Salud Comunitaria Unidad 3: La Salud como Derecho. Las Inequidades Sanitarias Prof. Liliana Urbina
Antecedentes de la incorporación de la salud como un derecho • Declaración Universal de Derechos Humanos
• Constitución de la Organización Mundial de la Salud • Declaración de Alma-Ata • Tratados vinculantes incorporados en la Constitución Argentina en 1994
Después de la Segunda Guerra Mundial y la creación de las Naciones Unidas…
DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS 1946 Artículo 25. 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
Los derechos humanos son garantías jurídicas universales que protegen a individuos y grupos contra acciones que interfieran en sus libertades fundamentales y en la dignidad humana. Los derechos humanos se caracterizan fundamentalmente porque: • están avalados por normas internacionales; • gozan de protección jurídica; • se centran en la dignidad del ser humano; • son de obligado cumplimiento para los Estados y los agentes estatales; • no pueden ignorarse ni abolirse; • son interdependientes y están relacionados entre sí, y • son universales.
El derecho a la salud abarca libertades y derechos.
Entre las libertades se incluye el derecho de las personas de controlar su salud y su cuerpo (por ejemplo, derechos sexuales y reproductivos) sin injerencias (por ejemplo, torturas y tratamientos y experimentos médicos no consensuados). Los derechos incluyen el derecho de acceso a un sistema de protección de la salud que ofrezca a todas las personas las mismas oportunidades de disfrutar del grado máximo de salud que se pueda alcanzar. Las políticas y programas de salud pueden promover o violar los derechos humanos, en particular el derecho a la salud, en función de la manera en que se formulen y se apliquen. La adopción de medidas orientadas a respetar y proteger los derechos humanos afianza la responsabilidad del sector sanitario respecto de la salud de cada persona. Salud y derechos humanos; Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
PRINCIPIOS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD La Constitución fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio de 1946 por los representantes de 61 Estados (Off. Rec. Wld Hlth Org.; Actes off. Org. mond. Santé, 2, 100), y entró en vigor el 7 de abril de 1948.
El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.
El derecho a la salud incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente. No obstante, unos 100 millones de personas de todo el mundo son empujadas cada año a vivir por debajo del umbral de pobreza como consecuencia de los gastos sanitarios. Los grupos vulnerables y marginados de las sociedades suelen tener que soportar una proporción excesiva de los problemas sanitarios. La cobertura sanitaria universal es un medio adecuado para promover el derecho a la salud. Salud y derechos humanos; Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
El derecho al “grado máximo de salud que se pueda lograr” exige un conjunto de criterios sociales que propicien la salud de todas las personas, entre ellos la disponibilidad de servicios de salud, condiciones de trabajo seguras, vivienda adecuada y alimentos nutritivos. El goce del derecho a la salud está estrechamente relacionado con el de otros derechos humanos tales como los derechos a la alimentación, la vivienda, el trabajo, la educación, la no discriminación, el acceso a la información y la participación. Salud y derechos humanos; Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
DECLARACION DE ALMA-ATA Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978
I La Conferencia reitera firmemente que la salud… …es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo... II La grave desigualdad existente en el estado de salud de la población, especialmente entre los países en desarrollo y los desarrollados, así como dentro de cada país, es política, social y económicamente inaceptable y, por tanto, motivo de preocupación común para todos los países.
IV El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención de salud. V Los gobiernos tienen la obligación de cuidar la salud de sus pueblos, obligación que sólo puede cumplirse mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas… …La atención primaria de salud es la clave para alcanzar esa meta como parte del desarrollo conforme al espíritu de la justicia social.
