5- LA SEMIÓTICA DE LOS OBJETOS I

que el arqueólogo tiene entre sus manos. El Mundo Semiótico Posible (MSP) del objeto arqueológico no es el MSP del mismo objeto en su contexto de.
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Un edificio, un celular, la vajilla usada en una parrillada, tienen ciertas características de forma y de uso que canalizan la acción humana, producen un rango de experiencias sensoriales (y excluyen otras) y nos imponen obligaciones en los modos en los que nos relacionamos con los objetos y con la gente a través de esos objetos. Los patrones de intercambio y de consumo derivan en parte de la naturaleza misma de esos objetos.

Mente Materia Mundo

CODEPENDIENTES La mente está corporizada

extendida Dos características claves de la cognición humana: •

La mente está corporizada (cuerpo material)



La mente está extendida (al mundo material) EL NEXO ENTRE MENTE- MATERIA (CUERPOMUNDO) Y AGENCIA ES EL OBJETO

“Tan inseparables son mente, acción y materia que, a veces, decir que los seres humanos “piensan a través” de la cultura material va mucho más allá que un simple juego de palabras. Con estas conexiones “verticales” en mente debemos determinar las redes horizontales en las que se encuentran los objetos, sin olvidar que las conexiones que sostienen unidas esas redes heterogéneas son de carácter variable, basadas en relaciones semióticas de similitud, contigüidad, causalidad, factorialidad y convención. (…)No sólo los artefactos están implicados en la cultura material, sino también los humanos; una aceptación de la simetría entre humanos y no humanos significa que cualquiera de ellos puede ser tratado como agente o como artefacto”.

• Si la cognición está tanto corporeizada como distribuida, la

explicación de cómo los seres humanos conocemos, hacemos y nos instalamos en el mundo debe iluminar a menudo sistemas extendidos que incluyen cerebros corporeizados, redes o recursos sociales y partes claves del mundo natural y cultural. • La cognición es entonces histórica y heterogénea y debe ser analizada diacrónica y diferencialmente. • Los rasgos únicos, históricos y culturales de los seres humanos (de su capacidad cognitiva extendida) no son extras accidentales añadidos a una mente biológicamente dada. Más bien, esos cambiantes medios, objetos, rutinas, instituciones y prácticas son partes integrantes de sistemas cognitivos interactivos en los cuales nuestra plasticidad característica se revela, compromete y transforma.

El jugador de escrabel no internaliza las 7 letras dadas y las combina en la mente, sino que busca posibilidades moviéndolas físicamente.

Los códigos morales y disciplinarios necesitan un soporte artefactual y técnico. Los lomos de burro son objetos/agentes destinados a condicionar la conducta.

Las personas que, por distintas razones, escriben a menudo, tienen sus preferencias (en computadora o a mano, tal o cual lapicera, etc): Pablo Neruda escribía exclusivamente con tinta verde.

a)

b)

Las cosas existen como contenidas y definibles. Crean haces de presencia o duración en el flujo continuo de materia, energía e información. En general usamos la palabra “objeto” para cosas que son relativamente estables en su forma, pero en muchos sentidos ambos términos se superponen.

c) Las cosas no están aisladas: son interdependientes entre sí.

d) Las cosas no son inertes: son sólo estadios en el proceso de transformación de la materia.

e) Las cosas duran en diferentes temporalidades.

 Uno

de los legados más durables de Saussure: la separación radical entre el signo y el mundo material desde esa perspectiva, el signo no es más que un ropaje del significado y éste se privilegia por encima de acciones, consecuencias y posibilidades.  Semiótica peirceana significado=efecto propone una alternativa, que permite esclarecer las dimensiones causales y lógicas de las cosas materiales, su papel social y la relación existente entre contingencia y sentido.

a)

Es procesual: los signos dan origen a otros signos, en un proceso interminable de significación que conlleva sociabilidad, conflicto, historicidad y contingencia.

b)

Presta atención al complejo rango de posibles relaciones entre signos, interpretaciones y objetos.

c)

El creciente interés dentro de las ciencias sociales por la filosofía peirceana se debe a los fructíferos resultados obtenidos en investigaciones sobre temas –entre otros- de identidad, organización social y práctica política.

