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Capítulo 4. SACRIFICIO DE LA CAZA EN EL CATALHOYUK NEOLÍTICO

toros y algunos otros animales significan que están muertos, y los cazadores o matarifes están .... exhibición de cabezas y cuernos como trofeos de caza.
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Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) Cátedra de Teoría y Métodos en Arqueología Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo Universidad Nacional de Tucumán

Capítulo 4. SACRIFICIO DE LA CAZA EN EL CATALHOYUK NEOLÍTICO Nerissa Russel 2012 En las discusiones sobre el sacrificio animal, Catalhöyük ha jugado el rol de un sitio predilecto donde, quienes ubican los orígenes del sacrificio con anterioridad al periodo clásico afirman que se exhiben evidencias tempranas de sacrificios. El sitio es un gran tell neolítico (13 hectáreas) ubicado en Anatolia Central, que data de más o menos 7.400 a 6.200 años calendáricos a.C. Sus construcciones de adobe estratificadas contienen tanto murales como partes de animales colocados sobre el recubrimiento de las paredes como instalaciones arquitectónicas. A pesar de las extensivas excavaciones y el aún más extensivo sondeo superficial y mapeo de estructuras, se carece de arquitectura pública. La evidencia a partir de los contenidos de los enterratorios y las casas indican una estructura social en gran parte igualitaria con una producción localizada dentro de las viviendas y una especialización ocupacional no significativa. La dieta estaba basada en cereales y legumbres domésticas, suplementados con alimentos vegetales silvestres, y animales domésticos y salvajes. Mientras que la oveja doméstica domina el conjunto faunístico, los animales salvajes son el foco de lo ritual en el sitio. James Mellaart excavó por primera vez el sitio en la década de 1960; Ian Hodder ha dirigido un nuevo proyecto en este mismo lugar desde 1993. Mellaart definió 14 horizontes constructivos numerados de arriba hacia abajo (Niveles 0-XII, con el nivel VI siendo dividido en VIA y VIB), mientras que el actual Proyecto de Investigación de Catalhöyük ha definido cuatro niveles adicionales por debajo de los de Mellaart. Las discusiones sobre sacrificio en Catalhöyük hasta el momento se han basado por completo en el trabajo de Mellaart; aquí me propongo revisar este asunto bajo la luz de lo que hemos aprendido en el proyecto actual. La narrativa del sacrificio en Catalhöyük.Los argumentos para el sacrificio animal en Catalhöyük se han basado en dos pinturas a las que usualmente se refieren como “escenas de caza” que pueden representar el sacrificio de bovinos (de hecho, estas interpretaciones se apoyan en gran medida en la pintura de la pared norte del edificio F.V.1 de Mellaart), en la designación hecha por Mellaart de algunas construcciones como santuarios, en el valor claramente simbólico de bovinos en el sitio y la exposición de cuernos de bovinos en las casas, y en la creencia de que Catalhöyük fue un centro de domesticación de bovinos.

