Acerca de la mielopatía degenerativa - Veterinaria.org

5 nov. 2011 - Pathol.; 46:241-. 250. • Miller AD., Barber R, Porter BF, et al. 2009. Degenerative myelopathy in two boxer dogs. Vet. Pathol.; 46(4):684-687.
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REDVET Rev. electrón. vet. http://www.veterinaria.org/revistas/redvet 2011 Volumen 12 Nº 11 - http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n111111.html REDVET - Revista electrónica de Veterinaria - ISSN 1695-7504

Carta al Editor Acerca de la mielopatía degenerativa 5 de Noviembre de 2011 Escribo esta carta en relación al artículo “Mielopatía degenerativa canina: signos clínicos, diagnóstico y terapéutica” (http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n080811/081105.pdf), publicado en REDVET Rev. electrón. vet. http://www.veterinaria.org/revistas/redvet, volumen 12, No.8 del año 2011 http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n080811.html Es mi intención realizar algunos aportes en relación al estado actual del conocimiento del tema de esta patología devastadora de algunas razas de perros, en virtud de los avances de la medicina veterinaria, particularmente en lo que se refiere al diagnóstico de enfermedades genéticas. La mielopatía degenerativa (MD) es conocida desde hace más de 35 años como una enfermedad neurodegenerativa de aparición espontánea, que se manifiesta como un desorden medular en los perros adultos. Ocasiona la desmielinización progresiva de las fibras de los fascículos medulares más largos, empezando típicamente en la región toracolumbar de la médula espinal. Inicialmente se creía que era un trastorno específico del Ovejero Alemán, y fue llamada mielopatía degenerativa del Ovejero Alemán, pero ha sido diagnosticada en otras razas, entre ellas Pembroke Welsh Corgi, Boxer, Rhodesian Ridgeback y Cheesapeake Bay Retriever. Durante muchísimos años se han realizado muchas especulaciones en relación a su etiopatogenia, desde la carencia de vitamina E hasta la teoría acerca de su origen inmunomediado, semejante a la Esclerosis Múltiple de los seres humanos. Esta última hipótesis fue sostenida fundamentalmente por el Dr. Clemmons, de la Universidad de Florida, y durante mucho tiempo fue la que privó en la comunidad veterinaria. A partir de ella se propusieron tratamientos y metodologías diagnósticas que hasta poco tiempo fueron la base para el manejo de esta enfermedad. En virtud de los nuevos conocimientos, todas estas teorías han quedado desactualizadas. La secuenciación del genoma humano y canino, y la aplicación de técnicas de genómica y proteómica han revolucionado la Medicina, y están permitiendo analizar el funcionamiento del sistema nervioso, tanto en estados fisiológicos como en diferentes situaciones patológicas. En Medicina Veterinaria, esta situación ha permitido el esclarecimiento de la 1 Comentario en relación a un artículo de Mielopatía degenerativa http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n111111/111112.pdf

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etiología de algunas enfermedades como, por ejemplo, algunas abiotrofias cerebelosas (atrofia cerebelosa cortical del terrier de Staffordshire) o la MD. Recientemente se ha descubierto que la MD es un trastorno semejante a la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) de los humanos. A través de estudios genéticos ha podido establecerse la etiología de la MD. Por medio de un mapeo de asociación genómica se han identificado fuertes asociaciones con marcadores sobre CFA31 en una región que contiene el gen canino superóxido dismutasa (SOD1). Este gen fue considerado un candidato regional debido a que, en humanos, la mutación del SOD1 puede causar ELA. La resecuenciación de SOD1 de animales normales y de perros afectados por MD reveló una transición de G a A en el exón 2, que predice una mutación de sentido erróneo E40K. La neurodegeneración ocurre por cambios conformacionales en la proteína SOD1 mutante, que alteran su actividad biológica y/o promueven la formación de agregados intracelulares de SOD1. En la mutación E40K canina, como la E40G humana y las mutaciones ELA asociadas a SOD1, la lisina sustituye al glutamato en la posición correspondiente al aa 40, provocando los cambios conformacionales en la proteína que alteran su función. Todos los perros afectados con MD estrictamente diagnosticados fueron homocigotas A/A; sin embargo, muchos de estos homocigotas A/A adultos resultaron asintomáticos. Por este motivo, se supone que la MD podría ser una enfermedad autosómica recesiva con penetrancia incompleta, mientras que la mayoría de las mutaciones SOD1 humanas causan formas dominantes de ELA. Sin embargo, en los humanos, la isoforma N90A SOD1 está asociada con una herencia recesiva de ELA en algunas familias, pero con una forma dominante en otras. La historia natural de la enfermedad en familias de personas con herencia recesiva es muy similar a la MD del perro. En la actualidad, los veterinarios, criadores y propietarios de mascotas contamos con una prueba de ADN, disponible en la Universidad de Missouri, Columbia. La prueba identifica claramente a los perros sanos (que poseen 2 copias normales del gen), a los portadores (que poseen una copia normal del gen y una copia mutada) y a los que poseen mayor riesgo de desarrollar DM (con 2 copias mutadas del gen). El descubrimiento que la homocigosis para E40K es un riesgo genético mayor subyacente en la MD permitirá la creación de estrategias a largo plazo de marcadores raciales en perros para evitar que las futuras generaciones se encuentren en riesgo de desarrollar la enfermedad. No obstante, la alta frecuencia de mutación en algunas razas como el Boxer o el Pembroke Welsh corgi sugieren que la eliminación estricta de esta mutación podría reducir severamente el tamaño efectivo de la población en estas razas. La identificación potencial de los loci modificadores y la modificación de su frecuencia pueden ofrecer una alternativa para el mejoramiento racial. A pesar de contar con pruebas de marcadores para MD, varios miles de 2 Comentario en relación a un artículo de Mielopatía degenerativa http://www.veterinaria.org/revistas/redvet/n111111/111112.pdf

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perros de propiedad privada, nacidos antes de la disponibilidad de la prueba, continuarán desarrollando signos clínicos y tomará al menos una década antes que los apareamientos basados en pruebas moleculares puedan reducir sustancialmente la incidencia de esta enfermedad de comienzo tardío. Mientras tanto, los pacientes afectados por MD son potenciales modelos animales para ELA. Estos perros pueden ser usados para investigar los procesos subyacentes de la degeneración de la motoneurona en MD y ELA, para mapear los loci modificadores e identificar factores ambientales que exacerban o disminuyen la severidad de la enfermedad. La fisiopatogenia subyacente a la MD y a todo el grupo de enfermedades que constituyen la enfermedad de Motoneurona (EMN) es desconocida en la mayoría de los casos, y su entendimiento es un intento fundamentalmente especulativo. A lo largo de los últimos 30 años se han sugerido diversas hipótesis, ninguna de las cuales posee aún los elementos experimentales y de observación clínica suficientes como para ser aceptadas en forma definitiva. Las principales teorías se han orientado hacia la excitotoxicidad, el daño oxidativo, la privación de factores tróficos, los trastornos de tipo autoinmune y los factores infecciosos.

Prof. Dr. Fernando Pellegrino Facultad Ciencias Veterinarias – UBA [email protected] Referencias bibliográficas •

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