capítulo viii el perdón - ObreroFiel

Perdonar es una manera de obedecer y agradar a Dios. Colosenses 3:13 “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otros. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” 5. Perdonar es tanto un acto de la voluntad como un proceso. El perdón no permite ...
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CAPÍTULO VIII EL PERDÓN Las ideas principales 1.

Perdonar es confiar en la justicia de Dios, y ceder mi derecho a la venganza o a cobrar la deuda emocional de una ofensa.

2. Perdonamos porque hemos sido perdonados. Efesios 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” 3. Aunque perdonar es el acto de liberación de la persona que hizo la ofensa, en verdad, muchas veces es la persona quien perdona que se siente libre. 4. Perdonar es una manera de obedecer y agradar a Dios. Colosenses 3:13 “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otros. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” 5. Perdonar es tanto un acto de la voluntad como un proceso. El perdón no permite que la ofensa siga, sino que permite que la persona ofendida pueda seguir adelante con éxito. Cuando deseamos el bien para el ofensor y no el mal, estamos en el proceso de perdonar. Salmo 25:4 “Muéstrame, oh Jehová, tu caminos; enséñame tus sendas.”

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¿QUÉ ES EL PERDÓN? ¡GOL! ¿Hay otra emoción más grande en el deporte como la euforia de meter un gol decisivo en los momentos finales de un juego importante? Es el tema de conversación por días, hasta años después. La técnica y rapidez del jugador son cruciales, pero hay otro factor importante que permite que el balón se meta en la red. En un juego de fútbol, los jugadores están atentos a los errores de otros. ¿Por qué? Porque los errores de otros les dan una oportunidad. Las horas de práctica permiten que un buen jugador aproveche de un pequeño error del otro equipo para meter un gol. Como en el deporte, así es en la vida diaria. Si estamos bien entrenados en el camino de paz, los errores de otros nos dan una oportunidad. Cuando alguien nos ofende, podemos aprovecharlo para “meter un gol,” no en contra a la persona quien nos ha ofendido, sino a su favor. Cuando perdonamos, usamos la ofensa de la otra persona para expresar el amor incondicional de Dios. Una ofensa grande nos afecta de tantas maneras. Vivimos con las consecuencias del pecado de la otra persona. Puede ser que haya una herida física que sirve como un recordatorio permanente. Seguramente, hay daño emocional—desagrado, humillación, y dolor. El dolor resulta en el enojo que introduce adrenalina al cuerpo. El trauma se graba en la memoria, y lo recordamos con frecuencia, especialmente si hay un lugar, una persona, o una herida que lo trae a la mente. En los pensamientos revivimos el dolor y nos enojamos de nuevo. No es solamente la ofensa en sí que nos duele, sino también el sentido de rechazo si nos damos cuenta que la persona nos hizo daño con intención. Hay varias maneras de entender el perdón. Muchas son mitos que pueden confundirnos cuando enfrentamos la necesidad de perdonar. Algunos dicen que el perdón es una emoción o sentimiento. Si uno no siente el deseo de perdonar, no le es posible hacerlo. Otros aconsejan que “hay que perdonar y olvidar”. Si no haya olvidado la ofensa, no ha perdonado. Algunos piensan que el perdón requiere una garantía de que la otra persona no vuelva a ofender, mientras para otros su concepto del perdón es tal que sienten que el perdón da al ofensor permiso de continuar. ¡Qué complicado! ¿En qué consiste el perdón verdadero? La Biblia describe una ofensa como una deuda. (Mateo 6:12 RV60) Una deuda se puede cancelar de dos maneras. Si es un préstamo de dinero se espera que el que tiene la deuda la paga y la cancela. Otras veces, si la persona no puede pagar la deuda, el que dio el préstamo lo “remite”, acepta la pérdida y cancela la deuda. Ya no espera ser pagado. Cancelar una deuda sin esperar que la pague es “perdonar” la deuda. Una ofensa representa la pérdida de algo valioso. Cualquier ofensa daña la paz (shalom) de la persona ofendida, y también quita el shalom de la persona que haya ofendido a otro. Ninguno de los dos goza del bienestar del shalom de Dios. El perdón es el acto de librar al ofensor de la responsabilidad de pagarnos la deuda emocional que nos debe por su ofensa. Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza. Perdonar es difícil, porque es necesario aceptar, de un grado u otro, la pérdida. Esto no es decir que uno que ofenda a otro no debe tener consecuencias por sus acciones, sino que no es el trabajo de la persona ofendida a “hacerle pagar” con un acto de venganza. Tampoco quiere decir que uno debe permitir que otra persona siga haciendo lo malo. A veces es importante confrontar a la persona que nos haya ofendido para que entienda el daño que sus acciones han causado y para que no siga la ofensa. 180

