20
SOCIEDAD
I
Viernes 11 de mayo de 2012
SALUD s LA DIETA MONOTONA DE LOS ARGENTINOS
Síntesis
Azúcar y grasas, enemigos de temer
EN UNA ESCUELA EN MISIONES
Continuación de la Pág. 1, Col. 2 lizas, frutas, lácteos descremados, legumbres y cereales en sus formas más nobles (pastas, arroces) –explica el licenciado Sergio Britos, secretario científico del Congreso y autor de Hacia una alimentación saludable en la mesa de los argentinos, junto con Agustina Saraví, Nuria Chichizola y Fernando Vilella. Todos ellos integran el Programa de Buenas Prácticas Nutricionales de la Facultad de Agronomía de la UBA y de la Escuela de Nutrición de la misma universidad.” Se consideran calorías de baja calidad las que un determinado alimento contiene en exceso cuando se lo compara con un producto equivalente, de su mismo grupo, pero de alta densidad de nutrientes. “Es conocido que las gaseosas azucaradas, los postres y las facturas tienen calorías no nutritivas, pero también las aportan alimentos tradicionalmente identificados como saludables, como los cortes de carne con mucha grasa –detalla Britos–. Aunque no todas las calorías de la dieta tienen que ser de buena calidad (un alfajor se puede comer de vez en cuando), en una dieta sana las de baja calidad nutricional no tienen que sumar más del 15% del total. Nosotros consumimos más del doble.” En esta investigación, que fue financiada por la Fundación Bunge y Born, los especialistas pusieron la lupa en esas calorías y se preguntaron cuántas son y dónde están. “Nos encontramos con que el grueso se ingiere bajo la forma del azúcar que agregamos a las infusiones, como el mate o las bebidas –agrega–. Solamente allí tenemos un 14% del total, cuando la Organización Mundial de la Salud aconseja que no más del 10% deberían venir de azúcares. Y a esto tenemos que agregarle el azúcar de las mermeladas, de las galletitas, de los postres lácteos... Es decir que el azúcar es el principal vehículo de calorías de baja calidad en la mesa de los argentinos.”
Pecados alimentarios Pero los dulces no parecen ser los únicos excesos a la hora de comer. Otros dos grupos alimentarios aportan calorías «dispensables». Uno es el de las grasas que acompañan a ciertos cortes de carnes (en particular, la vacuna) y las que se encuentran en los lácteos enteros. El otro, el de los panificados dulces y salados, y las golosinas en general. “Yo diría que no hay que culpabilizar a un alimento en particular. El principal «pecado» de nuestra alimentación es el tamaño de las porciones y las cantidades de ciertos nutrientes –comenta Britos–. Para comer bien, hay que optar por mayor variedad de alimentos; especialmente frutas y verduras. Las grasas y azúcares no tienen por
qué estar totalmente ausentes, pero deberían consumirse muy ocasional y moderadamente.” En el trabajo, los nutricionistas también proponen revisar las guías alimentarias locales. “Son un instrumento para orientar las elecciones de la gente hacia los alimentos más saludables, pero también para que la industria tenga señales de hacia qué horizonte modificar el perfil nutricional de sus productos y para que el Estado defina las mejores políticas alimentarias –agrega–. En un modelo para el promedio de los argentinos, un 85% de las calorías debería provenir de alimentos de buena calidad nutricional (hortalizas, frutas, cereales en sus formas simples y en lo posible integrales, lácteos no enteros, carnes magras y aceites). Y no más del 15% debería estar conformada por los de menor calidad nutricional.” En cuanto a las bebidas, recomiendan ingerir alrededor de dos litros y medio diarios de líquido, de los cuales un litro y medio debería ser agua. Las bebidas azucaradas, plantean, “no deberían aportar más de 25 g de azúcares; eso sería equivalente a 250 cm3 de gaseosa, una cantidad que debería reducirse si se les agrega azúcar a las infusiones”.
#14*71 74-01*01;*4-