Autonomía y energías alternativas

edición de la feria Consumer Electronics Show. (CES) de Las Vegas este año es que la industria del automóvil o de la inteligencia artificial no está ni cerca de ...
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El auto del futuro

Autonomía y energías alternativas El sector automotor tiene, aunque resulte curioso, más dudas sobre su presente que sobre su futuro de mediano y largo plazo. Las casas matrices de las grandes compañías ya definieron cómo serán sus productos en cinco o 10 años. El panorama local y su forma de llevarlo a cabo.

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Por Leandro Africano La profecía ya fue formulada: “los bebés nacidos en 2017 nunca llegarán a conducir un auto”. Lo dijo Henrik Christensen, director del Instituto de Robótica Contextual de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, hace no más de cinco semanas. Su pronóstico parte de los indicios de que la industria automotriz está compitiendo hacia un

futuro sin conductores: “Todas las compañías automotrices están diciendo que dentro de cinco años tendrán autos autónomos en las calles.” Pero su predicción provocó cierto escepticismo en la industria. Las declaraciones de Christensen sugieren además que “la mayoría de los autos no autónomos desaparecerán de las calles estadounidenses dentro de 15 años”. Una situación que, al menos para los argentinos,

es muy poco probable. Se sabe que la vida útil promedio de un vehículo en EE.UU. es de 11,5 años y que hay 258 millones de vehículos livianos en las calles y 17 millones nuevos vendidos cada año. Es poco probable que no se vea esa flota en el futuro cercano. Por otra parte, diversos analistas vaticinan que solo 20 millones de vehículos autónomos llegarían a las calles a escala mundial en 2035. Una de los debates que surgió en la última

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edición de la feria Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas este año es que la industria del automóvil o de la inteligencia artificial no está ni cerca de lograr el verdadero objetivo de plena autonomía del auto. Allí se planteó que hay escenarios en el que el transporte público hace mucho más factible vivir sin vehículos: por ejemplo solo 20% de los residentes en Manhattan tienen uno, comparado con 92% en el plano nacional. Esta realidad podría extenderse a otras áreas urbanas, donde la infraestructura hace que ser propietario de un auto sea más prohibitivo. Haciendo futurología, los coches autónomos podrían hacer que sea preferible ser transportados por robots que sacar la licencia de conducir. Esta tendencia está surgiendo en Beverly Hills y California, donde ya hay planes de transporte público con flotas de vehículos autónomos. De vuelta a la Argentina y al conversar con los directivos de las terminales se toma conciencia de que pocas veces una industria tie-

acabamos de mencionar son, por ahora, tecnologías independientes que están lejos de la masificación debido a su alto costo. Pero ese estilo de cadena de montaje que inventó Ford hace cien años ya no se sostiene solo. El escenario mundial cambió por la tecnología, la demografía, el clima y los patrones de consumo. Por ende, la industria automotriz tiene por lo menos cinco grandes desafíos por delante: fabricar vehículos con cero emisión de gases; implementar la producción masiva de autos totalmente autónomos: asistir al reemplazo del auto personal por servicios compartidos de movilidad: incorporar sus vehículos a la Internet de las Cosas; e incorporar tecnologías de fabricación sustentables. “Toda la industria automotriz está en un momento de transición. En este escenario, Ford se proyecta como una compañía de soluciones para la movilidad con grandes activos en nuestras marcas. Hemos ofrecido soluciones para cada época y lo seguiremos haciendo. Nuestro cliente es mucho más exigente con

“El avance de la tecnología y el crecimiento mundial de la sociedad suponen cambios de hábito que impactan no solo sobre la forma de consumir sino, sobre todo, las formas de diseñar y producir. En este escenario, el cuidado del ambiente toma cada vez más protagonismo en las empresas. Así como otras industrias deben adaptarse a esta realidad, la automotriz se transforma en uno de los pilares claves para contribuir al crecimiento a través de la promoción de la movilidad sustentable. Con un planteamiento basado en el concepto del ‘vehículo adecuado, en el lugar oportuno, en el momento justo’, Toyota cree que es importante seguir distintos caminos hacia la movilidad sustentable, convencidos de que la inversión en innovación tecnológica y el cuidado constante de los aspectos ambientales en el ciclo de vida del automóvil son bases sólidas para comenzar a construir el futuro de la movilidad”, señaló Daniel Herrero presidente de Toyota Argentina.