¿Por qué perdonar? Primeramente, como seguidores del Príncipe de Paz, perdonamos porque hemos sido perdonados. La gratitud por el perdón que hemos recibido de Dios nos impulsa a obedecer el llamado de Dios para perdonar a otros. La historia del siervo malagradecido en Mateo 18 nos sirve como ejemplo. ¡Nos muestra como podemos no mostrar la misma misericordia a otros que hayamos recibido! Es la misma enseñanza de la oración modelo en Mateo 6. “Perdonamos porque hemos sido perdonados”. Efesios 4:23 repite la misma idea. “Perdonan, porque han sido perdonados.” Perdonar es un acto profundo de obediencia. Muestra la confianza de que Dios se encargará de la justicia. También muestra la confianza de que nuestro Padre celestial sabe que es lo mejor para nosotros. Él no nos manda perdonar como un castigo, sino para ayudarnos a sanar. El perdón es el acto de liberación a la persona que hizo la ofensa, pero en verdad, muchas veces es la persona quien perdona que llega a sentirse libre. Cuando no perdonamos, cargamos tanto el dolor como el enojo. El dolor + el enojo + tiempo = la amargura. La amargura es como un cáncer del espíritu que quita el gozo de la vida. Una persona amarga recuerda vez tras vez ofensas pasadas y cada vez que las revive, siente la misma furia. Desea ver la persona “pagar” por el mal que haya hecho. Pero, en verdad, la amargura resulta en hacer que todas las personas en nuestra vida paguen por la ofensa que hayamos sufrido. Castigamos, con nuestras acciones, actitudes y palabras a personas inocentes. La amargura daña al propio cuerpo, causando enfermedades físicas y emocionales. Alguien ha dicho: “El no perdonar es como tomar un veneno esperando que la otra persona muera”. Para tratar con la amargura, hay que separar el dolor del enojo. El dolor necesita consuelo y compasión. Tratamos al enojo cuando perdonamos. Dios está dispuesto a ayudarnos con ambos. Perdonar a alguien quien nos haya ofendido fortalece nuestra relación con Dios. Ya no hay necesidad de guardar todos los detalles de la ofensa, porque Dios ha prometido encargarse del asunto (Romanos 12:17-19). Cuando nuestro corazón está libre de la carga del enojo, ya hay espacio para recibir el consuelo que necesitamos para sanar. El perdón no es la misma cosa que la reconciliación, pero abre la puerta para que la reconciliación sea posible. Perdón trae gloria a Dios.

¿Qué hay para perdonar? Irritaciones — Son los pequeños hábitos o incidentes que no tienen mayor importancia en sí mismos.

Si no las

perdonamos, una acumulación de irritaciones pueden resultar en un conflicto grande.

Malentendidos — Incluyen las cosas que alguien dice o hace sin intención de hacernos daño.

O puede ser el

dolor de ser malentendido. Algo puede carecer de importancia para la persona que lo dice — un pequeño chiste, tal vez, pero es tomado como una ofensa por la otra persona. Muchos conflictos son el resultado de una serie de malentendidos.

Irresponsabilidad — promesas no cumplidas o descuidos que resultan en algo que nos duele física o emocionalmente. Es especialmente difícil perdonar cuando la irresponsabilidad es un hábito. La irresponsabilidad resulta en una pérdida de confianza en la otra persona.

Abuso—Son ofensas que son a propósito y repetidas, muchas veces a base de una diferencia de poder. 181

Ofensas—Son palabras o hechos que nos hacen daño física o emocionalmente, o a nuestro dignidad u honor como personas. Ofensas pueden ser con o sin intención, pero su efecto es que sentimos golpeados de una u otra manera.

Cómo perdonar Ya vemos que el perdón es el acto de librar al ofensor de la responsabilidad de pagarnos la deuda que nos debe por su ofensa. Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza. En un sentido es un hecho porque es algo que hacemos con fuerza de voluntad. Por otro lado es un proceso, porque no es algo que generalmente hacemos ligeramente en el espacio de un momento. Especialmente cuando la ofensa es grande, vamos a tener que tratar la ofensa más que una vez. Puede ser que con el paso del tiempo nos demos cuenta de otra consecuencia que hemos sufrido por causa de la ofensa. A veces hay algo que estimula el dolor de la ofensa de nuevo y tenemos que perdonar otra vez. ¿Cómo se ve este acto de voluntad que se llama perdonar? Básicamente tiene dos partes, lo que pasa en la mente y el corazón, y como se muestra en acciones. 1. No meditar en la ofensa. Cuando hemos sufrido una ofensa, tenemos la tendencia de repasar vez tras vez en la mente lo que nos pasó . Pensamos en maneras de decir a la persona lo que “merece escuchar” o inventamos un buen castigo que Dios debiera mandarle. Nuestros pensamientos se llenan de veneno emocional que quisiéramos derramar sobre la persona que nos hizo daño. No meditar en la ofensa quiere decir que cada vez que la ofensa quiere regresar a la mente, aplicamos Filipenses 4:8 -- pensando en lo que es bueno y amable y virtuoso. Cuando llegamos al punto de desear el bien para al ofensor y no lo malo, estamos perdonando. 2. El otro lado del perdón se ve en las acciones. Hay muchas maneras de “cobrar” la deuda al que “nos debe” por una ofensa. Puede ser en palabras o a veces con el silencio. Puede ser hablando con todo el mundo acerca de lo que pasó. A veces usamos la ofensa para controlar a la otra persona. Le hacemos pagar vez tras vez por lo que nos hizo. El perdón deja la justicia en las manos de Dios. La ofensa no es un arma de guerra que vamos a guardar y sacar de vez en cuando para manipular o herir a la otra persona. Perdonar es la decisión de hacer bien a la otra persona. Pero, hay que tener cuidado de no tomar la idea de perdonar ligeramente. Muchas ofensas podemos y debemos pasar por alto. Otras ofensas podemos resolver simplemente conversando. Muchas veces podemos pedir y dar el perdón rápidamente y todo está bien. Pero a veces una ofensa es tan grande que requiere mucho trabajo por parte de la persona ofendida. Se puede comparar con la idea de pelar una cebolla. Hay varias capas de ofensas de tratar. Es necesario perdonar las ofensas grandes tanto como las más pequeñas. Una ofensa grande es algo que nos destroza emocionalmente. El dolor puede ser tanto que ni estamos seguros de poder seguir adelante. Reconocer que lo que nos ha pasado es malo y pecaminoso no representa una falta de perdón. Representa más bien decir la verdad acerca de nuestra situación. No debemos olvidar que tenemos un Dios que se compadece con nuestro sufrimiento. Él es paciente con nosotros en nuestros esfuerzos para perdonar. Isaías 53:3-4 dice que Cristo era “experimentado en quebranto” y que “sufrió nuestros dolores”. Él entiende lo que es ser sumamente herido por otras personas. 182

