Comisiones de Corresponsabilidad - Vicaría para la Educación

10 ene. 2015 - En el mes de junio del año 2014, realizamos el encuentro de profesores de religión. “Organizándonos para la corresponsabilidad” cuyo ...
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Sábado 10 de enero de 2015 Colegio Sagrados Corazones de Alameda

Documentos finales:

Comisiones de Corresponsabilidad Segundo semestre 2014

Sábado 10 de enero de 2015 Colegio Sagrados Corazones de Alameda

INTRODUCCIÓN

En el mes de junio del año 2014, realizamos el encuentro de profesores de religión “Organizándonos para la corresponsabilidad” cuyo objetivo fue que los docentes dialogaran y se organizaran conformando comisiones de trabajo para el análisis de problemáticas que afectan su quehacer profesional, identificadas y sugeridas por ellos mismos, para luego realizar propuestas de mejoramiento a aquellas temáticas. Fue en este encuentro donde se invitó a los docentes a participar en alguna de las siete comisiones surgidas de las problemáticas detectadas, de las cuales, solo se pudieron conformar cuatro, ya que las otras tres no alcanzaron a constituirse como un grupo representativo. Las cuatro comisiones que trabajaron durante el segundo semestre de 2014 fueron: Nuevos programas para la asignatura de Religión Católica; Incidencia de la calificación de la asignatura de Religión en la promoción de los estudiantes; Recursos didácticos para la asignatura de religión y Valoración de la asignatura de Religión. Estas cuatro comisiones fueron integradas por profesores de religión de distintos tipos de establecimientos educacionales (confesionales, laicos, municipales, subvencionados y particulares), en conjunto con integrantes del Área Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago. Este proceso de corresponsabilidad implicó un trabajo continuo por parte de los integrantes de las comisiones, a través de distintos medios de comunicación y reuniones sistemáticas, desde agosto hasta diciembre, para dialogar informadamente y reflexionar sobre las cuestiones atingentes a las problemáticas, con el fin de elaborar diversas propuestas que puedan mejorar las condiciones profesionales de los docentes de religión que finalmente tienen impacto en el logro de aprendizajes de los estudiantes. En este texto se presentan los documentos elaborados por las respectivas comisiones1 que dan cuenta de sus reflexiones, análisis, diálogos, búsquedas, aprendizajes y también propuestas de posibles acciones a realizar. De este modo, esta primera etapa del trabajo corresponsable ha concluido, sin embargo, para este año 2015 nos desafían nuevas etapas, entre ellas, evaluar e implementar las propuestas que aquí se presentan y enmarcarlas en el contexto de la Reforma Educacional actual que se está discutiendo en nuestro país y en el proyecto de una nueva profesión docente que, por supuesto, afecta a los docentes de religión.

El contenido de los informes elaborados por cada una de las comisiones de trabajo no representan necesariamente las ideas y/u opiniones del Área de Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago. 1

OBJETIVO DEL ENCUENTRO Socializar el proceso de corresponsabilidad entre los profesores de religión y la Vicaría para la Educación durante el año 2014, contextualizándolo en el marco de algunos aspectos relevantes de la reforma educacional y de los desafíos de una nueva profesión docente.

Comisión:

NUEVOS PROGRAMAS PARA LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN CATÓLICA

I. INTEGRANTES Luis Abarzúa, Gwendolyn Araya, Marcela Bravo, Luis Contreras, María Magdalena Cristi, Eladio Durán, Miguel González, Marco Labarca, Marco Marín, Sergio Parra, Lucila Pinilla, Carlos Rodríguez. II. INTRODUCCIÓN Durante la sesión de corresponsabilidad del día sábado 14 de noviembre se plantearon las siguientes inquietudes relacionadas con la problemática de la actual clase de religión: III. PROBLEMÁTICA Los actuales programas de la EREC no favorecen la labor del docente, dado que el contexto en el cual estos fueron elaborados, no responde a las actuales condiciones sociales, culturales y religiosas de los estudiantes. Estos programas, poseen una gran inclinación hacia la doctrina de la fe católica, y excluyen factores asociados a las diversas realidades en las que se desarrollan los niños y jóvenes de la sociedad actual. IV. REFLEXIÓN Y PROPUESTAS 1. Existe la necesidad de comprender el rol de la clase de religión en el actual contexto curricular escolar, y para ello, se hace necesario poseer una clara visión y definición de lo que significan los conceptos e ideas fundamentales de la educación religiosa, los que a nuestro juicio son lo divino, sagrado y trascendente, a fin de que podamos a partir de una nomenclatura oficial, comprender y conocer el sentido y el horizonte de nuestra clase, teniendo en cuenta los aportes que pueden surgir desde la concepción antropológica.

2. Creemos necesario que la clase de religión ayude a resaltar la búsqueda de sentido y significado de la vida, teniendo en cuenta la vinculación y coherencia que debe existir entre vida, fe y cultura, promoviendo una contemplación del evento religioso en la vida cotidiana, motivando el encuentro personal con uno mismo, con los demás y con Dios. 3. Los profesores que conformamos esta comisión, estamos convencidos, a través de la evidencia que nos da el ejercicio docente en terreno, que el actual programa de religión, no da la posibilidad de ayudar al estudiante al desarrollo de su dimensión religiosa (espiritual), desde una perspectiva confesional que lo oriente al descubrimiento de la pluralidad como una riqueza. 4. En el ejercicio docente, los profesores de religión, nos vemos enfrentados a distintas realidades de enseñanza, de acuerdo a las características de los establecimientos en los cuales debemos desenvolvernos. En algunos colegios se nos pide reducir la clase a la sola enseñanza de valores morales, mientras que en otros (confesionales principalmente), la clase está enfocada a ser una extensión de la catequesis o la pastoral, dependiendo de la estructura institucional. 5. El actual contexto socio cultural nos presenta el desafío de atender a niños y jóvenes con una realidad multirreligiosa, cultural, étnica, racial y social, sin perder de vista el paradigma de Jesucristo. 6. Todo lo anterior, nos lleva a reconocer la necesidad de contar con la formación y capacitación adecuadas, con el objeto de responder a las expectativas que se tiene de nuestra clase, las que, por lo demás, no conocemos ni de parte del MINEDUC, ni de muchos sostenedores (P.E.I.). V. POSIBLES ACCIONES A REALIZAR En el marco de la problemática planteada creemos que las siguientes acciones nos debieran orientar para el trabajo que se pretende realizar: 1. Socializar y fortalecer la idea que es necesario la creación de nuevos planes y programas de religión y en ese escenario establecer el criterio de proponer dos planes para trabajar; uno en los colegios confesionales; y otro, en los llamados laicos. 2. Construir y socializar un paradigma comprensible de la Enseñanza Religiosa Escolar (ERE) a fin de crear sintonía entre los docentes del área, expertos en el tema, investigadores, etc., y los nuevos planes y programas. Es decir, dar

