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aventura en primera persona

DESAFÍO: LA VÍA DEL POLO Travesía del Océano Ártico En 2018, tres

hombres intentarán cruzar el Océano Ártico desde Alaska a Noruega en un catamarán único especialmente adaptado al hielo y a la supervivencia en entorno extremo. Un desafío no sólo humano sino también científico en el último de los océanos que nunca antes ha sido atravesado en una embarcación a vela.

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nas 1.750 millas separan Point Barrow, en Alaska, de Spitzberg, en Noruega. Será la tercera tentativa de Sébastien Roubinet (37 años) para realizar la travesía del océano Ártico a vela: La Voie du Pôle. Este francés, acompañado de Yves Moreau y Benoît Lequin, tiene tres objetivos principales: realizar la primera travesía a vela del último océano nunca atravesado, superar el desafío técnico del Ártico y lograr cosechar preciados datos científicos ante el calentamiento global.

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Skipper: ¿Con qué tipo de barco van a salir desde Alaska? Sébastien Roubinet: Se sitúa entre el barco y el carro a vela (Windcar). La primera base fue la de un Hobie-Cat con patines testado en los Alpes, desarrollado para poder afrontar los bloques de hielo, eficiente ciñendo y deslizando. Piensa que llegaremos a afrontar crestas de compresión de hielo de hasta 10 metros que podremos rodear o franquear con la ayuda de aparejos después de haber descargado y transbordado los 450 kilos de material. El barco en sí pesa unos 150 kilos en vacío, a los cuales hay que sumar las reservas de comida. Hemos invertido mucho tiempo en optimizar el barco para que sea lo más ligero sobre el hielo, sólido para resistir a los choques y capaz de progresar rápidamente. El carbono y la estructura en nido de abeja se unen a una estructura de aire hinchable para amortiguar los choques. La superficie de las velas es elevada porque esperamos vientos relativamente suaves. El interior, de 2 m2 con una altura máxima de 80 cm, está diseñado para que podamos estar los 3 sentados.

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Utilizaremos una batería manual para reducir el peso y llegar a una autonomía energética completa. Su diseño único es un buen compromiso entre su talla y su peso para obtener la mayor maniobrabilidad posible y poder aumentar su capacidad de desplazamiento sobre el hielo. SK: ¿Qué tipo de condiciones esperan encontrar durante la travesía? S.R.: Esperamos tener un viento favorable, calculamos cruzar el Ártico en 2 o 3 meses. Será verano por lo que las temperaturas deberían estar entre los -10ºC y los +5ºC pero hay que tener en cuenta el problema de la humedad, aunque el agua no hiele el frío se filtra. La ropa técnica perfecta todavía no existe para hacer frente a este tipo de condiciones y puede afectar a nuestra progresión. El mar suele ser tranquilo pero los vientos pueden alcanzar los 35-40 nudos, por lo cual en caso de tempestad habrá que amarrarse a un bloque de hielo mientras esperamos la llegada de mejores condiciones meteorológicas. SK: ¿Cuál es su preparación para este desafío? S.R.: Estoy acostumbrado al frío, ya que he pasado largas temporadas en zonas polares. Si uno consigue dejar de pensar en el frío créeme que consigue olvidarlo. Pien-

Objetivo científico del proyecto La parte científica es un punto clave de la expedición La Voie du Pôle. Más allá del aspecto navegación, supervivencia y récord, la expedición trata de recolectar importantes informaciones sobre el hielo midiendo el grosor de su capa en zonas específicas. Desde un avión o un rompehielos es imposible hacer extracciones, así que las muestras serán claves para valiosos estudios científicos. Serán datos mundiales disponibles para que servidores informáticos y científicos tengan acceso a información que nunca antes se había tenido. Son de importancia crucial para el calibrado de los satélites porque estos hoy en día no dan medidas exactas: si no están bien calibrados partiendo de datos ciertos, son incapaces de proporcionar datos coherentes. Las previsiones sobre el deshielo son ciertas en cuanto a la superficie, si disminuye o no,

pero no sirven en cuanto hablamos de espesor de la capa de hielo. Lo experimentamos a lo largo de nuestra anterior expedición, el grosor del hielo era bien inferior al anunciado por las previsiones y los científicos. La expedición cuenta con el apoyo de un equipo científico. Trabaja con un ingeniero francés del CNRS (Centro Nacional de Búsqueda Científica), Hervé Le Goff, especialista de los datos en Antártica, que se encargará de difundir los datos. Estudiará el impacto humano sobre la banquisa, su contaminación y también su formación con ayuda de Roman Teisserenc. Robin Candau, profesor en la Facultad de Deportes de Montpellier, estudiará los factores de ansiedad y cansancio en condiciones extremas, nuestras capacidades cognitivas e psicológicas inducidas por el cansancio, el frío y la humedad.

sa que antes, para las poblaciones del Ártico, el frío era una cuestión que nunca se planteaba. Se debe vivir con ello y no añadir más estrés en el cuerpo. A nivel físico la experiencia será larga por lo cual hay que entrenarse muy duro. Para resistir al frío realicé una “invernada en familia” sobre un barco de 14 m en Groenlandia el año pasado. Ello me ayudó a entender los desplazamientos del hielo, la meteorología, me permitió impregnarme de la naturaleza que vamos a afrontar durante la travesía. Un cazador local me enseñó a cazar focas, lo cual es una habilidad crítica para ser autosuficientes durante nuestra expedición. Llevaremos un rifle. Cargaremos con provisiones para alimentarnos durante 2 meses y luego tendremos que ser capaces de conseguir presas para alimentarnos. El rifle y las redes para las focas deberían ser suficientes. Los autóctonos dominan ésta práctica para dar de comer a los perros de sus trineos desde hace siglos. Los trineos eran la única forma de poder desplazarse sobre tales extensiones de hielo y nieve, nos inspiramos en ello. SK: ¿Qué les falta para estar listos? S.R.: Tenemos socios técnicos para el barco y los equipamientos pero todavía nos faltan socios financieros para hacer frente al coste del material científico. Tenemos que adaptar la embarcación para que sea más ligera y resistente a las duras condiciones que vamos afrontar. Seguimos buscando patrocinios y cada persona puede contribuir a través de “vuestra estrella al polo Norte”, un adhesivo nominativo en forma de estrella que pegaremos al barco para que podáis viajar con nosotros. Nicolas Massines Más información en: www.sebroubinet.eu