Empezamos el proceso de perdonar con el deseo de agradar al Señor. Vamos a perdonar porque hemos sido perdonados. No es una falta de perdón que nos motiva a confrontar, sino representa un deseo de ver la restauración de la relación. Es preciso explicar al ofensor cómo nos ha afectado una ofensa grande para que no se repita o para que no haga la misma cosa a otras personas. Lo importante es la motivación de la confrontación y la manera en que la hacemos. Perdonar quiere decir no chismear acerca de nuestro problema, pero a veces necesitamos el consejo de alguien de confianza para saber cómo seguir adelante. Lo importante es que hablemos solamente con alguien de confianza que nos puede ayudar a encontrar el siguiente paso, no hablar con todo el mundo. Perdonar no es dar al ofensor el derecho de seguir ofendiendo. Protegerse para que la ofensa no siga no quiere decir que no estamos perdonando. La reconciliación es el proceso de reconstruir una relación nueva con una base sana, no reconstruyendo con los mismos patrones que fueron las causas el conflicto. No perdonar es un peso que afecta todo la vida. Perdonar nos permite seguir adelante con libertad y éxito. Ya no cargamos el peso de la ofensa. “El resultado de nuestra vida no depende de lo que nos pasa, sino de cómo respondemos a lo que nos pasa.” Nancy Leigh De Moss

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Lección 24 ¿Qué es el perdón? Las ideas principales •

Perdonar es confiar en la justicia de Dios.



Perdonar es ceder nuestro derecho a cobrar la deuda de una ofensa.



Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza.

Versículo clave: Efesios 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”

Materiales necesarios: 

Pizarra o cartulina para anotar las respuestas de los alumnos.



Fotocopia para cada alumno de la hoja: “Dos maneras de responder hacia una ofensa” (página 187)

La lección: Introducción al tema: Página 224 contiene varias sugerencias para juegos de repaso o refuerzo. Escoja una según las necesidades de su clase.

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Estudio bíblico – guía del maestro Lección 24: ¿Qué es el perdón? Si su clase tiene aficionados de un deporte, pregúnteles en cuanto al momento más emocionante que recuerdan en cuanto a un juego. En el juego de fútbol ¿qué es necesario para meter un gol? Espere las respuestas de los alumnos, pero pueden incluir ideas como la técnica y rapidez del jugador. ¿Por qué es importante que los jugadores estén atentos a los errores de otros? (Porque los errores de otros les da una oportunidad. Las horas de práctica permiten que un buen jugador aproveche de un pequeño error del otro equipo para meter un gol.) (Si sus estudiantes son aficionados de otro deporte, ajuste sus preguntas a tal deporte. Si no son aficionados al deporte, de todas maneras pueden contestar las preguntas) Como en el deporte, así es en la vida diaria. Si nos entrenamos bien en el camino de paz, los errores de otros nos dan una oportunidad. Cuando alguien nos ofende, podemos aprovecharlo para “meter un gol”, no en contra de la persona quien nos haya ofendido, sino a su favor. Cuando perdonamos, estamos usando la ofensa de otros como una oportunidad de expresar el amor incondicional de Dios.

