“COSAS DUDOSAS”: Cómo evaluar “asuntos de conciencia” o “prácticas controversiales” Romanos 14:1-15:3 Por Dr. Gerardo Laursen Usado con permiso Hay ciertas actividades que siempre son pecados para todo creyente, explicados claramente en la Biblia y directamente prohibidas. Algunas otras actividades, por no ser mencionadas en la Biblia, son pecados según principios bíblicos, o sea indirectamente prohibidos. El tomar drogas para divertirse no se menciona, pero sí daña el cuerpo, el templo del Espíritu Santo; entonces queda claro. Pero hay una tercera clase de actividades, que pueden ser pecados a veces, o pueden ser pecados sólo para algunos creyentes y no para otros, es decir, depende. Representan un tercer nivel de claridad. Se clasifican bajo el rubro “cosas dudosas”, y se aplican cuando los siguientes puntos esenciales ocurren a la vez: (a) un creyente cree (sin dudar) que cierta actividad está bien, (b) otro creyente cree (sin dudar) que esta actividad es un pecado, y (c) la Biblia no menciona la actividad. Ejemplos actuales: el asistir al cine, mirar la televisión, bailar, asistir a juegos deportivos los domingos (no en horas de culto), largueza de pelo de los jóvenes, clase de ropa de usar en cultos, jugar naipes (sin apostar), leer versiones que no sean la Reina-Valera, predicar sin saco o corbata, comprar seguros, uso de: música en la iglesia, maquillaje, barba, vino con comidas, sedantes; consultar a psicólogos, portar pistola, comprar boletos de lotería, celebrar navidad o Halloween, cirugía plástica (estética), leer los libros Harry Potter. Ejemplos específicos: creyentes en España generalmente no aprueban trompetas en servicios de adoración, porque se asocia con los toros. Creyentes en Guatemala generalmente no aprueban la marimba en la iglesia, porque se asocia con fiestas borracheras, incluyendo memorias personales antes de convertirse. Entonces, en ciertos casos, sería un pecado para algunos (españoles) tocar trompeta en cultos, y no sería un pecado para otros (guatemaltecos). Además, es importante notar que está perfectamente bien que una iglesia determine sus propias normas. Con la improbable posibilidad que algún día se declara la plaza de toros ilegal, y unas generaciones de guatemaltecos creyentes no participan en ciertas fiestas, los instrumentos se permitirán usarse en la iglesia. Depende. Cada generación tiene sus propios problemas y dudas. En el primer siglo, los paganos ofrecieron carne de primera clase a los ídolos. No comiéndose, se vendió en la calle después, a buen precio. “¿Debe un creyente comprar esa carne?” fue una duda de aquel entonces (y antes de escribirse Hechos o Romanos). Los hermanos no estuvieron de acuerdo sobre el asunto. Tuvieron que decidir (y sí lo hicieron después) por un sistema bíblico, como nosotros, aplicando principios generales, como se encuentran en el pasaje de Romanos capítulo 14:1-15:3. 1. El principio de no juzgar, 14:1-3. Cuando la Biblia no toca un asunto, es cuestión de opiniones. (No es cuestión de interpretación, porque no hay nada bíblico de interpretar. ¿Me explico?) Cuando nuestra opinión o conclusión es que algo de esta clase es un pecado, no tenemos derecho de condenar a otro hermano que tiene otra opinión. Un famoso predicador de la historia condenó a otro pastor por asistir al teatro. Eso fue un error. El pasaje nos enseña que ni debemos menospreciar a tal persona. 2. El principio de convicciones, 14:4-12 Violar la conciencia es pecar. Si me siento culpable participando en algo, debo reconocer la voz del Espíritu Santo. (Recuérdese, estamos hablando de actividades que la Biblia no toca. Por supuesto
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alguien siente culpabilidad por violar un imperativo bíblico.) 3. El principio de evitar tropiezo, 14:13 El término tropiezo aquí implica por accidente. Si fuera la palabra obstáculo, hubiera sido con propósito. Si un creyente en inocencia asiste al cine con sus hijos para ver una película para niños por Disney, un nuevo creyente al verlos, podría concluir (falsamente) que es permitido asistir sin criterio de tema. Si un novato a la fe observa a otro creyente tomando cerveza o vino, podría concluir que tomar whiskey está bien. Debemos cuidar las impresiones que damos. Un pasaje paralelo se ve en 1 Co. 8:113. 