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ASPECTOS DESTACABLES DE LA GESTIÓN DEL SISTEMA PARA LA AUTONOMÍA Y ATENCIÓN A LA DEPENDENCIA (SAAD)

21 DE NOVIEMBRE DE 2013 IMSERSO

ASPECTOS DESTACABLES DE LA GESTIÓN DEL SISTEMA PARA LA AUTONOMÍA Y ATENCIÓN A LA DEPENDENCIA (SAAD)

INTRODUCCIÓN El Gobierno de España ha impulsado con las Comunidades Autónomas toda una serie de medidas relativas al Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) encaminadas a lograr una mejora en el mismo, racionalizando el gasto público en relación con esta materia, y que garantizan la sostenibilidad presente y futura del Sistema, que se plasmaron a través del Acuerdo del Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia de 10 de julio de 2012, y el Real Decreto-Ley 20/2012.

El objetivo de estas medidas ha sido prestar una mejor atención a los beneficiarios del Sistema, de más calidad, con unos criterios que garanticen la igualdad en la concesión de las prestaciones en todo el territorio nacional, más profesional, con impacto en el empleo y respetando los principios recogidos en la propia Ley de Dependencia. En este sentido, se ha priorizado la atención a los mayores dependientes y, desde la implantación de las medidas, se ha reducido el número de personas que se encontraban a la espera del reconocimiento de su prestación. Asimismo, la modificación del calendario de aplicación progresiva de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, que pospone la eficacia de los derechos que les pudieran corresponder a las personas valoradas con una Dependencia Moderada, está permitiendo atender de forma prioritaria a las personas con un mayor grado de dependencia que se encuentran a la espera de recibir atención y mejorando el proceso de valoración y el procedimiento para el acceso a las prestaciones. De esta forma, se racionaliza la aplicación de los recursos disponibles y se da cumplimiento al principio recogido en la Ley sobre la atención prioritaria a la atención a las personas con mayores grados de dependencia.

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APARTADO 1: EVOLUCIÓN DE LA ATENCIÓN A LAS PERSONAS EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA MEDIANTE SERVICIOS Y PRESTACIONES ECONÓMICAS PARA CUIDADOS EN EL ENTORNO FAMILIAR Del análisis de la evolución se observa una tendencia sostenida de aumento de la atención a las personas dependientes a través de servicios, bien mediante el catálogo de servicios recogido en la Ley 39/2006 de 14 de diciembre (Teleasistencia, Ayuda a domicilio, Centro de día y de noche y Atención residencial) o mediante servicios prestados a través de las Prestaciones Económicas Vinculadas al Servicio o de Asistencia personal. En la actualidad, los Servicios Profesionales de Atención a la Dependencia, superan a las Prestaciones Económicas de Cuidados Familiares: A 1 de Enero de 2012 los Servicios suponían el 54,60% del total de la Atención, mientras que a 1 de noviembre de 2013 suponen el 56,85 % del total, es decir, más de dos puntos porcentuales más.

SERVICIOS %S/TOTAL SERV + P.E

ene-12

oct-13

508.735

526.498

54,60% 56,85% +2,25 puntos

2

ene-12 PREST. ECO. C. FAMILIAR %S/TOTAL SERV + P.E

oct-13

423.019 399.678 45,40%

43,15%

-2,25 puntos

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Esto tiene su efecto en el empleo de Profesionales de los Servicios Sociales, ya que a 1 de enero de 2013 las afiliaciones eran 335.929 afiliaciones en alta en la Seguridad Social, mientras que a 1 de noviembre de 2013, ascienden a 337.853 altas. Es decir, 1.924 altas más en este período.

A finales de 2011 (Diciembre) se inicia un cambio de tendencia, pasando de BAJAS en la afiliación de la Seguridad Social en 1 de enero de 2012 de -1.771, a un incremento en la actualidad (1 de noviembre de 2013), de 1.924, con lo que el incremento absoluto es de 3.695 nuevas afiliaciones (1.771+1.924).

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APARTADO 2. ANÁLISIS DEL PERFIL DE LAS PERSONAS BENEFICIARIAS POR SEXO, EDAD Y TIPO DE PRESTACIÓN De conformidad con los datos recogidos en el Sistema de información del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SISAAD), a fecha de 31 de octubre de 2013, existe un total de 739.732 personas beneficiarias con prestación ya reconocida, que reciben un total de 926.176 prestaciones, cifras muy similares a las de períodos anteriores y que se vienen manteniendo, con cierto grado de estabilidad, en los últimos meses. En este sentido, tales datos se pueden considerar desde diferentes perspectivas, como pueden ser las relativas a edad y el sexo de las personas beneficiarias. De este modo, y en primer lugar, analizando el factor de la edad, se puede observar claramente cómo la gran mayoría de las personas beneficiarias del Sistema pertenecen a los tramos de edad más elevados, con especial incidencia del colectivo que se vienen denominando como personas mayores (65 años y más). Se trata de una circunstancia más que comprensible, teniendo en consideración la fuerte interdependencia entre el factor de la edad y el hecho de que una persona se pueda encontrar en situación de dependencia, ya que las personas de mayor edad se sitúan en unas circunstancias de mayor riesgo de cara a incurrir en una situación de dependencia. En el siguiente gráfico se muestra el colectivo de personas beneficiarias del Sistema, agrupadas en diferentes tramos de edad.