ne tan claro el panorama de su futuro como la automotriz. Todas las terminales coinciden en que las energías alternativas y la conducción autónoma, serán los dos ejes centrales de los automóviles de los próximos años. En este punto coinciden todas las terminales. Cuando ocurra la convergencia Hay demasiados cambios simultáneos que están ocurriendo en la industria automotriz como para que se pueda pensar que aquel modelo inventado hace 100 años siga vigente mucho tiempo más. Por ahora, la electrificación, los autos con conducción autónoma que prescinden del conductor humano, los servicios compartidos, Internet de las Cosas, la robotización, la fabricación en 3D son todos desarrollos que van por caminos separados pero que el algún momento no muy lejano van a combinarse. En esa circunstancia la industria automotriz, tal como se la conoce, habrá desaparecido. Todos los desarrollos que

nuestros productos y es por eso que el gran desafío es poder anticiparse a sus necesidades y esencialmente desarrollar todo un nuevo ecosistema en las formas de producción”, explicó Enrique Alemañy, presidente de Ford Argentina durante el diálogo con Mercado. Desde sus orígenes, las grandes automotrices decidían el tipo de auto que usaba la sociedad. Hoy ya no sucede eso porque el mundo advirtió que la quema de combustible es una de las grandes responsables del calentamiento del planeta, y los Gobiernos obligan a cambiar. La introducción de autonomía automotriz, movilidad compartida y el desarrollo de un ecosistema automotor conectado digitalmente sacará del juego a los fabricantes que no tengan la agilidad suficiente y a otros actores hasta ahora importantes: las agencias de seguros. Mientras tanto, la puerta se abrirá para nuevos actores que esencialmente tendrán la ventaja de no estar atados a los viejos modelos de las gigantescas fábricas actuales.

La disrupción de adentro En este escenario la industria automotriz y sus proveedoras deben tratar de sobrevivir a un nuevo período de cambios importantes. Pero los especialistas en análisis de la industria sostienen que esta vez, la disrupción no viene de afuera sino de adentro, motivada por cambios estructurales que alteran el cálculo de rentabilidad y decidirán en última instancia cuáles van a ser las que sigan dominando, cuáles verán reducirse su relevancia y cuáles van a desaparecer.  Planteado así, las terminales afrontan cambios fundamentales: el primero y más inmediato es que el mapa de las ventas globales está cambiando. Más de dos tercios del crecimiento de las ventas en los próximos dos años tendrá lugar en las regiones y naciones emergentes, como China, India y Sudeste Asiático, según PwC Autofacts. De modo que luego de muchos años de centrar sus operaciones en Norteamérica y Europa, los

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{Los desafíos significarán más inversión de las empresas instaladas porque tendrán que hacer frente a nuevos competidores del campo tecnológico, conocidos o simplemente que llegan a la industria.}

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PORTADA | fabricantes de autos y sus proveedores van a tener que repensar sus estrategias de productos, sus estructuras organizacionales y la ubicación de sus centros de investigación y desarrollo, fábricas y operaciones de posventa.  En segundo lugar, mientras la industria se esfuerza por cumplir con las regulaciones medioambientales, muchas automotrices se inclinan hacia los proveedores que desarrollan controles de emisiones económicos y tecnologías alternativas para sistemas de propulsión. Finalmente, a medida que los autos estén cada vez más conectados digitalmente, más autónomos e interactivos con los conductores, los fabricantes buscarán hardware y software para mejorar la seguridad y el disfrute del conductor: estacionamiento automático, posibilidades de auto-navegación y entretenimiento con información basado en la web.  “Volkswagen se esté preparando para uno de los mayores desafíos de su historia: en 2025 queremos ser la compañía automotriz que logre vender un millón de automóviles eléctricos. Queremos ser líderes en esta revolución y nos pusimos objetivos de gran escala. La compañía está en el momento en que no adapta sus automóviles a un nuevo sistema de propulsión, sino que los desarrolla y diseña desde cero para un futuro cercano”, explicó Pablo Di Si, presidente de Volkswagen Argentina. Por su parte Renault, que es una de las compañías pioneras en energías alternativas para

sus automóviles, ya tiene disponible en el mercado argentino la primera versión eléctrica de su tradicional modelo Kangoo. “Hemos logrado la homologación para comercializarlo en la Argentina. Nuestra compañía ya definió que el futuro de la industria será con energía eléctrica, con muchas opciones de manejo autónomas y automóviles totalmente conectados. A escala mundial ya tenemos casi listas nuestras líneas de montaje para los nuevos modelos eléctricos y apostamos a esta nueva etapa de la industria”, aseguró Luis Fernando Peláez Gamboa, director general de Renault Argentina.

