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CAPÍTULO IV TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA 4.1 Consideraciones sobre la Democracia 4.2 Consideraciones sobre la Transición Democrática 4.3 Teoría de la Transición Democrática 4.4 Partidos Políticos en la Transición Democrática 4.5 Alianzas Electorales y Transición Democrática 4.6 Algunos Factores de la Democracia

Después de estudiar las diversas disposiciones legales en materia de las Alianzas Electorales en México y, ante su existencia real en la elección presidencial de 2000, para contribuir con el análisis del papel de dichas figuras, en el presente capítulo se contemplarán las diversas tendencias y teorías en relación a la transición democrática en México. Lo anterior, con el objetivo de tener las bases para posteriormente explicar el sistema de partidos, analizar específicamente que la coalición “Alianza por el Cambio” no fue un mecanismo dentro de la transición democrática. Debido que los dirigentes de los diferentes partidos políticos aliados afirmaban, que la unión entre ellos, al triunfar se permitiría el cambio, la transición democrática en nuestro país, ante tales consideraciones, en necesario conocer el terreno sobre el que están actuando, tal situación con el propósito de contribuir en el avance del derecho electoral mexicano.

4.1 Consideraciones sobre la Democracia La democracia se puede entender como una forma de vida de convivencia racional basada en un orden jurídico igualitario, libre y solidario, emanado del consentimiento y participación del

pueblo, expresando la identidad de fines entre gobernantes y gobernados.1 Empero, si no se observa alguna de esas características en forma suficiente no por ello no es una democracia. Se parte de la idea que el poder del hombre sobre el hombre puede ser atribuido únicamente, por el reconocimiento y la investidura de otros. Cualquier régimen donde el personal político es escogido a través de elecciones libres, competitivas y no fraudulentas, se encuadra como democracia. Un sistema puede ser declarado democrático, cuando muchas élites compiten por el poder en forma abierta en el mercado electoral, atribuyéndole poder al pueblo donde los elegidos están condicionados por sus electores. 2 Los elegidos responden de acuerdo a las expectativas de los electores, la lucha competitiva produce receptividad o respuesta, haciendo girar a toda la maquina en relación a las preferencias del demos. Lo anterior, permite comprender cómo la influencia de las mayorías populares puede ser confiada al poder de las minorías competitivas y, las elecciones competitivas producen democracia. Dichas elecciones, Antonio Cabo de la Vega3 las ubica en un plano ideológico, por lo que sólo cuando el acceso al poder se realiza mediante elecciones sometidas a derecho y por ello justiciables, se puede considerar como un sistema democrático. Roberth Dahl4 define a la democracia actual poliarquía, es un sistema político donde el poder que toma las decisiones es designado por medio de elecciones competitivas libres en las que el voto de los ciudadanos es valorado idénticamente y todos tienen relativamente igual acceso a la información sobre las alternativas en competición.

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BERLÍN VALENZUELA, Francisco. Teoría y Praxis Política-Electoral. Ed. Porrúa, México, D. F., 1983, 12 p. SARTORI, Giovanni. ¿Qué es la Democracia? TRIFE, IFE, México, D. F., 1993, 103-104, 130-132 pp. 3 DE CABO DE LA VEGA, Antonio. “El Derecho Electoral en el Marco Teórico y Jurídico de la Representación”. Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 1994 148-149 pp. 4 DAHL, Roberth. Citado por ROBLES EGEA, Antonio. “Coaliciones Políticas y Sistema Democrático” Revista de Estudios Políticos Nueva Época, No. 105. Julio-Septiembre, 1999, 282-283 pp. 2

El hecho que no pueda existir una democracia perfecta, no implica el poder aspirar a mejores condiciones de vida. De acuerdo a Javier Patiño Camarena5 para que un país se denomine democrático se requiere la presencia de ciertos principios básicos, denominados el “sustrato mínimo de la democracia”. El principio de la soberanía reside en el pueblo,6 puede ser entendido como la suma de todos los individuos, donde cada uno detenta una partícula de poder o que reside en el pueblo mismo, considerado como una entidad diferente a los individuos que la conforman. La primera postura implica que los representantes populares sean sólo representantes de sus electores; en la segunda, el representante no es responsable frente a sus electores, siendo no revocable, porque tutela los intereses generales de la sociedad y no sólo de la mayoría que lo eligió. La segunda postura es la que se sigue en esta tesis. Respecto del principio de separación de poderes7 permite un equilibrio entre los diversos órganos del Estado, se limita al poder en beneficio del pueblo, propiciándose una atmósfera de libertad. Ante el crecimiento de la sociedad civil al ampliarse sus derechos se requirió el aumento del aparato burocrático, haciéndose más necesarios los conocimientos científicos y técnicos, contrario a la democracia se creó la tecnocracia, donde los especialistas son los principales actores. El gobierno democrático al intentar satisfacer las libertades civiles (libertad de prensa, reunión, y de asociación) de la sociedad, origina un escaso rendimiento. Ante la falta de respuesta se crea la “ingobernabilidad de la democracia”.8 En realidad el aumento y la velocidad de las demandas son tales que ningún sistema político, por muy

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PATIÑO CAMARENA, Javier, Derecho Electoral Mexicano. 3ra. edición. Editorial Constitucionalista, México, D. F., 1996, 12-16 pp. 6 Op. Cit. 13-14 pp. 7 Idem. 14 p. 8 BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia”. 3ra. Edición. Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 42-43 pp.