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Como resulta apreciable en esta gráfica, el colectivo de las personas mayores supone la inmensa mayoría de personas beneficiarias: 540.550 personas (un 73,07% del total de beneficiarios) tienen una edad igual o superior a los 65 años. Y en esta misma dirección, destaca el peso porcentual que representan las personas con una edad igual o superior a los 80 años (el colectivo denominado como población sobreenvejecida) que suponen un total de 396.359 personas (53,58% del total), mientras que el colectivo con una edad comprendida entre los 65 y los 79 años aglutina a 144.191 personas (19,49%). Un análisis de las diferentes tipologías de prestaciones arroja unos resultados similares, en el sentido de que resulta patente cómo las personas de edad más avanzada suponen la gran mayoría de personas beneficiarias de cada prestación. Así, a modo de ejemplo, en el servicio de Atención Residencial un total de 94.760 prestaciones se han reconocido a personas de 65 o más años (un 73,12%). Asimismo, analizando la prestación económica para cuidados en el entorno familiar (la prestación mayoritaria dentro del Sistema), se aprecia unos resultados similares, en el sentido de que el 72,86% de este tipo de prestación se ha reconocido a personas de 65 años o más. E incluso en otros servicios se puede apreciar esta circunstancia de manera más acusada, ya que un análisis de las cifras referidas a la prestación económica vinculada al servicio revela que el colectivo de personas mayores supone el 87,62% de las personas beneficiarias. Ello se explica en gran medida partiendo del hecho de que la mayoría de los servicios vinculados a este tipo de prestaciones económicas se trata de servicios de Atención Residencial. En todo caso, en el resto de servicios se puede apreciar esta misma tendencia, de modo que en el de Teleasistencia el colectivo de personas mayores supone un 92,88 % de los perceptores de prestación, mientras que en el servicio de Ayuda a Domicilio esa cifra se sitúa en el 87,82%. Por el contrario, este porcentaje resulta menos elevado en otro tipo de servicios, como puede ser el caso de los servicios de Prevención y Promoción de la Autonomía Personal, donde el colectivo de personas mayores tan solo alcanza un 57,52%, e incluso más claramente en el servicio de Centro de Día, donde el peso de la población mayor supone sólo un 44,26% del total de personas beneficiarias. Un segundo análisis se puede realizar tomando en consideración la variable de la perspectiva de género. En este sentido, cabe afirmar que la dependencia tiene un carácter netamente femenino, toda vez sobre el total de 739.732 personas beneficiarias, 489.880 personas (un 66%) se corresponden con mujeres, y 249.852 (34%) con hombres.

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La mayor incidencia de las situaciones de dependencia dentro del colectivo de las mujeres obedece a varios motivos, destacando en todo caso la mayor esperanza de vida de las mujeres, que supone un mayor riesgo de encontrarse en situación de dependencia, en gran parte debido a la incidencia de las enfermedades crónicas o de larga duración. Personas beneficiarias por sexo

34% Hombre

66% Mujer

En todo caso, y de igual forma que en el supuesto de la edad, un análisis de las prestaciones reconocidas en el marco del Sistema desprende unos resultados similares, en el sentido de que el colectivo de mujeres comprende la gran mayoría de personas beneficiarias de cada prestación. De este modo, nos encontramos con prestaciones en que incluso estos porcentajes resultan más elevados, puesto que tomando en consideración los datos referidos al Servicio de Teleasistencia, las mujeres suponen un 74,38% del total de personas beneficiarias, y los hombres un 25,61%. En relación con la prestación económica vinculada al servicio, estos porcentajes demuestran que las mujeres suponen un 73,68% del total de personas beneficiarias, y los hombres un 26,32%. Por su parte, en el marco del servicio de Ayuda a Domicilio, el colectivo de mujeres alcanza un 72,91%, mientras que los hombres constituyen un 27,09 %. En el servicio de Atención residencial, las mujeres suponen un 66,93% del total de personas beneficiarias, mientras que los hombres alcanzan un 33,07%. Y en relación con la prestación económica de cuidados en el entorno familiar, se puede observar que el colectivo de mujeres comprende un 64,37%, mientras que las personas beneficiarias de sexo masculino suponen un 35,63%. Como conclusión del análisis de las prestaciones reconocidas en el marco del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, cabe afirmar que efectivamente las mismas se refieren a personas beneficiarias de prestaciones que en su gran mayoría son personas 7

mayores, entendiendo como tales al colectivo de personas con una edad superior a los 65 años y que, dentro de este colectivo, existe una clara preponderancia de las mujeres sobre los hombres.

