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No N.o10 . 26, junio-julio marzo-abril 2010 2013

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correo marzo-abril 2013

año 5 - número 26 - marzo-abril 2013

sumario 3

Editorial: Chávez, fuego de amor y revolución

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El mapa político latinoamericano heredado por el Comandante Chávez

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«Los sueños llegan como la lluvia»

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«Somos hijos de un huracán»

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¡Hasta el retorno!

18

«Vivir viviendo»

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Dame tu cruz, pero dame vida

24

¡Vuela libre, gigante!

25

«Nos duele la patria»

Precio unitario en Nicaragua: C$ 50.00

32

«El tiempo nos llama y nos impulsa»

Teléfono: 2250 5741 [email protected]

37

Cuando despiertan los pueblos

47

Golpe fascista, insurrección popular

61

«En el ejercicio del amor, nada concluye todo recomienza»

65

Golpe de timón

76

ALBA, parto histórico

80

La tumba del ALCA

89

Antiimperialista inclaudicable

Correo es una publicación bimestral del colectivo de comunicadores “Sandino Vive”, del Instituto de Comunicación Social. Los materiales publicados por Correo pueden ser reproducidos total o parcialmente por cualquier medio de información citando la fuente. Suscripción militante: US$ 50.00 anual

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editorial

Chávez, fuego de amor y revolución

E

l 5 de marzo de 2013, un hondo estremecimiento recorrió toda la América Nuestra y más allá: Hugo Chávez Frías había muerto. Ciertamente no fue una sorpresa, dado el deterioro de su salud desde que en junio de 2011 los médicos cubanos le diagnosticaron un cáncer pélvico. Aun así, ¡cuánto dolió! Paradójicamente, quizás el Comandante Presidente de la Revolución Bolivariana sufrió de manera implacable las consecuencias de su propio error, como él mismo lo confesó en su Mensaje al Pueblo Venezolano el 30 de junio de 2011: «A lo largo de toda mi vida vine cometiendo uno de esos errores que bien pudiera caber perfectamente en aquella categoría a la que algún filósofo llamó “errores fundamentales”: descuidar la salud y, además, ser muy renuente a los chequeos y tratamientos médicos. Sin duda ¡qué error tan fundamental!, y sobre todo en un revolucionario con algunas modestas responsabilidades como las que la revolución me vino imponiendo desde hace más de 30 años». ¿Por qué su muerte nos duele tanto? Hay numerosas razones, pero quizás hay una que las resume: se trata de un hombre que sembró amor en Venezuela, en cada uno de los pueblos latinocaribeños y en cada uno de los países a quienes tendió su mano,entre ellos al pueblo de Estados Unidos. Chávez, como él mismo lo dice, no es Chávez, sino un pueblo entero. En efecto, es imposible divorciarlos: si Chávez ha alcanzado estatura mundial de estadista, es porque está unido indisolublemente al heroísmo del pueblo venezolano que ha construido la Revolución Bolivariana. Chávez y su pueblo son dos gigantes, ha dicho Nicolás Maduro, designado como su legítimo sucesor y electo abrumadoramente como Presidente de Venezuela. Hijo dilecto de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora (“el árbol de las tres raíces”), su amistad con Fidel Castro –a quien describió como su padre y mentor– Daniel Ortega, Evo Morales, Lula y Rafael Correa, entre otros líderes de la Revolución Nuestramericana, fue decisiva para concluir su formación como líder revolucionario y socialista. El 11 de noviembre de 2011, cinco días después de la rotunda victoria electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Chávez escribió una carta a su amigo el Presidente Ortega, en ocasión de su cumpleaños: «la dignidad y la libertad pronuncian hoy tu nombre, Daniel, con la voz plena de la Nicaragua Buena y Bonita, enrumbada hacia el socialismo. Qué inmensa alegría, entonces, que llegues a tus 66 años de edad en batalla y al frente de un proceso que, desde el espíritu mismo de Sandino, se hace vida y victoria para tu tierra y para toda la Patria Grande. De victoria en victoria andan Nicaragua y tú, Daniel amigo, con Sandino al mando. Hoy, en el inicio de un nuevo año de vida, la victoria es de tu corazón. Desde el latido impecable que siempre ha mostrado en la lucha y en el trabajo incesante y creador, está anunciando la promesa del largo y venturoso camino que tu Pueblo tiene por delante». Nicaragua tiene mucho que agradecer a Chávez. Por lo que hizo hasta ahora y por lo que seguirá haciendo a través de su pueblo y de los dirigentes bolivarianos. Una de sus obras cumbres, el ALBA, es hoy imprescindible para el desarrollo del país, y esa alianza entre naciones y revoluciones se ha constituido hoy en la más completa alternativa al modelo imperialista que sufre la humanidad. Rosario Murillo, con quien Chávez labró una entrañable amistad, sintetiza así lo que ha sido este soldado, el zurdo Tribilín que azotó con su látigo a la pobreza y al imperialismo norteamericano: «Usted, Libertador. Usted, constructor. Usted, Comandante Presidente, comunicador. Usted, consagrado, ¡ahora más que nunca consagrado! Usted, alegría, entrega. Usted, generosidad. Usted, inteligencia brillante... ¡qué inteligencia! ¡qué estudioso! ¡qué capacidad! Usted, articulado. Usted, risa, sonrisa, ¡siempre bromeando! Siempre encontrando el lado bonito de la vida. Usted, en todo lo lindo que hacemos y que seguiremos haciendo. Porque su legado, Comandante-Presidente, es esa bandera que ondea en alto en todos nuestros corazones, y en la América Nuestra, renacida y revivida con su luz, con su vida, con su verdad. Con esa llama de revolución que usted vino a re-encender, no sólo en Nuestramérica, sino en el mundo. Usted ha iluminado el planeta. De verdad, de verdad se lo decimos, con fuego ardiente, de amor y de revolución».

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Análisis

El mapa político latinoamericano heredado por el Comandante Chávez Orlando Núñez Soto ______________ ¿Cuál es el mapa político de América Latina que nos heredó el Comandante Chávez? • Una América Latina más unida y solidaria frente al imperialismo y el neocolonialismo, escalando nuevas formas de integración como el Consejo de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA); • Una Organización de Estados Americanos (OEA) menos dependiente de los Estados Unidos; • Una mayor cultura nacionalista y latinoamericanista en la mayoría de los actuales gobiernos; • Un beligerante grupo de gobiernos nacionalistas de izquierda, es decir, de orientación socialista, como Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Argentina y Uruguay, orientando la economía y la sociedad en favor de la justicia social; • Alianzas políticas de carácter nacionalista y antioligárquico entre empresarios locales, movimientos populares y gobiernos de izquierda; • Sobresalientes movimientos sociales levantando viejas y nuevas reivindicaciones: el Movimiento de los Sin tierra en Brasil (MST), sendos Movimientos Indígenas y de Pueblos Afro-descendientes en Nicaragua, Bolivia y Ecuador; • Movimientos ecologistas y feministas en todo el continente; • Acercamiento progresivo de los programas en pro de la democracia y de la justicia social.

Estos logros no ignoran:

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• Una economía latinoamericana todavía endeudada y una estructura socioeconómica todavía muy atrasada y dependiente del mercado, el comercio y los capitales mundiales, con todas las consecuencias que eso implica; • Una fuerte incidencia de los organismos financieros internacionales en las políticas públicas de varios países latinoamericanos; • Una gran brecha social entre clases y sectores con mayores ingresos, frente a masas empobrecidas; un desatado escalamiento de la destrucción ecológica; • Una insoportable y creciente violencia contra la mujer y una masificación de la trata de mujeres;

• Un agresivo avance del narcotráfico y del crimen organizado, particularmente en Mesoamérica y el Caribe, incluyendo Colombia y Estados Unidos; • Una fuerte presencia de bases militares estadounidenses y europeas en una parte significativa de los países latinoamericanos; • Una contraofensiva del imperialismo estadounidense y europeo frente a los avances del ALBA, cuya manifestación más manifiesta es la creación del Grupo del Sur compuesto hasta ahora por México, Colombia, Perú y Chile, y tutelado por Estados Unidos; • Política salpicada de golpes de Estado contra las nacientes democracias populares latinoamericanas.

500 años de lucha

En otras palabras y como lo tenía muy claro el Comandante Chávez, las contradicciones, los conflictos y la lucha contra el imperialismo y el capitalismo salvaje continúan. Una lucha que lleva quinientos años de existencia y cuyo largo período queremos reseñar brevemente, ofreciendo una síntesis para recordar su recorrido, dirigida particularmente a los jóvenes recién llegados a la hora de los hornos. 1. Conquista y colonización de América. Una región del mundo desconocida para los europeos y denominada posteriormente América del Norte y Latinoamérica, fue conquistada, colonizada y evangelizada durante los siglos XVI, XVII y XVIII por los caballeros de los reinos europeos, los mercaderes de esclavos, los piratas del comercio y la iglesia católica. 2. El nombre de Latinoamérica. Su nombre comenzó a pronunciarse algunas tres décadas después de iniciada la conquista. A finales del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX su nombre se generalizó, particularmente a raíz de las guerras de la primera independencia. 3. Esclavitud y poblaciones afro-descendientes. La población de América fue esclavizada y diezmada por los conquistadores europeos, sus recursos naturales fueron saqueados, su cultura y sus mujeres fueron mancilladas. Los europeos cazaban como animales a la población africana y la trajeron como esclava a América; desde entonces las poblaciones afro-descendientes son parte de Latinoamérica.

4. Los criollos de Latinoamérica se independizan de España (Centroamérica en 1821). A comienzos del siglo XIX, las elites criollas de las colonias o provincias latinoamericanas, es decir, los españoles nacidos en América y los mestizos más pudientes, se independizaron políticamente de la corona española y conformaron los estados latinoamericanos y del Caribe, los que no pudieron conformarse como unión, tal como pasó con las colonias estadounidenses frente a Inglaterra. Algunas colonias caribeñas (inglesas, holandesas, portuguesas, francesas) se mantuvieron como colonias de ultramar de los estados europeos hasta el siglo XX, alcanzando casi todas ellas su posterior independencia política. En las guerras de independencia se destaca Simón Bolívar, junto a otros próceres latinoamericanos. En uno de sus exilios, Bolívar es apoyado en una islita caribeña colonizada por los franceses llamada Haití, de donde recibe la inspiración para la liberación de los esclavos en su gesta libertaria sudamericana, convirtiéndose en el primer pedestal histórico de la lucha por la unidad de América Latina en contra de la presencia del imperialismo estadounidense. 5. Del colonialismo europeo (1500-1850) al imperialismo yanqui (1850-2013). Cuando se retira Europa, el Estado estadounidense toma el control de las economías y países de América Latina. El colonialismo se convierte en imperialismo y los ejércitos y empresas norteamericanas continúan el saqueo bajo nuevas formas de producción; asimismo, mantienen su presencia imperial algunos países europeos, sobre todo en el mar Caribe. 6. Liberales y conservadores gobiernan Latinoamérica (1821-2010). Durante los siglos XIX, XX y XXI, los países latinoamericanos fueron

gobernados por partidos liberales y conservadores, aliados locales de las fuerzas interventoras estadounidenses e inglesas. Los liberales intentando conformar burguesías nacionales y un capitalismo nacional, pero sin poder desligarse de la presencia del capital transnacional; los conservadores defendiendo el antiguo régimen y fortaleciendo la oligarquía y los regímenes restauradores. Durante todo este tiempo se llevaron a cabo, en la mayoría de los países latinoamericanos, reformas liberales que incidieron en el desarrollo dependiente de los capitalismos locales. En otros países, mesoamericanos y caribeños, las reformas liberales fueron frustradas por intervenciones militares estadounidenses, en contubernio con las oligarquías locales de ideología conservadora. Hoy en día, estos partidos han sido desplazados por gobiernos socialdemócratas o de izquierda en gran parte de los países latinoamericanos. 7. La revolución mexicana de 1910. A inicios del siglo XX, América Latina genera su primera revolución moderna y popular, conocida como la revolución mexicana, encabezada por Pancho Villa, Emiliano Zapata y Lázaro Cárdenas, iniciándose así el largo período de los movimientos revolucionarios latinoamericanos por su segunda independencia. La soberanía nacional, la reforma agraria, el fomento del mercado interno y de la burguesía nacional, fueron sus más destacadas reivindicaciones. La revolución mexicana convierte a México en la frontera latinoamericana con los Estados Unidos, manteniendo una política exterior bastante independiente. Anteriormente, México había perdido la mitad de su territorio, cercenado por el imperialismo estadounidense.

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De México saldrá la expedición bajo el mando de Fidel Castro que desembarca en la Sierra Maestra y en 1959 toma La Habana con sus columnas guerrilleras. En México estuvo Sandino en 1930 buscando apoyo para continuar su lucha. En México, desde 1973 fueron acogidos los exiliados allendistas perseguidos por la dictadura golpista de Pinochet.

8. La gesta de Sandino entre 1927 y 1934. La guerra nacionalista del General Augusto C. Sandino, alrededor de los años 30, contra la ocupación militar estadounidense, lleva la frontera estadounidense hasta el centro de Mesoamérica. Renace la unidad latinoamericana y el antiimperialismo. Uno de los rasgos más significativos de la lucha antiimperialista de Sandino fue su carácter de lucha continental, a caballo entre la formación de Frentes Populares Antiimperialistas como la Liga Antiimperialista de las Américas (LADLA) y la lucha anticapitalista enarbolada posteriormente por los partidos comunistas, siguiendo los dictados de la Internacional Comunista (IC). Con Sandino, la lucha antiimperialista avanza enormemente, se crea un gran precedente de la lucha guerrillera y se pone a prueba la estrategia de combinar las luchas nacionalistas y antiimperialistas, con la lucha de clases antiimperialista y anticapitalista. Al igual que haría Bolívar en Haití, Sandino pasa una estancia en México donde enriquece su conciencia revolucionaria, gracias a la influencia de la revolución mexicana y de los sindicatos comunistas y anarquistas en Veracruz y Yucatán, donde residió. En la lucha de Sandino aparecen las banderas de la liberación nacional

influenciadas por una ideología antioligárquica y anticapitalista. 9. Los partidos comunistas en Latinoamérica (siglo XX). En el período de 25 años que va de la revolución mexicana a la guerra de liberación nacional de Sandino, se siente la presencia de partidos y sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas en todo el continente, lo que le imprime a los movimientos de liberación nacional un carácter de liberación social, donde la lucha contra el imperialismo se combina con las luchas populares contra la explotación social del capitalismo dependiente. La existencia de los partidos comunistas, unido al triunfo de la revolución rusa en 1917 y al trabajo de la Internacional Comunista en América Latina, contribuye a la visión y organización continental de la lucha antiimperialista y anticapitalista. 10. El triunfo la revolución de Pepe Figueres en Costa Rica. En 1948 y a raíz de un fraude electoral, se desencadena una revolución democrática liderada por Pepe Figueres. Esta revolución es apoyada por la Legión del Caribe, movimiento que lucha por erradicar las dictaduras de Centroamérica y El Caribe. Por su lado, el dictador Somoza apoya al gobierno fraudulento y envía a la Guardia Nacional a combatir a don Pepe Figueres. El gobierno fraudulento es derrotado, lo mismo que los somocistas. Posteriormente, don Pepe Figueres apoyará al movimiento revolucionario sandinista a finales de la década de los setenta. 11. El triunfo de la revolución cubana en 1959. A raíz del triunfo de la revolución y de las medidas de transformación tomadas por su liderazgo encabezado por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, la revolución es agredida militarmente y aislada política y económicamente de Latinoamérica por el gobierno estadounidense, conflicto que acelera y desencadena el socialismo en Cuba y el auge de movimientos guerrilleros de liberación nacional en la mayoría de los países latinoamericanos. Nace así una América Latina nacionalista, antiimperialista y socialista, combatiendo las dictaduras militares y llevando al tercer mundo el mensaje de los movimientos tercermundistas como la Tricontinental y los Países No Alineados, contra el imperialismo. En todo este tiempo la lucha y el liderazgo de Fidel Castro y de Ernesto Che Guevara alcanza un nivel continental, igual que había pasado con el General Sandino. El Che Guevara participó en el intento revolucionario de Jacobo Arbens en Guatemala en la

década de los años 50. Fidel, el Che y un centenar de revolucionarios cubanos se preparan en México a finales de los años 50, antes de partir en el barco Granma hacia Cuba e iniciar la revolución triunfante. El Che Guevara participa en algunos movimientos revolucionarios en África y América Latina, cayendo en combate en los llanos bolivianos en 1967. 12. El triunfo electoral de Salvador Allende en Chile en 1973. Por primera vez en América Latina, un movimiento socialista accede al gobierno a través de las elecciones, liderado por Salvador Allende. La contra-insurgencia militar liderada por el imperialismo estadounidense no es suficiente para detener la lucha antiimperialista y socialista latinoamericana, por lo tanto Estados Unidos orquesta un golpe de Estado encabezado por general Augusto Pinochet, destituyendo al presidente socialista Salvador Allende. 13. El triunfo de la Revolución Sandinista en 1979. A finales del siglo XX triunfa la segunda revolución armada de carácter nacionalista, antiimperialista y de orientación socialista latinoamericana. En Nicaragua combaten militantes latinoamericanos solidarios con la Revolución Sandinista, asfixiada por una guerra de baja intensidad emprendida por el imperio estadounidense. El gobierno sandinista se somete a una desigual contienda electoral en la que pierde el gobierno, pero continúa resistiendo, desde la oposición, contra el injerencismo estadounidense y sus políticas neoliberales. El proceso unitario latinoamericano Antecedentes 1. Los antecedentes de la integración latinoamericana comienzan con la independencia de América a lo largo del siglo XIX, la que bajo el liderazgo de Simón Bolívar en Sudamérica y de Francisco Morazán en Centroamérica intentan avanzar hacia una América unida, esfuerzos que se ven frustrados por los intereses coloniales, neo-coloniales e imperialistas. A mediados del siglo XX, concretamente en 1948 se conforma la Organización de Estados Americanos (OEA), bajo el tutelaje del gobierno estadounidense, quien pertenece a dicha organización. La OEA agrupa a 35 países. En 1960 comienza a formarse el Mercado Común Centroamericano (MCCA), posteriormente (1987) se conforma el Parlamento Centroamericano y la Corte Suprema de Justicia. En 1973 se conforma la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) donde participan la mayor

parte de los países del área. En 1973 se conforma la Comunidad del Caribe (CARICOM, por sus siglas en inglés), la que aglutina a 15 naciones del Caribe. En 1991 se conforma el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) que agrupa a los países centroamericanos y República Dominicana. En 1991 se conforma el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), que aglutina a los países sudamericanos. En la década de los años 80 y a raíz de la revolución sandinista y de los movimientos guerrilleros de Guatemala y el Salvador, los gobiernos centroamericanos deciden actuar en aras de establecer la paz en la región. El gobierno revolucionario de Nicaragua interesado en frenar la escalada político-militar del gobierno estadounidense de Ronald Reagan y el resto de gobiernos, interesados en detener el avance revolucionario en sus respectivos países. En 1983 se forma el Grupo de Contadora conformado por México, Panamá, Colombia y Venezuela, en apoyo a la iniciativa de los gobiernos centroamericanos, así como para mediar entre la revolución sandinista y el gobierno estadounidense. En 1985 se forma el Grupo de Lima conformado por Argentina, Brasil, Perú y Uruguay, para apoyar al Grupo de Contadora, conociéndose como el Grupo de los 8. En 1990 se forma el Grupo de Río conformado por la mayoría de los países latinoamericanos en apoyo al Grupo de Lima, Contadora y a los Acuerdos de Esquipulas. En 2010 se conforma el Consejo de Estados Latinoamericanos (CELAC) integrado por todos los países latinoamericanos, el que prácticamente sustituye a la OEA, la que sigue formalmente funcionando. 2. Movimientos nacionalistas surgidos de las fuerzas armadas (1930-2000). No debe pasar desapercibido un fenómeno sui géneris en la lucha revolucionaria latinoamericana, desde los tiempos de Sandino, como es el hecho de que del seno de las propias fuerzas armadas hayan salido líderes con vocación nacionalista y antiimperialista, emprendiendo cambios sociales de carácter nacionalista, antiinjerencista y antiimperialista, incluso socialistas, tales como el capitán Luis Carlos Prestes en Brasil, el coronel Jacobo Arbenz en Guatemala, el general Omar Torrijos en Panamá, el general Juan Velazco Alvarado en Perú, debiendo incluir al propio Comandante Chávez en Venezuela y la Revolución Bolivariana, la que progresivamente se fue radicalizando hasta imprimirle una vocación socialista al proceso de transformación.

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contrastan favorablemente con la tradición de los gobiernos de derecha o pro-imperialistas. La democracia representativa es enriquecida con la democracia participativa y la democracia directa, abriéndose paso hacia procesos de restitución de derechos y de empoderamiento de la ciudadanía.

La correlación de fuerzas

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3. El triunfo de la Revolución Bolivariana de Venezuela a finales del siglo XX. Con la llegada al gobierno del Comandante Chávez, la lucha latinoamericana cobra fuerza y avanza lo que no había avanzado en varias décadas, mejorando la correlación de fuerzas y alterando completamente el mapa político de nuestramérica. En este sentido el comandante Chávez y su revolución bolivariana, iniciada con Petro-Caribe, el ALBA y el CELAC, logró romper el cerco y aislamiento en que viven las repúblicas latinoamericanas. Podemos afirmar que fue el gran puente entre Mesoamérica, El Caribe y Sudamérica. Al igual que lo había hecho Bolívar en Haití, Sandino y Fidel en México, el Comandante Chávez llega a Cuba y recibe la influencia de la revolución cubana y de su líder el Comandante Fidel Castro. 4. 500 años de resistencia indígena y popular. En estos quinientos años de colonialismo e imperialismo, hubo grandes movimientos de resistencia indígena, campesina, obrera, estudiantil y popular, aplastadas por dictaduras militares con el apoyo del gobierno estadounidense. Progresivamente estos movimientos fueron radicalizando sus banderas: independentistas, nacionalistas, antinjerencistas, latinoamericanistas, antiimperialistas y socialistas. 5. El triunfo electoral de movimientos de izquierda latinoamericanos a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI. En este período, movimientos, partidos o líderes de izquierda, algunos provenientes de las guerrillas de las décadas anteriores, ganan elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales en los países latinoamericanos y caribeños. Las políticas sociales y económicas, así como la política exterior de estos gobiernos,

A. El mapa político heredado por el Comandante Chávez que hemos reseñado, es producto de las condiciones sociales y económicas, la voluntad política de los líderes y movimientos revolucionarios, así como del estado de la contradicción y el conflicto entre las fuerzas populares, las elites locales y el imperialismo estadounidense. Avanzar en la soberanía nacional, el mercado interno, la reforma agraria, el empleo urbano y el bienestar social, la independencia del mercado mundial, la democracia política, la igualdad de oportunidades, la solidaridad de género, la sostenibilidad ecológica, la gestión local y la autogestión económica de los trabajadores y de la población en general, así como la erradicación de las lacras heredadas por varios siglos de explotación, no depende solamente de la voluntad política y de las luchas de resistencia de nuestros pueblos, sino de condiciones sociales e históricas, nacionales e internacionales, que le sirven de marco a las luchas y trasformaciones. B. Como dijo el Comandante Chávez en una de sus últimas comparecencias públicas, “no nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista”. Y lo mismo podríamos decir del resto de países latinoamericanos, con excepción de nuestra hermana república de Cuba, la que como todos sabemos también se desarrolla en un entorno internacional capitalista hostil que también la condiciona. C. A manera de ejemplo quisiéramos señalar algunos condicionantes sociales e históricos. Las reformas agrarias en Cuba y Venezuela por ejemplo no tienen el mismo impacto que en otros países del continente con mayor peso del campesinado. Por su lado, el peso específico de la clase obrera en las transformaciones sociales será mucho menor en aquellos países agrarios donde el proletariado fabril es minoritario. Un proceso auto-sostenido de acumulación interna, incluyendo el pleno empleo y el fortalecimiento del mercado interno, estará influenciado por el grado de capitalización de las diferentes economías. El papel del Estado

en países donde el mismo fue desmantelado por las reformas neoliberales, peor si acusa un fuerte endeudamiento, será una limitante y se hará sentir a la hora de las reformas emprendidas desde el sector público. En síntesis, construir el socialismo en un país económicamente atrasado y dependiente, donde no se han llevado a cabo ni siquiera las reformas liberales del capitalismo, con una gran masa de desempleados, con una conciencia y unas reivindicaciones populares fuertemente influenciadas por las condiciones de vida de su población, ha sido un factor que siempre ha estado presente en los debates políticos desde que nació el socialismo a mediados del siglo XIX hasta nuestros días. En este sentido es que habría que interpretar el llamado del Comandante Chávez el 7 de octubre del año 2012, día de su último triunfo electoral y sobre todo el discurso del 20 de octubre del mismo año, durante el primer Consejo de Ministros, apelando a un golpe de timón para el período 2013-2019, en aras de superar las limitaciones del proceso y los problemas que enfrenta la revolución bolivariana. Hoy en día Latinoamérica está conformado por 35 países, que aglutinan alrededor de 600 millones de personas en un espacio territorial de más de 20 millones de kilómetros cuadrados, lo que la convierte en uno de los bloques regionales más importantes del planeta. A pesar de lo anterior y de mantener un crecimiento económico sostenible, nuestramérica sigue sometida a las reglas del mercado y del capital globalizado, a la explotación y a la discriminación, a la destrucción ecológica y a un consumismo y a una drogadicción que arrebata los esfuerzos redistributivos de los gobiernos progresistas o de izquierda. Por lo tanto, urge hacernos eco del llamado del Comandan-

te Chávez, afinando una estrategia que pueda hacerle frente al imparable empobrecimiento de su población, a la degeneración afectiva contra las mujeres, así como a la decadencia del sistema y de la civilización industrial. Conscientes de que la soberanía y bienestar de cada uno de nuestros países pasa por la soberanía y bienestar de toda Latinoamérica.

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El Hombre

«Los sueños llegan como la lluvia» Hugo Chávez Frías ______________

H

ay un pensamiento que dice así: Yo espero mucho del tiempo. El tiempo. Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados. Ese pensamiento de Simón Bolívar podría resumirse en eso, en la frase inicial. Yo espero mucho del tiempo. Yo creo que nunca, nunca, jamás perdí ni perderé mi amor y mis raíces y mi presencia física en este pueblo que está aquí: Sabaneta.

El cadete Hugo Chávez con sus padres, 1973

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El recuerdo así más lejano que yo tengo de mi padre: un hombre muy joven que llegaba en una bicicleta y además venía rápido y cuando iba llegando a la casa sacaba una pierna por encima y se venía en una sola. Frenaba ahí y ¡ras!, ponía la bicicleta. Mi padre ha sido un hombre muy enérgico toda la vida, yo lo admiraba y lo admiro muchísimo como mi padre. Es afrodescendiente, negro. Mi madre catira (rubia), catira pelo amarillo, llanera de nacencia y crianza como se dice. Entonces mi padre llegaba y uno salía corriendo. “¡Papá, papá que me trajiste!” Bueno y recuerdo el abrazo, me agarraba y me lanzaba arriba y me agarraba duro. Un hombre fuerte mi padre. Yo tenía tres mamás: la mamá Elena que me parió, la mamá Rosa, la abuela y la mamá Sara, Sara Moreno, nunca la voy a olvidar. Era una mujer muy linda que vivía frente a la casa vieja en la calle que hoy se llama Antonio María Bayón en Sabaneta y ahí llegó Sara Moreno de no sé dónde. Y yo recuerdo que era muy linda

y yo decía que era mi mamá también, que yo tenía tres mamás. Y yo recuerdo que Sara Moreno todos los días me preparaba una taza bien grande de avena antes de ir a la escuela y nunca dejaba yo de pasar por casa de Sara a tomarme mi taza de avena. Era muy joven y era muy linda saben. Ella tenía un marido que llegaba por las noches, y yo creo que me enamoré de Sara porque yo la celaba del marido. Nunca le dije a nadie esto, estoy confesándolo por primera vez en mi vida y yo era un niño. Pero ella me amurruñaba y me dormía y me hacía comida. Sara Moreno era mi tercera mamá. Mi madre una fortaleza siempre, mi madre ella es llena de amor, trabajadora incansable, también maestra. Luego fíjense, ella siguiendo el ejemplo de mi padre siguió haciendo unos cursos. Mi padre seguramente la motivó y luego se graduó de maestra, luego, cuando ya nos había parido a todos nosotros. Yo recuerdo haber ido a ver a mi madre en un salón de clase, dando clase, enseñando. Ella sobre todo alfabetizaba, se dedicó a la educación de adultos y hasta me gustaba mucho ayudarla en eso. Yo participé junto a mi madre en la alfabetización por allá por los años 60, ella era mi guía con un libro que se llamaba Abajo Cadenas: ala, pala, tapara, maraca... Así que mi madre me enseñó a enseñar a otros. Cosa bonita esa. Bueno, yo me puse a dibujar, yo estudiaba pintura y ya estaba aprendiendo a pintar rostros y yo pinté la cara de El Látigo Chávez y lo pegue ahí, al lado de mi cama. Inventé una oración que me nació y yo todas las noches rezaba y al final del Padre Nuestro que estás en los cielos, yo decía: “Diosito santo ayúdame, Látigo Chávez donde estés te juro que yo voy a ser como tú”. Y aquello se convirtió en un motor inmenso que me movió, yo movía cielo y tierra porque yo quería ser como El Látigo Chávez. Entonces comenzaron a ocurrir muchas cosas, producto de la voluntad que despertó del dolor. Yo entonces comencé a acercarme por las tardes después que salía de clase, en vez de irme a jugar chapita o la pelota de goma frente al liceo, que no me iba a llevar a ninguna parte, yo me iba al estadio La Carolina. Y mi padre me dijo: “¿Hugo qué carrera universitaria vas a estudiar?”. Yo le dije: “me gusta ingeniería papá.” “Bueno vamos a hablar allá en Mérida.” Mi padre y mi madre... Siempre la educación, la educación, el ejemplo. Y dijo “bueno, vamos a buscarte cupo allá, vamos a hablar con Ángel Chávez”, un tío nuestro que era profesor de la ULA.