eficiente que sea es capaz de adecuarse a ellas, al tomar una alternativa no satisface sino crea descontento. Por lo anterior, “en la democracia la demanda es fácil y la respuesta difícil”.9 Igualmente, se requiere de una estructura de un sistema representativo.10 Se logra a través del reconocimiento del sufragio universal y la celebración de elecciones periódicas. No obstante, tales elecciones sólo establecen quien gobernará, pero no señalan el contenido que tendrá ese gobierno.11 Para el buen funcionamiento de una democracia representativa radica en que los representantes tengan presente que son representantes del pueblo soberano y no representantes soberanos del pueblo. La teoría democrática empírico-dialéctica Clauss Offe compara la función de la representación con “un cheque en blanco que habilita a los políticos para tomar decisiones políticas prescindiendo del consenso popular”.12 Como consecuencia del sufragio universal, al hablar de una ampliación del proceso de democratización, se debe investigar no tanto si aumentó o no el número de votantes, sino los espacios en los que pueden ejercer ese derecho y se considera plenamente realizado cuando afecta tanto a la empresa como al aparato administrativo dicho proceso de democratización.13 La democracia representativa requiere de un régimen de partidos políticos, competitivo, cuya funcionalidad no se limite a la participación en las elecciones periódicas, sino también, una función educativa que permite el desarrollo político del pueblo.14 Si bien dentro de las funciones de los partidos políticos es propiciar el desarrollo de la cultura política

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BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia”. 3ra. Edición. Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 43-44 pp. 10 Op. Cit. 44 p. 11 SARTORI, Giovanni. ¿Qué es la Democracia? TRIFE, México, D. F., 1993, 55-57 pp. 12 OFFE, Clauss. Strukturprobleme des Kapitalistischen Staates, Francfort, 1972. Citado por NOHLEN, Dieter. Democracia, Transición y Gobernabilidad en América Latina”. Colección: “Temas de la Democracia. Instituto Federal Electoral, 1996, 27 p. 13 BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia. Tercera edición. Editorial Fondo de Cultura Económica. México, D. F., 2001, 35 p. 14 PATIÑO CAMARENA, Javier. “Derecho Electoral Mexicano”. 3ª. Ed. Editorial Constitucionalista, 1996, 1516 pp.

de los ciudadanos, es falso afirmar de forma muy optimista que el ciudadano investido de poder por su educación seleccione al más sabio, ilustrado y honesto gobernante.15 Tal educación da a través de la práctica, es inherente a la virtud entendida como amor a la cosa pública. Siendo la regla procesal fundamental de la democracia la mayoría relativa o moderada, se debe reconocer y respetar los derechos tanto de las mayorías como de las minorías. Sólo a través del respeto de los derechos de las minorías es posible la divergencia de opiniones y la alternancia en el ejercicio del poder. Una democracia permite el disenso, ya que al confiar el gobierno a la mayoría se tutela el derecho de hacerle la oposición, la cual es tan vital como el gobierno para la soberanía del pueblo, eliminar la oposición significaría cancelar la soberanía del pueblo.16 Además de la participación y la reglas del juego, es necesario que a los ciudadanos se planteen alternativas reales y en condiciones de seleccionar, siendo indispensable que se les reconozca y respete las garantías individuales,17 los llamados derechos de libertad de opinión, de expresión de la propia opinión, de reunión, de asociación. Aquí el Estado tiene una obligación de “no hacer”,18 se abstiene de realizar cualquier acto que impida a la persona que disfrute de sus garantías individuales. Cabe aclarar que si bien la democracia se originó con una sociedad individualista, donde los individuos libres e iguales eran los soberanos por encima de la sociedad civil, actualmente se creó la sociedad política, un Estado democrático

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BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia. Tercera edición. Editorial Fondo de Cultura Económica. México, D.F., 2001, 18 p. 16 SARTORI, Giovanni. ¿Qué es la Democracia? TRIFE, México, D. F., 1993, 17 p. 17 BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia”. 3ra. Edición. Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 26 p. 18 PATIÑO CAMARENA, Javier, Derecho Electoral Mexicano. 3ra. edición. Editorial Constitucionalista, México, D. F., 1996, 16-17 pp.

donde los grupos se han vuelto los sujetos políticos más relevantes y se olvidó a los individuos.19 De igual forma, en la democracia se deben, reconocer y respetar los derechos sociales, son una exigencia que le impone al Estado una obligación de “hacer”, es decir, intervenir en la vida económica en representación de los intereses de la colectividad. Por último, no por ello menos importante, es el principio de supremacía de la constitución, donde en todo régimen democrático la Constitución, es la Ley Suprema de todo ordenamiento jurídico, por lo que se debe subordinar el ejercicio del poder al derecho, no autoridad sin derecho, ni derecho sin autoridad.20

4.2 Consideraciones sobre la Transición Democrática Respecto de las relaciones entre el Estado y Sociedad existen tres modelos: democracia, autoritarismo y dictadura. Debido que ningún grupo social permanece estático, los cambios entre una y otra forma de relación son conocidas con el nombre de “transiciones”, que pueden ser en un sentido o en otro. Desde el punto de vista conceptual se parte que no es lo mismo la transición que alternancia democrática.21 Ésta última, es un fenómeno político que implica que los partidos políticos puedan sucederse en la titularidad de los cargos públicos de elección popular determinados por ley mediante elecciones periódicas que expresan la voluntad ciudadana

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BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia”. 3ra. Edición. Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 26-27 p. 20 PATIÑO CAMARENA, Javier, Derecho Electoral Mexicano. 3ra. edición. Editorial Constitucionalista, México, D. F., 1996, 17 p. 21 CASTELLANOS HERNÁNDEZ, Derecho Electoral en México. Introducción General. Editorial Trillas, México, D. F., 1999, 46-56 pp.

mediante un sistema electoral eficaz, objetivo e imparcial; en una competencia real y equitativa de partidos políticos. Puede o no significar un grado de madurez democrática. Determinar el momento de inicio de la transición mexicana es difícil, hay quienes argumentan que el movimiento estudiantil de 1968 fue el detonador; también, ven la reforma electoral de 1977, el gran paso de la democracia; otros marcan su inicio en la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Finalmente, el 2 de Julio surge como el comienzo de la democracia. Por su parte, el Instituto de Estudios para la Transición Democrática concibe a la misma como “el período de sustitución pacífica y negociada de los viejos mecanismos verticales y autoritarios de control político por un auténtico régimen de partidos plural, representativo, sustentado en elecciones libres trasparentes, capaces de devolver al elector el principal derecho del ciudadano: elegir a sus gobernantes”.22 Adam Przeworski23 advierte que respecto del tránsito a la democracia siempre tiene lugar en dos ámbitos: mientras que las fuerzas opositoras han de unirse en contra del partido en el poder para lograr el avance de su organización bajo las nuevas reglas del juego, cada una de ellas debe a la vez competir en contra de sus aliados.

