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Naciones Unidas
SESIDN PLENARIA
ASAMBLEA GENERAL
Viernes 14 de noviembre de 1980, a las 10.45 horas
TR1GESIMO QUINTO PERIODO DE SESIONES
NUEVA
Documentos Oficiales SUMARIO Página
Tema 28 del programa: Política de c.partheid del Gobiernr de Sudáfrica (~on tinuación): a) Informe del Comité Especial contra el Apartheid; b) Informe del Comité ad hoc pan. la elaboración de una convención internaciol(}al contra el apartheid en los deportes; e) Informes del Secretario General. . . . . . . . . . . . . . . . .
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Presidente: Sr. Rüdiger VON WECHMAR (República Federal de Alemania). En ausencia del Presidente, el ·Sr. Ka tapodis (Grecia), Vicepresidente, ocupa la Presidencia.
TEMA 28 DEL PROGRAMA Política de apartheid del Gob5erno de Sudáfrica (continuación) : a) Informe del Comité Especial contra el apartheid; b) Informe del Comité ad hoc para la e~aboración de una convención internacional contra el apartheid en los deportes; e) Inform~s de! Secretario General l. Sr. KANE (Mauritania) (interpretación del francés): Este año, una vez más, nuestra Asamblea se encuentra en la imperiosa obligación de examinar una cuestión que pOf más de una generación ha cargado nuestras conciencias, socavado nuestros esfuel'zos, empañado el prestigio de nuestra Organización y ha sido un& fuente de preocupaci6n para toda la comunidad internacional. No hay duda alguna de que esta cuestión no es accidental o el fruto de una coyuntura temporaria. Desgraciadamente, se trata de un sistema inspirado en un pretendido orden de valores que ha hecho y continúa haciendo de una ~ategoría de personas, esencialmente los negros, objetos de producción, sujetos explotables; en otras palabras, seres humanos reducidos a la única dimensión de bestias de carga. 2. Hoy, nuevamente, el apartheid - porque debemos llamar a este mal por su nombre - continúa sumando víctimas inocentes y transformando al hombre negro, en la tierra de sus antepasados, en una máquina de producir bienes y servicios en bene.. ficio de la minoría blanca y de ciertas empresas • transnacionales de todo el mundo. 3. Nuestra Organización, enfrentada a este drama desde hace mucho tiempo, continúa impotente debido a su paralización por el oscuro juego de las, alianzas entre el régimen de Pretoria y las Potencias colonia-
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les e imperia!ista.s. Los valores morales que inspiraron a los fundadores de las Nadones Unidas y que están inscritos en la Carta en letras mayúsculas, que todos los &eres humanos nacen libres e iguales, se ven pisoteados precisamente por aquellos que libre y solemnemente han prometido respetar los principios más fundamentales de la Carta en el. momento en que se adhirieron a las Naciones Unidas. 4. El fascismo sudafricano, que se beneficia incluso en nuestros dias de la complicidad del irnperiaHs~o y del :;íonismo de Tel Aviv, sigue desafiando a nuestra Organización y ahogando en sangre el grito ue millones de seres humanos que no tienen otra culpa que la de haber dicho no a la discriminación racial. No a l.a opresión, no a la explotación y no a la ocupación de la tierra de sus antepasados por parte de los cQlonos de cabellos rubios venidos del frío. 5. El régim~n de ·Pretoria, en el curso de los años, ha tratado de cambiar sus tácticas, adaptándose a la coyuntura internacional, pero este régimen no se ha modificado y esto se puede comprobar fácilmente si se examina a fondo su polít.ica, siempr~ basada en el desarrollo separado, al que se llama apartheid, en la opres:6n y la explotación de ios negros sudafricanos. 6. En SlJdáfrica también, como ocurrió en el casu de todos Jos regímenes de la misma naturaleza, la religión tuvo que ir en apoyo de una filosofía inicua y una pérdida de velocidad en todas partes del mundo porque esta filosofía está condenada por la moral, la justicia y el derecho. Objetivamente, no tenemos más que regímenes que antes habían utilizado a la religión para ocupar nuestras tierras, violar nuestro equilibrio social, deformar nuestros principios morales y quitar enjundia a nuestros valores culturales, que pueder, en nombre de una solidaridad OlllY ~ompren sible, prestar su apoyo a los racistas de Pretoria. 7. La penetración colonial en el Africa se hizo principalmente con la cruz. Luego que COll la cruz han conquistado nuestros corazones, los colonos, poco a poco, se han apoderado de nuestra~' derras dejándonos su cruz. Pero felizmente, nuestra Organización se ha negado y se niega a deponer las armas en esa lucha sagrada que libra contra el COlopi'"llil)mo, el racismo y el sionismo. En efecto, en 1979, en un esfu,.zo saludable, la Asamblea General adoptaba la resolución 34/93 C que decidía organizar, en cooperación con la Organización de la Unidad Africana (OUA), una conferencia internacional sobre sanciones contra Sudáfrica. 8. Sin duda alguna, esta decisión tenía como objetivo hacer frente a las dificultades con que se había tropezado en varias oportunidades a nivel del Consejo de Seguridad, donde ciertos Estados que apoyan a Sudáfrica se niegan a seguir el sentido de la voluntad 1183
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de la comunidad internacional y los votos expresados muchas veces en el seno de nuestra Organización. 9. Otra decisión no menos importante de nuestra Asamblea es la de dejar vocante la banca que ocupaba el régimen fascista de Pretoria en el seno de la Asamblea General hasta que los representantes legítimos del pueblo sudafricano puedan ocupar ese escaño, lo que esperamos tenga lugar dentro de poco. 10. El Gobierno y el pueblo de Mauritania, por lo tanto, hacen suyas las recomendaciones que figuran en los informes del Comité Especial contra el Apartheid [A/35/22 y Add.l a 3], Comité que, como ustedes saben, recibió un mandato de la Asamblea General para que se continuara la acción iniciada en 1979. 11. Hace unos instantes he dicho que el apartheid ha cr~~do_'Y_~igue creando víctimas. En 1978, el camarada Steve Biko, líder del movimiento de la cónciencia negra, fue fríamente asesinado en las prisiones de Sudáfrica. También en Sudáfrica, el colonialismo piensa que al liquidar a un hombre se liquida la causa que este hombre defiende. Pero aún después de su muerte Steve Biko sigue inspirando a la generación joven de Sudáfr~ca y orientando los trabajos de nuestra Asamblea General. En cuanto al camarada Nelson Mandela, continúa detenido en las cárceles del régimen de Pretoria. 12. Es necesario y urgente que nuestra Asamblea lance un llamamiento al Gobierno sudafricano para que respete los derechos más elementales del hombre y para que libere inmediatamente al camarada Nelson Mandela, porque esa lucha se encuadra dentro del marco de las Naciones Unidas. Las matanzas de Sharpeville, perpetradas por los racistas sudafricanos para poner término a la lucha de liberación del pueblo sudafricano, no han impedido los levantamientos de Soweto que también fueron reprimidos con sangre.
15. En momentos en que las Naciones Unidas y la comunidad internacional se aprestan a adoptar medidas eficaces contra el régimen de Pretoria, mediante la organización de una conferencia internacional sobre sanciones contra el régimen de apartheid, desde ciertos sectores de nuestro mundo se elevan voces discordantes para hablar, una vez más, de la reanudación del diálogo con los racistas sudafricanos. A este respecto quiero declarar, en nombre del Gobierno de Mauritania, que no puede haber ni habrá diálogo con Pretoria mientras el pueblo sudafricano, que vive aún bajo la opresión, no tenga la rosibilidad de gozar de las libertades más fundamentales que se reconocen a todos los pueblos que luchan por su liberación. Por lo tanto, el régimen de Pretoria deberá - y esta es una condición indispensable - renunciar a su política de apartheid y permitir al puebío sudafricano que escoja libremente a sus representantes y el sistema político y social que mejor le convenga. El régimen de apartheid deberá cesar todos sus ataques contra los países de la región, así como toda amenaza contra la seguridad interna y externa de estos países. Solamente así podrá entablarse un diálogo entre el pueblo sudafricano y la administración de Pretoria diálogo que, naturalmente, tendrá que efectuarse baj~ los auspicios de las Naciones Unidas. Todo otro enfoque, inevitablemente, estará condenado al fracaso porque el régimen sudafricano no puede continua; engañando a la opinión internacional, usando los buenos oficios de tal o cual personalidad, en función de coyunturas muy precisas. En todo caso, la política del avestruz del régimen de Pretoria no servirá de nada y ni la cooperación con los racistas ~e Tel Aviv, ni el. apoyo incondicional del imperialIsmo, que desgraciadamente refuerza cada vez más su posición en estos últimos tiempos, lograrán salvarlo del desastre.
13. Hoy, como ayer, el régimen de Pretoria no parece haber aprendido la lección de la historia. o parece haber comprendido que el pueblo sudafricano es también un pueblo y que los negros son seres humanos. Y, sobre todo, no parece haber ~omprendido que el deseo de independencia, de lIbertad y de dignidad no f~S sólo la aspiración de una" categoría de hombres, sino de todos los hombres y de todo hombre. El ejemplo de otros regímenes racistas en el mundo y la situación de Zimbabwe cuajada de enseñanzas, debieron inspirar a quiene~ sustentan el apartheid erA Sudáfrica. Lamentablem~nte, la filosofía racista de Pretoria, cuyo designio eVidente es el de perpetuar la explotación y la dominación, no puede, objetivamente, renunciar a lo que constituye su razón de ser.
16. Para terminar, quisiera felicitar al Sr. Clark, de Nigeria, y a todos los que integran el Comité Especial contra el Apartheid por el trabajo positivo que han llevado a cabo en estos últimos años.
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14. Al igual que en Zimbabwe, los racistas en Sudáfrica, tarde o temprano, tendrán que reconocer lo que es evidente y conceder al pueblo sudafricano su derecho más sagrado" es decir, el derecho a la vida, a la independencia y a la dignidad. Si las alianzas con el imperialismo y los acuerdos con los racistas de Tel Aviv han retardado este proceso de lucha iniciado por el pueblo sudafricano con el apoyo de la OU A, del movimiento de los países no alineados y de las Naciones Unidas, no pueden detener la marcha de la historia, que terminará por aplastar al régimen de Pretoria, arrojándolo al basurero de la historia.
17. Sr. ANDERSON (Australia) (interpretación del inglés): Entre las resoluciones más importantes adoptadas por la Asamblea General en su trigésimo cuarto período de' sesiones figura la Declaración sobre Sudáfrica que forma parte de la resolución 34/93. Cuando Australia prestó su apoyo a dicha resolución, dijimos claramente que lo hacíamos debido a nuestro compromiso de procurar la reducción de la tirantez internacional y porque estábamos preocupados por las burdas violaciones de los derechos humanos que el apartheid cometía con el pueblo de Sudáfrica l. 18. Desde que se aprobó esa resolución se han hecho - como lo observó este año el Ministro de Relaciones Exteriores de Australia durante su discurso en el debate general [lOa. sesión] - promesas condicionadas por parte de los dirigentes sudafricanos, de que considerarían la posibilidad de realizar reformas. El Sr. Peacock dijo también que, a menos que se adoptaran medidas rápidas y substanciales para desmantelar el sistema opresivo de apartheid, resul. I Véase Documentos Oficiales de la Asamblea General, trigé:¡¡mo cuarto período de sesiones, Sesiones Plenarias, lOOa. sesión, párr. 338.
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taría más difícil eliminar las profundas divisiones que caracterizan a la sociedad sudafricana. 19. Por lo tanto, lamentamos profundamente que la Asamblea General se vea obligada nuevamente a considerar las políticas raciales del Gobierno sudafricano. Confiábamos en que el Gobierno de ese país advirtiera la fuerza, la lógica y el principio humanitario que fundamentan los sentimientos de toda la comunidad internacional. 20. Al igual que los demás oradores que hablaron en este debate, deseo aprovechar esta oportunidad para reafirmar la decidida y continua oposición de Australia al sistema de apartheid y a todas sus manifestaciones ofensivas. El apartheid es una política cruel e inhumana que se ha identificado con razón como crimen contra la conciencia y la dignidad de la humanidad. Ya hemos dicho en esta Asamblea que esa política distorsiona todos los aspectos de la sociedad sudafricana y lleva miseria y privaciones a la vasta mayoría de su pueblo.
21. Australia no ha eludido sus responsabilidades en cuanto a la adopción de medidas prácticas des~i nadas a propugnar y acelerar la eliminación del apartheid. El Primer Ministro de Australia desempeñó un papel principal en el proceso de adopción del documento conocido ahora como Declaración de Lusaka sobre el Racismo y los Prejuicios Raciales adoptada por el Commonwealth y emitida en Lusaka durante la reunión de los Jefes de Gobierno del Commonwealth en agosto de 1979 2 • 22. A'Jstralia es miembro activo del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia y apoya sus esfuerzos por poner fin a las injusticias en ese territorio. Como manifestó el Ministro" de Relaciones Exteriores de mi país el 21 de marzo, en el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, a principios de este año, Australia "continuará sus esfuerzos para lograr que se ponga fin a la política cruel y sin sentido de apartheid 3 " • 23. Junto- con otros Miembros de las Naciones Unidas, hemos continuado observando atentamente las deelaraciones y actos del Gobierno sudafricano con la esperanza de que realizara un esfuerzo auténtico por introducir cambios fundamentales en su política racial. Celebramos la declaración formulada por un Ministro sudafricano durante una reciente visita: "No descansaremos hasta que la discriminación racial haya desaparecido de nuestras disposiciones legales y de la vida diaria de Sudáfrica. Mi Gobierno comparte estas ideas." 24. Lamentamos profundamente que los actos del Gobierno sudafricano no hayan estado a la altura de estas promesas. Por ejemplo, los tres proyectos de ley que aparecen en la gaceta del Gobierno, a principios de este mes, sólo brindan mejoras marginales para ciertos negros de zonas urbanas, a la vez que aumentan la carga de la discriminación sobre la mayoría e imponen sanciones más duras a los que infringen las leyes del apartheid. Los nuevos documentos de identidad contemplados en la legislación vuelven irrisorias las promesas del mini5iro pertinente, según las cuales los permisos de circulación 2
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A/34/439-S/13515. anexo. Véase A/AC.115/L.522.