Y yo por dentro, ¿Mérida? En Mérida no juegan béisbol. Allá es fútbol. No Dios mío, yo para Mérida no voy. ¿Y saben lo que hice? Un día llegó, nunca se me olvida, un oficial al liceo a dar una conferencia, la escuela militar. Nos llevaron a todos obligados. Yo no quería porque incluso uno veía a los militares así, desde lejos. Bueno en resumen, el 8 de agosto de 1971 entro a la Escuela Militar, ya entonces Academia Militar, en un grupo de 375 muchachos, incluyendo unos extranjeros, un grupo de panameños, dominicanos también, un grupo de muchachos. Pero lo mío era jugar béisbol, yo estaba era pendiente de cuándo comenzábamos a jugar béisbol y comenzamos al poco tiempo a jugar béisbol. Y nuestro manager era José Antonio Casanova, una leyenda. Fue manager del Caracas durante muchos años, short stop de grandes ligas, de los campeones mundiales del 41. Y el entrenador de picheo y bateo era Benítez Redondo, Héctor Benítez Redondo, un zurdo también de grandes ligas, otra estrella más de los años 40, 50. Eran nuestros entrenadores. Yo dije: Ya está. Ésta es la mía, cuando estos hombres me conozcan bien yo por ahí busco el camino, para hacer contacto con los profesionales y todo eso pues. Yo lo veía facilito. Ah, pero entonces me conseguí uniformado, un fusil, un polígono, el orden cerrado, las marchas, los trotes mañaneros, el estudio de la ciencia militar, de las ciencias generales también. Pero en fin, me gustó, me gustó el patio y me gustó Bolívar que estaba allá al fondo. Y el pensamiento grande allá: El que abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada y gana todo cuanto le consagra. Me sentí como pez en el agua. Como que descubrí entonces la esencia o parte de la esencia de la vida, mi vocación verdadera. Y poco a poco se fue como transfigurando el sueño. Llegamos al 8 de noviembre y ese día dejamos de ser aspirantes a cadetes para transformarnos en cadetes. Por primera vez vestimos de azul, por primera vez los guantes blancos y vino el General Osorio, nuestro director, y nos dio la daga de cadete, el arma pues. Y entonces, permiso por 2 días porque en esos 3 meses uno no podía salir, un poco para pagar una deuda que yo sentía que estaba adquiriendo, para cancelarla, algo así, era el espíritu que me obligaba. Yo me fui caminando desde El Valle, Conejo Blanco. Primero pregunté cómo llegar al Cementerio General del Sur porque yo leí entonces que ahí enterraron a El Látigo Chávez. Yo iba porque tenía por dentro un nudo, como una deuda que se vino formando, el juramento aquel, la oración aquella, yo la estaba olvidando. Y ahora quería ser soldado, me sentía soldado y yo me sentía mal por eso. Así que llegué a la tumba, vi la

cripta, Isaías Látigo Chávez, murió un 16 de marzo de 1969. Pero sobre todo, además de rezar yo fui a pedir perdón. Me puse a hablar con la tumba, con el espíritu que rodeaba todo aquello. A hablar conmigo mismo, es decir, estaba como diciendo: Perdón, perdón Isaías. Ya yo no voy a seguir ese camino. Ahora soy soldado. Y cuando salí del cementerio yo estaba como liberado.

Yo formé parte y formo parte de esa primera oleada de muchachos que entramos a la Academia Militar, la vieja Escuela Militar convertida en academia a nivel universitario. Veníamos ya con la secundaria aprobada. Por primera vez en la historia militar venezolana ingresan a la Academia Militar muchachos bachilleres y comenzamos a formarnos entonces para ser Licenciados en Ciencias Militares, de rango universitario. Pero más allá de todo lo que yo pude haber aprendido de filosofía, de la guerra, de historia económica, de historia militar, de geopolítica, estrategia y táctica, todas esas enseñanzas, hasta la ciencia militar, lo más profundo que yo aprendí en esa queridísima Academia Militar fue a amar profunda e infinitamente a mi patria. Y no sólo a amarla por decirlo, sino que aprendí realmente a amarla. Cuando juré el 07 de julio de 1975 con mi sable de subteniente en el patio de honor de la Academia Militar, cuando yo saqué mi sable para jurar, juré en firme y juré en serio: “Jura usted delante de Dios y la bandera,

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defender la patria hasta perder la vida”. No sólo defenderla digo yo, amarla. Porque para defenderla hasta perder la vida necesario es amarla. El que no ame esta patria... La Patria es, en primer lugar como dice Alí Primera, el hombre, el ser humano. Hace 400 años que mi patria está preñada –decía Alí Primera– ¿quién la ayudará a parir pa’ que se ponga bonita. Hay que amarla, hay que sentirla, hay que adorarla para poder defenderla. Entonces, yo juré ese 7 de julio de 1975 salir con aquel sable a defender esta patria, amándola y para defenderla dar incluso la vida. Eran dos abuelos. Uno más perdido en el tiempo, un Chávez. Algunos decían que era maluco porque dejó la mujer y se fue detrás del Cabo Zamora y uno no entendía. A veces uno incluso pensaba: “oye mi abuelo era un maluco, el abuelo ese Chávez, se fue con Zamora y más nunca volvió, y dejó a la mujer y los hijos pequeños”. Yo me imagino que el abuelo Chávez, que quién sabe en qué camino se quedó tirado, pudiera ser uno de los que enterró a Zamora. El otro recuerdo que

brota especialmente por aquí, así como brotan esos montes con la lluvia, es el recuerdo del otro abuelo. Ese es mucho más cercano, es tan cercano que uno lo siente por ahí, tan cercano que parece que rebrota. Es el de Maisanta, el último hombre a caballo. Uno por el lado de los Chávez, de mi padre, de mi abuela, mucho más difuso y lejano, que se fue detrás de Zamora, es decir, detrás de la patria, detrás del sueño. Otro más cercano aquí, mucho más cerca que lo siento, Pedro Pérez Delgado, el último hombre a caballo, que se fue detrás del sueño, que no era un maluco ni era un asesino. Dejó a mi abuelo pequeño con Claudina y al tío Rafael. Pero no porque era maluco saben. ¡Qué va! No porque era asesino. Era un soldado revolucionario y se fue igual detrás del sueño. Y hoy no tengo ningún temor. No tuve dos abuelos malucos. Tuve dos abuelos revolucionarios. Y me ha tocado lo mío también saben. De esos abuelos he tenido una herencia, porque esta vida que uno ha seguido ha pasado por tantas cosas, pero dentro de ella una, me imagino la misma situación por la que pasó aquel Chávez detrás del Cabo Zamora por los caminos de La Marqueseña. Y aquel Pedro Pérez Delgado, el bisabuelo que se fue por las sabanas de Apure, alzao contra Gómez. Me imagino lo que sintieron ellos cuando dejaron a la mujer y a los muchachos chiquitos, y el rancho, y el ganado, y el perro, y el gato, y el chinchorro, y el café por la mañana. El nido pues, lo dejaron y más nunca volvieron. Digo que a mí me tocó lo mío porque yo nunca voy a olvidar aquella noche. Era febrero. Había cielos claros, el verano no había llegado. Y era 1992 y después de un camino medio largo ya, me tocó lo mío. Me tocó igual una madrugada llegarle a la mujer, a la negra Nancy a decirle: Negra me voy, no sé si vuelva. Y lo más duro, no se lo deseo a nadie saben. Abrir la puerta del cuarto de los muchachos y mirarlos allí, a la Rosa Virginia, tenía 12 años, con sus pelo churruscado, dormidita, arropadita. Y a la María Gabriela con su pelo de india y su cara de india, es india, tenía 9, arropadita, con un ventilador que daba vueltas. Y allá, en la esquina de allá, Huguito, el catire gordo, seguro estaban soñando. Huguito tenía 7 años. Despedirse de los hijos, darles un beso y con cuidado para que no despertaran darles la bendición a la una, a la otra y al otro y adiós. No sé si vuelva. Me tocó lo mío también, los dejé chiquitos pero no por maluco, por patriota. Detrás de la misma bandera de aquel Bolívar, de aquel Zamora, de aquel Chávez y de aquel Maisanta, me tocó lo mío también. Yo recuerdo la cárcel como una escuela y aunque hubo momentos dolorosos, para mí no fue un dolor la cárcel aunque tuvo muchos dolores, pero esos dolores

fueron absorbidos por el amor, por la fe, por el optimismo, por el trabajo, un trabajo permanente. Ahora, ¿cuál fue un momento doloroso? Los primeros días fueron muy dolorosos y ahí hubo varias etapas. Recuerdo que los primeros días fueron en una soledad terrible, en una celda en un sótano muy frío porque tenía aire acondicionado todo el día y uno no sabía qué hora era. Más o menos uno calculaba que hora era por la hora que llegaba la comida. Pero no había reloj, no había tiempo, no había espacio. Yo me sentía como muerto los primeros días, las primeras horas. Era como un sepulcro aquello. Bueno entonces esos días fueron muy dolorosos; la ausencia de los hijos, los viejos, la mujer, la soledad, era como una muerte. Yo me sentía como muerto. Pero uno fue como resucitando poco a poco. Recuerdo que llegó un sacerdote como al segundo, tercer día, con su sotana blanca. Era el sacerdote de ahí de la prisión militar esa. Había una cámara filmando ahí y él sabía, así que muy hábilmente él se puso de espalda y me dijo algunas cosas muy suavecito. Entre otras cosas me hizo saber que allá afuera había una ola, una ola de amor, un fuego divino me dijo. Ese sacerdote murió ya. Era el Padre Torres, nunca lo voy a olvidar porque él me dijo allá afuera hay un fuego divino, un amor que se desató muy grande. Y entonces me recitó de la Biblia y me lo dejó anotado en un papelito: Maquina el impío contra el justo, tensa su arco, apunta la flecha, el arco se le partirá y la flecha se le clavará en su propio corazón. Nunca me sentí preso en verdad, desesperado por salir de allí. No. Yo incluso estaba preparado para estar allí 20 años si había que estarlo. “¿Cuál es el problema?”, decía yo. Porque asumía aquello como una etapa necesaria, me interesaba jugar un papel dentro de un proceso. Pero yo sí estaba claro que había que empujar el viento, que había que empujar el sol, como canta el poeta. Que había que precisar mejor la ideología, que había que sembrar consciencia. En la cárcel me grabé la consigna de Samuel Robinson, Simón Rodríguez, aquella que dice: La fuerza material está en la masa y la fuerza moral en el movimiento de la masa. Y a mí se me ocurrió agregarle una tercera consigna: y la fuerza transformadora está en la masa consciente en movimiento acelerado. Yo creo que había que pasar por la cárcel y yo no la recuerdo con dolor. Yo la recuerdo más bien, a esa

cárcel, como un sitio donde Dios nos permitió, y a mí en lo personal, me permitió acerar el alma, fortalecer la consciencia, el espíritu, fortalecer la ideología bolivariana a través del estudio, la discusión, entrar en contacto con múltiples corrientes políticas del país. Así que cuando pasaron 2 años, 2 meses y unos días y yo salí de aquella cárcel recuerdo que miré el sol ahí, en los monolitos en el Fuerte Tiuna, en Los Próceres. Yo salí potenciado en todos los sentidos. Vencí los dolores, vencí los sinsabores y hoy más bien lo que hago es darle gracias a Dios por haberme permitido pasar en este camino un poco más de 2 años en una cárcel que fue una escuela, porque fue una cárcel de consciencia, de dignidad. Yo le decía a aquellos amigos que una vez fueron a visitarme en prisión, les decía: “miren, si es que Chávez se convirtió en un mito yo quiero ayudar a destruir ese mito. Porque al país no le hace falta un mito, una leyenda. Al país le hace falta una revolución y las revoluciones no se hacen con mitos ni con leyendas”. Hace poco me llegó otro sueño, como la lluvia porque así llegan los sueños, como la lluvia. Así me llegó el de ser pintor de aquel libro. Así me llegó el sueño de ser El Látigo Chávez, me llegó de ráfaga un domingo, nunca lo voy a olvidar. Y luego me llegó el de ser soldado, también como la lluvia. Y ahora me llegó un sueño y me llegó por allá en la esquina de un pueblo, hace poco. Íbamos después de un acto donde había mucha gente. Yo quería descansar por allá a la orilla del mar. Era en Margarita exactamente. Y entonces vamos ya cayendo el sol, íbamos cruzando una esquina para ir a un sitio a descansar un rato, íbamos sin caravana, una camioneta cualquiera. Y yo entro mirando, mirando, mirando cada esquina, mirando cada casa, tratando de mirar todo. Y de repente le digo al muchacho, al compañero que maneja ¡párate aquí!, porque vi unos niños jugando a la pelota de goma y además dije que bueno que además están unas niñas también jugando, la igualdad. Una niñas dándole y corrían más duro. Y entonces, en una silla, un anciano con el pelo blanco mirando a los niños jugar a la pelota y con una niña en las piernas. Y yo dije, ya está, ese soy yo. Éste es el último sueño.

(*) Transcrito del documental: “Los sueños llegan como la lluvia”.

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«Somos hijos de un huracán» El pasado 11 de septiembre, en plena campaña electoral, Hugo Chávez ofreció una conferencia de prensa de más de 4 horas. Un periodista europeo le preguntó que si no consideraba que 20 años era bastante para ser Presidente. Como parte de su respuesta, Chávez dijo:

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Qué si 20 años para Hugo Chávez es bastante? Pero es que no se trata de Chávez. Esto no se puede personalizar en un ser humano. Lo que sí te puedo decir es que llevamos trece, vamos para catorce, más seis, 20 años. ¡Veinte años de gobierno revolucionario! ¡Veinte años para sacar a Venezuela del pantano en donde estaba hasta la médula! La hemos sacado. El éxito es que nosotros estamos aplicando un programa exitoso. Exitoso en lo político, exitoso en lo social, exitoso en lo económico, exitoso en el ámbito internacional. ¿Con fallas? Claro, pero es exitoso. Ahí están los indicadores, el que quiera verlos con objetividad. Entonces, exitoso para sacar a Venezuela primero de ese pantano. Luego, lo que hemos venido haciendo es construyendo las bases. Nosotros estamos construyendo las bases de un proyecto histórico, en lo cual se nos irá toda la vida. Construir, darle forma, darle vida a este proyecto nacional, a este proyecto político, social y económico que está contenido en esta Constitución y en un conjunto de documentos, de

doctrinas, de planes, etc., que están en marcha. Entonces, no se trata de Chávez. Chávez no ha sido sino una circunstancia… Como dice la canción: “Amor, lo nuestro solo fue casualidad, la misma hora, el mismo bulevar”. Yo no tuve la culpa de haber nacido en 1954 a pocos días de Dien Bien Fu. O al mismo tiempo que los aviones yanquis bombardeaban Guatemala para sacar a Jacobo Arbenz. O pocos meses después que Fidel, Raúl, el Che y no sé cuántos más asaltaran el Cuartel Moncada locos de Patria. No tengo la culpa. Yo podía nacer cien años antes o ayer. Yo no pedí ni siquiera venir a este mundo, pues. “Todo fue casualidad: la misma hora, el mismo boulevard”. Yo no pedí entrar en la Escuela Militar –me costó por cierto, ¡me costó bastante! Tribilín, el zurdo Tribilín que quería ser el “Látigo” Chávez (lanzador de beisbol, muerto trágicamente). “La misma hora, el mismo boulevard”. Y luego, no tuve la culpa yo del golpe de estado en Chile, y aquél Brigadier que era de 18 años y aquéllos jóvenes. No tuve la culpa de ser soldado. Yo no escogí este camino. Decía Bolívar, allá en Angostura, nuestro Padre Libertador: “no he sido más que una débil paja arrastrado por un huracán, el huracán revolucionario”. Yo no tuve la culpa del fracaso estruendoso del Pacto de Punto Fijo. No tuve la culpa del 4 de febrero mucho menos del Caracazo. Lo vi con estos ojos desde allá del Palacio Blanco cuando empezaba la explosión y después por ahí, por El Silencio salí y vi aquél desastre. Y yo soy hijo del huracán. “La misma hora, el mismo boulevard”. Sólo que algunos se niegan de manera pero irracional a reconocer esto. Y cuando digo Chávez estoy yendo más allá de este cuerpo y de esta alma que está aquí. Nosotros somos hijos de un huracán. Nosotros surgimos a la historia venezolana producto de la crisis profunda y la catástrofe del Pacto de Punto Fijo, del desmoronamiento de un país. ¡El país se desmoronó! En fin, veinte años, no es nada. “La misma hora, el mismo boulevard”. (*) Conferencia de prensa, 11 de septiembre de 2012.

El Hombre

¡Hasta el retorno! El jueves 30 de junio de 2011 al mediodía, un raro anuncio sorprendió a Venezuela: el Presidente Hugo Chávez daría desde Cuba un mensaje a la nación a las 9 de la noche. A esa hora en punto, apareció el líder bolivariano con un rostro inusualmente severo y, para mayor inquietud, no improvisó el mensaje, sino que lo leyó. Hizo un anuncio estremecedor: los médicos diagnosticaron un absceso pélvico que conllevó a una intervención quirúrgica y en la etapa de recuperación se detectaron otras células antes no detectadas, las cuales evidenciaron la existencia de un tumor cancerígeno. Al estupor inicial, se sucedió una gigantesca cadena nacional de solidaridad y oración sin precedentes, que le acompañó a lo largo de los siguientes 613 días que transcurrieron hasta su fallecimiento el 5 de marzo de 2013.

Mensaje al pueblo venezolano La Habana, 30 junio 2011 “Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser superiores a los pretéritos”. Simón Bolívar

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l tiempo y sus ritmos, el tiempo y sus mandatos, el tiempo y sus designios, como está señalado en el Eclesiastés, me llevan hoy a leer este comunicado a la nación venezolana y a la opinión pública internacional, muy pendientes como sé han estado de la evolución de mi salud, desde que hace varias semanas comenzó a dar muestras evidentes de deterioro. Después de la excelente gira que hicimos por Brasil y Ecuador entre los días 5 y 7 de junio pasados, llegamos a la Cuba solidaria de siempre para concluir la jornada con la revisión y firma de nuevos acuerdos de cooperación. Confieso que desde el punto de vista de mi salud solo tenía previsto hacerme un chequeo en la rodilla izquierda, ya casi recuperada de aquella lesión de comienzos de mayo. A lo largo de toda mi vida vine cometiendo uno de esos errores que bien pudiera caber perfectamente en

aquella categoría a la que algún filósofo llamó “errores fundamentales”: descuidar la salud y, además, ser muy renuente a los chequeos y tratamientos médicos. Sin duda ¡qué error tan fundamental!, y sobre todo en un revolucionario con algunas modestas responsabilidades como las que la revolución me vino imponiendo desde hace más de 30 años. Sin embargo, ya en La Habana, cuando caía la tarde del miércoles 8 de junio, allí estábamos de nuevo con Fidel, con aquel gigante que ya superó todos los tiempos y todos los lugares. Seguramente no fue difícil para Fidel darse cuenta de algunos malestares, que, más allá de mi rodilla izquierda, yo había venido tratando de disimular desde varias semanas atrás. Me interrogó casi como un médico, me confesé casi como un paciente, y esa misma noche todo el inmenso avance médico que la Revolución Cubana ha logrado para su pueblo, y una

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buena parte del mundo, fue puesto a nuestra plena disposición, iniciándose un conjunto de exámenes, de diagnósticos.

El Comandante Hugo Chávez con su madre, en 2004.

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Fue así como se detectó una extraña formación en la región pélvica que ameritó una intervención quirúrgica de emergencia ante el inminente riesgo de una infección generalizada. Eso fue el sábado 11 de junio, muy temprano en la mañana, algunas horas antes del anuncio que fue leído al país y al mundo, y que ha desatado tantas manifestaciones de solidaridad que no dejan de emocionarme a cada instante. Luego de aquella operación, que en principio logró el drenaje del absceso, comenzó un tratamiento antibiótico intensivo con una positiva evolución, que trajo una notable mejoría. Sin embargo, y a pesar de la favorable evolución general, a lo largo del proceso de drenajes y de curas, fueron apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras formaciones celulares no detectadas hasta entonces. Comenzó, por tanto, y de inmediato, otra serie de estudios especiales citoquímicos, citológicos, microbiológicos y de anatomía patológica que confirmaron la existencia de un tumor abscesado con presencia de células cancerígenas, lo cual hizo necesaria la realización de una segunda intervención quirúrgica que permitió la extracción total de dicho tumor. Se trató de una intervención mayor, realizada sin complicaciones, tras la cual he continuado evolucionando satisfactoriamente, mientras recibo los tratamientos

complementarios para combatir los diversos tipos de células encontradas y así continuar por el camino de mi plena recuperación. Mientras tanto, me he mantenido y me mantengo informado y al mando de las acciones del gobierno bolivariano, en comunicación permanente con el vicepresidente, compañero Elías Jaua y todo mi equipo de gobierno. Agradezco infinitamente las numerosas y entusiastas demostraciones de solidaridad que he recibido del pueblo venezolano y otros pueblos hermanos, así como de Jefes de Estado y de Gobierno de numerosos países del mundo, desde la convicción de que todo ese amor, de que toda esa solidaridad constituyen la más sublime energía que impulsa e impulsará mi voluntad de vencer en esta nueva batalla que la vida nos ha puesto por delante, y de manera muy especial al pueblo cubano, a la nación cubana, a Fidel, a Raúl, a toda esta legión médica que se ha puesto al frente de esta batalla de una manera verdaderamente sublime. Sin embargo, también he estado muy consciente de cierto grado de angustia e incertidumbre que ha estado recorriendo, a lo largo de estos días, de estas noches, el alma y el cuerpo de la nación venezolana. Creo que más allá de los intentos manipuladores de algunos sectores bien conocidos, esos sentimientos eran y son inevitables, y forman parte de la propia naturaleza humana, rodeada esta, además, por las circunstancias que la enmarcan y muchas veces la sacuden, como en este caso ocurre. Desde el primer momento asumí todas las responsabilidades en cuanto al cuido estricto por la veracidad de las informaciones a ser trasmitidas, fundamentándome en un doble conjunto de razones: la razón médico-científica, en primer término, y, en segundo lugar, y de manera especialmente cuidada desde lo más profundo de mi alma y de mi conciencia, la razón humana, la razón amorosa, para ser más preciso, ¡la razón amorosa! De la primera, es decir, de la razón médica, ya hemos hablado un poco. Ha sido un proceso lento y cuidadoso de aproximación y diagnóstico, de avances y descubrimientos a lo largo de varias etapas, en las cuales se vino aplicando un riguroso procedimiento científico que no aceptaba ni acepta apresuramientos ni presiones de ningún tipo. La norma suprema que sustenta esta poderosa razón es la plena verificación científica, más allá de los indicios y sospechas que vinieron apareciendo. Y acerca de la razón amorosa, estoy obligado ahora a hablarles desde lo más hondo de mí mismo. En este instante recuerdo el 4 de febrero de aquel estruendoso año 1992. Aquel día no tuve más remedio que hablarle a Venezuela desde mi ocaso, desde un camino que

yo sentía me arrastraba hacia un abismo insondable. Como desde una oscura caverna de mi alma brotó el “por ahora” y luego me hundí. También llegan a mi memoria ahora mismo aquellas aciagas horas del 11 de abril de 2002. Entonces también le envié a mi amado pueblo venezolano aquel mensaje, escrito desde la Base Naval de Turiamo, donde estaba prisionero, Presidente derrocado y prisionero. Fue como un canto de dolor, lanzado desde el fondo de otro abismo, que sentía me tragaba en su garganta y me hundía y me hundía. Ahora, en este nuevo momento de dificultades, y sobre todo desde que el mismo Fidel Castro en persona, el mismo del Cuartel Moncada, el mismo del Granma, el mismito de la Sierra Maestra, el gigante de siempre, vino a anunciarme la dura noticia del hallazgo cancerígeno, comencé a pedirle a mi señor Jesús, al Dios de mis padres, diría Simón Bolívar; al manto de la Virgen, diría mi madre Elena; a los espíritus de la sabana, diría Florentino Coronado; para que me concedieran la posibilidad de hablarles, no desde otro sendero abismal, no desde una oscura caverna o una noche sin estrellas. Ahora quería hablarles desde este camino empinado por donde siento que voy saliendo ya de otro abismo. Ahora quería hablarles con el sol del amanecer que siento me ilumina. Creo que lo hemos logrado. ¡Gracias, Dios mío! Y, finalmente, mis amados y amadas compatriotas; mis adoradas hijas e hijos; mis queridos compañeros jóvenes, niñas y niños de mi pueblo; mis valientes soldados de siempre; mis aguerridos trabajadores y trabajadoras; mis queridas mujeres patriotas; mi pueblo amado, todo y uno solo en mi corazón, les digo que el querer hablarles hoy desde mi nueva escalada hacia el retorno no tiene nada que ver ya conmigo mismo, sino con ustedes, pueblo patrio, pueblo bueno. Con ustedes no quería ni quiero para nada que me acompañen por senderos que se hundan hacia abismo alguno. Les invito a que sigamos juntos escalando nuevas cumbres, que hay semerucos allá en el cerro y un canto hermoso

para cantar nos sigue diciendo desde su eternidad el cantor del pueblo, nuestro querido Alí Primera.

¡Vamos pues, vamos, con nuestro padre Bolívar, en vanguardia, a seguir subiendo la cima del Chimborazo! ¡Gracias Dios mío! ¡Gracias pueblo mío! ¡Gracias, vida mía! ¡Hasta la victoria siempre! ¡Nosotros venceremos! La Habana, esta querida y heroica Habana, 30 de junio de 2011. Desde la patria grande, les digo, desde mi corazón, desde mi alma toda, desde mi esperanza suprema, que es la de un pueblo: ¡Por ahora y para siempre viviremos y venceremos! ¡Muchas gracias! ¡Hasta el retorno!

Con sus hijas Rosa Virginia y María Gabriela, en La Habana, 2011

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«Vivir viviendo» Después del anuncio de su enfermedad, Hugo Chávez se sometió en La Habana a distintas terapias contra el cáncer. Regresó a Caracas el 23 de julio de 2011, después de un segundo ciclo de quimioterapia, con visibles cambios en su cuerpo, especialmente en su rostro. Dos semanas después ofreció una entrevista a su amigo y compañero de muchas batallas, el periodista José Vicente Rangel. Esta es la parte final de esa conversación del 7 de agosto de 2011.

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Qué sentiste cuando te dijeron que tenías cáncer? Hugo, ¿te imaginaste alguna vez que el destino te tendería una celada, una enfermedad como el cáncer? En verdad, no. Tú sabes que creo que a casi nadie le pasa eso, Es como un lugar común decir, uno piensa siempre en los seres queridos, pero nunca en que a uno lo va a sorprender una celada como ésa, y menos aún algo de tanta significación para la vida. Porque tú sabes que decir “cáncer” es asociado con el fin de la vida, es una cosa del imaginario colectivo, e individual también. Nunca lo pensé.

¿No tenías algún síntoma? Venía con síntomas, unos dolores que iban in crescendo, luego la rodilla como que ayudó, la lesión en mi rodilla, porque los dolores eran en la zona pélvica, y eso desde el año pasado, a finales de año; ahora unos exámenes y había un pequeño daño en un nervio, en un músculo, el ilíaco, y entonces era eso, pues, y la rodilla después. Tú recordarás las inundaciones en esos días de diciembre, enero, yo me fui y andaba con unos dolores (nadie sabe, solo un equipo muy pequeño) que me paralizaban a veces. Elías, una vez estábamos caminando y yo le dije: “Párate”, y fue porque me paralicé y me temblaba la pierna. Elías se asustó y tuvieron que sacarme y acostarme, etc., y una inyección, y luego el compromiso se fue alargando. Comenzó este año y uno se entrega en cuerpo y alma... errores fundamentales. Y luego el 5 de julio. Una noche le dije a alguien: “Oye, ¿no será una cosa más grave lo que yo tengo, no será un cáncer?” Pero entonces yo mismo decía: “No, yo tengo que llegar al 5 de julio, y después háganme lo que quieran”. El Bicentenario, la cumbre que tanto costó estos años, la Cumbre de la Unidad de la América Latina. Todo estaba ya preparado hasta que llegué a Cuba con unos dolores. Se incrementaron. Dificultades orgánicas severas, y Fidel me agarró y me dijo: “¿Qué tú quieres, morirte? ¿Cómo que no te quieres hacer exámenes a fondo?” Y me convenció Fidel. Incluso yo le dije: “Fidel, la Cumbre”, y me dijo: “Te apoyo políticamente por la Cumbre, pero primero es la vida de un revolucionario, Chávez”. Esa misma noche Raúl me llevó al hospital. Me hicieron primero unos exámenes clínicos y no me quedé, me fui a la casa, al sitio donde nos quedamos. A las 8 de la mañana llegó Raúl a tocarme la puerta: “Vamos, te esperan”. Y bueno, el examen apareció ya con el equipamiento, lo que después se convirtió en un tumor maligno, que fue extraído una semana después, luego de una aproximación muy cuidadosa, pero fue Fidel el que me dijo. Cuando te lo dijo, ¿qué sentiste tú? ¿Cómo fue el impacto? Tú sabes que en la primera operación (yo lo he dicho, te resumo por el tiempo) había sospechas, pero había que verificar con mucho cuidado, porque aquel

aparato del tamaño de una pelota de béisbol y además redondito, como elaborado por alguna mano, la naturaleza, pues. Me hicieron una operación difícil para drenar el absceso, con riesgo de infección, y luego de unas curas de una semana, ya yo estaba listo para venirme. Fidel iba todos los días a visitarme. Esa tarde él llega y lo veo misterioso y me dice mi hija: “Fidel anda con un misterio”. María y Rosa, porque llegó, se devolvió, yo me asomaba... y por fin viene con una cara... mis hijas venían, no sabían nada todavía, se quedaron fuera, y se sienta aquel hombre. Yo cuando le vi la cara dije: “algo grave me va a decir Fidel”, lo conozco tanto. Él comienza a aproximarse, hasta que dice: “Chávez, células malignas”. Me quedé mirándolo así, no sé qué sentimiento, como un cúmulo cruzado de sentimientos. Pero de inmediato comencé a asumir. Tú me has visto a mí en situaciones duras y difíciles, incluso cercanas a la muerte o algo parecido. Hablamos un rato. Él llamó a los médicos y les pidió que me explicaran lo que ya ellos durante horas, desde el día anterior... los tuvo hasta las 2 de la mañana explicándole a él los escenarios. Me explicaron hasta el más pequeño detalle. Adán, mi hermano, estaba allí. Nicolás me dijo: “¿tú quieres que algún otro compañero...?” “Claro, Nicolás, Adán, María, Rosa”. Yo venía de la operación aquella. Le dije: “Fidel, sólo te pido una cosa —a ustedes todos—: yo asumo esto, pero denme el día de mañana, para pensar si me operaba, sólo denme un día libre, un día para mí”, y se fueron y me dejaron. Me fui al baño a verme los ojos. Lloré y lloré por mis hijos. Lloré, como lloré el 12 de abril [de 2002] también frente a un espejito allá, en Turiamo, lloré y lloré como la canción, lloré y lloré. “¿Por qué a mí?”, decía. Al rato estaba solo todavía, y como mirándome y riendo: “¡bueno, Chávez, ahora un cáncer, pues!” Y entonces empezó a aflorar el llanerito aquel, el llanero, el venezolano, el luchador, el corpus soldado, el soldado y luchador, y me miré a los ojos y dije: “¿y qué es eso pa’ mí?, como el 11 de abril. “¿Qué es eso pa’ mí?”, y terminé asumiendo. Llegó Adán, un abrazo, y las muchachas, las llamé: “bueno, asumamos esto. Nicolás, vete a hablar con Elías. La operación se va a hacer y todos los riesgos, vamos asumir esto y a remontar la cuesta”. Al rato estaba pidiendo «Así habló Zaratustra» (obra escrita entre 1883 y 1885 por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche). Sentí la necesidad de reencontrarme con ese personaje con el que me había encontrado en Yare veinte años atrás. Y aquí estoy en pleno retorno y ¿qué? ¿Qué es eso pa’ mí? ¿Qué es eso pa’ nosotros? [risa] Un cáncer también, lo que me faltaba, pues.