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Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) Las pinturas de toros.La interpretación de las dos pinturas de Catalhöyük que representan al ganado mayor como figuras centrales rodeadas por numerosas figuras humanas siempre ha sido controvertida. Ambas pinturas estaban ubicadas en la pared norte de construcciones pertenecientes a los niveles más tardíos del sitio. La construcción F.V.1 del Nivel V de Mellaart tiene representaciones de animales y humanos en las cuatro paredes, incluyendo equinos, ciervos, osos, jabalíes, y grullas. En la que es probablemente la imagen más conocida del sitio, un toro rojo desproporcionadamente grande domina la pared norte. El toro está posicionado por encima de una serie de equinos (que continúa sobre la pared oeste) y está rodeado por un número de figuras humanas animadas. En el Nivel III, la construcción A.III.1 presenta una habitación grande y una pequeña, con pinturas de figuras humanas y animales en la mayoría de las paredes (la pared sur de la habitación principal se encuentra sin pintar). Al estar más cerca de la superficie del montículo, las pinturas aquí no están tan bien preservadas como las de la construcción F.V.1. La mayoría representan figuras de humanos y ciervos, mientras que nuevamente la pared norte presenta un gran toro rojo acompañado por pequeñas figuras humanas animadas. Comenzando con Mellaart, estas pinturas han sido usualmente llamadas “escenas de caza”, incluso por aquellos que rechazan esta interpretación. Sin embargo, algunos sí las ven como representaciones más o menos certeras de caza. Rice sugiere que las lenguas colgantes de los toros y algunos otros animales significan que están muertos, y los cazadores o matarifes están celebrando alrededor del cadáver. El mismo Mellaart siente que las pinturas representan no la caza en sí sino una danza o ceremonia relacionada con la caza. Para Burkert, que deriva el sacrificio a partir de los rituales de caza, esto implica la caza ritual, es decir un proto-sacrificio, o el sacrificio de un toro capturado liberado para su matanza ritual con la parafernalia asociada a la caza. Sin embargo, Garfinkel rechaza la interpretación de estas pinturas como representaciones de danza, ya que los movimientos de las figuras humanas no están coordinados de forma tal que se transmita el ritmo. Además, Cauvin plantea en otro contexto que las personas no representan rituales, debido a que los rituales ya son representaciones; de esta forma, es más probable que las pinturas evoquen un mito o visión. Sin embargo, la aseveración de Cauvin de que las personas no representan rituales ciertamente no es una verdad universal; las representaciones de sacrificio en la cerámica griega clásica es uno de los ejemplos que se viene a mente. Mellaart luego decidió que las personas en estas pinturas no estaban cazando sino capturando a los animales, quizás para poder domarlos o domesticarlos. Pero debido a que muchos de los animales representados (osos, grullas, y otros) no son domésticos, él sugiere que de hecho la captura era un deporte religioso. Esto nos lleva a la interpretación más popular de las pinturas, la representación de un juego con el toro que puede ser el predecesor de las famosas prácticas minoicas de salto al toro (N.d.T también conocidas como Taurocatapsia). Cohen vincula las dos interpretaciones cuando afirma que la actividad representada es parte del proceso de domesticación (aislar al toro de la manada) convertido en deporte. Este es un método poco común para iniciar la domesticación pero podría ser plausiblemente una elaboración de las prácticas de 2

Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) manejo de un rebaño establecido. Forest había sugerido de manera tentativa, aunque luego la rechazó, la idea de que las pinturas muestran a las personas molestando y fastidiando a los animales con anterioridad al sacrificio. En realidad, él cree que las pinturas son puramente metafóricas, donde el toro representa a la sociedad y las figuras humanas son los enemigos que lo amenazan de manera fútil. Matthews, en cambio, interpreta las pinturas como indicadores de la captura de animales salvajes para su uso en ceremonias donde eran públicamente acosados y matados, lo que equivaldría al sacrificio siguiendo algunas definiciones (matanza ritual). Rice también avala la posibilidad de que las pinturas muestren sacrificios, aunque prefiere los juegos con toros. Probablemente nunca arribemos a una interpretación definitiva de ninguna de las piezas de arte prehistórico. Las escenas de toros en Catalhöyük no son representaciones directas de sacrificios, con un cuchillo o un hacha blandido sobre un animal ya herido por ejemplo. Ciertamente ilustran la importancia simbólica de los bovinos (sólo una de las pinturas está realmente marcada, de manera algo ambigua, como un toro). En este sentido, Catalhöyük encaja con otros sitios neolíticos del Cercano Este, particularmente con aquellos de la región PPN (N.d.T hace referencia al Neolítico Pre-Cerámico por sus siglas en inglés) de la Mesopotamia Superior, donde el ganado bovino es representado en sitios tales como Göbekli Tepe en el sureste de Turquía y Jerf el-Ahmar en el norte de Siria. Las pinturas de Catlhöyük parecen enfatizar el poder del toro haciéndolo tan grande en comparación con las figuras humanas que lo rodean. Santuarios.Mellaart designó a las construcciones que él excavó en Catlhöyük como casas o santuarios. Los santuarios, aunque similares a las casas en tamaño y diseño, presentaban mayor cantidad de entierros y estaban más elaboradamente decorados con pinturas, relieves, e instalaciones de partes animales tales como bucráneos (N.d.T se refiere a la designación arquitectónica de las ornamentas de bueyes). Él creía que había excavado un “barrio sacerdotal” con una alta densidad de santuarios así como también de viviendas para los sacerdotes y sacerdotisas pero que carecía de los talleres de los trabajadores artesanales especializados que él asumía que debían existir en el sitio. Los trabajos posteriores en otras áreas, así como también los re-análisis de las excavaciones de Mellaart, presentan una imagen diferente. No existen señales de una especialización artesanal a tiempo completo o de una diferenciación espacial. Ni los entierros ni la arquitectura sugieren la presencia de una elite sacerdotal o de cualquier otro tipo. La variación en la elaboración de las casas puede tener más que ver con que tan exhaustivamente fueron vaciadas en el momento de su abandono que con sus diferentes funciones durante el momento de uso. La presencia y el número de entierros, sin embargo, sigue siendo una variable significativa, quizás marcando el lugar de residencia de las cabezas de linajes. Todas las construcciones parecen haber sido viviendas, sin templos o santuarios con propósitos especiales.

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Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) Mellaart sostiene explícitamente que los “santuarios” no fueron loci del sacrificio animal. Él nota la falta de altares, de hoyos receptores de sangre, y de depósitos de huesos Él también señala que la entrada a las casas a través de los techos habría hecho muy dificultosa la entrada de un animal vivo hacia dentro, especialmente un gran toro. Sin embargo, él sugiere que el sacrificio podría haber ocurrido afuera, y posteriormente se habrían introducido ciertas piezas a los santuarios para ser ofrecidas en el fogón. Ciertamente la imagen de un clero formalizado con santuarios dedicados ha contribuido a la creencia de que el sacrificio animal fue practicado en Catalhöyük. La remoción del aura religiosa impartida por el término santuario permite abrirse a otras posibilidades para la interpretación de la manifestación de las construcciones. Instalaciones de cuernos de bovinos.Este no es el lugar para realizar una revisión exhaustiva de las instalaciones artísticas y arquitectónicas de Catalhöyük. Más bien me intereso en el elemento más relevante de las discusiones sobre el sacrificio: las instalaciones de cuernos de bovinos. Tanto en las excavaciones de Mellaart como en las del actual Proyecto de Investigación de Catlhöyük (CRP por sus siglas en inglés), se han recuperado grandes cuernos de bovinos in situ y desmantelados de instalaciones arquitectónicas. Estas exhibiciones de cuernos incluyen cabezas de arcilla con cuernos genuinos, cuernos solos colocados en la pared, bancos con múltiples