CARTA DEL MES 27 de SEPTIEMBRE de 2002

¿COMPETITIVIDAD? Hace tres semanas fui objeto de la sustracción de mi cartera con chequera y documentos. Luego de las llamadas telefónicas para anular chequera y tarjetas, concurrí a la Comisaría Primera a poner la respectiva denuncia. ¿Base de Datos?. No, máquina de escribir. Al siguiente día con la denuncia y las fotos, concurrí a la oficina mas cercana del Registro Civil para obtener una copia de la cédula. Muy atentamente verificaron las huellas dactilares y los datos en la pantalla del computador. La funcionaria estaba por presionar la tecla Enter para emitir la cédula (en ese momento pensé que el Ecuador había ingresado al siglo XXI) cuando escuché: ¡Pero usted es extranjero inmigrante!. Esta oficina sólo emite cédulas a nacionales. Debe dirigirse al centro, a la Mejía, allí emiten las cédulas a los extranjeros. Tuve un sobresalto al percibir que estaba a las puertas del infierno. En la Oficina de Cedulación de Extranjeros se encuentra un aviso pegado en la pared, en donde se pueden ver los requisitos para obtener cédula después de un robo: 1. Denuncia ante comisario 2. Censo de extranjeros actualizado 3. Copia de la cédula anterior !!! 4. Certificado de permanencia legal en el país 5. Foto 6. Pago de US$ 6,00 Como también me habían robado el censo, me informaron que ese documento lo emiten en la Dirección de Migración, en el norte, en la Río Coca. Al concurrir a esa oficina, los requisitos en la pared dicen: 1. Copia de la cédula 2. Copia del pasaporte 3. Certificado de actividad lícita 4. Copia de contrato de arrendamiento o pago de impuesto predial 5. Fotos 6. Pago de la especie valorada En este punto tuve la certeza de haber ingresado al infierno. ¿Certificado de actividad lícita?. Ya que estamos en migración aprovechemos de preguntar por el certificado de permanencia legal. Ese documento lo emiten en la oficina de la Amazonas y República - !!. Allá el cartel reza: 1. Copia de la cédula 2. Copia del pasaporte 3. Especie valorada US$ 4,00 4. Certificado de registro de visa emitido por Dirección de Extranjería. En la Dirección de Extranjería los requisitos para el certificado de registro de visa dicen: 1. Solicitud firmada por un abogado! 2. Copia del pasaporte 3. Certificado de matrimonio actualizado otorgado por el Registro Civil !! o declaración jurada ante notario de existencia del vínculo matrimonial !! 4. Depósito en el Banco Internacional por US$ 5,00 Han pasado tres semanas de una intensa actividad totalmente improductiva, y aún no logrado completar todos los requisitos para tener una copia de mi cédula. Cuando la consiga, tendré el gusto de contarles

como me fue con la licencia de conducir. Lo paradojas que se presentan detrás de este caso, son : a.

El Registro Civil necesitaba confirmar la validez del vínculo matrimonial que sustentaba la visa, validez que nunca es confirmada en forma documental, ya que aceptan un certificado de permanencia legal, sustentado en un registro de visa, que es sustentado en una declaración jurada (o un certificado de matrimonio actualizado emitido por el propio Registro Civil).

b.

La Dirección de Migración no tiene nada que ver en el trámite, ya que la permanencia legal se sustenta en el registro de la Dirección de Extranjería, pero cobran por emitir el documento.

c.

La Dirección de Extranjería introduce la participación de un abogado patrocinante para presentar la solicitud (dizque para facilitar el trámite). Pero como no disponen de la información, recurren una declararión jurada ante notario (o al propio Registro Civil para que emita un certificado de matrimonio actualizado).

En suma, un trámite podía ser resuelto en forma inmediata mediante una simple consulta del estado civil en el computador de la funcionaria del Registro Civil que no presionó el “Enter”. El trámite se extiende involucrando múltiples personas e instituciones (Extranjería, abogado, cónyuge, Migración, Municipio, Notario, Banco, etc.). En este caso particular, el costo por pérdida de actividad laboral es el equivalente a un mes de vacaciones. Costo que en algún momento es trasladado al precio final de los bienes o servicios que el involucrado produce. Si se multiplica el número de horas desperciciadas por el número de trámites y por el número de involucrados, encontramos que existe un impresionante costo agregado a la producción. Piense usted como ciudadano, cuantas horas productivas desperdicia al año en trámites absurdos, fotocopias, gasolina, y parqueo. Y cuanto cuesta para el contribuyente los edificios, energía, teléfono, sueldos y sobresueldos, copias, papel, etc., necesarios para producir y almacenar millones de documentos que nadie jamás leerá. Al proponernos ser competitivos en un mercado global, deberíamos tener como objetivo la reducción de costos, de todos los costos. Y definitivamente, la eliminación de la “tramitología” se puede convertir en una eficaz herramienta para conseguir ese objetivo.

Leonardo Hernández Walker GERENTE DE INVESTIGACION Y DESARROLLO LEXIS S.A.