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que constituyen una injuría para aquellos que deben portarlos, serían abolidos.
25. Durante el año transcurrido el Gobierno sudafricano ha tomado iniciativas similares en otras esferas. Se anunciaron planes sobre un nuevo sistema constitucional que supuestamente concedería una parte del poder político a las comunidades de color e india. Est,-s propuestas, que ignoraban a la mayoría negra, fueron rechazadas con razón, por su carácter superficial, por la gran mayoría de los líderes de las comunidades mencionadas. 26. Como manifestó en el debate general el Ministro de Relaciones Exteriores de Botswana: "El hecho de que los blancos de Sudáfrica estén deseosos de preservar su identidad racial y su cultura es algo que no está en discusión, excepto sólo en la medida en que tal identificación se convierta en justificativo para definir los derechos y la condición de un individuo por su nacimiento, determinar su valor por su color o raza y decidir dónde no podrá trabajar ni vivir" [l7a. sesión, párr.42].
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27. Australia comparte estas opiniones democráticas y justas. En verdad, estamos dedicados a la causa de la verdadera democracia basada en la igualdad y en las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas. Es fácil ver que la pretensión de Sudáfrica de que es una democracia liberal que defiende los valores democráticos y religiosos queda desmentida por sus políticas y, en particular, por el trato que se da a la oposición política al apartheid y a la vasta mayoría de sus ciudadanos, negros y blancos.
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28. El Gobierno sudafricano debe tomar conciencia de que es inevitable realizar cambjos fundamentales en su política de relaciones entre las razas y lo más importante es que dichos cambios deben ser urgentes si han de tener lugar pacíficamente. El año pasado hemos visto un aumento de la resistencia del pueblo de Sudáfrica a la política de apartheid de su Gobierno. Se han producido protestas generalizadas de estudiantes negros contra el si~tema inferior y discriminatorio de educación que se les aplica. Ha habido una inquietud creciente en la esfera industrial, donde los trabajadores negros procuran obtener salarios y condiciones de trabajo justos. Las comunidades negras se han resistido tenazmente a su desplazamiento forzado de conformidad con la Group Areas Act. 29. Como consecuencia, en un esfuerzo por mantener sus aborrecibles políticas raciales, el Gobierno sudafricano ha recurrido a medidas cada vez más represivas y brutales. La continuación de la represión sólo puede aumentar la violencia y la catástrofe final, que deben evitarse a toda costa. Estimo que I~ opción la tiene el Gobierno sudafricano, pero resulta claro que las Naciones Unidas no pueden esperar ilimitadamente. El tiempo se agota para el Gobierno de Sudáfrica y se requiere urgentemente una acción positiva. 30. Deseo concluir diciendo unas pocas palabras sobre el proceso de redacción de las resoluciones que tiene lugar en este momento. Es claro que el Gobierno de Sudáfrica merece la condena universal de las naciones del mundo por no reaHzar un intento genuino de desmantelar el sistema de apartheid.
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En realidad, el Gobierno sudafricano se ha mostrado indiferente a las resoluciones que, a menudo por simples razones ideológicas, no demuestran eficazmente la voluntad aunada de la comunidad internacional. Mi delegación insta a quienes redactan proyectos de resolución a que tengan en cuenta la importancia de la unanimidad en esta importante etapa del debate internaciona~ y a que redacten los textos de modo de poder captar en ellos el espíritu de esa unanimidad. 31. Sr. ABDULAH (Trinidad y Tabago) (interpretación del inglés): En 1960 el sistema gobernante tiránico y racista de Sudáfrica reveló su verdadero rostro durante la matanza de Sharpeville, cuando la policía sudafricana disparó contra un grupo de africanos que manifestaban pacíficamente contra la injusticia y la opresión, que forman parte de su existencia diaria. La comunidad internacional, consternada con razón, fue unánime en su condena de este acto bárbaro que condujo a la aprobación, por el Consejo de Seguridad, de la resolución 134 (1960) en que se pidió el fin del sistema de opresión y de apartheid en Sudáfrica. 32. El hecho de que el Consejo de Seguridad 20 años más trade, el 13 de junio de 1980, tras demostraciones similares de represión igualmente bárbaras tuviese que aprobar la resolución 473 (1980), en que se volvió a condenar la represión masiva cometida por el régimen racista y se pidió el desmantelamiento inmediato del sistema de apartheid, indica el menosprecio total y completo con que Sudáfrica acoge las decisiones de esta Organización. 33. Durante los años transcurridos desde Sharpeville, en desafío de todas las resoluciones y decisiones de esta Organización, Sudáfrica ha adoptado medidas para fomentar su política de apartheid. El régimen racista de Pretoria ha intensificado su sistema de bantustanización, promulgado leyes represivas destinadas a sofocar la oposición de los negros ante la odiosa política de apartheid e impedido que se dé publicidad a todo tipo de oposición. Ha recurrido incluso, a la agresión abierta contra Estados vecinos en su demente obsesión por la supremacía blanca. Estos actos y actitudes del régimen sudafricano han fomentado y agravado un estado de tirantez en toda el Africa meridional con graves consecuencias para la paz y la seguridad de la región y, en realidad, para todo el mundo. Tal régimen, en el año actual, con actos que ríos recuerdan los de Soweto, ha dirigido de nuevo sus acciones bárbaras contra niños en edad escolar, lo que demuestra hasta" qué punto está dispuesto a continlÍar consolidando y perpetuando tá dominación y la explotación racial de la gran mayoría de la población. 34. Al reunirnos una vez más en esta Asamblea para un nuevo debate sobre la situación en el Africa meridional, bien podemos preguntarnos por qué, a pesar de la condena general de la comunidad internacional, Sudáfrica persiste en su despreciable política. La respuesta corresponde a cada uno de los miembros de la comunidad internacional; corresponde a aquellos que, con desdén por las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas, siguen en estrecha colaboración con Sudáfrica en las esferas económica, política, militar y nuclear; corresponde a aquellos que aborrecen el apartheid, pero que persisten en dificultar todo intento encaminado, mediante la
imposición de sanciones económicas obligatorias, a obligar a Sudáfrica a que acate las decisiones tomadas. La respuesta la tienen aquellos que pretenden defender los ideales de la Carta pero que, de hecho, colocan el lucro delante de los principios. La mera aprobación de resoluciones no basta; para que sean efectivas, las resoluciones han de ser seguidas de actos concretos y concertados por parte de todos. 35. En un intento por distraer la atención de su sistema arrogante de apartheid, el régimen de Pretoria ha reaccionado, ultimamente, ante la presión internacional contra su política, intentando establecer cambios cosméticos en su política racial. Estos cambios no pueden engañar a nadie toda vez que no cambian la filosofía fundamental del mcismo inherente al apartheid, que ha sido declarado crimen contra la conciencia y la dignidad humanas. 36. El apartheid es un sistema criminal que no puede ser reformado; debe ser y será eliminado. Por esta razón, mi delegación apoya la idea de que sólo el aislamiento total del régimen de Pretoria permitirá a la comunidad internacional erradicar el apartheid. A este respecto, Trinidad y Tabago reitera la exigencia de que, sin más demora, el Consejo de Seguridad tome las medidas apropiadas, en virtud del Capítulo VII de la Carta, para la aplicación efectiva de medidas obligatorias y cabales contra el régimen de Pretoria, incluido el embargo sobre el petróleo. Un elemento esencial del embargo sería la creación de un mecanismo encargado de fiscalizar todos los envíos de petróleo a Sudáfrica. 37. El apartheid es no sólo un crimen de lesa humanidad, sino que constituye un peligro siempre creciente para el Africa y el mundo entero. La militarización y nuclearización en aumento en Sudáfrica demuestran este hecho y suscitan una grave preocupación. Ya no es un secreto para nadie que Sudáfrica ha adquirido capacidad para la fabricación de armas nucleares. Se han presentado pruebas más que suficientes para respaldar esta afirmación. Por lo tanto, debemos apoyar la recomendación del Comité Especial contra el Apartheid que pide que se preste atención al fortalecimiento del mecanismo para la fiscalización del embargo de armas contra Sudáfrica [A/35/22, párr. 325] y que haya una cesación completa de todas las formas de coll:lboración con el régimen en las esferas militar y nuclear por los .gobiernos, empresas, instituciones o particulares [ibid., párr. 338]. 38. A lo largo de los últimos años, Sudáfrica ha estado tratando de reajustar su política de apartheid en los deportes en la esperanza de que sería aceptada en el mundo del deporte internacional. En verdad, un examen del informe del Comité ad hoc para la elaboración de una convención int.~rnacional contra el apartheid en los deportes [A/35/36] revela que algunas organizaciones deportivas estáA intentando admitir a atletas sudafricanos en organizaciones deportivas internacionales de las que anteriormente fueron proscritos. Mi delegación se opone firmemente a cualquier medida de este tipo. A nuestro juicio, el aislamiento efectivo de Sudáfrica debe abarcar todas las esferas de contacto y el restablecimiento de los vínculos deportivos con el régimen sólo servirá para aplazar la erradicación del apartheid en los deportes. Mi delegz.ción desea encomiar ahora a los miembros del Comité ad hoc para la elaboración de una conven-
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ción internacional contra el apartheid en los deportes por su dedicación a la tarea que se les confió. 39. Los vientos de cambio soplan ya a través del Africa meridional y no constituyen un buen augurio para el régimen minoritario racista de Sudáfrica. Las autoridades sudafricanos han trazado su propio derrotero suicida respecto al futuro mediante su negativa a reconocer este hecho. La consecucion de la independencia por parte de Zimbabwe, después de una larga, violenta pero heroica lucha constituye un faro de esperanza para la mayoría oprimida ~e Sudáfrica. Debería constituir también un indicio para el régimen de Pretoria de que es inevitable un cambio, bajo la forma de la erradicación total del sistema de apartheid. La lucha victoriosa del pueblo de Zimbabwe ha demostrado que el indomable espíritu del hombre no se puede sofocar; que el deseo inherente de un pueblo esclavizado de conseguir el control sobre su propio destino no se puede frustrar. Para citar las palabras de Nelson Mandela, "el pueblo africano de Sudáfrica, a pesar de la fiera persecución y de los indecibles sufrimientos, en su valor cada vez mayor, no se apartará ni un solo instante de la histórica misión de liberar a su país y de alcanzar la libertad, la paz duradera y la felicidad". 40. La presión internacional no puede sino acelerar la emancipación inevitable de 21 millones de africanos de Sudáfrica que tan ansiosamente esperan su libertad. 41. Al respecto, mi delegación desea reafirmar su apoyo total e incondicional a la Sudáfrica oprimida y a sus movimientos de liberación nacional al unir sus fuerzas en esta etapa crítica y decisiva de la lucha d~ emzncipación. Al hacerlo; nos unimos a las exhortaciones para la liberación de todos los presos políticos, incluidos Nelson Mandela y otros dirigentes negros. Estos dirigentes se encuentran en la vanguardia de la lucha y deben ocupar el lugar que les corresponde por derecho en todas las discusiones en que esté en juego_el futuro de Sudáfrica. 42. Sr. A. ALI (Pakistán) (interpretación del inglés): El abominable sistema de apartheid, que se basa en la doctrina de la discriminación racial es, desde hace mucho tiempo, el centro de la preocupación y la condena internacionales. El régimen racista de Sudáfrica ha impuesto ese sistema a millones de habitantes autóctonos, despojándolos de sus derechos humanos fundamentales. La sistemática discriminación racial, la explotación y la persecución del pueblo de Sudáfrica constituyen una sombría manifestación de las políticas de apartheid que el régimen minoritario racista de Pretoria ha estado siguiendo en desafío flagrante de todas las normas. de justicia e iguaidad humanas. 43. Desde su creación, las N acion~s Unidas se han esforzado constantemente por poner fin a las políticas de apartheid en Sudáfrica. La Asamblea General ha condenado reiteradamente esas políticas por considerarlas un crimen de lesa humanidad. Año tras año, en esta Asamblea y en otros foros internacionales, la comunidad internacional ha expresada su profundo aborrecimiento, su ira y su angustia por ese cruel sistema. Esos pronunciamientos reflejan la toma de conciencia colectiva de la comunidad mundial de la necesidad primordial de luchar contra el racismo y la
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discriminación racial, una de las más ominosas violaciones de la dignidad y la igualdad humanas. 44. Aunque el régimen racista de Sudáfrica empieza a darse cuenta con: renuencia de que la marea mundial en pro de los derechos humanos ha adquirido un impulso irresistible, no ha demostrado estar dispuesto a responder a las exhortaciones unánimes de la comunidad internacional y, en cambio, ha persistido en su implacable represión y en sus actos brutales contra la población autóctona. Es realmente deplorable que d régimen racista siga negando a los pueblos oprimidos de Sudáfrica y Namibia sus derechos fundamentales, sometiéndolos a una persecución constante, a arrestos indiscriminados, a incesantes juicios políticos y a encarcelamientos arbitrarios. Han quedado fijados para siempre en la conciencia del mundo los horrendos recuerdos de Sharpeville y Soweto, así como el martirio de muchísimos otros que sacrificaron sus' vidas por I~ causa de la libertad. 45. El sistema de apartheid sigue arraigado en Sudáfrica y plantea .un grave reto a la voluntad de la comunidad internacional. El hecho de que esta cuestión siga figurando en el programa de la Asamblea General a lo largo de decenios es una clarinada dirigida a la comunidad mundial para que acepte el desafio e intensifique su lucha contra el racismo y la discriminación racial. En estos problemas se concentra el interés del mundo, pero sin que haya habido ningún resultado. 46. Es~imamos que corresponde a las Naciones Unidas una respon~abilidad especial por defender y consolidar las fuerzas de la libertad contra la tiranía del racismo. Los principios y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas brindan un marco cabal para tomar medidas eficaces destinadas a garantizar el imperio del derecho y la dignidad humana. Los Miembros de las Naciones Uni1as están comprometidos - y lo han hecho en virtud de la Carta - a fomentar el logro de esos objetivos. La Declaración Universal de" Derechos Humanos y las diversas convenciones y pactos de derechos humanos aprobados por las Naciones Unidas constituyen una expresión de ese compromiso. 47. Lamentablemente, sin embargo, los empeños de la comuniilad internacional no han tenido hasta ahora la firmeza suficiente como para obligar al régimen de Pretoria a que renuncie a sus políticas de apartheid, que representan un desafio a los ideales políticos, que lp.s Naciones Unidas pretenden simbolizar y enalte~'1 y sobre los cuales descansa su prestigio internacional. 4&. Mi delegación estima que ya hace mucho que pasó la hora de la retórica y que lo que ahora corresponde a la comunidad internacional es actuar con \firmeza contra el régimen de Pretoria, que no sólo niega los elevados ideales de respeto de los derechos humanos y la libre determinación sino que también pone en peligro la paz y la seguridad del mundo al insistir en su política de represión y terrorismo contra los pueblos de Sudáfrica y Namibia y sus repetidos actos de agresión contra los Estados africanos vecinos. 49. Sudáfrica es hoy el baluarte del racismo y el colonialismo. Con sus constantes violaciones de los preceptos fundamentales del derecho y la·moral inter-
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nacionales ha demostrado ser insensible a la razón y que desafía directamente a la opinión pública internacional. En realidad, es el único país del mundo que tiene una ideología racista. 50. Creemos que la paz en el Africa meridional no se alcanzará hasta que se haya desarraigado el flagelo del apartheid y se haya devuelto al pueblo de esa parte del mundo una vida de dignidad e igualdad. Esta es una tarea que sólo podrá llevarse a cabo con un esfuerzo colectivo y resuelto por parte de la comunidad internacional. Es un motivo de preocupación para todos nosotros que el racismo siga sobreviviendo, ante todo, gracias al apoyo y el auxilio de quienes sacan partido del sistema de saqueo y explotación en Sudáfrica y Namibia. Lamentablemente, Sudáfrica ha logrado frustrar la cruzada contra el colonialismo y el racismo mediante el apoyo y el aliento activos de intereses creados y de Potenciéis extranjeras. ¡,
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51. Las dimensiones alarmantes del papel exterior en el incremento del poderío militar y económico de Sudáfrica han quedado reflejadas en una serie de informes preparados por el Centro contra el Apartheid y de los informes del Comité Especial contra el Apartheid [A/35/22 y Add.l a 3]. Mi delegación comparte la gravísima preocupación expresada en esos informes ante el hecho de que !llgunos Estados no hayan acatado las resoluciones pertinentes de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad encaminadas a eliminar el sistema de apartheid. Pese al embargo obligatorio de armas impuesto por el Consejo de Seguridad en su resolución 418 (1977) de 4 de noviembre de 1977, las empresas transnacionales han seguido desempeñando un papel importantísimo en él afianzamiento df"l Gobierno opresivo de Pretoria, financiando y &portando tecnología a sus programas de producción militar.
