¿Hay alguna evidencia de que el alma existe? Una base importante Artículo escrito por: PleaseConvinceMe.com Hay muchas cosas que nosotros, como cristianos, damos por sentado acerca de lo que creemos acerca de la naturaleza de Dios y la naturaleza de nuestro mundo físico. Muchas de estas verdades necesarias son aceptadas sin examinarse mucho, a pesar de que son fundamentales y fundacionales para nuestra fe. Una de esas verdades fundamentals se llama "dualismo". Como cristianos, usted y yo creemos que en esta vida hay más que el mundo físico que nos rodea. También creemos que este corto plazo de existencia no es todo lo que nos espera como seres humanos. Tenemos la esperanza del cielo. Pero para que esto sea cierto, tenemos que sostener una vista de dos realidades: la física y la espiritual. Se trata de una visión “doble” del mundo que nos rodea. Creemos tanto en el cerebro como en la mente, en el cuerpo como en el alma (una esencia diferente del cuerpo y no se disuelve con la muerte), en la existencia material como en el reino espiritual. Este concepto del dualismo, el reconocimiento de dos reinos y dos realidades que coexisten, es fundamental para nuestra fe como cristianos. Si el dualismo NO es cierto (el punto de vista opuesto es a menudo llamado "monismo" o "fisicalismo") entonces no hay ámbito en el que Dios existe, no tenemos almas diseñadas para la salvación y la vida con Dios, y no hay vida más allá de ésta. Es por eso que el examen de la verdad del dualismo es tan importante. ¿Podemos probarlo con la ciencia? Entonces, ¿cómo podemos empezar a comprobar la existencia de algo que no puede ser visto? ¿Qué tipo de ciencia podríamos utilizar? En fin, la ciencia trata con el mundo natural y físico, y estamos tratando de medir algo que es inmaterial. ¿Es la ciencia un instrumento adecuado para cumplir con esta labor? Probablemente no. Un enfoque mejor y más racional sería la de estudiar la cuestión desde una perspectiva filosófica y ver si hay alguna razón filosófica racional para creer en algo inmaterial. Entonces, eso es exactamente lo que vamos a hacer. Comenzaremos por estudiar la posibilidad de una sola realidad inmaterial. Vamos a comenzar por una examinación de la posibilidad de la existencia de la mente. Si podemos proporcionar evidencia de la existencia de la mente, podemos abrir la posibilidad de otras realidades inmateriales como el alma y el reino espiritual, por lo que ésta será nuestra tarea. Tenemos que reconocer que los fisicalistas estrictos niegan la existencia de algo inmaterial o no físico. Según esta forma de pensar, no hay objetos inmateriales abstractos. Todo lo que existe en el mundo, según esta vista, se puede describir por medio de la física y la química. Según este punto de vista, no hay una mente, sólo hay un cerebro material que contiene las neuronas y las fibras C, que se activan como una serie de eventos eléctricos y químicos que causan una sensación mental (un pensamiento o una sensación de dolor, por ejemplo). Para los fisicalistas, sólo hay un cerebro y un sistema nervioso, limitados al mundo físico, y que contienen propiedades físicas, en los cuales se ocurren los sucesos físicos. Para los fisicalistas, cualquier idea de que hay una "mente" o un "alma" es simplemente el producto del funcionamiento físico de nuestro cerebro. Estas cosas no existen en realidad, sino que son simplemente el producto del funcionamiento físico de nuestros cerebros. La evidencia de la Ley de la Identidad Como cristianos, rechazamos el fisicalismo y creemos que hay dos realidades, el cerebro y la mente, el cuerpo y el alma. Creemos que hay una realidad inmaterial, invisible. Y hay evidencia para apoyar nuestra creencia. Comencemos por establecer la forma en que vamos a estudiar esta evidencia. Procedamos racional y lógicamente. Comencemos con una ley de la lógica, conocida como la Ley de la Identidad. Es de verdad una ley bastante sencilla. Dice así: A=A