Poblaciones desfavorecidas y derecho a la salud Los grupos sociales vulnerables y marginados suelen tener menos probabilidades de disfrutar del derecho a la salud. Tres de las enfermedades transmisibles más mortíferas (paludismo, VIH/sida y tuberculosis) afectan desproporcionadamente a las poblaciones más pobres del mundo e imponen una carga tremenda a las economías de los países en desarrollo. Por otra parte, la carga de morbilidad por enfermedades no transmisibles, que con frecuencia se piensa que afectan a países de altos ingresos, está aumentando desproporcionadamente en los países y las poblaciones de bajos ingresos. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
En los países, algunos grupos de población, por ejemplo las comunidades indígenas, están expuestos a mayores tasas de enfermedad y afrontan dificultades importantes para acceder a una atención sanitaria de calidad y asequible. Estos grupos registran tasas de mortalidad y morbilidad sustancialmente más altas que la población en general, a consecuencia de enfermedades no transmisibles tales como el cáncer, las cardiopatías y las enfermedades respiratorias crónicas. Las personas particularmente vulnerables a la infección por el VIH, incluidas las mujeres jóvenes, los hombres homosexuales y los consumidores de drogas inyectables, suelen pertenecer a grupos desfavorecidos y discriminados social y económicamente. Esos grupos vulnerables pueden ser víctimas de leyes y políticas que agravan la marginación y dificultan más aún el acceso a servicios de prevención y atención. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Asimismo, se suele denegar a las mujeres el acceso a servicios y atención de salud sexual y reproductiva, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. Esta violación de los derechos humanos está profundamente arraigada en valores sociales relativos a la sexualidad de las mujeres. Además de la denegación de la atención, en algunas sociedades se suele someter a las mujeres a intervenciones tales como esterilización, abortos o exámenes de virginidad. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Enfoques basados en los derechos humanos Un enfoque de la salud basado en los derechos humanos ofrece estrategias y soluciones que permiten afrontar y corregir las desigualdades, las prácticas discriminatorias y las relaciones de poder injustas que suelen ser aspectos centrales de la inequidad en los resultados sanitarios. El objetivo de un enfoque basado en los derechos humanos es que todas las políticas, estrategias y programas se formulen con el fin de mejorar progresivamente el goce del derecho a la salud para todas las personas. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Las intervenciones para conseguirlo se rigen por principios y normas rigurosos que incluyen: No discriminación. El principio de no discriminación procura garantizar el ejercicio de los derechos sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, por ejemplo, discapacidad, edad, estado civil y familiar, orientación e identidad sexual, estado de salud, lugar de residencia y situación económica y social1. 1
Committee on Economic, Social and Cultural Rights, General comment No. 20, Non-discrimination in economic, social and cultural rights; 2009. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Disponibilidad. Se deberá contar con un número suficiente de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud, así como de programas de salud. Accesibilidad. Los establecimientos, bienes y servicios de salud deben ser accesibles a todos. La accesibilidad presenta cuatro dimensiones superpuestas: • no discriminación; • accesibilidad física; • accesibilidad económica (asequibilidad); • acceso a la información. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Aceptabilidad. Todos los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser respetuosos de la ética médica y culturalmente apropiados, y sensibles a las necesidades propias de cada sexo y del ciclo vital. Calidad. Los establecimientos, bienes y servicios de salud deberán ser apropiados desde el punto de vista científico y médico y ser de buena calidad. Rendición de cuentas. Los Estados y otros garantes de los derechos son responsables de la observancia de los derechos humanos. Universalidad. Los derechos humanos son universales e inalienables. Todas las personas, en cualquier lugar del mundo, deben poder ejercerlos. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Las políticas y los programas se han concebido para satisfacer las necesidades de la población, como resultado de los mecanismos de rendición de cuentas establecidos. Un enfoque basado en los derechos humanos identifica relaciones a fin de emancipar a las personas para que puedan reivindicar sus derechos, y alentar a las instancias normativas y a los prestadores de servicios a que cumplan sus obligaciones en lo concerniente a la creación de sistemas de salud más receptivos. Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
La OMS se ha comprometido a incorporar los derechos humanos en los programas y políticas de atención de salud, tanto en los ámbitos nacional como regional, para lo cual tendrá en cuenta los determinantes subyacentes de la salud como parte de un enfoque integral de la salud y los derechos humanos.