Yo te vi el 11 [de abril de 2002] en la noche, esa noche terrible. Y yo a ti. Y vi cómo tomaste esa decisión, la más audaz, la inconcebible, de presentarte en el nido de traidores y cuando te participan que tienes un cáncer, creo que tiene un parecido. En el fondo, sí. Sí, porque hay un trasfondo humano que los identifican. Una emboscada, pues, un contra la pared de repente. Vamos a hacer un breve comentario sobre la comparación 11 de abril. ¿Qué fecha fue? Era junio cuando Fidel me anuncia lo del cáncer. Hay que buscar la fecha exacta: fue como el 18, la segunda operación fue el 20 de junio. Así que eso fue el 18 de junio, que Fidel me da la noticia.

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Aparece Fidel otra vez el 11 de abril. Tú estabas allí al lado, que yo no sé como Fidel se comunicó, y luego María habló con él, pero fue al día siguiente, pero Fidel logró entrar a pesar de que nos estaban haciendo guerra electrónica, me tenían bloqueadas las llamadas, etc. Él logró, y después de un breve comentario: “Tú no eres Allende, tú eres un soldado, tú no mueres hoy, Chávez”. Allá me dijo casi lo mismo: “Chávez, hasta hace pocos años de un cáncer moría casi todo el mundo, de una leucemia. Hoy no”. Más o menos me dijo: tú tampoco mueres de ésta, Chávez. Fíjate: él mismo ¿y cuántos años después? Casi diez años después. ¿Y tu Fuerza Armada? Otro factor común de esos dos eventos es que, al final, yo terminé decidiendo y entregándome, como tú hablabas, al destino. Yo no creo en la predestinación, pero sí en un destino, en un camino, en un río. Al final, yo el 11 de abril me entrego, “aquí estoy”, después de dudas. Y allá también me entrego en manos de la ciencia y para tramontar... pero me entrego con voluntad de vivir y voluntad, más allá, de poder seguir entregando mi esfuerzo modesto para hacer una patria. La estabilidad, un buen tema, porque allí están los acontecimientos, las especulaciones. ¿No se dijo que yo regresé intempestivamente el 4 de julio porque ya estaba el golpe listo, que Elías tenía un movimiento, que el ministro de Defensa otro movimiento, etc., que la división de la Fuerza Armada...? Nosotros tenemos una estabilidad obtenida a dura lucha, una estabilidad yo digo que sólida, pero ojo, una estabilidad asegurada. Pero no es lo mismo decir “asegurada” que decir “garantizada para siempre”. No. Está amenazada nuestra estabilidad, hay un imperio allí. José Vicente, yo estuve en Trípoli apenas en noviembre, con Gadafi, y recorrimos unas calles en Damasco, con el presidente Bashar manejando, su esposa. Recorrimos pueblos, un país pacífico, y fíjate lo que está pasando, lamentablemente: plan imperial. Entonces ahora tenemos que estar muy atentos estos meses, estos años, sobre todo el próximo año, ya lo hablamos un poco, y por eso la fortaleza de la Fuerza Armada. Por eso yo creo tanto en mis generales, en mis cuadros militares, en el pueblo, la estabilidad política, económica, tenemos que seguirlas fortaleciendo y seguirlas garantizando para evitar aquí cualquier emboscada.

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El cuestionario de Marcel Proust (1871-1922), lo respondió el gran novelista francés. Alguien lo diseñó, y él fue el primero que respondió ese cuestionario. Y sirve para precisar el perfil humano del entrevistado. Dispara, pues, a ver, y tiene que ser rapidito.

Algunas preguntas sí. Rasgo principal de tu carácter. ¿Rasgo principal? Respuesta rápida, yo respondo rápido, un carácter rápido. ¿Defectos que no puedes dominar? Que no podía, ahorita tengo que dominar cualquier defecto, sobre todo la impulsividad, y estoy en un esfuerzo para dominarla. ¿Te consideras buena persona? Nietzsche dice que es sospechoso el que dice que es buena persona. Yo prefiero que me juzguen ustedes si soy bueno, si sirvo para algo. ¿Por quién te cambiarias? Por Chávez. ¿Cuál es tu precio? Ni se compra ni se vende. No tengo precio. ¿De quién sientes envidia? De ti, 90 años casi y mira cómo estás de impecable y con esa claridad, claro. ¿Cuál es tu ideal de felicidad? ¿El ideal de felicidad? El bolivariano, la suprema felicidad para un pueblo. ¿Con qué error humano te muestras indulgente? Yo creo que con la humanidad del error, el carácter humano del error, por ejemplo: la inocencia, la buena fe, hay que ser indulgente con eso. ¿Ante qué eres intolerante? La flojera, la mentira, la negligencia. ¿Quién despierta tu ira? ¿Mi ira? Hasta hace pocas semanas hasta cosas menudas, hoy nada. ¿Por qué serías capaz de matar? No mato, vivo; no soy capaz de matar. ¿Qué cualidad prefieres en los seres humanos? La lealtad, la lealtad, la lealtad. ¿Cuál es tu palabra favorita? Vivir viviendo la vida. ¿Alguna obra de arte te parece insuperable? Los Miserables. ¿Cuál es tu máxima en el trabajo? Trabajo, trabajo y más trabajo; máxima de Bolívar.

¿Qué crees aportar profesionalmente? Yo creo que la capacidad de inventar. ¿Qué obra de arte te ha impresionado? La del Salón Elíptico Carabobo. Cuando fui al Congreso por primera vez y la vi, de Martín Tovar y Tovar; sí, es una obra monumental. ¡Cuántos años pasaría ese hombre pintando eso! ¿Conoces algún diseño perfecto? La naturaleza es perfecta: desde ese roble y este samán hasta cualquier hormiga es un diseño perfecto. ¿Dónde te gustaría vivir? En la costa Apure, porque el Apure tú sabes que divide Barinas del estado Apure. ¿Música favorita? ¡Ahhh! Un pasaje llanero [canta]: “Sobre la estela del viento...” ¿Un color? El rojo, a pesar de la camisa amarilla [risa]. ¿Un poeta? Andrés Eloy Blanco (1896-1955 poeta cumanés): “¡Unos lo llaman Maisanta y otros el americano!” ¿Algo hermoso? La mujer, María. La mujer es hermosa.

¿Un héroe? Bolívar, Maisanta (Pedro Rafael Pérez Delgado, 1881-1924). ¿Asignatura pendiente? Asignatura pendiente... Asignatura pendiente tengo muchas, tengo muchas, y te voy a decir una en fecha, matemáticas: 2031. Saca tu conclusión. ¿Crees en la eternidad del alma? Yo creo que el alma es algo del sujeto, y al sujeto no le corresponde la eternidad. Yo creo más bien en la infinitud de lo humano, pero no en la eternidad individual del sujeto. ¿Cómo te gustaría morir? No me gustaría morir. Vivir, vivir viviendo. ¿Estado actual de tu espíritu? Insuperable, en pleno retorno, 40 años de retorno. El cadete volvió vestido de azul, con la muchachada azul, el teniente que tuvo aquí, el capitán, el bachaquito de Sabaneta, “el Arañero”, 40, 57 años que han retornado Un mensaje final en las actuales circunstancias que estás viviendo... ¿Por qué final? No hay final... ¡Ah! ¿Por hoy? Sí. Que tenga el laconismo, el impacto del “por ahora”.

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No, yo no sabía que iba a hablarle al país, sólo iba para llamar a rendición a mis muchachos que estaban regados. Eso me angustiaba mucho y entonces viene y se presenta la ocasión. Querían que yo escribiera, y yo me negué: “no, por favor, denme una boina”, fue absolutamente improvisado. ¿Seguro? Seguro, absolutamente improvisado. Es más, te digo que después que terminó yo entro de nuevo a la oficina que tú conoces (fue tu despacho del Ministerio de Defensa). Me siento: un oficial me da un café, y se me sienta al lado un viejo conspirador que tú conoces, el general Santeliz Ruiz, que estaba ahí, era asesor del ministro, pero estaba era con nosotros...

Oye, eso va ser bien difícil. Acuérdate de las circunstancias, en aquel momento yo estaba... tú sabes cómo estaba yo. Ahora estamos aquí tan relajados en esta tarde fresca. Pero ¿mensajes para cerrar el programa? Un mensaje al pueblo venezolano. El 4 de febrero yo... Lacónico, como un latigazo. Sí, el 4 de febrero yo... Como un latigazo. ¿Un latigazo? ¡Maisanta que son bastantes! Vamos al 2021 y al 2031. Por cierto, ¿improvisaste ese “por ahora”, lo pensaste en el trayecto del Cuartel de la Montaña a Miraflores?

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Sí, en la cuerda floja. Estaba en la cuerda floja, y me animaba. Me ayudó mucho ese día, incluso salió manejando su carro con Altuve, para que no se cumpliera la orden que dio Carlos Andrés de que yo no saliera vivo del Cuartel de la Montaña, esa orden la dio Carlos Andrés Pérez. Ellos me sacaron por aquí, sacaron un vehículo militar por allá, y en el carro del general, él manejando, me trajo aquí, por allá, por detrás, por el Círculo Militar y ras, ras, Santeliz Ruiz, que nunca olvidaré todos esos gestos de coraje y valentía. Cuando yo me siento, después del “por ahora”, pues, del corto y lacónico discurso, los mensajes, yo estoy derrumbado, José Vicente, derrumbado. En cambio hoy tú me pides un mensaje y yo estoy es hoy en mi escalada, estoy renacido. Son tan distintos los momentos. Pero él [Santeliz Ruiz] me dice: “¡qué bueno, carajito (y perdóname la palabra), qué bueno que dijiste...” Y yo, “mi general, ¿qué bueno? Rendido, llamando a rendición, que tal, ¿qué bueno?” Y me dice: “no tienes ni idea, dijiste hasta ‘por ahora’...” Yo ni me di cuenta de que dije “por ahora”. Es otra vez la voluntad esa del fondo, lo que hablamos hace un rato, la voluntad de poder, el instinto político. Yo creo que cuando era cadete aquí, de segundo año, de primer año, ya yo era político, y luego la voluntad de poder se unió, quería ser un navegante del Magallanes (equipo de beisbol) y salió un león por ahí, un león para la política, un león para la batalla.

El Hombre

Dame tu cruz, pero dame vida El jueves santo de 2012, 5 de abril, Hugo Chávez retornó de La Habana después de someterse a varias sesiones de quimioterapia y radioterapia. En enero, le habían diagnosticado la reaparición del cáncer en la misma zona y lo habían sometido a una tercera operación. Del aeropuerto de Caracas, el Presidente voló hasta Barinas, su tierra natal, para asistir con toda su familia a una misa de Acción de Gracias. Ahí, hizo una conmovedora intervención, como una oración, implorando a Jesús que le diera más vida “Aunque sea vida llameante, vida dolorosa”.

U

no lo siente y ¿por qué no? Porque uno siente a veces muchas cosas que no las dice. Pero yo hoy siento necesidad Padre de decir lo que he venido sintiendo desde hace un año pues, cuando comencé a asumir que dentro de mí había una enfermedad muy maligna y que como sabemos, es una verdadera amenaza que le marca el fin del camino a mucha gente, el fin del camino físico. Es la verdad. Y sobre todo después de esta nueva operación, de esta reaparición de la enfermedad, que obligó a una nueva intervención y todo este proceso del que vengo, gracias a Dios, recuperándome, pero yo bueno yo tenía mucha fe y mucha ilusión de que no iba a reaparecer, como sigo teniéndola y la seguiré teniendo, hoy más que ayer. Mucha fe, mucha esperanza, mucha fuerza de voluntad para derrotar como mucha gente también lo ha hecho definitivamente esa amenaza, con la ayuda de Dios, de la ciencia médica, del amor de un pueblo, del amor de ustedes padre, madre, hermanos y el amor de esos niños y el amor de uno que está aquí dentro. Y el deseo de vivir. Pero es eso lo que uno siente, ¡lo que uno siente! Porque en verdad en verdad, verdad, verdaíta, yo me prometí... Una vez se lo dije a Adán (su hermano mayor) en Cuba en aquellos días muy difíciles que pasamos. Le dije: “Adán, una de las cosas que yo repetí muchas veces, aquello que dice ‘yo ya viví’”. Y entonces le dije “yo no debería repetir más eso, porque como dice mi General Pérez Arcay, que es un filósofo y maestro, en una ocasión hace años, antes de yo ser Presidente, cuando yo andaba por los caminos y él andaba detrás, orientándome libros, y me decía: “Hugo, tú vas a ser jefe de estado, nada podrá evitarlo. Estudia, estudia, cuídate”. Un día me dijo: “te oigo, te analizo tus discursos, y andas hablando mucho de la muerte”, me dijo. “No deberías, porque abismum,

abismum invocat”, me lanzó un latinazo (de latín). “El abismo llama al abismo”. Entonces uno tiene que sentir y hablar de la vida, del amor, de la esperanza. De la vida, de la vida y de la vida, por más difíciles que sean las circunstancias de la vida. Y uno tiene que sentir las ganas de vivir, ¡las ganas de vivir! Hay muchas razones para vivir, para seguir viviendo, para continuar siendo un ser viviente en el futuro. Y eso que tiene uno por dentro y que a veces no lo dice, yo quiero decirlo hoy. No sé ni cómo decirlo. Yo digo lo que me toca, lo que me ha tocado, ¡lo que siento, pues! Esta vida desde hace años no ha sido fácil, ¡no ha sido fácil! Yo ahora no pude evitar unas lágrimas cuando sentí la mano amorosa de mi madre y al mismo tiempo la mano de mi padre. Las dos manos: una me sobaba por aquí y otra por aquí. Dije: “Dios, ¿hace cuánto yo no sentía estas dos manos, al mismo tiempo? ¿hace cuánto yo no sentía la mano zurda de mi padre, fuerte, pasándomela por el hombro, como la sentí ahorita? Y la mano de mi madre. Esas cosas, pues, esas cosas. O esos abrazos de mis hermanos, de mis hermanas, de mis hijos, el abrazo de María anoche, que apareció de repente, como de la nada: “¡uhhh, María!” Los hijos... Ahora, si todo lo que uno ha vivido no es suficiente –es lo que siento– le digo a Dios: si lo que uno vivió y ha vivido no ha sido suficiente, sino que me faltaba esto, ¡bienvenido! ‘¡Pero dame vida! Aunque sea vida llameante, vida dolorosa, ¡no me importa! Dame tu corona, Cristo, ¡dámela, que yo sangro! ¡Dame tu cruz, cien cruces que yo las llevo! ¡Pero dame vida, porque todavía me quedan cosas por hacer por este pueblo y por esta patria. ¡No me lleves todavía! ¡Dame tu cruz, dame tus espinas, dame tu sangre que yo estoy dispuesto a llevarlas pero con vida, Cristo mi Señor! Amén. Era lo que quería yo decir hoy, Jueves Santo, en Barinas, con ustedes. 5 de abril de 2012

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El Hombre

¡Vuela libre, gigante!

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ugo Chávez fue el primer gobernante en hacer uso de las redes sociales, con un éxito arrollador y fue a través de Twitter que le anunció al mundo su regreso a Caracas, después de la cuarta intervención a la que había sido sometido en diciembre pasado en La Habana: “Hemos llegado de nuevo a la Patria venezolana. Gracias Dios mío!! Gracias Pueblo amado!! Aquí continuaremos el tratamiento”, escribió primero, a eso de las 2:30 de la madrugada del lunes 18 de febrero de 2013. Un minuto después, escribió: “Gracias a Fidel, a Raúl y a toda Cuba!! Gracias a Venezuela por tanto amor!!!” y luego, un tercero: “Sigo aferrado a Cristo y confiado en mis médicos y enfermeras. Hasta la victoria siempre!! Viviremos y venceremos!!!”. No pudo ser. Tras varios días de mejoría, que le permitieron incluso sostener una reunión de cinco horas con su gabinete, la insuficiencia respiratoria que sufría se agravó. El lunes 4 de marzo, la situación adquirió extrema gravedad y al día siguiente, sobre el mediodía, se descompensó. Por la tarde, después de una reunión de gobierno, el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro, acompañado de parte del gabinete, compareció ante las cámaras de Telesur desde el Hospital Militar en donde estaba internado Chávez: “Recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir a nuestro pueblo. A las 4:25 de hoy 5 de marzo ha fallecido el Comandante Presidente Hugo Chávez Frías”. Pocas veces en la historia latinoamericana un anuncio ha provocado mayor impacto. El dolor y el llanto de millones de seres humanos atravesaron los confines de Venezuela y del mundo. Al día siguiente, millones de venezolanos acompañaron el traslado de su féretro a la Academia Militar y hasta la medianoche del 14 de marzo, centenares de miles acudieron a despedirse y jurarle lealtad. El viernes 8 de marzo se realizó el funeral de Estado, con la presencia de casi todos los presidentes o jefes de gobierno de América Latina y el Caribe, y los mandatarios de Irán y Bielorrusia. El 15 de marzo, fue sepultado en una cripta especial en el Cuartel de la Montaña, el sitio desde donde Chávez dirigió las operaciones de la Rebelión Militar del 4 de febrero. En esa ocasión, su hija María Gabriela leyó una carta poema de despedida que hizo llorar a todos los asistentes y a los millones de televidentes que presenciaban la ceremonia:

¡Papito, amado mío, vuela!

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María Gabriela Chávez

uele tu partida, es un dolor que me quema el alma, qué difícil se me puso la vida sin ti. Durante estos días he estado tratando de comprender por qué te has ido, por qué nos has dejado con este inmenso vacío. He llorado, he gritado, he rogado al cielo que te devuelva a mí. Luego me calmo, respiro, te amo, te siento, vuelvo a ti y te vuelvo a llorar. Hoy creo haber entendido todo esto. Tu alma es tan infinitamente inmensa que ese cuerpo te quedó pequeño y sencillamente tuviste que volar y ser libre. Te lo dije viéndote a los ojos poco días antes de tu partida: eres un gigante. En algún momento me exigiste ser fuerte en caso de que llegara a suceder lo peor: “debes ser fuerte mi María y debes seguir el camino pase lo que pase”. Hoy te juro que daré lo mejor de mí. Te juro que sacaré fuerzas, de no sé dónde, para poder seguir adelante y tú siempre serás la luz que ilumine mi camino. Gracias por tanto amor de padre Gracias por tu constante ejemplo Gracias por tu risa Gracias por tu llanto Gracias por tus canciones Gracias por tus bailes Gracias por tantas alegrías Gracias por tu absoluta y eterna entrega Pero sobre todo, ¡Gracias Comandante, por devolvernos la Patria! ¡Tú seguirás palpitando en mi corazón, tú seguirás viviendo en mi alma, tú seguirás brillando en mis ojos, y seguirás vibrando en tu pueblo para siempre! ¡Papito, amado mío, vuela! ¡Vuela libre, gigante! ¡Vuela alto y sopla fuerte, fuerte como los vientos huracanados! Nosotros cuidaremos tu Patria y defenderemos tu legado como tú nos enseñaste a hacerlo. Jamás te irás porque en nuestras manos está tu llamarada, Hugo Chávez. Hasta siempre mi amado amor eterno.

Su Legado

«Nos duele la patria» Esta entrevista fue realizada por el periodista revolucionario José Vicente Rangel el 30 de agosto de 1992, cuando Hugo Chávez Frías estaba en la cárcel de Yare, después de la Rebelión Militar Bolivariana del 4 de febrero de 1992. A partir de entonces, se labró una sólida e intensa amistad entre ambos. Rangel entrevistó 16 veces a Chávez. La primera fue en la cárcel de Yare y casi le vale un juicio militar. La última, en Miraflores, poco antes de las elecciones de 2012. Quedó pendiente otra, que se haría en enero pasado. Testigo directo de la manifestación popular generada por la muerte del líder, Rangel asegura que “hoy el pueblo asume el papel de Chávez y eso va a ser muy valioso para el próximo gobierno porque habrá más exigencia, más reclamo. Chávez está en las calles, en las plazas públicas, en los pueblos”. No tiene la menor duda de la victoria bolivariana el 14 de abril. “El chavismo va a arrasar y va a superar con creces los resultados del 7 de octubre”, asegura. Rangel fue Ministro de Defensa, Canciller y Vicepresidente de los dos primeros gobiernos de Chávez (1999-2007), hasta su retiro voluntario para retornar al periodismo.

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osé Vicente Rangel: A poca distancia de Caracas, en los Valles del Tuy, en el municipio Simón Bolívar del estado Miranda, está la población de San Francisco de Yare, una población acogedora, de clima caliente y famosa por sus diablos, sus diablos danzantes, los diablos de Yare, que recogen la magia de todo un rito, y cada vez que danzan muchas personas de distintas partes del país e, incluso, extranjeros asisten al espectáculo. Muy cerca de San Francisco de Yare, a escasos seis kilómetros, está el Centro Penitenciario, que es una cárcel construida para presos comunes. Actualmente, en ese centro hay 116 presos comunes, pero además están diez oficiales de las Fuerzas Armadas Venezolanas, entre ellos este hombre. Este hombre no ha sido visto por televisión desde hace aproximadamente siete meses. Todo el país recuerda la oportunidad en que intervino: «Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros acá en Caracas no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre, ya es tiempo de reflexionar, y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra, oigan al comandante Chávez que les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas, porque ya en verdad los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional, es imposible que los logremos. Compañeros, oigan este mensaje solidario, les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo ante el país y ante ustedes asumo la responsabilidad de este Movimiento Militar Bolivariano».

El comandante Hugo Chávez Frías, el líder del levantamiento militar del 4 de febrero de este año, está recluido en esta cárcel. Es una prisión que no reúne las condiciones para tener allí detenidos. En los pisos, se ven manchas de excremento de los presos, el ambiente, el olor es insoportable; es decir, que a las incomodidades físicas del lugar se suma el clima sumamente fuerte, sumamente caliente de la zona. Hugo Chávez es hoy en día una mezcla de leyenda y realidad. Es el hombre que se alzó, es el militar rebelde, es al mismo tiempo un hombre de cultura y de formación; es un hombre que tiene una gran sensibilidad artística, por ejemplo, es tocador de cuatro y canta las canciones del llano, como buen llanero, pero al mismo tiempo Hugo Chávez es un pintor, natural, primitivo, espontáneo; de su producción de pintor conocemos un cuadro que él realizó del General del Pueblo Soberano,

4 de febrero de 1992: el Comandante Hugo Chávez, pide a los oficiales de la Rebelión Bolivariana deponer las armas.

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Ezequiel Zamora. El comandante Chávez, es un apasionado de los símbolos patrios, entre ellos de la bandera nacional. En alguna ocasión hizo un recorrido exponiendo las banderas del país en sus distintos momentos históricos, a nada más y nada menos que al propio Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez. Y al mismo tiempo, es un hombre al que le gusta el teatro. Por ejemplo, hizo el papel del general José Antonio Páez, en una obra de teatro presentada en un instituto militar. También Hugo Chávez escribe poesías. Por eso les decía que en Hugo Chávez se daba una mezcla muy interesante del hombre de acción y del artista. Es un personaje complejo, que tiene una proyección popular indudable en este momento en el país, que representó un instante en nuestra historia.

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(...) Existe la impresión de que usted se desinfló, de que ya no es noticia. En este mismo programa, analizando el caso Chávez hace algún tiempo, José Luis Vethencourt dijo que no se podía vivir toda la vida en la incandescencia. Posiblemente, estas circunstancias determinen lo que motiva esta pregunta, ¿qué cree usted al respecto? – Hace pocos días, una agencia internacional de noticias me hacía una pregunta parecida. Pero es que no se trata, doctor Rangel, de que una figura de un soldado como yo se infle o se desinfle, sea noticia o no lo sea; esto pudiera preocuparle ciertamente a cualquier candidato electoral y a su equipo asesor de imagen, pero a los hombres del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 nos preocupan, nos duelen otras cosas. Fundamentalmente, nos duele la patria, definida por el cantor del pueblo venezolano Alí Primera como el hombre, es decir, la patria es el hombre. Eso es lo que realmente nos preocupa a los hombres del Movimiento Bolivariano, la patria y el hombre, el futuro, la cruda realidad que viven nuestros pueblos; las necesidades por las que están atravesando los millones de venezolanos que hoy padecen esta terrible crisis histórica en la que hemos caído; eso sí nos preocupa al Movimiento Bolivariano. Incluso, creemos que la situación nacional ha caído en tal grado de descomposición, que estar ahorita pendientes de imagen, de una imagen que se infle o que se desinfle, es hasta una blasfemia, es una tremenda falta de respeto a la esperanza y a la moral que palpita en el corazón del pueblo venezolano. Ahora, yo tengo que compartir hoy, por supuesto, la opinión que emitía en este mismo programa, hace varios meses, ese eminente psiquiatra, el doctor José Luis Vethencourt, cuando él se refería a la temporalidad de la incandescencia de una personalidad; especialmente cuando esta personalidad es arrastrada, como decía Bolívar en Angostura, por el huracán revolucionario. Eso es una verdad científica que no tiene ninguna discusión.

