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Aportes del INTA al Girasol El aporte del INTA al cultivo del girasol es vasto en genética, fisiología, sanidad y tecnología para su conducción. Los resultados y productos obtenidos: germoplasma base, variedades, líneas e híbridos, publicaciones y disponibilidad y adopción del conocimiento, hicieron de la Argentina un país líder en producción, productividad, provisión de aceite y harinas proteicas La Actividad del INTA tiene antecedentes en labores realizadas con anterioridad a su creación, cuando Etchecopar, Faulcaut, Abalos, Illia y Davreux realizaron, en 1936, las primeras labores fitotécnicas en la entonces Chacra Experimental de Pergamino, hoy Estación Experimental Agropecuaria. Obtuvieron líneas por endocría, realizaron selección y recombinación en variedades sintéticas a partir de poblaciones recolectadas en el área girasolera y en puntos de embarques y, en 1945, inscribieron la variedad Saratov Selección Pergamino. Con la introducción de variedades rusas de tipo precoz y talla reducida tales como Saratov, Kruglik, Skorospheli y Fushinka, y francesas tardías y altas denominadas Gigantes, no difundidas debido a su escaso rendimiento, se incorporó nuevo germoplasma a las poblaciones locales. Los primeros híbridos por auto incompatibilidad, realizados en forma manual en 1951, antecesores de los actuales, muestran incrementos de rendimiento por vigor híbrido o heterosis.
Ing. Agr. Carlos Feoli INTA Pergamino, Buenos Aires
VARIEDADES E HÍBRIDOS RESISTENTES A ENFERMEDADES En la década del 60, el INTA logró las primeras líneas resistentes a la roya negra (Puccinia helianthi) y se estableció como objetivo del mejoramiento, la obtención de variedades de polinización abierta, sintéticas e híbridos de alta productividad resistentes a enfermedades, adaptados a diferentes zonas ecológicas y épocas de siembra. Las estaciones experimentales agropecuarias de Pergamino y Manfredi, pusieron a disposición de los productores sus primeras variedades con buen comportamiento a la peste negra. La identificación de los patógenos en laboratorios del organismo (Sclerotium, Sclerotinia, Phoma y Verticillium) la definió como la manifestación de un conjunto de enfermedades. La incidencia relativa variable para cada uno de ellos, según el ambiente, permitió iniciar la selección de materiales resistentes: Manfredi INTA (1960), Ñandubay INTA (1960), Selección Puntano INTA (1962),
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Impira INTA (1962), Guayacán INTA (1964), Cordobés INTA (1965) y Pehuén INTA (1966). Este grupo de variedades y otras que le siguieron, cubrió las necesidades de cultivares durante la reinstalación del cultivo desde los años sesenta hasta fines de los setenta, luego de la decadencia experimentada por el cultivo por sucesivas epifitias. En la segunda mitad de los setenta, con la aparición de los cultivares híbridos, principalmente desarrollados por criaderos privados, el INTA comenzó a jugar un rol dife-
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rente. Con el ánimo de fortalecer y completar los esfuerzos de la actividad privada, fueron liberados los compuestos P2, P3, y P4 y la línea V94, resistente a Verticilium (Verticillium dahliae) y a la roya blanca (Albugo tragopogonis) que utilizaron la gran mayoría de las empresas productoras de híbridos. Mediante convenios de Vinculación Tecnológica con empresas privadas, las unidades de Pergamino y Manfredi inscribieron los híbridos IN-PRA 03 (1991),
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IN-PRA 06 (1993), PRO INTA AGD 239 (1996), PROTON E R 301 y PROTON R 302 (2000). A partir de 1993 se crearon, liberaron y registraron líneas endocriadas, androestériles y restauradoras y combinaciones híbridas y desde 1999 se desarrollaron, con cromatógrafo de última generación, genotipos con contenido diferenciado de ácidos grasos. Los proyectos para conservación y evaluación de germoplasma preservaron, multiplicaron y caracterizaron más de 800 entradas de germoplasma de numerosos países, incluyendo el Germoplasma Rioplatense o Argentino. RED DE EVALUACIÓN DE CULTIVARES Desde la década del 50, estas unidades condujeron ensayos destinados a evaluar el comportamiento del germoplasma disponible y detectar el más adecuado para el cultivo comercial, en el marco de la Red de Ensayos Territoriales conducida por la SAGPyA. Más tarde se integraron la Región Centro - Norte Argentino integrada por el Chaco, Santa Fe y Córdoba. Las redes de evaluación de cultivares conducidas por el
INTA se iniciaron en la década del 90 y son fuentes de información oficial, confiable, objetiva y exenta de intereses comerciales. Hoy esta actividad esta organizada como una Red Nacional con más de 30 sitios de evaluación. El desarrollo de un programa para mejorar métodos de evaluación de Sclerotinia sclerotiorum (efectuado por la Estación Experimental Agropecuaria Balcarce) y disponer de materiales resistentes junto con la ejecución de un proyecto para el manejo integrado de la enfermedad, utilizando como insumos resistencia genética, fechas de siembra, sistema de siembra y aplicación de agroquímicos contribuyó a disminuir su incidencia. Las unidades de Pergamino y Balcarce también brindaron herramientas para el control del secado anticipado y quebrado de las plantas causado por Verticillium dahliae. El Instituto de Biotecnología Molecular identificó más de 500 microsatélites, para utilizar como marcadores moleculares para identificación de material genético; para la selección de caracteres de interés agronómico, como resistencia a las enfermedades;