Salud y derechos humanos; OMS, Nota descriptiva N°323; Diciembre de 2015
Modelo holístico de Laframboise-Lalonde, 1973
Laframboise HL. Health policy: breaking the problem down into more manageable segments. Can Med Assoc J 1973, Feb 3; 108(3): 388-91. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1941185/
INFORME LALONDE 1974
MODELO DE DAHLGREN Y WHITEHEAD (1991) Los determinantes en la capa externa son los más influyentes
Whitehead M, Dahlgren G, Gilson L. Developing the policy response to inequities in Health: a global perspective. ill;.Challenging inequities in health care: from ethics to action. New York: Oxford University Press; 2001:309-322 Disponible en: http://www.ais.up.ac.za/med/scm870/developingpolicychallenginginequitieshealthcare.pdf
• Las desigualdades sociales en salud son el resultado de las interacciones entre los diferentes niveles de las condiciones causales, de lo individual a las comunidades • Factores de riesgo individuales como: la edad, el sexo y genéticos • Las personas con una situación económica desfavorable se enfrentan a mayores barreras financieras para la elección de un estilo de vida saludable: tienden a exhibir una mayor prevalencia de factores de comportamiento, como el tabaquismo y la mala alimentación • La comunidad registra un menor número de redes y sistemas de apoyo disponibles a las personas según baja la escala social, situación agravada por las condiciones prevalentes en las áreas de alta marginación, que tienen un menor número de servicios para la comunidad, actividades y débiles medidas de seguridad • Factores relacionados con el trabajo, los suministros de alimentos y el acceso a las instalaciones y servicios esenciales: las pobres condiciones de vivienda, la exposición a un trabajo más peligroso, condiciones estresantes y el más pobre acceso a los servicios crean riesgos diferenciales para las personas socialmente desfavorecidas. • Las condiciones económicas, culturales y ambientales prevalentes en la sociedad en su conjunto, así como la situación económica del país y condiciones del mercado laboral, tienen una influencia en todos los aspectos antes mencionados. • El nivel de vida alcanzado en una sociedad puede influir en la elección de un individuo de la vivienda, el trabajo e interacciones sociales, así como los hábitos. • Las creencias culturales sobre el lugar de la mujer en la sociedad o las actitudes dominantes en las comunidades de minorías étnicas pueden influir en su estándar de vida y posición socioeconómica.
Modelo de Diderichsen, Evans y Whitehead, 2001
En el individuo, impacto de la posición socioeconómica a través de exposición (I), susceptibilidad (II) e impacto diferenciales (III). En la sociedad, impacto de las condiciones de vida sobre la estratificación social (A), exposición (B) y susceptibilidad diferencial (C) y directo en salud (D). Evans T, Whitehead M, Diderichsen F, Bhuiya A, Wirth M; Introduction. in;.-Challenging inequities in health care: from ethics to action. New York: Oxford University Press; 2001: 3-11. Disponible en: http://www.ais.up.ac.za/med/scm870/introductionchallenginginequitieshealthcare.pdf
Diseñado originalmente por Diderichsen y Hallqvist, en 1998, el modelo fue adaptado por Diderichsen, Evans y Whitehead en 2001. Este modelo hace hincapié en cómo los contextos sociales crean la estratificación social y asignan los individuos a diferentes posiciones sociales, lo que determina su estado de salud. Se muestra como: (I) Los mecanismos involucrados son “los motores centrales de la sociedad que generan y distribuyen el poder, la riqueza y el riesgo”, por ejemplo: el sistema educativo, las políticas laborales, las normas de género y las instituciones políticas. La estratificación social, a su vez engendra la diferencia de la exposición a condiciones perjudiciales para la salud (II) y la vulnerabilidad diferencial (III), así como consecuencias diferenciales de la enfermedad para los grupos más y menos aventajados, que se muestra como mecanismo (IV). “Las consecuencias sociales” se refiere al impacto que un evento de salud determinado puede tener en una persona o las circunstancias socioeconómicas de la familia. Este modelo incluye una discusión de los puntos de entrada para la acción política.
Los determinantes sociales de la salud según la OMS Determinantes de la Salud
Determinantes Sociales de la Salud
Factores que influyen en la salud individual, que interactuando en diferentes niveles de organización, determinan el estado de salud de la población
Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas.
Glosario de términos de la OMS, 1998
Comisión de los DSS, OMS, 2008
MODELO DE DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD, OMS, CDSS, 2008
Comisión OMS sobre Determinantes Sociales de la Salud | Informe Final / 28 de agosto de 2008|
DETERMINANTES SOCIALES DE LA SALUD
Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas.
Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud La Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS) es una red mundial de instancias normativas, investigadores y organizaciones de la sociedad civil que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reunió para ayudar a afrontar las causas sociales de la falta de salud y de las inequidades sanitarias evitables. La Comisión considera que las inequidades sanitarias son consecuencia de un complejo sistema que actúa a escala mundial, nacional y local.
El contexto mundial afecta al modo en que las sociedades prosperan, pues repercute en las relaciones internacionales y en las normas y políticas nacionales. A su vez, éstas configuran la organización del funcionamiento interno de las sociedades, a escala nacional y local, propiciando la aparición de diversas formas de posición social y jerarquía. El lugar que cada cual ocupa en la jerarquía social afecta a sus condiciones de crecimiento, aprendizaje, vida, trabajo y envejecimiento, a su vulnerabilidad ante la mala salud y a las consecuencias de la enfermedad.
La Comisión tiene una visión global de los determinantes sociales de la salud.
La mala salud de los pobres, el gradiente social de salud dentro de los países y las grandes desigualdades sanitarias entre los países están provocadas por una distribución desigual, a nivel mundial y nacional, del poder, los ingresos, los bienes y los servicios, y por las consiguientes injusticias que afectan a las condiciones de vida de la población de forma inmediata y visible (acceso a atención sanitaria, escolarización, educación, condiciones de trabajo y tiempo libre, vivienda, comunidades, pueblos o ciudades) y a la posibilidad de tener una vida próspera. Esa distribución desigual de experiencias perjudiciales para la salud no es, en ningún caso, un fenómeno «natural», sino el resultado de una nefasta combinación de políticas y programas sociales deficientes, arreglos económicos injustos y una mala gestión política. Los determinantes estructurales y las condiciones de vida en su conjunto constituyen los determinantes sociales de la salud, que son la causa de la mayor parte de las desigualdades sanitarias entre los países y dentro de cada país.
La justicia social es una cuestión de vida o muerte. Afecta al modo en que vive la gente, a la probabilidad de enfermar y al riesgo de morir de forma prematura. Vemos maravillados como la esperanza de vida y el estado de salud mejoran de forma constante en algunas partes del mundo, mientras nos alarmamos ante el hecho de que eso no ocurra en otros lugares. La esperanza de vida de una niña que nazca hoy puede ser de 80 años, si nace en determinados países o de 45 años, si nace en otros. Dentro de cada país hay grandes diferencias sanitarias estrechamente ligadas al grado de des-favorecimiento social. Semejantes diferencias no deberían existir, ni dentro de cada país ni entre los países. Esas desigualdades y esa inequidad sanitaria, que podría evitarse, son el resultado de la situación en que la población crece, vive, trabaja y envejece, y del tipo de sistemas que se utilizan para combatir la enfermedad. A su vez, las condiciones en que la gente vive y muere están determinadas por fuerzas políticas, sociales y económicas.
Las políticas sociales y económicas tienen efectos determinantes en las posibilidades de que un niño crezca y desarrolle todo su potencial, y tenga una vida próspera, o de que ésta se malogre.
Cada vez hay una mayor convergencia entre los países pobres y los ricos con respecto al tipo de problemas de salud que hay que resolver. El desarrollo de una sociedad, ya sea rica o pobre, puede juzgarse por la calidad del estado de salud de la población, por cómo se distribuyen los problemas de salud a lo largo del espectro social y por el grado de protección de que gozan las personas afectadas por la enfermedad. En el espíritu de la justicia social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha en 2005 la Comisión sobre determinantes sociales de la salud, con el fin de recabar datos científicos sobre posibles medidas e intervenciones en favor de la equidad sanitaria y promover un movimiento internacional para alcanzar ese objetivo. Gracias a la labor de la Comisión, varios países y organizaciones son ahora socios que tratan de formular políticas y programas que abarquen al conjunto de la sociedad y permitan influir en los determinantes sociales de la salud y mejorar la equidad sanitaria. Esos países y asociados se hallan en la vanguardia de un movimiento mundial.
La Comisión hace un llamamiento a la OMS y a todos los gobiernos para que tomen la iniciativa en la acción mundial sobre los determinantes sociales de la salud, con el fin de alcanzar la equidad sanitaria. Es esencial que los gobiernos, la sociedad civil, la OMS y otras organizaciones internacionales se unan para adoptar medidas encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos del mundo. Alcanzar la equidad sanitaria en el lapso de una generación es posible; es lo que hay que hacer y éste es el momento adecuado para hacerlo.