Pero insisto, la realidad actual, la situación actual de la nación no puede ser llevada a la simpleza, no puede depender de dos, o tres, o cinco figuras fulgurantes, llameantes, que se paseen por el escenario nacional. Lo que sí es cierto es que hoy hay una incandescencia general en la sociedad civil, en las Fuerzas Armadas venezolanas. La incandescencia, doctor Rangel, abarcó todo el panorama nacional y se extiende; y nada ni nadie podrá ya detenerla hasta que no ocurran de verdad los cambios que requiere esta actual situación. Esa sí es la incandescencia que abarcó todo el paisaje venezolano actual. Así que respeto la opinión del doctor Vethencourt, pero la realidad es esa. Hay incluso algo mucho más importante aún, hay un profundo candelorio que invadió el alma del venezolano, la conciencia del ser venezolano, la racionalidad del hombre, de la mujer y hasta del niño venezolano. Esa incandescencia, ese candelorio azul interno ha despertado y difícilmente podrá detenerse, así como no puede detenerse la incandescencia del sol en el sistema planetario, por ejemplo. – Quizás usted, sin darse cuenta, ha contribuido al desgaste de su imagen. Es posible que un sinnúmero de declaraciones que ha dado, algunas de ellas contradictorias, hayan contribuido a esa situación, que por lo demás es explicable, tratándose de una persona que está detenida. No obstante, hay que tomar en cuenta que el laconismo es una virtud, y es muy importante en el campo militar, como en todo lo que tiene que ver con una política de poder. – Me hace recordar, por cierto, con esta observación, a una gran amiga, la cual en los días del cuartel San Carlos nos recomendaba administrar el silencio. Pero permítame insistirle, doctor Rangel, que ni el comandante Hugo Chávez Frías, ni los oficiales del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 hemos visto este proceso, tan complejo, donde lo que está en juego es precisamente la suerte de millones, de más de 20 millones de venezolanos, de seres humanos que sufren la realidad, con la óptica esa de mantener o incrementar una imagen ante la opinión pública. Esa no es la óptica del Movimiento Bolivariano, de sus hombres. Creemos, sí, que la convulsión social, que la tormenta es de tal magnitud, que los hombres como usted, como muchos compatriotas que lo hacen por los distintos medios de comunicación social, como nosotros, tenemos que dar la cara a la tormenta. Es de tal magnitud la tormenta por la cual está atravesando la nave venezolana, que debemos salir, debemos asumir la responsabilidad, debemos izar nuestras velas aún a riesgo de que se rompan. Ya tendremos que remendarlas entonces sobre la marcha. Sabemos y estamos conscientes, como ya lo decía anteriormen-

te, de las campañas de desinformación, de los laboratorios de guerra sucia que estarán pendientes de las expresiones, de los actores diversos, para tratar de desmontar su discurso, su intención, su esperanza, que es la esperanza, en fin, de todo el pueblo de Venezuela. Pero no podemos escondernos, doctor Rangel, ante los requerimientos de los pocos periodistas que valientemente han logrado romper el cerco impuesto por el secuestro político del presidente Pérez. Así que tenemos que dar – repito– la cara a la tormenta, aún a riesgo de que no solamente la imagen pública, sino esta imagen de carne y hueso pueda caerse a pedazos, pueda desmoronarse. Pero hay un objetivo fundamental, que es sacar la nave de la tormenta, y los hombres que creemos poder colaborar con un granito de arena aunque sea, para salir de esa tormenta, pues debemos salir, debemos izar nuestras velas, debemos enrumbar conjuntamente con toda Venezuela, con un colectivo nacional, la nave hacia derroteros, en un horizonte azul de esperanzas. – Sin duda que para muchos usted está limitado, está preso; usted no tiene una fuerza a su mando; usted no tiene las posibilidades que tuvo antes del 4 de febrero. ¿Está consciente de esa situación? ¿O cree que la situación es diferente? – Dirigencia, trae consigo la idea de vigor, de fortaleza. Hoy, después de casi siete meses de la insurrección militar del 4 de febrero, los hombres que condujimos aquella gesta, el Movimiento Bolivariano como organización cívico-militar, el árbol de las tres raíces como inspiración filosófico-doctrinaria, basada en el pensamiento de Simón Rodríguez, de Simón Bolívar y de Ezequiel Zamora; es decir, todos los componentes de esa fuerza que irrumpió como del subsuelo aquella noche y aquel día del 4 de febrero, mantenemos en vigor, mantenemos la vigencia que nos proporciona la tremenda fortaleza del pueblo venezolano. Esa vigencia que mantenemos es una fuerza que viene del alma popular y es una fuerza que difícilmente podrá agotarse, porque se confunde con la esperanza del pueblo, con su vigencia. Y no hay ningún pueblo en la historia que haya perdido esa vigencia que le da su esperanza. Ahora, es evidente que en mi caso particular no comando de manera directa ninguna unidad militar. Estoy en esta celda de escasos seis metros cuadrados, bajo medidas de bastante rigor, junto con mis compañeros. Sin embargo, tanto usted, doctor Rangel, como la gran mayoría de los compatriotas y nosotros estamos conscientes de que una situación tiene dos niveles de análisis, un nivel superficial, el nivel fenoménico, allí donde se observan los hechos, y un nivel genosituacional, en el cual existen las estructuras ocultas de la situación, y precisamente es allí, en ese nivel profundo, donde se

gestan los verdaderos cambios de cualquier situación como la que actualmente vive el país nacional. Cualquier observador descuidado puede ser sorprendido por esta verdad, o para decirlo en buen llanero, cualquier bonguero descuidado puede ser sorprendido por las corrientes escondidas del Arauca en estos tiempos de invierno, doctor Rangel. – Admitamos que lo que usted dice es cierto; ¿está planteado acaso otro 4 de febrero para usted? – Un comentario, para traer acá el pensamiento universal del maestro Simón Rodríguez, cuando en su obra Luces y virtudes sociales, publicada conjuntamente con otra gran obra titulada Sociedades americanas, en el año 1840, en Valparaíso, el maestro señalaba que el curso natural de las cosas es un torrente que arrastra con lo que encuentra y vuelca lo que se le opone. Nosotros lo hemos dicho, al país nacional. Verdaderamente, si la clase política dirigente continúa aferrada a sus privilegios, si esta clase política no es capaz de

En su celda de la cárcel de Yare, 1992.

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comprender la evolución del proceso político venezolano, si se resiste tercamente – repito– a los cambios necesarios, será inevitable que la sociedad venezolana como un todo vuelva a utilizar el derecho a la rebelión consagrado en el artículo 250 de nuestra Constitución Nacional. Si el torrente robinsoniano produce esa situación, que pudiera perfectamente degenerar en un conflicto de grandes proporciones parecido a aquel del siglo pasado, conocido en la historia como la Guerra Federal, pues no sería por voluntad del Movimiento Bolivariano y es buena la ocasión para aclararlo. Nosotros, los oficiales y suboficiales del Movimiento Bolivariano, no estamos de ninguna manera promoviendo una salida violenta. Hemos estado, sí, pendientes del acontecer diario de la situación nacional. El torrente de una situación violenta sería producto de la terquedad de esa clase política, del estilo de engaño con el cual se han venido manejando sus propios intereses a espaldas del clamor nacional. Ellos serían los verdaderos culpables de una situación de violencia expansiva, generalizada, como la que usted ha traído a colación en este diálogo tan interesante que estamos manteniendo. Ahora, nadie puede venir aquí a profetizar acerca de la forma de acción que se haría concreta en el panorama nacional. No podemos decir que sería una acción militar parecida o similar a la conducida por nosotros el 4 de febrero, o una acción popular parecida a la que se desarrolló en Caracas en los días 27 y 28 de febrero de 1989. Incluso por allí hay una expresión algebraica que se ha dejado correr, donde la sumatoria del 27F más el 4F, equivale a un 31F, para simbolizar una tercera opción, una tercera forma de salir de este juego trancado. Esta forma sería la combinación del elemento civil con el elemento militar para producir una insurrección cívico-militar.

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– ¿No cree usted que incurre en un error al hacer conjeturas en torno a esa posibilidad? Los golpes de Estado no se anuncian. Pienso que uno de los éxitos parciales del 4 de febrero fue que nadie estaba enterado de lo que iba a ocurrir. El factor sorpresa es muy importante en tales circunstancias. ¿Qué opina usted al respecto? – Doctor Rangel, como usted y los televidentes que nos observan se habrán dado perfecta cuenta, no estoy aquí anunciando ningún golpe de Estado. Simplemente, la disyuntiva que hemos venido manejando, el diálogo, ha sido reiteradamente expuesta ante la nación por diversas personalidades venezolanas, entre ellas el doctor Uslar Pietri, el doctor Rafael Caldera, monseñor Mario Moronta e, incluso, por el mismo general Ochoa Antich, ex ministro de la Defensa. Es decir, todos ellos han planteado de una u otra manera, en diversos escenarios, más o menos lo

siguiente: o hay cambios profundos en la situación actual, o habrá un proceso de violencia. Esto es una verdad. Simplemente se trata del reconocimiento de la existencia de factores condicionantes que determinan en diversos niveles el surgimiento de un fenómeno social. Eso es lo que estamos nosotros tratando acá, y eso es lo que he planteado a nombre del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. – La experiencia nos indica que casi siempre los gobiernos militares se inician con promesas democráticas y de cambio, que generalmente no cumplen. Realmente el pueblo venezolano no asoció el 4 de febrero con la posibilidad de instaurar una dictadura militar en el país, esto es verdad. Pero, por otra parte, la gente considera que ustedes no contaban con el equipo capaz, suficiente para llevar adelante una acción de gobierno importante. Realmente, ¿cuál era la situación? y ¿cuál puede ser la situación en el futuro, en relación con un equipo de hombres y de mujeres capaz de llevar adelante un cambio importante en Venezuela? – Aquí estamos cayendo nuevamente en la falsa dicotomía dictadura-democracia. Dicotomía con la cual han pretendido los teóricos de los regímenes populistas, pseudo-democráticos de la América Latina, manipular a la opinión pública y ocultar las graves deficiencias y la degeneración de los falsos sistemas democráticos en auténticas tiranías, como la que actualmente vive Venezuela. Es bueno decir, en primer lugar, dentro de este juego dicotómico, que el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 no buscaba una dictadura militar. Los oficiales y suboficiales que insurgimos el 4 de febrero lo hicimos porque realmente no había ningún otro camino, no había ninguna otra opción para romper el esquema de dominación del régimen. Insurgimos con las armas, cumpliendo además una obligación constitucional, como lo señala el artículo 132 de la Carta Magna, cuando habla de la función de las Fuerzas Armadas Nacionales y el ya referido anteriormente artículo 250 de la misma, el cual autoriza a los pueblos para hacer uso del derecho a la rebelión. El 4 de febrero, ciertamente nosotros no pudimos romper definitivamente el esquema de dominación, pero sí lo fracturamos, sí lo resquebrajamos de manera muy evidente. Pusimos en marcha la noche del 3 de febrero el plan de operaciones Ezequiel Zamora, el plan de acción militar, con el objetivo militar y político de deponer al actual régimen, al actual gobierno y convocar a un gobierno provisional, un gobierno con amplia participación de los más diversos sectores de la sociedad civil venezolana, un gobierno de transición con nuevos actores que pusiera en marcha un progra-

ma de gobierno de emergencia para sembrar las bases de un profundo proceso evolutivo de transformación. Y aquí caemos entonces en nuestra propuesta, que ya hemos hecho pública después del 4 de febrero. Anteriormente a esa fecha, por razones obvias, no podíamos hacerlo. Esa propuesta para la discusión con la sociedad civil venezolana es lo que hemos denominado el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Hace pocas semanas lo decía el fiscal general de la República, el doctor Escovar Salom. También lo afirmaba el eminente economista Maza Zavala: Venezuela requiere urgentemente de un proyecto nacional. El Proyecto Nacional Simón Bolívar, que nosotros hemos lanzado ya a la opinión pública nacional e internacional, no es un mamotreto más de esos a los cuales nos acostumbraron las élites gobernantes y sus ideólogos. El Proyecto Nacional Simón Bolívar comienza definiendo un nuevo modelo de sociedad futura a largo plazo, lo que hemos denominado el modelo original robinsoniano, inspirado en el maestro Simón Rodríguez o Samuel Robinson. De forma tal que, con toda responsabilidad, afirmo ante el país que el Movimiento Bolivariano sí tenía, como sigue teniendo, un proyecto, pero es un proyecto a largo plazo – repito– no es un mamotreto más. – De igual modo, se le critica no haberse apersonado al teatro de los acontecimientos, no haberse trasladado, por ejemplo, a Miraflores con sus efectivos durante la madrugada del 4 de febrero y haber permanecido en el Museo Militar de La Planicie. – El teatro de operaciones central, dentro del plan Ezequiel Zamora, se extendía para el 3 de febrero, 4 de febrero, desde el Campo de Carabobo, en los límites de aquel estado con Cojedes, hasta Maiquetía, ya en las riberas del mar Caribe. Es decir, incluía los estados Carabobo, Aragua, Guárico, Miranda y el Distrito Federal. En todo ese inmenso teatro de operaciones estaban ubicadas bajo mi mando las siguientes unidades: una brigada de infantería en Caracas, la IV División de Infantería en Maracay, de la cual depende la Brigada de Paracaidistas, la Brigada Blindada en Valencia, además de las unidades de apoyo de artillería y apoyo misilístico en San Juan de los Morros y Maracay, respectivamente, y el apoyo aéreo requerido para la operación. Toda esta gran unidad organizada en este teatro de operaciones – repito– quedó en aquella jornada bajo mi mando. Dentro de la concepción operacional del plan Ezequiel Zamora fue definido el lugar exacto de ubicación del puesto de comando principal en la colina de La Planicie, donde funciona el Museo Histórico Militar, de manera tal que nadie que no tenga intereses ocultos puede señalar que mi persona no se hizo presente en el teatro de los acontecimientos, como usted lo ha señalado.

Es más, hay que reconocer que la presencia física de un comandante en un objetivo específico es inconveniente pues pierde la capacidad de control estratégico sobre el área de reacciones. El general Ochoa Antich, entonces ministro de la Defensa, fue el primero que echó a rodar esa especie de que falté al honor militar porque no comandé directamente la toma del Palacio de Miraflores. Esa misión táctica de importancia capital, hay que reconocerlo, estaba sin embargo asignada a las unidades acantonadas en Caracas, como efectivamente lo hicieron. De forma tal que le recuerdo al general Ochoa y a aquellas personas interesadas en esta campaña de desprestigio sobre la acción del 4 de febrero y los hombres que la dirigimos un principio fundamental del arte militar que dice que la táctica nunca puede estar por encima de la estrategia. Esa es la realidad. Todas estas campañas de guerra sucia fabricadas en los laboratorios criollos e importados del régimen se han estrellado, sin embargo, y se continuarán estrellando contra la fortaleza absoluta que tiene la verdad clara y sencilla, así como la estoy planteando. – Usted, como es lógico, como prisionero reclama su libertad. Hasta ahora el Presidente de la República ha dicho que no lo indultará. Pero en el caso de que lo indultara el presidente Pérez, ¿cuál sería su reacción? – En realidad, la libertad que reclamamos los oficiales y suboficiales del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 no es nuestra libertad física. Lo que anhelamos, lo que reclamamos, lo que exigimos es la libertad para el pueblo de Venezuela, porque eso es lo que está en juego, el futuro de más de 20 millones de seres humanos que hoy claman por una nueva realidad, por un

Con sus compañeros de la Rebelión Militar, en la cárcel de Yare, 1992.

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De forma tal que para todo hay tiempo acá en Yare. Sin embargo, quisiéramos más tiempo para tantas actividades que tenemos por desarrollar.

Hugo Chávez, Francisco Arias y otros oficiales bolivarianos en la cárcel, en 1993.

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verdadero camino hacia su desarrollo auténtico, hacia su liberación interior, hacia su liberación exterior también, dentro del sistema social venezolano. El hombre, la mujer, el niño venezolano aspira desatar las amarras del alma y potenciar sus fuerzas interiores, dinamizar a su propia cultura, rescatar las tradiciones y los valores históricos de ese pueblo venezolano. Esa es la libertad que nosotros aspiramos, exigimos, reclamamos; desde nuestro punto de vista, aunque estamos aquí, prisioneros del régimen, contamos, queridos amigos, con una libertad sublime, que es la libertad absoluta de conciencia. De todos modos, sea cual sea el tiempo que aquí pasemos, y sea cual sea la forma bajo la cual salgamos de estas rejas, iremos, queridos compatriotas, al reencuentro físico con ustedes, para continuar la marcha, como lo decía el cantor del pueblo venezolano, Alí Primera: juntando flores, tocando puertas, juntando soles hasta llegar. – Voy a hacerle una serie de preguntas para que usted me las responda rápidamente. Por ejemplo, ¿en qué ocupa su tiempo en la cárcel? – Aquí falta tiempo para tantas actividades que desarrollamos. Sobre todo nos dedicamos mucho a estudiar, a leer sobre el desarrollo de la situación nacional. Pero, también tenemos tiempo, por supuesto, para atender nuestra familia los días de visita, los jueves y los fines de semana; para leer, escribir algunos poemas y hasta para pintar. Por ejemplo, acá podemos observar este boceto del cuadro que estoy pintando actualmente donde vemos al maestro Simón Rodríguez, inspirado en este otro cuadro pintado antes del día 4 de febrero, en la paz del hogar y del batallón de paracaidistas Briceño, llamado el Candelorio Azul de Zamora. Este candelorio azul aquí, en la cárcel de Yare ahora, va a pasar a rodear también al maestro Simón Rodríguez.

– ¿Qué es para usted Venezuela, el Estado y la política? – Como todos lo sabemos, la política es la toma de decisiones por medios públicos, de manera tal que afecta a la sociedad entera. Pero mucho más importante aún es el conocimiento político, el conocimiento de la ciencia política, lo cual nos permite predecir incluso fenómenos para influir sobre ellos. En cuanto al Estado, siempre he sido partidario del enfoque sociológico que entre tantos pensadores sostiene Max Weber, según el cual los grupos políticos de la sociedad civil evolucionan y se transforman en Estado cuando adquieren un modelo organizativo complejo y cuando obtienen una estructura administrativa. Y Venezuela para mí, como para todos los venezolanos, lo es todo, siguiendo aquel pensamiento de Simón Bolívar que decía: “primero, el suelo nativo queda”. – ¿Qué lectura le ha impresionado más en su vida? – Recuerdo Las venas abiertas de América Latina, del uruguayo Eduardo Galeano. Me impresionó y lo he leído incluso en varias ocasiones. Del venezolano universal don Simón Rodríguez, en ese compendio de su obra que fue publicada bajo el nombre de Inventamos o erramos. Además, del gran escritor don Rómulo Gallegos, me impresionó muchísimo, en los años del Liceo O’Leary, leer esa gran obra que es Cantaclaro. – ¿Qué personaje histórico lo ha marcado más? – Desde niño quedé marcado para siempre con el recuerdo y la leyenda del General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora. Oía, absorto en aquella noche de mi infancia en la casa de vieja palma de mi abuela Rosa Inés Chávez, los cuentos de la Guerra Federal, los cuentos de la Guerra de los Cinco Años y del tremendo personaje histórico que es el general Ezequiel Zamora. – ¿Es usted católico, comandante? ¿Qué santo invocó antes de alzarse? ¿O solamente se acordó de Maisanta? – Sí, soy profundamente católico. Incluso recuerdo haber sido monaguillo en mi niñez, en la iglesia de mi pueblo, en Sabaneta de Barinas. Fundamentalmente nuestra señora del Rosario, de la cual, repito, soy muy devoto y también recordé a la virgen del Socorro, cuyo escapulario, por cierto, cargo siempre conmigo después del 4 de febrero. Este es el mismo escapulario que usaba mi bisabuelo, el general Pedro Pérez Delgado (Maisanta) en sus correrías contra el régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez.

– ¿Qué lo entristece? Y ¿qué lo pone alegre? – Saber que hay tanta miseria, tanta injusticia. Y de manera muy especial, saber también que mueren tantos niños en Venezuela y en América Latina a causa de esa miseria, a manos del hampa común, a causa del hambre. Eso en verdad me entristece profundamente. Me alegra, simplemente, ver a la gente feliz. – ¿Qué es lo que más recuerda? ¿Y qué es lo que le hace más falta del Llano? – El llano es para mí y para todo llanero algo mágico y voy a tomar prestadas unas coplas del paisano y gran poeta, Sánchez Olivo, cuando refiriéndose al Cajón de Arauca apureño, dice: Hace años que no te veo, /cajón de arauca apureño, /como te recuerdo a ti /con cien leguas de por medio. Y extraño, y me hace falta de ese Llano querido, andar, en estos tiempos de invierno especialmente, en un bongo remontando el Arauca, cruzando el caño Caribe y después el río Capanaparo, en las alas de la libertad. Eso extraño del Llano venezolano. – Cuando el presidente Pérez habla de los militares del 4 de febrero, se refiere a una logia, ¿qué opinión le merece esta caracterización del Presidente? – Esto lo que hace es reflejar su incapacidad para comprender la realidad de lo que ocurre en el seno de las Fuerzas Armadas Nacionales, y, al mismo tiempo, un empeño de ocultar esa realidad. Eso es lo que refleja el Presidente, cuando se refiere a nosotros como una logia militar. – ¿Qué representan para usted las Fuerzas Armadas Nacionales? – Las Fuerzas Armadas Nacionales, a cuyos miembros aprovecho para enviar un caluroso saludo bien solidario y bien de esperanza, representan para mí y para nosotros un inmenso terreno abonado, sembrado y ya listo para cosechar frutos que nos permitirán contribuir de manera eficaz, eficiente, a ese proceso de cambio, de desarrollo integral que requiere la sociedad venezolana, dentro de un nuevo modelo de desarrollo, dentro de un nuevo esquema de relación entre el sector político y el sector militar, basado fundamentalmente en una claridad meridiana de interacción. – Dígame usted, ¿cuál fue el error decisivo del 4 de febrero? – Pudiéramos hablar de una falla; hubo varias fallas operacionales, pero la determinante fue originada por una temprana delación ocurrida a mediodía del día lunes 3 de febrero, que impidió a algunas unidades de comunicaciones y electrónica ubicarse en puntos estratégicos,

de manera tal que no tuvimos la posibilidad de emplear de manera eficaz un sistema de comunicaciones. – Por último, comandante, si usted tuviera la posibilidad de hacerle una recomendación, de darle un consejo al Presidente de la República, ¿qué le diría? – Creo que resulta casi necio recomendar algo a quien es incapaz de oír. A Pérez le han hablado las mejores intelectualidades venezolanas y simplemente ha respondido que es un ritornelo. A Pérez le ha hablado la nación entera con ruidos ensordecedores de cacerolas, de ollas, de pitos, de cornetas y ha señalado que esto es un infantilismo. De forma tal que es difícil hacerle una recomendación a una persona con estas características. ¿Cómo recomendarle algo a quien desconoce la verdad de los hechos? ¿Cómo recomendarle algo a quien ya nos condenó acusándonos de magnicidas y nos considera, además, sus enemigos personales? ¿Cómo recomendar algo a quien se manda a hacer en vida un museo con los dineros de la nación? Sin embargo, por encima de todo esto, ya que usted me lo plantea delante de toda la nación venezolana que nos está observando, a todo riesgo, yo me atrevería a recomendarle al señor Carlos Andrés Pérez que se detenga por un instante y haga una profunda reflexión, y que después de hacerla, asuma valientemente la actitud que le exige el pueblo de Venezuela; y que se convenza de que la única forma de pasar a la historia es aportando su grado, el grado conveniente, de sacrificio y de desprendimiento que la situación nacional le exige. Esa sería la recomendación, la única recomendación que yo le haría al señor Carlos Andrés Pérez. Doctor Rangel, antes de la despedida, quiero agradecer a usted, a nombre de todos los oficiales, suboficiales y compatriotas del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, esta ocasión que usted nos brinda para dialogar. Y agradecer a la vida que nos ha dado la oportunidad al fin, después de varios meses de establecer esta interacción tan constructiva, tan didáctica incluso de su parte, y además, permitirnos llegar a ese noble y bravío pueblo venezolano; pueblo al cual enviamos un mensaje, y no puede ser otro mensaje que el de la fe, de la esperanza; pueblo al cual pedimos no desmayar en la lucha que ya se inició hacia la búsqueda de su verdadera libertad y hacia la búsqueda de un horizonte de justicia para que nuestra patria, esa patria que se nos fue quedando a la vera del camino, podamos reencontrarla en los albores del siglo que ya viene amaneciendo.

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Su Legado

«El tiempo nos llama y nos impulsa» Hugo Chávez Frías _______________

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l 13 de diciembre de 1994, Hugo Chávez Frías llegó por primera vez Cuba. Lo recibió personalmente el comandante Fidel Castro, al pie de la escalinata del avión. El 14 de diciembre, Chávez hizo una exposición de sus ideas ante centenares de estudiantes y catedráticos de la Universidad de La Habana. Sin duda, para entender al Chávez revolucionario, este discurso es fundamental. Al principio, Chávez se dirige a Fidel con el apelativo “señor”. Muchos años después, habían construido una amistad a prueba de todo, y Chávez lo describiría como un padre.

primera vez que vengo, sí, físicamente, pero en sueños a Cuba venimos muchas veces los jóvenes latinoamericanos. En sueños a Cuba venimos infinidad de veces, los soldados bolivarianos del ejército venezolano. Desde hace años, decidimos entregarle la vida a un proyecto revolucionario, a un proyecto transformador. Así que, de verdad, agradezco este nuevo honor, que me hace el Presidente Fidel Castro, que me hacen todos ustedes, y como le decía anoche, cuando recibí la inmensa y agradable sorpresa, de ser esperado en el Aeropuerto Internacional José Martí, por él mismo en persona, le dije: «yo no merezco este honor». Aspiro merecerlo algún día, en los meses y en los años por venir. Lo mismo les digo a todos ustedes, queridos compatriotas cubanos latinoamericanos. Algún día esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un Proyecto Revolucionario Latinoamericano, imbuidos, como estamos, desde siglos hace, en la idea de un continente hispanoamericano, latinoamericano y caribeño, integrado como una sola nación que somos.

Andamos como el viento

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Reciban en primer lugar un caluroso y sentido abrazo bolivariano, que viene de esta tierra venezolana desde la cual nos sentimos tan llenos, y de la cual y con la cual hoy tenemos comprometida nuestra vida entera. Anoche, en este viaje, fugaz pero profundo a Cuba, una compatriota cubana, me preguntaba en el avión, que si era la primera vez que yo venía a Cuba. Le dije que sí. Pero, al mismo tiempo, le dije algo que quiero repetir en este momento tan emotivo, tan emocionante:

En ese camino andamos. Y como Aquiles Nazoa dijo de José Martí, «nos sentimos de todos los tiempos y de todos los lugares». Y andamos como el viento, tras esa semilla, que aquí cayó un día, y al que en terreno fértil retoñó y se levanta, como lo que siempre hemos dicho, y no lo digo ahora, aquí en Cuba, porque esté en Cuba y porque, como dicen en mi tierra, en el llano venezolano, me sienta guapo y apoyado, sino que lo decíamos en el mismo ejército venezolano, antes de ser soldados insurrectos, o decíamos en los salones, en las escuelas militares de Venezuela: Cuba es un bastión de la dignidad latinoamericana. Y como tal hay que verla, y como tal hay que seguirla, y como tal hay que alimentarla. Hay, por supuesto en este momento, un huracán de emociones, de ideas, de pasiones, y de sentimientos, cruzando mi mente, y anidándose en el alma de soldado, de revolucionario, de latinoamericano. ¡Cuántas cosas que se agolpan en la mente, tantos recuerdos! Muchas veces soñar con Cuba, estar en Cuba, y al fin estar aquí. Recuerdo, dentro de tanto cúmulo de cosas, que me llegan ahora, en este momento, en esta Aula Magna, de esta Universidad de La Habana, donde, por cierto, me decía, un ilustre compatriota de esta universidad, que aquí estuvo Andrés Eloy Blanco, con sus poemas, con sus sueños.

Recordaba haber leído en la cárcel, Comandante Castro, Presidente de Cuba, haberle leído, en primer lugar, en la cárcel de Yare, aquella encendida defensa, aquella encendida palabra suya, en La historia me absolverá. Y haber leído, también, en la cárcel, Un Grano de Maíz, entrevista hecha en ese tiempo por el Comandante Tomás Borge, y haber comparado, y dentro de tantas comparaciones, de tantas ideas, con 40 años casi de diferencia, una de la otra, sacar varias conclusiones, como soldados prisioneros. Una de ellas: ¡que vale la pena! ¡que hay que hacerlo! ¡mantener la bandera de la dignidad, del pensamiento de los principios en alto! Aún a riesgo de quedarse solo en cualquier momento! ¡Mantener contra vientos desfavorables, las velas en alto! ¡Mantener posiciones de dignidad! Eso lo releíamos, lo leíamos en la cárcel, y fue para nosotros alimento de prisioneros rebeldes, y fue para nosotros, y sigue siendo, alimento de rebeldes. Y hablando de rebeldes, subrayo lo dicho por el Presidente de esta Federación de Estudiantes, y lo dicho por el Comandante en Jefe Fidel Castro, acerca de la Cumbre, de Miami, esa Cumbre no se hizo para rebeldes, por lo tanto no estuvieron allí los cubanos, nosotros tampoco podemos entrar a territorio norteamericano, nos tienen prohibida la entrada. Lo he dicho una vez, en Colombia, y lo vuelvo a decir, ahora en Cuba, con más fuerza y con más vigor. Nos honra como soldados rebeldes, que no nos dejen entrar a territorio norteamericano. Ahora, sin duda, aquí están ocurriendo cosas interesantes en la América Latina y en el Caribe. Sin duda que ese insigne poeta y escritor, nuestro, de esta América nuestra, don Pablo Neruda, tiene profunda razón, cuando escribió que Bolívar despierta cada cien años, cuando despierta el pueblo. Sin duda que estamos en una era de despertares, de resurrecciones de pueblos y de esperanzas. Sin duda, Presidente, que esa hora que usted anuncia, o que anunció y sigue anunciando, en esa entrevista a que me he referido, Un Grano de Maíz, se siente y se palpa por toda la América Latina.

Era Bicentenaria

Sin duda que estamos en Era Bicentenaria. Nosotros tuvimos la osadía, de fundar un Movimiento dentro de las filas, del Ejército Nacional de Venezuela, hastiados de tanta corrupción. Y nos juramos dedicar la vida a la construcción de un movimiento revolucionario, y a la lucha revolucionaria de Venezuela y ahora, en el ámbito latinoamericano. Eso comenzamos a hacerlo, en el año bicentenario del nacimiento de Bolívar. Pero veamos, que este próximo año es el centenario de la muerte de José Martí. Veamos que este año que viene es el bicentenario del nacimiento del Mariscal Antonio José de Sucre. Veamos que este año que

viene, es el bicentenario de la rebelión y muerte del zambo José Leonardo Chirino, de las costas de Coro, Venezuela, tierra, por cierto, de los ascendientes del prócer Antonio Maceo. Veamos entonces, como que el tiempo nos llama y nos impulsa. Es sin duda, tiempo de recorrer de nuevo, ya vemos que es tiempo de esperanza y de lucha. En eso estamos nosotros, después de diez años intensos, en el seno del Ejército venezolano. Después de una rebelión y otra rebelión, ahora dedicados al trabajo revolucionario, en tres direcciones fundamentales, que voy a resumir ante ustedes, para invitarles al intercambio, para invitarles a extender lazos de unión y de trabajo, de construcción concreta. En primer lugar, estamos empeñados, en levantar una bandera ideológica pertinente y propicia, a nuestra tierra venezolana, a nuestra tierra latinoamericana, y esto es la bandera bolivariana. Pero, en ese trabajo ideológico, de revisión de la historia y de las ideas, que nacieron en Venezuela, y en este continente, hace 200 años, cuando se fue levantando el primer proyecto de nación, no solamente venezolana, sino latinoamericana, aquel proyecto que Francisco de Miranda llamó Colombia y que Bolívar tomó después para llamar Colombia, lo que hoy conocemos como la Gran Colombia, el sueño bolivariano. En ese sumergirnos en la historia, buscando nuestras raíces, hemos diseñado, y hemos lanzado a la opinión pública, nacional e internacional, la idea de la inspiración que en el Árbol de las tres raíces, llamamos nosotros. La raíz no solamente del pensamiento bolivariano, de aquel Simón Bolívar, que llamaba, por ejemplo, a esa Unidad Latinoamericana para poder oponer una nación desarrollada como contrapeso a la del norte que ya se perfilaba contra nuestra tierra latinoamericana. Aquel Bolívar que planteaba en Angostura, la necesidad de incorporar, además de los tres poderes clásicos de Montesquieu, un cuarto poder, el Poder Moral. Aquel Bolívar y aquellas ideas de Bolívar, que planteaba, en la Constitución de Bolivia la necesidad de un Quinto Poder, el Poder Electoral. Aquel Bolívar, que desde su tumba, casi, allá en Santa Marta dijo: «los militares deben empuñar su espada para defender las garantías sociales». Aquel Bolívar que dijo: «el mejor sistema de gobierno, es aquel que le proporciona mayor suma de felicidad a su pueblo», mayor suma de estabilidad política y seguridad social.