conjuntos de cuernos, y pares de cuernos en pilares de arcilla sobre los bordes de las plataformas. De manera adicional, el CRP ha revelado depósitos escondidos de cuernos de bovinos en las paredes y por debajo de los pisos de las construcciones. Los depósitos ocultos sugieren que los cuernos y otras partes animales tenían un poder que podría haber protegido a las casas en las que eran incorporadas. Esto también sea probablemente cierto para los cuernos mostrados o exhibidos; los dos conjuntos de cuernos sobre pilares que sirven de cerca a la plataforma que contiene restos humanos en la Construcción 77 ciertamente muestran un aire protector. Sin embargo, también parece probable que las exhibiciones hayan servido como trofeos conmemorativos de cazas, sacrificios, o festines. Quizás no exista una distinción pura entre estos, ya que es probable que un festín haya acompañado una caza o un sacrificio exitoso. Simoons nota una similitud entre estas exhibiciones y aquellas de las calaveras y cuernos de gaur (otra especie de bovino) en las colinas del noroeste de la India y Burma. Estas exhibiciones dan fe del sacrificio de estos animales y de la ocurrencia de festines de mérito, como una insignia de estatus. Testart utiliza este paralelo para sugerir que el sacrificio de bovinos se originó en Catalhöyük. Sin embargo, también existen ejemplos etnográficos de la exhibición de cabezas y cuernos como trofeos de caza. Domesticación de bovinos.Dexter Perkins nunca produjo un reporte completo de los restos faunísticos provenientes de las excavaciones de Mellaart. Su breve informe preliminar afirma que los bovinos formaban el 70% de la fauna, y que los bovinos fueron domesticados localmente durante la ocupación del sitio, mostrando una reducción de tamaño en el Nivel VI. Esto ha establecido a Catalhöyük como uno, 4

Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) sino el, centro de la domesticación de bovinos en la mente del público general y muchos arqueólogos. La muestra de Perkin era pequeña y sus métodos pueden haber tenido varios errores, de forma tal que los zooarqueólogos hace tiempo que dudan de estas afirmaciones. Sin embargo, los huesos en sí mismos hoy están perdidos, lo que impide re-analizarlos. El CRP provee una oportunidad para la reevaluación, y de hecho es una imagen muy diferente la que emerge. En primer lugar, la dominancia numérica de bovinos muestra ser el resultado de una recuperación no sistemática debido a la recolección selectiva en el proyecto anterior. Con un muestreo sistemático, el actual proyecto ha mostrado que el ganado bovino representa alrededor del 20% de la fauna en los niveles más tempranos, disminuyendo a cerca del 10% en los niveles más tardíos. Las ovejas y cabras (principalmente ovejas) predominan, representando cerca del 70% de la fauna en los niveles más tempranos, y 80-85% en los niveles más tardíos. Estas ovejas y cabras son prácticamente todas domésticas desde el comienzo de la secuencia. Al menos hasta el Nivel VI (los niveles posteriores sólo han sido excavados en la fase más reciente del CRP, y todavía no han sido completamente analizados) los bovinos muestran que no sólo son morfológicamente salvajes, sino que fueron cazados más que criados. Los bovinos parecen ser domésticos en Höyücek, al oeste de Catalhöyük e inmediatamente posterior en el tiempo, y en Erbaba para el 6.500 a.C, lo cual es equivalente a la última parte de la ocupación en Catalhöyük. Las cantidades generalmente pequeñas de ganado bovino en los sitios neolíticos del Cercano Oriente hace difícil rastrear los comienzos de la domesticación, pero la evidencia disponible sugiere que el pastoreo comenzó en la Mesopotamia Superior varios siglos antes del comienzo de la ocupación en Catalhöyük. De esta forma, Catalhöyük no es el centro de la domesticación de bovinos en el Cercano Oriente, y de hecho los bovinos son salvajes al menos durante la mayor parte de la secuencia neolítica. Como discutiré más adelante, esto es significativo debido a que el sacrificio generalmente está asociado con animales domésticos. ¿Por qué el sacrificio? De esta manera, los trabajos recientes en Catalhöyük debilitan algunos de los fundamentos de los argumentos hechos en el pasado sobre el sacrificio animal