4. El principio de amor, 14:14-18. ¿Muestra tal actividad mi amor para los hermanos? Es cuestión de ceder a la estricta convicción de alguien amado. 5. El principio de paz, 14:19. A veces es mejor negarnos un privilegio, para mantener la paz en la iglesia, cuando hay diferencias de opinión. Me parece que este principio se aplicó en Hch. 15, resultando en prohibir comer carne ofrecida a ídolos, para no ofender a los judíos creyentes, en la época inicial de la iglesia. 6. El principio de edificación, 14:19-21. Hay que preguntarse: ¿Se edificará mi hermano si participo? Muchas actividades a nuestro alcance son una pérdida de tiempo. Versículo 20 nos avisa que “todas las cosas son limpias”, por ejemplo, ahora las leyes mosaicas dietéticas son canceladas. Pero solo porque todo es lícito, no indica que vale participar en todo. La carne ofrecida a ídolos es “inocente” pero puede ofender a los incrédulos o confundir a los nuevos creyentes. Considere Hch. 10:9-15 donde Dios “limpió” la comida previamente prohibida; Col. 2:16 donde la observación de días santos no más es exigida; y Dt. 18:15 donde las enseñanzas de Jesús reemplacen a las de los profetas. Tenemos muchas libertades, pero no siempre convienen. Versículo 21 habla de “no comer carne, ni beber vino”. ¿Es una prohibición permanente? No. Se toca de evitar problemas con los débiles. La cultura hebrea no abusaba vino. Nótese Hch. 2:13-15. Pedro explicó que los hablando en lenguas no eran ebrios, porque fue las 9 de la mañana. Los hebreos no tomaron alcohol en la mañana, ni tomaron mucho el resto del tiempo. ¿Es un pecado beber vino o cerveza? Depende del país (por ejemplo, la Rusia y las Américas tienen enormes problemas con alcoholismo), la cultura, y la cantidad, pero para evitar problemas, hay que considerar abstenerse. 7. El principio de fe, 14:22-23. ¿Puedo hacer tal cosa sin la menor duda? 14:23, “Todo lo que no proviene de fe, es pecado.” Es similar a principio #2, pero allá uno se siente culpabilidad, aquí se siente duda. 8. El principio de negarnos 15:1-3. No vivimos para agradarnos a nosotros mismos, sino para agradar a Dios. Eso implica ciertos sacrificios de privilegios y de derechos. 15:1 se refiere a “los que somos fuertes”. Pablo se consideraba fuerte, sin embargo alegremente él se puso restricciones para su testimonio (1 Co. 9:19-27). Creyentes de la India generalmente no comen carne, porque es súper ofensivo a sus parientes inconversos, que creen que los animales son sus antepasados reencarnados. Insistir que tienen el derecho es casi garantizar que sus familiares no escucharán el evangelio. La gran mayoría de pastores en Guatemala piensan que asistir al cine es un pecado. La gran mayoría de pastores en los E.U.A. piensan que no es pecado. Entre otros ministerios míos en Guatemala, trabajé con pastores. Yo hubiera sido un necio de asistir al cine viviendo allá. ¿Me explico? Me hubieron rechazado. Y no consideraba el refreno un sacrificio en ninguna manera.
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Una iglesia en que habíamos servido tenía una norma que las mujeres fueron prohibidos de usar pantalones, basado en Dt. 22:, “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.” Mi opinión es que pantalones diseñados para mujer son ropa de mujer. Pero mi esposa se conformaba, sin resentimiento, para aprovechar de nuestros ministerios en la iglesia. Quien insiste en sus propios derechos es un egoísta, no un siervo humilde del Señor. En conclusión, el creyente no tiene derecho a simplemente decirse: “Yo no veo nada malo con hacer determinada actividad, así que voy a hacerla.” No; esto no basta. Él tiene que pasar por la lista aquí, confirmando cada punto. Sólo así estará convencido que “sí” o que “no” para él mismo. Pero no debe juzgar a los demás que han pasado por la misma lista con un resultado opuesto. De tal modo podemos eliminar el legalismo falso que existe actualmente en muchas iglesias, que confunden los 3 niveles de claridad de pecados. El punto mayor de este pasaje en Romanos es no ofender a los débiles. Es importante limitarnos por estar considerados de otros, para no ofender o confundir a nuevos creyentes, y de no insistir en nuestros supuestos derechos. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
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