CAPÍTULO V
CONCLUSIÓN
SUMARIO Se ha expresado en los capítulos anteriores el resultado de la investigación sobre la literatura sapiencial del Antiguo Medio Oriente, el concepto “sabiduría” en la carta de Santiago y las características de la llamada postmodernidad. Como se dijo en la introducción de la tesina, el fin último de esta obra es inquietar al lector para la búsqueda y ejercicio de la sabiduría como un punto germinal hacia una sociedad transformadora. Este fin no es medible, pero los tres objetivos específicos para alcanzarlo sí los son. 1 Se ha dicho que la literatura sapiencial no es exclusiva de los judíos, sino que tuvo sus orígenes en las culturas egipcia y mesopotámica.2 Que hay puntos de correspondencia entre la literatura sapiencial israelita y la de aquellas culturas es algo real. Los temas tratados por este género literario giran en torno a la conducta del individuo en medio de la sociedad y en su relación con Dios. Así que la sabiduría sobre la que instruye la literatura sapiencial israelita es en gran manera relacional,3 tiene que ver con el interactuar del individuo para con su prójimo y para con Dios. En la literatura sapiencial israelita el temor de Dios es el acicate que mueve a sus comunicadores y a sus oidores. El hombre se ve confrontado con la realidad de un Dios al que hay que temer y, por lo tanto, relacionarse adecuadamente con el prójimo. La instrucción de un rey a su heredero, una vida recta, la ausencia del orgullo, el uso sabio de la naturaleza, la prudencia en medio de la sociedad, el sufrimiento del justo, huir de las malas compañías, son algunos de los temas comunes a la literatura sapiencial israelita, la egipcia y la mesopotámica. Pero, por sobre la literatura egipcia y mesopotámica, la literatura israelita marca una diferencia muy importante: Ella es monoteísta. Dios es la fuente única de sabiduría, así que de él debe depender el creyente. La afinidad de este género literario antiguo testamentario y la carta de Santiago se ha reflejado en el capítulo III. Santiago fue un judío educado en la tradición de Moisés.4 Se puede ver, por tanto, en su carta una gran semejanza con la literatura sapiencial del Antiguo Testamento. Al igual que la literatura sapiencial israelita buscaba la buena conducta del individuo en medio de la sociedad y para con su Dios, Santiago reúne un compendio de temas que procuran la buena conducta del cristiano en medio de la comunidad de fe y para con el Creador. 1
El primer objetivo planteado fue descubrir aquellas características propias de la literatura sapiencial del medio oriente, tanto bíblica como extra bíblica. El segundo, descubrir el significado que Santiago da en su carta a la “sabiduría”. El tercer objetivo, exponer algunas características de la postmodernidad y apuntar patrones de ética para vivir en medio de la sociedad actual. 2 De esta opinión es Roland E. Murphy, “Introducción a la literatura sapiencial” Comentario bíblico San Jerónimo, 2 (1972): 393. 3 Se combina el argumento de Víctor Morla, “La fascinación de la sabiduría”, Selecciones de teología 35/140 (1996): 307, y de Anabel Fernández Ortiz, “La literatura sapiencial bíblica y los proverbios morales de Sem Tob”, Aletheia 1/9 (1996): 35. 4 Warren W. Wiersbe, Maduros en Cristo (1987): 3.
49 Para Santiago la sabiduría que viene de arriba tiene que ver con la actitud correcta ante la prueba y ante la tentación, una palabra apropiada, el enojo bien controlado, la asistencia del necesitado, el sufrimiento del justo comprendido a la luz de la soberanía de Dios, la oración en dependencia de Dios, la correcta estimación de la condición personal ante la posesión o no de riquezas, escoger el camino correcto, la paciencia y otros temas, los cuales están obviamente relacionados con la conducta en relación con otros y con Dios. Vivir sabiamente, según Santiago, es vivir en temor de Dios. En el capítulo IV se expusieron las características de la postmodernidad. Siendo un fenómeno reciente,5 la postmodernidad propone patrones de conducta que se oponen a lo que enseña la Sagrada Escritura, y, en este caso, la carta de Santiago. El egocentrismo, la ética relativa, la pluralidad de verdades, el despertar a una “religiosidad” incluyente que tiende a la aceptación de todas las formas religiosas, y otras tendencias de la postmodernidad encuentran su contraparte en la carta de Santiago. Santiago enseña sobre una fe práctica basada en el temor de Dios y en su palabra que es la verdad absoluta. Los tres puntos de análisis han sido expuestos: La literatura sapiencial antiguo testamentaria, el tema de la abiduría s en Santiago y las car acterísticas de la postmodernidad. La carta de Santiago presenta un reto al cristiano que vive en medio de la postmodernidad. El reto es el siguiente: No puede el creyente borrar la presencia de la postmodernidad o apartarse de ella, pero debe vivir en medio de ella sabiamente, en una actitud de temor de Dios. En palabras de Qohelet, “el fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Ec. 12:13).