en el sitio pero ciertamente no los descartan completamente. Entonces, siguiendo los trabajos teóricos y etnográficos sobre sacrificio, ¿qué es lo que sugiere que esto podría ocurrir probablemente en un asentamiento como Catalhöyük? Schwartz ya ha revisado las teorías sobre el sacrificio, por lo que no intentaré realizar aquí una discusión exhaustiva, sino que más bien me concentraré en elementos relacionados con el contexto de sacrificio. Una pregunta clave es la de si el sacrificio se limita a los animales domésticos. Muchos han afirmado que sólo los animales domésticos pueden ser sacrificados, ya que uno sólo puedo ofrecer lo que uno posee, o debido a que, en esencia, el sacrificio es una sustitución de la víctima por el sacrificador, lo que únicamente puede ocurrir si el animal está unido al sacrificador por vínculos de cuidado. Otros ubican los orígenes del sacrificio con anterioridad a la domesticación animal y por 5

Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) lo tanto admiten la posibilidad del sacrificio de animales silvestres; de hecho, algunos proponen la necesidad de poseer animales para sacrificarlos como una motivación para la domesticación. Etnográficamente existen claros casos de matanzas rituales de animales salvajes capturados, de los cuales los festivales Ainu y Siberianos de osos son los más ejemplos más conocidos pero no los únicos. El negar que estos casos constituyan ejemplos de sacrificio parece una distinción puramente semántica. Por otra parte, mi investigación sobre la evidencia etnográfica y arqueológica de sacrificio indica que la amplia mayoría de víctimas de sacrificio son ciertamente animales domésticos. Entonces, sería más probable que las ovejas, cabras, y perros domésticos de Catalhöyük hubieran sido los objetos de sacrificio antes que el ganado bovino. Algunos ven al sacrificio como la supervivencia de los rituales de caza, de manera tal que podría ocurrir virtualmente en todo tipo de sociedad. Smith toma la postura opuesta: que el sacrificio siempre implica animales domésticos y que es ante todo un rasgo de los estados. Él ve al sacrificio, con sus requerimientos de tipos particulares de animales (color, edad, sexo), como una ritualización de la crianza selectiva. Ciertamente el sacrificio se encuentra más fuertemente institucionalizado en los estados, tales como aquellos del mundo clásico. Sin embargo, el sacrificio se encuentra bien atestiguado en muchas sociedades de “rango medio”, por ejemplo los famosos Nuer del Este de África, donde, como en la Grecia clásica, prácticamente toda la carne derivaba de sacrificios. Siendo una mega-aldea careciente de instituciones centralizadas tales como templos y palacetes, con una subsistencia basada en la agricultura y el pastoreo, Catalhöyük es un emplazamiento plausible para el sacrificio. Sin embargo, para los pastores como los Nuer, el ganado doméstico personifica relaciones sociales humanas (tales como riqueza, dotes de las novias, sangre, dinero y otros métodos de pago, préstamos, etc.), son simbólica y afectivamente centrales, son el sujeto de cantos, bendiciones, contemplación, e identificación (con personas llamándose a sí mismos como su ganado, por ejemplo) además de ser víctimas del sacrificio. En Catalhöyük, ninguna especie cumple con todos estos roles. El ganado salvaje (y en menor medida otros animales silvestres) parecen tener la relevancia simbólica, mientras que las ovejas y cabras domésticas formarían el nexo de relaciones de propiedad. Esta situación quizás sea más parecida a la de los Kom de Camerún, quienes crían cabras antes que nada para las dotes de las novias y otros pagos y para sacrificios, pero no les atribuyen cualidades admirables (en contraste con otros animales domésticos y salvajes) y nunca las representan en el arte o el folclore. El sacrificio puede ocurrir en una variedad de contextos sociales: en ceremonias estacionales; ceremonias de ciclos de vida tales como casamientos, funerales, e iniciaciones; para curar enfermedades; para evitar o revertir la mala suerte; para purificar a ciertas personas; cuando se está por partir a la guerra o a punto de embarcarse en otras tareas; y otros ejemplos. Mientras que los individuos pueden ocasionalmente ofrecer pequeños sacrificios en privado, la mayoría de los sacrificios son públicos y la participación es usualmente crucial para la definición de la pertenencia a un grupo. La falta de instalaciones públicas (arquitectura pública, plazas, y otros espacios abiertos) en Catalhöyük significa que es poco probable que el sacrificio en cualquier 6

Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) escala sustancial haya ocurrido en el sitio. Cualquier ceremonia de este tipo de escala necesitaría haber ocurrido en la planicie que rodea al asentamiento. Algunos sacrificios culminan con la destrucción o el entierro del animal completo. Mientras que estos casos son más fácilmente identificables arqueológica, etnográfica, e históricamente, es mucho más común que un sacrificio sea seguido por un festín en donde los participantes consumen a la víctima. Usualmente, es este acto de consumición comensal el que particularmente define los límites del grupo. Mientras que los festines son usualmente arqueológicamente visibles, es mucho más difícil inferir si la carne se derivaba de un sacrificio o de una matanza ordinaria. Por lo tanto, probablemente subestimamos enormemente la frecuencia del sacrificio prehistórico. La definición de sacrificio es de hecho crucial para su detección arqueológica. Si el elemento clave del sacrificio es una ofrenda a una deidad o la liberación de la fuerza vital, normalmente serán muy difíciles de hallar en la prehistoria, aunque esto haya sido extremadamente común. Si la clave es la entrega de un animal de propiedad individual para una causa mayor, usualmente incluyendo su consumición comunal, los festines con animales domésticos se vuelven esencialmente colindantes con los sacrificios. Si el sacrificio es visto como un mecanismo muy común para sobreponerse a la culpa de carnear a un animal doméstico al que uno ha cuidado, o induciendo a los miembros a permitir la reducción de sus rebaños a través de las matanzas, entonces la mera evidencia de consumición de animales domésticos atestigua el sacrificio. Para los propósitos actuales, la definición más útil de sacrificio es la de matanza ritual. Esto nos permite focalizarnos en la evidencia de ritualización, a través de mecanismos tales como marcos y énfasis. Sin embargo, esto no resuelve todos los problemas de reconocer el sacrificio en la prehistoria, ya que raramente tenemos acceso a las condiciones de matanza. Es poco frecuente que la evidencia de la causa de muerte (técnica de carneo) sea discernible luego del procesamiento y consumición post-mortem. En términos prácticos, la evidencia arqueológica del sacrificio animal ha tendido a provenir de depósitos de animales intactos o sin consumir, o de altares propicios para realizar el carneo, quizás con residuos de sangre, a menos que existan evidencias textuales del sacrificio, en cuyo caso la asociación de restos animales con un templo ya es suficiente. Sin embargo, la mayor parte de los sacrificios ocurre en espacios menos formalizados que serían más difíciles de detectar. Por lo tanto frecuentemente tendremos que valorar la presencia de las prácticas de sacrificio a partir de los restos de las víctimas luego de su desecho. Desafortunadamente, los festines que no tienen su origen en el sacrificio también son sujetos a la ritualización. Debido a esta indeterminación, raramente podremos estar seguros de los sacrificios prehistóricos donde las víctimas fueron consumidas. Podemos construir un planteo sólido donde los restos de animales domésticos están vinculados con ceremonias que incluyen más que simplemente el festín y a ocasiones tales como eventos de ciclos de vida y la construcción de edificaciones que usualmente incluyen un elemento sagrado. Esto no es lo mismo que decir