contenido a lo que vamos a entender por dimensión religiosa de lo humano, proponiendo un paradigma para el contexto escolar. 3. Investigar la eficacia y la eficiencia de los planes y programas propios de religión, elaborados por distintos colegios confesionales, a fin de rescatar las experiencias exitosas que pudieran replicarse en otras escuelas. Además, de recopilar información necesaria para establecer los instrumentos que, permitan levantar las evidencias sobre los logros propuestos para la clase. 4. Solicitar formalmente al Mineduc, por medio de un representante reconocido oficialmente, qué espera esta institución del Estado de la clase de religión. 5. Proponer acciones que permitan realizar la formación docente en coherencia con el nuevo paradigma de la ERE, en vista y en concordancia con los nuevos planes y programas de la asignatura. 6. Definir las habilidades propias de la clase de religión, en conexión directa con el desarrollo de las competencias espirituales y que estén acordes al nivel y el desarrollo evolutivo de los niños y jóvenes. 7. Reconvocar a los profesores de religión con el objeto de ampliar y optimizar el trabajo a desarrollar durante el próximo año y pregonar la necesidad de la corresponsabilidad, especialmente en el trabajo de esta comisión. 8. Realizar focus groups o encuestas, con estudiantes y apoderados de diversas realidades, para escuchar sus opiniones, necesidades y aportes que puede dar la clase de religión. 9. Elaborar una propuesta de ejes que debieran contemplar los nuevos programas de religión, de manera de dar cuenta de la actualización curricular que se ha realizado en todas las asignaturas de estudio, en pertinencia con el contenido de lo que se entiende como dimensión religiosa en el contexto escolar.

Comisión:

INCIDENCIA DE LA CALIFICACIÓN DE LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN EN LA PROMOCIÓN DE LOS ESTUDIANTES.

I. INTEGRANTES Arnaldo Alarcón, María Alejandra Alfaro, Iris Beltrán, Teresa Bustamante, Matilde Calaf, Francis Cifuentes, Erika Díaz Molina, Iván Fuentes Pardo, Ibbsé Riquelme, Verónica Vargas. II. INTRODUCCIÓN Este trabajo se comenzó en junio de 2014. Nos reunimos varios profesores de religión católica, donde compartimos y reflexionamos sobre la importancia de que la asignatura de religión debería ser calificada con nota y no por conceptos para así tener incidencia en la promoción de los estudiantes. III. PROBLEMÁTICA Nos dimos cuenta que nos enfrentamos a distintas modalidades educacionales. Es decir: municipales, subvencionados y particulares. Además, de distintos estratos sociales. Se unificaron ideas y surgió la necesidad de plantear la problemática de por qué la clase de religión debe ser evaluada con conceptos y no por notas. Es por esto que, basándonos en nuestra experiencia y demás colegas de la asignatura, sentimos y vemos la necesidad de solicitar al Ministerio de Educación, que se modifique la Ley del Artículo 8 del Decreto Supremo de Educación N° 924 de 1983, señalando que las clases sean evaluadas con nota. Y que ésta, tenga la incidencia de la asignatura en el promedio del estudiante, porque muchos de ellos necesitan de un incentivo para estudiar y este incentivo se llama nota. El objetivo de esta comisión se basa en los resultados de las encuestas en que los alumnos se manifiestan mayoritariamente, porque la asignatura de religión sea evaluada con nota e incida en la promoción. Además, en el interés que manifiestan por la clase de religión católica. Al no tener los alumnos una evaluación que premie su esfuerzo e interés, transforman una actitud participativa inicial por apatía y decepción. Situación anímica que afecta de igual forma a los profesores. En base a todo esto, la comisión estima justo poder evaluar de la misma forma que lo hacen los demás docentes. IV. REFLEXIÓN Y PROPUESTAS Para esto se realizó un FODA, que luego de un análisis de los pro y contra, confirma la necesidad de que la asignatura de Religión sea evaluada con nota y no con concepto. También en esta comisión, se plantea que el profesor debe tener competencias en las distintas áreas del quehacer educacional. Consideramos las siguientes:

a) Socio culturales del escolar de hoy, donde el mundo en el que nos desenvolvemos no es equivalente al de dos o tres décadas atrás. Tenemos distintas prioridades, nuestra concepción de vida ha variado; en fin, como seres humanos hemos cambiado. No podemos pensar que la escuela está exenta de ese cambio y cabe preguntarnos, si la escuela, creada como institución social, ¿podrá seguir funcionando aún con la misma estructura y las mismas reglas con las que operaba décadas atrás? Sin lugar a dudas, respondemos que no, pero, ¿estamos realmente conscientes de ese cambio? La única manera de saberlo es adecuando nuestras prácticas a los nuevos alumnos, y por ende, a la nueva sociedad, siendo capaces de responder a sus nuevas necesidades y demandas. b) Características psico-emocionales del escolar de hoy. El desarrollo social y emocional se da en tres contextos, los que en orden de importancia son: el hogar, la escuela y el barrio. La adolescencia tiene momentos de malestar, en el que se plantean grandes dudas, contradicciones que son necesarios puesto que sirve para afirmar que ya no es un niño pero tampoco un adulto; esta situación provoca una crisis de identidad, porque el joven no sabe quién es; y para ello pasará por varias etapas como la duda, el rechazo, la provocación, las experiencias, la ansiedad, etc. c) Tener un nuevo rol del profesor en aula a diferencia de lo que ocurría hace 100 años, en la sociedad actual resulta bastante fácil para las personas acceder en cada momento a la información que requieren (siempre que dispongan de las infraestructuras necesarias y tengan las adecuadas competencias digitales; en este caso: estrategias para la búsqueda, valoración y selección de información). No obstante, y también a diferencia de lo que ocurría antes, ahora la sociedad está sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemáticas, exigiendo a las personas múltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo, entre otras) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con éxito. d) Perfeccionarse de forma constante. (Actualización). La actualización docente es fundamental en la tarea educativa al interior de cada establecimiento, para lo cual Chile a través de la ejecución de cursos de perfeccionamiento pretende actualizar los contenidos y transferir las metodologías, tanto pedagógicas como de gestión, a otros docentes para así contribuir a la mejora continua en el sistema educacional chileno entregando actividades de capacitación efectivas y que impacten en forma directa en el aula.