No puede ser mucho más sencillo que eso, ¿verdad? La Ley de la Identidad se limita a establecer que algo en un lado del símbolo de igualdad es idéntico a algo en el otro lado del signo si tienen exactamente las mismas cualidades o propiedades. Si esto es cierto, podemos decir que tienen una “relación de identidad ". A veces esto es fácil de entender. Por ejemplo, es fácil ver que esto es cierto: George Washington = George Washington Podemos ver fácilmente que esto es cierto. Pero ¿qué sucede si cambiamos un poco la ecuación? Mire lo siguiente: George Washington = El Primer Presidente de los Estados Unidos Aunque la ecuación parezca distinta a primera vista, podemos ver en realidad que todavía tenemos una relación de identidad debido al hecho de que todas las cualidades y propiedades de George Washington (su vida, la historia y las propiedades biológicas) son idénticas a las cualidades y propiedades de "El Primer Presidente de los Estados Unidos". Apliquemos esto a nuestro examen del alma. Los fisicalistas sostienen que hay una relación de identidad aquí: el cerebro = la mente el cuerpo = el alma Si esto es cierto, deberíamos de hallar que todas las propiedades y cualidades en un lado de las ecuaciones deben de ser idénticas a todas las propiedades del otro lado de la ecuación. Si ello no puede decirse, si hay diferencias en las cualidades y la naturalezas de los elementos en los lados opuestos de la ecuación, entonces sabemos que tenemos dos realidades, como los cristianos siempre han sabido. Primera Diferencia: "Público" Contra "Privado" (El argumento del conocimiento privado) Comencemos con un breve ejercicio. Tómese un minuto y pensar en un coche imaginario. Imagine que tiene la oportunidad de crear cualquier cosa que desee. El costo no tiene límite, y lo puede hacer de cualquier forma que desee. No tiene que ser limitado por ninguna otra forma o diseño preexistente. Usted puede crear cualquier cosa que pueda imaginar. Ahora quiero que visualice este coche en su mente. Tome un minuto. Así visualicelo claramente, ¿Listo? Ahora bien, si yo le pusiera con un artista gráfico por unas horas, ¿cree que podría trabajar con él para darnos una idea visual de lo que está pensando? Por supuesto que sí! Podría trabajar cuidadosamente para asegurarse de que el imagen que tiene en su mente se expresara con precisión para el resto de nosotros. Al final, podríamos todos, ver exactamente lo que se imaginaba Ahora aquí está el dilema para el fisicalista. No hay ningún coche como este fuera de su cuerpo a que miró primero y luego nos describió. Este coche, con su forma muy particular y estilo, se encuentra sólo en los pensamientos de su mente. Su cerebro no se refiere a datos ópticos de un objeto en la habitación. Y los neurofisiólogos no puede abrir su cerebro físico y localizar el coche o su forma o sus propiedades. Pero piense en esto por un segundo. Su imagen del coche tiene propiedades! Pero estas propiedades no se pueden ver en el cerebro por otra gente que podría abrir su cabeza y tratar de mirar. Lo mejor que puede ofrecer la ciencia es tal vez un conjunto de neuronas que puede ser responsable por causar la sensación, pero solamente están identificando dos cosas distintas que tienen una relación causal entre sí, así como hay una relación causal entre el archivo MP3, el microchip y el sonido de la música (pero recuerde que la música acústica no es lo mismo que el microchip) Las propiedades del automóvil de tus sueños son propiedades conocidas privadamente. Sólo usted las conoce y las eperimenta. Nosotros, que estamos fuera de su mente, no podemos mirar dentro de su cerebro, encontrar el coche y contar sus propiedades. Estos no pueden ser vistos por todos. A menos que usted me diga algo cerca de ellos, no tengo idea de lo que está pensando. La realidad del coche se encuentra solamente en su conciencia privada. Así que aquí está un argumento sencillo que demuestra que el cerebro y la mente son dos cosas diferentes:
1. Las propiedades físicas se pueden conocer publicamente 2. Todos podemos mirar a una pieza de escultura, por ejemplo. La escultura es física y todos le pueden tener acceso. Las propiedades mentales son conocida s sólo en privado. Para nosotros es imposible tener acceso a como la escultura le hace sentir. Nos tendría que decir. No podemos saber por medio de un examen físico de su cerebro a menos que nos diga lo que siente. 3. Por lo tanto: las propiedades mentales no son propiedades físicas. ¿Entiende lo que esto significa? Ahora podemos concluir que el cerebro físico es algo diferente de la mente inmaterial. Son diferentes porque la mente posee un conocimiento privado que el cerebro no posee. Hemos simplificado definitivamente esta evidencia a un extremo para ser breves aquí, pero espero que ya empiece a comprender la base filosófica del dualismo. Pero vayamos mas allá ... 4. Segunda Diferencia: "Yo" Contra "Mi Cuerpo" (El argumento de la primera persona) ¿Cuántas veces ha oído a alguien decir lo siguiente: "Yo soy un cuerpo"? No lo oímos muy a menudo. En cambio, oímos expresiones tales como "tengo un cuerpo". En esta segunda foración, ¿quién es el "yo"? ¿Quién es la persona que tiene el cuerpo? Cuando decimos algo como, "mi dedo me pica", ¿por qué pretendemos ser algo diferente que el dedo? ¿Por qué proclamarnos dueño de algo, si, de hecho, no es algo separado de nosotros? Cuando dice "Esto es mi cuerpo", ¿quiere decir solamente que "Este es el cuerpo que pertenece a este cerebro"? Por supuesto que no. 5. Cuando digo algo así, quiero decir exactamente lo que dije! Este es mi cuerpo! Parece que sé por instinto que "yo" (la descripción de mi mismo en primera persona) soy diferente que el cuerpo físico en que habito. Sigo diciendo cosas tales como: "Este es mi cuerpo", de la misma manera que yo diría: "Este es mi sombrero". "Yo" y mi sombrero son dos cosas distintas, y de igual manera, "yo" y mi cuerpo son dos cosas distintas. Entendemos innatamente que cualquier cosa a que identifiquemos como "yo", es algo distinto que nuestro cuerpo o cualquier parte de nuestro cuerpo. Es por eso que cuando uno pierde mucho peso no se cree de alguna manera menos como persona, a pesar de que tenga claramente menos cuerpo. Es por eso que cuando uno pierde una extremidad en un accidente, no decimos que es de alguna manera menos como persona. De hecho, las personas deshabilitadas siempre insisten en lo contrario, ¿verdad? Así que aquí está la imagen de este segundo argumento: 1. Como todos, uso pronombres posesivos en la primera persona para indicar la posesión de algo que no sea "yo" Uso expresiones tales como "Este es mi cepillo de dientes" o "Esta es mi mano" cuando describo alguien o algo distinto que “yo”. 2. Como todos, suelo usar pronombres posesivos en la primera persona cuando describo a mi cuerpo También uso expresiones tales como: "Esto es mi cuerpo", o "Esta es mi mano" al describir mi cuerpo físico o una parte de mi cuerpo. 3. Por lo tanto: Mi cuerpo es algo distinto que "yo" Al igual que mi cepillo de dientes es algo distinto que "yo", mi cuerpo físico es también algo distinto que "yo". 'Yo' no soy mi cuerpo. Son dos cosas diferentes. Hay dos realidades: la material y la inmaterial. Como resultado, todos tenemos un sentido intuitivo que somos seres perdurables que trascienden la forma y los límites de nuestros cuerpos. Tercera Diferencia: "Piezas Temporales" Contra "Identidad Trascendente" (el argumento de las piezas) Y en realidad hay más de una razón que tenemos este sentido intuitivo de la naturaleza