4.3 Teorías de la Transición Democrática La consideración teórica del proceso de transición política tiene lugar en la Teoría del Cambio Político,24 la cual puede ser analizada desde dos perspectivas: a) se enfoca en las estructuras políticas y b) estudia el comportamiento de los actores políticos, dándole importancia a la

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SALAZAR C., Luis. México 2000. Alternancia y Transición a la Democracia. Ediciones Cal y Arena, México, D. F., 2001, 28 p. 23 BÉJAR A., Luisa. “Transición Democrática y Coaliciones Políticas en México”. Bien Común y Gobierno, No. 44, Julio de 1988, 81 p. 24 CANSINO, César. La Transición Mexicana 1977-2000. Centro de Estudios de Política Comparada, México, D. F., 2000, 24 -27 pp.

acción de: partidos políticos, representantes del poder, protagonistas del cambio o la integración de las relaciones políticas mediante tales actores y sus acciones.25 Segunda corriente en la que se basa la tesis. Para César Cansino26 un proceso de transición democrática finaliza cuando se manifiestan al menos uno de los siguientes elementos: a) Convenio expreso que comprende los diversos actores políticos, así los que pretenden mantener el régimen de partido como promueven su transformación, definiendo el cambio democráticamente a la vez que compromete y obliga a sus integrantes a cumplir; b) Celebración de las primeras elecciones libres y correctas, equitativas, transparentes y no manipuladas por los poderes superiores; c) Aprobación de una nueva Constitución o normatividad en las instancias legales para el caso y con la participación equitativa y equilibrada de todas las fuerzas políticas. Especialistas señalan que cuando han surgido en los comicios opciones preferibles diferentes y alternativas a las del régimen autoritario, significa la verdadera fuerza de una transición. La alternancia pone a prueba la verdadera voluntad política de las autoridades del régimen en cuestión para con la transición y la instauración de un nuevo ordenamiento institucional. Lo importante es la calidad de las elecciones, regulares y correctas, mas que el resultado; que promuevan el interés en la ciudadanía, con el voto masivo se da un voto de confianza a régimen en transición y el nuevo gobierno dispone de la legitimidad de origen que le permite gobernar.27

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Autores de esta teoría predominan Linz, O’Donnell y Schmitter y Almond, Flanagan y Mundt. Ver CANSINO, César. La Transición Mexicana 1977-2000. Centro de Estudios de Política Comparada, México, D.F., 2000, 2427 pp. 26 Op. Cit. 277-278 pp. 27 Idem. 279-280 pp.

Otro factor para identificar

unas elecciones en el contexto de una transición

democrática es lo que dichas elecciones permiten elegir, tienen mayor peso las elecciones para Presidente de la República, denominadas “elecciones definitivas” porque pueden marcar una ruptura definitiva con el pasado o que ponen a prueba la voluntad del cambio de las autoridades. Cabe mencionar, la clase política del régimen precedente juega un papel importante ya que lo idóneo es que acate la nueva normatividad de lo contrario puede amenazar la continuidad del nuevo régimen sino conducir a regresiones autoritarias. Ahora bien, José Woldenberg28 en su obra “La Construcción de la Democracia” expone seis tesis sobre la transición democrática: 1. Es un proceso histórico con una sociedad modernizada que ya no deseaba seguir en el esquema del partido único.29 2. Es un proceso cíclico donde los partidos políticos libres y autónomos participan en los comicios, obtienen algunas posiciones legislativas y de gobierno, promueven reformas que les proporcionan más derechos, seguridades y prerrogativas. Los partidos ya fortalecidos nuevamente participan y alcanzan mayores posiciones, dando inicio a una nueva etapa de reformas electorales;30 no obstante, en la realidad tales reformas estuvieron controladas por las decisiones e intereses del presidente como del partido gobernante. Tal situación en cierta forma disminuyó en 1997, cuando por primera el PRI perdió la mayoría en el Congreso de la Unión. 3. Es la historia de muchos procesos que terminaron pluralizando al Estado, desgastando el autoritarismo y las prácticas de la época del partido gobernante.31

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WOLDENBERG, José. La Construcción de la Democracia”. Editorial Plaza & Janés, 2002, 21-31 pp. Op. Cit. 21 p. 30 Idem. 22-23 pp. 31 Ibidem. 24-25 pp. 29

4. Cambio político se hizo tangible, los electores observaron que las oposiciones tenían un espacio abierto, el sufragio se convirtió en un instrumento de cambio político y, ese cambio por la vía electoral era posible. 5. El alcance de la transición mexicana implicó más que el tema electoral. Con la entrada de diputados de diferentes partidos el debate y trabajo legislativo se modificó, inició el interés de la academia por el estudio electoral. Considera que el cambio más importante fue el surgimiento de una nueva ciudadanía, personas que confiaban que su voto contribuiría a la existencia de diferentes alternativas, lo que de alguna manera disminuyó el poder del presidente al disputar su cargo en elecciones auténticas y no de obtenerlo a través del dedazo presidencial. 32 6. Es un proceso que durante veinte años la ciudadanía venía observando la alternancia en los niveles estatal y municipal hasta llegar al cambio presidencial. El 2 de Julio del 2000 materializó el espíritu político de los ciudadanos con la confianza de ser respetado su voto.33 Ahora bien, continuando con la teoría del cambio, Samuel P. Huntington34 denominó “tercera ola” los procesos de democratización de finales de los años setentas. Dentro de los modelos de cambio, encuadra a México en el cuarto que consiste en la Transición Directa de un sistema autoritario estable a un sistema democrático estable, a través de dos vías: una evolución gradual del tiempo o por el reemplazo violento del sistema autoritario por el democrático, por lo que México se encuadra en la primera postura. Se puede ubicar a México dentro de un modelo de desarrollo democrático, más o menos ininterrumpido, como un