Tanto en los cursos abiertos como en modalidad cerrada ofrece a los profesores del país la posibilidad de participar en una serie de cursos y programas de capacitación para complementar sus conocimientos en contenidos, metodologías de enseñanza, liderazgo y cultura organizacional, con el fin de mejorar la práctica pedagógica. e) Necesidad de nuevos programas de la clase de religión. (Actualizados con los tiempos de hoy.) La cobertura curricular no responde plenamente a las necesidades actuales de los escolares. Hay temas dogmáticos, teológicos que son de orientación tan abstracta, que ni siquiera para un profesor son motivantes de abordar. Razones hay varias: la indiferencia de los escolares por contenidos que no entienden; metodologías que no permiten entregar CMO de manera más comprensible; otra religión; ateísmo o agnosticismo; la falta de calificación. Aunque la EREC resume de manera “simple” contenidos teológicos milenarios, aun así, cuesta encontrarles lugar a las respuestas que el estudiante espera. f) El aporte de la clase de religión al currículo escolar. La clase de religión hace entrega del contenido de fe, de modo que lleve al alumno a un desarrollo integral y los ayude a ser personas dignas, contribuyendo de esta forma a mejorar la sociedad a la luz del evangelio. También contempla que dentro del currículo, uno de los objetivos generales es que se determinen criterios para definir las distintas capacidades humanas, cognitivas o intelectuales, afectivas, de relación interpersonal y social. De todo, lo anterior expuesto con la problemática podemos decir que los profesores de religión somos formados íntegramente. En conclusión, esta comisión tiene en definitiva sugerencias y propuestas que nos permita visualizar, en un futuro muy próximo, la posibilidad real que la clase de la asignatura de religión pueda ser equiparada al nivel de las demás asignaturas y deje ser el “pariente pobre” que está al final de la malla curricular escolar. Para esto se debe cambiar o modificar el Artículo 8, es decir, contextualizar con los tiempos de hoy. Para esto se han planteado algunas acciones para que cambie la visión ante nuestros pares y el alumnado. Estas acciones se llevarán a cabo el año 2015. VI. POSIBLES ACCIONES A REALIZAR a.

Solicitar al MINEDUC la modificación del Artículo 8 del Decreto Supremo N° 924 de 1983, señalando que las clases sean evaluadas en forma sumativa y

que permita la incidencia de la asignatura Religión en el promedio del estudiante. Muchos estudiantes necesitan de un incentivo para estudiar, realizar guías, diseñar trabajos. Es sabido por todos que ese incentivo se llama nota. Si la clase no se evalúa, sumativamente, solo el alumno comprometido con su aprendizaje o de fe ferviente se interesa en realizar y participar de la clase con interés. Situación que en la asignatura de Religión sucede. Si hay muchos alumnos que no se interesan por su propio aprendizaje o no tienen familias que los apoyen, con mayor razón sucede eso en algo que no “premia” su esfuerzo. b.

Al inicio del año escolar entregar a los apoderados un tríptico informativo sobre la clase de religión y su importancia en el crecimiento intelectual, moral, educacional y espiritual del alumno y familia, dando a conocer la misión y visión del propio establecimiento. El documento además, llevará una pregunta que permita visualizar el interés de las familias y alumno/a frente a la posibilidad de que la asignatura pueda ser evaluada. La pregunta se podrá contestar también de manera virtual: ¿Quiere que la clase de Religión Católica/ Evangélica sea evaluada con nota que incida en la promoción y promedio del estudiante? SÍ NO.

c.

Encuentro entre docentes para aunar criterios de trabajo con la comisión de planes y programas y otras para compartir ideas y sugerencias que enriquezcan el trabajo a futuro de lo trabajado por cada comisión. “La educación era el desarrollo del amor a la verdad, la belleza y el bien. Esto lleva tiempo en sembrar, cultivar y alimentar en forma sólida, consistente y profunda. Un ser humano, desde la perspectiva de una cultura educativa, necesita de tiempo para germinar, crecer y madurar.”

Comisión:

RECURSOS DIDÁCTICOS PARA LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN CATÓLICA.

Redactoras Carolina Ayala Poblete, Ma. Mercedes Carvajal Romero, Nancy Morales Orellana, Fresia Silva Orellana.

Participantes Juana Campillay, Héctor Domínguez, Jorge Espinoza, Katerin Gatica, Gisela Inostroza, Marcela Lizama, Jaime Oviedo, Elsie Paredes, Elena Rodríguez, Eduardo Sanhueza, José Santiago, Verónica Veas.