Marco peirceano

semiosis independiente de

lenguaje conciencia

Propiedad relativa y relacional ligada a situaciones experienciales particulares. Experiencia sensorial de los signos

Percepción-cognición-creencia Semiótica de la materialidad Actantes

(cf.Greimas) humanos y objetos

= nodos dentro de redes de significación.

El papel del objeto en la vida humana peirceano, a partir de:

se entiende mejor en el marco

- sinequismo - categorías triádicas

- relaciones triádicas de performance, comparación y pensamiento

Peirce

la relación signo-objeto produce un interpretante autónomo Tema central de su semiótica Punto de entrada más accesible por donde explorar

cómo humanos y objetos confluyen en la semiosis. “Fanerón”

esquema fenomenológico que puede capturar y

clasificar todo lo que se presenta a la mente como Primeridades, Secundidades y Terceridades.

La naturaleza de la semiosis está entretejida con la concepción triádica de los fenómenos. Las Primeridades no pueden ser separadas de la Secundidades y ambas coexisten en las Terceridades a través

de las cuales pasa el diálogo de la experiencia. Un signo se distingue por los contornos de su efecto significante más que por alguna referencia a la cognición humana. - Todos los signos tienen efectos sobre otros (humanos o no), de distintas maneras. - “Signos naturales” = parte de un programa continuo de funcionamiento semiótico. La materialidad implica cualidades (cualisignos) corporizadas en cosas individuales (sinsignos) que aparecen como representaciones o interpretantes (de legisignos).

¡En consecuencia! • El mundo se manifiesta a través del nexo triádico de la semiosis. • Las cosas actúan delimitando y determinando el funcionamiento de los signos.

- El interpretante o efecto propiamente significativo es mediadamente determinado por las cosas pero NO depende de la

conciencia humana. - Encontramos el sentido en el mundo más que imaginarlo.

Imagen dialógica de la experiencia y la actividad sígnica.





No es suficiente con decir que una Semiótica Indicial trata acerca de objetos o comportamientos, ya que unos y otros tienen (importantes) aspectos icónicos y simbólicos. En todos los signos predomina un aspecto, que hará que se los considere íconos, índices o símbolos, según circunstancias y/o condicionamientos sociohistóricos, pero que no excluye los otros aspectos semióticos. El índice, por lo tanto, es una manera de representar que, en nuestra cultura, recae predominantemente en los que llamamos “objetos” y “comportamientos”.





Una Semiótica Indicial consiste en un sistema teórico-operativo que puede dar cuenta de la capacidad y eficacia significativa que poseen determinadas entidades que tienen la calidad de objetos, comportamientos o recuerdos mnemónicos, así como del proceso mediante el cual esos objetos, comportamientos o recuerdos mnemónicos producen determinados y específicos significados (no sustituibles por su representación verbal o gráfica). Recordemos que una semiótica no se identifica por el tipo de referente que construye ni por la percepción sensorial de la que parte, sino por la transformación a que somete a percepciones y referentes y, en virtud de la cual, los constituye en signos.

 1. 2.

3.

4.

Un índice (objeto de estudio de la semiótica indicial) es: (Algo que está…) Un existente puesto por un interpretante productor, (…en algún aspecto o capacidad…)…mediante determinadas relaciones de contigüidad o sustitución, (…por algo…)…para actualizar a otro existente, (…para alguien.)…la eficacia de cuya actualización habrá de ser valorada por un interpretante intérprete.

Icono: casas de estilo colonial. Índice: cultura colonial en el Virreinato. Símbolo: Independencia argentina.

Icono: gesto tipificado.

Índice: situación comunicativa, grado de confianza. Símbolo: respeto, cordialidad.