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Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) que lo sagrado, y el sacrificio, no puedan estar presentes en contextos más diarios, sino que serían más difíciles de detectar. El sacrificio en Catalhöyük reconsiderado.Debido a que ahora tenemos dudas acerca de algunas de las evidencias utilizadas anteriormente para sostener el sacrificio animal en Catalhöyük y, por otra parte, ahora contamos con información mucho más completa y mejor contextualizada de los restos animales, ¿cómo podríamos comenzar a explorar la posible ocurrencia de sacrificio en el sitio? Como ya hemos señalado anteriormente, según su definición más extensiva, los claros signos de consumición de ovejas y cabras domésticas implicarían sacrificio. La mayor parte de estas ovejas y cabras parecen haber sido ingeridas en el contexto de las comidas diarias en el nivel de los hogares. Entonces, un sacrificio de este tipo no sería un evento público. Sin embargo podría haber estado ritualizado y cargado de sentido sagrado. En el Catalhöyük prehistórico carecemos de instalaciones para el sacrificio. Desafortunadamente, debido a problemas contemporáneos de tenencia de la tierra, ha habido pocas investigaciones sobre los márgenes del sitio. El área (conocida como KOPAL) excavada en el límite del sitio presente intrigantes depósitos que sugieren la posible ocurrencia de festines a gran escala en las inmediaciones del sitio. Pero no existen indicaciones de altares o estructuras para sacrificios, y los animales aquí presentes son principalmente salvajes. Existen evidencias de festines en Catalhöyük, en la forma de concentraciones de grandes números de huesos animales que se encuentran menos densamente procesados que lo usual. Existen unas pocas instancias donde las ovejas y cabras aparecen en depósitos de festines, pero la mayor parte de estos parecen haberse centrado en animales salvajes, principalmente bovinos (especialmente toros de hecho). Aquí tenemos evidencias de consumición en una escala mayor que la de los hogares, con indicios de que muchos de estos festines estuvieron vinculados con los ciclos de vida de las casas y sus habitantes. Estos son los contextos sociales en los que podríamos esperar observar sacrificios, pero a menos que una caza (¿ritual?) cuente como sacrificio (contrario a la mayoría de las definiciones), entonces tendríamos que imaginar, junto con Testart, que los uros (bovinos salvajes) fueron capturados y mantenidos cautivos por cierto tiempo antes de la matanza ritual. Sería extremadamente difícil y peligroso capturar y controlar a un uro adulto para poder matarlo de manera ritual, así que probablemente hubiera sido necesario criar a un animal joven durante años. Por el momento no contamos con evidencias para prácticas de este tipo. Quizás los restos de festines que más probablemente sean el resultado de sacrificio en Catalhöyük sean aquellos encontrados como parte de los depósitos de abandono en muchas casas. Estos son huesos muy frescos, mínimamente procesados, principalmente de ovejas y cabras. Contrastan con los restos más densamente procesados y generalmente menos frescos (es decir, enterrados menos rápidamente) de las comidas diarias. Usualmente se encuentran depositados junto a lo que parecen ser almacenamientos de comidas y materias primas que están 8

Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) tirados alrededor de las casas con estos remanentes de festines. Junto con los huesos existen signos de otros “desechos ceremoniales” que pueden estar asociados con la preparación del festín y las vestimentas y parafernalia. Estos restos están claramente vinculados con ceremonias de clausura de las casas (o construcciones de las casas, ya que la clausura de una es generalmente el comienzo de la construcción de una nueva encima). Nosotros no sabemos qué motivo la clausura de una casa. Algunas sufrieron desplomes de paredes, aunque también podemos observar intentos de apuntalarlas. Podría ser ocasionado por la muerte del jefe del hogar u otra persona clave; ciertamente el patrón de entierros intra-muros sugiere fuertes vínculos entra las casas y los ancestros. La deposición de estos desechos ceremoniales en las casas sugiere que portaban un poder para proteger a la casas, o para prevenir que espíritus ancestrales de la casa anterior pudieran ocasionar daños, o para honrar y alimentar a esos espíritus. En cualquier caso, estos son los tipos de contextos sociales en donde el sacrificio generalmente ocurre. Estos depósitos sugieren un modelo de sacrificio donde el objetivo es liberar o incorporar la vitalidad del animal, lográndose esto a través de la matanza, consumición de la carne, y entierro de los remanentes. Existen algunos pocos casos de carcasas