II. INTRODUCCIÓN Dada la necesidad de hacer valorar la clase de religión en todos los establecimientos educacionales, surgieron diversas comisiones de trabajo relacionadas con la misma. De esta manera, surgió la comisión de “Recursos didácticos para la clase de religión”. En primera instancia se dialogó sobre los recursos existentes para la asignatura de Religión. Se valoraron los textos escolares de religión de diversas editoriales a partir de la experiencia de los participantes de la comisión. Si bien, muchos de ellos aportan al trabajo en el aula, no es accesible a la realidad de la gran mayoría de los estudiantes de Santiago por su alto costo económico. Así también, se conversó sobre la gran cantidad de material disponible en internet en muchas páginas dedicadas a compilar guías, videos, puzles, etc. para la asignatura de religión católica. No obstante, este material es tan variado y dispar, que en muchas ocasiones entorpece un trabajo de calidad con los estudiantes. Por otra parte, se tematizó sobre el uso que se le da al material didáctico por parte de los profesores, y en la comisión se llegó a consensuar que existen profesores muy dedicados, que piensan y se esfuerzan por realizar buenas clases con materiales didácticos de calidad, pero así también, existen muchos otros que solo multicopian lo que llega a sus manos, sin darle ninguna direccionalidad al material, transformando la clase de religión en clases de pintura de láminas o juegos de puzles o crucigramas. También se valoró la posibilidad de crear un banco de recursos didácticos abastecido por todos los profesores de religión que quieran compartir sus creaciones pedagógicas. Finalmente se decidió crear fichas de didácticas con unidades de aprendizaje con temáticas genéricas, tal como lo hizo la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) hace algunos años. Sin embargo, en vista

del tiempo y de las posibilidades reales de la comisión, no fue posible llevar adelante esta iniciativa, por lo que se decidió establecer el siguiente objetivo de trabajo para las sesiones que restaban de la comisión: Elaborar lineamientos generales de cómo debería ser un material didáctico para que se elaboren fichas de estudio como lo hizo la CECH.

III. PROBLEMÁTICA En la actualidad en muchos establecimientos educacionales de Santiago donde se enseña religión católica carecen de recursos didácticos que les permitan desempeñar clase de religión de calidad por dos grandes motivos: los recursos existentes son de alto costo y no están al alcance de los estudiantes de la mayoría de los colegios, y por otro lado, no hay material didáctico que permita enseñar la religión al contexto actual de la realidad nacional.

IV. REFLEXIÓN Y PROPUESTAS En el proceso de determinar estos lineamientos surgieron algunos temas importantes de destacar para comprender de mejor manera el trabajo realizado. 

El material didáctico existente para las clases de religión católica está pensado para una cultura que vive y valora lo sagrado, que es religiosa y practicante, pero eso ya no es así. La realidad nacional cada vez es menos religiosa al estilo tradicional, más aún donde la realidad es más cruda y vulnerable, pues la imagen de Dios es más lejana.



El material no es bueno por sí mismo. Hay que develar qué línea teológica y pedagógica hay detrás del material.



Un material didáctico no pensado es insignificante para los estudiantes. El desafío es descubrir un material que responda a niveles más profundos de los estudiantes actuales.



Nosotros tenemos la misión de formar la conciencia religiosa y en muchos casos más bien la deformamos.



Todos los que estamos aquí hemos hecho todo para llevar el mensaje de Cristo a los niños. Entregamos la pedagogía del amor.

Después de todos estos razonamientos en diversas reuniones llegamos a la conclusión de entregar los distintos lineamientos que consideramos necesarios para elaborar un material didáctico adecuado a la clase de religión. Decidimos elaborar estándares de un buen material didáctico para la realidad de nuestros estudiantes en el contexto actual. Los criterios pueden ser:



Que sean adaptables a la diversidad religiosa presente en las aulas.



Pluralistas, que respeten la diferentes opciones y creencias que tiene cada uno pero definiendo claramente una postura propia.



Proponer temáticas, actividades genéricas.



Que estén centrados en experiencias vitales de los estudiantes (incorporando al grupo, experiencias de pololeo, relación con los padres, etc.)



El material existente no lleva al pensamiento reflexivo que permita el compromiso con su fe o sus creencias. No tenemos material de este tipo.

Estos lineamientos deben estar conectados con los contenidos vigentes de la EREC. Este trabajo es fruto de un profundo trabajo hecho con gran dedicación, compromiso y responsabilidad de cada uno de los que han conformado esta comisión. PRIMER LINEAMIENTO: Un material didáctico que considere la diversidad en el ámbito religioso presente en las aulas de clases. Las aulas de religión son cada vez más diversas en materia de religión. Nos encontramos con estudiantes que creen en Dios, pero no se identifican con una religión en particular. Con algunos estudiantes del mundo evangélico. Otros son testigos de Jehová o mormones, y un número creciente de agnósticos y ateos. Todos ellos junto a los que se declaran católicos practicantes y católicos por tradición. Esta caracterización también la podemos encontrar en colegios católicos, donde muchos estudiantes se declaran ateos o agnósticos. Como profesores de religión católica, en la mayoría de los colegios laicos, tenemos que hacer clases de religión a todos estos alumnos. No podemos pensar en separar a los estudiantes, como lo propone el Decreto 924, pues no hay personal ni infraestructura que lo permita. Por otro lado, estos estudiantes están juntos todos los días y cuando sean adultos deberán convivir con personas de diferente pensamiento y religión. Por lo tanto, necesitan afianzar sus creencias y su identidad en medio de la diversidad. La Iglesia Católica, a través de la voz de los Obispos, de diferentes instituciones y congregaciones se ha referido al cambio cultural y religioso en la sociedad,