trascendente de nuestra identidad como seres humanos. También entendemos esto basado en el hecho de que no perdermos nuestra identidad a través del tiempo. Pasemos por otro ejercicio juntos. Imagínese que es dueño de un hermoso Volkswagen Escarabajos del 1972 (igual que el mío). Está en estado original y perfecto en todo sentido. Sin golpes, sin daños, algo para un coleccionista. Ahora imagine que su vecino de al lado también es propietario de un Escarabajos del 1972. Qué casualidad. La única diferencia entre los dos es que lo de él es un desastre. Antiguo y dañado, no arranca y se ve como pura basura. Un día, al mirar por la ventana, observa que el panel del cuarto delantero de su coche se ve como el panel correspondiente que estaba en el coche del vecino! Y por supuesto, el coche de él ahora tiene un panel del cuarto que se ve como lo de usted! Parece como si los paneles se hayan intercambiado, uno para el otro! Ahora suspenda la lógica y piense que a través de los próximos años, cada día, más de su coche aperece en el coche de tu vecino, intercambiados por las piezas del vehículo de usted! De hecho, al final del año, el coche en frente de su casa se parece sospechosamente al de su vecino. Todas las piezas han sido intercambiadas. Ahora déjeme hacerle una pregunta: ¿A quién pertenece el coche que está en frente de su casa? ¿Es de usted? ¿O de su vecino? Creo que estaríamos de acuerdo en que el coche sentado en frente de su casa, a pesar de que esté en su terreno, es en realidad el coche que le pertenecía a su vecino! Entonces ¿qué sentido tiene todo esto? Simplemente esto: que las cosas físicas dependen de sus piezas para su identidad. Cuando las partes se intercambian, su identidad cambia también. En algún momento, el coche ya no era el coche de usted. Aun cuando sólo una parte había sido reemplazada, no hubiera estado feliz. Usted tendría que confesar que un VW Escarabajos intachable del 1974 con un panel del cuarto en malas condiciones no era su coche! Pero mientras las cosas físicas dependen de sus piezas para su identidad, las almas no. Mírese en el espejo. ¿Tiene el mismo cuerpo hoy que hace diez años? No. Cada célula de su cuerpo se ha renovado y sustituido. Algunos argumentarían que las células cerebrales no se renueven, pero ésto ignora lo que está sucediendo a nivel celular dentro de cada célula. El proceso de sustitución se lleva a cabo a ese nivel, hasta que las células del cerebro con que nació ya no tienen nada en común con lo que ahora tiene. Séamos muy precisos. Aunque tenga un cuerpo muy distinto al que tenía hace años, sigue siendo si mismo! Así que es evidente que usted no se puede describir como algo puramente físico, porque las cosas físicas que tienen partes diferentes tienen una identidad distinta. Es así el argumento: 1. Las entidades físicas dependen en sus piezas por su identidad Sabemos la diferencia entre nuestro coche y lo de otra persona en un estacionamiento, y sabemos la diferencia entre nuestro teléfono celular y de otra persona que lo dejó en una biblioteca. Sabemos esto porque reconocemos que las partes son lo que establece la identidad de los objetos físicos 2. Pero nosotros, como seres humanos, no dependemos en nuestras partes para nuestra identidad Pero no importa lo mucho que hayamos cambiado (aunque tengamos un trasplante de órganos, sabemos que nuestra identidad no está en riesgo. Sigo siendo yo, a pesar de mis partes. 3. Por lo tanto: Los seres humanos no son entidadespuramente físicas. Por esta razón, sabemos que somos más que meras entidades físicas que dependen en nuestra partes para nuestra identidad. Una vez más, sabemos intuitivamente que tenemos una identidad trascendente. Tenemos un alma. Hay algo en usted que no cambia, a pesar de la reorganización o el intercambio de "partes". Como cristianos, llamamos a este "usted" su alma.