Para reducir la inequidad sanitaria entre países y dentro de los países es necesario ir más allá de las causas inmediatas de la enfermedad. La Comisión se interesa por las «causas de las causas», los factores sociales que determinan el crecimiento, la vida, el trabajo y el envejecimiento de la población.
Los determinantes que subyacen a las inequidades sanitarias están interconectados y, por consiguiente, es necesario abordarlos mediante políticas integrales e integradas, que respondan a los contextos específicos de cada país y cada región.
Los determinantes sociales de la salud explican la mayor parte de las inequidades sanitarias, esto es, de las diferencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación sanitaria. En respuesta a la creciente preocupación suscitada por esas inequidades persistentes y cada vez mayores, la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, en el informe final de la Comisión, publicado en agosto de 2008, se propone tres recomendaciones generales: • Mejorar las condiciones de vida cotidianas. • Luchar contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos. • Medición y análisis del problema Para consulta: Reducir las inequidades sanitarias actuando sobre los determinantes sociales de la salud
• Resolución WHA62/R14 de la Asamblea Mundial de la Salud (pdf 62kb)
equidad
igualdad
nombre femenino
nombre femenino
1. Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones. "es un país de desigualdades donde no hay equidad en la distribución de riqueza y cultura" 2. Cualidad que consiste en no favorecer en el trato a una persona perjudicando a otra.
1. Del latín aequalĭtas, la igualdad es la correspondencia y proporción resultante de muchas partes que componen un todo uniforme.
inequidad
desigualdad
nombre femenino
nombre femenino
1. significa desigualdad o falta de equidad. Es un término utilizado especialmente en Latinoamérica y se asocia a una situación de desigualdad que genera injusticia.
1. Condición o circunstancia de no tener una misma naturaleza, cantidad, calidad, valor o forma que otro, o de diferenciarse de él en uno o más aspectos.
Qué son las inequidades sanitarias?
Se entiende por inequidades sanitarias las desigualdades evitables e injustas en materia de salud entre grupos de población de un mismo país, o entre países. Esas inequidades son el resultado de desigualdades en el seno de las sociedades y entre sociedades. Las condiciones sociales y económicas, y sus efectos en la vida de la población, determinan el riesgo de enfermar y las medidas que se adoptan para evitar que la población enferme, o para tratarla.
Equidad en Salud • Es el justo tratamiento de las diferencias, implica identificación y evaluación de las inequidades • Una brecha de equidad es una diferencia visible, importante, que además se considera injusta • La equidad en salud es un valor ligado al concepto de derechos humanos y justicia social • Entonces, Equidad en Salud es la ausencia de diferencias injustas y evitables o remediables en salud entre grupos o poblaciones definidos socialmente, económicamente, demográficamente o geográficamente
LAS INEQUIDADES SANITARIAS Y SUS CAUSAS SEGÚN OMS 10 datos sobre las inequidades sanitarias y sus causas Octubre de 2011
Está ampliamente demostrado que los factores sociales, como la educación, la situación laboral, el nivel de ingresos, el sexo y el origen étnico, tienen una clara influencia en la salud de una persona. En todos los países, ya sean de ingresos bajos, medios o altos, existen grandes diferencias en cuanto al estado de salud entre los distintos grupos sociales. Cuanto más bajo es el nivel socioeconómico de una persona, mayor es el riesgo de mala salud. Las inequidades sanitarias son diferencias sistemáticas observadas en el estado de salud de los distintos grupos de población. Esas inequidades tienen un importante costo social y económico tanto para las personas como para las sociedades.
Las inequidades sanitarias son diferencias sistemáticas en los resultados sanitarios
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Las diferencias sanitarias son diferencias en el estado de salud o en la distribución de los recursos para salud entre los distintos grupos de población, que se derivan de las condiciones sociales en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen. Las inequidades sanitarias son injustas y se podrían reducir con una correcta combinación de políticas gubernamentales.