1. Los mitos en cuanto al perdón: Hay muchas maneras de explicar el perdón. Algunas ideas tienen algo de verdad, y otros son mitos. ¿Qué han escuchado en cuanto al perdón? (Espere las respuestas de su clase.) Escriba lo que dicen en la pizarra. a. El perdón es una emoción o sentimiento. Es un mito porque si el perdón dependiera de las emociones, hay muchas cosas que nunca podríamos perdonar. El perdón es un acto de la voluntad que puede traer/causar emociones, pero no es una emoción en sí. b. Hay que perdonar y olvidar. Es un mito por muchas razones. A veces las ofensas dejan consecuencias que los hacen imposible olvidar. Todo está grabado en la mente. Olvidar algo es un proceso de tiempo y el esfuerzo de aplicar Filipenses 4:8 a la situación. No es necesario olvidar, pero cuando la ofensa viene a la mente, no debe traer con la memoria el deseo de venganza o el odio hacia el ofensor. Hay experiencias que nos transforman. Un trauma puede cambiar uno en una voz apasionada para ayudar a otros. Alguien viene a tener más compasión para otros como resultado de las cosas que le hayan pasado. c.

Algunos piensan que el perdón requiere una garantía de que la otra persona no volverá a ofender. Es un mito porque no podemos controlar lo que hace otra persona. Al esperar que otro cambie para que nosotros hagamos lo que agrada al Señor es hacernos una víctima.

d. El perdón es decir que la ofensa estaba bien. El perdón es la mejor manera de mostrar que hubo una ofensa que no estaba bien. Hizo daño. Por eso necesita ser perdonado. Si no hay ofensa, no hay necesidad de ser perdonado. 185

2. ¿Qué es el perdón? Mateo 6:12 (RV60) describe una ofensa como una deuda. Una deuda se puede cancelar de dos maneras. Generalmente, se espera que el que tiene la deuda la paga y la cancela. Otras veces, si la persona no puede pagar la deuda, el que dio el préstamo absorbe la pérdida y cancela la deuda. Ya no espera ser pagado. Perdonar es descansar en la justicia de Dios. Perdonar es el acto de ceder el derecho de cobrar la deuda emocional que deja una ofensa. Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza.

3. ¿Por qué es difícil perdonar? (Espere las repuestas de los alumnos.) Pueden incluir ideas como: ▪ Vivimos con las consecuencias del pecado de otra persona. ▪ Puede ser que haya una herida física a nosotros mismos o a alguien a quien amamos. ▪ Hay daño emocional — desagrado, humillación, dolor. ▪ El trauma es grabado en la memoria, y lo recordamos con frecuencia, especialmente si hay un lugar, una persona, o una herida que lo trae a la mente. Las memorias nos hacen revivir el dolor y nos enojamos de nuevo. ▪ No es solamente la ofensa en sí que nos duele, sino también la verdad que la persona quien nos hizo daño, lo hizo con intención. No tenía que hacerlo. ▪ La pregunta del “por qué” nos atormenta. ▪ Perdonar es difícil, porque es necesario aceptar, de un grado a otro, la pérdida.

Reparta a los alumnos la hoja “Dos maneras de responder hacia una ofensa” Hay dos maneras de responder hacia una ofensa. Cada manera tiene sus consecuencias. Repase con la clase el contenido de la hoja.

Aplicación: ¿Hay una relación en tu vida que es difícil? ¿Tienes la tendencia de cobrar cuando alguien te ofende, en vez de perdonar? En esta semana, toma tiempo con el Señor pidiendo que te examine a ver si necesitas ayuda para perdonar. En la siguiente semana seguiremos con el tema de perdonar.

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Dos maneras de responder hacia una ofensa

Una ofensa es una deuda emocional. Una deuda se puede cancelar de dos maneras. Generalmente, se espera que el que tiene la deuda la paga y la cancela. Otras veces, si la persona no puede pagar la deuda, el que dio el préstamo absorbe la pérdida y cancela la deuda.

Guardar la ofensa

Castigar— Pedir una penalidad

No aferrarse a la herida

Renunciar el derecho de castigar

LIBERTAD

RESENTIMIENTO AMARGURA VENGANZA

Fortalece tu relación con Dios. Abre tu corazón para recibir consuelo. Mientras dejas libre la persona quien te haya ofendido, reconoces que esta persona no puede ser responsable de llenar todas tus necesidades. Los sentimientos de rencor se transforman en empatía y compasión. Con la ayuda de Dios, abra el camino a la reconciliación.

Interrumpe tu relación con Dios (Mateo 6:14-15) La amargura daña al cuerpo y daña las relaciones. Lo hace difícil amar. No es solamente la relación con el ofensor que se ve afectado, sino todas tus relaciones. La amargura resulta en pedir que todas las personas en tu vida paguen la deuda.

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Lección 25 ¿Por qué perdonar? Las ideas principales •

Perdonar muestra confianza en la justicia de Dios.



Perdonamos porque hemos sido perdonados.



Perdonar es el acto de liberación a la persona que hizo la ofensa, pero en verdad, muchas veces es la persona quien perdona que resulta sintiéndose libre.

Versículo clave: Colosenses 3:13 “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Materiales necesarios: 

Pizarra o cartulina para anotar las respuestas de los alumnos.



Fotocopias del estudio bíblico para cada alumno (página 192).