Simón Rodríguez

Esa raíz profunda, esa raíz bolivariana, nosotros la hemos asumido, porque creemos y no es que la hayamos asumido, es que está unida por el tiempo, por la

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historia misma, a la raíz robinsoniana, tomando como inspiración el nombre de Samuel Robinson. O Simón Rodríguez, a quien conocemos muy poco los latinoamericanos, porque nos dijeron, desde pequeños, que era el maestro de Bolívar, y allí se quedó, como estigmatizado por la historia. El loco estrafalario, que murió anciano, deambulando como el viento, por los pueblos de la América Latina, Simón Rodríguez, quien inyectó gran parte de las ideas de Simón Bolívar. Simón Rodríguez, el que llamaba a los americanos meridionales, a hacer dos revoluciones, la política y la revolución económica. Aquel Simón Rodríguez que llamaba a la construcción de un modelo de economía social, un modelo de economía popular. Aquel Simón Rodríguez que dejó para todos los tiempos de la América Latina, como un reto para nosotros, aquello de que, la América Latina, en esos tiempos la América Meridional, en el término, no podía seguir imitando servilmente sino que tenía que ser original. Y llamaba a inventar o errar. Ese viejo, loco, para los burgueses de la época, que andaba recogiendo niños, ya anciano y abandonado, y que decía, «los niños son las piedras del futuro republicano. ¡Vengan acá para pulir las piedras, para que ese edificio sea sólido y luminoso»! Aquel viejo, que ya al lado de la tumba se dedicó a construir velas. Y cuando alguien le preguntó: «¿Qué hace Usted construyendo velas, Maestro»? Dijo: «Es que no consigo otra forma de darle luces a la América». Esa es otra raíz, profunda y filosófica, dentro de nuestro planteamiento ideológico. Y una raíz más reciente, la raíz zamorana, tomada del General del pueblo soberano, Ezequiel Zamora, líder de la Revolución Federal en Venezuela. Zamora, el General que usaba doble cubrecabeza: un sombrero de cogollo, y un quepis militar sobre el sombrero de cogollo. Y lo explicaba, en un concepto que después Mao Tse Tung reflejó de otra manera y en otro tiempo y en otro lugar. Mao señalaba que –ustedes lo saben mejor que nosotros– que el pueblo es al Ejército como el agua al pez. Y ustedes, no solamente lo saben, sino que lo han aplicado, y yo aprovecho, –y me disculpan la disgreción– para darle un inmenso abrazo, gigantesco abrazo, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, que se han identificado con su pueblo para siempre. En muy pocas horas, nos vamos, y digo nos vamos, porque conmigo anda el Teniente Isea Romero, Teniente de Paracaidistas, y soldado del Ejercito venezolano, rebelde y exprisionero político. Y nos vamos, queridos compañeros de armas de Cuba, convencidos, a pesar de lo poco que pudimos ver, de que ustedes si aplican eso, están como el título de una buena obra,

de un estudioso del tema panameño, están Como pez en el agua. Y nosotros, como militares, andamos tras esa búsqueda. Y hoy, nos vamos más afianzados, en la convicción y la necesidad de que el Ejército de Venezuela, tiene que ser de nuevo lo que fue, un Ejército del pueblo, un Ejército para defender eso que Bolívar llamó, las garantías sociales.

La tercera raíz

Entonces, Ezequiel Zamora, de quien les hablaba como tercer componente del Árbol de las Tres Raíces, decía yo que se adelantó en la concepción que después tomó Mao. Zamora explicaba que el sombrero de cogollo, representaba al pueblo de Venezuela, y el quepis militar, al Ejército que debía estar unido a ese pueblo, para poder lograr la Revolución Federal, que estaba extendida en toda Venezuela. ¡Ezequiel Zamora tomó el Proyecto bolivariano! Lamentablemente murió comenzando la guerra federal. Y con él enterraron el sueño de los campesinos pobres de Venezuela, que habían sido también .traicionados despues de la Guerra de Independencia. Esa vertiente de trabajo nuestra, por supuesto y por cierto, que tiene su complemento en toda la América Latina. Nosotros, seguramente, por venezolanos, tomamos las tres raíces en nuestro proyecto ideológico. Empeñados en resistirnos a esa tesis que viene del Norte; alguien me decía hace poco, que todo lo malo viene del Norte. La tesis del fin de la historia, del último hombre, de la era tecnotrónica, que las ideologías ya no sirven, que están demodé. ¡No! ¡Nos resistimos! ¡No lo aceptamos! Y hemos tomado esas tres figuras simbólicas. Pero me decía un oficial panameño, que todavía hace 4 meses andaba escondido, a quien yo le preguntaba en la Universidad de Panamá, por cierto, una noche, por qué andaba escondido. Y me dice: «yo ando escondido porque yo ahorqué a un gringo y tengo auto de detención por asesinato». Ahora, ¿dónde están los autos de detención por los miles de muertos que hubo en la invasión a Panamá? Ese oficial panameño, me decía: «Comandante, ustedes tienen allá su Dios que es Bolívar. Nosotros tenemos nuestro santito, que es Omar Torrijos». De forma tal que haya en toda la América, Martí y, más reciente, Omar Torrijos, Velasco Alvarado y cientos de soldados del pueblo en el Perú, en la experiencia inmensa del Plan Inca. O en el Cono Sur –como una madrugada en Montevideo, hace unos meses, me llegó un emisario secreto con una carta de oficiales activos del Ejercito del Uruguay, que se llaman los Soldados Artiguistas, y con un regalo sobre un pensamiento político de Artigas–San Martín y tantos otros latinoamericanos.

Con Daniel

¡Sandino! Y aprovecho para decir, que también me siento muy honrado de haber conocido hoy, y haber abrazado, al Comandante Daniel Ortega, de la Revolución Nicaragüense, quien se encuentra aquí en La Habana, como ustedes saben. Sandino, Mariátegui... Ahí están las raíces de un Proyecto de Nación, una sola nación, que somos todos los latinoamericanos y caribeños. Ahora, esa es una primera vertiente de trabajo. Bien adecuado, mi Comandante, el próximo año, aniversario de la muerte de José Martí, para estrechar ese trabajo ideológico, ese Binomio de Bolívar y Martí, como forma de levantar la emoción, y el orgullo de los latinoamericanos. La otra vertiente, de nuestro trabajo, para lo cual también necesitamos, estrechar nexos con los pueblos, de nuestra América, es el trabajo organizativo. En la cárcel recibíamos, muchos documentos de cómo el pueblo cubano se fue organizando, después del triunfo de la Revolución. Y estamos empeñados en organizar en Venezuela, un inmenso movimiento social. El Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y más allá estamos convocando para este próximo año, a la creación del Frente Nacional Bolivariano. Y estamos llamando a los estudiantes, a los campesinos, a los aborígenes, a los militares, que están en situación de retiro, porque lamentablemente, los militares en los Cuarteles, en Venezuela, siguen amordazados. Los políticos venezolanos pretenden tener para siempre militares que sean ciegos y sordos ante la tragedia nacional. A los militares que estamos en la calle, a los intelectuales, a los obreros, a los pescadores, a los soñadores, a todos, a formar un gran Frente, un Frente Social, que enfrente el reto de la transformación de Venezuela. En Venezuela, nadie sabe lo que puede ocurrir en cualquier momento. Nosotros, por ejemplo, aquí estamos entrando en un año electoral, 1995, dentro de un año, en diciembre, habrá en Venezuela, otro proceso electoral Ilegal, ilegítimo, signado por una abstención –ustedes no lo van a creer– del 90% en promedio. Es decir, el 90% de los venezolanos no va a las urnas electorales, no cree el mensaje del político, no cree en casi ningún partido político. Este año, nosotros aspiramos, con el Movimiento Bolivariano, y con el Frente Nacional Bolivariano, polarizar a Venezuela. Los que van al proceso electoral, donde hay gente honesta también, los respetamos, pero no creemos en ese proceso electoral. Ese es un polo. Y el otro polo que nosotros vamos a empujar y a alimentar, buscándolo en la calle con el pueblo, el llamado a elecciones nacionales para una Constituyente, para redefinir las bases fundamentales de la República que se

vinieron abajo, las bases jurídicas, las bases políticas, las bases económicas, las bases morales, que en Venezuela están en el suelo los principios y eso no se va a arreglar con pequeños parches. Bolívar lo decía: «las gangrenas políticas no se curan con paliativos». Y en Venezuela hay una gangrena, absoluta y total. Alguien me decía, hace unos meses atrás, que por qué no permitíamos que el sistema democrático –ese que llaman democrático en Venezuela– madure. Y yo le decía –y aprovecho que ahora que probé un dulce de mango exquisito aquí en La Habana, yo le ponía el ejemplo del mango, que en Venezuela se perdía porque no sabemos aprovecharlo– un mango madura cuando está verde, pero un mango podrido, jamás va a madurar. Un mango podrido, hay que rescatar su semilla para que nazca una nueva planta. Eso pasa en Venezuela hoy. Ese sistema no tiene manera de recuperarse. Y nosotros, y lo que voy a decir –voy a utilizar de nuevo la expresión de la gente de mi pueblo, del llano venezolano– no lo voy a decir porque estoy aquí guapo y apoyado, lo he dicho en Venezuela, lo he dicho en el Ateneo de Caracas, que ustedes conocen muy bien, lo he dicho a la prensa, a la televisión, a los pocos programas en los cuales nos dan cabida. Lo dije frente al Palacio de Gobierno, en una ocasión, después que salí de la cárcel: nosotros no desechamos la vía de las armas en Venezuela. Nosotros seguimos teniendo, y lo dicen las encuestas del mismo Gobierno, más del 80 % de opinión favorable en el pueblo, en el Ejército, en la Marina, en la Fuerza Aérea y hasta en la Guardia Nacional, que es una fuerza que inventó este sistema, y reforzó; es como la Guardia pretopriana. Pero ahí también hay gente buena. En la Policía uniformada, en la misma Dirección de Política Interna, la Policía política. Tenemos una fuerza allí, y la alimentamos, y la atendemos. Y aunque los muchachos, por supuesto, andan perseguidos por todos lados. Hoy en día se controla a Bolívar, y que un ofi-

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cial venezolano nombre a Bolívar en un cuartel, es considerado un oficial sospechoso. A pesar de todo eso, ahí tenemos una fuerza.

Dispuestos a todo

Y además de todo eso, tenemos un altísimo porcentaje de los venezolanos, especialmente de ese 60% de amigos –y tampoco lo van a creer ustedes– están en pobreza crítica. ¡Increíble, pero es cierto! En Venezuela se esfumaron 200,000 millones de dólares en 20 años. ¿Y dónde están?, me preguntaba el Presidente Castro. Se fueron al exterior, como casi todos los gobernantes que han pasado por Venezuela, civiles y militares que se enriquecieron al amparo del poder. En esa inmensa mayoría de venezolanos, nosotros tenemos un tremendo impacto positivo. Y al tener esas dos fuerzas, ustedes comprenderán, que estamos dispuestos a dar el todo por el todo, por darle esa ayuda a Venezuela. Por eso decimos, que no desechamos, la vía de utilizar las armas del pueblo que están en los cuarteles para buscar el camino, si este sistema político, decide, como parece haber decidido, atornillarse de nuevo y buscar recursos para manipular y engañar. Nosotros estamos pidiendo Constituyente. Y el año que viene, ya les dije, vamos a estarla promoviendo como recurso estratégico de corto plazo. Y la tercera vertiente, es la que estamos trabajando –para ir concluyendo estas palabras, este saludo, esta pasión que me mueve esta noche– es un proyecto estratégico de largo plazo, en el cual los cubanos tienen y tendrán mucho que aportar, mucho que discutir con nosotros. Es un proyecto, de un horizonte de 20 a 40 años. Un modelo económico soberano. No queremos seguir siendo una economía colonial. Un mundo económico complementario. Venezuela tiene inmensos recursos energéticos, por ejemplo. Ningún país del Caribe o Latinoamericano, debería importar combustible de Europa. ¿Por qué, si Latinoamérica tiene a Venezuela, con inmensos recursos energéticos? Entonces, ¿por qué Venezuela va a seguir exportándole a esos países (del Norte)? Ya se les envía dos millones de barriles de petróleo crudo por día. Igual que hace 500 años se llevaban la materia prima, y hoy se la siguen llevando de la misma forma. Un proyecto, que nosotros hemos lanzado ya al mundo venezolano para en nombre del Proyecto Nacional Simón Bolívar, pero con los brazos extendidos al continente Latinoamericano y del Caribe, y al respecto,

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hemos entrado ya en contacto con algunos Centros de Estudios de Panamá, de Colombia, de Ecuador, de Uruguay, de Argentina, de Chile, de Cuba. Un proyecto en el cual no es aventurado pensar, desde el punto de vista político, en una Asociación de Estados Latinoamericanos. ¿Por qué no? ¡Ese fue el sueño originario de nuestros Libertadores! ¿Por qué seguir fragmentados? Hasta allí, en el área política, llega la pretensión de ese proyecto que no es nuestro ni es original: tiene 200 años al menos. ¿Y cuántas experiencias positivas en el área cultural, en el área económica, esta economía de guerra, como se vive en Cuba? Y en el área deportiva, en el área educativa. De la atención a la gente, de la atención al hombre, ¡pero si debe ser el primer objeto de la Patria, el sujeto de la Patria! Así que en esa tercera vertiente, en el proyecto político transformador, de largo aliento, de largo plazo, extendemos la mano a la experiencia, a los hombres y mujeres de Cuba, que tienen años, pensando y haciendo, ese proyecto continental. Para terminar, por ahora, les invitamos cordialmente, como ya lo hemos hecho, a las autoridades, a un Encuentro, en Santa Marta. Nos hemos convocado en Santa Marta, por dos vías, para el 17 de diciembre. Allí aspiramos a comenzar la preparación. Esta sería la primera reunión preparatoria del 2º Congreso Anfictiónico de Panamá, que aspiramos celebrar en Panamá, en 1996, cuando se cumplan 170 años de aquel Congreso, que fue saboteado, por cierto, por los Estados Unidos. Y aspiramos a un Tercer Congreso en 1999, cuando el ejército norteamericano, debe retirar el último soldado de esa tierra bolivariana que es el Canal de Panamá. Esto sería un Congreso, o una vía permanente, donde discutiríamos los latinoamericanos sobre nuestra tragedia, sobre nuestro destino, que al decir de ese gran revolucionario, ese gran escritor uruguayo, Eduardo Galeano, ese destino no puede ser una maldición. ¡Es un desafío! El siglo que viene para nosotros es el siglo de la esperanza. Es nuestro siglo. Es el siglo de la resurrección del sueño bolivariano. El sueño de Martí, el sueño latinoamericano. Queridos amigos: ustedes me han honrado con sentarse esta noche a oír estas ideas, de un soldado, de un latinoamericano, entregado de lleno y para siempre a la causa de la revolución de esta América nuestra. Un inmenso abrazo bolivariano a todos ustedes.

Su legado

Cuando despiertan los pueblos Bajo la bandera de convocar a una Asamblea Constituyente, cobijado por un poderoso movimiento popular y una amplia alianza electoral, el Comandante Hugo Chávez concurre a los comicios del domingo 6 de diciembre de 1998. Ganó con 3,673,685 votos y el segundo mayor porcentaje del voto popular en 4 décadas (56,20%), sucediendo a Rafael Caldera en la presidencia de Venezuela. El día de su toma de posesión, el 2 de febrero de 1999, Chávez cambió el juramento protocolar: “Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo sobre esta moribunda Constitución que impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro”. Este es un resumen de su discurso de investidura. «Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando convoca a la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta».

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or mil pueblos, por mil caminos, durante miles de días recorriendo el país durante estos últimos casi cinco años, yo repetí delante de muchísimos venezolanos esa frase pronunciada por nuestro Padre infinito, El Libertador, también delante de otro congreso, el congreso de la República Grande, el Congreso de Angostura de 1819, el congreso de donde nació la Tercera Gran República, la del poder moral, la de la Gran Colombia, de la de unidad latinoamericana, caribeña. Repetía yo mucho esa frase y en los últimos meses de la insólita campaña electoral de 1998, porque fue insólita de verdad, dije inspirado por la certeza aquella de Walt Whitman cuando decía: «seguro como la más segura de las certidumbres»: así andábamos por los caminos seguros de que este día iba a llegar. Decía yo con esa certeza de que este día iba a llegar aquí en este escenario, 2 de febrero 1999, yo le dije al pueblo venezolano de muchas maneras y en muchos lugares que iba a comenzar mi discurso de hoy al asumir la Presidencia de Venezuela por mandato del pueblo venezolano y por el favor de Dios también, que iba a comenzar con esa frase; he comenzado estas palabras con esa esa frase y yo la voy a repetir, permítanme: «dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando, convoca la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta». Ahora ¿por qué esa frase? ¿de dónde viene esa frase? ¿por qué Bolívar? No se trata de una repetición meramente protocolar y rebuscada de cualquier frase de Bolívar, por hablar de Bolívar. No. Se trata más bien de darle razón a Pablo Neruda, ese grande de nosotros, de los nuestros, cuando cantándole a Bolívar dijo: «es que despierta cada cien años, cuando despiertan los pueblos». Se trata de reconocerle razón al grande de nosotros también que fue Miguel Ángel Asturias cuando dijo

cantándole a Bolívar: «los hombres como tu Libertador no mueren Capitán, sino que cierran los ojos y se quedan velando»; es reconocerle razón al indio Chocaguanca, Presidente Alberto Fujimori (presente en el acto) cuando le cantó a Bolívar y le dijo: «tu gloria crecerá con el tiempo como crece la sombra cuando el sol declina». O es reconocerle razón a José Martí, Presidente Fidel Castro (también presente) cuando dijo: «Ahora es cuando Bolívar tiene que hacer en América todavía, porque lo que no hizo él está sin hacer todavía». No es entonces mera retórica nuestra bolivarianidad. No. Es una necesidad imperiosa para todos los venezolanos, para todos los latinoamericanos y los caribeños fundamentalmente, rebuscar atrás, rebuscar en las llaves o en las raíces de nuestra propia existencia, la fórmula para salir de este laberinto, terrible laberinto en que estamos todos, de una o de otra manera. Es tratar de armarnos de una visión jónica necesaria hoy, aquella visión del Dios Mitológico Jano, quien tenía una cara hacia el pasado y otra cara hacia el futuro. Así estamos los venezolanos de hoy, tenemos que mirar el pasado para tratar de desentrañar los misterios del futuro, de resolver las fórmulas para solucionar el gran

El Comandante Chávez jura como Presidente sobre la “moribunda Constitución”, el 2 de febrero de 1999. Al centro, Rafael Caldera, presidente saliente.

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drama venezolano de hoy. Y mirando hacia el pasado en este día crucial para la República, para la nación, para la historia venezolana; en este día, que no es un día más; en esta transmisión de mando presidencial que no es una transmisión de mando presidencial más. No, es la primera transmisión de mando de una época nueva. Es el abrir la puerta hacia una nueva existencia nacional; tiene que ser así. Es obligatorio que sea así.

¿Quién lanza la primera piedra?

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Yo nací en 1954. En 1971 era Rafael Caldera Presidente de la República cuando ingresé yo a la Academia Militar de Venezuela. Cuatro años después, era Carlos Andrés Pérez Presidente de Venezuela y de sus manos, recibí yo el sable de mando de Subteniente del Ejército, el 5 de julio 1975. Ya comenzaba algo a oler mal en Venezuela. Comenzó la crisis ética. Reconozcámoslo, creo que es momento de reconocer nuestras culpas, todos las tenemos, yo también. ¿Quién lanza la primera piedra? Yo hago un llamado y es mi primer llamado, como Presidente de Venezuela, a que todos reconozcamos nuestras culpas como hacemos en la Iglesia, Monseñor: «Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa», pero lo más importante, como lo aprendí yo cuando era monaguillo y como me lo recordaba el Gobernador Arias en la Academia Militar, cuando me sancionaba leyéndome los textos largos de la Historia de la Religión, lo importante no es darse golpes de pecho, lo importante es darse golpes de pecho y salir renovados en el espíritu, en el alma, en el vigor. Eso sí es lo importante. Yo hago un llamado a todos los venezolanos para que hagamos ese acto individual y colectivo: ya basta. Aquella crisis moral de los años setenta fue la gran crisis y esa es la crisis más profunda que todavía tenemos, ese es el cáncer más terrible que todavía tenemos allí presente en todo el cuerpo de la República, esa es la raíz de todas las crisis y de toda esta gran catástrofe, mientras no curemos ese mal seguiremos hundiéndonos en la catástrofe, aunque el petróleo llegue de nuevo ¡ojalá que no! a 40 dólares el barril, no lo queremos, no queremos que llegue a 40 dólares el barril, pero aunque llegara y aunque lloviesen petrodólares y mucho dinero, igual sería como un alivio momentáneo, pero igual nos seguiríamos hundiendo un poco más allá, en un pantano ético y moral. Esa crisis no hubo capacidad para resolverla, la más mínima capacidad ni la más mínima voluntad para resolverla y siguió galopando como un pequeño cáncer que no es extirpado a tiempo y así llegaron los años 80 y ocurrió la segunda gran crisis, después de una serie de pequeñas perturbaciones, vino el «viernes negro». Ahora carcomió instituciones, carcomió el modelo económico y la crisis se hizo económica y comenzamos a oír en Venezuela a hablar de devaluación,

de inflación, términos que habían quedado durante muchos años al recinto de los estudiosos de la economía. Pero tampoco se reguló esa crisis, ni la moral ni la económica y la acumulación de estas dos crisis originó una tercera espantosa, espantosa porque es visible, porque las otras, la moral y la económica son así como los volcanes que por debajo van madurando hasta que explotan y revientan y se hacen visibles y arrasan pueblos, vidas y ciudades. Aquí hace una década ya, dentro de pocos días vamos a recordar con dolor aquella explosión de 1989, 27 de febrero, día horroroso, semana horrorosa, masacre, hambre y miseria y aún no hubo, a pesar de eso, capacidad ni voluntad para tomar las acciones mínimas necesarias y regular, como pudo haberse hecho, la crisis moral, la crisis económica y ahora la galopante y terrible crisis social. Y esa sumatoria de crisis generó otra que era inevitable, señores del mundo, señores del continente, la rebelión militar venezolana de 1992 era inevitable como lo es la erupción de los volcanes; no se decreta una rebelión de ese tipo, y yo aprovecho este momento para darle un recuerdo imperecedero a los jóvenes militares y civiles de las rebeliones de 1992, 4 de febrero y 27 de noviembre de aquel año que quedará para la historia; aquí hay algunos de ellos con nosotros en este recinto, en este signo de la unidad, de la reunificación. (...) Muchachos, parte de la juventud que tuvo que tomar una actitud, a alguien le tocó, otros están sembrados, no tienen la suerte de nosotros de estar aquí. Y otros están en las Fuerzas Armadas y han cargado una cruz durante años. Señores del mundo, señores del continente, los militares rebeldes venezolanos del 92 hicimos una rebelión que fue legitimada, sin duda alguna, no hoy porque soy Presidente ahora de Venezuela, sino que al día siguiente de la rebelión, mucho más del porcentaje que me trajo aquí de apoyo popular, apoyó aquella rebelión militar. Esa es la verdad. No queremos más rebeliones, ya se los dije a mis hermanos de armas. Fui al Alma Mater y lo dije: que nunca ocurra, pero que nunca más ocurra un 27 de febrero; que nunca más los pueblos sean expropiados de su derecho a la vida, porque si eso sigue ocurriendo nadie puede garantizar que otro día, mañana o pasado, pueda ocurrir otro acontecimiento indeseado, como los acontecimientos de 1989 y de 1992.

La crisis golpea el alma

Yo he sido traído aquí por una corriente originada en esos hechos. Clamo a todos, los partidarios de nuestra propuesta o de nuestro proyecto, a los adversarios de nuestra propuesta, los llamo a que jugando cada quien su papel, pensemos primero y antes que nada en el interés del país y en el interés del colectivo, y pongamos en último término el interés de nuestra fracción o el interés de

nuestro partido o el interés de nuestro grupo o el interés de nuestra familia o el interés de nosotros mismos. Eso va en último lugar de prioridad. La crisis social, está allí, palpitando amenazante. La crisis política que se sumó a todo esto, por supuesto, está aquí, aquí la tenemos representada. Este recinto es una caja donde se encierra la crisis política. Abrámoslo. Tenemos que buscar la manera de regular estas crisis, porque así llegamos al presente, al día de hoy, y lo más grave es que después de 1992, ¡cuánto golpes de pecho hubo!, ¡cuántas declaraciones de rectificación!, ¡cuántos juramentos y compromisos! y nada, el barco se sigue hundiendo, señores. Yo voy a repetir una frase (...) que dijo aquí en esta misma tierra venezolana otro militar como yo, pero por supuesto muchísimo inmensamente más glorioso, yo no tengo glorias, lo que tengo son ganas de ser útil. Aquel inmenso venezolano, infinito, que fue Don Francisco de Miranda, el Generalísimo, cuando Simón Bolívar, Coronel, perdió el Castillo de Puerto Cabello, la plaza de Puerto Cabello, que era el último punto fuerte de la Primera República, cuando al Generalísimo Francisco de Miranda le dan la noticia de que el Coronel Simón Bolívar había perdido la plaza de Puerto Cabello y con ella el parque, el último, la reserva del parque, Francisco de Miranda, dice la Historia, que lanzó la frase en francés (como no hablo francés voy a decirla en español y porque en español es que es apropiada) quizás el Generalísimo no quería que le entendieran quienes estaban cerca de él para no desmoralizarlos, a lo mejor, me imagino, y dijo en francés: «Venezuela está herida en el corazón». Hoy, después de siglo y medio yo retomo esa frase: nuestra Patria hoy está herida en el corazón, nosotros estamos en una especie de fosa humana. Por todas partes hay niños hambrientos, índices macroeconómicos sí —aquí tengo algunos, no los voy a leer, los sabemos, los conocemos en libros, en estudios y ya me suenan fríos a mí, prefiero ir por las calles a ver, a sentir, a llorar como uno llora cuando consigue los niños limpiando las tumbas de los cementerios, porque de eso viven, como vi en Barinas el 2 de enero cuando fui al cementerio a ponerle una corona a mi abuela Rosa Inés y salieron unos niños a decirle a Chávez: «Chávez, no hay tumbas para limpiar, tenemos hambre». Son niños de Venezuela y son también nuestros hijos. Yo tengo cinco hijos, allá están, pero no tengo cinco, todos los niños que me consiga a mi paso, aunque sean los hijos de mis más duros adversarios, también yo los considero mis hijos porque ellos son inocentes de las pasiones que a nosotros nos impulsan.

Me avergüenza la pobreza

Hoy Venezuela está así. Habría que revisar cómo estaba Venezuela después de la Guerra de Independencia en aquellos años cuando Simón Bolívar se enteró que

había regresado de Europa su tío Esteban Palacios y le escribió aquella famosa y hermosa y dolorosa carta «Tío Esteban, usted de nuevo en Caracas, Caracas no existe». Yo no estoy de acuerdo, si aquella época comparándola con ésta, no estoy seguro cuál, en cuál de las dos había más miseria, más hambre, más necesidades, 80% de pobreza, me da vergüenza, señores del mundo. Decir esto, algunos no creen, por allá en la lejana Europa donde cae mucha nieve, cuando uno habla estas verdades y es difícil que crean esto; es muy difícil creer que en una suma de factores, todos positivos, el resultado sea negativo. ¡Tanta riqueza!, se preguntarán ustedes; la reserva de petróleo más grande del mundo, la quinta reserva más grande del mundo en gas, oro, un inmenso Mar Caribe rico y hermoso que nos une con tantos hermanos de ese mare nostrum, ríos inmensos, caudalosos, hay pueblos que han tenido que hacer ríos debajo del desierto, han tenido que construir ríos debajo de la arena para llevarle agua a sus pueblos, nosotros somos uno de los países con mayor reserva de agua dulce del mundo entero, millones de hectáreas de tierra fértil, inmenso territorio propicio para el turismo, un pueblo joven, alegre, dicharachero, caribeño y pare ahí de contar, con una suma, todo eso igual 80% de pobreza ¿quién puede explicar eso? ¿qué científico puede explicar esto? Decía Galileo Galilei que el alfabeto con el que Dios escribió al mundo fueron las matemáticas, tendremos que llamar a Galileo Galilei y a sus asesores a ver si ellos desentrañan el misterio matemático que hay en Venezuela. Decía el doctor Arturo Uslar Petri que aquí en Venezuela se evaporaron 15 planes Marshall con los cuales se hubiesen reconstruido 15 Europas, incluyendo todas las bombas que lanzaron y todas las invasio-

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nes y los muertos y las bombas atómicas. 15 Planes Marshall, Presidente Hugo Banzer (de Bolivia), aquí se evaporaron, 15 Planes Marshall ¿dónde están?; el que sepa, dígame; el que tenga alguna información de dónde está eso, dígamelo. Esa es nuestra realidad señores, y yo aunque hay un viejo dicho que por allí anda rodando, según el cual «por la verdad murió Cristo», se dice mucho en nuestros pueblos. Yo soy uno de los que cree que sí, por la verdad murió Cristo, y si por la verdad tiene que morir uno más, pues aquí estoy a la orden; pero no podemos seguir mintiéndonos a nosotros mismos, no podemos seguir engañando a nuestros hijos, a nuestros jóvenes, hablándoles de mundos que no existen. No. Una de mis principales tareas queridos amigos y así la asumo, es decir las verdades en las que creo, porque la verdad, la verdad verdadera, sabemos nosotros los católicos que la tiene Dios. Pero las verdades de las que uno está convencido, yo las voy a decir, de diversas maneras. (...) La verdad es esa, Venezuela está herida en el corazón; estamos al borde de un sepulcro; pero como los pueblos no pueden morir porque los pueblos son la expresión de Dios, porque los pueblos son la voz de Dios, resulta queridos compatriotas que felizmente, por encima y más allá de toda esta catástrofe inmensa, hoy en Venezuela estamos presenciando, estamos sintiendo, estamos viviendo una verdadera resurrección. Sí, en Venezuela se respiran vientos de resurrección, estamos saliendo de la tumba, y yo llamo a que unamos lo mejor de nuestras voluntades porque es el momento de salir de la tumba. Es el momento de repetirnos también aquello de que vacilar es perdernos. (...) Nosotros tenemos un proyecto, que no es nuevo, no, ni es original nuestro tampoco, no. Desde aquellos tiempos de Yare, de aquella escuela que fue Yare comenzábamos entonces a tratar de definir algunas líneas de un proyecto; pero no un plan de gobierno ¡por Dios! (...) Nosotros ante esta realidad tremenda que tenemos, le hemos planteado a los venezolanos un proyecto, le hemos dado varios nombres a lo largo de estos años, pero ya por 1995 lo llamábamos Agenda Alternativa Bolivariana, y lanzamos líneas para la discusión. Luego, en plena campaña electoral, insólita, lo lanzamos al mundo como el proyecto de transición; pero en el fondo, es el mismo viejo sueño bolivariano: un proyecto de desarrollo integral para Venezuela. Desde hoy comenzaremos a aplicar las medidas que a nosotros, como Poder Ejecutivo Nacional, nos corresponde, pero claro que no bastará eso. No será suficiente eso, será necesario —insisto— en que cada quien aquí asuma sus responsabilidades, y especialmente quienes tenemos responsabilidades de conducción de instituciones públicas, privadas, religiosas, económicas, sociales, educativas, etc. Afinemos el

rumbo, démosle a nuestros hijos y a nuestros nietos una patria que hoy no tenemos.

