Análisis Socio-Histórico del Rol de las Parteras Tradicionales en los

justifica la imposición de modelos sociales y económicos y naturaliza la idea de ... de la precariedad de los indicadores de salud materna en las zonas aisladas.
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1990-2002 En línea con las recomendaciones del Banco Mundial y las reformas de ajuste estructural que se implementaban en los países del tercer mundo, el sistema de salud pasó de la articulación entre servicios privados y servicios públicos financiados por el Estado a un sistema de aseguramiento individual. Dicho sistema significó un recorte presupuestal de los programas de salud pública incluyendo la capacitación a parteras que fueron nuevamente excluidas de las lógicas del sistema de salud. Los planes de desarrollo incluyen un enfoque de género a raíz de la suscripción de Colombia en la convención de la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer. También se consideran las comunidades Afro-colombianas como poblaciones de especial atención estatal. No obstante, esto no se reflejo en el reconocimiento de la labor de las parteras tradicionales en pro de la salud de las mujeres y su rol en las comunidades.

Análisis Socio-Histórico del Rol de las Parteras Tradicionales en los Planes de Desarrollo de Colombia Ximena Abello Vanesa Giraldo Introducción Uno de los ejes centrales de las políticas de modernización en América Latina en los 60’s, fue el fortalecimiento de los sistemas de salud de los estados-nación. Los servicios de salud eran concebidos como vehículos esenciales de la modernización de las comunidades y los cuerpos de los individuos. Una de las estrategias más populares para fortalecer el sistema de salud en zonas rurales y zonas urbanas marginalizadas fue la implementación de las Promotoras Rurales de Salud (PRS) desde 1957. Las PRS fueron un elemento clave del proyecto de internacionalización de la salud pública emprendido por la OMS desde su constitución en 1948. En este proceso modernizador de la salud, gestado desde un marco político institucional, una de las misiones más importante era reducir los campos de acción de representantes tradicionales de la salud indígena y afro, en particular las parteras. A través de una campaña de desprestigio, las parteras fueron excluidas del proceso de cuidado de la maternidad en buena parte del territorio nacional. La efectividad de estas campañas de exterminio varió de acuerdo a la presencia del estado y las economías locales. Sin embargo, durante las reformas del sistema de salud en los 90’s, una de las principales consecuencias fue el recorte presupuestal de las campañas de salud pública que afectó, entre otras, el programa de PRS. El sistema de salud descartó el énfasis en la salud comunitaria y concentró la atención en el desarrollo de un sistema de aseguramiento individual y la privatización de los servicios estatales de salud. Diferentes autores han demostrado las nefastas consecuencias que esto tuvo para el bienestar de la población colombiana como la declinación de tasas de mortalidad evitable, las tasas de vacunación y el empeoramiento de los indicadores de salud materna (Yepes, 2010).   Entre tanto, en aquellas zonas del país en que la presencia estatal había sido débil, las redes de parteras resistieron y continuaron ejerciendo su labor, en ocasiones, clandestinamente. Paradójicamente, después de décadas de reformas en salud, los responsables de políticas públicas reconocen el rol de las parteras en el cuidado de la salud materna y empiezan a discutir la posibilidad de incorporarlas al sistema de salud como PRS. Esta ponencia explora los proceso socio-históricos de las campañas de salud maternal en el Sistema de salud colombiano, su relación con los sistemas tradicionales de salud y los significados de las recientes articulaciones entre la partería y las PRS.