Todos los días mueren 21 000 niños antes de cumplir los 5 años Mueren de neumonía, malaria, diarrea y otras enfermedades. Los hijos de las familias rurales y más pobres siguen viéndose afectados de manera desproporcionada. Los hijos del 20% más pobre de todas las familias tienen casi el doble de probabilidades de morir antes de cumplir los 5 años que los del 20% más rico.
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La mortalidad materna es un indicador clave de inequidad sanitaria
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La mortalidad materna es un indicador sanitario que muestra las enormes diferencias existentes entre ricos y pobres, tanto entre los países como dentro de ellos. El 99% de las muertes maternas que se registran todos los años a nivel mundial tienen lugar en países en desarrollo. El riesgo de muerte materna de las mujeres del Afganistán a lo largo de su vida es de 1 por 11, mientras que para las mujeres de Irlanda ese riesgo es de 1 por 17 800.
La tuberculosis es una enfermedad de la pobreza Cerca del 95% de las defunciones por tuberculosis se producen en el mundo en desarrollo. Esas muertes afectan sobre todo a los jóvenes adultos durante sus años más productivos. Para los adultos que contraen la enfermedad resulta todavía más difícil mejorar su situación económica y la de sus familias.
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Cerca del 80% de las enfermedades no transmisibles se registra en los países de ingresos bajos y medios
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En los medios desfavorecidos, el costo de la atención sanitaria relacionada con las enfermedades no transmisibles puede hacer que se agoten rápidamente los recursos de las familias y que estas caigan en la pobreza. Los exorbitantes gastos de las enfermedades no transmisibles llevan a 100 millones de personas a la pobreza todos los años, lo que supone un obstáculo para el desarrollo.
La diferencia en la esperanza de vida entre los países es de hasta 36 años Los niños que nacen en Malawi pueden esperar vivir 47 años, mientras que los nacidos en el Japón pueden esperar vivir 83. En los países de ingresos bajos, la esperanza media de vida es de 57 años y en los de ingresos altos es de 80.
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También hay inequidades sanitarias alarmantes dentro de un mismo país En los Estados Unidos, por ejemplo, los afroamericanos representan solo el 12% de la población, pero a ellos corresponde casi la mitad de todas las nuevas infecciones por VIH. No existen motivos biológicos ni genéticos para que se den esas enormes diferencias en lo que se refiere a la salud.
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En las ciudades las desigualdades sanitarias son enormes
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En Londres, la esperanza de vida de los varones oscila entre los 71 años en el barrio de Tottenham Green (Haringey) y los 88 en Queen’s Gate (Kensington y Chelsea), lo que supone una diferencia de 17 años. Según las conclusiones del London Health Observatory, cuando se viaja en metro en dirección este desde Westminster, cada parada representa casi un año de esperanza de vida menos.
Las inequidades sociales tienen un importante costo financiero para las sociedades
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El Parlamento Europeo ha calculado que las pérdidas relacionadas con las inequidades sanitarias equivalen a cerca del 1,4% del producto interno bruto (PIB) de la Unión Europea, cifra casi tan alta como la correspondiente al gasto de la Unión Europea en defensa (1,6% del PIB). Esto se debe a las pérdidas de productividad e ingresos fiscales, y al aumento de los gastos sociales y de atención sanitaria.
La persistencia de las inequidades frena el desarrollo
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Más de 800 millones de personas en el mundo viven en barrios marginales, lo que representa cerca de una tercera parte de la población urbana mundial. Las probabilidades de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud se ven reducidas debido a los escasos servicios de salud prestados a esas poblaciones a las que resulta difícil llegar.
Salud como derecho Inequidades
Salud pública
Determinantes Sociales de la salud
Salud comunitaria + APS
¿Para qué tratar a la población...
...y devolverla luego a las condiciones de vida que la enferman? Comisión OMS sobre Determinantes Sociales de la Salud | Informe Final / 28 de agosto de 2008|
Marco para actuar sobre los determinantes sociales de las inequidades sanitarias
Comisión OMS sobre Determinantes Sociales de la Salud | Informe Final / 28 de agosto de 2008|
“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas“. – Ramón Carrillo, 1946 - mucho antes que Lalonde (1974), Alma Ata (1976), Dahlgren y Whitehead (1991) , OMS (2008), etc…