Cuarta Diferencia: Lo “Medible" Contra Lo "Inmedible" (El argumento de la medida) Si, como humanos, somos simplemente un conjunto de componentes físicos, debemos creer que podemos cumplir ciertas tareas que son naturales para hacer con los objetos físicos. Por ejemplo, podemos tomar el peso de un objeto, medir su longitud o medir su masa. Pero cuando comenzamos a pensar sobre la naturaleza de las entidades mentales (como los deseos, las sensaciones, las emociones y los deseos) reconocemos luego que estas cosas no pueden ser examinadas de tal manera. Estas entidades mentales no se sujetan a los procesos que se aplican tipicamente a los objetos físicos. Mientras que sus pensamientos tienen un contenido proposicional, obviamente no tienen peso físico. Y al contrario, mientras su cerebro tiene peso físico, no tiene contenido proposicional. Una vez más, hemos descubierto cualidades de la mente que no son las mismas que las cualidades del cerebro. No existe, por tanto, ninguna relación de identidad entre los dos. Podríamos decirlo de esta manera: 1. Las entidades físicas pueden medirse utilizando instrumentos de medida física Podemos sacar una regla para medir la anchura y la longitud de su cerebro. Podemos tomar su peso y calcular su masa. 2. Pero como seres humanos, poseemos entidades mentales (pensamientos, voluntades, deseos y sensaciones) que no son medibles por estos métodos No podemos utilizar las herramientas de medida física para examinar nuestros pensamientos. El contenido proposicional no se puede medir de esta manera. 3. Por lo tanto: Los seres humanos son más que seres físicos Hay una dimensión física inmedible a nuestro ser. Somos más que materia. Tenemos un alma física inmedible. Una vez más, la ecuación de la identidad está comparando cosas que tienen distintas cualidades y propiedades. La mente no es un cerebro, el cuerpo no es una alma. Quinta Diferencia: "Acerca de Otros" Contra "En sí Mismos" (el argumento de la existencia en sí) Ahora pasemos de las propiedades físicas del cerebro a las características de la mente. Hay otra diferencia de cualidad o propiedad entre el cerebro y la mente. En nuestras mentes, a menudo experimentamos pensamientos o preocupaciones acerca de la experiencia del mundo que nos rodea. Nos preocupamos por nuestros trabajos o nuestras tareas. Tenemos miedo a las películas de horror, o las cosas que hacen ruido en la noche. Estamos preocupados por nuestros amigos y familiares. Tenemos esperanzas sobre el futuro. Todas estas entidades mentales, (nuestras preocupaciones, nuestras preocupaciones, nuestros miedos, nuestras esperanzas) tienen que ver con otra cosa. Piénselo por un minuto. Estas entidades mentales no existen en sí. Requieren algo más para existir. No existen a menos que haya algo fuera de sí mismas en lo cual enfocarse. Ahora bien, esto no se aplica a las entidades físicas. Un árbol no se trata de otra cosa. Simplemente es. Sin embargo, nuestras preocupaciones acerca del árbol (si, por ejemplo, está en peligro de morir) se enfocan en el árbol. Requieren el árbol para existir. Nuestras preocupaciones, en este ejemplo, dependen del árbol por su mera existencia. Y esto distingue entre el reino de la mente de lo del cerebro. La mente contiene las entidades mentales que se tratan de algo físico, mientras que el cerebro no es más que algo físico (que no requiere otro objeto para definir o determinar su existencia). Así podría ser expresar el argumento: 1. Las entidades mentales no existen en sí 2. Nuestras esperanzas, miedos, inquietudes y preocupaciones siempre se tratan de otra cosa; algo fuera de sí mismos 3. Pero nuestros cerebros, como entidades físicas, existen en sí Las cosas físicas no se tratan de otra cosa, existen simplemente existen por sí mismas y no dependen de otros objetos físicos para su definición Por lo tanto: Nuestros cerebros no son lo mismo que nuestras mentes