pios de libertad y de igualdad, que son tan vitales para el orden mundial, obligan a todos los Estados a trabajar para la eliminación' total del apartheid y la discriminación racial. La comunidad internacional debe empeñarse en el apoyo de la lucha de los pueblos oprimidos de Sudáfrica y de Namibia contra la tiranía racista. Para este fin, sería imprescindible la estricta aplicación del embargo obligatorio de armas contra Sudáfrica, instituído en virtud de la resolución 418 (1977) del Consejo de Seguridad. Mi delegación también apoya la opinión de que ha llegado la hora de que el Consejo de Seguridad considere la aplicación de las medidas necesarias conforme al Capítulo VII de la Carta para obligar al régimen de Pretoria a renunciar a su política racista, de explotación y de opresión. 55. Al mismo tiempo, es necesario que la comunidad internacional amplíe en todo lo posible el apoyo moral :Y material a los movimientos de liberación que I/uchan contra el colonialismo racista. Tenemos la obligación colectiva de ayudarlos en su lucha por la liberación de sus pueblos y de sus territorios. Los Estados de la línea del frente, que han participado firmemente en esta lucha contra el apartheid y a lo largo de los años han sufrido pérdidas humanas y materiales, también necesitan una manifestación concreta de nuestra solidaridad. 56. Este año hemos sido testigos de un acontecimiento trascendental: la emancipación de Zimbabwe. No sólo el Africa sino el tercer mundo en su totalidad y todos los países amantes de la libertad se regocijaron ante esta gran victoria de la causa de la dignidad humana y la igualdad racial. No tenemos dudas de que la valiente lucha del pueblo de Zimbabwe y su triunfo seguirán inspirando otros movimientos de liberación nacional, especialmente el movimiento por la liberación del pueblo de Namibia, que ha emprendido una lucha heroica bajo la dirección de la Organización del Pueblo del Africa Sudoccidental (SWAPO).
52. El Comité Especial ha presentado información detallada sobre la forma en que algunos Estados Miembros han mantenido, e incluso aumentado, sus relaciones políticas, militares, económicas y de otra 57. Mi delegación desea expresar su profundo agraíndole con Sudáfrica, contribuyendo as,Í a la superdecimiento al Comité Especial contra el Apartheid, vivencia de las inicuas políticas de apartheid. El que bajo la capacitada presidencia del Sr. Clark, primer y segundo informes especiales del Comité ha hecho una contribución significativa a la lucha también revelan la constante y creciente colaboración . internacional contra el racismo. Hemos tomado conoentre Israel y el régimen de apartheid, lo cual es cimiento total del informe anual del Comité y de sus motivo de gran preocupación para la comunidad interinformes especiales, cuyas conclusiones y recomennacional, y exige medidas firmes para poner coto a esa daciones apoyamos plenamente. alianza impía entre el sionismo y el apar(heid. 58. También agradecemos los esfuerzos que el 53. La amenaza que plant~a a la paz y la seguridad Comité Especial y su Presidente han hecho, en condel mundo el creciente militarismo de Sudáfrica ha sulta con la OUA, para la convocación de una confequedado muy bien destacada en las conclusiones del rencia internacionai sobre sanciones contra Sudáinforme del Comité Especial: frica. En este sentido, las recomendaciones que figuran en el tercer informe especial del Comité •• La intransigencia del régimen de apartheid Especial [A/35/22/Add.3, párr. 31], son atinadas y ha creado una situación explosiva en Sudáfrica, merecen nuestro pleno apoyo para la rápida aplicuyas ramificaciones se sienten en todo el mundo" de la resoludón 34/93 C de la Asamblea cación [véase A/35/22/Add.l, párr. 257]. General, de 12 de diciembre de 1979. Si ocurre tal explosión, fácilmente podrá afectar la 59. La solidaridad tradicional y total del Pakistán paz del mundo. con el pueblo combatiente de Sudáfrica es bien conocida y no necesita ser reiterada. Dentro de las 54. Estamos de acuerdo con la recomendación de que las fuerzas qBe se oponen al apartheid deberían limitaciones de nuestros recursos le hemos prestado acrecentar su vigilancia y recursos para fortalecer toda la asistencia posible sobre una base regular para la erradicación del apartheid así como para el medidas jurídicas contra la colaboración con Sudáfrica. A este respecto, debemos reconocer que los princibienestar de las víctimas de ese sistema cruel. Nuestra
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poslclon se armoniza con los principios básicos del Islam, que defiende la dignidad de todos los pueblos prescindiendo de raza, color y creencias, y que condena con vehemencia al racismo. Nuestro compromiso con la lucha contra el sistema inhumano de opartheid es un asunto de convicción profunda derivada de los preceptos eternos de nuestra fe. En este sentido, en el undécimo período de sesiones de la Conferencia de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de la Conferencia Islámica, celebrado en Islarnabad en mayo de este año, sus miembros denunciaron con vigor al régimen racista de Sudáfrica y reafirmaron su apoyo decidido en lo económico. técnico, material y moral a la lucha por la liberación de los pueblos de Sudáfrica y Namibia. 60. Desearía terminar citando un pasaje de la reciente declaración del General Mohammad Zia-ulHaq, Presidente de la República Islámica del Pakistán. Al dirigirse a la Asamblea General en nombre de la Organización de la Conferencia Islámica, el 1° de octubre de 1980, el Presidente destacó los sentimientos de 900 millones de musulmanes del mundo . entero cuando dijo: "La política de la discriminación racial, del apartheid y del gobierno minoritario que practica Sudáfrica repugnan a la letra y el espíritu del Islam y de la moral internacional. Estamos persuadidos de que caerá el justo castigo sobre aquellos que practican el racismo y el apartheid, así como los que discriminen entre un ser humano y otro por el color de su piel" [IBa. sesión, párr. 45]. 61. Sr. MAITHA (Kenya) (interpretación del inglés): Una vez más nos hemos reunido durante los últimos días para examinar el progreso, si lo hubo, obtenido en la lucha contra el sistema de apartheid del Gobierno de Sudáfrica. Nuestro trabajo se beneficia ampliamente por el informe del Comité Especial contra el Apartheid, que pinta con claridad cuál es la situación que prevalece en esa región y nos permite considerar los problemas con nitidez. Por esta razón, mi delegación aprovecha esta oportunidad para agradecer al Presjdente y a los miembros del Comité por la buena labor que han realizado. Kenya se propone apoyar la recomendación del Comité. 62. La cuestión de la política racial del Gobierno sudafricano ha sido estudiada por la Asamblea General desde hace ya muchos años. Durante este período muchas resoluciones y decisiones fueron adoptadas por la Asamblea General, el Consejo de Seguridad y otros órganos de las Naciones Unidas, incluso por muchas or6anizaciones no gubernamentales. Sin embargo, la victimización y la opresión debida a la herencia racial de cada individuo son hechos que no han menguado en Sudáfrica. El régimen minoritario racista ha adoptado y sancionado leyes y medidas encaminadas a asegurar que continúe la discriminación, la separación y la explotación del pueblo negro de Sudáfrica. La razón última de esto es retener perpetuamente al pueblo negro subyugado a los caprichos de una minoría blanca. Todo esto se manifiesta mediante un total desprecio por los derechos y la dignidad humanos. 63. Durante años, estas leyes y medidas' diabólicas se han convertido en un sistema de gobierno que ha venido a ser conocido como la política de apartheid.
