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y mucho rock en Cambados. Javi Vielba, por la izquierda, acompañado por los ... cio instrumental y psicodélico, protagonizado por el theremin de Vielba.
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Jueves, 2 de agosto del 2012

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La Voz de Galicia

TIEMPO DE VERANO

El bus del musical Galicia Caníbal recorre desde hoy la ría VILAGARCÍA / LA VOZ

El esperado musical de Antón Reixa sobre la movida gallega de los años ochenta llega hoy a Vilagarcía, tras su exitoso paso por Vigo y Santiago. El espectáculo Galicia Caníbal, dirigido por Quico Cadaval, se estrenará hoy en el Auditorio, donde permanecerá hasta el domingo y se realizará un pase diario. Con el objetivo de promocionar el espectáculo e invitar a la gente a disfrutar de esta entretenida función, un autobús descapotable recorrerá desde hoy los distintos pueblos arousanos, de un extremo a otro de la ría. Durante tres días, una joven banda de músicos interpretará algunas de las canciones que sonarán en el Auditorio. Temas míticos y representativos de una generación como Bailaré sobre tu tumba de Siniestro Total

o Soy una punk de Aerolíneas Federales. Hoy la ruta recorrerá todas las zonas de playa. Arrancará en Sanxenxo, pasando por O Grove, Cambados y a Illa, hasta Vilagarcía. Mañana, el punto de partida será la capital arousana y el automóvil se encaminará hasta Catoira. El sábado, con el mismo punto de salida, la banda pasará por las calles de O Grove y San Vicente hasta A Toxa. Galicia Caníbal es una producción de Filmanova Invest y Estrella Galicia, que reúne en un mismo escenario a un elenco de auténticos profesionales como Ana San Martín, Sergio Zearreta o Teté Delgado, entre otros. El precio de las entradas para la función arousana, varían según la situación de los asientos. En la zona A, los pases cuestan 20 euros. Un poco más baratos, en la zona B y C, están al precio de 16 euros.

Javi Vielba, por la izquierda, acompañado por los guitarras de la banda Corizonas. MARTINA MISER

CRÓNICA CONCIERTO DE CORIZONAS

Sombreros tejanos, melenas y mucho rock en Cambados La banda de Vielba hipnotizó a los asistentes de Fefiñáns NOELIA FARIÑA VILAGARCÍA / LA VOZ

Una escena del Galicia Caníbal, rebosante de color. MIGUEL ESTÉVEZ

A la venta las entradas para el cantecito de Kiko Veneno VILAGARCÍA / LA VOZ

zación, recomiendan a los seEl cantautor que reinventó el guidores agilidad a la hora de flamenco incorporándole tin- adquirir los pases ante el afotes pop, Kiko Veneno, actuará ro tan limitado del Auditorio. este verano en A Illa, dentro de Por otro lado, se reservarán un la gira de su último álbum Di- total de 40 entradas para los ce la gente. El Auditorio acoge- más despistados, que se desrá el sábado 26 el concierto del pacharán en el edificio el sácantautor sevillano. Las entra- bado de la actuación. Kiko Vedas para los fans que quieran neno presentará los temas de echarse un cantecito su último disco, editacon el artista ya están do por la discográfica a la venta por el módiWarner en septiemco precio de 10 euros. bre de 2010, tras meLos puntos para obteses de negociaciones con las compañías. Un ner las entradas en A Illa son el Pub Baka, conjunto de doce teel local Con do Moumas, que han recibicho y el bar O Mudo muy buenas crítiseo. Desde la organi- Kiko Veneno cas de la prensa.

Corizonas no necesita tarjeta de presentación. Su origen, la fusión entre la mitad de los Coronas y parte de Arizona Baby, es un tema demasiado manido. Lo importante es el resultado y, si su disco The News Today no convencía a los más escépticos, la banda liderada por Javier Vielba demostró el martes en Cambados que es imposible ofrecer un directo tan potente y perfecto. Durante dos horas, la plaza de Fefiñáns se trasladó a una América profunda, en la que tenían cabida vaqueros en sus ranchos, moteros por carreteras secundarias y ante todo, Rock & Roll. El artista vasco, PLV Havoc, sería el encargado de recibir a los primeros asistentes y calentar el escenario. Con puntualidad casi inglesa, empezó a las once acompañado de una guitarra, tal y como terminaría su actuación. El donostiarra reivindicaba su individualidad, pero sería acompañado del resto de la banda cuando alcanzaría los puntos álgidos de su concierto a base de guitarreo. Una actuación que sucedió, sin más, mientras en el puesto de perritos una chica confesaba sus gustos musicales: «Yo es que prefiero el pachangueo». Pasadas las doce, con la imagen representativa de la banda sobre el escenario, los Co-

rizonas aparecieron, en un inicio instrumental y psicodélico, protagonizado por el theremin de Vielba. Aparecieron de punta en blanco: estética country, mucho sombrero de Cowboy, largas melenas y «¡qué barbas, ché!», apuntaban desde el público ante el aspecto de su can-

Es imposible ofrecer un directo tan potente y perfecto como el de Corizonas ESCENOGRAFÍA

Imágenes y música en total armonía El punto de distinción de los conciertos de Corizonas respecto a las demás bandas, reside en su excelente puesta de escena. La música interpretada por esta solvente banda se une en estricta coordinación con las imágenes proyectadas sobre el escenario. Cada canción tiene su video y cada momento, su escena. Imágenes de Marlon Brandon en bares de carretera para las canciones más rockeras, titulares de las últimas noticias para introducir el tema «The Deceiver» o bailes para acompañar el dúo de batería.

tante. Arrancaron sin descanso, a grito de Hey hey hey, seguido por The Deceiver o The Falcon Sleeps Tonight, una muy movida en la que cobró vida la trompeta de Yehven. Después, las presentaciones y las alabanzas al albariño y a algo tan gallego como el licor café. El público, aunque no muy numeroso, cayó bajo su hechizo desde el primer momento, aplaudiendo cada intervención. El punto más contestatario llegaría con los temas Thieves and Liars. «Combatámoslos a ritmo de Boogie», apuntaba el cantante. También se atrevieron con las versiones. Reinventaron Supernaut de Black Sabbat, con un increíble dúo de Loza y Vielba a la batería, exaltaron la amistad con Wish you were here de Pink Floyd y con motivo de las fiestas, interpretaron Too Drunk to Fuck de Dead Kennedys. La primera parte mantuvo siempre la misma fuerza y ritmo, llegando a término con la interpretación del single Run to the river o la canción de corte instrumental de Javi Vacas, El Rancho. Tras un amago de despedirse, surgieron con más ganas para derrumbar todos los esquemas sonoros. Tocaron I wanna Believe, hicieron la versión «vaquero galaica» del Shiralee de Arizona Baby y se despidieron con It´s Alive, bailando sobre el escenario con las primeras gotas de lluvia. En resumen, un concierto imposible de describir y estrictamente recomendable.