas on line (sí, pedimos correos electrónicos a cada familia y respondió el 76%!) y con un trabajo riguroso en materia estadística, generamos un Plan Estratégico Quinquenal, que recuperara todos los aspectos que considerábamos claves. Y lo presentamos cada año ante la comunidad, con sus resultados, avances y dificultades.
¿Qué ideas-fuerzas nos fueron moviendo? ❖ APRENDIZAJE 7/24: implementamos con absoluta convicción la plataforma de Santillana Com-partir con todos los beneficios curriculares y metodológicos que eso implicó, y las puertas que se abrieron en materia de nuevas necesidades y desafíos, siempre necesarios para crecer; desarrollamos junto a una empresa inglesa, una plataforma de prácticas de habla y escucha de inglés que aumentó la carga horaria sin que los alumnos pasen más tiempo en el colegio, pusimos a funcionar un proyecto transversal de Educación en el Amor apoyado en material contenido en un entorno virtual. En todos los
casos, los padres tienen acceso y trazabilidad 100%. Nos imaginamos a los alumnos estudiando todo lo que pueden encontrar fuera de la escuela, precisamente ahí. Y yendo a la escuela a tomar de sus maestros lo que no encuentran en otro lado. La tecnología como herramienta transformándose de TICs en TACs: tecnologías de aprendizaje y conocimiento. Caminamos hacia una educación basada en retos, flexible, vivencial, sin compartimentos estancos, desarrollando proyectos transversales más allá de los timbres y los horarios estipulados. ❖ EXOESQUELETO: Hoy es imposible pensar una institución sin andamiaje y apoyo de terceros, los famosos “stakeholders”. Insertos en una comunidad local y global, no sabemos todo, y aunque lo supiéramos, queremos tener como aliados a gente mejor que nosotros. Las referencias enunciadas en el párrafo anterior es un claro ejemplo de ello. Otra acción concreta: hemos acordado con 5 universidades de primera línea en Buenos Aires, para monitorear nuestros avances, articular y avanzar sólidamente. A cambio de ese esfuerzo, tenemos cupos con becas totales o parciales para nuestros alumnos que han aprendido que esforzándose los sueños se pueden cumplir. ❖ PROTEGER LO NUEVO: existen procesos intensos de capacitación permanente de los docentes en 4 áreas definidas por ellos y acordadas con el equipo de conducción: NTICs como herramientas pedagógicas, Neurociencias aplicadas a educación, Convivencia, negociación y resolución de conflictos y Prácticas áulicas innovadoras. Cambios profundos y significativos que recibieron la adhesión de los docentes más entusiastas y renovadores y la resistencia – normal en estos procesos- de quienes requieren otros tiempos y otras deconstrucciones para “ponerse en marcha” . Cuando algún profesor se anima a innovar, allí aparece el trabajo del equipo de conducción defendiendo, valorando y hasta “mimando” las experiencias de los “punta de lanza” que se animan a innovar dentro y fuera del aula. En el fondo son los seguidores los que le dan sentido al líder. Y una vez decidido el camino, no todo es democrático ni discutible. Aquí aplica perfectamente el concepto de que “donde se acaba la motivación, empieza la obediencia”. ❖ EXPLICITAR LO QUE SE PRETENDE: la mejora de las condiciones laborales pasa por demostrar, con políticas y estrategias de estímulos y compensaciones, que no es lo mismo el profesor que se esfuerza y compromete con el cambio que aquel que reproduce las mismas prácticas desde hace 20 años. Existen indicadores acordados por los actores que determinan claramente que necesita la escuela de un profesor para alumnos del siglo XXI. En un segundo paso, llevado esto al aula, no es más que una porción de la Teoría Ejecutiva de la Inteligencia. Sin pruebas sorpresas, con criterios definidos y comunicados una, otra y otra vez, y evaluados con rigurosidad en el momento indicado y comunicado. Y todos aspiran al valor o a la calificación más alta. Y esto aplicado a todos los actores del proceso. ❖ SER COMUNIDAD: el fortalecimiento de la comunidad belgraniana, sobre todo después de varios acontecimientos dolorosos de años anteriores, es tarea permanente. Salir de la cómoda campana de cristal y empezar a “mostrar” el Colegio fue parte del plan inicial: redes sociales, una página web (www.colegiobelgrano.edu.ar) donde se va generando identidad, pertenencia y se va compartiendo los valores que sustentan la propuesta. Genera visibilidad, satisfacción, orgullo. Se tejen redes que sustentan las decisiones.
Formación permanente para padres, con referentes nacionales e internacionales. Capacitaciones compartidas con escuelas de la zona y de la ciudad. Acciones sinérgicas, que semejan una red neuronal que produce energía para todos los que quieren participar. Por ejemplo, en 2016 fuimos, en estrecha colaboración con otro colegio salteño, los primeros en Argentina, que implementaron el proyecto KIVA de la universidad de Turku, Finlandia, mundialmente reconocido como efectivo contra el acoso escolar. Porque sin ambientes saludables es difícil que un niño o niña pueda concentrarse en aprender más y mejor. Porque una comunidad orgullosa de sus valores es prácticamente capaz de todo.
En educación, generar transformaciones sostenibles en el tiempo, requiere planificación y audacia. El gran desafío es mantener los niveles altos de rendimiento escolar, en ambientes y estilos más saludables, humanistas e innovadores que faciliten la adquisición de las competencias o habilidades que permitan desarrollar lo que llamamos “inteligencia ejecutiva”, lo que nos permite definir metas y dirigir la acción para alcanzarlas. La planificación acerca los procesos a un proyecto real, serio, profesional, con metas a logar que puede ser medido y compartido. Es el primer paso para generar confianza en los actores. Padres, docentes, alumnos, más allá de las simpatías o no, deben poder reconocer la transformación y medir el avance. Por eso un diagnóstico de partida es tan importante. Por eso un plan que pueda ser contado, comprendido, evaluado, y compartido / asumido por todos es clave para construir una VISION DE FUTURO. La audacia se requiere para la segunda instancia, el momento en el que la intuición del que conoce el territorio indica que es el tiempo y el lugar, porque las utopías educativas se conducen desde la memoria pero también desde la mirada puesta en la incertidumbre del futuro que desconocemos pero también en la firma certeza de que seguramente necesita otra escuela distinta a la que tenemos. Estamos transcurriendo esta segunda etapa con serenidad y convicción. Dicen que las profecías se realizan por el hecho de enunciarlas. Nos proponemos crear el legado del futuro. No solo de los alumnos pequeños que recién ingresan y ni siquiera imagina de qué trabajarán en los próximos 20 años, sino también de la comunidad docente y de padres donde todos nos hemos vuelto novatos. Kevin Kelly, en su último libro “The inevitable” nos recuerda que son tiempos de “volver a comenzar una y otra vez” (Becoming). Aún estamos a tiempo para ser parte de los creadores del futuro y dejar de ser meros espectadores. Rotos los muros, abiertas las puertas, el mundo viene al encuentro de nuestros niños y adolescentes para asombrarlos y animarlos a hacerlo mejor.