El cerebro es una entidades física, que existents en sí, la mente contiene entidades mentales que dependen de entidades externas para su definición. Sin embargo, se ha descubierto otra serie de cualidades que nos ayuda a diferenciar entre el mundo material y el mundo inmaterial, entre el cerebro y la mente, el cuerpo y el alma. Sexta Diferencia: "La Determinación Moral" Contra "La Libertad Moral" (El argumento del libre albedrío) Ya llegamos a la última pieza de evidencia que vamos a ofrecer para demostrar la existencia del reino invisible. Una vez más, imagínese lo siguiente. Tiene 6 años, y está de pie en la cola en el supermercado. Está comprando un libro de historietas. Pero en el estante, al lado de la caja, está su dulce favorito. No tiene suficiente dinero para comprarlo. Así que ahora se enfrenta a un dilema. ¿Pondrá el dulce en el bolsillo de todos modos? Es una decisión moral. Pasa un mimuto en dudas, y luego rápidamente lo mete en el bolsillo. Cuando paga por el libro, el cajero experto le dice que vacíe sus bolsillos y le pide severamente el número de teléfono de su casa. El llama a sus padres, y les explique lo que pasó. Cuando su padre llega a la tienda, se le pregunta por qué lo hizo. ¿Cuál es su respuesta? Una posible respuesta es: "Papá, hubo un terremoto y el dulce fue sacudido del estante dentro de mi bolsillo!" O le podría decir: "Papá, un fuerte viento entró por la puerta principal y empezó a tumbar la estantería, y lel dulce cayó en mi bolsillo! "Pero pongámonos de acuerdo, dudo que ese tipo de excusa le lleve muy lejos. Puede intentar decir que el robo fue causado por algún otro evento, pero al final, tendrá que confesar que es un agente libre personal que tomó una mala decisión moral. Causó el robo. No puede echar la culpa a algún evento previo externo. La responsabilidad es suyo. Como agente libre en este mundo, con la capacidad de actuar libremente, usted es la primera y única causa del robo. Ahora, acabamos de ilustrar algo muy importante aquí. Es evidente que hay dos tipos de causas. Los eventos pueden provocar que suceda algo, y los agentes libres pueden causar que algo suceda. Un evento claramente puede causar otro evento. El terremoto, por ejemplo, puede hacer que el dulce caiga en su bolsillo. Cuando un evento causa otro evento, es apropiado decir algo como, "¿Qué causó eso?", porque sabemos que en el mundo físico, cada evento es causado por un evento anterior (el temblor de la tierra es causado por el terremoto, que es causado por el movimiento de las placas tectónicas de la tierra, que es causada por las fuerzas gravitacionales, etc, etc, etc.) Todos estos eventos son simplemente como una serie de fichas de dominó que caen en orden. No hay otra opción. El próximo evento tiene que ocurrir, basado en el evento anterior. Cuando las placas tectónicas se mueven, el suelo debe tiemblarse. Pero sabemos que entiende que tomó es dulce por su cuenta. Ni un terremoto ni un evento físico lo causó. Hizo una decisión. Cuando un agente libre causa algo, es apropiado decir algo como, "Quién causó eso?" Su papá ni siquiera le va preguntar: "¿Qué causó que este dulce se metiera en tu bolsillo? ", porque sabe que usted, como agente libre, hizo una decisión moral. Cuando un agente libre causa algo, no requiere que un evento físico preceda la acción. El agente libre no es sólo otra ficha de dominó en una serie de eventos. El agente libre es la primera ficha de dominó. Cuando los sucesos físicos son la causa de algo, llamamos a esto “causada por un evento". Cuando usted o yo somos la causa de algo, llamamos a esto “causada por un "agente". Es importante reconocer que las cosas físicas siempre responden a un evento causativo, pero los agentes tienen la libertad de actuar sin un evento causative anterior. Usted y yo podemos ser la primera ficha de dominó. Los eventos físicos no pueden optar por actuar o responder moralmente, pero nosotros sí podemos. Así que está claro que tenemos que ser algo más que físico! A fin de cuentas, usted y yo tomamos decisiones morales frecuentament como agentes libres, y si fuéramoseran puramente físicos, sólo seríamos capaces de responder a los eventos, al igual que otros objetos físicos sólo son capaces de responder a los eventos! Así que aquí está como se puede ver esta evidencia en forma de argumento (que es un poco más largo que los otros argumentos): 1. Ningún sistema físico es un agente libre