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Los esfuerzos por convencer a Sudáfrica de que abandone esa política no han tenido éxito. Las declaraciones procedentes de funcionarios de este régimen, de que se están tomando medidas positivas para eliminar los rasgos más detestables de este sistema están solamente al servicio de los esfuerzos calculados del régimen para embaucar a la comunidad internacional. 64. La continua aplicación de esta política de apartheid representa una violación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas que el régimen racista ha decidido desafiar de manera flagrante. Con ánimo semejante ha decidido no prestar atención a las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad. El régimen ha optado por no atender ni respetar la opinión pública mundial que se ha pronunciado tan vehementemente contra su política de apartheid. 65. Frente a la tiranía del sistema de apartheid, que no tiene límites, y bajo el cual el pueblo negro de la región sigue siendo tratado· como bestias de carga, la comunidad mundial. y, en especial, las Naciones Unidas, no pueden hacer otra cosa que combatir ese sistema, empleando todas las medidas necesarias para que se produzca su erradicación rápidamente. 66. En cuanto a los esfuerzos para eliminarlo, mi delegación opina que la comunidad mundial debiera tomar serias medidas para asegurar una asistencia mayor a los movimientos de liberación de Sudáfrica, permitiéndoles así disponer de los medios necesarios para llevar a cabo esta lucha en una forma más eficaz. Debemos pedir que sean liberados todos los luchadores por la libertad y todos los opositores del apartheid que se'encuentran actualmente recluidos en las cárceles sudafricanas. Deben adoptarse también otras medidas encaminadas a lograr este objetivo tanto en las relaciones poHticas, diplomáticas y consulares como en otras relaciones oficiales que se mantienen con el régimen racista de Sudáfrica. 67. Observamos con pesar que, no obstante el creciente aislamiento diplomático de Sudáfrica, diversos Estados Miembros de esta Organización siguen manteniendo relaciones oficiales con ese país. Entre estos tenemos a los que todavía no han cesado de vender y embarcar armas, municiones y todo tipo de vehículos militares a Sudáfrica. Además, otros están brindando su colaboración a Sudáfrica en materia de armamentos nucleares, sin tener en cuenta la resolución 418 (1977) del Consejo de Seguridad sobre el embargo obligatorio de armas contra ese país. Aprovechamos esta oportunidad para recordarles que las enormes necesidades militares de Sudáfrica dimanan principalmente de la situación interna produ\ cida por su política represiva de apartheid, un sistema que ya ha sido declarado por la comunidad internacional como un crimen contra la humanidad. Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todos los Estados Miembros de esta Organización que mantienen esa colaboración con Sudáfrica para que, examinen tales relaciones, las interrumpan y desistan de todo trato con este régimen hasta que abandone el sistema de apartheid. 68. Para concluir, quisiera reiterar la postura bien conocida del pueblo y del Gobierno de Kenya en
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este sentido. Creemos que la preservación y el respeto de los derechos humanos, según han sido consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y las libertades fundamentales son contravenidos por la aplicación de la política de apartheid. Tal es el caso de Sudáfrica y, por consiguiente, la paz y la seguridad sufren una amenaza constante. De hecho, en el pasado reciente ha quedado bien manifiesta la situación que prevalece en Sudáfrica. Los hijos de los oprimidos han hecho manifestaciones contra la inaceptable política de apartheid. La maquinaria estatal ha respondido en todos los casos cometiendo actos brutales y asesinatos cada vez más numerosos. Ha lanzado además incursiones insensatas y agresivas contra los países vecinos y la situación se ha tornado en una peligrosa bomba de tiempo. Es imprescindible que se ponga remedio inmediatamente a estas acciones antes de que la situación estalle y cause daños enormes tanto a los culpables como a los inocentes de todo el mundo. Hacemos un llamamiento para que se aplique en su totalidad la declaración anterior porque esta es la única forma de garantizar la armonía racial en Sudáfrica. De esta forma se aseguraría el fomento y la preservación de la paz y la seguridad internacionales. 69. Instamos a todos los Estados Miembros a que tomen medidas para poner fin y evitar el establecimiento de relaciones con el régimen racista de Sudáfrica en todos los campos de las actividades humanas; para promover al máximo la publicidad de todos los males del apartheid y la acción internacional a fin de asegurar su erradicación; para ~umi nistrar ayuda política, humanitaria y de otro tipo a las víctimas del apartheid y a los movimientos de liberación nacional en Sudáfrica; para someter a Sudáfrica a un mayor aislamiento mediante medidas tales como el boicoteo de los intercambios culturales y deportivos con Sudáfrica; para condenar y no reconocer los bantustanes establecidos en Sudáfrica y para prohibir la colaboración económica, militar y nuclear con Sudáfrica. Siempre habremos de oponernos enconadamente a la práctica de la política de apartheid del Gobierno de Sudáfrica. 70. El PRESIDENTE (interpretación del inglés): De conformidad con la decisión tomada por la Asamblea General el 19 de septiembre de 1980 [3a. sesión, párr. /09], daré ahora la palabra al representante del Congreso Panafricano de Azania. 71. Sr. EBRAHIM (Congreso Panaf.·icano de Azania) (interpretación del inglés): El informe del Comité Especial contra el Apartheid no sólo constituye un historiai de la labor y los progresos alcanzados por el Comité sino que también sirve como un medio para que la comunidad internacional pueda medir el alcance del escarnio :l que son sometidas las decisiones y resoluciones de las Naciones Unidas por parte del régimen racista minoritario de los blancos. Como ya hemos expresado en otras oportunidades, la intransig{"qcia del régimen racista, alentada por el apoyo económico, militar, diplomático y de otra índole que continúa recibiendo de ciertos países, sigue siendo uno de los problemas más dificHes de nuestra época. El informe del Comité Esrr>ecial es también un barómetro que permite a lB. comunidad internacional apreciar el progreso alcanzado por el movimiento de
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liberación nacional hacia los objetivos de libertad y justicia para todos en Azania. 72. El período desde el comienzo de abril de 1980 se ha caracterizado por la resistencia negra en Azania, que es el nombre de la Sudáfrica ocupada. Lo que comenzó como una protesta de los estudiantes negros contra el sistema de educación inferior provisto por el régimen de Pretoria como parte de su plan para perpetuar el sojuzgamiento de la mayoría negra se transformó prontamente en un levantamiento en escala nacional que comprendió a estudiantes y trabajadores. 73. Un boicoteo contra las escuelas que tuvo lugar en abril por los llamados estudiantes de color en El Cabo occidental, en protesta contra la educación del apartheid, pronto se difundió a otras partes del país obteniendo apoyo de otras secciones de la comunidad oprimid8" los africanos y los llamados indios. Aunque la exigencia de que se enseñaran ciertas materias en el lenguaje afrikaans fue rescindida después de la masacre de Soweto, la discrepancia en los gastos destinados a la educación de los negros en relación con los destinados a la educación de los blancos, para quienes es libre y obligatoria - a pesar del hecho de que los blancos constituyen aproximadamente el 18% de la totalidad de la población, perciben el 76% del ingreso monetario nacional - , ha continuado al igual que la discriminación en los salarios entre los profesores negros y sus colegas blancos. 74. Las huelgas de los estudiantes fueron apoyadas por los padres, que no sólo concurrieron a las reuniones de la comunidad en varias partes del país, sino también establecieron comités de padres a fin de sumar su voz a la de los estudiantes. 75. Para fines de junio de 1980, las escuelas negras en todas las provñncias de Sudáfrica fueron afectadas por las huelgas. Cuatro de las cinco universidades segregadas para negros fueron clausuradas como resultado de la acción de los estudiantes. En un artículo titulado "Una nueva fase de la rebelión", el periódico británico New Statesman de 6 de junio de 1980 declaró: " ... la escalada de la inquietud reciente en las escuelas ha sido rápida. Los escolares de color de Ciudad de El Cabo dejaron sus clases a fines de abril; S~s iguales africanos en distintos municipios de CIUdad de El Cabo se adhirieron en solidaridad. Los estudiantes de color'y asiáticos de Johannesburgo se unieron casi inmediatamente, seguidos por los de Natal. .. Los estudiantes africanos en las áreas de Natal boicotearon las clases en desafio deL.. poderoso movimiento Inkatha... del jefe Gatsha Buthelezi. En el corazón del territorio Afrikánder, la población negra del municipio de Bloemfontein, en la ciudad de Batho irrumpió, en un fin de semana, en choques con la policía, durante los cuales murió un hombre y muchos otros resultaron heridos. La policía dio muerte a balazos a dos niños en Ciudad de El Cabo el miércoles de la semana pasada." 76. Los medios de difusión deliberadamente restaron importancia a la extensión e intensidad de la reciente ola de resistencia negra en Azania. Se difundió continuamente la impresión de que las huelgas disminuían y que ello se debía a la actitud conciliatoria del Primer Ministro P. W. Botha. Además, los medios
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de 'difusión, propiedad de los blancos de Sudáfrica, tratar~n de crear deliberadamenté la impresión de que más bien que una huelga de estudiantes negros en su totalidad - o sea, comprendiendo a estudiantes de todos los sectores de la comunidad oprimida en Azania - fue una huelga de estudiantes de color solamente. Algunos medios de difusión llegaron hasta a sugerir que los estudiantes africanos no apoyaron la lmelga, 77. Esta distorsión en la información de la prensa sudafricana de las huelgas de estudiantes fue criticada por el Muslim News, un semanario para negros de Ciudad de El Cabo que ha aumentado enormemente su circulación como resultado de la actitud progresista que ha adoptado en numerosas cuestiones relativas a la comunidad, tales como las expulsiones forzosas de acuerdo con el Group Areas Act y como resultado de su precisa y favorable información sobre el levantamiento de Soweto y otros en 1976. Dice así: "A pesar del hecho de que los periódicos están tratando de difundir el cuadro de que el boicoteo es en gran medida mantenido por alumnos de color, la prensa controlada por los blancos ha llegado al extremo de minimizar el papel de los estudiantes negros en los sectores fuera de Cape Flats. Las quejas que han provocado el boicot son comunes a todos los estudiantes negros. Los estudiantes negros rechazan un programa educativo que está plagado de inferioridades y reclaman con justicia uno que comprenda a todos los alumnos y no un programa que está modelado a base de la pigmentación de la piel. "Es evidente que el Gobierno no ha aprendido nada de lo que ocurrió en 1976. La confrontación entre alumnos y el Estado no se produjo solamente debido' al uso del afrikaans como medio de educación, sino por todo el aspecto discriminatorio de la legislación aprobada. Las razones para el boicoteo son las' mismas. Instalaciones inadecuadas en las escuelas, falta de libros de texto, esto es sintomático del estado opresivo en que se coloca a los desposeídos, con una legislación que favurece a aquellos que tienen el voto... Lo que los estudiantes realmente exigen es lo que siempre han pedido todos los privados de derechos civiles: iguales derechos." 78. Esta cita del Muslim News demuestra claramente que aunque las huelgas de los estudiantes se han concentrado sobre el sistema educacional han establecido permanentemente que su lucha es parte de la lucha por la liberación nacional y la libre determinación en la Azania ocupada. Esto fue señalado también por una· publicación estudiantil SASPU National, en un editorial: 1
"La educación desigual prepara al pueblo para la explotación. El nexo ha sido ilustrado en el contenido de muchos panfletos emitidos por los estudiantes en huelga. Está claro, por lo tanto, que su ataque contra el sistema de educación es de hecho una protesta contra las estructuras más amplias de explotación ... "
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Lo que también ha surgido muy claramente de la presente ola de resistencia negra es la ausencia de una brecha generacional entre estudiantes y padres
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y el hecho de que los estudiantes han gozado del pleno apoyo de sus padres en la lucha. Una razón para ello es que los estudiantes, desde el comienzo; se han embarc~do en una campaña masiva para "educar" a sus padres sobre la naturaleza de sus quejas y exigencias. Como el SASPU National señaló: ,. A diferencia de los boicoteos educacionales de 1976 y 1977, los estudiantes han desplegado una rigurosa disciplina de organización y dirección. Desde el comienzo el boicoteo ha adquirido un fuerte énfasis político y comunitario. "Una semana antes de que los, primeros estudiantes se pronunciaran, se colocaron letreros en las verjas de las oficinas de Wynberg del Departamento de Asuntos de Color con el mensaje: 'Nuestros padres están obligados a trabajar porque ha aumentado el precio del pan. Los textos escolares no son gratuitos. Los alquileres y los precios han aumentado y nada pueden decir. Solidaridad, trabajadores, estudiantes, padres'. "Es por esta razón que los estudiantes dicen que en toda época han mantenido solidaridad con sus padres - los trabajadores - y por qué las exigencias y ataques al sistema educacional incluyen tales declaraciones de solidaridad con trabajadores y padres." 80. En la provincia de El Cabo, por ejemplo, centenares de padres y estudiantes concurrieron a las reuniones de padres y alumnos celebradas en la Ciudad de El Cabo, Salt River y Athlone a principios de mayo. Los padres se manifestaron abrumadoramente en apoyo de la posición tomada por los estudiantes negros de continuar boicoteando las clases hasta que el Gobierno diera evidencias concretas de que cumpliría las promesas del Primer Ministro Botha. Grassroots, una publicación sin fines de lucro que aparece en El Cabo occidental informa lo siguiente: "Las comunidades de El Cabo occidental desde Scotsche Kloof hasta Stellenbosch y de Guguletu hasta Ocean View han mostrado una solidaridad sin precedentes en apoyo de los estudiantes que boicotean las clases contra la educación racial. "Se celebraron reuniones en toda la península, hasta en Stellenbosch y Paarl. Miles de personas concurrieron a las reuniones organizadas por estudiantes, iglesias locales, asociaciones cívicas, grupos juveniles y otras organizaciones. "En todas estas reuniones se expresó apoyo ~ la protesta de los estudiantes." 81. Luego de las vacaciones de mediados de año y debido a las exigencias del régimen de Pretoria de que los estudiantes negros se registraran nuevamente - medida destinada a excluir a los supuestos agitadores - han seguido las protestas estudiantiles a resultas de lo cual las escuelas de la provincia de El Cabo occidental y del Cabo oriental fueron clausuradas indefinidamente. Un famoso periodista, Patrick Laurence, en un despacho publicado el 12 de septiembre de 1980 por el Manchester Guardian , escribió: "Las escuelas negras de la zona de Port Elizabeth y Uitenhage ya han sido clausuradas indefinidamente debido al boicoteo. La justificación de
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la decisión de clausurar las escl;lelas en las zonas afectadas por el boicoteo es que los activistas utilizan los locales escolares como centros de reunión parlilanzar la agitación política. Pero la clausura significa más que privar a los jóvenes negros de lugares de reunión. Ejerce presión sobre los padres negros conscientes del problema educacional para que convenzan a sus hijos de que regresen a las escuelas a fin de impedir la clausura de los establecimientos en sus propias aldeas. "La última serie de disturbios comenzó en la aldea negra de Galeshewe, cerca de Kimberley, tras una invasión de escolares negros en la zona residencial blanca. Se detuvo a 112 adolescentes negros, la mayoría del sexo femenino, acusándolos de violencia públíca. En muchos casos, ~a entrada a la zo'na de los blancos parece haber sido provocada por la persecución policial cuando los jóvenes procuraban ocultarse en las casas suburbanas de los blancos." 82. A mediados de septiembre volvió a estallar la violencia en las aldeas negras del Cabo oriental, en el bantustán de Ciskei y en las aldeas de Langa, Nyanga y G~guletu, en el Ca~o occi~en~al. En el distrito de Whlttlesea del bantustan de Clskel, los estudiantes negros mataron a pedradas a un policía a raíz del constante hostigamiento policial contra los estudiantes que participaban en el boicoteo. La policía, a su vez, mató a un estudiante y detuvo a muchos
diantiles] y el martes llegó por primera vez, a las minas de oro, donde 4.500 mineros negros se declararon en huelga y promovieron disturbios en la mina de Stilfontein. La policía les arrojó gases lacrimógenos desde helicópteros. "En el país cunde la efervescencia. La policía trata de ser más moderada de lo que fue durante los levantamientos de Soweto en 1976... pero está muy exigida. En algunas regiones tiene que trabajar largas horas de tiempo suplementario y el hastío y la tensión comienzan a manifestarse." 86. Las huelgas de los trabajadores negros en Azania tuvieron amplia publicidad en la prensa internaciona! en junio, julio y comienzos de agosto de 1980. SI bien en la mayoría de los casos las huelgas estaban motivadas principalmente por razon~s económicas, los trabajadores a menudo sumaban a sus pedido& de mejores salarios y condiciones de trabajo exigencias a favor del reconocimiento de los sindicatos y la reubicación de sus compañeros despedidos. 87. Las huelgas de los trabajadores negros forman parte de la creciente resistencia general a la dominación blanca en la Azania ocupada. Según Rob Lambert, conferencista en sociología industrial en la.universidad de Natal, unos 50.000 trabajadores negros de los principales centros industriales han lanzado una de las campañas más prolongadas y decididas de la historia laboral sudafricana contra el sistema de explotaciQn.