Competidores del campo tecnológico La visión a futuro de FCA (Fiat) contempla un escenario similar. “Ya hace casi 10 años que estamos en una transformación vertiginosa que define nuestro futuro como industria. Como fabricantes de automóviles tomamos nota de lo que quiere el cliente: más conectividad, cuidado del medio ambiente, opciones de moto propulsión, autonomía de manejo y la posibilidad de interactuar con otros dispositivos. Estos son los atributos en los que ya estamos trabajando y que le darán forma al auto del futuro cercano”, señaló Antonio Filosa en su encuentro con Mercado. Un simple análisis permite señalar que los desafíos significarán más inversión de las empresas ya instaladas porque tendrán que hacer frente a nuevos competidores del campo tecnológico, conocidos o simplemente nuevos que llegan a la industria operando desde lugares más baratos como China e India. En consecuencia, los proveedores de autopartes deberán pensar mucho en la cartera de productos y encontrar formas de recortar costos y aumentar productividad para crecer y financiar las inversiones. Tanto los proveedores como las terminales tendrán que aprender a diferenciarse por sí mismos y por sus productos para mantener una posición rentable en el ecosistema automotor y mantener las barreras altas a los rivales. M

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Los cinco desafíos futuros 1. Orientarse a la producción de flotas de vehículos no contaminantes. Obligadas por las regulaciones sobre emisiones, metas para detener el cambio climático y cambios en los gustos de los consumidores, las economías irán girando hacia la emisión cero en las flotas de vehículos. Mientras la adopción de vehículos eléctricos será más lenta en los mercados emergentes, en los más desarrollados los nafteros y gasoleros serán cada vez más escasos y solo se mantendrán para determinados propósitos. 2. Los autos totalmente autónomos pasan al frente. Se calcula que de aquí a 2050 la capacidad de manejarse con total autonomía será una característica tan estándar de los nuevos vehículos aprobados como son hoy las airbags. Ya mismo algunos organismos reguladores están promoviendo la introducción inmediata de algunas características de autonomía en todos lo modelos nuevos. 3. Cambiar el equilibrio de poder de la industria. Sin duda, la introducción de vehículos autóno-

mos va a provocar un cambio en las reglas de juego de la industria automotriz. El software, los sensores y la infraestructura de telecomunicaciones que van a determinar cómo el auto se maneja a sí mismo se convertirán en una parte muy valorada del vehículo. Los fabricantes que hasta ahora se han resistido a desarrollar tecnologías autónomas propietarias quedarán a merced de los grandes proveedores de tecnología y de software para poder acceder a esas características cuando llegue el momento. En este escenario hay que contemplar que la autonomía es una seria amenaza para las compañías aseguradoras de autos. 4. Una Internet de las Cosas totalmente conectada. El auto va camino de convertirse en algo totalmente conectado a un ecosistema de dispositivos inteligentes y a una infraestructura de transporte. Los autos se podrán conectar con todo. Además, al usar datos generados por usuarios y al recibir más datos de los otros dispositi-

vos del usuario, podrá anticipar sus necesidades y deseos. El auto intercambiará datos con otros autos, mediante comunicaciones vehículo-a-vehículo (V2V) y con nuevas estructuras de transporte inteligente podrá también establecer comunicación vehículo-a-infraestructura (V2I) con tecnologías d e intercambio de datos.  5. Manufactura buena para el ambiente pero no para el empleo. La manufactura también va a cambiar al ritmo de la introducción de tecnologías que ahorran mano de obra y materiales reusables. Por un lado, se encamina hacia un período de inestabilidad política con miras hacia 2050, porque la adopción de tecnologías que necesitan menos trabajo humano se acelerará. Aquí, los investigadores ven la adopción de técnicas de impresión en 3D como uno de los mayores ataques a la industria desde ahora hasta 2050, mientras el proceso de acelera, se vuelve más confiable y más dinámico en su uso de nuevos materiales.