Resurrección y Revolución

Nunca olvido el verso de Pedro Mir, ese gran poeta dominicano: «Si alguien quiere saber cuál es su patria, no la busque, tendrá que pelear y luchar por ella». Yo llamo a los venezolanos a luchar todos para que tengamos Patria, para que tengamos una Venezuela verdadera, una democracia verdadera. (...) Esa resurrección a la que me refería, tiene una fuerte carga moral, social, es un pueblo que recuperó por su propia acción, por sus propios dolores, por sus propios amores, recuperó la conciencia de sí mismo y allí está clamando, en las afueras del Capitolio y por donde quiera que vayamos. Eso no tiene otro nombre que una REVOLUCIÓN. Terminando el siglo XX y comenzando el siglo XXI venezolano aquí se desató una verdadera revolución, señores y yo tengo la certeza de que nosotros le vamos a dar cauce pacífico, que nosotros le vamos a dar cauce democrático a esa revolución que anda desatada por todas partes. (...) Ese pueblo necesita cauce. No podemos defraudarlo de nuevo, no podemos desfigurar el proceso. Asumamos con coraje y con valentía la tarea de darle cauce a la revolución venezolana de este tiempo o la revolución nos pasa por encima, tenemos dos alternativas, son dos opciones que tenemos: o le damos cauce a esa fuerza o esa fuerza nos pasa por encima. Yo estoy seguro que ese pueblo que está allí resucitado va a buscar sus caminos, hoy recuperó credibilidad en una oferta, en una propuesta, en un camino, si la perdiera mañana esa fuerza, así como el agua, va a buscar salida. Por eso imploro la voluntad, la buena voluntad de todos para que entre todos le demos cauce a la revolución necesaria en lo social, en lo económico, en lo político, en lo ético. Tenemos que revolucionarnos, incluso nosotros mismos. Es hora de oír a Bolívar de nuevo y ahora es cuando los venezolanos van a oírme hablar de Bolívar, porque ese es el faro. (...) Por mi parte, tengan ustedes la certeza que yo, como estoy seguro muchos venezolanos, pero hablo por mí en este instante como Presidente de Venezuela, yo no vacilaré un instante en hacer lo que tenga que hacer; no hay marcha atrás. El consenso sí, lo quiero, pero no el consenso retrógrado, porque también decía Bolívar aquello:(...) “No es que haya dos Congresos, nosotros queremos la unión, no podemos estar dividiendo el Congreso, pero el Congreso debe oír a la sociedad patriótica”. Y entonces decía Bolívar: «Unirnos para apoltronarnos, unirnos para observar cómo pasan los acontecimientos, antes era una infamia, hoy es una traición».

Hoy señores, unirnos a los que quieren conservar esto tal cual está, buscar consenso con los que se oponen a los cambios necesarios, yo digo hoy como Bolívar: ¡es una traición! Y si alguien debe tener claro eso es este que está aquí hablándoles a ustedes, porque yo estoy aquí no por mí, yo estoy aquí por un compromiso; yo no soy causa, soy consecuencia. Así que yo, Dios me perdone, siempre lo digo, yo prefiero la muerte antes que la traición; así lo declaro ante el mundo y lo declaro ante Venezuela: no hay marcha atrás en la revolución política que tenemos que impulsar y que claman las calles del pueblo de toda esta tierra de Bolívar. Ahora, lo que sí es conveniente señalar es que el proceso lleva su ritmo, el proceso lleva su marcha. No podemos frenar el proceso. No, mucho menos desviarlo de cauce para que dé vuelta sobre sí mismo y se hunda de nuevo. No, no lo vamos a permitir, hasta donde yo pueda no lo voy a permitir, y yo estoy seguro que más de 12 millones, por lo menos, de venezolanos, no lo van a permitir. Así es que lo que yo le sugiero a todos, a todos ustedes y a las diversas toldas y tendencias políticas, es que sigamos el proceso, alimentémoslo, démosle un esfuerzo creador, pero siempre oyendo allá afuera. No cometamos el error, craso sería, de oírnos solamente a nosotros mismos. No, es el momento de oír la voz de la nación y de oír ese tintineo que anda por todas partes; de recogerlo en un lazo y de hacerlo realidades.

La decisión de la Corte Suprema de Justicia es para la Historia, ciudadana presidenta, sentando cátedra de lo que es el Poder Constituyente originario, de lo que es la soberanía, como lo decía Rousseau y como también Bolívar en ese pensamiento que ya cité al comienzo. «Convoquemos la soberanía popular para que ejerza su voluntad absoluta». Pero ¿acaso le podemos tener miedo a la soberanía popular? ¿No hablamos de democracia, pues? La soberanía no es nuestra, el Presidente de la República no es soberano, el Congreso de la República aunque lo llamen soberano no es soberano, la Corte Suprema y los tribunales no son soberanos, el único soberano aquí en la Tierra, en el pueblo, en la tierra venezolana es ese pueblo, no hay otro. Ese es un principio universal y elemental. Después de la decisión histórica de la Corte Suprema de Justicia, se apagaron las voces de los que clamaban todos los días que había que reformar la Constitución y ahora ha cambiado también la dinámica.

Constitución moribunda

Y dentro de esta propuesta política yo debo hacer un reconocimiento, ahora ya como Presidente de la República, a la Corte Suprema de Justicia, porque también tenemos que recordar esto, señores: después del 6 de diciembre, con aquel triunfo del pueblo comenzaron a cambiar de opinión algunos que decían que la Constituyente era un salto al vacío, que era una locura. Entones comenzaron a decir otras cosas —yo siempre les sigo la pista— ya no es un salto al vacío, ya no es una locura; pero ahora para poder ir a una Constituyente hay que reformar la Constitución. Lo señalamos en su momento como la «trampa constitucional», lo mismo que hizo Adolfo Hitler con la República de Weissmar para parar un proceso. El entrampamiento a través de una interpretación interesada, inflexible y rígida de una Constitución que, ciertamente, como lo dije cuando juré: estaba moribunda y va a morir para que nazca otra. Tiene que morir y junto a ella el modelo político nefasto al que dio nacimiento en estos últimos cuarenta años. Eso tiene que morir. Va a morir, señores. Acéptenlo todos y es necesario que muera, pero claro que, al mismo tiempo es necesario que nazca otro modelo.

(...) A mi me tenían amenazado algunos sectores políticos que me hacían llegar como para disuadirme, yo les confieso con toda la humildad que pueda tener, que como yo ya he pasado por tantas cosas, no soy disuadible, no le tengo miedo sino a Dios, porque ni a la muerte, lo repito, creo que la muerte no existe, es una mentira como era la mentira del «Silbón de la sabana» o de «la sayona» que salía por la esquina del Caña de Raya en el Río Boconó, eso no existe.Estaban preparando ya una acción contra el Presidente Chávez para destituirlo, Presidente Andrés Pastrana (de Colombia); lo conversé con usted, lo conversé con el Presidente César Gaviria que también vivieron en

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Colombia un proceso constituyente parecido, y la decisión de la Corte de Colombia fue tal cual a la de Venezuela ahora, sentando cátedra. Pero ya se estaban preparando jugadas para inhabilitar entonces al Presidente Chávez por haber violado la Constitución si convocaba a referéndum. Todo eso se quedó atrás gracias a Dios, gracias al proceso mismo, gracias a la Corte Suprema y gracias al pueblo; en menos de una semana dirigentes políticos y sociales recogieron más de millón y medio de firmas en las calles. ¿Quién puede oponerse a eso, si esa es la voluntad del pueblo, si es la voluntad del soberano?

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En la calle se ha venido formando como una matriz de opinión acerca de una especie de rivalidad a ver quién convoca primero al referéndum, y es lo que anda en las calles y como la gente dondequiera que voy me dice: «Chávez no te dejes quitar la bandera», «Chávez no te descuides porque en el Congreso pueden manipular el referéndum y hacerlo a su justa medida y necesidad para tratar de detener el proceso»; «Chávez creemos en ti». Pues yo como estoy comprometido con un pueblo, he decidido adelantar la firma del Decreto convocando al referéndum; no voy a esperar el 15 de febrero como había dicho. No, ese es un clamor que anda por las calles, es un clamor del pueblo. Así dentro de pocos minutos en el Palacio de Gobierno de Caracas, de Miraflores, juramentaré al próximo Gabinete e inmediatamente convocaré al primer Consejo de Ministros Extraordinario. Y hoy mismo, antes de salir de Palacio, al encuentro popular en Los Próceres firmaré el decreto presidencial llamando a referéndum al pueblo venezolano. De tal manera, es un compromiso sencillamente, es un mandato de un pueblo. Yo estoy aquí para ser instrumento de un colectivo.

Vuelvo a tomar la frase de Bolívar: no es que haya dos Congresos. No, no quiero ni obstaculizar ni interferir las deliberaciones y la libertad del poder Legislativo. No. Cumplan ustedes, legisladores, con su responsabilidad, tal cual. Háganlo. El país clama, pero eso sí, traten de oír siempre el clamor del pueblo, no se encierren aquí a oírse ustedes mismos y a dar grandes discursos. Discutan lo necesario.

Capitalismo salvaje

La Constituyente no es una panacea, nunca la planteamos así. Tiene un objetivo fundamental como es la transformación de las bases del estado y la creación de una nueva República, la refundación de la República, la relegitimación de la democracia. Ese es el objetivo fundamental de la Asamblea Constituyente. Es político, es macropolítico pero no es económico ni es social en lo inmediato y el gobierno que yo hoy comenzaré a dirigir y he comenzado ya, tiene que enfrentar una situación heredada, terrible, un déficit de casi 9 puntos del Producto Interno Bruto (PIB). Solamente para el gasto de caja, solamente para el pago para que no se apague la luz y la gente no se vaya, hacen falta para el primer trimestre del año, casi 800.000 millones, solamente para eso, solamente para el pago, para no irnos de aquí, pues. Además de eso, tenemos un desempleo (las cifras oficiales hablan del 11-12%, pero hay otras cifras por allí que apuntan al 20%) Un subempleo rondando el 50% de la fuerza económicamente activa, casi un millón de niños en estado de sobrevivencia, casi un millón de niños, niños como mi hija Rosa Inés, de un año y cuatro meses, en estado de sobrevivencia. Veintisiete, casi veintiocho por mil nacidos vivos es la mortalidad infantil de Venezuela, de las más altas de todo el Continente.La incidencia de la mortalidad infantil o la incidencia de la desnutrición en la mortalidad infantil está llegando al 15% de niños que mueren y la causa de su muerte: desnutrición. No podemos esperar Constituyente para eso. La vivienda, hay un millón y medio casi de déficit de viviendas en toda Venezuela. Más del 50% de los niños y esto es lo más salvaje, porque no tengo otra palabra, ustedes me perdonan, ¡salvaje!, así llama el Papa Juan Pablo II Su Santidad al neoliberalismo y yo lo llamo así también, permítame Su Majestad llamarlo así, es salvaje saber que en un país como el nuestro, más de la mitad de los niños en edad preescolar no están yendo al preescolar; es salvaje saber que sólo uno de cada 5 niños que entran a la escuela preescolar, sólo uno de cada cinco termina la escuela básica, eso es salvaje porque ese es el futuro del país. Un viejo proverbio chino dice: «si estás pensando en el corto plazo, anda a pescar; si estás pensando en el mediano plazo, siembra un árbol y si estás pensando en el

largo plazo, educa un niño». Nosotros no podemos permitir que ese salvajismo siga ocurriendo aquí en nuestras narices, ¡por Dios! 45% de los jóvenes adolescentes, no están en la escuela secundaria, andan sobreviviendo por allí y muchos de ellos, claro, a la delincuencia para sobrevivir, porque el hombre no es malo por naturaleza, nosotros somos hijos de Dios, no somos hijos del diablo. Esa situación yo la estoy recibiendo aquí, aquí la tengo en mis manos y es la acumulación de todas esas crisis a la que me he referido hace varios minutos atrás.

No soy el diablo

(...) Pero por otra parte, hemos ido por el mundo y hemos conseguido, así lo he dicho, comprensión y esperamos seguirla consiguiendo. Desde su Majestad el Rey Juan Carlos de Borbón hasta el Primer Ministro Canadiense, desde el Presidente del Gobierno Español Don José María Aznar hasta el Presidente de los Estados Unidos Bill Clinton, el Presidente o Director Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, el señor Camdessus, pasando por el Director del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, del Club de París, con todos ellos hemos estado hablando en estos últimos cuarenta días; nosotros no hemos descansado y ustedes lo saben, buscando, viajando, hablando, tratando de convencer, primero: que yo no soy el diablo, porque por la campaña salvaje que me hicieron mucha gente por allá en esas tierras frías llegaron a pensar que de verdad Hugo Chávez casi que el diablo era. Y segundo, explicando nuestra verdad. La deuda externa nosotros queremos pagarla, sencillamente no podemos pagarla según la manera como se ha diseñado y como yo estoy recibiendo, con un perfil de deuda que se lleva una tajada grandísima del Presupuesto Nacional, más del 30%, que es la acumulación de intereses y capital. (...) Nosotros somos gente seria, el gobierno que yo empiezo a dirigir hoy es un gobierno serio que respetará los acuerdos que se firmen y las inversiones internacionales que vengan aquí de cualquier parte del mundo. (...) No podemos seguir dependiendo únicamente de esa variable exógena que es el precio del barril de petróleo, que se vino abajo como todos sabemos, y todas las perspectivas indican que va a seguir allí entre 8 y 9 dólares, si acaso tocando algún día 10 dólares no un año, sino dos o tres años. Les hago un llamado a todos los venezolanos que tienen capitales en el exterior. ¡Piénsenlo! El país necesita capitales. ¡Vengan aquí! Claro, me refiero a los capitales bien habidos. Los otros difícilmente vendrán, a menos que de verdad hagan un mea culpa. Ojalá lo hagan, también los llamo: vengan, entreguen lo que se llevaron y asuman su responsabilidad. Yo creo que tengo algo de moral para pedirlo. Yo un día hice algo, entregué lo que me llevé: mi fusil, y aquí estoy. «Asumo

mi responsabilidad, hagan conmigo lo que quieran». Cada quien asuma su responsabilidad. Necesitamos un proceso económico urgente de acumulación de capital nacional. Estamos descapitalizados, señores. Honorables dignatarios del mundo, del continente, de Europa, del Asia, del Caribe, de dondequiera que hayan venido, este es un mensaje a los inversionistas como se los he dado en Santo Domingo, en La Habana, en Buenos Aires. No he ido aún por la Cordillera de los Andes, pero pronto iré; a Guyana, a Centroamérica, en Colombia, en todas partes, en Madrid, en París, Islas Canarias. Al Perú espero ir pronto, igual a Nicaragua, a la hermana. Venezuela puede ser un emporio gigantesco de riqueza, ya lo es, pero en potencia. Vamos todos a desarrollar. El proyecto nuestro no es un proyecto estatista. No, tampoco es extremo al neoliberalismo. No, estamos buscando un punto intermedio, tanto Estado como sea necesario y tanto mercado como sea posible. La mano invisible del mercado y la mano visible del Estado, leí. Por ahora, hemos seleccionado para el corto y mediano plazo, cuatro proyectos bandera en agricultura: un proyecto arrocero —Venezuela tiene un potencial gigantesco para el arroz. Un proyecto de palma africana, sería otro de los grandes proyectos donde hay muchos estudios al respecto, ha faltado voluntad, capital, tecnología, para hacerlo; nosotros queremos reunir todo eso e inyectarlo a los proyectos de desarrollo nacional. Un proyecto de caña de azúcar y un proyecto pesquero, al menos esos cuatro proyectos bandera, según los estudios de nuestros técnicos, indican que allí tenemos inmensas ventajas comparativas y que pueden ser competitivas para el desarrollo, para crear empleo. ¿Cómo puede ser que se estén muriendo de hambre los muchachitos de Apure a la orilla del inmenso Apure, del inmenso Arauca o los muchachitos de oriente al lado del Orinoco o los de Guayana? ¿Y los pueblos de la costa, con tanta riqueza pesquera, tanta riqueza marítima, Igual la gente de los campos? Tenemos que volver a los campos, pero de verdad. Yo, que campesino también soy, y así fui y así me crié y me formé, estaré al frente de esos proyectos, hasta donde el tiempo y la fuerza me lo permitan, pero ustedes, más que decirlo, Dios mediante, ustedes lo van a ver. Yo seré un soldado, el primero de la batalla, trataré de estar en todas partes, hablando con el campesino, con el obrero, con el Gobernador, con el Alcalde, con el empresario, con el político, con el soldado, con el Comandante, con el General, con todos, para darnos la mano y que esos proyectos, cuando tenga que entregar el gobierno dentro de cinco o diez años, no sé cuántos, o uno o dos, puede ser uno, puede ser dos, yo no sé, nadie sabe cuántos, uno o diez, yo no quiero

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venir aquí a leer o a decirles: «hice hasta dónde pude pero el país está hundido». No, yo incluso prefiero, de verdad se los digo, entregar el gobierno que es lo que menos importa, créanmelo, a los dos años, al primer año, si ese año, si esos seis meses o si esos dos años sirvieron para dejar atrás el pasado y hundirlo y que de verdad prenda un nuevo motor nacional. París bien vale una misa; de verdad que lo menos que me importa es mi destino personal, absolutamente me importa.

Emergencia social

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(...) Ahora, dentro de esa concepción social yo ante Venezuela y el mundo y siendo intérprete como quiero ser siempre del sentir del pueblo venezolano que está en su inmensa mayoría viviendo por debajo de un umbral humanitario, interpretando esa realidad, yo como haría un capitán de un barco o de un avión que vaya en emergencia, yo declaro al mundo que Venezuela está en emergencia social. Nosotros tenemos que enfrentar la emergencia social, pero para restringir o eliminar garantías, no, ¿quién va a eliminar garantías en Venezuela si ya todas están eliminadas? ¿cómo vamos a suspender lo que ya está suspendido? ¿qué garantías más le vamos a quitar a nuestros pueblos? No, y fíjense que, en mi criterio, esa es una de las desviaciones de la Constitución moribunda del Pacto de Punto Fijo; esa Constitución prevé la emergencia con toda formalidad, yo no me agarro de esa formalidad, yo me agarro de una realidad en este caso. Pero la Constitución dice que se podrá decretar la emergencia nacional y en base a ella, suspender garantías, es una visión nefasta de la emergencia, es una visión unilateral represiva prevista en las leyes. Así como a los pueblos de la frontera le suspendieron las garantías constitucionales dada la situación difícil en la frontera con la República de Colombia... y aprovecho para hacer un reconocimiento pero muy especial, de corazón, a su Presidente, el doctor Andrés Pastrana, (...) somos amigos de Colombia, porque Colombia es tierra bolivariana. (...) En Colombia tenemos que hacer todo lo posible para que haya paz; yo le he dicho, se lo dije al Presidente Pastrana, lo dije públicamente, lo conversamos en La Habana con el Presidente Fidel Castro. Yo estoy dispuesto Andrés, permíteme llamarte así como en privado lo hacemos, a ir donde haya que ir y a hablar con quien haya que hablar para tratar de aportar un granito de arena; un granito de arena que bien puede ahorrar una gotita de sangre, en ese pueblo tan querido como es el pueblo de Colombia. Ratifico mi amistad y nuestra solidaridad con el pueblo hermano de Cuba. El Papa bien lo dijo, Cuba es parte de este mundo, Cuba es un pueblo hermano, es un pueblo bolivariano. Así que igual que a todos, vaya

mi abrazo y mi afecto al pueblo cubano, al pueblo de Martí, y a todos los pueblos y naciones. Pero volviendo a la emergencia social que proclamo como Presidente de Venezuela, esa emergencia social hermanos no es para suspender más garantías. No. Es para tomar acciones de emergencia para restituir las garantías. No toda emergencia puede ser vista para suspender garantías constitucionales. En ese orden de ideas, para dar una señal de arranque inmediato en lo social no podemos esperar ni una hora, no hay sábado ni domingo para los que estamos en emergencia y tenemos tan gran responsabilidad, tan gigantesca responsabilidad, con tantos millones de seres humanos que en este mismo instante cuando estamos nosotros aquí, no tienen qué comer o no tienen escuela para ir o no tienen un parque para jugar o no tienen un techo para dormir en paz. Decía José Martí, el grande, cuando hablaba de los seres honrados: «para ser honrado no basta sentir o decir que no se le hace daño a nadie». No, eso no basta, para ser honrado de verdad un hombre, una mujer, un ser humano, si sabe que alguien está sufriendo cerca de él, tiene que hacer todo lo que él pueda para evitarle ese sufrimiento a ese ser humano. Es la única forma de ser honrado. Es más ¡de ser cristiano pues! porque la primera Ley de Dios dice así: «ama a tu prójimo como a ti mismo». Yo a veces me he atrevido a decir un juicio que yo recomendaría a esa primera Ley de Dios, que Dios me perdone: en este momento en emergencia nosotros los católicos y cristianos deberíamos decir más bien: ama a tu prójimo más que a ti mismo.

Unión cívico militar

Así que para dar señales al respecto, que de que está comenzando hoy una verdadera guerra contra esos males sociales, una verdadera batalla, yo he dado instrucciones al nuevo ministro de Defensa a partir de hoy, el general Raúl Salazar; a los nuevos comandantes de fuerza, a mis hermanos de las Fuerzas Armadas, a quienes saludo con especial también deferencia y a quienes, incluso, pedí perdón por allá en nuestros espacios militares, y lo hago ahora delante de la nación: perdón por los dolores causados, perdón por tantos años juntos. Gracias a Dios y al pueblo de Venezuela que estamos juntos de nuevo, hemos regresado de nuevo con la frente en alto; pero ahora yo regreso como comandante en jefe, y yo aprendí de algunos de los que están aquí a ser comandante, y creo que lo fui medianamente, y un verdadero comandante tiene que estar allí en el sentir de su gente; un verdadero comandante tiene que estar pendiente de cumplir con una misión y del bienestar de su gente, de sus comandados. Yo aspiro ser ahora mucho mejor

comandante que antes. Espero que estos 7 años que han transcurrido desde que dejé el comando de mi batallón de paracaidistas, me hayan enseñado, me hayan dado más recursos, me hayan dado más vigor para ser mejor comandante que antes. Pero ahora vengo como comandante en jefe no a comandar paracaidistas, me honró comandarlos. Ahora vengo como comandante en jefe a impulsar un proceso de incorporación de los hombres y mujeres de uniforme de Venezuela a este proceso de emergencia y de recuperación social. Por lo tanto, he dado instrucciones para que pasado mañana 4 de febrero haremos el desfile de la unidad, el desfile del futuro.No es como algunos han dicho por allí, para hacer banderas a la rebelión armada. No, eso no es, eso quedó atrás, es para volver juntos, es un desfile hacia el futuro y ese mismo día, yo voy a activar de nuevo los Batallones de Paracaidistas que deben seguir llevando los nombres que siempre llevaron de Antonio Nicolás Briceño y José Leonardo Chirinos, pero además de eso, vamos a ordenar la activación de una Brigada Especial y esa Brigada Especial se va a activar en este mismo mes de febrero, una Brigada Especial para el desarrollo, porque el desarrollo es parte de la defensa. Nuestros hermanos de Armas no pueden estar encerrados en cuarteles y en bases navales y en bases aéreas con la gran capacidad, con el gran activo humano, con la gran cantidad de recursos que están allí como desactivados, como si fuera otro mundo eso, separados de una realidad pasmosa, una realidad cruenta que clama por inyección de recurso, de moral, de disciplina. (...) Igual formaremos batallones agrícolas y batallones de sanidad para atender no un día y volver a los seis meses. No, para abrir operaciones de guerra contra la miseria, contra la desnutrición, contra la desmoralización de un pueblo, ahora los militares solos no llegarían muy lejos, yo invoco el espíritu nacional, invoco el alma nacional, invoco la buena voluntad de todos, la Iglesia Católica, ¡vamos! los curas, los obispos por los caminos, ¡vámonos! los caminos del pueblo que son los caminos de Dios, la Iglesia Evangélica, los empresarios, la juventud, los estudiantes de medicina, ¡vamos!

Unidad continental

(...) El tratamiento prioritario y urgente de nuestra política exterior estará orientada en primera instancia hacia la fachada caribeña, hacia la fachada andina y hacia la fachada amazónica, es el viejo sueño de Bolívar y de Martí y de Sandino y de O’Higgins y de Artigas, es la unión, es la unión de todos, la unión en lo interno de cada país, la consolidación de todos nosotros uno a uno, pero al mismo tiempo la consolidación de un gran

bloque de fuerza en esta parte del mundo, gracias a Dios y a la historia ya el mundo del siglo XXI no será bipolar ni unipolar será multipolar y así como la Europa unida da ejemplo al mundo, demos ejemplo nosotros también al mundo, marchemos hacia un proceso unitario y es mi llamado y es mi pregón (...) .

Las negociaciones entre la Comunidad Andina y el Mercosur deben continuar, nosotros abogamos porque continúen, porque se aceleren, pero hay que pisar el acelerador y dentro de ese mecanismo de unidad nuestro gobierno se ha planteado también la posibilidad de hacer algún acuerdo de libre comercio con el MERCOSUR, como lo hizo Chile, como lo hizo Bolivia. Pero con el sólo interés de acelerar los procesos de unión del subcontinente, igual con Centroamérica, igual con el Caribe. Yo seré un pregonero y un acelerador, hasta donde pueda, de los procesos de integración.(...) Es momento de retomar (...) el sueño de unión entre nosotros, de plantearnos una moneda para la América Latina y el Caribe para la próxima década y busquemos y luchemos por ella; de plantearnos una confederación de naciones de esta parte del mundo, de plantearnos una unidad que vaya mucho más allá del intercambio comercial, porque algunos pareciera que tienden o tendemos a quedarnos a veces en el ese visor nada más del intercambio comercial; no, la unidad es mucho más allá, mucho más completa, mucho más profunda. Es la unidad de lo que estuvo unido una vez. (...) Estamos nosotros aquí en esta Venezuela caribeña, amazónica, andina, universal, estamos retomando el sueño bolivariano; retomando el auténtico bolivarianismo, y así lo decía Bolívar: «para formar un gobierno estable, es necesario que fundamos el espíritu nacional en un todo, el alma nacional en un todo, el espíritu y el cuerpo de las leyes en un todo». Unidad, unidad, esa tiene que ser nuestra divisa.