Mundo Semiótico Posible = conjunto no contradictorio de: propuesta perceptual + interpretaciones posibles + referentes construidos por las interpretaciones de tales propuestas, dentro de un concreto ámbito social. Es decir, es una representación que muestra las características relacionales según las cuales determinada entidad se vincula con otras, en el conjunto de contextos en los que efectivamente se registra su presencia.



Semiosis sustituyente o constituyente = conjunto de configuraciones perceptuales (frases, imágenes, objetos y comportamientos exhibidos) con las cuales se atribuye un sentido al entorno de quienes las utilizan (como productores, intérpretes o en ambas funciones). Su eficacia radica fundamentalmente en las relaciones físicas (sintaxis lingüística, configuración gráfica o disposición de objetos o comportamientos) que vincula a los signos que las constituyen. La semiosis sustituyente tiene un carácter operativo, porque construye la idea y/o el concepto y/o el significado de otra cosa distinta a la que se está percibiendo e interpretando. Torres gemelas = semiosis sustituyente

Centro financiero mundial= semiosis sustituida



Semiosis sustituida = sentido adquirido por el entorno de quienes utilizan determinadas semiosis sustituyentes y en función de su específica utilización. O sea, cada manifestación de una semiosis sustituyente puede producir alguno de los siguientes efectos cognitivos al darle existencia ontológica a una semiosis sustituida: duplicación, expansión o ruptura. Si sólo produce un efecto de duplicación, el sentido del entorno no se modifica. Si produce un efecto de expansión, el sentido del entorno adquiere un contenido que no había sido construido previamente, pero que responde a las posibilidades de la semiosis preexistente. Si una semiosis sustituyente produce un efecto de ruptura, el sentido del entorno adquiere contenidos impensables desde las posibilidades de la semiosis preexistente.

Duplicación

Expansión

Ruptura

El signo indicial puede adquirir, por la relación que el representamen establece con el objeto:

1) un aspecto o capacidad designativa

• El índice le proporciona a su interpretante un sustituto, en una operación metafórica.

2)un aspecto o • El índice le proporciona a su capacidad interpretante una conexión indicativa, reactiva o dinámica con algo diferente al propio signo que está operando, de conexión en una operación metonímica. dinámica.

EFICACIA DESIGNATIVA



1.

2.

3.

En el segundo caso, el de la eficacia indicativa, se despliega una serie de variantes que concretan la conexión dinámica o contigüidad que el Signo Indicial puede establecer con su objeto para determinado interpretante: Señal: es un signo que aparece en el mismo contexto que otro y antes de que ese otro sea percibible. Hay una conexión dinámica de anticipación. Indicio: es un signo que aparece en el mismo contexto que otro y después de que ese otro sea percibible. Hay una conexión dinámica de recuperación. Síntoma: es un signo que aparece en el mismo contexto que otro y de modo simultáneo con la posible percepción de ese otro. Hay una conexión dinámica testimonial.

SEÑAL

INDICIO

SÍNTOMA

Los restos arqueológicos son predominantemente indicativos (como indicio) de la actividad y/o acontecimientos sucedidos en el contexto de sociedades pasadas.

 El

ícono y el símbolo se identifican por adquirir su específica calidad representativa (su calidad de signo) situándose o apareciendo “en lugar de”. En el caso del índice, éste pareciera identificarse por adquirir su específica calidad representativa (su calidad de signo) según las características de su asociación física con otro u otros signos, o sea, por su capacidad y sus características de contextualización; o sea, situándose o apareciendo en una conexión dinámica con el objeto al que representa.

Cuando se estudian los signos, la operación semiótica que se plantea como general es la de sustitución; o sea, se trataría de una dinámica de metáfora (representa porque está en lugar de).  Por otra parte, cuando se estudian los contextos, la operación semiótica que se plantea como general es la de integración; o sea, se trataría de una dinámica de metonimia (representa porque es parte de).  Pero, en el caso del índice, la operación semiótica que lo caracteriza, según Peirce, es la de integración (en un contexto más amplio); o sea, su identificación como signo respondería a la dinámica de la metonimia. 