señalando, que en contextos de secularización, globalización, libertad religiosa, desarrollo científico y técnico, la búsqueda religiosa sigue en pie2. La conducta religiosa, es una característica típica del comportamiento humano del cual, constituye “la más importante función”3. Esta realidad está presente en los estudiantes con los que trabajamos día a día en las aulas de nuestros colegios. Los jóvenes perciben a Dios en todas las buenas acciones siempre y cuando se respete y valore su libertad. Lo perciben también en el ámbito social, en la tranquilidad y en la solidaridad siempre y cuando no se relacionen con la Institución4. Los jóvenes declaran creer en Dios en su gran mayoría, pero no son participantes en alguna iglesia. Un porcentaje significativo reconoce ser católico, pero no practicante. Opinan que la religión es importante en la vida de las personas, pero también creen en prácticas paganas (tarot, runas, horóscopo, etc.)5. Por otro lado, en la gran mayoría de las familias se ha erradicado la práctica y los ritos religiosos en la vida cotidiana, manifestándose como una característica en la cultura contemporánea. El material didáctico que contamos (textos de estudio, páginas web, guías de trabajo, y los mismos programas de estudio) no está adaptado a esta diversidad religiosa y cultural que nos enfrentamos como profesores de religión tanto en colegios católicos como en colegios laicos. El material didáctico para nuestros estudiantes es necesario que surja de una propuesta que integre a la diversidad cultural y religiosa y sea también un aporte a la familia para formar la dimensión espiritual y trascendente, precisamente para hacer visible la importancia de Dios en la cultura y del encuentro personal con lo sagrado de cada ser humano. Importancia que está consagrada en la Ley General de Educación de Chile en su artículo 2. La apertura a la trascendencia se puede describir en palabras del gran psicólogo norteamericano Gordon Allport como: “Un factor propulsor de la personalidad y que luego se manifiesta en las personas equilibradas y aptas para vivir en sociedad”6. En palabras del Santo Padre Benedicto XVI, como aquella dimensión que abre a los estudiantes al encuentro con el Misterio que preside toda realidad, configurando con esta apertura lo auténticamente humano7.

2

Cfr. Sínodo de los Obispos “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana” Nº 51-64. Milanesi, J Aletti. Pag 28 cap. II Psicología de la Religión. 4 Silva, Romero y Peters: (2010: 201-255) Espiritualidad juvenil en Chile hoy: características y ámbitos. 5 González, R., Manzi, J., et al. (2008). Jóvenes, cultura y religión. Santiago, Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile; Pontificia Universidad Católica y Adimark (2014) Encuesta bicentenario. Religión; Silva, Romero y Peters. «Espiritualidad juvenil en Chile hoy: características y ámbitos.» (2010): 201-255. 6 Allport (1950) El individuo y su religión. 7 Benedicto XVI (2009) Discurso a los profesores de Religión de Italia. 3

Frente a este cambio cultural la propuesta es: respetar la diversidad de creencias y fe religiosa, tanto por las enseñanzas de la propia Iglesia8 y de la legislación vigente en Chile9. Asimismo, es necesario incluir en un material didáctico para la asignatura de religión católica, herramientas para conocer y dialogar con los cultos de los pueblos indígenas, la religiosidad popular, las diferentes iglesias en Chile, las tradiciones familiares: ritos, celebraciones, deben integrarse desde la experiencia y cultura personal de los alumnos(as).

SEGUNDO LINEAMIENTO: Material didáctico que fomente la valoración del pluralismo. Una exigencia por parte de directivos y sostenedores de colegios que persiste en muchos de los colegios donde nos desempeñamos es hacer clases de religión pluralista. Algunos entienden este tipo de clases como religiones comparadas, otros como una exposición aséptica de todas las religiones sin mostrar ninguna preferencia o simplemente como una amalgama de religiones y creencias. No obstante, como profesores de religión católica, por convicción y en virtud de la disciplina estudiada, no es posible mostrar una religión neutra, ya que esto es una falacia. No existe tal posición ante la vida. Desde la fe católica se valora el pluralismo, ya que desde la concepción pluralista se favorece “la debida libertad religiosa, ayudan a las familias para que pueda darse a sus hijos en todas las escuelas una educación conforme a los principios morales y religiosos de las familias”10. La Iglesia Católica, a través de la Congregación para la Educación Católica, nos invita a reflexionar qué significa el pluralismo religioso y cultural en la escuela. En primer lugar, se trata de profundizar y consolidar la propia identidad católica, para desde allí dialogar y conocer otros puntos de vista frente a las grandes interrogantes del ser humano11. En este contexto “lo que confiere a la enseñanza religiosa escolar su característica propia es el hecho de estar llamada a penetrar en el ámbito de la cultura y de relacionarse con los demás saberes”12. La clase de religión se transforma en un lugar ideal para que los estudiantes desarrollen su identidad 8

Congregación para la Educación Católica (2013), Educar para el diálogo intercultural en la escuela católica Ley general de educación 20.370; Ley de Culto, Constitución Política del Estado de Chile, Decreto 924 del MINEDUC . 10 Pablo VI (1965) Gravissimum Educationis, Nº 7 11 Congregación para la Educación Católica (2013), Educar para el diálogo intercultural en la escuela católica. Nº7 12 Congregación para el Clero (1997) Directorio General para la Catequesis, Nº73 9

católica en un mundo multicultural y multirreligioso, donde aprendan a respetar sus propias costumbres y las de los demás, en un diálogo abierto y respetuoso. Es por esto, que nuestra propuesta es innovar en estrategias y material didáctico en la clase de religión, de tal forma que responda a la preocupación de nuestra Iglesia por el respeto a la libertad religiosa, al sentido ecuménico y de diálogo interreligioso que promueve desde el Concilio Vaticano II13.

TERCER LINEAMIENTO: Recursos didácticos que propongan temáticas y actividades genéricas, para que sean adaptables a diversas realidades de los colegios de Santiago. Considerando que no es posible acceder a textos escolares para todos los estudiantes de los establecimientos educacionales de la Arquidiócesis de Santiago, pensamos que se pueden elaborar fichas impresas o digitales que se puedan adaptar a la diversidad de contextos en los cuales nos desempeñamos los profesores de religión de la Arquidiócesis. Hoy la realidad de los colegios es muy diversa y deberíamos contar con un material que pueda ser utilizado tanto en los colegios confesionales como laicos, colegios en sectores vulnerables y colegios en barrios de nivel socioeconómico alto, colegios con muchos estudiantes y colegios con pocos estudiantes, etc. A modo de ejemplo de una de las actividades genéricas podría ser: investigar sobre la inculturación de los diversos cultos de las etnias de nuestro país (mapuches, aimaras, diaguitas, etc.), que permita descubrir el sentido trascendente en la vida del ser humano que desde su libertad, descubra la maravilla, por el misterio más absoluto, que en la fe católica es el encuentro con Jesucristo. Los objetivos, contenidos y actividades genéricas deben ser pensados de acuerdo al desarrollo cognitivo y religioso de los niños14, ya que en cada etapa de desarrollo la dimensión religiosa en el hombre comienza en la primera infancia y de acuerdo a la maduración se caracteriza por diferentes concepciones de Dios. Nuestro desafío será entonces proveer a los niños y niñas instancias de aprendizajes de acuerdo a su edad y de su contexto sociocultural.