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«Mi vida entera se las regalo» (...) Ahora, queridos amigos, debo decirles que hoy comienza para todos nosotros una tarea inmensa; una tarea gigantesca, se trata de que con estas manos, con estas mentes, con estos corazones, unidos todos, nosotros estamos llamados a salvar a Venezuela de este inmenso e inmundo pantano en que la hundieron 40 años de demagogia, de corrupción. Cuarenta años es demasiado para un pueblo, cuarenta años es demasiado para el pueblo venezolano. Ya basta, ahora yo como líder de la nación que quiero ser verdaderamente, como conductor de este pueblo le hago un llamado a todos ustedes, (...) la tarea es de todos, que nadie se quede ahora rezagado, es el momento de sumar fuerzas de todo tipo para levantar a Venezuela, para reconstruir la Patria y para impulsarla con vigor hacia el próximo siglo que ya tenemos en el horizonte. Y nosotros tenemos cómo hacerlo, tenemos por supuesto cómo hacerlo, porque resulta que el pueblo venezolano no es un pueblo de cobardes, no, siempre lo he dicho: el pueblo venezolano no es un pueblo de apáticos, el pueblo venezolano no es un pueblo de corruptos, no. Nosotros estamos hechos con un barro especial. (...) Nosotros somos un pueblo de libertadores y ahora tenemos que demostrarlo de nuevo ante la historia y ante el mundo entero. (...) Como decía Simón Bolívar en Angostura: «Moral y Luces son nuestras primeras necesidades». Hoy la palabra de Bolívar vuelve a recorrer los campos y las ciudades de Venezuela. Necesitamos Moral, necesitamos Luces, necesitamos unión para poder impulsar el motor de la Venezuela que queremos y para dejársela a nuestros hijos, a nuestros descendientes, (...) hasta que veamos rotas las cadenas que oprimen a nuestro pueblo: las cadenas del hambre, las cadenas de la miseria. Estamos llamados a hacerlo. Mi vida, comprometida está con este esfuerzo. Mi vida, en lo adelante, dedicada estará, como Presidente de Venezuela, como uno más de la batalla, como primer soldado de esta batalla, dedicada de lleno, todos los días y todas las noches, en la tarea hermosa que ustedes me han

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asignado. Porque, queridos amigos, yo estoy aquí, con esta banda tricolor en el pecho, y con esta majestad presidencial, no por mí mismo, no, yo soy producto de unas circunstancias; yo apenas soy, diría Bolívar, “una débil paja arrastrada por el huracán revolucionario”. Así lo decía Bolívar en Angostura. Yo estoy empujado por un huracán, hermoso huracán, huracán que construirá una Venezuela nueva, y ese huracán no es otro que el pueblo de Venezuela. Así que yo desde hoy me convierto en instrumento de ustedes; yo apenas soy y cumpliré el mandato que ustedes me han dado. Le pido a Dios que me siga dando cada día más coraje. Que me siga dando cada día mayores luces, mayor voluntad, que no me tiemble la mano, que no se me doble el alma para hacer lo que aquí tenemos que hacer. Yo cumpliré mi papel. Prepárense ustedes para gobernar, porque la idea de la democracia, precisamente es esa idea según la cual es el pueblo el que gobierna. Lo diría Abraham Lincoln hace muchos años: «La democracia, gobierno del pueblo, gobierno por el pueblo y gobierno para el pueblo». Yo gobernaré Venezuela siguiendo el mandato del pueblo que es el auténtico y único dueño de la soberanía nacional. (...) Queridos presidentes y dignatarios que aquí están con nosotros en esta noche inolvidable: a nombre del pueblo venezolano, que ha resucitado de esta pesadilla (...) yo les ruego que le lleven a sus pueblos un abrazo inmenso (...) y díganles que aquí hay un pueblo que volvió a levantar su bandera. El mundo entero se pondrá de pie para reconocer, para ver, para admirar de lo que es capaz el pueblo venezolano. Nosotros lo demostraremos. Estoy seguro que lo demostraremos, por nuestra dignidad, por nuestra historia, por nuestros hijos, por nuestra moral, por nuestra esperanza. Yo a ustedes les pertenezco, pueblo hermoso de Venezuela, porque amor con amor se paga, y yo no tengo más nada que darles: amor, entrega, trabajo. Mi vida entera se las regalo. (Discurso ante la manifestación popular de la noche del 2 de febrero, en el Boulevard Los Próceres, de Caracas)

Su legado

Golpe fascista, insurrección popular

E

l año 2002 fue el más difícil de los gobiernos del Presidente Hugo Chávez. Los gobiernos de Estados Unidos, con George W. Bush; de Gran Bretaña, con Tony Blair, y de España, con José María Aznar, y la poderosa oligarquía venezolana, con su hegemonía en los medios de comunicación, estaban resueltos a “salir” de Chávez de cualquier manera, después de muchos meses de intentar que el Presidente cambiara “por las buenas” su proyecto popular y asumiera el rumbo neoliberal. Abandonaron las máscaras y se lanzaron a la aventura del golpe de estado militar, de carácter fascistoide, encabezado por la Federación de Cámaras Empresariales (Fedecámaras). Lograron que gran parte de los altos mandos de la Fuerza Armada se subordinaran a sus planes y planificaron cuidadosamente el motín para lanzarlo en la semana que empezaba el 8 de abril: huelga empresarial, manifestaciones callejeras, alzamiento militar, asesinato de Chávez. El periodista Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, relató que a medida que Chávez iba avanzando en las reformas para devolver al pueblo venezolano sus derechos sociales y acabar con la corrupción, «muchos de los que habían sostenido a Chávez dejaban de apoyarlo. Lo trataban de “caudillo” o de “autócrata” cuando nunca había reinado tal libertad. No había ningún preso de opinión en el país. Pero la minúscula clase rica y la clase media alta, esencialmente blancas, como muchos intelectuales y periodistas, veían con pavor la perspectiva de ver subir en la escala social a la gente de color, cobriza o negra, que aquí, como en toda América Latina, ocupa los lugares inferiores de la sociedad. Habría que compartir privilegios, y eso parecía inaceptable. “Hay un increíble racismo en esta sociedad”, me decía Chávez. “A mí me llaman El Mono o El Negro, no soportan que alguien como yo haya sido elegido presidente”. Así se llegó a la situación del 11 de abril. Una situación de confrontación de clase contra clase. Por un lado, el presidente Chávez, apoyado por una parte mayoritaria del pueblo común; por el otro, una alianza neoconservadora: la burguesía que ocupaba las calles del barrio rico con cacerolas, apoyada por la patronal; los medios de comunicación (prensa, radio y televisión) ferozmente hostiles, mintiendo descomunalmente, inventando rumores y calumnias, falseando las evidencias; y la aristocracia obrera (trabajadores del petróleo) movilizados por la CTV, el sindicato considerado como más corrupto de América Latina.

Esta alianza reaccionaria declaró una guerra sin cuartel al presidente Chávez, con el apoyo de algunos medios internacionales (por ejemplo, el canal CNN en español) y con el sostén mal disimulado de los Estados Unidos. Washington, en su voluntad de dominar el mundo después del 11 de septiembre, no podía soportar, y así lo dijo Colin Powell hace unas semanas, la independencia diplomática recobrada de Venezuela, su papel en la OPEP, su falta de apoyo al Plan Colombia, sus buenas relaciones con Cuba, su actitud militante contra la globalización neoliberal. Hace unos meses, la Administración de Bush nombró subsecretario de Estado para los Asuntos Americanos -es decir, procónsul de Estados Unidos en América Latina- a Otto Reich, antiguo colaborador de Reagan, conspirador en el asunto Irán-Contra, experto en organización de sabotajes y de atentados, especialista en las artes de la contrarrevolución. Otto Reich ha sido el arquitecto oculto de la conjuración contra Chávez. Estas malas intenciones de Estados Unidos, la víspera del golpe, Hugo Chávez las percibía con insólita lucidez: “Lo de la huelga general del 9 de abril es sólo una etapa de la gran ofensiva norteamericana contra mí y contra la revolución bolivariana. Y seguirán inventando cualquier cantidad de cosas. No te extrañe que mañana inventen que yo tengo a Bin Laden en Venezuela. No te extrañe que hasta saquen algún documento demostrando con datos y pruebas que Bin Laden y un grupo de terroristas de Al-Qaeda están en las montañas de Venezuela. Preparan un golpe, y si fracasan, prepararán un atentado”».

El Comandante Chávez retorna al Palacio de Miraflores, la madrugada del 14 de abril de 2002.

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Rodeado de los militares que le salvaron la vida, el Comandante Chávez ingresa al Palacio de Miraflores, la madrugada del 14 de abril de 2002.

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La mañana del 11 de abril estaba convocada una manifestación. Meses después se supo que los golpistas injertaron en la marcha de varias decenas de miles de personas, a grupos armados disfrazados de chavistas y ubicaron a francotiradores en las azoteas de los edificios por donde pasaría la multitud. En el momento indicado, abrieron fuego, asesinando a decenas de manifestantes. Los medios a su servicio se encargaron de culpar al gobierno de Hugo Chávez, enardecieron los ánimos y dirigieron la marcha hacia el Palacio de Miraflores. Pero días después, un documental televisivo puso en evidencia la realidad: los que dispararon fueron los sicarios de la oposición y el 80% de los muertos, eran chavistas. La tarde del 11 de abril, Chávez habló al país en cadena nacional de radio y televisión. En su alocución desde el Palacio de Miraflores, que inició a las 3:45 de la tarde, denunció los planes desestabilizadores de la oposición y le hizo insistentes llamados para que desistiera de su asonada. En particular, Chávez denunció a los medios corporativos de comunicación: El objetivo de esta gente no es parar al país, no se engañen. Algunas personas que uno ve en las imágenes -y yo me preocupo que ahí vengan- dicen: «vamos a Miraflores porque Chávez está listo», engañando a mucha gente. Y ponen a correr un rumor de que Chávez ya está preso del Alto Mando. De que Chávez ya está renunciando. Que lo que falta es un empujoncito. Mentira, la situación es otra. (...) Lo digo una vez más, se está incitando a la provocación, y el apoyo de las televisoras privadas ha sido fundamental para generar este problema porque, repito, no hay ninguna razón de fondo. La desesperación no conduce a ninguna parte y es absolutamente irresponsable que se esté incitando a la violencia, que se esté aupando a irresponsabilidades como ésta y un paro indefinido que es la excusa para im-

pulsar como están impulsando... [Interferencia de varios minutos por sabotaje de la señal]. Primero que van a concentrarse en no sé dónde y a llegar no sé hasta dónde y la gente lo cree, y después entonces cuando tienen a la gente ya concentrada o concentrándose ¿no?, la marcha es a Miraflores y resulta que aquí es el Palacio de Gobierno. (...) Ellos aspiran llegar aquí porque según los irresponsables que han hecho esta convocatoria, piensan que van a sacar a Chávez Ante las especulaciones me llamó el general Rincón, que está trabajando en Fuerte Tiuna y me dice: “mire Presidente: por ahí han transmitido por un canal y el otro le dijo que a usted lo tenemos preso aquí”. Todo eso lo lanzan para tratar de insuflar más ánimos insurreccionales y más carga a ese conjunto de personas que traen para acá. (...) En este momento están fuera los canales 2, 4 y 10. ¿Por qué razón están fuera de señal? Hay otros canales con los que estaremos pendientes. Este es un paréntesis que me veo obligado a hacer de este mensaje a la nación, es bueno que el país lo sepa con claridad. La señal radioeléctrica le pertenece al Estado; el dueño es el Estado venezolano, que puede o no dar concesiones. Están fuera del aire, el canal 2 Radio Caracas Televisión; el Canal 4 Venevisión y el Canal 10 Televen. ¿Hasta cuándo? No sé. Hay un procedimiento que ya el Ministro de Infraestructura, Eliécer Hurtado Soucre, ha abierto desde antier, desde que estos canales comenzaron y miren cómo hemos aguantado. Ustedes son testigos de lo que hemos aguantado. Ayer llegaron aquí yo no sé cuántas llamadas telefónicas, anoche me quedé revisándolas con uno de mis ayudantes, me dijo mire Presidente todas estas llamadas, no sé cuántas, quinientas, seiscientas, no sé. Y ¿saben lo que decía la mayoría de la gente? El pueblo pedía esto: Chávez ciérralos. Chávez hazlo. Me dice una señora: “Chávez tengo ochenta años, mi amor, que Dios te bendiga. ¡hazlo, papa!” Y yo aguanté demasiado. Yo aguanté hasta el límite. Pero no se puede tolerar la insensatez, la insensibilidad de unos señores que son dueños de unos medios, a sabiendas de que esa señal no es de ellos. Y a sabiendas de que tienen una obligación con una Constitución y unas leyes. Miren, anoche incluso, un último esfuerzo se hizo. Al Vicepresidente le pedí reunirse con ellos y el Ministro de la Defensa. Y se reunieron, en la sede de uno de los canales privados, incluso fueron allá y conversaron varias horas y les explicaron. Luego vinieron aquí. ¿Cómo estuvo la reunión? “Bueno, primero un poco dura”, me dijo Diosdado y luego José Vicente: “les planteamos la situación, pedimos cooperación con el país, que entiendan qué están generando, si es que no se han dado cuenta, pensando hasta el extremo de la buena fe, transmitiendo hechos violentos. Ahora yo lanzo la pregunta: ¿Es que los dueños de estos canales privados de televisión que están en esta

actitud, están sumados o tienen un plan de conspiración? Bueno, eso será para investigarlo, pero se han colocado entonces al margen de la Ley por estar instigando. Un canal de televisión no puede utilizar la concesión que le da el estado para atentar contra el propio estado; para instigar la violencia o para, a sabiendas de que hay un plan insurreccional, apoyarlo. Y se les ha dicho y se les han presentado pruebas y todo esto. Entonces pues, como lo manda la Ley el Presidente de la República directamente o a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones puede ordenar a los operadores, la transmisión gratuita de mensajes o alocuciones oficiales de la presidencia de la República, Vicepresidencia de la República o de los ministros. Ustedes saben que lo hicimos en varias ocasiones cuando consideramos necesario, conveniente como en estos días que hemos estado viviendo, donde la información se va sesgada por un solo lado y uno llega incluso a sospechar que es que, si no todos, algunos pudieran estar equivocados. Por eso es que llamamos a que reflexionen pero sí algunos pudieran estar, bueno, enganchados con un plan para que Hugo Chávez salga del gobierno de Venezuela de manera extra constitucional. O para generar un caos en el país o para provocar hechos de violencia en el país, para incitar al odio en el país; para tergiversar la realidad no solo en el país sino además envían todas esas señales al mundo, por supuesto. Para que el mundo crea que Venezuela es ingobernable, que aquí hay una dictadura, para que el mundo crea con una estrategia digna de aquel tristemente célebre jefe de propaganda de Adolfo Hitler, el señor Goebbels, para que el mundo crea en esas mentiras. No se trata del paro, se trata de un plan irracional, loco, un plan loco. Hay que recordar y hay que decir quiénes están detrás de este plan. (...) Ahora ¿qué ocurre? Este plan insurreccional ha llegado al extremo, a la locura, a la irresponsabilidad, como ya lo señalé, de traer una gente, algunos venezolanos hasta engañados, instigados diciéndoles que Chávez está preso ya, que hay que ir a Miraflores, que ahí en Miraflores no hay ningún problema, que ya vamos a echar un empujoncito y Chávez está caído. Venezolanos que pudieran estar confundidos de tanto recibir inyecciones mediáticas y de tantas mentiras. Pudieran estar allí sin pensar mucho, sin pensar en las consecuencias que esto pudiera traer, sin pensar en sus hijos, sin pensar en su familia, sin pensar en su empresa, bien sea pequeña, mediana o grande, los empresarios, sin pensar en el país, sin pensar en la gente, pudieran estar confundidos y, bueno, instigados, engañados en una marcha supuesta hasta Miraflores para sacar a Chávez. Eso solo se le ocurre, convocar una marcha de ese tipo, utilizando todo el poder de estos medios de comunicación.

Los traidores

Poco después de concluido el mensaje presidencial, un sector del altom mando de la Fuerza Armada se insubordinó. Luego, con la ayuda de algunos jefes militares, la clase empresarial ingresó al Palacio de Miraflores, acompañada del obispo Baltazar Porras. Entre ellos mismos, los oligargas y militares fascistas, se juramentaron. Pedro Carmona, jefe de FEDECÁMARAS, se hizo presidente y su primer decreto fue derogar la Constitución que había sido aprobada expresamente mediante referendo, por casi el 70% del pueblo venezolano. De paso, eliminaron el apelativo de Boliviariana del nombre de la República y disolvieron todos los poderes del estado legítimamente constituidos. No se sabía dónde estaba el Presidente Chávez. Uno de los generales golpistas dijo que había renunciado. La madrugada del viernes 12 de abril, Chávez fue trasladado desde las instalaciones militares de Fuerte Tiuna en Caracas, aparentemente a otra sede militar en la central ciudad de Maracay. El propio Chávez contó al periodista José Vicente Rangel, quien en aquellos años era su ministro de Defensa, cómo transcurrieron esos momentos: «Esos días, esos minutos que tuvimos aquí, y aquella discusión de nosotros dos, y aquella mirada tuya, como infiriéndome, ¿qué vas a hacer ahora muchacho?, un poco así, con tu experiencia y tus años, y tu trayectoria, y aquella angustia. Hay un momento en el cual yo subí a vestirme de campaña y bajé con mi fusil, en ese intervalo, mientras me vestía, traté de hablar con Fidel. No pude. Las comunicaciones con Cuba estaban muy difíciles, siempre son difíciles, pero ese día estaban casi imposibles. Llamé a Cardozo, el presidente de Brasil entonces, y luego, la decisión de irme a Fuerte Tiuna. – Que fue la decisión más difícil... – Sí, pero en verdad esto nunca lo he dicho, a pesar de que ahí abajo seguimos durante varias horas discutiendo, recuerdo que llegó Víctor Hugo Morales: “¡deme un fusil, comandante. Llegó la hora de morir aquí!”. La decisión de irme a Fuerte Tiuna la tomé allá vistiéndome. Recuerdo que cuando me vi en el espejo me puse mi boina y recordé a Fidel que me contó que, en una ocasión, comenzando el gobierno, hubo un motín en un cuartel en La Habana y él se fue casi solo a hablar con los amotinados. Hubo unas ráfagas y todo. Al final, él con su presencia controló la situación y recuerdo que él en una madrugada en La Habana me dijo: “Chávez, esos son los momentos en los cuales uno, caminando en el filo de la vida y la muerte, debe comprobar si es un líder o no es un líder”. Recordé aquellas expresiones, vi mi uniforme, recordé el cuartel de la montaña y dije: Tengo que ir allá al gran cuartel, al Fuerte Tiuna, donde comenzó todo, como te respondí en una entrevista, la primera, aquel día que salí de prisión, en Televen, cuando me rompieron

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el liqui-liqui y todo aquello. Debía ir a comprobar allá si aquellos años de 1971 hasta 1992 pasaron en vano. Tenía la sensación de que los jóvenes militares sobre todo iban a estar con nosotros y no iban a seguir esa locura. – Pero a nivel de los altos mandos hubo un deslave; ahí sí hubo un deslave. – Hubo un deslave y se salvaron unos arbolitos del deslave. Unos arbolotes muy fuertes, como Raúl Isaías Baduel, Jorge García Carneiro y muchos otros más, digamos; pero, claro, ellos no eran del alto mando. En el alto mando hubo un deslave y otros que no pudieron hacer nada. – Para la toma de esa decisión, tú estabas consciente de que llevabas la contradicción al seno de los alzados. – Sí. Tenía conciencia de lo que hacía, un poco. Recuerdo de nuevo a Chateaubriand, porque ese libro a mí me ha impactado mucho, ese buen regalo que tú me hiciste, “hombres fronterizos”. Ahora hay hombres que son fronterizos y no se dan cuenta, lo importante de un actor fronterizo que está en una época que está siendo liquidada por la molienda de la historia y una época que está siendo parida por la madre de la historia es que debe darse cuenta. He tratado siempre de estar consciente de esa frontera, de esa molienda y de ese parto; y ese día dije: esta es la muerte y es el parto que luchan, como en esas películas a veces de ciencia ficción, pero es una lucha histórica. Uno se imagina dos colosos: la muerte y la vida, el pasado y el futuro, Doña Bárbara y Santos Luzardo, por tomar la expresión aquí mismo de Gallegos, cuando señaló: “ellos son Santos Luzardo, ellos son Doña Bárbara”, a los golpistas que estaban en el Palacio Blanco. Como sabes, soy Santos Luzardo. Entonces, propuse, irme allá. Y se lo comenté a Chourio, que como tú sabes estaba ahí, al lado siempre con su fusil, y a los tenientes, algunos lloraban, muchachos más jóvenes. – Yo los vi. – Sí, y yo también con ellos. A Adán (Chávez, su hermano mayor) le dije: “Voy donde comenzó esto. Si muero allí, bueno, pero quiero verle la cara a los traidores y quiero verle la cara a los muchachos”, porque durante muchos años en el Ejército chocamos esas dos corrientes, la corriente autoritaria, fascista, los que a mí me paraban de cabeza durante una hora, dos horas, en el baño, para que uno se le marcaran aquí los cuadritos del piso, y me decían: “Usted es una vaca. Dígalo”. Y yo: “No soy vaca, soy Chávez Frías”. “Usted es una vaca. Si no dice que es una vaca, usted no se para de ahí hasta que no diga que es una vaca”. Pues, no me paraba hasta que una vez boté sangre. Era la dignidad. Ya yo de teniente, y ellos también tenientes o capitanes algunos en la Academia Militar, eran los partidarios de parar a los cadetes en el frío de la media noche, de plantón, hasta el amanecer. Yo no. Mis sanciones eran: muchachos, los que faltaron vamos a un aula, vamos a investigar sobre Bolívar, o vamos al patio frente a la estatua de Bolívar a hablarles

una hora, dos horas de Bolívar; o mandarlos a hacer un trabajo de investigación. Eran los corruptos que se robaban el dinero de la comida de los cadetes, de la tropa; varios de nosotros lo descubrimos, en la Academia Militar; por ejemplo, en una ocasión, un grupo de ellos tenían un negocio, muchos de los que tú viste allí. A la hora de comprar la comida recortaban la carne, el queso, y se robaban la diferencia. En fin, la inmoralidad hecha uniforme militar. Y nosotros, los bolivarianos; entonces ese día, fui a comprobar, y te digo que desde el primer momento vi los ojos de los traidores, vi los ojos de los cobardes, vi los ojos de los locos que querían matarme ahí mismo; pero vi los ojos allá de un soldado y de un teniente, y del capitán que me llevó a una habitación, y lo primero que hizo fue decirme y darme una piedra, una piedra que es una joya pues, y me dijo: “Frótela, frótela, que eso le da fuerza. No se preocupe”. Entonces, llevé la contradicción. Pero esa decisión, José Vicente, la tomé solo en mi habitación, vistiéndome de uniforme». No se sabe cómo, pero antes de entregarse en el Fuerte Tiuna, el Presidente de Cuba, Fidel Castro, llamó por teléfono con Chávez. En otra entrevista con Rangel, Chávez dice: «El valor, sí, es como una siembra, pero creo que es producto de la conciencia. Aquella noche de la esquina caliente, recuerdo, al final ustedes no querían dejarme solo, pensaban en un pistoletazo, una cosa de esas. No, no tengo esa vocación. Fidel me llamó: “Chávez haz lo que tú quieras, pero tú no mueres hoy, tú no eres Allende”. Recuerdo, no sé por qué, cuando ustedes me dejaron por fin solo unos minutos aquí y caminaba como un tigre enjaulado, pero ya uniformado, les dije: “ya me voy para allá”. “Estás loco”, me decían algunos. “Sé lo que hago, voy para allá, me voy a entregar”. – Tú me dijiste: “yo quiero volver a verle los ojos a los traidores”. – Y más allá de verle los ojos a los traidores, quiero verle los ojos a los capitanes, a los tenientes, a los oficiales jóvenes, que sí saben quién soy yo, y a los soldados. Y ellos le dieron la razón a mi vida, la razón a la vida. Fueron acontecimientos bien difíciles. En un encuentro con intelectuales de todo el mundo, en mayo de 1999, Chávez contó otros detalles de la conversación con Fidel: Todo estaba previsto aquella noche larga del 11 de abril pero vino Dios, como dijo Fidel un día. Fidel es comunista y es ateo. Yo soy socialista y soy cristiano También tengo mucho de marxista, obviamente Y Bolivariano. Pero Fidel no cree en Dios, aunque estuvo estudiando en colegio jesuita. Entonces, ese Dios no dejó que terminara el plan como ellos pensaban, que era que yo terminara siendo un cadáver aquella madrugada en la cual Fidel jugó un papel muy importante también.

Yo no sé cómo hizo Fidel, porque aquí nos tenían guerra electrónica. Los teléfonos se cayeron y allí estaban los portaviones yankis en las aguas venezolanas. Tenemos los videos de helicópteros que aterrizaron en Maiquetía, aviones sobrevolando. Los teléfonos era un infierno. Las señales totalmente alteradas. Y entonces, yo no sé como hizo Fidel pero él logró hablar conmigo, al final, en la noche ya. A medianoche. Estábamos en el dilema de qué hacer y estábamos manejando varias opciones, porque yo tenía un grupo de personas, y como siempre, de diversas opiniones ante la crisis. Algunos como José Vicente Rangel que me decía: “a mí no me des fusil, porque yo no soy soldado ¡Pero muero contigo aquí! Pero aquí hay que resistir”. Era José Vicente, con toda su integridad moral, y su presencia allí. Como un padre, pues, dispuesto a morir ahí. Había otros como Víctor Hugo Morales, soldado, Capitán de Navío de los rebeldes de El Porteñazo, de los años 60. Militares revolucionarios, pero es un hombre ya como de 70 años. Y Victor Hugo me dijo, me pegó un grito: “¡Presidente! ¡Deme un fusil, que llegó la hora de los fusiles!” Y yo estaba ahí. La decisión final era la mía. ¿Repartir fusiles o qué? El pueblo ahí gritando, a la puerta de Palacio. Y el país encendido. Yo dije: “¡Ay Dios mío! Me toca decidir, no por mí, ahora, sino por toda esta gente”. ¡Y qué debate aquel! Entonces, en ese debate había un grupo de gente, bueno, evaluando las leyes. Había de todo ahí, como siempre. Es necesario aquello. Otros me decían “¡no! Vamos a Maracay!”. Estábamos evaluando con un grupo de militares si íbamos a Maracay, nos hacemos fuertes allá, en la Unidad de Paracaidistas con la Brigada Blindada, que teníamos unos oficiales, ahí. Yo había pensado, volviendo 10 años atrás, en la rebelión del 4 de febrero Volver allá, al cerro con el pueblo, Aquí mismo irme al cerro, ahí. ¡Claro, armado, con cientos de hombres armados! Y armar al pueblo ahí. En eso me dicen: “¡Fidel Castro al teléfono!” Casi le arranco el teléfono a uno de mis edecanes. “¡Permiso!”, me aparto yo a un cuartico solo allá. Y hablamos unos minutos. Varios minutos. Él me preguntaba primero: “¡Chávez! ¿Cuál es la situación real? ¿Cuántos hombres leales tienes tú ahí? Pero que tú sepas, ¡que los estás viendo! ¿Con cuánta gente cuentas?”. Y empieza a preguntar, el soldado Fidel, el Comandante en Jefe Fidel. Yo le explico las opciones que estamos considerando. Viene y me dice: “sólo tú sabes lo que hay que hacer. Sólo te digo algo, ¡tú no mueres esta noche!” ¡Me dió una orden! Me dijo: “¡Chávez! Tú no mueres esta noche, Chávez! ¡Yo no sé cómo tú vas a hacer, pero tú no mueres esta noche! ¡Tú no eres Allende! ¡Tú no eres Allende! ¡No te inmoles!” me dijo. Me dio unas sugerencias: “preserva tus cuadros. ¿Dónde está tu familia?” Y al final, me dijo así suavecito: “aquí estamos muy tristes”. Y después me dijo: “Pero

aquí te espera tu pueblo”. Esa conversación fue para mí... Bueno, esa opinión de Fidel, fue uno de los factores más poderosos que me llevó a dar los pasos que dimos al filo del barranco aquella noche. Cuando él me dijo: “¡tú no eres Allende, tú no te inmolas!”, yo me quedé impávido. Yo les dije después a los compañeros: “déjenme solo unos minutos. ¡Yo quiero estar sólo! Déjenme pensar”. “¡Tú no eres Allende, tú no te inmolas!”

Y es cierto que Allende lo había hecho y eso lo habíamos hablado Fidel y yo varias veces. Allende se quedó sin soldados. Él, que era médico, terminó con un casco de soldado y una ametralladora. ¡Él fue su propio soldado! ¡Allende solo! Hablándole a los espíritus, con una ametralladora y un casco de soldado ¡Él fue su soldado, pues, él solo! Yo me acordé de eso. La frase de Fidel me sonaba: “¡tú no eres Allende!” ¡Es que me estaba dando Fidel un código que lo hablamos durante los años previos. “¡Tú eres un soldado, Chávez! ¡Tú tienes soldados!”. No me estaba hablando de lo personal. Obviamente yo no soy Allende, ni Allende fue Chávez. Me estaba hablando de un código». Horas después, Fidel se comunicó con la hija de Chávez, María Gabriela, y luego hizo que la televisión cubana la entrevistara en directo La hija de Chávez aseguró en su propia voz que su padre no renunció y fue víctima de un golpe de Estado. La entrevista le dio la vuelta al mundo y rebotó en Venezuela, que padecía una férrea censura ejercida por los dueños de los medios de comunicación. María Gabriela agregó que su padre contactó a sus hijos y les pidió que comunicaran al mundo entero que “él no ha renunciado ni firmado ningún decreto presidencial donde destituyan al vice-

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presidente Diosdado Cabello, ni mucho menos ha renunciado él”. Una noche después, la joven denunció que su padre había sido trasladado a un lugar desconocido por las fuerzas de los golpistas. No sabemos qué va a ser de él, aseguró la joven en declaraciones por teléfono transmitidas en la madrugada del 13 de febrero, en la última edición del noticiero nacional de la televisión cubana. María Gabriela Chávez explicó que militares amigos le comunicaron a la familia que Chávez fue sacado en helicóptero del fuerte Tiuna, la principal fortaleza de las fuerzas armadas, donde era mantenido bajo arresto tras el golpe de estado. Precisó que los informantes le indicaron que la nave tomó rumbo al aeropuerto de Maiquetía, pero sin tener más detalles de donde seria conducido. Horas más tarde, Gabriela volvió a llamar a la televisión cubana. “Tenemos información de muy buenas fuentes de que mi padre ha sido trasladado a la Orquila, que es una pequeña isla, que no sé a qué distancia está exactamente de aquí, y ha sido vejado, lo han tratado mal, y eso es lo único que sabemos sobre él”, dijo su hija. Añadió que no le permitieron comunicarse de nuevo con él después de hacerlo ayer viernes hacia las 9 (hora local), “pero desde entonces no sabemos absolutamente nada”. Aseguró que el pueblo en Caracas estaba en las afueras del cuartel militar Fuerte Tiuna y del Palacio de Miraflores “pidiendo que le devuelvan a su presidente, y por ese motivo lo trasladaron. Están matando al pueblo, hay muertos afuera del Fuerte Tiuna, hay muertos en Miraflores y los medios de información aquí no están trasmitiendo absolutamente nada”. Señaló que tenía información de que el regimiento de paracaidistas de Maracay “se ha sublevado también y parece que van a tomar Caracas”. Entretanto, la población de las barriadas populares bajaba de los cerros de Caracas para defender a su Presidente. Un cable de la agencia noticiosa italiana ANSA relataba así aquellos momentos: “miles de personas bajaban anoche (viernes 12 de abril), era como un río de gente, bajando por las calles de la populosa barriada El Valle, cercana a Fuerte Tiuna, dijo Luisa Pérez, habitante de esa localidad. Añadió que las personas, partidarias del depuesto mandatario, iban al Fuerte Tiuna, mientras que patrullas de la Policía Metropolitana dirigida por el Alcalde Alfredo Peña, se dirigieron al lugar para dispersarlos. Pérez dijo haber escuchado fuertes tiroteos en las afueras del Fuerte Tiuna, así como helicópteros sobrevolando la zona que también fue sacudida por fuertes cacerolazos. Asimismo, trascendieron versiones de saqueos, cacerolazos y protestas en las ciudades dormitorios Guarenas y Guatire, en la periferia de Caracas, en Los Teques y Petare”.