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WOLDENBERG, José. La Construcción de la Democracia”. Editorial Plaza & Janés, 2002, 28-29 pp. Op. Cit. 30-31 pp. 34 P. HUNTINGTON, Samuel. La Tercera Ola: Democratización a Finales del Siglo XX. Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, España, 1994, 51, 120 pp. 33

proceso, donde primero se establecen regulaciones para la competencia y posteriormente se ha dado la participación. En esta tesis se sigue la postura que señalar que el triunfo de la democracia no tenía como único objetivo el derribar al PRI, puesto que la transición democrática es un proceso histórico en el que influyen no solamente el cambio de un partido en el sistema sino tiene que hacerse presente en las relaciones entre el Estado y la Sociedad, entre las Poderes de la Unión, situación que está por verse.

4.4 Partidos Políticos en la Transición Democrática El modelo de transición en México ha seguido un carácter incremental, una evolución con avances y retrocesos, que en general han permitido ir modificando la estructura de oportunidad para participar en los espacios donde se ejerce el poder. La realidad de un Estado democrático moderno se manifiesta por medio de los partidos políticos considerados como unidades de acción; los ciudadanos ejercen su soberanía e influyen en los fenómenos de la vida política a través de los mismos.35 No hay democracia sin partidos, los partidos son la piedra angular del Estado democrático moderno. Los sistemas de partidos son esenciales para la democracia representativa, producto de las grandes sociedades y complejas, lo que implica procesos electorales. Cabe mencionar que en México, los partidos políticos son reconocidos por primera vez como figuras jurídicas hasta la Ley Electoral de 1911, promulgada por el presidente Francisco I. Madero y a nivel constitucional aparecieron hasta 1977.36 El fortalecimiento de los partidos políticos es un motor para la transición democrática, que se ha observado tras su

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VALENZUELA GEORGETTE, José, Legislación Electoral Mexicana 1812-1921, Cambios y Continuidades, Instituto de Investigaciones sociales, UNAM, 11 p. 36 CASTELLANOS HERNÁNDEZ, Eduardo. Derecho Electoral en México. Editorial Trillas, 1999, 151 p.

reconocimiento como “entidades de interés público”, abriendo la posibilidad de competencia de las fuerzas políticas de izquierda, hasta llegar por ejemplo a una apertura política en los estados y en el Congreso de la Unión. En la actualidad los partidos políticos son necesarios para la práctica de la democracia representativa,37 donde es inherente la participación y la elección. Los comicios del 2 de Julio marcaron el inicio de una nueva etapa en la vida política del país, pero ¿en México como resultado del 2 de Julio se originó un cambio de régimen o de sistema político? Hay autores que señalan que es absurdo que la democracia pueda tener como único objetivo el derribar al PRI, pues es una exageración, que se puede tener un sistema político autoritario a un gobernado por un partido de oposición.38 Primero se debe entender, lo que es régimen político y sistema político. El régimen político, se refiere a la distribución y jerarquización normativa, constitucional, de los poderes públicos del Estado, así como a las formas jurídicas de su renovación y funcionamiento. Por su parte, el sistema político comprende las prácticas efectivas en torno a la lucha por y el ejercicio del poder político.39 Siguiendo a Camou, tal distinción es fundamental para entender los cambios políticos en México, donde ha existido una composición de un régimen formalmente democrático, representativo y federal con un sistema autoritario, corporativo y centralista tan fuerte que resistió a los continuos desgastes. Partiendo de esta distinción, se infiere que producto de los resultados electorales, si bien no puso término al régimen político constitucional, sí permitió finalizar con el sistema político autocrático más viejo del siglo XX. En este aspecto, la 37

BERLÍN VALENZUELA, Francisco. Teoría y Praxis Política-Electoral. Editorial Porrúa, S.A. México, 1983, 54 p. 38 MEYENBERG LEYCEGUI, Yolanda. (coord.). El Dos de Julio: Reflexiones Posteriores. México, UNAM, 2001, 432 p. 39 A. CAMOU, “Once Tesis Sobre la `Transición’ Mexicana” Gobernabilidad y Democracia”, Nexos, No. 170, Febrero de 1992, 56 p. Citado por MEYENBERG LEYCEGUI, Yolanda (coord.). El Dos de Julio: Reflexiones Posteriores. México, D. F., 2001, 415-416 pp.

democracia entendida como la no autocracia, donde el hombre es investido y reconocido por otros y donde dicho poder no es una herencia, el hecho que triunfara un candidato ajeno al PRI, si permitió que se diera un cambio en el sistema político autocrático. La realidad de la política mexicana, pone en evidencia que en este caso en particular, por el hecho que Vicente Fox llegara al poder Ejecutivo, no es posible que ejerza una autocracia, creando un sistema como el elaborado por más de setenta años por el PRI, en primer lugar porque en la república mexicana, los gobernadores de las entidades federativas no pertenecen absolutamente al PAN40 y, muchos menos existe un monopolio en el Congreso de la Unión, donde se acabó con la mayoría ejercida por el PRI hasta antes de 1997. En consecuencia, sí se afirma que en México se haya dado un cambio en el sistema político, puesto que la lucha y el ejercicio del poder político, ahora es ejercido por un ciudadano ajeno al sistema corrupto, hegemónico, corporativo, autocrático. En virtud que se está en presencia del cambio de un sistema ejercido por la figura del presidente, ahora, dicha figura no es designada autocráticamente por el presidente en turno, fueron los ciudadanos que eligieron a Vicente Fox, no fue el PRI el que lo designó y lo impuso, como siempre había ocurrido, a través de los fraudes electorales. Dentro del esquema de la transición democrática, ese cambio de sistema político sólo permitió la alternancia en el ejercicio del poder político, se está lejos de poder afirmar que la Alianza por el Cambio permitió la transición democrática, realmente fueron los mexicanos los que permitieron esa alternancia de partidos, más que votar por un partido o por derrocar al PRI, lo que predominó en la ciudadanía mexicana fue el hartazgo, la actual sociedad mexicana, ya no podía adecuarse a las prácticas corruptas de PRI. En las elecciones de 2000 más que actuar la estructura de instituciones políticas, como el PAN y PVEM, fue el candidato 40