CUARTO LINEAMIENTO: Recursos didácticos que estén centrados en la experiencia personal y comunitaria del estudiante

13 14

Unitatis Redintegratio, Nostra Aetate, Dignitatis Humanae. Milanesi, J Aletti, pag, 28 cap. II Psicología de la Religión

Como se mencionaba más atrás, los jóvenes están abiertos a la trascendencia, al encuentro con Dios, sin embargo, ya no ocurre como antes a través de los canales tradicionales de la religión. Ellos buscan otras experiencias donde trascender. Sin duda las relaciones familiares, los amigos, las relaciones de pareja, la práctica de la solidaridad con los más necesitados, la justicia social, el compromiso con la naturaleza, son experiencias que son significativas y les permite salir de sí al encuentro del otro, y en clave religiosa al encuentro del Otro. Necesitamos recursos didácticos que partan desde las experiencias vitales de los estudiantes, que permitan indagar en esas experiencias significativas el paso de Dios por sus vidas, de lo contrario, dejaremos sin desarrollar una dimensión importante del ser humano. Lamentablemente, en la actualidad, observamos cómo cada vez con mayor fuerza las personas se envuelven en una vida de consumo, reflejada en las largas jornadas de compras que realizan las familias, como consecuencia de esto se someten a extensas horas de trabajo para obtener los recursos económicos que les permiten este nivel de consumismo. Por lo tanto, la familia se afecta por la ausencia de los padres en casa, el tiempo es escaso para dialogar y más escaso aún para asistir a un culto religioso15, dificultando con esto una valoración de la dimensión religiosa y el desarrollo de esta dimensión en la vida de los estudiantes. En la clase de religión los estudiantes, con confianza, se abren a contar sus experiencias personales, se les hacen cotidianos los temas que se tratan, cuenta lo que les sucede a diario y el niño que escucha, lo relaciona con su propia experiencia, porque en sus hogares a veces no son escuchados, o no se sienten cómodos para conversarlo (traen una “mochila” muy cargada). Se debe fomentar un espacio de introspección, para que ellos descubran su propia identidad y el sentido trascendente de sus vidas, es decir, descubrir al Ser Supremo en su propia vida. Por lo tanto, las estrategias deben ser pensadas en promover las relaciones con el otro, desde las experiencias más vitales de los estudiantes para llegar a la experiencia fundamental de encuentro con Dios. Por esto es necesario generar material didáctico que también permita desarrollar la conciencia social, la autovaloración y una postura crítica ante los cambios sociales, económicos y culturales. QUINTO LINEAMIENTO: Material didáctico que promueva el desarrollo del pensamiento reflexivo

15

Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile Carta Pastoral del Comité Permanente de la CECh Santiago, 27 de septiembre de 2012

Existe mucho material didáctico en internet para clases de religión, así como textos de años anteriores para diferentes niveles. La mayoría de estos materiales se centran en actividades de nivel cognitivo muy bajo, con actividades poco desafiantes y que no permiten que la religión, y su pensamiento religioso, se desarrollen en los estudiantes. Una condición fundamental para un material didáctico adaptado al tiempo actual debe desarrollar la curiosidad, la capacidad de cuestionar la verdad de las propias creencias y la de los demás, que sometan a juicio los fundamentos de las prácticas morales y sociales, de modo que vayan desarrollando su pensamiento reflexivo, sin temor a que la razón vaya a minar su fe, pues no son antagónicas, sino que complementarias. Un pensamiento reflexivo otorga la posibilidad de interpretar religiosamente el mundo, lo que permitiría lograr mejores y más significativos aprendizajes entre los estudiantes. En palabras del Papa Benedicto XVI, podemos afirmar: “La dimensión religiosa es parte integrante de la persona, desde la primerísima infancia, es apertura fundamental al otro y al misterio que preside toda relación y todo encuentro entre los seres humanos, la dimensión religiosa hace al hombre más hombres”16.

V. ACCIONES A REALIZAR A PARTIR DE ESTE DOCUMENTO: 1.

Recopilar materiales didácticos para los diferentes niveles de aprendizajes que están disponibles en internet y catalogarlos según los lineamientos creados por esta comisión para ponerlos a disposición en una plataforma web para los profesores de religión.

2.

Elaborar fichas con unidades didácticas para publicar y descargar desde internet a partir de los lineamientos creados por esta comisión. El trabajo, por la envergadura que implica, debería ser remunerado a los docentes que elaboren dichas fichas. Así también, habría que buscar fondos para financiar el multicopiado de este material para hacerlo llegar a todos los colegios de Santiago, especialmente a los del sector municipal y de zonas vulnerables.

16

Benedicto XVI (2009) Discurso a los profesores de Religión de Italia.

3.

Disponer una página web para que los profesores que deseen, puedan compartir material que quieran crear a partir de los lineamientos de esta comisión, al modo como se hace en la plataforma educarchile.cl.

Comisión:

VALORACIÓN DE LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN EN LA ESCUELA.

I. INTEGRANTES María Teresa Acevedo, Virginia Arriagada, Víctor Cabrera, Dorila Castillo, Mariana Chamorro, Gregorio Grande, Florentina Machuca, Berta Piña, Cristian Santander, César Vargas.