 Los

objetos no son índices por ser objetos, sino que son índices cuando están en representación de otro u otros objetos, sea que los designen por sustitución, sea porque los señalan como faltantes.  Los objetos habitualmente son considerados como Objetos Semióticos, pero, en determinada situación o respecto de algunos de sus aspectos, se requerirá que se los considere como Semiosis Sustituyentes.  No teniendo como estructura básica admitida convencionalmente la de Semiosis Sustituyente (como es el caso de la imagen material visual), se constituyen en tal por la eficacia del contexto.





Así, el objeto arqueológico deja de ser un Objeto Semiótico y se transforma en Semiosis Sustituyente, al estar en representación de algo. O sea, nos conduce a una ausencia, a otro objeto y/o a otro espacio y/o a otro tiempo en el cual, ese objeto, siendo el mismo, no es el que el arqueólogo tiene entre sus manos. El Mundo Semiótico Posible (MSP) del objeto arqueológico no es el MSP del mismo objeto en su contexto de producción, lo que le añade el valor de ser su propia representación, sea que se trate de un objeto único o, lo que es más habitual, de un prototipo (que representa a todo un dominio de objetos, del cual él es, además, uno de sus integrantes).

El objeto arqueológico remite a una ausencia, a otro objeto y/o a otro espacio y/o a otro tiempo en el cual, ese objeto, siendo el mismo, no es el que el arqueólogo tiene entre sus manos.

El Mundo Semiótico Posible (MSP) del objeto arqueológico no es el MSP del mismo objeto en su contexto de producción, lo que le añade el valor de ser su propia representación.





En un proceso que suele ser no-conciente, el intérprete apela a su memoria asociativa, a fin de encontrar otras Semiosis Sustituyentes o Sustituidas que pueda asociar con la que está percibiendo y, en virtud de tal asociación, entenderla, atribuirle un significado, interpretarla. De ese modo, el intérprete utiliza y actualiza (comparando, contraponiendo, transformando) las distintas semiosis (verbal, visual, conductual) que están vigentes en la sociedad a la que pertenece y, de entre ellas, aquellas de las que tal intérprete dispone y asocia como relacionadas con lo que percibe.

El proceso de recurrencia a la memoria asociativa comporta la producción de una semiosis infinita a partir del interpretante.  No existe interpretación verdadera, sino interpretación coherente con determinadas semiosis sociales vigentes; todo dependiendo de lo que dispone y cómo lo maneja, relaciona, asocia el intérprete.  Esas otras semiosis a las que acude tienen el carácter de atractores mnemónicos, o sea, de imágenes (experiencias cualitativas, figurativas y/o normativas) conservadas en la memoria, que reconducen lo que se está percibiendo a otras percepciones ya dotadas de sentido (o dotadas de un significado histórico). 

Atractores mnemónicos

 Magariños

define al contexto como el conjunto de signos, efectivamente existentes, que aparecen asociados a otro determinado signo, efectivamente existente, según las reglas de integración de la semiosis a la que pertenecen.  El contexto es el instrumento natural de toda semiosis, mediante el cual cada signo adquiere el sentido que le confieren los restantes signos del contexto en el que aparece incluido.  Todo contexto es siempre un fenómeno material y no virtual.





El significado proviene, o de una voluntad normativa socialmente aceptada y compartida (los símbolos y el aspecto simbólico de todos los signos), o de una fijación de determinadas relaciones contextuales socialmente aceptada y compartida (los índices y el aspecto indicial de todos los signos). El conocimiento de ese significado se adquiere compartiendo el uso u observándolo, es decir, recuperando y analizando la presencia de determinados signos en su contexto de utilización. Magariños denomina este proceso “atribución”.

La atribución es una de las operaciones básicas de la semiótica: se trata de poner en relación una forma con un valor, o sea, se le atribuye un valor a una forma.  Se entiende por forma la existencia posible del resultado de una percepción sensorial.  Corresponde entender por valor la relación entre (al menos) dos formas.  Es decir que… 

El significado o valor mínimo de cualquier signo está constituido por el conjunto de sus posibilidades de relación con los restantes signos de la misma semiosis.