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fisiológicos, como resistencia a la sequía, y de calidad, como el contenido o calidad del aceite. CONTROL DE MALEZAS Las Estaciones Experimentales de Pergamino, Paraná, Manfredi, Barrow, Balcarce, Anguil y Sáenz Peña han realizado importantes aportes para el control de malezas. En las décadas del sesenta y setenta, se establecieron los tratamientos más eficientes mediante control mecánico. En Balcarce, Barrow y Pergamino se determinaron los períodos de mayor competencia entre las malezas y el cultivo. Al principio se desarrollaron métodos integrados de control mediante la combinación de laboreo y herbicidas, posteriormente prevaleció el control químico y los sistemas integrados de manejo de las malezas, especialmente aptos para siembra directa. TECNOLOGÍAS ADECUADAS La generación de conocimiento sobre comportamiento de la especie, respuestas a estímulos diversos, bióticos o abióticos, y sobre la interacción genotipo-ambiente permitió ajustar y definir tecnologías de conducción del cultivo adecuadas para que en diferentes situaciones el nuevo germoplasma exprese su potencial: - Curvas de crecimiento del cultivo y su relación con el desarrollo de las plantas para confirmar los períodos de competencia de las malezas con el cultivo. - Curvas de requerimientos de fósforo y nitrógeno, para fundamentar propuestas de fertilización. - Patrones de crecimiento radicular y factores que limitan a su crecimiento. - Efecto de las pérdidas foliares en las diferentes etapas fenológicas del desarrollo, sobre el rendimiento y el contenido de aceite. - Influencia de la radiación interceptada durante el período post-floración sobre el rendimiento y el contenido de aceite. - Ciclo de isoca medidora y orugas cortadoras, en los distintos estados fenológicos del cultivo y determinación de momentos críticos en el desarrollo de plantas y rendimiento.
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- Metodologías de muestreo para determinación de nivel de daño y sistemas de alarma para orugas cortadoras. - Identificación de entomopatógenos y parásitos, y determinación de dosis y aplicación de insecticidas biológicos e implementación e integración de técnicas de manejo y uso racional de insecticidas. - Métodos novedosos para determinaciones de vigor mejoraron a los clásicos métodos de diagnóstico de calidad de semilla, particularmente para siembras con baja temperatura, tempranas o siembra directa. - Bases tecnológicas para la siembra directa, que incluyó información sobre el barbecho químico, densidad de siembra, control de malezas y manejo de las plagas y enfermedades. - Determinación de la variabilidad del contenido de aceite de los frutos del girasol, atribuible al origen genético (45%) y a la variación ambiental (55%). - Efecto de oportunidad y magnitud de las variaciones de radiación sobre el contenido de aceite de aquenio. - El descubrimiento del potencial de producción del girasol en el Valle Bonaerense del Río Colorado resultó en el desarrollo de una zona productora de semilla de híbridos para numerosos criaderos que en la actualidad realizan parte de su producción, con un rendimiento en semilla que duplica o triplica el obtenido en zonas tradicionales, reemplazando, en algunos casos, la producción que algunas empresas hacían en el exterior. - Determinación de pérdidas de cosecha y desarrollo de tecnología para su disminución. - Identificación de plagas insectiles: especies del complejo de gorgojos del girasol y caracterización de los daños; gusanos cortadores; polilla del girasol y sus enemigos naturales, nematodos entomopatógenos, complejo de arácnidos, coccinélidos, hemípteros y neurópteros. Se cuantificó el efecto del control biológico en mortalidad natural. INTEGRACIÓN DE LA CADENA DE VALOR Uno de los últimos aportes institucionales al girasol es el trabajo realizado para la integración vertical de la Cadena de Valor,
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a los fines de la promoción y desarrollo del girasol, producto y subproductos a favor del incremento de su competitividad, formalizada mediante la reorganización de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) entidad que reúne a productores, proveedores de insumos, comercialización y acopio, industria y exportación y sector científicotecnológico. Esta integración resulta en un fuerte efecto sinérgico para el conjunto de actividades futuras destinadas a la promoción del cultivo. La productividad del girasol, unidades de producto por unidad de superficie, observada a través del tiempo muestra una clara tendencia positiva, con una evolución de 200 a más de 1.000 kg de aceite por ha de cultivo, en un período de menos de 30 años. La participación del INTA en este crecimiento fue única hasta los 70. A partir de allí se proyectó mediante las consecuencias de su accionar. Material genético para el
productor y germoplasma base para numerosos programas de mejoramiento. Tecnología analítica y para el cultivo hasta llegar a incursionar en la Cadena de Valor. Destacados mejoradores en la actividad privada se formaron dentro de su planta, entre otros, Luciano (Continental/ACS), Bertero de Romano (Continental/Nidera), Monge Navarro (Cargill), Uhart (Dow AgroSciences), Bruniard (ACA). Los profesionales del INTA son fuente de consulta y son convocados para seminarios, congresos, cursos y conferencias, incluyendo trabajos de consultoría o participando en convenios, en un aporte adicional al sector girasolero argentino. El autor agradece la colaboración de M. Angeloni, D. Alvarez, P. Ludueña, N. Mancuso, R. Parra, V. Pereyra y A. Sosa.
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