Son determinados (un suceso siguiente el otro) o al azar 2. Por lo tanto ningún sistema físico se tiene responsabilidad moral Porque la responsabilidad moral requiere la libertad moral de escoger 3. Los seres humanos tienen responsabilidad moral. Tenemos el sentido innato de que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de actuar moralmente, y de hecho, observamos que somos agentes libres que eligen libremente entre el bien y el mal. 4. Por lo tanto los seres humanos no son simplemente sistemas físicos. Si fuéramos entidades puramente físicas, sólo actuaríamos como eventos, y seríamos incapaces de actuar libremente (esto es la naturaleza de las cosas físicas). Nuestra agencia libre demuestra que somos más que simples objetos físicos. Nuestra existencia como agentes libres debe hacerlo evidente que no somos limitados al mundo físico con sus limitaciones de causación de eventos. Somos almas humanas (sustancias personales no físicas) con la capacidad de actuar como la primera causa. Dos Reinos Diferentes, Dos Realidades Distintas. Pasamos tiempo argumentando en favor de la existencia del reino inmaterial (la mente y el alma). Cuando nos fijamos en esta evidencia en su totalidad, queda claro que es razonable concluir que el cuerpo y el cerebro son algo completamente diferente a la mente y el alma. Cuando agregamos la ley de identidad a lo que ya hemos hablado, podemos ver que lo que está en un lado de la ecuación, no se puede encontrar en el otro lado de la ecuación. Se trata de diferentes calidades y propiedades que se pueden ver a ambos lados de la ecuación: BRAIN (cuerpo)
=
Se puede observer (conocer) publicamente Descrito en la tercera persona Requiere piezas por su identidad Se mide con herramientas Es una entidad física independiente Responde sólo a los eventos causativos
MENTE (ALMA) Sólo se puede observer (conocer) privadamente Descrito en la primera persona No depende de las partes por su identidad No se puede con herramientas Es una entidad mental dependiente Puede actuar libremente como agente causativa
Por lo menos, se puede ver que existe una base razonable y lógica para creer en la existencia del reino invisible e inmaterial en lo cual la mente y el alma evidentes. Pero no ha explicado todo esto la ciencia? Ahora algunos de ustedes pueden ser lo suficientemente familiarizados con la literatura científica relacionada con el cerebro y la conciencia para haber oído a los científicos afirmar que pueden localizar el sitio exacto en donde se forman ciertos sentimientos, o se originan ciertos pensamientos. Los científicos afirman poder analizar el cerebro lo suficiente para saber que en donde estos procesos de pensamiento se centran. Si se estimula un punto determinado en el cerebro, observan que pueden causar una sensación o reacción específica. Los científicos trabajan duro para demostrarlo a fin de demostrar que la vida de la mente inmaterial puede realmente localizar fisicamente dentro de la cosa material que llamamos el cerebro. Ellos siguen afirmando que realmente no hay diferencia entre lo que llamamos el cerebro y lo que llamamos la mente, y por lo tanto no hay diferencia entre lo que llamamos el cuerpo y lo que llamamos el alma. En esencia, afirmarían que el mundo inmaterial es simplemente un producto de nuestra imaginación, otro producto de la acción de las fibras C! Pero seamos claros acerca de algo. Como teístas que reconocen la existencia de la mente y el alma, no estamos diciendo que los científicos no pueden estimular determinados lugares en el cerebro y causar una experiencia mental. Sabemos que esto se ha hecho en el laboratorio. Pero esto no comprueba que la mente inmaterial es el mismo que el cerebro material. Ya hemos demostrado por qué sabemos que esto no es cierto. Para entender la relación entre el cerebro y