otros. 83. En la municipalidad de Guguletu, en el Cabo occidental, la policía también mató a un joven negro de 16 años e hirió a otros cuatro. Tras estos asesinatos, la policía detuVo a dos integrantes d~1 Co~i,té de Nación de Padres Negros durante una mcurslon nocturna. Dicho Comité representa a los padres d C' d d negros de las tres aldeas de los alrededores e lU a de El Cabo: Langa, Nyanga y Guguletu. El Comité de Nación publicó una declaración condenando la
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detención de sus miembros. 84. Debido al creciente boicoteo de las escuelas por parte de los estudi~ntes ."egr~s que protest~n contra el sistema educacIOnal mfenor de la mayona negra oprimida, el régimen racista de Pretoria se ha visto obligado a clausurar indefinidamente la~ escuelas en varios centros, incluso en aldeas pequenas como Adelaide, Victoria West y Oudtshoorn. 85. Como resultado de la politización que han estado llevando a cabo los estudiantes negros .en la comunidad, surgió una coalición muy eficaz entr~ est~diantes y trabajadores que se puso en eVidenCia durante las huelgas de los trabajadores y los boicoteos de los autobuses, que se produjeron al mismo tiempo que las huelgas estudiantiles. Los trabaja~ores negros de la industria de la carne de El Cabo occldental se declararon en huelga el miércoles 21 de mayo de 1980, luego de que fueran despedidos. 8~ obreros que habían dispuesto una huelg~ en sohdand.ad con otros compañeros negros. Estudiantes y tra~aJadores hicieron un llamamiento a favor de un bOIcoteo de la carne roja, que la comunidad negra también acató. En el Sunday Express del 1° de julio de 1980 se dice al respecto: "También se está extendiendo la ola de huelgas que comenzó poco después [de las huelgas estu-
En la ola de huelgas, desde la industria de la carne en El Cabo hasta los trabajadores municipales de Johannesburgo, han participado más trabajadores que en cualquier huelga de la industria desde de 1973. 89. Los incrementos de salarios obtenidos por los I negros en los últimos años, especialmente tras os disturbios laborales que asolaron al país en 1973 y 1974, se han visto disminuidos por la inflación que hoy llega aproximadamente al 17%. El salario mensual medio de 47 dólares que gana un trabajador negro no califi~ado en 1980 equivale a a!rf'riedor del 5% menos de lo que ese mismo trabo , ganaba en 1973 como salario mensual promedí 90. Las cuestiones económicas no han sido el único motivo de los disturbios laborales actuales. Los trabajadores negros exigen que se reconozcan sus sindicatos. Tras las huelgas de trab.ajadores de 1973 y 1974 surgió un movimiento sindical independiente pese a que los sindicatos negros no estaban reconocidos. Fue precisamente este movimiento sindical independiente el que en gran medida tuvo a su cargo, y con mucho éxito, la organización de los trabajadores, incurriendc por ello en la ira del régimen racista de Pretoria. Una de las recomendaciones formuladas por la Comisión Wiehahn en 19794 fue que se permitiera la inscripción de sindicatos neg r9 s para colocarlos bajo el control del gobierno. Las leyes promulgadas posteriormente permiten tal inscripción en condiciones sumamente restrictivas. 91. Catorce sindicatos independientes constituyeron la Federación de Sindicatos del Africa Austral. Estos sindicatos se han contado entre las organizaciones t
4 República de Sudáfrica, Report of the Commis.sion of Inquiry into Labour Legislation, part 1, R.P.47/1979 (Pretoria, The Go·,ern· ment Printer).
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de trabajadores no registradas más activas del país. Uno de sus afiliados de FOSAT, el sindicato militante United Automobile, Rubber and Allied Workers' Union, organizó una huelga a mediados de junio tras el asesinato por la policía de al menos 60 personas en El Cabo occidental, movimiento que mutiltÓ a la industria automotriz de El Cabo oriental, en momentos de aparente florecimiento de las ventas de automóviles en Sudáfrica. Las huelgas afectaron a alrededor' de 16 fábricas de automotores y repuestos, algunas de ellas de propiedad norteamericana. En definitiva, el sindicato consiguió un 20% de aumento de salarios para sus afiliados. 92. Los arrestos y las detenciones, las proscripciones y demás tácticas intimidatorias no han podido amedrentar a los trabajadores negrps, que de manera creciente utilizan el recurso de la huelga a pesar de su carácter ilegal en Sudáfrica. En julio se suspendió por varios días a más de 18.000 trabajadores negros en la planta South African Oil, Coal and Gas Corporation Ltd. (SASOL 3), de producción de petróleo derivado del carbón, tras los desórdenes laborales que provocaron la interrupción'del proyecto. Los trabajadores denunciaron al ejército, cuya participación se solicitó para reforzar la seguridad de la planta luego del ataque guerrillero dejunio. Los trabajadores sospechaban que uno de sus compañeros, muerto en circunstancias misteriosas, había sido asesinado por los soldados. 93. En julio también se produjeron huelgas de trabajadores negros en otras zonas. En la mina de diamantes de De Beers, en Kimberley, se despidió a 600 trabajadores negros por dleclararse en huelga en procura de un 50% de aumento de salarios. En una fábrica de papel cercana a Jobannesburgo, 340 trabajadores obtuvieron un 15% de aumento salarial, pasando a 'ganar 1,17 dólares por hora, merced a un movimiento de huelga. De manera análoga, 500 trabajadores de autobuses PUTCO, de Johannesburgo, consiguieron un 15% de aumentos de salarios - pasand().. a 67 dólares semanales - y el reconocimiento de su sindicato a raíz de una huelga de un día. 94. Recientemente, más de 10.000 trabajadores municipales negros fueron a la huelga en Johannesburgo, demandando mejores salarios, la reincorporación de 1.350 trabajadores de empresas hidroeléctricas que habían sido despedidos después de abandonar el trabajo, y el reconocimiento de su sindicato, el Sindicato de Trabajadores Municipales Negros de Johannesburgo. Esta huelga terminó debido a la acción brutal del Consejo Municipal blanco de Johannesburgo, que despidió a 1.500 trabajadores, y de la policía, que arrestó a los trabajadores despedidos y los repatrió a los bantustanes. El líder del Sindicato de Trabajadores Municipales Negros de Johannesburgo - que no fue reconocido - , Sr. Joseph Mavi, fue detenido. La policía indicó que estaba investigando cargos contra él de acuerdo con la Riotous Assemblies A et y la Sabotage Aet, la última de las cuales contiene una pena máxima de muerte. 95, Es evidente que la inquietud laboral se difunda probablemente en Sudáfrica con el aumento de los niveles de politización y organización entre lds trabajadores negros. La politización y la organización, sin embargo, no vendrán por sí solas, sino que serán
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consecuencia de las tareas del movimiento de liberación nacional, que tiene que suministrar una dirección correcta al movimiento de los trabajadores. 96. La presión ejercida sobre la minoría blanca proviene no solamente de la acció~ masiva de parte de la mayoría negra, que ha comenzado a preparar sus músculos con creciente vigor y determinación, sino también de los movimientos de liberación nadonal que están comprometidos a una lucha armada como la principal forma de combatir por la liberación nacional y la autodeterminación del pueblo colonizado de Azania. La guerra de guerrillas se ha establecido ya en Sudáfrica, aunque en esta etapa todavía está limitada en su impacto sobre muchos blancos. Sin embargo, ha asumido tres formas: ataques contra las zonas blancas, atentados sobre las vidas de los colaboradores negros e infiltración rural por las guerrillas del movimiento de liberación. 97. "El terrorismo urbano ha venido para quedarse en Sudáfrica por un futuro previsible", dijo el ex Primer Ministro Johannes Vorster en una visita a un centro de entrenamiento antiterrorista en septiembre de 1977. La primera violencia urbana - entonces dirigida generalmente contra las propiedades, no contra las personas - tuvo lugar a principios de la década de 1960, como resultado de la proscripción del Congreso Panafricano de Azania y del Congreso Nacional Africano de Sudáfrica. Pero esta fase terminó con el ahorcamiento de un hombre blanco, Richard Harris, que colocó una bomba en una estación de Johannesburgo. En diciembre de 1976, un hombre negro, Isaac Seko, dio comienzo a una nueva fase de violencia urbana cuando entró en un restaurante blanco en el Centro Carlton de Johannesburgo e hirió a diversas personas con una explosión de dinamita. Tales incidentes, ninguno de los cuales provocó pérdida de vidas, continuaron en diversas partes del país. El notorio ex Ministro de Policía, Jimmy Kruger, advirtió públicamente que gran número de personas que habían abandonado el país para recibir entrenamiento de guerrilla estaban volviendo y la policía los estaba buscando las 24 horas del día. 98. En junio de 1977', dos trabajadores de un depósito fueron muertos y otro herido cuando tres guerrilleros, que llevaban armas automáticas y granadas de mano, se refugiaron después de haber sido localizados en Johannesburgo. Desde entonces, se informó de más de 20 incidentes con bombas, incluyendo uno en el Centro Carlton de Johannesburgo, en el que fueron heridos varios blancos. Se utilizaron bombas de gasolina y de dinamita. 99. Los negros atacados incluyen a policías, a personas que sirven en instituciones gubernamentales, como los consejos urbanos bantúes, y a personas sospechosas de ser informantes. Varios de ellos han re'sultado muertos. A principios de julio de 1978 un detectivo negro, Orphan Chaphi, fue baleado cuando entraba en su casa en Soweto y murió como consecuencia de sus heridas. Había escapado a un ataque con bombas de gasolina en 1977. La policía sudafricana estaba extremada"11ente preocupada por haber descubierto que el arma utilizada era una pistola automática Tokarev, de procedencia rusa. La Agencia Sudafricana de Noticias informó sobre la prisión de dos mujeres patriotas africanas que en Soweto arrojaron bombas en la casa de un testigo del Estado en ~l
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juicio contra el Congreso Panafricano de Azania de los "18 de Bethal" y otros medios de información han comunicado la liquidación de testigos similares en otros juicios. Recientemente, el periódico Sunday Times de Londres, del 25 de mayo de 1980, informó que: Más de 1O ager~ ~s secretos de la Dependencia de Seguridad han sido asesinados después de haberse infiltrado en. organizaciones [en Sudáfrica] yen el extenor. 100. El terrorismo rural fue confirmado por primera vez en abril de 1978, en el curso de una entrevista de prensa del Jefe de la Policía de Seguridad, Brigadier C. F. Zietsman. Este dijo que habían habido diversas batallas armadas entre la guerrilla y la policía sudafricana, en el Transvaal oriental, cerca de la frontera con Mozambique. Poco tiempo después se anunció que una nueva base armada fue establecida en Phalaborwa, en el Transvaal oriental. Cito lo siguiente de la conferencia de prensa del Brigadier Zietsman: "No se debe pensar que este es un fenómeno reciente, con una solución simple. Se ha venido produciendo durante largo tiempo y es más complicado que lo que la gente cree. Ahora estamos recogiendo los frutos de los años de trabajo de quienes abandonaron el país en la década de 1960. Agregó que la reciente intensificación en larga escala de la actividad guerrillera era parcialmente resultado del cambio en las condiciones de los Estados vecinos de Sudáfrica: las guel'Tillas están ahora recibiendo entrenamiento y apoyo más cerca de casa. Sin embargo, manifestó que ellos trataban de no utilizar las fuerzas sudafricanas por temor a causar embarazo a sus huéspedes. Como todos los movimientos guerrilleros, prefieren extender sus actividades lo más que les sea posible." 1Ol. En las fronteras de Sudáfrica está siendo establecido un anillo de acero por la policía sudafricana. Como lo informó la revista. ro the Point, el 28 de abril de 1978, el Brigadier Zietsman dijo: "No se trata ya de un juego de niños; estamos haciendo frente a una extensa embestida". Desde entonces dijo que alrededor de 2.200 "terroristas potenc,iales" habían sido llevados ante los tribunales de acuerdo con la legislación de seguridad. Más de 350 habían recibido seruencias de más de dos años. 102. Durante una entrevista por la radio, en la que sostuvo que la policía de seguridad había "arrestado a 23 terroristas del Congreso Panafricano infiltrados desde el exterior", el ex Ministro de Policía, J. T. Kruger, declaró: "Los terroristas están llevando a cabo una lucha psicológica para socavar la confianza del pueblo en las medidas de seguridad del país y en las fuerzas de seguridad." Esto fue defundido la emisora" Week-end N ewsroom" de la Corporación Sudafricana de Radiodifusión el 20 de noviembre de 1978. Ese mismo fin de semana Kruger dijo en una entrevista por televisión que el Congreso Panafricano, después de su Conferencia Consultiva de Arusha, en junio y julio de 1978, "ha lanzado dos campañas insurgentes cuyos nombres en código son 'home coming' y 'curtain-raiser' ". También expresó: •• Por consiguiente, sería aconsejable que los miembros del público [blanco] se unan a una
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organización de defensa COfi10 la Citizen Force o los reservistas de la policía" .