II. INTRODUCCIÓN Los profesores y profesoras que integran esta comisión aceptaron el desafío planteado por la Vicaría para la Educación de asumir un trabajo corresponsable para describir, analizar y reflexionar las problemáticas que surgen de la práctica en la asignatura de Religión en la escuela. En este contexto, han estado presentes las miradas de profesoras y profesores que laboran en el ámbito público y privado, así como también de diferentes ambientes sociales y culturales. La discusión se ha planteado en el diálogo y la escucha recíproca, en el respeto y la tolerancia de opiniones así como en la verificación de la experiencia por medio del análisis crítico de los fundamentos de la educación, de la pedagogía y de la fidelidad al mensaje de Cristo y al sentir de nuestra Iglesia. En el trabajo, se ha detectado que son múltiples los factores que afectan el desempeño de los docentes en el ejercicio de su profesión, distinguiendo algunos que provienen del ambiente social y cultural que vive nuestro país, como también la situación propia de la Iglesia Católica en los últimos años. Pero, además se pueden observar fenómenos que son propiamente del profesor y la profesora, su responsabilidad educativa y su expertice pedagógica que no han estado exentas de contradicciones, incoherencias y falta de autocrítica. En este informe se presenta el trabajo final de la Comisión, intentando dar cuenta de los principales nudos que afectan el trabajo de los docentes y ofrecer una serie de propuestas que tiendan a mejorar la actual situación, distinguiendo los ámbitos de responsabilidad que corresponden.

III. PROBLEMÁTICA ANALIZADA La escasa valoración que tiene la clase de religión en el sistema escolar chileno tiene múltiples factores que la explican. El reemplazo de la clase de religión por horas asignadas a la preparación para el SIMCE, la presencia de estudiantes eximidos de la asignatura dentro del aula, la consideración de la asignatura como un taller complementario en horarios fuera del plan de estudio, el que tengamos colegas que ejercen sin título profesional puede llevarnos a una

práctica de la clase con una perspectiva catequística, el no considerar por desconocimiento el marco legal que sostiene el trabajo del docente, la falta de conciencia como profesionales de la necesidad de ocuparnos en nuestra formación continua, el desconocimiento de la religiosidad y trayectoria histórica y cultural de las familias, son algunas de las situaciones vigentes que dan cuenta de esta escasa valoración. Para un justo análisis, que no se quede solo en variables externas, es necesario detenerse en los elementos propios de la acción docente y, que en el marco del trabajo en el aula, corresponden a su propia competencia e idoneidad. El documento base, en el mes de junio del 2014, ofrecía una serie de anormalidades que daban cuenta de la dificultades en el trabajo de los profesores y profesoras de religión, pero si bien se nombra al docente, en cuanto a su responsabilidad, esta comisión presenta algunas reflexiones dialogadas que permiten otorgar una mirada realista y con fundamento de lo que se dice ahí. Los factores que se mencionan a continuación quieren dar cuenta de realidades que a juicio de esta comisión afectan el desempeño profesional y empobrecen la calidad de la clase de religión. Tienen el mérito de ser una primera versión de autocrítica docente que permite descubrir ámbitos de acción en los cuales las profesoras y los profesores de religión pueden encontrar pistas para, no solo mejorar su práctica pedagógica sino que, a la vez, valorizar la asignatura y su propia profesión.

I. FACTORES QUE DEPENDEN DEL DOCENTE Los aspectos que a continuación presentamos nos permitirán dar fundamento a las líneas de acción construidas en base a la corresponsabilidad y que debemos tener presente en nuestro desempeño como docentes. Un agente activo de cambio En la escuela, normalmente, la clase de religión es poco reconocida y los otros docentes no tienen mucha información sobre sus contenidos y lo que se aborda en la clase. A veces esto da pie, para que los directores, exijan que la clase trabaje temas valóricos, en desmedro de los religiosos. Los mismos estudiantes, señalan que en ocasiones no aprenden nada significativo o que tenga relación con los demás saberes que la escuela enseña. Estos ejemplos, si bien, reportan experiencias duras y difíciles para los docentes que las han vivido, son algunas luces que debiese llevarnos a una conciencia activa. Un docente con una conciencia activa tiene la convicción de que la clase de religión tiene, por un lado, la misión de colaborar con el currículo nacional, a través del desarrollo espiritual y moral de los estudiantes y, por el otro, la de hacer presente una visión trascendente de la vida, que es riqueza y patrimonio de la Iglesia que ella coloca

al servicio de la humanidad. Estos dos ejes son motores que deben impulsar a cada docente a discernir y preguntarse cómo llevarlos y hacerlos vida en el aula. Frente a este desafío, la Vicaría acompaña y propone múltiples acciones: retiros, jornadas, seminarios, talleres online, que promueven este desarrollo de profesional docente y la reflexión crítica y el diálogo con los estudiantes y la comunidad escolar. Mayor tolerancia y apertura al cambio A través de múltiples reportes, los profesores se dan cuenta que la escuela es un lugar de conflicto, en donde la realidad social nos revela una cultura en crisis y cambio. Estos cambios culturales, no siempre han sido bien asumidos por los profesores, el miedo a perder autoridad, la rigidez doctrinal o la falta de formación han sido motivo de actitudes cerradas que han creado distancias con los estudiantes. Se hace necesario una y un docente que como profesional de la educación no tenga miedo de dialogar, incluso cuestionar, con el fin de liberar y colaborar al desarrollo de la propia religiosidad de los estudiantes. Estos temas demandan de la profesora y profesor de religión el vínculo con la Vicaría, a través de los diversos encuentros y actividades que se están ofertando. La Vicaría, por su parte, debiese mantener y fortalecer este vínculo con los profesores a nivel zonal y arquidiocesano. La naturaleza de la clase de religión La profesora y el profesor de religión es un profesional que está constantemente buscando dar buen fundamento a lo que quiere enseñar y de acuerdo con los desafíos que nos sitúan estos nuevos tiempos. Se debe dar mayor importancia a esta premisa; está en juego el desarrollo de la religiosidad en los estudiantes, la creación de condiciones de posibilidad para el surgimiento del sentimiento religioso, más que el aprendizaje memorístico de contenidos doctrinales y rituales específicos que están alejados de su vida. Se espera que la Vicaría lidere la iniciativa de proponer a los centros de estudios formadores de profesoras y profesores de religión, la generación de instancias formativas y de actualización para el adecuado fundamento de la clase en los nuevos contextos actuales en que se mueve nuestra sociedad. Centrar la clase en la experiencia del estudiante Permitir que los estudiantes expresen sus experiencias significas, estar abierto a la diversidad, a lo disonante, a lo nuevo y comprender, junto con ellos, los significados de esas experiencias. Desde ahí, ofrecer un nuevo concepto que les permita un saber más universal y dialogante con su cultura, otorgando el tiempo para la resignificación en sus proyectos de vida.