Un papel en blanco para cada alumno para la aplicación del estudio. (O puede sacar fotocopias del ejemplo en la página 191)

La lección: Introducción al tema: Haga un repaso de la lección de la semana pasada. ¿Qué es el perdón? ▪ El perdón es el acto de librar al ofensor de pagarnos la deuda emocional que nos debe por su ofensa. ▪ Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza y confiar en la justicia de Dios. ¿Por qué es difícil perdonar? ▪ Vivimos con las consecuencias del pecado de otra persona. ▪ El daño emocional — desagrado, humillación, dolor. ▪ El trauma se ha grabado en la memoria, ¿Qué son algunos mitos acerca del perdón? ▪ El perdón es una emoción o un sentimiento. ▪ Hay que perdonar y olvidar. ▪ El perdón requiere una garantía de que la otra persona no volverá a ofender. ▪ El perdón es decir que la ofensa estaba bien. 188

Perdonar es un acto profundo de obediencia. Lean Efesios 4:32, Romanos 12:19-21, 1 Tesalonicenses 4:6 Perdonar muestra la confianza de que Dios se encargará de la justicia. También muestra la confianza que nuestro Padre celestial sabe lo que es mejor para nosotros. Él no nos pide perdonar como un castigo, sino para ayudarnos a sanar.

Entregue a cada alumno una copia del estudio “El Perdón”. Divida la clase en grupos pequeños para hacer el estudio o hacerlo con todo el grupo. Respuestas: 1. nuestras deudores (RV60) porque nuestros deudas han sido perdonados ofensas 2. cuantas veces 3. 10,000 talentos paciencia 100 denarios no quiso esperar y echó su consiervo en la cárcel misericordia

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Estudio bíblico – guía del maestro Lección 25: ¿Por qué perdonar? 1. Lean juntos Lucas 17:3--¿Por qué es tan importante el perdón?  El perdón es el acto de liberación a la persona que hizo la ofensa, pero en verdad, muchas veces es la persona quien perdona que resulta sintiéndose libre. 

Cuando no perdonamos, cargamos tanto el dolor como el enojo. El dolor + el enojo + tiempo = la amargura. La amargura es como un cáncer del espíritu que quita el gozo de la vida. Una persona amargada recuerda vez tras vez ofensas pasadas y cada vez que las revive siente la misma furia. Desea ver la persona “pagar” por el mal que haya hecho. Pero, en verdad, la amargura resulta en hacer que todas las personas en nuestra vida paguen por la ofensa que hayamos sufrido. Castigamos, con nuestras acciones, actitudes y palabras, a personas inocentes. La amargura daña tu propio cuerpo, causando enfermedades físicas y emocionales.



Alguien ha dicho: “El no perdonar es como tomar un veneno esperando que otra persona muera ”. Para tratar con la amargura, hay que separar el dolor del enojo. El dolor necesita consuelo y compasión. El enojo lo tratamos con el perdón.



Dios está dispuesto a ayudarnos con ambos. Perdonar a alguien quien te haya ofendido fortaleza tu relación con Dios. Ya no hay necesidad de guardar todos los detalles de la ofensa, porque Dios ha prometido encargarse del asunto (Romanos 12:17-19). Cuando tu corazón esté libre de la carga de todo tu enojo, ya te queda espacio para recibir el consuelo para que te puedas sanar.



El perdón no es la misma cosa que la reconciliación, pero abre la puerta para que la reconciliación sea posible.



Perdonar trae gloria a Dios.

Aplicación: Dé a cada alumno un papelito en blanco (o una tarjeta de la página 191) ¿Has encontrado en la lección de hoy un motivo para perdonar? Escribe este motivo en el papel, y guárdalo en tu Biblia. Cuando te cuesta perdonar a alguien, saca el papel de tu Biblia y léalo para recordar por qué debes perdonar.

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Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Voy a perdonar porque:

Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

Voy a perdonar porque:

Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y Colosenses 3:13 “soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra perdonándoos unos a otros, si alguno tuviese queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, otro. De la manera que Cristo os perdonó, 191 así también hacedlo vosotros.” así también hacedlo vosotros.”