Recomendaciones Con el fin de hacer más contextual el tema estudiado en esta obra, convendría realizar estudios estadísticos sobre el interés y manejo del tema de la sabiduría. ¿Qué tan interesada está la población de hoy, y más específicamente la cristiandad, en adquirir sabiduría? ¿Qué entiende la gente, y el cristiano en particular, por sabiduría? La respuesta a estas dos preguntas puede arrojar mejor luz sobre la contextualización de este tema. Un análisis de las circunstancias históricas contemporáneas a la redacción de la carta de Santiago en cuanto al movimiento sapiencial judío sería de gran provecho para ampliar este tema. Si Santiago escribe desde una óptica sapiencial, vale la pena saber si en su tiempo se usaba este recurso en algunos otros círculos. Los paralelos con ese movimiento pueden ser ampliadores de la importancia del tema en la carta de Santiago. El tema de la sabiduría es muy amplio. Pero más que un tema, es una virtud que debe ser anhelada. Si se pretende investigar más sobre ella, conviene iniciar reflexionando, a la luz de la carta de Santiago y de lo dicho en esta tesina, si se cuenta con ella o no. Es peligroso caer en un ejercicio académico más que práctico en cuanto al tema de la sabiduría. La sabiduría es algo que se vive, es conducta que se somete a la voluntad de Dios, es piedad. El liderazgo de las congregaciones actuales debe interesarse en vivir y enseñar una fe más práctica, más ética. No conviene sumirse en discusiones llamadas teológicas, que podrían ser más denominacionales que otra cosa. Conviene enseñar y vivir los principios de la verdadera religión expuesta por Santiago. Las instituciones de formación teológica deben velar para no caer en una estructura de 5
La postmodernidad se entiende a partir de la segunda mitad del siglo XX.
50 educación que se enfoque sólo en la formación académica, mental, cognoscitiva. Eso, sin duda, es necesario, pero, ¿De qué vale el conocimiento sin ética? Es preciso generar en medio del ambiente académico mecanismos de relaciones de mentoreo que permitan la exhortación personal para instruir hacia el buen camino y corregir cualquier leve señal de desviación. La congregación en general debe ser la principal beneficiada con el tema de la sabiduría. La sabiduría debe ser modelada por los pastores y demás líderes para que sea reproducida por los miembros de las congregaciones. La sabiduría debe ser enseñada desde el púlpito, en el hogar, el los círculos de amistad y en otros ámbitos donde sea oportuno hacerlo. Debe heredarse de una generación a otra. Como un ejemplo práctico, se puede tomar la carta de Santiago, sintetizar sus temas y ampliarlos con el resto de la Escritura y enseñarse en grupos de estudio bíblico, grupos pequeños en los hogares, los cultos de estudio bíblico en el templo, como guía del devocional familiar, en la Escuela Dominical. Pero también, a la luz de la forma que adoptaban los judíos para transmitir sabiduría,6 la sabiduría de Santiago debe enseñarse sobre la marcha. En todo momento que se tenga la oportunidad de enseñar los principios del temor de Dios, debe hacerse. El resultado de la aplicación correcta de la sabiduría generará una sociedad transformada y a la vez transformadora. Los postulados de la postmodernidad serán destruidos en aquellos que escuchen el mensaje de la carta de Santiago y lo interioricen a ellos mismos. El ejemplo de una verdadera religión, según la describe Santiago, debe generar algún impacto en la vida de otros. De esa forma el creyente del siglo XXI puede ser un revolucionario, no con armas, sino con hechos de virtud. ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
6
Fernández, “Literatura sapiencial”: 35. Según esta autora, la reflexión constante proveía ocasión apropiada para cosechar los dichos de sabiduría, los cuales se transmitían en el constante diálogo del pueblo. Ibid.