Esto requiere que la Vicaría se convierta en el articulador en dos frentes: con las instituciones educativas, para que se promueva, desarrolle y difunda esta concepción que se propone. Y además, que los profesores y profesoras que participan en pasantías, diplomados, cursos estratégicos, cuenten con un espacio en la Vicaría en donde se pueda comunicar, compartir y difundir su experiencia. Trabajo colaborativo La condición histórica de la profesión docente, convierte al profesor en un ente solitario. No es posible mantener esta situación. En las redes sociales, los profesores demandan planificaciones, actividades innovadoras, material audiovisual y de las Tecnologías Informáticas y de la Comunicación (por ejemplo, películas, documentales contextualizados) para usar en el aula, etc. Pero el trabajo docente es más que un material didáctico o una metodología, es una propuesta de un proyecto pedagógico que puede promover el desarrollo humano, si se hace con verdadero sentido ético que respete la conciencia y la libertad de sus estudiantes. Por ello, es necesario crear redes de apoyo, reales y virtuales, para que nadie tenga la sensación de estar solo y abandonado en el lugar donde esté, y que cuenta con una instancia para el diálogo y el intercambio de experiencias profesionales. Las redes de contacto zonales permiten vincularnos e interactuar con mis pares. La plataforma virtual que promueve y mantiene la Vicaría va en la dirección correcta. Se requiere mayor compromiso y participación por parte de las y los docentes en estas redes. Acción cívica del docente Por lo mismo señalado en el punto anterior, en el sentido del trabajo individual de la profesión, los profesores han permanecido aislados o desvinculados del movimiento docente, desconociendo sus luchas y reivindicaciones. En algunas ocasiones, ni siquiera saben dónde acudir luego que han sufrido un despido y han quedado cesantes. Conocer y mantenerse informado de sus derechos y obligaciones permitiría que un profesional de la educación sepa qué hacer ante los abusos de los sostenedores. Por ejemplo, la participación en los sindicatos, el estar colegiado, permitiría que los profesores de religión conozcan mejor los mecanismos legales que protegen sus derechos, al mismo tiempo que les permite actuar en conciencia cuando se ven afectados. Se requiere de orientación efectiva por parte de la Vicaría, para que defina mecanismos de soporte y apoyo que faciliten el acceso y el conocimiento de las diversas instancias en donde pueda ser requerida la información.

II. FACTORES QUE NO DEPENDEN ÚNICAMENTE DE LA ACCIÓN DEL DOCENTE Vicaría y Profesores en conjunto, construir las herramientas que posibiliten el manejo y la gestión de recursos didácticos “con sentido”. Muchos profesores hacen ingentes esfuerzos por tener materiales de calidad para sus estudiantes, sobre todo en lugares donde no se puede tener un texto por cada uno de ellos. No parece razonable que estos recursos vengan del bolsillo del profesor, pero si bien este tema corresponde a otra comisión, es necesario señalar que los materiales didácticos, así como planificaciones requieren de apoyos para este nuevo escenario. En la actual situación, internet se ha convertido en un aliado importante para que cada docente busque y encuentre lo que requiere. Pero no siempre este material responde cabalmente al diagnóstico de una educación de la religiosidad de los estudiantes, sino que a una transmisión catequística. Es por ello que los docentes requieren de apoyo externo y asesorías adecuadas, para la elaboración y orientación de un nuevo material. Se hace necesario entonces que la Vicaría junto a profesoras y profesores puedan crear materiales que ayuden al desarrollo de la dimensión religiosa del estudiante en sus diversos grupos etarios de manera amplia. Se sugiere la promoción de mesas temáticas en donde puedan crearse unidades de aprendizaje, en relación a inquietudes de temas que son recogidas desde los estudiantes. Nuevos Programas: flexibles y con apertura Un programa permite establecer una hoja de ruta para el docente y organiza los aprendizajes. No favorece el trabajo docente, ni la valoración de la clase de religión que los programas no esté respondiendo al nuevo escenario cultural y curricular que vive el país. Será necesario que la Vicaría solicite a la CECH la elaboración de programas nuevos, pero con la contribución de los cientos de docentes que desean participar y colaborar en estas instancias. Sin la participación de los profesores cualquier cambio curricular tiende al fracaso, por cuanto los docentes son los que mejor pueden interpretar qué hacer en el aula. Hay mayor compromiso, cuando se considera la participación inclusiva de los docentes y sus ricas experiencias de años de ejercicio profesional. Formación continua: apoyo Vicaría para la Educación, formación con CPEIP: oferta amplia, flexible, costo accesible La Vicaría para la Educación tiene los diagnósticos de lo que el profesor requiere para convertirse en un profesional actualizado. Es necesario que la oferta sea amplia, para escoger entre diversas posibilidades: modalidad presencial,

semipresencial, vía e-learning o pasantías. Se hace muy necesario que estos cursos, puedan contar con certificación del CPEIP para que tengan una incidencia en el currículo y en la remuneración de las y los docentes. Se solicita de la Vicaría el apoyo financiero. Se hace necesario revisar el acceso a recursos para el financiamiento de la formación continua. Apoyo de la Vicaría en el conocimiento experto para la educación cívica del profesional docente Para hacer frente a los problemas que afectan a la clase de religión que se tornan en amenazas que provienen de la misma escuela y que se podrían apartar de la legislación, los profesores tienen la responsabilidad de informarse y participar en las instancias que la sociedad democrática establece para el respeto de la dignidad laboral. No obstante, se hace necesario que la legislación que regula la clase de religión, la discusión y reflexión en torno al tema religioso a nivel de las autoridades, sea conocida y debatida por los profesores, en conjunto con la Vicaría para la Educación, para de esta forma saber a qué atenerse en este escenario en donde el cambio es una constante que demanda mayor atención. Se solicita a la Vicaría una instancia de inducción a quienes solicitan la idoneidad, para clarificar el estatus de la clase y del profesor de religión.