Ver Anexo No. 5 Gobierno y Partidos

el que por consecuencia del sentimiento de la ciudadanía de ser necesario un cambio, lo tomó como estrategia para formarse como el idóneo, el plus ultra del cambio político. El hecho que en las elecciones de 2000, se hubiesen presentado partidos políticos en plural, es un elemento esencial en un régimen democrático, se dio un pluralismo político,41 en virtud que tales organizaciones se presentaron de manera “relativamente” autónoma, independiente respecto del Estado. Sin embargo, a pesar que existió pluralidad, estuvieron lejos de mostrarse como articuladores de los intereses y demandas de la sociedad civil.42 Es importante tener bien claro para qué sirven los partidos políticos, es decir, establecer sus funciones. Conforme a Franck Sorauf los partidos llevan a cabo tres actividades (acciones): 1) electoral, 2) de control y presión sobre las autoridades en el poder; 3) de movilización de los individuos en torno a ciertas ideas y corrientes políticas. Asimismo, Jean Charlot adiciona 4) la formación ideológica de los militantes, 5) trabajo de organización del partido y 6) funciones sociales.43 La doctrina de Duverger sostiene que los partidos políticos son grupos organizados que se proponen conquistar, retener o participar en el ejercicio del poder a fin de hacer valer el programa político, económico y social común entre sus miembros.44 Conforme a Giovanni Sartori, la característica esencial de un sistema de partidos competitivo es permitir elecciones disputadas, lo que realmente importa es la norma real y no

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DAHL, R.A, P. Franeti, A. LIPJPHART, et. al. I sistema di partito, Milán, Angeli,, 1986. Citado por CANSINO, César. La Transición Mexicana 1977-2000. Centro de Estudios de Política Comparada, México, D.F., 2000, 68-69 pp. 42 Op. Cit. 69 p. 43 CHARLOT, Jean, “Los Partidos Políticos”, Editorial Hispánicas, 1987. Citado por GARCIA GARCÍA, Raymundo, “Derecho Político Electoral”, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, segunda edición, 2002, 133 p. 44 DUVERGER, Maurice. Los Partidos Políticos. Fondo de Cultura Económica, México, 1980, 62 p.

la legal. Independientemente de las leyes, la competencia finaliza cuando a los opositores se les priva de igualdad de derechos.45 En consecuencia, la tarea de los partidos políticos no se centra sólo en el terreno electoral sino que implica la información, educación y pugnar por el desarrollo político.46 Los partidos políticos son la vida política de nuestro país, su dominio es intenso y extenso, tanto en los electores, militantes, grupos sociales como en las mismas instituciones. Cabe mencionar que en la práctica, la élite de los partidos no acude a los militantes para oír su opinión, mucho menos para guiar sus decisiones. La situación actual exige partidos de dinamización social, no convertirse en corporaciones centralizadas y burocratizadas. Los partidos políticos no deben ser sólo maquinaria políticas de obtención del poder, que sea lo único que motive su existencia, sino que sus políticas sean guiadas tanto por el voto ciudadano como por sus idearios y programas, que vean al ciudadano como medio y fin de las elecciones en las que participe, no lo consideren como un cliente necesario para alcanzar el poder, lo anterior, con base en la teoría democrática económica. Se parte de la convicción de que los partidos políticos son los responsables de la formación y práctica de la participación de la ciudadanía en la vida democrática del país, si bien, son organizaciones cuyo propósito es conquistar, retener o participar en el ejercicio del poder,47 también lo es que su función no se agota en su intervención periódica en los procesos electorales, sino que también les corresponde una función educativa de la cultura política democrática de los ciudadanos y, sobre todo una actividad de control y presión objetiva y legal

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SARTORI, Giovanni. Parties and Party Systems. A Framework for Análisis, Cambridge, Cambridge, Cambridge University Press, Vol. 1, 1976, 210 p. en CANSINO, César. La Transición Mexicana 1977-2000. Centro de Estudios de Política Comparada, México, D.F., 2000, 73 p. 46 PATIÑO CAMARENA, Javier. Derecho Electoral Mexicano. 3ra. Ed. Editorial Constitucionalista, México, D. F., 1996, 15-16pp. 47 Op. Cit. 15 pp.