Marco Conceptual La modernización consistió en un proyecto liberal de los Estados Unidos de la post guerra que buscaba expandir el modelo económico e ideológico de los países occidentales (Gilman, 2007:1). Escobar define la modernidad como un régimen de representación que presenta a países del primer mundo como el modelo más avanzado de la civilización y los países del Tercer Mundo como una copia externa. Dando por sentado que el primer mundo está en el más alto grado de desarrollo, se esperaba que los países del Tercer Mundo debían seguir unos parámetros económicos y culturales determinados como condición necesaria para alcanzar los atributos de modernidad. La idea de una forma más avanzada de existencia humana tiene una larga historia en el pensamiento occidental. Discursos de la modernidad pueden rastrearse en los sistemas coloniales (Lander, 2003). Quijano (2003) sostiene que la configuración global actual de las relaciones de poder es la reproducción de una clasificación racial de las poblaciones creadas y reforzadas a lo largo de diferentes períodos coloniales. El proyecto modernizador de los 60’s en Colombia hereda del colonialismo este sistema de clasificación racial y cultural que justifica la imposición de modelos sociales y económicos y naturaliza la idea de superioridad occidental (Brohman, 1995). Dentro de este proyecto, las políticas de salud reproductiva han jugado un rol esencial en la transmisión de una ideología de civilización occidental. Éstas no sólo transformaron las instituciones en función de los lineamientos de los organismos internacionales, sino que permearon la vida de las comunidades y los cuerpos de las mujeres implementando racionalidades reproductivas que se asumían como modernas o desarrolladas. Las parteras tradicionales de las comunidades Afro-colombianas, indígenas y campesinas fueron fuertemente estigmatizadas como figuras opuestas al progreso. Desde principios del siglo XX el cuidado materno-infantil empezó a ser desplazado del entorno comunitario hacia el espacio hospitalario. Pero a diferencia de las sociedades Europeas y Norte Americanas, las parteras no fueron incluidas dentro del sistema de salud a través de la profesionalización sino directamente excluidas del cuidado de las mujeres. Esta exclusión que reproducía lógicas de raza, clase y género de la colonia se reforzó en las políticas de planificación familiar entre los 60’s y 80’s y se consolidó con la lógicas neoliberales en salud que redujeron los programas de salud comunitaria .

Metodología Este estudio se caracteriza por ser de tipo histórico-sociológico y se centra el método genealógico de la investigación social, en tanto prioriza la recolección de datos cualitativos, estableciendo una temporalidad predominantemente diacrónica. Específicamente, esta investigación dedica su objeto a la revisión y análisis cronológico de documentos estatales sobre salud pública producidos consecutivamente entre 1961 y 2006, nuestro método de análisis es además, cualitativo-exploratorio, y se basa en la revisión histórica de las transformaciones y permanencias del concepto de salud materno-infantil, mediante el análisis documental del lugar de la partería y de las parteras en las políticas nacionales sobre salud en Colombia, en los planes de desarrollo nacional y en los planes decenales de salud. Simultáneamente esta investigación propone develar el lugar de la partería contemporánea en Colombia, mediante el análisis de la construcción histórica de narrativas dominantes en torno al rol de las mujeres parteras y la partería en general. Para ello empleamos una serie de técnicas documentales dirigidas a la aproximación, procesamiento y recuperación de información contenida en documentos públicos sobre salud nacional. La genealogía como metodología de este estudio permite además, acercarse al significado estructural de la salud materna infantil, del ejercicio histórico de la partería y del lugar de las parteras, desde una perspectiva gubernamental, en donde son fácilmente identificables los sistemas reguladores de las relaciones entre entes estatales y parteras, políticas de salud, partería y parteras. La genealogía construida a partir de este estudio evidencia las relaciones de poder que reglamentan hace más de 30 años el embarazo, parto y puerperio de las mujeres colombianas, relaciones estrechamente conectadas con el modelo económico dominante, y que además marcan patrones y tendencias sobre salud sexual y reproductiva en el país.  

2002-2010 Las políticas de salud se encaminan hacia el fortalecimiento del sistema de aseguramiento individual administrado por compañías de seguros privadas y la disminución de responsabilidades del Estado frente a los programas de salud. La salud materno-infantil, en particular la mortalidad materna, continua siendo una prioridad para el sistema de salud. Esto se reconoce en la Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva que insiste en la eliminación de prácticas tradicionales seguras ignorando el valor y las posibilidades de la labor de las parteras.   En el 2009, Colombia presentaba una mortalidad materna de 72.88 por 100.000 nacidos vivos que no cumplían con las proyecciones de los objetivos del milenio y la mortalidad materna se concentraba en las poblaciones indígenas, afro-colombianas y rurales en las regiones de mayor aislamiento. La situción evidenció la necesidad de trabajar con las parteras de dichas regiones para lo cual el Instituto Nacional de Salud propuso incluir a las parteras en las acciones de vivigilancia y protección de mujeres gestates. Adicionalmente, se presentó en el 2009 un Proyecto de Ley para reconocer y regular la actividad de las parteras, pero siete años después aún no ha sido aprobado.   2010-2016 Las asociaciones de parteras tradicionales y, en particular, la Asociación de Parteras del Pacífico demostraron que el sistema de salud colombiano y sus diferentes reformas no ha suplido las necesidades en salud materno-infantil de las regiones aisladas de los centros políticos del país. Gracias a su gestión, estas asociaciones lograron visibilizar la importancia de la labor que han llevado a cabo por siglos y cómo ha sobrevivido a la constante exclusión estatal. En consecuencia, la partería tradicional del pacífico fue declarada patrimonio cultural de la nación.

