Conclusiones - Fundación Nueva Cultura del Agua

tradicionales. Su ubicación en las vegas fluviales o en torno a manantiales, así como el modo tradicional de riego por gravedad, con sus sistemas de acequias.
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Jornada de Debate

“Nueva Cultura del Agua y nuevos regadíos: Por una agricultura sustentable.” Amayuelas de Abajo y Carrión de los Condes 26 y 27 de Abril, 2013

Conclusiones 1. El contexto Las limitaciones en el acceso al agua y el deterioro de los ecosistemas es un fenómeno de alcance global, consecuencia de un modelo de producción y consumo determinado. La escasez actual de agua se ha construido social y políticamente como parte de ese modelo, que es necesario cambiar si se quiere dar una solución duradera a los problemas del agua. Las posibilidades de transformación de la agricultura ibérica hacia un modelo sustentable están condicionadas por las características globales del sistema agroalimentario industrial como son la dependencia del petróleo, el control de las semillas por las corporaciones transnacionales y el uso intensivo de productos agroquímicos. Fenómenos como el acaparamiento de tierras y agua que se han extendido en las últimas décadas en países de la periferia capitalista afectan también a la agricultura ibérica. A pesar de los argumentos presentados y de la presión ejercida por algunas organizaciones de agricultores, ecologistas y otras la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) refuerza el modelo productivista actual y agrava la situación de las comunidades rurales y de los ecosistemas que las sustentan. La reforma de la PAC está cortada a la medida de los grandes propietarios (no se ha aceptado limitar la cuantía máxima de subvención por perceptor de la ayuda), las corporaciones globales del sector agroquímico y las grandes cadenas de distribución. En la actualidad vivimos un momento de cambios profundos en la organización de la sociedad y en su relación con el medio ambiente. El proceso de cambio genera incertidumbres y bloqueos: los viejos tiempos no mueren y los nuevos no acaban de nacer. Jornada “Nueva Cultura del Agua y Nuevos Regadíos: por una Agricultura Sustentable” – 26-27 de abril, Carrión de los Condes

2. La revitalización del mundo rural Ante esta situación se impone la necesidad de organizarse y establecer alianzas en los territorios con la finalidad de impulsar una inserción diferente en la globalización, que proteja los derechos y prime los intereses de sus habitantes frente a los de las corporaciones. Es imprescindible también ejercer la acción política en las instituciones europeas ya que es allí donde se define el marco de actuación que condiciona la viabilidad de las alternativas territoriales. La revitalización del mundo rural es un objetivo compartido por las poblaciones rurales y urbanas. Hay que analizar a fondo la relación de interdependencia entre la ciudad y el campo para alumbrar un nuevo pacto rural/urbano mutuamente beneficioso. En este sentido se valoran como positivas y necesarias las estrategias de proximidad, que refuerzan los vínculos territoriales frente al dominio de las corporaciones globales.

3. Viejos y nuevos regadíos. Existe un consenso generalizado en la valoración positiva de los regadíos tradicionales. Su ubicación en las vegas fluviales o en torno a manantiales, así como el modo tradicional de riego por gravedad, con sus sistemas de acequias y azarbes los hacen muy próximos a los sistemas naturales desde el punto de vista ecológico. Los regadíos tradicionales constituyen un sistema valioso a recuperar y conservar para la producción agroecológica, tanto para autoabastecimiento (como complemento de otras actividades) como para la producción comercial y profesional de proximidad. La expansión de la superficie regable en las últimas décadas en el Estado español ha sobrepasado cualquier límite razonable, por lo que hay que adoptar medidas de reconversión al secano. En ese sentido se reclama un Plan Estratégico de la Agricultura de Secano. La diversidad es un valor en si misma en la medida que refuerza la resiliencia de los sistemas. Por ello debe abordarse la revitalización de los territorios rurales con una diversificación de las actividades y con el reconocimiento de las múltiples funciones de los sistemas agroecológicos y de la aportación de los ecosistemas al bienestar humano (también de los habitantes de las ciudades). La diversidad es también una característica de los regadíos, por lo que no se pueden dar recetas de validez universal para su modernización o reconversión. Sin embargo, si es posible orientar la política de agua agraria con criterios comunes. Entre ellos se pueden mencionar el de la recuperación de caudales para el mantenimiento de los ecosistemas hídricos y para la diversificación de las actividades o el logro de la viabilidad económica de los territorios. Sin olvidar otros principios de carácter general como el de la equidad en la distribución de riesgos, cargas y beneficios, el de quien contamina paga o el de la gestión democrática y participativa.

Jornada “Nueva Cultura del Agua y Nuevos Regadíos: por una Agricultura Sustentable” – 26-27 de abril, Carrión de los Condes

4. Cuestiones abiertas. En los debates mantenidos a lo largo de las jornadas han surgido algunos temas en los que existen divergencias de percepción o de propuesta. a) La cuestión de la recuperación de costes sigue siendo objeto de polémica entre (algunos de) los regantes –que aseguran que ya asumen todos los costes financieros que generan- y (algunos de) los analistas que estiman que éstos solo se cubren parcialmente por los usuarios del agua. En cualquier caso, queda un capítulo muy importante de los costes, que no se ha abordado en la planificación actual, que es el de los costes ambientales, los cuales no se recuperan en absoluto. b) Se discute también hasta que punto las obras de modernización de regadío contribuyen al logro de objetivos de interés general que justifiquen su financiación a cargo del contribuyente, como pueden ser la recuperación de caudales para el mantenimiento de los ecosistemas o fines de carácter social, como la dotación de un medio de vida suficiente para la población local. Por un lado se cuestiona la eficacia de la modernización en el logro de dichos objetivos, por otro se defiende la modernización del regadío como condición sine que non del mantenimiento de población en el medio rural.

Más allá del debate sobre la relación entre agua y agricultura existe la conciencia de que la deseable revitalización del mundo rural debe abordarse en alianza con el mundo urbano. La contribución al logro de este objetivo por parte de los que no habitan el territorio rural no es solo un acto de solidaridad, sino de interés propio.

Jornada “Nueva Cultura del Agua y Nuevos Regadíos: por una Agricultura Sustentable” – 26-27 de abril, Carrión de los Condes