103. Si bien es verdad que el colapso de los Estados tapones a lo largo de las fronteras de Sudáfrica ha ayudado grandemente a los movimientos de liberación, el llevar a cabo una lucha armada efectiva en Azania depende de la organización y determinación del movimiento secreto dentro del país. Como ha sido reconocido por los delegados a la importante Conferencia Consultiva del Congreso Panafricano reunida en Arusha, los levantamientos nacionales de 1976 crearon condiciones favorables para la intensificación de la lucha armada. Los principales elementos en esa histórica lucha estuvieron representados por las organiz'1ciones masivas de los escolares y estudiantes. Los veteranos del Consejo Representativo de los Estudiantes de Soweto en Johannesburgo, el Movimiento de los Jóvenes Camaradas en Ciudad de El Cabo y el Movimiento de los Estudiantes Sudafricanos en toda la nación - tres organizaciones que fueron después proscriptas en octubre de 1977 - se han unido al movimiento de liberación nacional, aportando una nueva vitalidad e incrementando las posibilidades de una simbiosis exitosa entre la resistencia interna y los movimientos del exterior. 104. El programa de acción elaborado por la Conferencia Consultiva fue basado en las experiencias de los miembros veteranos del Congreso Panafricano combinadas con las nuevas experiencias de los cuadros producidos por los levantamientos de 1976. La rápida puesta en práctica del programa, reconocida por el mismo Kruger, fue posible por el conocimiento realista de la situación concreta dentro de Azania. 105. El ejército sudafricano ha visto cómo en país tras país las fuerzas revolucionarias han superado finalmente a los ejércitos de represión bien equipados y tomado el poder político. Sin embargo, la población blanca tiene la esperanza de que de alguna manera Sudáfrica será una excepción.
106. Simultáneamente con las presiones internas y regionales, la presión internacional contra Sudáfrica ha crecido de manera firme a través de la OUA, del movimiento de los países no alineados y de la campaña de los Estados socialistas para lograr, entre otras cosas, la imposición de sanciones económicas obligatorias contra el régimen-, de conformidad con el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, ante el convencimiento de que la perpetuación del apartheid en Sudáfrica constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Las principales Potencias occidentales - Gran Bretaña, lo~ Estados Unidos, Francia y Alemania occidental - se han opuesto a la aplicación de sanciones económicas, no sólo en virtud de sus intereses económicos en Sudáfrica, sino también por su nece3idad de materias primas estratégicas. Reflejando la oposición de los países occidentales a las sanciones económicas contra Sudáfrica, Rotberg expresa: ••... el boicoteo total comercial y financiero intentado por los grupos de ....resión norteamericanos 'o con las realidades y británicos no está de ac" económicas y políticas estauounidense y británica... Boicotear el manganeso, el vanadio, el cromo y el platino sudafricanos significaría perjudicar al Occi-
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dente, especialmente a los Estados Unidos, mucho más que a Sudáfrica". 107. Si bien admite que el Reino Unido depende mucho de las relaciones comerciales y de las inversiones en Sudáfrica, Nagorski niega que los minerales sudafricanos revistan una importancia crítica para el Occidente, ya que las sanciones económicas no pueden llevarse a cabo. Alega que con planes cuidadosos y voluntad política pueden encontrarse otras fuentes alternativas de materias primas estratégicas. 108. Los "principios Sullivan" y el Código de Conducta de la Comunidad Económica Europea para las empresas transnacionales de los Estados Unidos y de Europa occidental que operan en Sudáfrica representan una respuesta a la presión por las sanciones económicas. El argumento que se utiliza para justificar la continua participación e~onómica en Sudáfrica es que las empresas transnacionales, al fomentar prácticas de empleo justas, socavarán el sistema de apartheid. La falacia de este argumento ya ha sido analizada por muchos otros. El ex Senador Dick Clarke señaló: "El efecto neto de las inversiones nortea! lericanas ha consistido en fortalecer la autonomía ecop.ómica y militar del régimen sudafricano del apartheid. " . 109. El Centro de las Naciones Unidas contra el Apartheid también ha comenzado a movilizarse para la aplicación de sanciones económicas contra Sudáfrica. En Ginebra se celebró, del 30 de junio al 3 de julio de 1980, una reunión preparatoria y se ha proyectado para 1981 la conferencia internacional sobre sanciones. 110. Estrechamente vinculada con la campaña para las sanciones económicas, se ha planteado una creciente campaña para el .retiro de las inversiones extranjeras en Sudáfrica. En los Estados Unidos, por ejemplo, ·como resultado del movimiento de retiro de inversiones lanzado por estudiantes y organizaciones que se oponen al apartheid, varias universidades han retirado su participación o han vendido sus acciones en empresas multinacionales y otros negocios que tienen inversiones en Sudáfrica. Esto incluye a instituciones prestigiosas como la Universidad Cornell del Estado de Nueva York, la Universidad de Wisconsin, así como a cinco colegios de Amherst, Massachusetts, y continúa la presión en centenares de otras universidades.
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111. En noviembre de 1978, más de 1.300 delegados se reunieron en la Universidad de Nueva York, bajo los auspicios de la North-East Coalition in Support of Liberation in South Africa, para coordinar estrategias sobre la campaña contra las inversiones y otros trabajos de solidaridad. El ex Embajador de los Estados Unidos en Ghana., Sr. Franklyn Williams, observó: "El movimiento social de protesta más coherente desde la guerra de Viet Nam se propaga de costa a costa... la meta de obligar a las empresas norteamericanas a que salgan de Sudáfrica." 112. El régimen de Pretoria sabe muy bien que fue en las universidades de los Estados Unidos y en otros lugares del Occidente donde se gestó el más formidable Inovimiento contra la guerra de agresión de los Estados Unidos en Indochina. Por cierto, las agencias de relaciones públicas sudafricamrs en esos países están inundando, no sólo las universidades, sino también las escuelas secundarias, con una brillante
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propaganda a favor del apartheid. Si bien no es muy probable que las empresas occidentales se retirt:n de Sudáfrica en un futuro previsible de0ido a las altas tasas de rendimiento de las inversiones, que a su vez están relacionadas con la explotación de la mano de obra negra no sindicalizada, tales medidas, a nivel básico, tienen el poder de forzn~ a los gobiernos de los países occidentales a a(~optar políticas significativéli:5 contra el régimen sudafricano de apartheid. El movimiento en pro del retiro de las inversiones que se está llevando a cabo en los países occidentales podría también avanzar rálPidamente si los países africanos adoptaran medidas punitivas contra las empresas multinacionales con invers!ones en Sudáfrica. Nigeria, por ejemplo, ya ha advertido que pondrá en la lista negra a aquellas empresas extranjeras que tienen inversiones en Sudáfrica.
113. Tras la decisión del nuevo Gobierno del Irán de prohibir la venta de petróleo al régimen racista, reduciendo hasta el 91% el abastecimiento de petróleo a Pretoria, se ha alentado la campaña de imposición de un embargo petrolero contra Sudáfrica. E~ efecto de la decisión del Gobierno iraní es descrito por Rotberg de la manera siguiente: "En 1979, la falta de suministro de petróleo iraní costó muchísimo a los consumidores, casi todos ellos blancos. La nafta se convirtió en la más cara del mundo: 2,45 dólares por galón. La veloddad máxima fue reducida y no se disponía de gasolina durante los fines de semana." El régimen se apresuró a promulgar leyes que prohíben la publicación de informaciones con respecto a los suministros existentes o a las futuras fuentes de petróleo.
114. Un estudio realizado por dos investigadores británicos, Martin Bailey y Bernard Rivers, en 1978, antes de la caída del Sha, llegó a la conclusión de que Sudáfrica era vulnerable a las sanciones petroleras y que ellas podrían ser eficazmente impu~stas. Calcularon que las reservas petroleras de Sudáfrica en 1978 sólo podrían alcanzar para 30 meses, con un enorme dislocamiento económico mucho antes de que se agotaran las reservas. Las ficticias reservas de petróleo para cinco años fueron desmentidas por los cálculos que demostraron que para ello serían necesarios 620 millones de barriles a un costo de 9.900 millones de dólares a los precios "ie 1978 para almacenar tal cantidad de petróleo. 115. La crisis petrolera en Sudáfrica afecta no sólo al transporte civil, a las fábricas, a las n~lnas y a las industrias agropecuarif,s, sino que afecta también seriamente la movilidad de las fuerzas de seguridad, tanto de la policía como del ejército, la armada y la fuerza aérea. Los millones de dólares invertidos en exploraciones petroleras en tierra y en los fondos marinos no han dado hasta ahora resultado alguno. Si bien se sabe que Sudáfrica tiene los depósitos de carbón conocidos más grandes del Africa, los costosos intentos realizados desde hace varias década" para satisfacer las necesidaJes petroleras del país mediante la conversión del carbón - últimamente ayudados de manera vigorosa poda F uor Corporation, empresa con sede en Los Angel~s - satisfarán para 1982 sólo el 13% de esas necesidades. La revista gubernamental To The Point admitió abiertamente que Sudáfrica ten-
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drá que depender de medios clandestinos para obtener petróleo. 116. En Amsterdam, del 14 al 16 de marzo de este año, tuvo lugar un seminario internacional sobre un embargo petrolero contra Sudáfrica, y en el 35° período ordinario de sesiones del Consejo de Ministros de la OUA, celebrado en Freetown del 18 al 28 de junio de 1980, se aprobó una resolución por la que se pide que se apliquen estrictamente sanciones petroleras contra Sudáfrica [lléase.AI35/463, anexo 1]. Se ha designado un comité de expertos para examinar los medios para la aplicación efectiva del embargo petrolero impuesto por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). 117. Sigue habiendo muchos debates en círculos dirigentes blancos respecto a la forma más eficaz de resistir esa' presión y en gran medida ha desaparecido el viejo antagonismo entre la élite afrikánder gofjernante, que representa fundamentalmente a los trabajadores blancos y a la masa rural blanca, y la oposición de habla inglesa, representante de la clase capitalista. La principal contradicción hoy día se halla entre aquellos que se preocupan porque, en tanto los negros no tengan derecho al voto la presión seguirá existiendo y aquellos que creen que alguna especie de avenimiento frente a las aspiraciones de los negros - sin llegar al gobierno de la mayoría - es esencial para garantizar la dominación blanca. La segunda categoría puede denominarse la de los verkramptes, es decir, aquellos que preconizan una mayor rigidez de la dominación blanca y un desafío a todo tipo de presiones. Aunque también existen contradicciones entre todas estas amplias categorías, ellas son secundarias. Por ejemplo, Harry Oppenheimer, el representante del capitalismo monopólico, y el Dr. Piet Koornhof, del ala "esclarecida" del Partido Nacional gobernante, comparten la opinión de que ea necesario un cambio para evitar la revolución negra, pero no están de acuerdo sobre la naturaleza del cambio y sobre la forma de lograrlo. Sin embargo, no hay desacuerdo entre ellos en cuanto a que el objetivo final es la perpetuación, de una u otra forma, de la dominación blanca. 118. Esta dicotomía entre verligte y verkrampte r~sulta evidente por la forma en que el régimen ha. hecho frente a las presiones internas en favor del cambio. Esto se ha caracterizado por un intento de "modernizar la dominación racial" - para ch... ~1 sociólogo canadiense, Dr. Heribert Adam - y por una intensificación de la represión. 119. La elección de P. W. Botha como sucesor de Vorster, en calidad de líder del Partido Nacional dominante y por ende Primer Ministro, inició un período de retórica sobre el cambio, ejemplificado por la advertencia del primero a la población blanca, de que debía "adaptarse o morir". De acuerdo con esta tesis, Botha se embarcó en lo que se ha denominado "estrategia total" para la continuación del gobierno blanco. Esta contempla la abolición de la discriminación racial en ciertas esferas, la integración de los negros a la economía, con miras a fomentar una clase media negra con gran interés en el capitalismo y que, por lo tanto, defienda el statu quo, y la creación de estructuras para fomentar la colaboración entre el Gobierno y los negros que éste seleccione. Rotberg lo describió en un artículo titulado