Conclusiones Los Planes Nacionales de Desarrollo excluyeron sistemáticamente a las parteras tradicionales de los discursos de desarrollo y estigmatizaron prácticas tradicionales como responsables de la precariedad de los indicadores de salud materna en las zonas aisladas.   Las parteras tradicionales son excluidas del sistema de salud mediante dos acciones en salud particulares "atención del parto por personal calificado" que no las incluyo dentro de los primeros programas de salud pública y "atención del parto institucional" que traslado el parto del espacio doméstico al espacio hospitalario donde las parteras no eran bienvenidas.   No obstante, las redes y asociaciones de parteras resistieron a la exclusión y han demostrado durante las últimas dos décadas su capacidad para adaptarse a los estándares de seguridad en atención en salud y el valor de su trabajo en las regiones en que se desempeñan. Las parteras evidenciaron que no era su trabajo sino las condiciones de pobreza y marginalización las principales responsables de la mortalidad materno-infantil en sus regiones.

Resultados 1961- 1974 Desde los primeros Planes Nacionales de Desarrollo las prácticas de sanadores tradicionales fueron consideradas como una amenaza para la salud y la productividad de las poblaciones. “El desarrollo comunitario implica primero que todo el cambio de la estructura mental en la concepción del mundo social, económico y político. Esto lleva a la modificación de actitudes, acciones y posiciones sociales tradicionales para adoptar una perspectiva moderna del mundo” (DNP, 1966, sin número de página). Siguiendo las directrices de la Federación Internacional de Paternidad Planificada y el Fondo de poblaciones de las Naciones Unidas, Colombia implementó la primera Política de Poblaciones en Latino América. Esta tenía como eje central la reducción de la fecundidad, particularmente, entre comunidades indígenas, afro, campesinas y de bajos recursos eliminando prácticas reproductivas tradicionales y enviando profesionales de salud a estas comunidades.  

Referencias

Fuente: The City Paper (2016) https://thecitypaperbogota.com/culture/ colombias-traditional-midwives-included-in-cultural-heritage-ist-of-nation/ 14903

1974-1990 Desde 1974 se encaminaron esfuerzos al desarrollo de un sistema de salud que coordinara las ofertas de salud pública y privada y se articulara con el mercado laboral. La salud materno-infantil fue considerada como una prioridad en el nuevo sistema de salud involucrando dos acciones principales: capacitación de personal en salud y atención institucional del parto. En 1984 se crea la primera iniciativa institucional de capacitación formal de parteras como una estrategia para mejorar la cobertura y los indicadores de atención materno-infantil. No hay registro de la evaluación y resultados de este programa.

Escobar, A. (2011). Encountering Development: The Making and Unmaking of the Third World. Princeton: Princeton University Press. Gilman. (2007). Mandarins of the Future. Modernization Theory in Cold War America. Baltimore and London: The John Hopkins University Press. Lander, E. (2003). Ciencias sociales, saberes coloniales y eurocéntricos. En E. (. Lander, La Colonialidad del Saber: Eurocentrismo y Ciencias Sociales. Perspectivas Latinoamericanas (págs. 11-40). Buenos Aires: CLACSO. Quijano, A. (2003). Colonialidad del Poder, Eurocentrismo y América Latina. En E. (. Lander, La Colonialidad del Saber: Eurocentrismo y Ciencias Sociales. Perspectivas Latinoamericanas (págs. 201-245). Buenos Aires: CLACSO. Yepes, F. (2010). Luces y sombras de la reforma de la salud en Colombia. Ley 100 de 1993. Gerencia Política en Salud, Bogotá, 118-123

Fuentes Planes Nacionales de Desarrollo 1961-2014 Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. 2003 Proyecto de Ley 19 de 2009 Ministerio de la Protección Social. Situación de salud en Colombia. Indicadores básico Instituto Nacional de Salud, Colombia. Protocolo de vigilancia y control de Mortalidad Materna. Bogotá: 2009: 1-42.