Estudio bíblico Lección 25 – alumnos ¿Por qué perdonar? El perdón Salmo 25:4 “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.” 1. Mateo 6:9-13 es la oración modelo del Señor. Según el versículo 12, ¿qué debemos perdonar? ____________ _________________________________________________________________________________________ El perdón es la cancelación de una deuda. ¿Por qué debemos perdonar? ______________________________ _________________________________________________________________________________________ Según los versículos 14-15, ¿qué debemos perdonar? _____________________________________________ _________________________________________________________________________________________ La palabra ofensa quiere decir salir del camino de la justicia. Perdonar es dejar la justicia en las manos de Dios. En un sentido podemos decir que perdonar es como invitar al ofensor que regrese al camino correcto. El deseo de perdonar a otros es evidencia exterior de la fe en la gracia de Dios que salva. Cuando un creyente no perdona, no deja de ser hijo de Dios, pero pierde los beneficios de tener una comunión íntima con Dios. 2. Mateo 18: 21-35. ¿Cómo empieza la pregunta de Pedro? “¿ ______________ _____________ perdonaré?” Pedro vio el perdón como algo contable. Jesús contestó con un número enorme, pero su propósito no era de decir a Pedro que debe guardar un registro de la cantidad de veces que perdonara. Jesús estaba diciendo que el perdón no es algo contable, sino que es una actitud del corazón. 3. En la parábola que sigue, ¿cuánto debía el primer siervo al rey? _____________________________________ Un denario era la cantidad que un trabajador ganaba por día. El talento mencionado en el texto era equivalente de 6000 denario. El siervo era un alto funcionario que ganaba quizás 100 veces más que un trabajador. Aún así, la cantidad que debía al rey era imposible de pagar. En versículo 26, ¿Qué pidió el siervo del rey? ____________________________________________________ En versículo 27, ¿Qué motivó al rey? ___________________________________________________________ En versículo 28, ¿Cuánto debía el segundo siervo al primer siervo? ___________________________________ Como no pudo pagar, ¿qué pidió el siervo en versículo 29? _________________________________________ En versículo 30, ¿Cómo reaccionó el primer siervo? _______________________________________________ _________________________________________________________________________________________ ¿Cómo reaccionaron los consiervos? (ver. 31) con ________________________________________________ El rey regañó a su siervo por su falta de qué? (v. 33) _______________________________________________ La palabra debías quería decir “su obligación eterna”. Habiendo recibido el perdón de su rey, era su obligación eterna seguir el ejemplo de su amo. El perdón viene de un corazón de misericordia que es el fruto de la gratitud por la manera en la cual Dios te ha perdonado. Si la misericordia abunda en el corazón, uno puede perdonar a su hermano las veces que sea necesario. 192

Lección 26 Cómo perdonar Las ideas principales •

El perdón es una manera de obedecer y agradar a Dios.

• • • •

Perdonar es tanto un acto de la voluntad como un proceso. Cuando deseamos el bien para el ofensor y no lo malo, estamos perdonando. Perdonar permite que sigamos adelante con éxito El perdón no significa que permitamos que la ofensa siga.

Versículo clave: Salmo 25:4 “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.”

Materiales necesarios: • • •

Una fotocopia del estudio bíblico para cada alumno (página 197) Una cartulina: ¿Qué hay para perdonar? ( página 199) Una cebolla (para la aplicación) ¿Qué hay para perdonar? Irritaciones—pequeños hábitos o incidentes Malentendidos—las cosas o palabras que hieren, pero sin intención Irresponsabilidad—promesas no cumplidas o descuidos Ofensas—palabras o hechos que nos hacen daño física o emocionalmente, o a nuestra dignidad u honor como personas Abuso—ofensas que son a propósito y repetidas, muchas veces a base de una diferencia de poder

La lección: Introducción al tema: Repaso: ¿Hay algo que les haya impactado en cuanto al perdón? ¿Algo que no les parece? ¿Una pregunta pendiente? Vean el versículo clave de hoy: Salmo 25:4

“Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas”. 193

Al perdonar, estamos siguiendo el camino de Dios. No es natural ni cómodo perdonar algo que nos haya dolido mucho, pero es una manera de agradar a nuestro Señor. La pregunta de hoy es ¿Cómo perdonamos de verdad? ¿Qué clase de cosas requieren el perdón? (Muestre a la clase la cartulina que preparó de antemano): Irritaciones—pequeños hábitos o incidentes (No tienen mayor importancia en sí mismas. Si no las perdonamos, una acumulación de irritaciones puede resultar en un conflicto grande. Malentendidos—las cosas o palabras que hieren, pero sin intención (O puede ser el dolor de ser malentendido. Muchos conflictos son el resultado de una serie de malentendidos.) Irresponsabilidad—promesas no cumplidas o descuidos (resultan en algo que nos duele física o emocionalmente. Es especialmente difícil perdonar cuando la irresponsabilidad es un hábito.) La irresponsabilidad resulta en una pérdida de confianza en la otra persona. Ofensas—palabras o hechos que nos hacen daño física o emocionalmente, o a nuestra dignidad u honor como personas. (Ofensas pueden ser intencionales o sin intención, pero su efecto es que sentimos golpeados de una u otra manera.) Abuso—ofensas que son a propósito y repetidas, muchas veces a base de una diferencia de poder. (El perdón no es la misma cosa que decir que algo esté bien. Si está siendo victima de abuso, hay que buscar ayuda.)

