Ayúdame a entender! - ObreroFiel

Ponga en claro la clase de fe que salva. “Creer” significa que, entendiendo que Cristo murió por mí y resucitó, tengo que poner mi fe sólo en Cristo para que me ...
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!Ayúdame a entender! R. Larry Moyer Nadie quiere llevar a alguien que no conoce a Cristo a una profesión “falsa” de fe en Cristo. Me refiero a esas ocasiones en las que la persona que no conoce a Cristo indica que quiere venir a Cristo pero posteriormente parece que no entendió lo que hizo. ¿Qué se puede hacer para que eso no suceda? 1. Ponga en claro el evangelio. A demasiados inconversos se les anima a “venir a Cristo” sin explicar qué significa ello. Se les tiene que explicar con cuidado que: (1) todos somos pecadores, (2) Cristo murió como nuestro sustituto y resucitó, y (3) podemos ser salvos sólo por medio de fe en Cristo. Si uno no entiende que es pecador y cómo la muerte de Cristo satisfizo la ira de Dios contra su pecado, no puede llegar a entender la trascendencia eterna de lo que Cristo hizo en la cruz. Sin embargo, una vez entendido el evangelio, la persona comprende por qué sus buenas obras no tienen nada que ver con su salvación. Comprende que su pecado no exige sus buenas obras como pago por su pecado. Exige la muerte de Cristo. En la medida en que usted va aclarando el evangelio, ayudará a su amigo no cristiano a entender que él tiene que quedar satisfecho con lo que satisface a Dios. 2. Ponga en claro la clase de fe que salva “Creer” significa que, entendiendo que Cristo murió por mí y resucitó, tengo que poner mi fe sólo en Cristo para que me salve. Evite el uso de frases tales como “invitar a Cristo a entrar en tu corazón” ó “entrégale tu vida a Jesús”. Estas frases no se usan en la escritura en el contexto de la salvación y, además, no comunican bien la idea de que uno tiene que confiar en Cristo y en su obra en la cruz como la única manera de ser acepto delante de Dios. Para ser salvo, se tiene que entender que Dios no pide que uno pase al frente o que haga cierta oración sino que se ponga de acuerdo con Dios con respecto a su Hijo. 3. Utilice ilustraciones y diálogo Mientras usted conversa con una persona que no conoce a Cristo, utilice ejemplos y metáforas para reforzar la verdad del evangelio. Al explicar la sustitución ayude a su amigo incoverso a entenderla, dándole ejemplos de una persona quien murió por otra. Al explicar la fe, use ejemplos como el de poner su fe en una silla para que le sostenga. Mire las expresiones de su cara y pregúntele a cada rato, “¿me explico?” Una presentación eficaz del evangelio no consiste en que usted hable y su amigo sólo escuche; consiste en el diálogo entre usted y su amigo. 4. Sea paciente, paciente y más paciente.

La gracia de Dios que nos da el regalo de la vida eterna en forma completamente gratuita va mucho más allá de la imaginación humana. Es muy diferente a cualquier otra cosa que su amigo inconverso haya experimentado. Si el Espíritu Santo no obra en él mientras usted habla, no podrá entender (I Cor. 2:14). Lo que la persona inconversa necesita de usted es la paciencia. Quizás le ayudaría a usted pensar en cuanto tiempo tardó en poder comprender lo que Dios le decía y extenderle a su amigo la misma paciencia que le fue extendida a usted por otra persona. 5. Pídale que le repita el evangelio Una vez que parezca que su amigo ha entendido, usted podría guiarlo en una oración mientras él le dice a Dios que está poniendo su fe en Cristo. Tenga cuidado de aclararle que el hacer una oración no salva. Poner la fe en Cristo es lo que le salva. La oración es solo la manera en que uno le dice a Dios lo que está haciendo. Sin embargo, antes de orar, dígale a su amigo, “Hagamos una cosa para ver si entiendes. Si yo te preguntara, ‘¿qué es que hay que hacer para ir al cielo?’ ¿qué me dirías?” Si parece que no ha entendido, déle más tiempo (y paciencia). 6. Comience el seguimiento enseguida Gócese en que su amigo ahora haya entendido, y aún más importante comience a reunirse con él semanalmente por ocho semanas. En el transcursos de esas reuniones, siga recordándole la sencillez y la claridad del mensaje de la salvación. He conocido a más de una persona quien me ha dicho, “Creía que entendía lo que me habías dicho la noche que oramos, pero quizás no. ¡Ahora sí, sé que entiendo!” Repito que es la responsabilidad del Espíritu Santo llevar a alguien al entendimiento del evangelio. Al mismo tiempo, desde la perspectiva humana, estas seis sugerencias, usadas por el Señor, ayudan a la persona quien no conoce a Cristo a llegar al entendimiento pleno de un mensaje que es tan profundo como sencillo. Este artículo por R. Larry Moyer es traducido de las publicaciones de EvanTell, Dallas Texas, EU, una organización evangelística dedicada a alcanzar a los que no conocen a Cristo y capacitar cristianos para hacerlo. Para mayor información visítelos en su página Web en www.evantell.org.

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