sobre las autoridades en el poder.48 No obstante, en la realidad, sólo han demostrado a la ciudadanía ser negociadores de la política, tal es el caso del PVEM en la Alianza por el Cambio, o PSN, CD en la Alianza por México. En la realidad los dirigentes de los candidatos al llegar a poder, en lugar de representar los intereses de la sociedad, continúan bajo el mandato de su partido cuyo único riesgo sería el no apoyo a nueva postulación. Algunos partidos son neocorporativos, prueba de ello, también lo es el PVEM, de cuyos antecedentes se desprende que ha estado controlado por una familia, González Torres, la cual ha accedido a los puestos públicos de cualquier manera. Tal sociedad neocorporativa es una fiel expresión de la representación de intereses. En un sentido más amplio, derivado de la formación de las alianzas para procesos electorales, en la actuación de los partidos políticos se ha observado que al intentar practicar las reglas democráticas, ha incurrido en los “vicios de la modernización comunicativa y del mercado”49 y se han olvidado de otras funciones esenciales con las que contribuyen al dinamismo de la sociedad como por ejemplo, la preparación de personal administrativo para el gobierno, educar y contribuir en la formación de los valores de identidad cultural y política. Partiendo de la definición instrumentalista de la democracia, se entiende como un sistema pluripartidista, de competencia entre partidos, en el que la mayoría, elegida libremente, gobierna con el respeto de la minoría. Se está en un campo práctico, se llega a los mecanismos,50 dentro de los cuales las alianzas electorales en el 2000 lejos de ser una maquinaria empleada por los partidos políticos para acceder al poder, fue empleada por una hombre, llamado Vicente Fox, a través de una asociación civil, “Amigos de Fox” para

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GARCÍA GARCÍA, Raymundo, “Derecho Político Electoral”. 2da. edición, BUAP, 2002, 133 p. MEYENBERG LEYCEGUI, Yolanda. (coord.). El Dos de Julio: Reflexiones Posteriores. México, UNAM, 2001, 329 p. 50 SARTORI, Giovanni. ¿Qué es la Democracia? TRIFE, México, D. F., 1993, 35 p. 49

garantizar su fuerza económica y estar en posibilidades de competir a como de lugar por la silla presidencial.

4.5 Alianzas Electorales y Transición Democrática Las alianzas electorales como la unión de dos o más partidos y tomando en cuenta las funciones de los mismos, sólo actúan en el terreno electoral y como una presión sobre las autoridades en acceder al poder, en competencia con otros partidos. En virtud que sólo tiene efecto durante el proceso electoral, una vez declarada la validez de las elecciones por la máxima autoridad, esto es en términos legales; sin embargo, al ser la unión de dos o más partidos la plataforma política, el programa de gobierno, debería ser puesto en práctica. La coalición es la respuesta a un sistema electoral democrático, donde tanto se debe respetar la mayoría como la minoría. Ahora bien, para Andrés Serra Rojas51 un partido político representa una parte de la sociedad, a través de la elaboración y ejecución de “una plataforma política y un programa nacional con un equipo gubernamental”. Empero, en la práctica se es participe de la existencia de partidos oportunitas que sólo realizan una representación de sus intereses no de la mayoría, tal es el caso de partidos familiares como el PVEM y PSN. La competencia interpartidista promovida por la norma electoral permitió el establecimiento de alianzas estables más sus efectos son los que se deben tomar en cuenta. En la actuación de las once instituciones políticas que participaron en las elecciones presidenciales de 2000, se observó de sobre manera que sus dirigentes dejaron atrás los típicos discursos donde prometían todo sin cumplir nada, e incursionaron en eliminar la credibilidad

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ANDRADE SÁNCHEZ, Eduardo. Introducción a la Ciencia Política. 2da. Edición., Ed. Oxford University Press, 1990, 86-87 pp.

de los otros candidatos. Los partidos pequeños sólo se coaligaron para poder conservar su registro electoral, lo que se tiene que evitar para no generar la sobe representación en el sistema de partidos mexicano. México se encuentra dentro de una transición inacabada, forma parte de los procesos de cambio geopolítico, conocidos como la tercera ola democratizadora, iniciada en los años setentas. Una de las causas que complican nuestra lenta transición a la democracia es quizá, la confusión existente acerca de los alcances, formas y limitaciones de dicha transición. Como ha ocurrido en otros países, la relativa generalización del reclamo democrático ha tendido a sobrecargar de expectativas a los ideales democráticos.52 Otra de las causas, es que dentro de la actuación de los partidos en lugar de contribuir al avance, en ocasiones lo limitan. Un proceso descrito por Hans Magnus Enzensberger53: “En las transiciones (se refiere a las del este europeo) hemos visto la película rápida de la conformación de la democracia competitiva; y hemos constatado que el fenómeno electoral abreva una realidad esencial: el surgimiento o el reforzamiento de opciones. Los bandos adversarios y los grupos ciudadanos afines, siente la necesidad de votar lo mismo para llevar a sus candidatos al poder como para evitar que los otros lo tomen. Si no hay esa idea del desafío en la cabeza de la gente, no hay elecciones que tengan sentido, ni votantes que deseen intervenir en un proceso vacío de alternativas… pero la emergencia de alternativas ‘exita’ a la participación de miles, lo electoral adquiere un nuevo sentido, del mismo modo que la competencia multiplica los votos, multiplica en el ciudadano la sensación de que es útil sufragar, de que su voto puede ser definitivo”. 52

SALAZAR C., Luis. “Crítica del Democratismo Abstracto. De Alianzas y Tácitas Electorales”. Cuaderno de Nexos, 4 p. 53 ENZENSBERGER, Hans Magnus, “Zigzag”, Edit. Anagrama, Barcelona 1999. .Pág. 110. Citado por BECERRA, Ricardo, et al.: La Mecánica del Cambio Político en México, Elecciones, Partidos y Reformas, Ediciones Cal y Arena, 2000, 139 p.