Hay conceptos históricos, pero no conceptos innatos (inherentes a la mente/cerebro) ni sustanciales (inherentes a los entes o fenómenos); todos provienen de su uso en contextos vulgares, científicos o poéticos.  Disponer de definiciones, sin tener que recrearlas cada nueva generación, es la condición necesaria para que exista una cultura. Pero ello no debe empujarnos a suponer su necesariedad apodíctica y sí a encuadrarlas en la productividad convencional y contingente de los correspondientes procesos de contextualización. 

Las tazas y recipientes (para beber) minoicos se encuentran en toda Creta y datan fundamentalmente del Período Medio (ca. 2100-1500 a.C.). Habitualmente eran de uso individual.

En general, están hechos de cerámica cocida, razonablemente sólidos aunque de paredes delgadas. No suelen tener la impermeabilidad que se podría esperar de recipientes usados para líquidos calientes. Exhiben considerable variabilidad, no sólo en cuanto a tecnología, sino también en sus formas y tratamientos superficiales.

En la Creta minoica, los así llamados objetos “cotidianos” no están separados por un límite fijo de otras categorías de objetos, tales como objetos de arte o mágicos; hay una fluidez entre esos diversos registros. Eso significa que lo mundano y lo mágico no ocupan dos categorías ontológicas fundamentalmente diferentes, sino que representan puntos sobre un continuum.

Las tazas y recipientes para beber que son objeto de este estudio ocupan registros ampliamente diferentes, desde el mundano al mágico, desde el cotidiano al estético. Sin embargo, no sólo comparten propiedades en términos de tecnología de producción, sino que a menudo están estrechamente enlazados en sus contextos de uso.

Hay una relación icónica entre las formas carenadas en metal y en cerámica, sobre todo en lo concerniente a la delgadez de las paredes y al brillo o lustre otorgado a muchas de ellas. Es probable que las tazas de cerámica hayan imitado a las de metal, de mucho mayor valor.

Otro material imitado es la piedra: muchas piezas de cerámica tienen una decoración que pareciera inspirada en este material.

* Contigüidad

social: las diferentes calidades de los recipientes pueden indicar la jerarquía social de los usuarios. espacial: los diferentes niveles aparecen

entretejidos: los recipientes en una habitación; ésta en un edificio; éste en un asentamiento;

éste a nivel regional. temporal: el objeto puede ser índice de un cierto momento histórico.

Factorialidad: el objeto representa una parte de un todo. En el caso de los recipientes minoicos, por ejemplo, la naturaleza del todo del cual son parte cambia significativamente durante la Edad de Bronce Temprana, de un uso comunal a uno individual. En el período Protopalatino, algunos recipientes aparecen claramente diferenciados: el todo es el status del individuo dentro de la comunidad. Causalidad:

La materia prima puede revelar el lugar de origen. Los objetos son índices de los procesos de fabicación;

las elecciones técnicas son también socioculturales: puesto que los métodos de moldeado generalmente se aprenden a temprana edad y de parientes cercanos,

pueden reflejar los aspectos más profundos de la identidad social, como parentesco, lenguaje, género y divisiones de clase.



La indexicalidad es el más importante de los procesos semióticos por los cuales las conexiones se multiplican a través de redes y los artefactos (y técnicas) adquieren significado. Más aún, el fenómeno del esqueomorfismo muestra cómo las propiedades icónicas e indexicales pueden a veces interactuar estrechamente en la construcción del significado.



El tercer proceso semiótico, el simbolismo, puede resultar bastante insignificante en lo que concierne a la cultura material; entre otras cosas, porque desconocemos, en la mayoría de los casos arqeológicos, las convenciones lingüísticas relativas tanto a los objetos como a las técnicas.

“Es inconcebible estudiar los seres humanos sin considerar los objetos materiales que los rodean y, de hecho, los hacen lo que son.” Skibo y Schiffer