.. South Africa under Botha: how deep a change", publicado durante la primavera de 1980 en el Foreign Polie'Y: "Botha desea fomentar las oportunidades económicas para los negros, eliminando barreras a su adelanto en la industria, desmantelando obstáculos que se oponen a la acumulación del poderío comercial negro en las ciudades negras y limitando en general las prácticas discriminatorias en las esferas económicas. El asesor económico de Botha, Simon Brand, recientemente lo aclaró así: 'Se debe permitir a los negros que participen plenamente en el sistema de empresas libres si deseamos que lo acepten, lo defiendan y lo consideren como propio." 120. Todos los cambios contemplados por el régimen están dirigidos a crear en los negros una ilusión de poder, mientras se mantiene el control en manos blanc:as. Un ejemplo perfecto de esto son las propuestas constitucionales formuladas por una comisión nombrada por el gobierno y aceptada por el Parlamento integrado solamente por blancos. Se propuso la abolición del Senado, exclusivamente blanco, y su reemplazo por un Consejo Presidencial nominativo de 60 miembros, compuesto por los llamados habitantes de color, asiáticos, chinos y blancos. Las atribuciones del Consejo Presidencial serían puramente de asesoramiento y éste sería limitado a las cuestiones sobre las cuales lo consultara el Gobierno. 121. La creación de este Consejo Presidencial ha sido rechazada por los negros, incluyendo los sectores de la comunidad negra cuya participación fue solicitada - o sea, los llamados de color y asiáticos - , en razón de que excluye a los africanos. Además, los negros se han percatado de que el propósito real de la formación de esta nueva estructura no es el establecimiento de una democracia no racial, sino la extensión de la "hegemonía blanca", para citar a John F. Burns en el The New York Times del 15 de junio de 1980. Humphrey Tyler, en un artículo publicado en el Christian Science Monitor, del 10 de junio de 1980, al comentar el rechazo por los negros al Consejo Presidencial, declaró: "Es evidente que el Gobierno está preocupado porque 'puede montar un órgano consultivo y hallar luego que ninguna persona importante está dispuesta a participar en él y porque ello constituya un fracaso tan desastroso como los intentos anteriores del Partido Nacional de satisfacer las aspiraciones de los negros con organismos figurativos y sin poder. " 122. En general, el régimen no ha podido lograr la cooperación de los negros con los planes que na elaborado. Esto no sólo se debe a la radicalización de la política de los negros en eJ decenio pasado - que rechaza las actuales reformas como escasas y tardías - , sino que los negros han sido testigos, en un período menor a diez años, del derrumbamiento del imperio portugués en Africa y del régimen minoritario blanco en la frontera septentrional de Sudáfrica, lo que tuvo como resultado el surgimiento de tres Estados gobernados por mayorías negras en Africa meridional, a saber, Angola, Mozambique y Zimbabwe. Cito nuevamente a Rotberg en Foreign Polie'Y:
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123. Si a fin d también ción bla dejar qu consecu acompañ ción de pondiend color" , los sud Sudáfric voto". 1 ración d Nacional de prisi' que dich 124. La de clase admitir 1 estudiar generaliz sudafrica 2.000 de 125. Se de la Ri qUler co 1976 se e de más d najes fún 126. La un desafí eJ 16 de de Sowe ciones y cía, que cianos, embargo, ron en e de los II violencia River, Ty de la po 60 person Srta. Zub exacta al criminada incomuni Fue trasl beth, al seguridad y otros di
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... la estrategia de Botha tiene una limitada probabilidad de éxito. Puede provocar beneficios reales para los africanos, pero para ellos sigue siendo demasiado poco y demasiado tarde. Ya no se conforman con la modesta modernización del apartheid social y económico. Quieren modificaciones fundamentales de la estructura misma de la sociedad de un tipo que Botha todavía no está dispuesto a conceder. . •• Los negros que pueden expresar sus ideas desean participar plenamente en el proceso de gobierno. Quieren tener voz en las cuestiones que afectan a su vida y al destino de sus hijos". 123. Si bien ha reconocido la necesidad de cambio a fin de "impedir la revolución negra", Botha también se ha preocupado de tranquilizar a la población blanca, en el sentido de que' no está en vías ge dejar que el poder escape de manos blancas. Como consecuencia, su retórica conciliatoria se ha visto acompañada por arrestos, detenciones y la promulgación de una legislación represiva. Por ejemplo, respondiendo a un reclamo' del Partido deborista "de color", de iguales derechos de ciudadanía para todos los sudafricanos, respondió airadamente que en Sudáfrica nunca regiría el sistema de "un hombre, un voto". Igualmente, ante la campaña en pro de la liberación de Nelson Mandela, dirigente del Congreso Nacional Africano de Sudáfrica, que cumple sentencia de prisión perpetua en Robben Island, manifestó que dicho dirigente nunca sería liberado. 124. La reacción inicial de Botha ante el boicoteo de clases realizado por estudiantes "de color" fue admitir la legitimidad de sus quejas, que prometió estudiar personalmente. A esto siguió el arresto generalizado de activistas negros, que algunos fuentes sudafricanas estimaron en un momento dado en unas 2.000 de ellos. 125. Se prohibieron todas las reuniones en virtud de la Riotous Assemblies Act, y para impedir cualquier conmemoración de las matanzas de Soweto de 1976 se extendió la prohibición a todas las reuniones de más de 10 personas, incluso los servicios y homenajes fúnebres. 126. La prohibición policial de reuniones provocó un desafío de parte de los negros, que consideran el 16 de junio como sagrado. En la municipalidad de Soweto los jóvenes negros realizaron demostraciones y fueron dispersados violentamente por la po:icía, que los atacó con sus bastones y perros alsacianos, hiriendo a muchos de esos jóvenes. Sin embargo, los peores incidentes de violencia sucedieron en el Cabo occidental, en las municipalidades de los llamados "de cn:or". En una semana de violencia policial en la i .1unicipalidades de Elsies River, Tygerberg y otras en Cape Flats, los disparos de la policía causaron la muerte a alrededor de 60 personas. Una p1eriodista de 22 años de edad, la Srta. Zubeida Jaffer, que realizó una labor demasiado exacta al informar sobre la violencia policial indiscriminada, fue detenida el 20 de f ~osto y mantenida incomunicada en virtud de la Internal Security Act. Fue trasladada de Ciudad de El Cabo a PQrt Elizabeth, al edificio Sanlam, ocupado por la policía de seguridad que asesinó a Steve Biko, George Botha y otros dirigentes negros. Al formular un comentario
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sobre la violeJlcia en El Cabo occidental, Eric Marsden escribió en el Sunday Times de Londres, el 22 de junio de 1980: "oo. las revueltas del martes pasado demostraron la profundidad de la ira de la gente de color y cuánto se ha acercado a la violencia esta comunidad tradicionalmente pacífica". 127. Se han dictado leyes prohibiendo la publicación de los nombres de los detenidos excepto con la aprobación de la policía. El objeto de esta legislación es que las personas puedan, simplemente, desaparecer de la sociedad. Durante los levantamientos en El Cabo occidental, en junio de este año, se prohibió a los periodistas la entrada a las áreas en que tenían lugar los enfrentamientos entre la policía y los negros. En cambio, la policía sólo permitió el ingreso de periodistas locales, que habían sido "aprobados" por la Dirección de Relaciones Públicas de la policía. 128. La idea de Botha de una "constelación de Estados de Africa meridional" constituyó en parte un reconocimiento de los cambios geopolíticos que tuvieron lugar en el subcontinente, así como una reacción ante la presión en fayor del cambio que precipitó la liberación de Angola, Mozambique y Zimbabwe. Según este plan, Pretoria hizo la promesa de cooperación económica y asistencia a los Estados africanos independientes que estuvieran dispuestos a ingresar a tal alianza económica y militar con el régimen racista blanco y sus bantustanes. 129. Al mismo tiempo que ofrecía la coexistencia pacífica y ta cooperación económica, Pretoria no vaciló en cometer agresiones contra Estados vecinos, amenazando a los países africanos que brindaron refugio a los combatientes por la libertad. Así lo demuestra la agresión cometida contra Zambia y Angola, que ha provocado pérdidas de propiedades por valor de millones de dólares en esos países y que, al mismo tiempo, causó la muerte de cientos de civiles. También lo demuestra la intervención en Zimbabwe, en las elecciones de febrero de este año, y la amenaza de actuar militarmente en caso de producirse un "caos", lo que generalmente se ha interpretado ;:n el sentido de que el régimen intervendría si los resultados de la elección no favorecían al títere Muzorewa. 130. Simultáneamente, Pretoria ha estado entrenando fuerzas para desestabilizar a los países vecinos del Africa meridional. Por ejemplo, en Angola el grupo de bandidos traidores de Savimbi, UNITAs, ha sido el beneficiario de la ayuda financiera y militar de Pretoria para que puedan aterrorizar al pueblo angoleno y, al mismo tiempo, es utilizado en la lucha contra los combatientes por la libertad de la SWAPO. Del mismo modo, esfuerzas antimozambiqueñas están siendo apoyadas por Sudáfrica. De acuerdo con el Manchester Guardian del 31 de mayo de 1980, •• La Agencia de Información de Mozambique (AIM) dijo que Sudáfrica tiene ahora una base para el entrenamiento de fuerzas antigubernamentales mozambiqueñas y zimbabwuenses en el Transvaal septentrional, al sur del Beit Bridge. Con anterioridad al cese de fuego de enero, Rhodesia entrenaba a mozambiqueños antigubernamentales en una base cercana a Umtali y les suministraba regularmente en Mozambique alimentos y municiones s Uniáo Nacional para a Independencia Total de Angola.
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lanzados desde el aire ... Ese papel ha sido asumido ahora por Sudáfrica. "Los helicópteros sudafricanos fueron vistos recientemente en la provincia de Manica, en Mozambique, y se cree que estaban transportando suministros en dos etapas... primero a las bases en el sudeste de Zimbabwe y después dentro de Mozambique." 131. Desde el colapso del régimen Smith-Muzorewa en Zimbabwe, 'Pretoria ha concedido asilo a los famosos Selou.s Scouts y a unos 1.500 componentes del "ejército privado" de Muzorewa. Es evidente que esas fuerzas habrán de ser utilizadas por Pretoria en una campaña de desestabilización del nuevo gobierno de Zimbabwe, e~cabezado por el c~r:nar~~a Robert Mugabe. El objetiVO de la de5establhzac~~n consiste en hacer dificil la tarea de reconstrucclon en estos países que alcanzaron la Iibera~ión n~cional después de años de luch~ armada. Al. mismo ~Iempo, se pretende internacionalizar ~I conflicto ~edl~nte la obtención del apoyo de los clrculos reaccIOnarios de Occidente; cuyos propagandistas han calificado a los nuevos Estados independientes de "marxistas" o "pro soviéticos", en los cuales existe una resistencia local al comunismo. Según tales propagandas, esta resistencia requiere apoyo fina~ciero y m~te.rial de Occidente porque el emplazamiento est~ateglco del Africa meridional con sus recursos mmerales, lo hacen parte vital'de las rutas comerciales y de la llamada defensa del "mundo libre". 132. Hemos tratado de demostrar en nuestra intervención que la situación en Sudáfrica ciertamente ha empeorado durante los últimos 12 meses. No sólo el régimen de Pretoria ha intensificado su brutal represión contra la mayoría negra, sino .que .se ha negado obstinadamente a escuchar las eXlge.nclas de la comunidad internacional para que se aphque una nueva política en el país. El régimen ha demostrado que si bien participa en la r~tórica a~erca de la nec~sidad de una •• reforma" , esta determmado a prosegUir su política de apartheid, calificada de crimen contra la humanidad. Por ejemplo, en el momento actual el régimen planea conceder la "indepenClenci~". ,al bantustán del Ciskei, aun cuando una comlslon que investiga el futuro del Territorio -.Ia Comisión Q~ail; entre cuyos miembros figuran Sir Arthur Snelhng, ex embajador "ritánico en Sudáfrica" y. el profesor Robert Rotberg, del Instituto Tecnologlco de Massachusetts - ha comprobado que el 96% de los habitantes del Ciskei favorecen el sistema de "un hombre, un voto" dentro de uría Azania unida. Si el Ciskei se hace "independiente", no sólo los 660.000 residentes de la zona perd~rán teóricamente la ciudadanía sudafricana, sino que también la perderán, 1.~OO.OOO personas que viven en otros lugares de Sudafrlca.
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133. La Comisión Quail demostró que la mitad de los niños del Ciskei, de dos a tres años de e~ad, esta: ban desnutridos. El Dr. Trudi Thomas, qUien ayudo a llevar a cabo la encuesta, describe así la situación: "La mayoría están poco desarrollados, como plantas de maíz en campos secos. Uno de cada 10 en las ciudades y uno de cada seis en el campo sufren actualm~nte de kwashiorkor y marasmo." 134. La prensa sudafricana de las últimas s~manas ha centrado su atención en la gran sequ~a que ha afec-
tado al Ciskei y a otros bantustanes. La sequía que se extiende a las zonas del Cabo oriental y de Natal, que por lo regular gozan de un buen régimen de lluvias ha puesto de manifiesto la pobreza rural en los bantustanes; pero no es esta la causa princip~1 del problema. La pérdida de las cosechas de malZ, la escasez en los suministros tradicionales de agua y la ., importación de urgencia de alimentos yagua ponen de manifiesto la seria situación a que hacen frente los habitantes de los bantustanes. 135. La mano de obra migrante, uno de los pilares en que se ha basado la economía moderna, ha tenido efectos perjudiciales para la agricultura de los bantustanes, privándoles de hombres capa~es y perturban~o la vida en general. El profesor JIII Natrass, de la Universidad de Natal, dice: "Ha contribuido al subdesarrollo de las zonas africanas... " La extensión de su subdesarrollo puede delinearse con unas pocas cifras pertinentes: los ingresos de los negros en las zonas urbanas son aproximadamente cuatro veces más elevados que los de los negros en las zonas rurales' el ingreso nacional per cápita en los bantustanes ~s menor que en todos los países africanos independientes, con excepción de 10, y existe una tasa de mortalidad infantil de 240 por 1.000 en el Transkei contra 69 para 103 negros en las zonas urbanas y 12 para los blancos. 136. La prosecución del ap. ar~heid ha sid? acomp~n-ada de detenciones, proscripcIOnes y destierros baJO . las leyes represivas del régimen, así como de la raclonalización de las bases sobre "seguridad nacional". En los últimos 12 años que, como hemos indicado, se caracterizaron por el aumento de la resistencia, los principales oponentes del régimen fueron proscritos. Por ejemplo, la veterana Helen Joseph, de 75 años, dirigentes del Black Con~ciousness Movement como Curtis Nkondo, ex presidente de la Organización del Pueblo de Azania, y Fanyana Mazibuko del Consejo para la Educación Superior, fueron proscritos. Oponentes al racismo en los deportes como M. N. Pather, del Consejo sudafricano no racial en el deporte han sido hostigados e intimidados. En efecto, al Sr. M. N. Pather se le confiscó el pasaporte la víspera de su partida a Nueva York, donde iba a tomar parte en una consulta en el Centro de las Naciones Unidas contra el Apartheid. 137. La intransigencia del, régimen ha provocado la resistencia negra, que está adquiriendo las proporciones de una guerra civil de baja intensidad, la cual envuelve la acción masiva de parte de la población negra, incluyendo huelgas de trabajadores y la acción de los estudiantes, por una parte, y por otra, la lucha armada, organizada y coordinada por los movimientos de liberación nacional.
