Aunque el Señor está en lo alto, se fija … Aunque el Señor está en lo alto, se fija en el hombre humilde… Salmo 138:6ª (DHH) El Dios de la Biblia pertenece a una clase propia. Él es único en su clase. Él es absoluto en Su perfección y totalmente santo en todos sus atributos. Mientras que su exclusividad se expresa de muchas diferentes maneras en la Biblia, una de las más prominentes es el uso de la palabra “alto.” Hay muchos ejemplos seculares y terrenales que usan la palabra “alto” para hablar de prominencia y posición. El ejército tiene su “alto mando.” Si eres un “alto ejecutivo” en la corporación, tú tienes una posición de poder e influencia. En la monarquía británica, a un príncipe o una princesa se les llama su “Alteza Real.” El pecado intenta colocarnos por encima del Dios Altísimo. Considera dos ejemplos bíblicos. Primero, la rebelión de Satanás orquestó un asalto frontal a Dios buscando colocarse él mismo por encima de Dios. Puedes leer por ti mismo la audacia de Satanás: “subiré hasta las altas nubes, y seré semejante al Altísimo.” (Isaías 14:14) RVC. El pecado, que es nuestra rebelión contra el Señor, es intentar ponernos por encima del Señor. Por tanto, estamos colocando al Señor en un lugar inferior. El segundo ejemplo viene de la nación de Israel y su acceso a la adoración. Dios les dio claras instrucciones en el Antiguo Testamento en cuanto a que el centro de adoración sería el templo. Era aquí donde el Dios Altísimo iba a recibir los sacrificios y ofrendas presentadas por el pueblo. Tristemente, la gente desechó las instrucciones de Dios tomándolas como demasiado limitantes y restrictivas. De cualquier manera, ¿por qué no iban a poder adorarlo en cualquier lugar y en cualquier momento? En su rebelión ellos comenzaron a hacer justamente eso. ¿Y sabes donde tuvo lugar esta adoración rebelde hecha por el hombre? Fue en los “lugares altos.” Estos lugares altos fueron el punto más bajo en la historia del Israel del Antiguo Testamento. Se convirtieron en los lugares de idolatría, desechando los mandamientos y requerimientos del Señor. El pecado es nuestro intento de rebajar a Dios y colocarnos en la posición “más alta.” Por otra parte, conocer y seguir al Señor, es reconocer que ÉL está en lo alto y es exaltado, y nosotros estamos diseñados para vivir bajo Su control y autoridad. De hecho, este es el lugar más seguro donde podemos vivir. La Posición de Preeminencia del Señor “Yo [Isaías] vi al Señor sentado sobre un trono alto y sublime.” En esta visión, los seres angélicos estaban adorando al Señor, declarando: «¡Santo, santo, santo, es el Señor de los ejércitos! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!» Isaías 6:1b, 3. RVC 1

“El SEÑOR, el Altísimo, es en verdad temible; ¡es el gran Rey de toda la tierra!” (Salmo 47:2) RVC La palabra, “Altísimo,” se encuentra mencionado cincuenta y un veces en la Biblia. Cada vez que leemos esta palabra, está escrita en mayúscula, siendo claramente una referencia al único Dios verdadero. Este lenguaje de Dios estando en una posición de altura y elevándolo, declara Su omnipotencia… ¡Dios es todopoderoso! Nadie puede desafiarlo y tener éxito. Nadie puede luchar con Él y salir victorioso. Desde nuestra humilde posición, levantamos nuestros ojos a los cielos, con gran confianza y certeza, porque nuestro Dios es alto y sublime, el Dios Altísimo, el creador todopoderoso quien es soberano sobre todo y el rey de todas las naciones. La humanidad puede ignorarlo, burlarse de Él, difamarle e injuriarle. Pero el Señor está, y estará siempre en la posición de preeminencia. Algún día, toda persona que haya vivido, se arrodillará en Su presencia y confesará que Jesucristo es el Señor. Confiesa a Cristo como Señor en esta vida y se salvo, viviendo para siempre en el cielo. Pero si esperas hasta que esta vida termine, aún lo confesarás como Señor, pero vivirás para siempre en el infierno. Afortunadamente, a pesar de que el Señor está en lo alto, ¡Él considera al humilde! La Promesa de Provisión del Señor “Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es santo: “Yo habito en las alturas, en santidad, pero también doy vida a los de espíritu humilde y quebrantado, y a los quebrantados de corazón.” Isaías 57:15 RVC Dios ha hecho promesas a los “humildes.” El Señor no ha abandonado a aquellos que están bajo el peso y la esclavitud del pecado. El Señor no nos ha dado la espalda cuando luchamos con problemas y enfrentamos asuntos que no podemos arreglar o resolver. Con demasiada frecuencia cuando consideramos las provisiones que queremos del Señor, nos enfocamos en las provisiones físicas y materiales. Isaías nos dice que el Señor descendió para avivar a Su pueblo. Todas las áreas de nuestra vida, físicas y espirituales, siempre pueden usar un poco de avivamiento. ¿Cuándo dejarían de beneficiarse mi resistencia física y mis hábitos espirituales del avivamiento del Señor? Por el contario, Dios desciende desde las alturas. Él bajó de lo alto en la persona de Jesucristo, e hizo Su entrada en este humilde, rebelde y pecaminoso mundo. Al hacerlo, Él ha prometido que proveerá todo aquello que no podemos obtener por nosotros mismos. El Señor arreglará aquello que no podemos componer por nosotros mismos. Él suplirá los recursos que no podemos suministrar para nosotros mismos. Se le dio el nombre de Jesús, porque Él vino a salvar al mundo de sus pecados. Jesús dejó Su lugar en lo alto para venir al mundo, tomando forma humana. Él lo hizo 2

con el fin de ofrecer la más grandiosa provisión que necesitamos. Él proveyó el perdón para el pecado, el reestablecimiento de nuestra relación con un Dios Santo, y un lugar en el cielo para nosotros, donde viviremos por la eternidad. Este lenguaje de la promesa de provisión por parte del Señor en las alturas, celebra Su omnisciencia… Dios es todo sabio y omnisciente. Él conoce nuestras necesidades, aún cuando nosotros no. Él entonces provee exactamente lo que necesitamos, cuando lo necesitamos. Afortunadamente, aunque el Señor está en lo alto, ¡Él considera a los humildes! Es para nuestro beneficio espiritual, dejar el orden de la creación como el Señor lo ha establecido. El Señor está en las alturas. Nosotros estamos bajo Su autoridad. El Señor está en Su trono. Nosotros estamos bajo Su control.   

La posición del Señor de preeminencia – Su Omnipotencia – Él es TODOPODEROSO La promesa de provisión del Señor – Su Omnisciencia – Él es OMNISCIENTE La presencia personal del Señor – Su Omnipresencia - Él es OMNIPRESENTE.

“¡Cuán bueno es alabarte, Señor! 
 Bueno es, Altísimo, cantar salmos a tu nombre, 
 anunciar tu misericordia por la mañana, 
 y tu fidelidad todas las noches.” Salmo 92:12 RVC. Pastor Jim Engle ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

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