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APARTADO 3. MEDIDAS DE AHORRO.

En el marco de esta serie de Medidas recogidas en el citado Acuerdo del Consejo Territorial de 10 de julio se han adoptado determinadas medidas que generan un importante ahorro tanto en los Presupuestos de las Comunidades Autónomas, como en los Presupuestos Generales del Estado. Dentro de las mismas destaca la reducción en un 15% las cuantías máximas de las prestaciones económicas por cuidados en el entorno familiar, si bien las Comunidades Autónomas, en función de sus necesidades de financiación y presupuestarias y al tratarse de cuantías máximas, pueden aumentar este porcentaje de reducción. Como se ha comentado, se trata de un medida que generará importantes cantidades de ahorro, tanto de cara a los presupuestos de la Administración General del Estado, como en relación con el gasto en la materia por parte de las comunidades autónomas, que resultan las administraciones públicas competentes a la hora de reconocer las correspondientes prestaciones a las personas beneficiarias y determinar la cuantía de las mismas. De este modo, la aplicación de estas medidas por parte de las comunidades ha supuesto que las cuantías de las prestaciones que hasta le fecha se venían reconociendo hayan experimentado una reducción, lo que supone, como se comentaba, una reducción del gasto para las comunidades autónomas. En esta dirección, se puede apreciar cómo las cuantías medias de esta prestación han sufrido un descenso, de modo que las cifras a abonar a las personas usuarias por parte de las comunidades ha descendido en torno a un 23% en su conjunto. De esta manera, y según la información obrante en el Sistema de Información del SAAD (SISAAD), con anterioridad a los acuerdos del Consejo Territorial de 10 de julio de 2012, las cuantías medias mensuales concedidas para las personas valoradas en Grado III se situaban en torno a los 414,58 €, mientras que para el Grado II se cifraban en 295,09 € y en el caso del Grado I se fijaban en 137,20 €. Analizando los expedientes que han sido resueltos con posterioridad, estas cantidades medias mensuales concedidas se cifraban en 343,38 € para el Grado III, mientras que para el Grado II eran 214,43 €, y en el supuesto del Grado I las mismas se situaban en unos 100,94 € como cuantía media.

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En el siguiente gráfico se nuestra esta diferencia entre las cuantías medias mensuales reconocidas, con anterioridad a la entrada en vigor de la mencionada medida, y las cuantías medias que se han venido reconociendo con posterioridad:

Por otra parte, la nueva regulación sobre la aportación de las personas beneficiarias ha supuesto que las comunidades autónomas, en su normativa de desarrollo sobre esta cuestión, hayan modificado sus disposiciones al respecto, de tal forma que la aportación de las personas beneficiarias resulte más elevada que con anterioridad. Ese hecho supone que, efectivamente, el gasto en prestaciones económicas disminuya, toda vez la cuantía a reconocer a la persona beneficiaria resulta inferior, en comparación con las que se venían reconociendo hasta la fecha. De este modo, en los supuestos relativos a la prestación económica para cuidados en el entorno familiar ha supuesto, como se analizaba más arriba, que las cuantías medias reconocidas en la actualidad resulten inferiores a las reconocidas con anterioridad a la entrada en vigor del citado Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio. No obstante, esta circunstancia resulta asimismo apreciable al realizar un análisis de las cuantías medias de las prestaciones económicas vinculadas al servicio. De esta manera, las cuantías medias para esta prestación en relación con las personas de un Grado III se situaban en 630,83 €, mientras que para las personas de Grado II se cifraba en 410,04 €, y en 281,27 € para las personas de Grado I. Por el contrario, un análisis de las cuantías medias de los expedientes tramitados con 10

posterioridad a la promulgación de las citadas disposiciones ha supuesto que la cifra media para las personas de Grado III sea de 592,58 €; para las personas con un Grado II esta cifra se sitúa en 380,04 €, y para el colectivo de personas con un Grado I esta cuantía alcanza los 247,07 €. Analizando estas cuantías se puede observar cómo se ha producido un descenso generalizado en relación a las prestaciones concedidas para todos los grados (cifrada en torno a un 8%).

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