arte_contextual me invitaron a un conversatorio sobre

plaza y el parque, así como espacios rurales o –dicho con la relatividad que corresponde al contexto del presente Antropoceno– netamente naturales (otros.
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#arte_contextual

me invitaron a un conversatorio sobre “arte público y contextual” por un proyecto que realicé en 2013, y acepté a pesar de que, desde entonces, mis proyectos no corren el riesgo de mojarse bajo la lluvia, de ser reprimidos por la policía o de requerirme acampar durante varias noches debajo del Monumento a la Revolución. pienso que tal vez debo repasar el tema y por eso escribo este texto que publicaré después en mi sitio web (http://www.arjanguerrero.com/texts) y en mi perfil de Are.na (https://www.are.na/arjanguerrero/arte_contextual) junto con contenidos citados y relacionados con este texto –ya saben que cuando una idea se expone a otras personas se vuelve más clara, como adquiriendo mayor resolución de imagen, o cuando menos se muestran mejor todos sus glitches. para eso nos sirve el público a los artistas, creo. (el conversatorio fue organizado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco dentro del marco del programa de Domicilio Conocido, un programa de “arte público” que financió mi proyecto Ojo de Hormiga (http://arjanguerrero.com/OJO-DE-HORMIGA-2013) en 2013, y tuvo lugar en el CCUT mismo el sábado 1º de septiembre de 2017. otros participantes del evento fueron Lorena Wolfer, José Miguel González Casanova y Hugo Leautaud)

para contextualizar esta labor, contarles que el conversatorio es mañana mismo y que esta tarde quiero asistir a un evento público en una galería: se va a presentar una publicación que reúne piezas de varios artistas realizadas ex profeso para contextualizarse en la propuesta editorial de la pequeña revista –y por supuesto, para ubicarse en el contexto de la propia galería junto con todo lo que la situación involucra. quise acelerarme un poco para llegar al evento, así que entré a Soundcloud buscando música de no menos que 128bpm (beats por minuto) y me puse una canción que XLR8 publicó apenas hace 3 horas. nah… más bien voy a poner algo que deje mi atención un poco más a flote, como este mix (https://soundcloud.com/mitaminelab/ml209-beachers) publicado por Mitamine Lab hace ya 10 meses. por el mismo precio, ¿no? (ninguno, obvio). vientos solares. pensando en que podría cambiar este mix de @breachers por otro y otro y otro durante… años… y ya para pasar al tema mismo, sólo agregar a la

conversación una idea que encontré por primera vez hace algunos años en este librito interesante de El hombre postorgánico (1999, pp. 22-23), de Paula Sibila, y ésta es que el paso de la historia nos ha transportado, de un régimen de aprovechamiento de bienes y servicios caracterizado por la noción de propiedad, a un régimen identificado principalmente con la noción de acceso. de la acumulación al leasing (renta). un consumo dado cada vez más en la forma de streaming. ya no es necesario tener grandes reservas o repertorios de bienes para poder consumir o utilizar muchos bienes distintos. lo mismo con las personas y los servicios. nunca fue necesario en sentido filosófico, pero sabemos que hoy es sistemático. toda esta larga introducción para intentar expresar la noción tradicional del espacio público como el espacio de libre acceso –libre bajo ciertas normas, como cualquier otro espacio. como una plataforma o una serie de plataformas hechas para todxs. desde una perspectiva cosmopolita, esta concepción suena inmediatamente imprecisa porque ese “todxs” siempre tiene un límite. la acepción de este “espacio público” tradicional que ha sido posteada y reposteada desde hace mucho más que el mix que ahora suena (https://soundcloud.com/mitaminelab/ml222-dj-different –gracias, Mitamine) se refiere a límites de acceso jerarquizados de acuerdo a categorías de estatus legal, de identidad, de proximidad en relación platónica (https://larisadelser.wikispaces.com/file/view/DeleuzePlaton+y+el+simulacro.pdf) con una esencia que emana del Estado-Nación: nacionalidad, ciudadanía, residencia… (en esta pendiente, las cosas del mundo están cada vez menos próximas a la Idea y su lejanía las lleva hasta la pérdida de relación con ella, donde son consideradas “simulacros” y se les pide visa para entrar). vinculado al Estado-Nación, lo “público”, que proviene de “pueblo” por su etimología (#popŭlus), se opone a lo “privado” en la vieja función de adjetivar a la propiedad, la institución, la iniciativa empresarial, etcétera. pero, si la información es un bien y si su tratamiento (almacenamiento, procesamiento, distribución) es un servicio, entonces la accesibilidad ya no es más identificable con ese espacio para todxs gestionado por el Estado que con el espacio ofrecido por la iniciativa privada. desde mediados del siglo pasado ha ido en ascenso un hegemón (una forma cultural hegemónica) que estructura las políticas mainstream no sólo en el ámbito gubernamental sino también en el corporativo: las políticas bias-free (libres de inclinación, de sesgo, de discriminación) del discurso de Obama, Hilary Clinton o Justin Trudeau (no obstante, el creciente nacionalismo aislante a nivel global comienzan a contar