El comportamiento de la sociedad, al emitir un voto “útil”, fue lo que a Fox le permitió llegar al poder, más que votar por una Alianza, por un partido, en contra del PRI, lo que incitó a la sociedad al “cambio”, fue la ilusión que Fox creo en los mexicanos, un sentimiento de que él sería la única mejor opción. En las elecciones la Alianza por el Cambio sólo fue un instrumento legal y de imagen para que Fox legitimara su actuación, pues la realidad demuestra cómo la asociación Amigos de Fox constituyó una organización con gran estrategia política, por encima del PAN, hasta caer en el absurdo de incluir dentro de la campaña presidencial de Fox a integrantes de dicha asociación. Ahora se ha llegado al extremo que personas que forman parte de organizaciones no “políticas”, crean métodos, mecanismos más eficaces y eficientes en la lucha por el poder ejecutivo. De acuerdo con César Cansino la base del cambio político se encuentra en las negociaciones, los compromisos y los acuerdos gestados por las élites políticas, más que en otros posibles mecanismos.54 En realidad, la Alianza por el Cambio y la Alianza por México no contrajeron reales compromisos ni realizaron negociaciones y contribuir con la “transición democrática” como proclamaban con tanta euforia los candidatos presidenciales coaligados. Para contribuir a la transición democrática, las alianzas electorales debieron contar con proyectos y programas de gobierno, viables y convincentes para los ciudadanos, ya que ante la falta de planeación sólo afectaron dicha transición democrática.55 No fueron alianzas democráticas, al no impulsar las reglas equitativas para dirimir la lucha en el poder. En la formación de las Alianzas los partidos políticos pusieron en juego cambios de raíz, donde se valoraron beneficios y costos de cada opción, más que grados de adhesión o

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CANSINO, César. Transición Mexicana 1977-2000, Centro de Estudios de Política Comparada, A. C., México, D. F., 2000, 33 p. 55 SALAZAR C., Luis. “Crítica del Democratismo Abstracto. De Alianzas y Tácitas Electorales” Cuaderno de Nexos, 4 p.

manifestación de apoyo a principios y programas. El comportamiento tanto de los ciudadanos como las organizaciones políticas se ve determinado por el valor asignado a los costosbeneficios. El equilibrar y sopesar los componentes de las decisiones electorales individuales o grupales se presentan siempre que se enfrentan dilemas respecto de opciones nacionales, cuando se tiene que optar por cambiar de raíz ciertas reglas del juego más que por propuestas programáticas, la aceptación de comportamientos diversos motivados por objetivos similares debe formar parte de la tolerancia en procesos de aprendizaje democrático. Partiendo de la idea de que la democracia es un régimen basado en el consenso no impuesto por el poder burocrático, donde el disenso es inevitable y libre de expresarse, lo anterior, permite la existencia de un consenso real y solamente cuando existe tal consenso, un sistema puede denominarse democrático.56 La existencia de una Alianza Electoral dentro de un sistema de partidos representa un conjunto de acuerdos tomadas entre los partidos políticos, que si bien existen desacuerdos esto es inherente al la libertad de expresión. En un sistema pluralista como el mexicano es natural que se presenten desacuerdos, sólo a través de los pros y contras de negociar determinados puntos y establecer un consenso real se permite ubicar la materialización de las alianzas con características democráticas. La Alianza por el Cambio estuvo lejos de pactarse a través de consensos y disensos emanados de las fuerzas partidistas, la creación de dicha alianza fueron los deseos de un hombre que más que seguir una doctrina o ideología partidista se proclamó símbolo del cambio del sistema político. El pluralismo, es fundamento y clave para la democracia porque sólo con la participación de los diferentes grupos sociales en la acción política, estableciendo entre ellos

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BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia”. 3ra. edición. Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 72 p.

alianzas democráticas, expresadas formalmente, se hace necesario el diálogo y el consenso político tan necesario para dar legitimidad, por lo tanto estabilidad a la democracia. Por lo tanto, las alianzas políticas se convierten en mecanismos básicos de las diversas formas de diálogo, propiciando en los procesos de elección mayor número de participantes. En este sentido la legislación no puede limitar a la creación de las alianzas, puesto que no por el hecho de que en los comicios pasados se haya observado la participación de alianzas no democráticas, se prohíba en un futuro que otras instituciones políticas actúen en este sentido. Una democracia pluralista implica la existencia de diferentes organizaciones relativamente independientes, las cuales en un régimen democrático, son los partidos políticos. Como bien señala Enrique Correa, ministro Secretario General de Gobierno en el mandato de Patricio Aylwin “antes de pensar en un candidato a la Presidencia, se requiere fijar un programa común de gobierno, la estrategia política y la reglas del juego al interior de la coalición”.57 Una verdadera alianza electoral más que valerse de los medios masivos de comunicación, de la imagen de una figura, debe partir de una estructura de gobierno negociada, compartir una visión en pro de los problemas de mayor urgencia. La experiencia en el ámbito internacional nos demuestra como las alianzas opositoras han servido derrocar a partidos hegemónicos o dominantes, regímenes dictatoriales o gobiernos revolucionarios.58 No obstante, en México tanto Cárdenas como Fox se autonombraron precandidatos y, sobre todo fueron candidatos antes de tener un programa de gobierno en común, respectivamente. Las reglas al interior de los partidos, estuvieron manipuladas por los candidatos, se adecuaron los estatutos para cumplir conforme a la ley, su elección. Sobre todo, la estrategia política de

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CORREA, Enrique, “Alianzas: el Candidato es lo Último”. En: Enfoque, núm. 270, marzo de 1999, 12 p. “El Poder de las Coaliciones”, El Financiero No.5188, México, 18 julio 1999 13 p.

la Alianza por el Cambio estuvo dirigida por los Amigos del Fox, no por una institución política. En la práctica democrática lo más usual sería establecer compromisos y negociaciones entre distintas fuerzas políticas, tratando de concluir decisiones políticas mayoritarias y estables, desde éste sentido las alianzas políticas desempeñan un papel central en los procesos de formación y destitución de gobiernos.59 A pesar que la legislación electoral establece la obligación a los partidos de crear un programa de gobierno en común, la Alianza por el Cambio sólo lo hizo para cumplir con un requisito sin realmente realizar serias negociaciones y compromisos, como lo demostró la separación del PVEM del PAN tras un año de exclusión del nuevo gobierno. Ahora bien, el juego de las alianzas políticas está presidido por el liderazgo de los partidos políticos dentro de su partido y en la sociedad en general. Los políticos participan en el proceso de constitución de coaliciones tratando de satisfacer sus ambiciones. Para ellos, el sentido de la coalición es estar en el gobierno, tener gobierno mayoritario, ganar aceptación en el partido, minimizar concesiones políticas, mantener unidad, retener posiciones de liderazgo. Pero tales pretensiones han de ser cubiertas en un proceso de negociación, reconciliar ambiciones sometidas al orden constitucional y a la cultura democrática. Los políticos cuando preparan una coalición también tienen presente la política, entendida como proyecto o programa, al que han de ligarse para seguir manteniendo su papel dentro del partido y de cara al electorado. El ideal es que los programas políticos sean tomados en cuenta por los líderes en