Zimba objeto por pa 139. yarest que c Panafri bien la durant aparth racism aliado planea parte consid 140. parte d a cabo Dicha y desd de tod tros, e giendo ción de una bo canos dional. 141. conoci exhorta pueblo determi obligat de las dos dec zación el retir jeras de bancari embarg eficaz, de las biendo t y todos y desde terminal y hacie que se han cor giendo y depo y exigie nidos p todas la actualm arresto 142. E mos a e hincapié tarea de oprimid los prop riciado a esa re las lucha bique,
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138. Hemos tratado de demostrar que el mantenimiento del apartheid en Sudáfrica constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales, como consecuencia de los constantes actos de agresión contra los Estados vecinos por parte del régimen de Pretoria. Esta agresión ha adquirido dos formas: agresiones militares consistentes en ataques con bombas contra Angola y Zambia, cuya integridad territorial ha sido continuamente violada por las fuerzas del régimen de apartheid y entrenamiento de bandas de terroristas asesinos para desestabilizar a los territorios vecinos, es decir, Angola, Mozambique y
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Zimbabwe. Botswana, Lesotho y Swazilandia han sido objeto igualmente de actos constantes de agresión por parte del régimen de Pretoria. 139. Se reconoce universalmente - y quiero subrayar esto de manera particular - que es mejor prevenir que curar. A este respecto, nosotros, el Congreso Panafricano de Azania deseamos subrayar aquí que, si bien la comunidad internacional ha estado debatiendo durante los do& últimos decenios cómo eliminar el apartheid y condenar universalmente la filosofia del racismo, el régimen racista de Sudáfrica con su aliado sionista en la Palestina ocupada ha estado planeando sistemática y metódicamente eliminar esa parte de la raza humana, a la que pretende que se considere como inferior o subhumana. 140. Es de púbJi,co conocimiento que en la última parte del año pasado los racistas sudafricanos llevaron a cabo una explosión en el Atlántico meridional. Dicha explosión fue fotografiada por satélites en órbita y desde entonces se ha estado debatiendo si, después de todo, se trataba de una explosión atómica. Nosotros, en el Congreso Panafricano, hemos estado recogiendo datos sobre este extremo y tenemos información de que, en efecto, se llevó a cabo la explosión de una bomba neutrónica tanto por los racistas sudafricanos como por los sionistas en el Atlántico meridional. 141. El Congreso Panafricano de Azania, al poner en conocimiento de la Asamblea General estos hechos, exhorta a la comunidad mundial a apoyar la lucha del pueblo de Azania por la liberación nacional y la libre determinación, imponiendo sanciones económicas obligatorias de acuerdo con el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas - y creemos que después de dos decenios ya es más que hora de que esta Organización mundial respete su propia Carta -; pidiendo el retiro inmediato de todas las inversiones extranjeras de Sudáfrica y prohibiendo todos los préstamos bancarios al régimen de Pretoria; imponiendo un embargo tgtal de petróleo, que puede aplicarse y ser eficaz, como lo ha demostrado el estudio del Centro de las ,Naciones Unidas contra el Apartheid; prohibiendo todos los vuelos aéreos hacia y desde Sudáfrica y todos los vuelos de la South African Airways hacia y desde Estados Miembros de las Naciones Unidas; terminando toda la colaboración nuclear con Sudáfrica y haciendo cumplir el embargo de armas de manera que se puedan impedir las violaciones como las que han cometido algunas empresas occidentales; exigiendo la cesación de todos los vínculos culturales y deportivos con el régimen de apartheid de Sudáfrica y exigiendo la liberación de todos los presos y detenidos políticos de Sudáfrica y el levantamiento de todas las restricciones que pesan sobre aquellos que actualmente están inhabilitados, proscriptos o bajo arresto domiciliario. 142. Estas son las exigencias mínimas que formulamos a esta Asamblea, pero queremos también hacer hincapié en que siempre hemos reconocido que la tarea de la liberación corresponde a los propios pueblos oprimidos. En último término será el esfuerzo de los propios oprimidos el que logrará el deseado y acariciado objetivo de la libertad. Nunca renunc.iaremos a esa responsabilidad; pero como 11) han demostrado las luchas existosas de los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea-Bissau, Argelia, Zimbabwe y otros, la
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comunidad internacional tiene un importante papel de apoyo que desempeñar, por lo cual hacemos este lIamamien~'-l.
143. Sr. NICULIN (República Socialista Soviética de Bielorrusia) (interpretación del ruso): La cuestión de la discriminación racial en Sudáfrica ha merecido el examen de la Asamblea General desde su primer período de sesiones. Las Naciones Unidas han condenado frecuentemente la política de apartheid practicada por las autoridades sudafricanas corno un crimen de lesa humanidad y una política que es incompatible con la dignidad y los derechos humanos así como con los principios de la Carta de las Naciones Unidas, y que, a la vez, constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. 144. Sin embargo, la situación en Sudáfrica provoca actualmente, con toda razón, la indignación y la preocupación de toda la comunidad mundial. Er régimen de Pretoria, que ha elevado el apartheid al rango de política e ideología oficiales, continúa la represión en masa de los derechos humanos elementales de millones de africanos autóctonos. Sharpeville y Soweto se han convertido en sinónimos de represalias sangrientas contra la población nativa de~ país y ataques racistas por parte de los sudafricanos fascistas. Al reprimir a la población no blanca r J país, las autoridades sudafricanas recurreú a métodos tipicamente fascistas. Millares de opositores al apartheid han sido arrojados a las cárceles sin el debido proceso ni una investigación preliminar. Las manifestaciones pacíficas son sofocadas con plomo y los patriotas y dirig\~ntes del movimiento contra el apartheid se ven amenazados con la pena capital o largas condenas de prisión. 145. La Asamblea General y el Consejo de Seguridad han exigido reiteradamente que se pusiera fin a esa política y práctica criminales del apartheid. Empero, el régimen de Pretoria insiste en seguir la misma senda de intensificar su política y endurecer sus medidas draconianas contra la población africana nativa del país y llevar a cabo la política de bantustanización, que ha sido condenada por las Naciones Unidas. 146. La proclamación de lo que se ha dado en denominar bantustanes independientes tiene como finalidad obvia la de dividir al pueblo africano y despojarlo de su tierra y sus propiedades, perpetuando el control de las autoridades sudafricanas sobre los territorios y obstaculizando el crecimiento del movimiento de liberación nacional. Por otra parte, la bantustanización sirve también para crear una fuente de mano de obra barata que asegure la superexplotación de la población nativa por los sudafricanos y los monopolios occidentales, garantizándoles a estos últimos la extracción de superganancias. 147. Las Naciones Unidas han condenado la creación de bantustanes sudafricanos en el Tran~kei, Bophuthatswana y Venda. Han declarado que no se justifican y que carecen de validez, instando a la vez a todos los gobiernos a que se nieguen a conceder cualquier forma de reconocimiento a dichos bantustanef y a que tomen medidas eficaces para impedir que cualquier persona, empresa o institución que se halle bajo su jurisdicción mantenga ninguna relación con ellos. Observamos con satisfacción que, aparte de la
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Asamblea General - Trigésimo quinto período de sesiones - Sesiones Plenarias !
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cional y de divisas vitalmente importantes son facpropia Sudáfrica, ningún Estado ha reconocido a esas tores decisivos para el funcionamiento eficaz de los entidades títeres. programas militares y de otra índole del Gobierno 148. Como ya lo han señalado los oradores precesudafricano. Solamente durante el período 1972 a 1978, dentes, el régimen de Pretoria lleva a cabo su política los bancos extranjeros pusieron a disposición de Sudáde apartheid también en Namibia, que ocupa ilegal158 préstamos por una suma total de 5.500 millofrica mente. A despecho de la exigencia del Consejo de nes de dólares. No hay duda de que estas generosas Seguridad y la Asamblea General de que ponga fin inversiones extranjeras permiten al régimen racista de a su ocupación ilegal del Territorio de Namibia, el Pretoria tener un presupuesto militar que, de acuerdo régimen de apartheid de Sudáfrica aumenta e intensicon datos proporcionados por las Naciones Unidas, fica su represión en masa contra los namibianos se incrementó ~ntre 1973 y 1978 en más del 300% y y en particular contra los militantes de la SWAPO. que en la actualidad constituye una quinta parte de Las autoridades sudafricanas están aumentando e los gastos presupuestarios de ese país. intensificando activamente su presencia militar en el país y utilizan el territorio de Namibia como plata153. Las empresas extranjeras han adquirido posiforma de lanzamiento de agresiones contra los Estaciones dominantes en el sistema bancario sudafricano. dos africanos soberanos vecinos. Al tiempo que procuComo se señala en el informe del Comité Especial ran ocultar esto con declaraciones hipócritas en contra el Apartheid: "En 1978, los bancos extranjeros el sentido de que están dispuestos a buscar una so(ucontrolaban más del 50% de los activos de la totación politica en Namibia, los racistas de Pretoria lidad del sector bancario privado y estaban concenestán tratando de instituir y consolidar regímenes trados especialmente en la banca comercial" [A/35/ títeres neocolonialistas en ese Territorio. 22/Add./, párr. /57]. Aquí podemos mencionar a bancos bien conocidos como el Barciay y el Stan149. No hay duda de que Sudáfrica no podría prodard. Incidentalmente, ambos bancos tienen también seguir su política criminal de apartheid ni su ocupafiliales en los bantustanes, lo que está en violación ción ilegal de Namibia ni llevar a cabo actos de de las decisiones de las Naciones Unidas relativas a los agresión contra Estados africanos soberanos bantustanes. Debe recalcarse que los intereses de - haciendo caso omiso de las decisiones de las los círculos bancarios están estrechamente vincuNaciones Unidas y de las exigencias de la comunidad lados con los intereses de sus clientes, es decir, mundial - si no gozara del apoyo amplio y constante empresas, gobiernos y personas privadas. y de la asistencia que le prestan los principales países occidentales, los miembros de la Organización del 154. Las empresas transnacionales de los países Tratado del AHántico del Norte (OTAN). El manteoccidentales juegan un papel dominante en áreas nimiento de ese núcleo de colonialismo y racismo en industriales de Sudáfrica como las eléctronicas, las el Africa meridional sirve los egoístas intereses a largo de petróleo, las de producción de automórefinerías plazo - políticos, estratégicos y económicos - de y las de producción nuclear. Todo el petróleo viles ciertos Estados imperialistas que ven en 8udáfrica que necesita Sudáfrica es suministrado regularmente un baluarte del racismo, una base para resistir la por empresas transnacionales occidentales como Shell, independencia africana, una plataforma militar y una British Petroleum, Caltex, Mobil y Total. La interrecabecera de playa en el Atlántico Sur y el Océano lación entre los intereses de Sudáfrica y los círculos Indico. imperialistas occidentales y sus monopolios en ese 150. La propia existencia del régimen de apartpaís es ,permanente y muy sólida. La necesidad de heid no sería posible sin la ayuda de Occidente. prote.ger esos intereses explica el apoyo y la ayuda Es precisamente gracias al apoyo y la asistencia de amplia dada por los Estados occidentales al régimen parte de ciertos países occidentales qoe puede conde apartheid de Sudáfrica. En las Naciones Unidas, tinuar creciendo el potencial militar del régimen de los represel,1tantes de esos Estados bloquean la adopapartheid. De resultas de la cooperación de los paí- . ción de medidas eficaces contra el régimen de apartses de la OTAN con el régimen de Pretoria también heid e ignoran con ligereza las decisiones de esta se está desarrollando e! potencial nuclear de SudáOrganización y las exigencias de la comunidad frica, lo que plantea una amenaza no sólo para los inte~acional. La cooperación amplia de los· Estados propios países africanos, sino también p-ara la paz y OCCIdentales con los racistas de Sudáfrica sirve apara la seguridad internacionales. . fortalecer el régimen de apartheid y permitirle continuar su opresión colonial y racista de los pueblos de 151. No hay necesidad de explayarse en muchos Namibia y de Sudáfrica y cometer actos de agresión detalles sobre la cooperación general y cada vez contra Estados soberanos vecinos. mayor de las principales Potencias occidentales y sus monopolios con Sudáfrica. Baste decir que las inver155. Debe ponerse término a esa vergonzosa e siones extranjeras en Sudáfrica a fines de 1978 enn inhumana política de apartheid. La ocupación ilegal de 27.000 millones de dólares y que el comercio de Namibia por parte de los racistas sudafricanos exterior de Sudáfrica era de más de 13.500 millones debería llegar a su término inmediata e incondiciode dólares. No es de extrañar que los principales nalmente y toda autoridad de ese país tendría que socios comerciales de Sudáfrica sean los mismos estar en manos del pueblo namibiano, encabezado países occidentales que en las Naciones Unidas hablan su único representante legítimo, la SWAPO. Los por de continuar lo que se ha dado en llamar el diálogo actos agresivos de los racistas de Pretoria contra los con los racistas sudafricanos, que sólo favorece al Estados africanos soberanos debe por último llegar a Gobierno de Sudáfrica. su fin de una vez por todas. Los pueblos namibiano 152. Los bancos occidentales financian al régimen y sudafricano deben ser liberados del yugo colonial racista. racista de Sudáfrica. El disponer de crédito interna./
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156. L~ delegación de la RSS de Bielorrusia considera qüe la base para resolver el problema de la política de apartheid seguida por el Gobierno africano podría encontrarse en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, de la Asamblea General, de la OUA y en las propuestas del Comité Especial contra el Apartheid y del Comité Especial encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales [resolución' 1514 (XV)]. Debemos asegurar la observancia estricta por parte de todos los Estados de las sanciones ya adoptadas por el Consejo de Seguridad contra los racistas de Sudáfrica y de una resolución del Consejo de Seguridad sobre sanciones amplias obligatorias contra Sudáfrica, conforme al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. 157. En opinión de la delegaci6n de la RSS de Bielorrusia el vigésimo aniversario de la histórica
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Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales; aprobada a iniciativa de la Unión Soviética, debería conmemorarse con nuevos esfuerzos por parte de las Naciones Unidas en la lucha para la liqí..idación final de los vestigios del colonialismo, el racismo y el apartheid en el suelo africano. 158. Para concluir, la delegación de la RSS de Bielorrusia declara una vez más su solidaridad con la ~ucha heroica de los pueblos sudafricano y namibiano contra el dominio colonial y racista del régimen de Sudáfrica y expresa su firme convencimiento de que la causa justa de la liberación de Namibia va a prevalecer y que se pondrá término al más vergonzoso fenómeno de nuestro tiempo, el apartheid de Sudáfrica. Se levanta la sesión a las 13.05 horas.