Biografía imperfecta de Jesús Jesús es nada más y nada menos que el Hijo de Dios. Y ya con esto tendríamos que llamarnos a un absoluto silencio, porque, ¿qué más se puede decir de un hombre que ser el verdadero Hijo de Dios? Pero como nosotros necesitamos palabras que nos describan mejor quién es Jesús, vamos a hacer una mini biografía imperfecta de su persona. Su nombre significa "Dios salva". Su Padre: Dios. Su padre adoptivo: José, un carpintero oriundo de Nazaret, descendiente del rey David. Su madre: María, hija de Joaquín y Ana, fue elegida por Dios para ser la madre de su Hijo y fecundada por el Espíritu Santo. Tan importante fue la fecha de su nacimiento, que la historia de la humanidad está dividida en dos: antes de Cristo y después de Cristo. Tan importante que hasta el día de hoy, después de 2000 años, prácticamente la humanidad entera, sabiéndolo o no, festeja su cumpleaños, es feriado nacional en casi todos los países y todas las ciudades se "visten" para este día. El libro que cuenta su biografía, la Biblia, es el best-seller mundial de todos los tiempos. Biblia viene de la palabra biblos, es decir, libros, porque contiene 73 libros, y está dividida en dos partes: la preparación de Israel, el pueblo elegido en el cual nació (Antiguo Testamento); y su vida, enseñanzas y mensajes (Nuevo Testamento). Este libro contiene el milagro de ser la Palabra viva de Dios escrita para nosotros. Jesucristo nació en un pesebre, vivió toda su infancia en Nazaret, Israel. A los 30 años comenzó su vida pública y recorrió todos los territorios actuales de Israel y Palestina. Tenía un grupo de doce íntimos amigos, los apóstoles, y muchísimos seguidores, los discípulos. Realizó numerosos milagros: curó a enfermos, resucitó a los muertos, hizo ver a los ciegos y caminar a los paralíticos. Hablaba en un lenguaje muy sencillo y con parábolas, para que todos pudieran entender. Las enseñanzas que dejó son simples y se resumen en una sola: queamemos a Dios sobre todas las cosas, a nosotros mismos y a los demás como él nos amó. Acusado de mentiroso, blasfemo, y revolucionario fue sentenciado con la peor condena: la muerte en cruz. Traicionado y abandonado por sus propios amigos y burlado por todo el pueblo, murió en el año 33 d.C. Solamente su madre, uno de sus íntimos amigos, Juan, y unas pocas mujeres lo acompañaron hasta el final. A los tres días resucitó. Su muerte y resurrección cambiaron la historia de la humanidad: fuimos salvados del pecado que nos apartaba de Dios. Este es el milagro de todos los tiempos ya que mantiene viva a la humanidad. Sus seguidores la actualizan hasta el día de hoy en todo el mundo, todos los días, en diversos horarios con la celebración de un rito: la santa misa. Algunos se siguen preguntando: "Pero si resucitó y está vivo ... ¿dónde está?" Y los cristianos no se cansan de afirmar que Jesucristo está vivo hoy en el corazón de todos los hombres, en su palabra, en los sacramentos, en su Iglesia, entre los que se reúnen en su nombre y se aman como él enseñó. Es más, llegan a afirmar que él es quien sostiene con su poder toda la creación y esperan su segunda venida, al final de los tiempos.