la mente, tenemos que mirar de cerca a cómo los científicos han "mapeado" el cerebro. Una vez hecho esto, es fácil ver por qué esto no funciona para demostrar una relación de identidad entre el cerebro y la mente. Para comprender qué partes de mi cerebro están relacionadas con las funciones de mi mente, el científico normalmente abrirá mi cabeza y comenzar a estimular un sitio específico en mi cerebro. Luego me preguntara qué resultado es está produciendo en mi proceso de pensar. Una vez que haya reportado esto a él, el catalogará el resultado y hacer sus conclusiones. Pero note algo muy importante. A menos que yo le diga lo que experimenté, nunca podrá adivinar de antemano lo que estoy pensando o sintiendo. El científico sigue dependiendo de mí para informarse acerca de algo a lo cual el nunca tendrá acceso verdadero: mis pensamientos personales. Una vez más, vemos la diferencia entre la esfera pública del mundo material (el cerebro), y el ámbito privado del mundo inmaterial (la mente). Cada cerebro es diferente, y la ciencia no será capaz de pronosticar con precisión qué memoria puede ser estimulada por este tipo de interacción. Siempre tendrá que confiar en la información del individuo para revelar los detalles privados de la memoria. Pero ¿qué de los ejemplos de lesiones cerebrales? Por último miremos a un asunto que se plantea a menudo para afirmar de que no hay diferencia entre el cerebro y la mente. Miremos a alguien que está lesionado de alguna manera para que ya no sea capaz de pensar con claridad. En estos casos, ¿no queda claro que un cerebro dañado simplemente no puede crear los pensamientos que nosotros los teístas atribuimos a la mente? ¿No es esto una prueba de que el cerebro y la mente no son la misma cosa? Esto sólo demuestra que hay algún tipo de relación de causa y efecto entre estas dos cosas muy diferentes. Déjeme darle un ejemplo. Mi iPod no contiene los sonidos de la música, pero cuando estimulo el sistema electrónico del microchip que contiene el archivo MP3, de esta actividad resulta el sonido. El microchip (un objeto material) y la música (un sonido inmaterial) son dos cosas muy diferentes. El uno no es lo mismo que el otro; el uno simplemente tiene la capacidad de causar el otro. Pero piénselo. Aún sin el IPod, todavía nos encontramos tarareando la canción después de que la música se haya parado. La canción inmaterial (que comienza con el microchip) tiene una vida propia, aún después de que el microchip deje de hacer su trabajo. Antes de morir, mi abuelo empezó a perder su memoria. Con el tiempo no reconocía a sus hijos y, finalmente, ni siquiera sabía quién era. Si no tenemos cuidado, usaremos la terminología común de la cultura,por decir algo como: "Está perdiendo la mente". Pero, en realidad, no es así por nada. Para ser más precisos, deberíamos decir: "Está perdiendo el acceso a su mente", o "su cerebro empieza a fallar". Mi abuelo no perdió su identidad sólo porque su cerebro no estaba funcionando correctamente. Todavía era él. Pero en ese lento proceso, la interacción que ocurre típicamente entre el cerebro y la mente, se inhibía. A menudo se notaba que tenía dificultades en conectar los dos, para usar su cerebro para acceder a su mente. Como cristianos que entendemos la realidad dual del universo, entendemos que en esta vida, pudo haber perdido el acceso a su mente, pero su mente aún está allí. Es como un procesador dañado de una computadora, que recibe la corriente eléctrica pero no puede tener acceso al Internet. Entonces no se puede concluir que el internet ya no está disponible, sólo que mi procesador no está funcionando correctamente. El uno no tiene nada que ver con el otro. Entonces, ¿qué significa todo esto? Como cristianos, creemos que hay una doble realidad: lo visible y lo invisible, lo material y lo inmaterial, el cerebro y la mente, el cuerpo y el alma, la tierra y el Cielo. El mundo material cambia con el tiempo; decae y se derrumba. El mundo inmaterial coexiste con el mundo material: no está sujeto a las leyes naturales del materialismo y existe fuera de los límites del tiempo y de la materia. Estos dos mundos sí tienen alguna relación entre sí, eso está claro. En conjunto, bailan e interactuan. Y como llegamos a entender la naturaleza de este baile, empezamos a comprender la naturaleza del punto de vista mundial cristiano.
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