otra historia), o las políticas bias-free de las tech-companies que ofrecen a cualquier persona, dentro o fuera del planeta, una cuenta gratuita en sus plataformas digitales. “hegemón analógico” es un término usado por Enrique Dussel para referirse a una forma cultural que aglutina las voluntades de la colectividad social –del “pueblo” (#popŭlus), diría Dussel. es el máximo sueño de los hashtags que compiten por popularidad (#popŭlus) en las listas de trending topics. el hecho de que el #usuario sea probablemente el hegemón más popular del “capitalismo de las redes digitales” (Anselm Franke: http://www.sternbergpress.com/?pageId=1446) sugiere que el “pueblo”, posiblemente (#ironía), no tenga una relación platónica-esencial con el Estado ni con los espacios que éste administra. es decir, lo público sigue estando identificado con lo accesible –por disponibilidad o por gratuidad– pero tiene ya muy poco que ver con la calle, la plaza, el parque, etcétera. porque igualmente, público es el perfil de Instagram que puedes visualizar sin permiso previo; público es The Guardian en línea, que aún permite la consulta de sus artículos sin suscripción y con uso de Adblock Plus (bloqueador de anuncios web); público es tu último cortometraje que cualquiera puede mirar en Vimeo; pública es tu lista de reproducción de YouTube sobre “teorías” conspiracionistas que no hiciste privada por descuido; público es ART of the MOOC (https://www.coursera.org/learn/public-art-pedagogy), un proyecto desarrollado por Pedro Lasch y Nato Thompson “integrando arte público y educación experimental” sobre arte público a través del modelo MOOC (Massive Open Online Course: curso en línea abierto –es decir gratuito– y masivo); y público es este mix (https://soundcloud.com/factmag/fact-mix-308-blanck-mass-dec) de Blanck Mass (#meflipa) con el que espero terminar de escribir. #yo_soy_usuario_de_Soundcluod estructuradas por el hegemón político de #inclusionismototal y por el hegemón actante del #usuario, las plataformas bias-free pueden ser herramienta de un nuevo totalitarismo ilustrado en, por ejemplo, la ficción de la película The Circle (2017), donde un Google proxy hiper-vigilante decide promover absoluta transparencia de la información alegando que “saber es bueno. saberlo todo es mejor”. por otro lado, la plataforma bias-free también una potente herramienta de las alianzas más anti-neoliberales entre la democracia y el capitalismo. tagueadas como #aceleracionismodeizquierda (Left Accelerationism) o #comunalismodelujo (Luxury Communalism), las plataformas bias-free son un instrumento con el que ya se intenta construir modernidades alternativas (a las

versiones neoliberales) por ejemplo en territorios o espacios dispersos globalmente y bautizados como New Eelam (https://vimeo.com/202821309), un proyecto de Christopher Kulendran Thomas que no se plantea operar desde la gratuidad pero sí desde la propiedad colectiva (abierta a la suscripción de cualquier persona) de una red de departamentos que aspira a una “ciudadanía líquida” por encima de las fronteras nacionales, preguntándose “cómo un Estado puede constituirse en una forma corporativa”. aquel “espacio público” tradicional es sólo un foro más, o una serie de plataformas con sus propias determinaciones, restricciones, oportunidades, instituciones reguladoras, actores y dinámicas particulares. pero ya no es el espacio exclusivo de encuentro o realización social. desde luego, la calle, la plaza y el parque, así como espacios rurales o –dicho con la relatividad que corresponde al contexto del presente Antropoceno– netamente naturales (otros espacios asimismo fuera de la propiedad privada y administrados por el Estado), son plataformas territoriales fértiles para algunos tipos de dispositivos que pueden ser operados desde el arte, como los monumentos, las marchas o peregrinaciones, las intervenciones medioambientales, los cuales no necesariamente se vinculan con asuntos locales, y además son espacios que cuentan con una enorme diversidad de objetos endémicos que pueden ser utilizados como materiales o instrumentos de producción artística. como espacios específicos, tienen sus temporalidades y ritmos específicos, sus limitaciones específicas, sus comunidades específicas con deseos específicos… y un proyecto que se quiera articular profundamente con esos espacios tiene que articularse profundamente con sus particularidades –de manera que no cualquier proyecto puede realizarse seriamente si está condicionado por los tiempos y los modos de otro contexto como un foro o programa de exhibición artística. y es igual para proyectos que se realicen en otros contextos, como los del campo del arte mismo. hacer #arte_público no significa hacer arte en la calle o hacer arte con una comunidad territorial (barrial/vecinal/ranchera…). #arte_en_contexto no significa arte local. y desconectar lo público del Estado-Nación significa que al espacio público, a lo público mismo, al “pueblo” mismo, podemos crearlo, podemos expandirlo y podemos reinventarlo sin su permiso. podemos crear el espacio público porque podemos crear, más allá de los dominios del Estado, situaciones o plataformas públicas que respondan, reflexionando u ofreciendo alternativas: a las demandas de libre acceso; a la necesidad de espacios para la construcción de comunidad y de mecanismos de colaboración, cooperación y solidaridad; al rezago institucional; al problema fundamental de conceptualizar y realizar una colectividad social universal pero

no totalitaria. con esas preocupaciones, querido público, querido pueblo, queridos y queridas usuarias, es que fundamos BiasFree!, una ONG y marca postcrítica comprometida con la apertura y la inclusión, con la diferencia y la diversidad, con la libertad y el bienestar de la sociedad universal. ¿qué hacemos? certificamos a empresas, instituciones, organizaciones y productos culturales que se conducen con políticas bias-free. BiasFree!, siendo ella misma bias-free, no tiene preferencia por ningún agente sino que intenta poner a debate las políticas de inclusión total y lo que el hashtag #biasfree puede significar en esta época de complejidades fronterizas y plataformas de libre acceso. con eso termino y me voy. les dejo nuestros datos de contacto: http://www.arjan-guerrero.com/Bias-Free Instagram: @biasfree_ngo [email protected] no olviden consultar el canal de Are.na donde puse algunos contenidos relacionados a este texto: https://www.are.na/arjan-guerrero/arte_contextual

Arjan Guerrero. CDMX, 2017.