Entregue una hoja de trabajo a cada alumno

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Estudio bíblico – guía del maestro Lección 26: Cómo perdonar ¿Cómo se ve el perdón? (Use la hoja de trabajo como guía para la lección) 1. Según Efesios 4:32, ¿qué motivo tenemos para perdonar? (Dios nos ha perdonado) 2. En un sentido, perdonar es un acto de la voluntad. Según Romanos 12:19-21, ¿cómo debemos tratar a los que nos hayan tratado mal? (no vengarnos; si tiene hambre, darle de comer; si tiene sed, darle de beber) Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza y tratar con compasión a los que nos ofenden. Aún cuando el ofensor no muestra nada de arrepentimiento, podemos quedarnos dentro de los límites del bien. Podemos decir no a la venganza, en hechos, en chismes, en burla, en manipulación o cualquier otra forma. La ofensa no es un arma de guerra que vamos a guardar y sacar de vez en cuando para manipular o herir a la otra persona. Perdonar es la decisión de dejar tu derecho de vengarse. 3. Según los siguientes versículos, ¿perdonar quiere decir que no hay justicia? ¿Sí o no? ¿Por qué? Proverbios 20:22; Romanos 12:19, Hebreos 10:30-31 (Dios ha prometido encargarse de la venganza. Pertenece a él , no a nosotros. Vale la pena mencionar también que Cristo pagó el precio de las ofensas en contra de nosotros tanto como las ofensas que hemos cometido. ) 4. Según Filipenses 4:8, ¿de cuáles clases de cosas debemos pensar? (lo verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro, lo amable, lo que es de buen nombre, las cosas dignas de alabanza.) Cuando perdonamos, pensamos bien de la otra persona y deseamos lo bueno para él o ella. No es decir que pensamos que las malas acciones sean buenas, sino que podemos ver a la otra persona como Dios la ve — con un valor infinito y como alguien por quien Cristo murió. La amargura inventa toda clase de penas y castigos para que el ofensor “pague” por lo que haya hecho. Cuando perdonamos, no meditamos en la ofensa. Cada vez que la ofensa quiere regresar a la mente, aplicamos Filipenses 4:8 pensando en lo que es bueno y amable y virtuoso. No podemos evitar que venga a la mente la ofensa, especialmente si hay algo que provoca la memoria, pero no tenemos que dejar que la ofensa controle nuestros pensamientos. 5. Mostramos perdón cuando hablamos bien a la persona y de la persona que nos haya ofendido Según Romanos 12:14, ¿qué debemos hacer a los que nos han perseguido? (bendecir) Versículo 15 va un paso más cuando dice “gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.” No está exclusivamente hablando de los enemigos, pero tampoco los excluye. La empatía hacia la otra persona es una muestra del perdón. (Los caminos de Dios no son como los caminos naturales de los hombres.) El versículo clave es un clamor de conocer y seguir los caminos de Dios. Cuando sinceramente deseamos el bien para el ofensor y no lo malo, estamos perdonando. Cuando perdonamos a alguien, hemos hecho la decisión de tratar a la persona sin desprecio. Sin embargo cuando la persona es violenta o abusiva, y hay peligro, es sabio protegerse a uno mismo y a otros. Hasta que la persona se 195

haya manifestado que ha cambiado su comportamiento, puede limitar su contacto a lo que es seguro. Puede mostrar las evidencias de perdonar sin dejar que la ofensa continúe. 6. Perdonar es un acto de la voluntad, pero también es un proceso. A veces tenemos que tratar con una ofensa más que una vez, hasta que lleguemos a perdonar completamente algo que nos haya causado mucho dolor. ¿Qué indica Isaías 53:3-4 que nos puede consolar en el proceso de perdonar a otra persona? (Jesús compadece de nosotros y tiene compasión de todo lo que nos pasa. Él entiende como es ser humano, lo que es ser herido y ofendido) Especialmente cuando la ofensa es grande, probablemente vamos a tener que tratarla más que una vez. Puede ser que con el paso del tiempo nos daremos cuenta de otra consecuencia que hayamos sufrido por causa de otra persona. A veces hay algo que estimula el dolor de la ofensa de nuevo y tenemos que perdonar otra vez. No debemos olvidar que tenemos un Dios que se compadece con nuestro sufrimiento. Él es paciente con nosotros en nuestros esfuerzos de perdonar. Él entiende que no es algo fácil que nos ha pedido. Cuando Isaías 53:3-4 dice que Cristo fue “experimentado en quebranto” y que “sufrió nuestros dolores” esto incluía ser sumamente herido por otras personas. 7. ¿Qué es la diferencia entre perdonar y reconciliar? (perdonar es el acto de la persona ofendida de librar el ofensor del peso de la deuda de su ofensa. La reconciliación es el proceso de formar una nueva relación de confianza. Uno puede perdonar si la otra persona muestra arrepentimiento o no. Reconciliación requiere el esfuerzo del ofendido y el ofensor.) Un efecto del dolor profundo es que la persona herida tiene la tendencia de vivir siempre con la presencia del trauma. No puede avanzar en su vida. Es como si el dolor le pusiera una barrera en su vida para que no poder crecer o seguir adelante. Cuando perdonamos, estamos quitando el peso de la ofensa de encima. No tenemos que seguir cargándola, porque ya no nos pertenece a nosotros. Pertenece a Dios. Ya podemos seguir adelante con éxito. Un patrón de perdón que ha sido útil para muchas personas es lo siguiente: ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪

Yo perdono a (la persona) por (la ofensa). Admito que (la ofensa) era mala. No espero que (la persona) pueda pagar por lo que me hizo. No voy a usar (la ofensa) como la base de cómo pienso de (la persona). No voy a usar (la ofensa) para manipular o hacer daño a (la persona). No voy a dejar que (la ofensa) pare mi crecimiento como persona. 17

Aplicación: #1

En el libro The Young Peacemaker (El joven pacificador), se presenta la idea del perdón como 4 Promesas. El poema “Las Promesas del Perdón” (página 198) resume las promesas. Se puede usar de provecho para aplicar la lección de hoy.

