Artículo Publicado en Diario Gestión Egresada Medex 1998

ESTAMOS EN MOMENTO DE ALINEARNOS Aun cuando ya arrancamos el año y asumimos que ya tenemos definidos nuestros objetivos anuales y les haremos seguimiento dígase, trimestralmente, es posible que aún no lo hayamos hecho. Entonces, es una invitación a esta lectura. Es una oportunidad para asegurarnos de que tenemos ciertos objetivos comunes entre todas las áreas de la empresa. Así, aseguramos alineamiento. Y alineamiento es la "goma" que une a la organización. Lo contrario desencadena el "push "de las áreas hacia sus propios objetivos. Por ejemplo, el área de ventas con sus objetivos comerciales, el área financiera con sus objetivos de liquidez y rentabilidad, entre otros; el área de abastecimiento y distribución con sus objetivos de entrega total y a tiempo, entre tantos que podría enumerar. Parece obvio, pero, en la práctica, uno se encuentra que no es tanto así. Y no hablo del nivel gerencial. Seguro que en ese nivel están alinea-dos. Hablo de los operativos, donde, a veces, pecamos en aceptar objetivos subjetivos con el riesgo al final de no poder evaluar con justicia el desempeño del colaborador. Vale la pena entonces asegurar que las acciones de todas las áreas están orientadas a uno o más objetivos en común para que desde el inicio del año se dirijan los esfuerzos a una misma dirección. Una de las formas de elegir estos objetivos comunes es a partir de tomar en cuenta la estrategia del negocio. Por ejemplo, ¿mi estrategia es liderazgo en costos? Si es así, alineemos la organización y compartamos el objetivo de utilidad operativa o Ebitda. ¿Mi estrategia es sostener diferenciación en mi porta-folio de productos? Alineemos la organización en torno a porcentaje de ventas de productos nuevos. Si soy una empresa nueva en el mercado, orientarla organización hacia la participación del mercado en el primer año suena coherente. En lo personal, objetivos de ingresos, rentabilidad, liquidez y clima laboral son buenos" alineadores" (hay que explicarlos la primera vez, vale la pena el esfuerzo de la organización) en organizaciones con fines de lucro. Son sencillas de compartir, muy enfocadas y esto alinea más fácilmente a todos en la empresa. Facilita el seguimiento de la performance, lo que los convierte en poderosas herramientas objetivas para entrenar y evaluar a nuestros colaboradores. Y no hay nada más retador y re-levante para la organización que se entienda que todos contribuyen en el crecimiento de esta.