animales intactas y sin consumir en Catalhöyük. La mayoría pertenecen a perros. Mientras que uno pertenece a un cachorro colocado en una casa abandonada sobre una plataforma debajo de la cual están enterradas las personas, y por lo tanto quizás sea un depósito ritual, la mayoría parece el resultado de la colocación de perros muertos en basureros. El otro animal intacto ofrece una evidencia mucho más clara del sacrificio funerario: es un cordero joven en un entierro humano. Este animal fue claramente matado en un contexto ritual durante las ceremonias de entierro y puede ser razonablemente visto como un sacrificio. Sin embargo, este aparece como un caso atípico. Es hasta ahora el único animal (aparte de una comadreja que podría haber sido incluida de manera deliberada en otra tumba) encontrado en los cientos de entierros humanos de Catalhöyük. Además, fue colocado con un tapete o un textil que lo separaba del cuerpo humano, y sus patas fueron mantenidas en alto mientras la tumba era rellenada para que no tocaran el cuerpo humano. El sacrificio puede o no haber sido poco común en Catalhöyük, pero la inclusión de la víctima del sacrificio en un entierro ciertamente era poco usual y evidentemente era considerado algo fuera de lo común para aquellos que realizaban el entierro. Conclusión.Es difícil acercarse al sacrificio prehistórico desde la arqueología, debido a que la diferencia entre matanza y sacrificio reside en el contexto social y en las intenciones de los que lo llevan a cabo. Por lo tanto no es sorprendente que sea difícil realizar afirmaciones definitivas sobre el sacrificio en Catalhöyük o en el Neolítico del Cercano Oriente. Ducos interpretó originalmente un depósito de cabras neonatas en El Khiam PPNA (Neolítico Pre-Cerámico A) en Palestina como un sacrificio de primeros frutos ya que esto era visto como una estrategia de descarte irracional, y porque no parecían haber sido consumidos como alimento. Sin embargo, re-análisis posteriores 9

Sacred Killing: The archaeology of sacrifice in the ancient Near Est – Porter and Schwartz Traducido por Matías Lepori (Agosto 2013) mostraron que las cabras neonatas eran en realidad fetos de íbices (o cabras monteses), y que este sitio era un campamento de caza estacional. Loy y Wood sostuvieron que habían identificado sangre humana y de uros sobre una losa de piedra en el famoso Edificio Calavera en Cayönü PPNB (Neolítico Pre-Cerámico B) en el sureste de Anatolia. Ellos interpretaron esto como evidencia del procesamiento ritual y el posible sacrificio de humanos y/o uros. Sin embargo, el método de identificación residual utilizado por Loy y Wood ha sido cuestionado y ampliamente rechazado. Dikaios sugiere que los entierros de infantes humanos y de ovejas/cabras bajo los umbrales en el sitio Khirokitia PPNB en Chipre son sacrificios para los depósitos fundacionales. Tsuneki, de manera más tentativa, plantea un argumento similar para un infante humano y una cría de cerdo enterrados debajo de un piso en el Tell Ain el-Kerkh del Neolítico Cerámico en Siria. Estos últimos dos casos, junto con el entierro del cordero en Catalhöyük, son instancias plausibles de sacrificio, o al menos de matanza ritual. A juzgar por el registro etnográfico, es probable que gran parte de los festines que se encuentran ampliamente evidenciados en Catalhöyük y el resto de los sitios del Neolítico del Cercano Oriente sea parte de un ritual de sacrificio; quizás incluso la consumición “ordinaria” de carne en los hogares sea el resultado del sacrificio. Sin embargo, esto es difícil de demostrar. Es notable que las instancias mejor identificadas de sacrificio animal en el Neolítico del Cercano Oriente impliquen animales domésticos, como gran parte de la literatura sobre el sacrificio sugiere. En general, mientras que Catalhöyük está asociado en la mente de muchos con el sacrificio de ganado bovino, la evidencia para esto es extremadamente débil, aunque queda claro que los bovinos fueron importantes para los festines y para la exhibición de trofeos, y que cargaban con un significado simbólico. Estas cualidades pueden haber destinado al ganado bovino para el sacrificio con posterioridad, luego de que fueran domesticados.

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