#2

Enseñe la cebolla al grupo. Perdonar puede ser semejante a pelar una cebolla. No es fácil, puede hacernos hasta llorar, ¿verdad? Una cebolla tiene muchas capas. Cuando alguien nos haya hecho mucho daño, es posible que haya muchas capas de dolor, frustración, enojo, sentidos de engaño, etc. Dios nos ayuda con cada capa, pero a veces cuesta tiempo, y siempre cuesta esfuerzo y voluntad.

______________________________ 17 Farrel, Bill and Pam, Love, Honor and Forgive , Downers Grove, InterVarsity Press, 2000, paginas 74-75.

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Estudio bíblico – alumnos Cómo perdonar Salmo 25:4 “Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; enséñame tus sendas.”

1. Según Efesios 4:32, ¿qué motivo tenemos para perdonar? __________________________________________ _________________________________________________________________________________________ 2. En un sentido, perdonar es un acto de la voluntad. Según Romanos 12:19-21, ¿cómo debemos tratar a los que nos hayan tratado mal? _____________________________________ _____________________________________________________________________________ Perdonar es ceder nuestro derecho a la venganza y tratar con compasión a los que nos ofenden. Aún cuando el ofensor no muestra nada de arrepentimiento, podemos quedarnos dentro de los limites del bien. Podemos decir no a la venganza, en hechos, en chismes, en burla, en manipulación o cualquier otra forma. 3. Según los siguientes versículos, ¿perdonar quiere decir que no haya justicia? ¿Sí o no? ¿Por qué? Proverbios 20:22; Romanos 12:19, Hebreos 10:30-31 __________________________ _________________________________________________________________________________________ 4. Según Filipenses 4:8, ¿de cuáles clases de cosas debemos pensar? __________________________________ _________________________________________________________________________________________ Cuando perdonamos, pensamos bien de la otra persona y deseamos el bien para la otra persona. No es decir que pensamos que las malas acciones son buenas, sino que podemos ver a la otra persona como Dios la ve — con un valor infinito y como alguien por quien Cristo murió. 5. Mostramos perdón cuando hablamos bien a la persona y de la persona que nos haya ofendido Según Romanos 12:14, ¿qué debemos hacer a los que nos han perseguido? _________________________________ _________________________________________________________________________________________ El versículo 15 va un paso más cuando dice “gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.” No está exclusivamente hablando de los enemigos, pero tampoco los excluye. La empatía hacia la otra persona es una muestra del perdón. 6. Perdonar es un acto de la voluntad, pero también es un proceso. A veces tenemos que tratar una ofensa más que una vez, hasta que lleguemos a perdonar completamente algo que nos haya causado mucho dolor. ¿Qué indica Isaías 53:3-4 que nos puede consolar en el proceso de perdonar a otra persona? ___________________ _____________________________________________________________________ Un efecto del dolor profundo es que la persona herida tiene la tendencia de vivir siempre con la presencia del trauma. No puede avanzar en su vida. Es como si el dolor pone una barrera en su vida para que no pueda crecer o seguir adelante. Cuando perdonamos, estamos quitando el peso de la ofensa de encima. No tenemos que seguir cargándola, porque ya no nos pertenece a nosotros. Pertenece a Dios. Ya podemos seguir adelante con éxito. 197

Promesas de Perdón El perdonar no es fácil. El perdonar no ignora. El perdonar no engaña. Mas ofrece al mal lo mejor. Coro: ///Vence con el bien el mal/// Perdonar como se nos perdonó. Promesa número uno: No pensaré en el mal. Mis pensamientos por tanto serán solo por bendición. Promesa número dos: Venganza no al hombre. Esta herida no reclamo, desde hoy queda en el ayer. Promesa número tres: Solo hablar de el bien. Con otros no hablaré, los demás oirán chisme ¡NO! Promesa número cuatro: Se trata de amistad. Aunque me cueste tiempo, lucharé por mostrar el amor Por Luke McKeeth

(Promesas del Perdón está basada en The Young Peacemaker por Corlette Sande, © Peacemaker® Ministries. www.Peacemaker.net.) 198

¿QUÉ HAY PARA PERDONAR? • Irritaciones –Pequeños hábitos o incidentes que molestan

• Malentendidos –Las acciones o palabras que hieren, porque las toman de una manera equivocada. Falta de comunicación.

• Irresponsabilidad –Promesas no cumplidas, descuidos, no cumplir con una responsabilidad.

• Ofensas –Palabras o hechos que hacen daño física o emocionalmente o a la dignidad de una persona. A veces son intencionales, a veces sin intención.

• Abuso –Ofensas que son a propósito y repetidas. Muchas veces son a base de un desnivel de poder.

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