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ROBLES EGEA, Antonio. “Coaliciones Políticas y Sistema Democrático” Revista de Estudios Políticos Nueva Época, No. 105. Julio-Septiembre, 1999 286 p.

la configuración de las coaliciones políticas, situación que nos e observó en las alianzas de 2000.60

4.6 Algunos Factores de la Democracia Algunas de las variables que contribuyen a la transición democrática son: 1. Desarrollo de la contestación política antes que la expansión de políticas de participación: A diferencia de lo que señala Javier Patiño Camarena61 de la relación proporcional de la permanencia de un régimen democrático y el grado de participación y, por ende considerar el abstencionismo, como un fenómeno político negativo, que afecte tanto a los partidos como al programa democrático nacional, en realidad los partidos políticos más que estarse preocupando porque los apáticos sean los de otros partidos y no los propios, deben trabajar por demostrar que sus principios, programa de acción y estatutos, documentos básicos de los partidos, concuerden con lo que el ciudadano observa en la realidad. Así, como bien señala Bobbio se puede considerar el abstencionismo como un signo de benevolencia de los sufragantes al estar seguros que de cualquier manera quienes llegarán al poder cumplirán con lo prometido. 2. Tradiciones de tolerancia y compromiso.El papel de la Alianza Electoral dentro de una Democracia Representativa es importante, derivado de la postulación de un candidato para Presidente de la República, el cual al ser elegido será finalmente quien ejecute con su equipo gubernamental tales acuerdos políticos. La representación del candidato como bien señala Bobbio debe ser un fiduciario que represente los intereses generales y no los particulares de

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ROBLES EGEA, Antonio. “Coaliciones Políticas y Sistema Democrático” Revista de Estudios Políticos Nueva Época, No. 105. Julio-Septiembre, 1999, 290 p. 61 PATIÑO CAMARENA, Javier, Derecho Electoral Mexicano. 3ra. Ed. Editorial Constitucionalista, México, D. F., 1996, 281 p.

sus electores.62 La Alianza Electoral como un acuerdo tomado por los partidos políticos integrantes debería representar los intereses de la colectividad, no solamente, los intereses de sus dirigentes, militantes, simpatizantes. 3. Desarrollo económico y modernización social. La alianza electoral más que inspirarse en cambiar el gobierno, deberían tomar en cuenta los problemas sociales y económicos de la nación, creando un nuevo modelo económico, evitando de sobre manera que las poderosas empresas transnacionales (principalmente de Estados Unidos y Europa) continúen explotando sin límites los recursos naturales, humanos y materiales del país. 4. Estructuras de autoridad democrática. Se puede establecer que la actuación del gobierno de Ernesto Zedillo a la expresión empleada por Rustow para tomar en cuenta que permitió la fase “preparatoria” de la transición.63 Ahora bien, el orden institucional mexicano es reciente, el 1990 se creó el IFE, órgano encargado de organizar las elecciones, es prematuro atribuirle el impulso de la existencia de una cultura política democrática de los ciudadanos, ya que el establecimiento de instituciones se puede dar en cierta forma rápida, la generación de una cultura política democrática requiere de periodos prolongados. 5. Líderes políticos comprometidos con la democracia. Jesús Ortega Martínez actual Senador por el PRD64 coincide con Woldenberg al señalar que el contenido electoral es lo que norma y determina el proceso de transición de nuestro país. Un aspecto importante fue la reforma constitucional de 1996 aprobada por unanimidad por todos los partidos políticos, incluido el PRD que había mantenido una constante oposición para aprobar reformas o propuestas del 62

BOBBIO, Norberto. El Futuro de la Democracia”. 3ra. Edición. Fondo de Cultura Económica, México, 2001, 52 p. 63 RUSTOW, Dankwart A, Transitions to Democracy Comparative Politics, Vol. 2, No.3, University of Chicago Press, April, 1970, 352-355 pp. Citado por MENDEZ SILVA, Ricardo (comp.). Tendencia del Cambio Democrático. México, UNAM, 1994, 93 p. 64 MEYENBERG LEYCEGUI, Yolanda. (coord.). El Dos de Julio: Reflexiones Posteriores. México, UNAM, 2001, 75-82 pp.

Ejecutivo Federal, mas fue prácticamente un medio de los partidos políticos grandes para garantizar su presencia, al obligar a los pequeños a formar alianzas, lo cual, a los partidos políticos nuevos, les convenía, cuestión que incide en detrimento de la economía nacional. Conforme a Zedillo “ya vivimos una plena normalidad democrática” hay que tener reservas. Considera que fue un cambio de gobierno posible gracias a las reformas electorales, es una alternancia en el ejercicio del gobierno y, un equilibrio más adecuado en el Poder Legislativo. Si bien se han creado normas básicas para una democracia electoral, se respetó la voluntad de los ciudadanos, tomando en consideración la voluntad del presidente de la República de no obstruir el cambio del sistema autocrático. Se dieron las condiciones que dieron lugar a un sistema electoral que en términos generales garantiza el sufragio libre y su respeto. Tanto los partidos políticos de oposición, los ciudadanos, las organizaciones civiles, las organizaciones ciudadanas participaron en la promoción de ciertas reformas, junto con la voluntad del gobierno.