Javier Rodríguez, corresponsal de la agencia cubana Prensa Latina, lo describió así: “Diversas protestas contra el derrocamiento y detención del presidente venezolano, Hugo Chávez, se registraron en distintos sectores de esta capital el sábado 13 de abril, informó la Policía Metropolitana. Los incidentes se iniciaron anoche y se extendieron durante la madrugada de este sábado en ocho zonas de Caracas, incluyendo los accesos al fuerte Tiuna. Los manifestantes, provenientes fundamentalmente de los barrios populares, enarbolaron pancartas con la foto del Presidente Chávez, denunciaron que había sido víctima de un golpe de Estado y reclamaron su inmediata liberación. Advirtieron que solo creerían en la renuncia de Chávez, si este era presentado públicamente y aceptaba haberla suscrito”. Hacia el mediodía del sábado, Elena Frías, madre de Hugo Chávez, pidió que “no permitan que maten a mi hijo”, en un llamado telefónico desde su país a la televisión cubana. “Yo no sé qué están haciendo con mi hijo (...) Por favor que hagan algo, no permitan que esos asesinos me maten a mi hijo, porque fíjate cómo lo sacaron en un helicóptero y no se sabe qué rumbo tiene. Les agradezco en el alma a todo el mundo, a la ONU, a los que tengan que ver con los derechos humanos que me averigüen por favor dónde está mi hijo y que me le cuiden la vida (...) es el clamor de una madre desesperada. Se lo pido por amor y de rodillas. Todavía Hugo Rafael es el presidente porque él no ha puesto la renuncia y lo tienen preso como un vulgar ladrón, no lo dejan ni ver, ni siquiera que sus hijas o su madre lo llame por teléfono, eso es peor que una dictadura lo que tienen la gente esa. Están maltratando a la gente (en Venezuela), los del movimiento que han salido a pedir que quieren ver al presidente, lo que hacen esos malvados es darle plan de machete. Esto está horrible aquí, porque aquí no hay democracia, ahora es peor que una dictadura. Cuando mi hijo estaba decían que era dictadura pero mi hijo no aceptaba que tocaran a nadie y esa gente está maltratando”. Un mes después, en mayo de 2002, Chávez contó otros detalles al periodista norteamericano Greg Palast: Palast: Cuando fue secuestrado durante el Golpe de Estado y que lo metieron en un helicóptero hacia La Orchilla. ¿Pensó que podría ser la última vez que subía a uno y que tal vez nunca más volvería a ver a Rosa Inés y a sus hijos? Nunca pensó: me suben en el helicóptero, me suprimen en una isla o me arrojan desde arriba. ¿No pensó eso? Hugo Chávez: Bueno, Greg, en ese helicóptero con dirección a La Orchilla desde la Bahía de Turiamo donde me retuvieron durante casi 24 horas, en ese viaje no pensé en eso porque durante ese vuelo me sentía como Zaratustra bajando de la montaña, ¡estaba furioso!

Tenía la convicción que aún estando incomunicado yo regresaría. Pero la noche anterior, cuando también me llevaron en helicóptero desde el Fuerte Tiuna, aquí en Caracas, tarde en la noche y de una manera muy extraña –recuerdo que volábamos a través de Caracas y a lo largo de la costa del Caribe–, la noche era muy clara y no tenía la menor idea del lugar adonde me llevaban. Y volando, tuve esta vez la sensación, el sentimiento, que atrapado me conducían hacia mi muerte. Este vuelo que duró solamente cuarenta minutos, fue muy largo para mí, como si hubiese durado 47 largos años en un solo y único día, o sea, ¡los mismos años de edad que tengo yo! Por muchas razones, –como lo he dicho–, pensaba que me iban a matar. Tenía una cruz en mi mano y estaba relajado. Estaba preparado para morir. Pensaba en Rosa Inés, en María Isabel, en mi madre, en mi padre, en mis amigos, en todos mis hijos, Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo Rafael, Rafaelito, mi nieta Gabriela y sobre todo en el pueblo de Venezuela, pensé sobre todo en los niños de Venezuela. Efectivamente estaba seguro que iba a morir y que era mi último vuelo. Palast: Ud. recibió la ayuda de un joven oficial quien le facilitó a poner un mensaje dentro de unos desperdicios dónde Ud. escribió que no había renunciado. ¿Podría decirme cómo fue capaz de que lo ayudarán, capaz de sacar ese mensaje para informar a sus partidarios y a la opinión que Ud. no había dimitido de sus funciones de presidente? Hugo Chávez: Durante mi cautividad conté con la ayuda de muchos soldados y oficiales. Uno de ellos me dio una piedra para que me la frote, era parte de sus creencias religiosas: Me dijo que si me frotaba la piedra nada malo me iba a ocurrir aquí en el Fuerte Tiuna. Otro me dio un celular el primer día que estuve allí, así que pude hacer dos llamadas, a mi esposa y a mi hija María. Aproveche para decirles que no sabía lo que iba a pasar, pero que digan al mundo entero que yo era un presidente hecho prisionero y que no renunciaba ni renunciaría. Entonces en Tiurano, más soldados me ayudaron, me dieron ánimo. Recuerdo a un oficial y a una enfermera que controlaban mi pulso cardíaco y mi estado de salud, eran muy jóvenes, ella me dijo que tenía un niño de cinco años y que su hijo me adoraba. Y cuando me miró, me dijo la misma frase que muchos otros me la dirían más tarde: “Mi Presidente, durante mucho tiempo siempre desee encontrarlo, verlo de cerca y tocarlo. Y ahora que lo tengo a mi lado, daría todo para que esto hubiese ocurrido en otras circunstancias”. Esto me dio una fuerza enorme, espiritualmente. Enseguida apareció otro oficial, esta vez el joven militar entró en mi celda, firmemente y directamente,

acercándose hacia mí me dijo en voz baja en la oreja: “mi Comandante, para nosotros Ud. es siempre el presidente”. Y añadió: “los paracaidistas se han sublevado”. Le pregunté: “¿dónde se han sublevado?” Y me respondió: “se han levantado por Ud., yo estoy en contacto con ellos y lo vamos a liberar”. También me contó que el pueblo manifestaba en las calles, era un sábado (13 de abril) por la mañana. Más tarde, un joven profesional de la Guardia Nacional –aparece un instante en el documental televisivo– este profesional me habló a solas, mientras yo tomaba mi desayuno. Yo estaba vestido de un pantalón corto, con un polo blanco, los pies descalzos y él me hablaba. Habíamos convenido que yo le daría una hoja de papel escrita. Mientras terminaba de escribir la carta él esperaba. De pronto apareció una comisión la cual se acercaba acompañada de un almirante, para anunciar que debían llevarme a La Orchila. Entonces el joven militar me aconsejó de terminar la carta más tarde, que la metiera en la basura, que él vendría después para recogerla. Yo no sé si vio el video, pero este joven desaparece tan rápidamente y justo en el momento en que la comisión se hace presente. Después cumplió lo que me prometió. Era un hombre joven de las mismas tierras de donde vengo yo, del llano. Una vez que partimos para La Orchila, él regreso a mi celda y recogió el papel del basurero y se fue –yo no sé cómo–, se fue al pueblo más cercano y comenzó a enviar fax tras fax tras fax, hizo trabajar a su mujer haciendo fotocopias de la carta y pidió que lo ayudaran a distribuir esto, para decir al mundo entero que su Comandante –el presidente Chávez– no ha renunciado y que ¡continuaba siendo el Presidente! Estos son los héroes anónimos. Después que toda Venezuela supo que era mentira que su Presidente había renunciado, la violencia popular

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estalló en numerosas ciudades del país, especialmente en Caracas. Las agencias de noticias reportaban que “testigos presenciales señalaron que hubo una fuerte represión policial y que la ciudadanía está desorientada y desinformada sobre lo que pasa, entre otros aspectos, porque la mayoría de los medios audiovisuales privados no informaron sobre estos hechos”. En Caracas, uno de los golpistas, Jesús Briceño, nombrado como secretario de la presidencia, reconoció que Chávez “no renunció” al cargo, pero anunció que “lo hará y se va a ir al exterior”. En Maracay se alzaron dos jefes: el del regimiento de paracaidistas y el jefe de operaciones de la fuerza aérea. Estaban dispuestos a avanzar hasta Caracas pero se detuvieron en espera de negociaciones. Los medios de prensa cubanos difundieron una declaración del general Julio García Montoya, Jefe de la Unidad de paracaidistas de Maracay, unidad a la que pertenecía originalmente el presidente derrocado, en la que afirmó que deben liberar al presidente Chávez y restituir el orden constitucional en el país. “Es supremamente importante que el ciudadano presidente sea liberado”, dijo el General García Montoya y agregó que de lo contrario “estaríamos ante la autoridad de una junta de facto que no es lo que representa el elemento de legitimidad”. El Jefe de la Unidad élite del ejército venezolano, llamó tanto a la población como a las unidades militares a permanecer en sus casas y unidades para evitar enfrentamientos con la población civil o entre militares. Según el Coronel, al movimiento militar se le sumaban decenas de miles de personas de los barrios más pobres de Caracas que bajaban de los cerros reclamando la liberación del presidente Hugo Chávez. Según estas versiones otras unidades constitucionalistas se estarían sumando a los paracaidistas. Los jefes militares del golpe empezaron a retroceder y pusieron varias condiciones para seguir respaldando el gobierno provisional: restituir la Asamblea Nacional, al Fiscal General, el Tribunal Supremo, al Contralor General y el Consejo Nacional Electoral. En definitiva, lo que los altos mandos quería era que se restituya la institucionalidad, pero sin seguir con los mecanismos de sucesión previstos por la Constitución venezolana. Mientras los militares realizaban este anuncio, los Ministros de Hugo Chávez, encabezados por Aristóbulo Isturiz, jefe de la cartera de Educación, y el pueblo pro chavista retomaron el control en el Palacio de Miraflores. En el salón del consejo de ministros, retuvieron a 40 personas, nombradas ministros, colaboradores e invitados del gobierno golpista. “Somos miles, incluidos muchos militares, todos fieles a Hugo Chávez, los que ocupamos los locales de la presidencia”, dijo Rafael Vargas, ministro de la secretaría de

la presidencia. Esperaban a Diosdado Cabello, vicepresidente ejecutivo, para que asumiera el mandato mientras regresaba el Presidente. Vargas aseguró que Chávez se dejó detener para evitar un baño de sangre, que nunca renunció. Carmona huyó de Miraflores al Fuerte Tiuna y, presionado por el Ejército, anunció por CNN el sábado el restablecimiento de la Asamblea legislativa y los demás poderes públicos. Una periodista de Reuters dentro del palacio acompañó a un ministro del gobierno provisional, que tomó poder el viernes luego de que Chávez fue forzado a renunciar, a abandonar las instalaciones a través de un túnel. Minutos antes, la periodista vio cómo otro grupo de ministros abandonaba el palacio en sus vehículos luego que fue suspendido el acto en el que serían juramentados. Otro reportero de Reuters vio cómo un grupo de soldados del regimiento de la Guardia de Honor, con traje camuflado, levantaba sus fusiles y agitaba sus boinas rojas frente a los cientos de manifestantes que enardecidos gritaban: “Victoria, victoria popular, victoria”. A medida que las horas avanzaban, el pueblo chavista iba ocupando una a una todas las instituciones del estado que habían sido tomadas por los golpistas. Al caer la noche, retomaron el control del canal estatal de televisión, rompieron el cerco informativo de los golpìstas y empezaron a difundir lo que de verdad ocurría en Caracas. A partir de ese momento, decenas de miles de chavistas se lanzaron a las calles para celebrar el restablecimiento del orden constitucional. Casi a las diez de la noche, los propios militares golpistas detuvieron a Carmona en la sede del ministerio de defensa. Cabello asumió como presidente provisional a las 10:30 de la noche del 13 de abril. El presidente de la Asamblea Nacional (AN), William Lara, tomó juramento a Cabello como “presidente provisional”, informó el propio nuevo gobernante en declaraciones a Caracol Radio. Obligado por los militares, Carmona convocó a una conferencia de prensa y renunció a su cargo, alegando que la Asamblea Nacional (AN) había juramentado a Cabello, quien era vice presidente del gobierno de Chávez. “Por ello, con absoluta responsabilidad, ante la nación ante el pueblo venezolano presento esta renuncia”, dijo Carmona. El golpe había sido derrotado y ahora todos esperaban a Chávez. A las 00:15 de la madrugada del domingo 14 de abril, Aristóbulo Istúriz aseguró que aproximadamente en una hora el expresidente Hugo Chávez estaría de regreso al Palacio de Miraflores. Llegó hacia las 4 de la madrugada y cuarenta minutos después, habló a la multitud enfervorizada. Este es el discurso del Presidente, una vez restituido en su cargo:

«No cabe en mi corazón odio ni rencor»

«A Dios lo que es de Dios al César lo que es del César y al pueblo lo que es del pueblo». Comienzo así con estas palabras llenas de... no sé cuántos sentimientos que cruzan por mi pecho, por mi alma, por mi mente; pensamientos, sentimientos. En este momento soy como un mar multicolor, todavía debo confesarles con los buenos días a toda Venezuela, a todo el pueblo venezolano, a toda la sociedad venezolana, les confieso que todavía estoy estupefacto, todavía estoy asimilando este proceso que ahora bien podemos llamarlo para escribir no sé cuántos libros para la historia venezolana y ejemplo del mundo, que este es un proceso de contra... contra-contrarrevolución y se han quedado demostradas muchas cosas que ya tendremos tiempo, no pretendo dar a esta hora, cuando son 20 minutos para la 5:00 de la mañana, este saludo, antes que mensaje es un saludo de mi corazón a Venezuela y al mundo desde este Palacio, que es el del pueblo y que el pueblo, lo dije en mi mensaje de hace unas tres noches allá en la avenida o río Urdaneta en donde vi que hay mucha gente cuando veníamos en el helicóptero, hay mucha gente en la avenida Urdaneta y más allá y por acá, pero decíamos allí, el pueblo llegó a este Palacio para no irse más y, ha quedado demostrado. Yo, hablando del pueblo, debo decir que... a ustedes que lo que ha ocurrido en Venezuela en estas últimas horas es en verdad inédito en el mundo. El pueblo venezolano y sus verdaderos soldados, el pueblo venezolano y su Fuerza Armada... esos soldados del pueblo han escrito... y esto no es grandilocuencia, es una verdad, es una nueva página y ¡qué gran página para la historia venezolana y de América Latina! Y también pudiera ser del mundo, ejemplo de un pueblo que ha despertado definitivamente, de un pueblo que ha reconocido y asumido sus derechos, sus obligaciones, de una Fuerza Armada cuya esencia, cuyo corazón estructural, cuyos oficiales, suboficiales, tropas están conscientes de su responsabilidad histórica y no se han dejado confundir ni manipular ni engañar y ha brotado desde el fondo de la situación, desde el fondo de un alma, de un cuerpo, ha brotado esa fuerza que ha restituido la legitimidad y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (...) Quiero ser breve en este mensaje de madrugada, como un renacimiento, quiero hacer un llamado y esto es quizás lo más importante que yo quiero decir hoy domingo 14 de abril, yo, pues, he estado incomunicado en las últimas horas y no tenía ninguna información de lo que estaba pasando y tenía una angustia muy grande y, lo primero y más importante que digo a todos los venezolanos es que vuelvan a sus casas, que vuelva la calma. Llegó un estremecimiento que trajo dolor, que trajo sangre, que trajo lágrimas, que trajo incertidumbre. Las causas

de esto que ha ocurrido ya las analizaremos con calma para corregir en donde hay que corregir, para corregirnos en donde tengamos que corregirnos, pero, mientras tanto, calma y cordura como diría un venezolano de nuestra historia. Calma en este momento. Llamo, una vez instalado de nuevo en el palacio de gobierno y una vez recibido el poder legítimo que el pueblo me dio, del Vicepresidente, quien valientemente asumió sus tareas junto al pueblo, junto a los representantes de los poderes públicos legítimos que aquí nos acompañan, junto a los soldados que con coraje supieron reaccionar rápidamente ante la pretensión que aquí llegó: calma. Me han informado ahora que he llegado y venía desde el helicóptero veníamos desde La Orchila y venía viendo con preocupación algunas columnas de humo en algunas partes de Caracas y, me han informado que ha habido algunos disturbios en las últimas horas sobre todo en el día de hoy, y algunos saqueos en algunas partes de Caracas, y yo hago un llamado a todos ustedes, compatriotas, vuelvan a sus casas todos, vamos a casa, vamos a reordenar la casa. Vamos a reflexionar sobre la marcha y a continuar trabajando. Así que pido a todos que cesen las acciones que todavía pudieran quedar por allí en algunos pequeños focos de disturbios de las últimas horas, y hago un llamado a los cuerpos

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policiales –esto es un llamado muy especial y muy firme a cuerpos policiales que han estado en la calle, que han estado según me informan de primera mano y una información muy preliminar para ponerme al tanto de los acontecimientos, que ha habido algunos cuerpos policiales que han estado reprimiendo de manera cruel al pueblo venezolano. Hago un llamado a quienes tienen responsabilidad de dirigir los cuerpos policiales que llamen a la calma, que cese todo esto.

«Hijo, llévate a Cristo»

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A partir de este momento todo el mundo a la casa, todo el mundo a la familia. Vamos a recogernos allí en la casa, vamos a reflexionar. Vamos a poner a Dios por delante. Esta imagen del Cristo crucificado me la regaló cuando iba saliendo prisionero en la madrugada de hace dos días, hace 47 horas exactamente en este momento, un buen amigo, el general Jacinto Pérez Arcay, me dijo: «Hijo, llévate a Cristo». Me lo llevé y aquí está de nuevo. Pues invoquemos a Cristo, a Dios nuestro Señor y llenémonos de paz, hace falta mucha paz espiritual en este momento para todo el país, para todos los sectores hago un llamado a la paz, hago un llamado a la calma, hago un llamado a la racionalidad de todos. Hago un llamado a que volvamos a la reunión del país. Estos acontecimientos que trajeron sangre y dolor son sin embargo y deben ser una gigantesca lección para todos nosotros, que todos seamos capaces de mirar allí, que todos seamos capaces de leer esa lección, que todos seamos capaces de extraer de allí conclusiones, enseñanzas. Que seamos capaces de apreciar señales para corregir, rectificar, profundizar para tener

más fe en lo que estamos haciendo para que todos los sectores del país terminemos de aceptar de una buena vez y definitivamente que aquí hay un gobierno legítimamente constituido, que aquí hay una Constitución la más legítima de toda nuestra historia republicana, discutida por el pueblo y aprobada por el pueblo y que ahora se ha comenzado a aplicar para que de allí veamos la necesidad de moderar, de aceptarnos los unos a los otros y este llamado es para todos, me pongo de primero para dar el ejemplo. Yo tuve, por ejemplo, en La Orchila hace unas horas, una buena conversación con monseñor el cardenal Ignacio Velasco y le pedí que habláramos a solas a la orilla del mar y nos sentamos a la orilla del mar y, le dije: – Monseñor vamos a orar a la orilla de este mar. Y le pedí perdón y le dije que era necesario que todos los sectores del país pusiéramos mayor empeño toda la buena voluntad que podamos para poder convivir en paz aceptando las reglas del juego, aceptando las normas de la convivencia ciudadana. Esto que ha pasado es un llamado para todos, necesario es que reflexionemos todos. Yo quiero darles un saludo muy especial a los medios de comunicación internacional en primer lugar, [aplausos], a los organismos internacionales, Organización de Estados Americanos. Yo aún no tengo ninguna información no me ha llegado ningún resumen ¿cómo?, vengo llegando, pero ya me han dado informes verbales las muchachas y los muchachos del equipo este, valiente y de coraje que me acompaña, presidentes de América, del mundo, grupos... el Grupo de los 15, el Grupo de Río, donde deberíamos haber estado hasta ayer en reunión, diversos entes, el Grupo de los 77, más China, y ese es un ejemplo de que a nivel internacional Venezuela no está ni estará nunca sola, que el pueblo venezolano no está ni estará nunca más solo. Que Venezuela tiene el respeto de la Comunidad Internacional. Que la Comunidad Internacional reconoce la legitimidad y la soberanía, el valor y el coraje del pueblo venezolano demostrado hoy una vez más, así que ese reconocimiento especial de los organismos internacionales, a la prensa internacional, a los periodistas internacionales.

La hora de la rectificación

Y a los medios de comunicación de nuestro país de verdad verdad llegó la hora de hacer profundas rectificaciones, es obligatorio que se hagan esas rectificaciones, que se vuelva a los carriles de la razón, porque es que parece que han perdido hasta la razón. Yo así lo digo a nombre del gobierno revolucionario y bolivariano, pacífico y democrático, no vengo ni con ninguna carga de odio ni de rencor contra nadie, absolutamente, no cabe en mi corazón ni el odio ni el rencor. Pero claro que tenemos que tomar decisiones y ajustar muchas cosas. Siempre, siempre, y para siempre apegados a esta casi sagrada Constitución, después de

la Biblia la Constitución Bolivariana de Venezuela, las acciones del Gobierno bolivariano estarán siempre apegadas a la Constitución, así que hago un llamado igualmente a los poderes locales: gobernadores, alcaldes, a todos los hombres y mujeres que me siguen en este camino, que no caigamos... yo sé que no vamos a caer, nadie va a caer en el extremo en que cayeron algunos sectores en los últimos días, a los que también llamo a la reflexión. No, nosotros los bolivarianos, nosotros los revolucionarios somos humanistas, respetamos al ser humano, respetamos la dignidad y tenemos que demostrarlo sobre todo en momentos como este, así que ninguna retaliación, aquí no habrá ninguna cacería de brujas, no vengo con ánimos revanchistas. No. Aquí no habrá persecuciones, aquí no habrá atropellos ni abusos, ni irrespetos a la libertad de expresión o de pensamiento, a los derechos humanos en forma general. Pero las cosas tienen que volver al marco constitucional de donde salieron por voluntad de una minoría enceguecida, a lo mejor por la ambición, a lo mejor por el rencor. No sé por cuántos otros sentimientos, pero les hago un llamado a todos. A la oposición: necesitamos nosotros una oposición en Venezuela, pero una oposición leal con el país, una oposición leal con el pueblo, una oposición que presente críticas verdaderas, que presente alternativas al país; es necesario que todos los partidos y grupos que se oponen a este Gobierno por algunas razones, cuales sean, terminen de entender y de aceptar, es necesario que todos los dirigentes de los diversos sectores del país que puedan adversar a este Gobierno, o no estar de acuerdo con alguna política o alguna decisión, bien sea del sector político, del sector económico, del sector que sea, bueno, que hagan públicas, que declaren, que anuncien sus críticas, sus recomendaciones, sus alternativas; que trabajen, que hagan política de verdad, que hagan trabajo en las calles, en los pueblos, pero con ética, con buena fe, aceptando lo que hay que aceptar definitivamente. Repito, ya lo dije, que aquí hay una Constitución Nacional, que aquí hay un Gobierno Nacional legítimo, con el apoyo de las grandes mayorías del país, y con el apoyo del núcleo y la estructura central de la Fuerza Armada, que aquí hay un proyecto en marcha que no tiene vuelta atrás, que los que se opongan tienen todos los derechos, y lo hemos demostrado, derecho de participación, derecho de expresión, derecho de organización. Organícense, señores de la oposición, hagan política seria, justa y leal con el país, no caigan en desesperaciones ni aventuras, que vean a lo que nos condujeron esas desesperaciones y ese aventurerismo. Se ha demostrado una vez más, lamentablemente, que aquí hay dos países: un país virtual y un país real. El país virtual lo veían ustedes, seguramente, aquí a lo mejor en este mismo salón hace pocas horas. El país virtual montó una conspiración, con el desespero de la aventura,

irrespetando todo. Pero el país real finalmente se impuso. Porque el país real tiene en sus manos las banderas de la razón, las banderas de la verdad y la fuerza infinita de la fe, y sobre todo la fuerza infinita del amor. Este pueblo, ha quedado una vez más demostrado –glorioso pueblo el de Bolívar– ahí está para los que dudaban, si es verdad que durante muchos años lo engañaron, si es verdad que durante muchos años lo manipularon, si es verdad que durante muchos años a veces lo llevaron como un borrego, ha quedado demostrado que ciertamente despertó como conciencia de su propia fuerza y se ha convertido en actor histórico que construye un nuevo camino. La Fuerza Armada, sus cuadros de oficiales, la estructura central, ha demostrado una vez más que por más manipulación, por más traición que haya en algunos sectores de la Fuerza Armada, como la hubo, sin embargo ahí está la muchachada militar, que la conozco, está ahí. Así que mi reconocimiento (y el de todos) a esos dos entes a los que yo siempre me he referido, y que constituyen la fuerza más poderosa –después de Dios– de esta Venezuela de hoy, de este proceso de cambio indetenible. Esos dos elementos que en el fondo son el mismo, el mismo: el pueblo y los militares, el pueblo y la Fuerza Armada.

Soldados repletos de amor

Les voy a contar una anécdota. Me sorprendí –yo ando de sorpresa en sorpresa. Yo estuve en cinco lugares distintos desde el día en que salí de aquí. Ya echaré los cuentos. Mañana tenemos ¡Aló Presidente!.. No, mañana no, dentro de unas horas. ¿Y qué creía mi equipo de ¡Aló Presidente!? ¿Que iban a echar el carro el domingo, que iban a descansar el domingo? Bueno, de todos modos ya yo estaba pensando cómo transmitirlo desde donde estaba, estábamos haciendo los planes... Miren, estuve en cinco lugares desde la madrugada de antier, y debo decirles, porque ahora me decían los muchachos, algunos llorando de emoción, allá en La Orchila nos abrazamos en una sola masa de sentimiento, porque esos soldados que ustedes ven con un fusil cruzado y una cara a veces un poco arrugada, esos son puro amor, y entonces uno me dijo: – Ay, yo no podía respirar hasta que no lo viera. Me sentía muerto –me dijo. Entonces me dijo: – No, porque han dicho que a usted lo han golpeado, que si no sé que más, que lo torturaron para que firmara la renuncia, no sé qué más... No. Aclaro que no fui maltratado para nada, desde la sede del Ejército donde estuve, luego en un Batallón de Fuerte Tiuna, me movían; entre otras cosas me movían creo porque donde me llevaban conseguía el abrazo de los muchachos, y hasta lágrimas. Los que me llevaban la comida se quedaban un rato ahí, diciéndome algo,

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dándome aliento. Así que ese mensaje que comencé a recibir me fue conformando la certeza de que esta situación virtual, esta especie de película –no sé qué– que vimos no iba a durar mucho tiempo. Luego me llevaron una noche a Turiamo, y allá fui recibido por un grupo de soldados, soldados de los comandos de la Marina, y me trataron de manera excelente; y luego no había donde dormir, porque ellos ni siquiera sabían que yo iba para allá, me llevaron, y cuando llegamos buscando una cama, buscando un colchón. Les dije: – No, no se den mala vida por mí, muchachos, pónganme una sábana que yo soy un soldado como ustedes. Y nos quedamos hablando un rato, y tomando mucho café, por supuesto, el capitán Marino, así se llama, me atendió a las mil maravillas, y hablamos mucho. ¡Ah! ¿Saben una cosa? Esta travesía por cinco sitios militares me sirvió para hacer algo que yo no hacía desde algún tiempo: hablar con los muchachos de allá abajo, oír a los sargentos, oír a los tenientes, oír a los capitanes; sus críticas, sus aportes, ellos tienen mucho que decir. Entonces esa es una de las lecciones que he sacado. Uno de ellos me dijo: – Mi Comandante, no se olvide de nosotros. No permita que ese tránsito entre nosotros y el alto mando y los altos mandos, por ahí se van quedando las verdades que a usted no le llegan. Así que me sentí otra vez soldado. Incluso le dije a uno de ellos esa mañana: – Mira, yo no sé qué irán a hacer conmigo por allá, pero si deciden degradarme, a lo mejor, les pido que me dejen de soldado raso aquí en esta unidad de soldados. Lo que les iba a contar es lo siguiente, yo no sé si tendrán por allí ustedes un fax que me dicen que ha recorrido... Pásame uno, por favor. Hay bastantes. Miren... ¿Dónde está? ¡Ah! Esto lo escribí esta mañana, bueno, a mediodía, eran casi las 3:00 de la tarde. ¿Cómo fue esto? Estaba el helicóptero prendido para moverme otra vez, para moverme otra vez ¿y a dónde?: a La Orchila. Y entonces me apuraban, me apuraban, y yo decía: – Espérate, que tengo que recoger mi ropa y algunas cosas que me llevé, unas cositas allí. Estaba lavando interiores y lavando un par de medias... Sí. Me regalaron... [Aplausos]. Vicepresidente Diosdado Cabello: Como en los viejos tiempos. Presidente Chávez: Sí, como en los viejos tiempos. Lavando una franela. Me puse a trotar un rato y corrí con unos muchachos allá comando, no tanto como ellos que son comandos entrenados, un sol sabroso hacía en Turiamo, y cuando llego a darme un baño entonces me voy a vestir y me apuran que llegó el helicóptero. Y llega un muchacho de la Guardia Nacional, y él me hace una pregunta: – Mire, mi Comandante, acláreme algo.

Él entró a la habitacioncita y cerró la puerta. Afuera tenía unos superiores de él. Y él no quería que lo oyeran, me habló muy bajo: – Dígame una cosa –me dijo– aclárame algo. ¿Es verdad que usted renunció? Yo le dije: – No, hijo, ni renuncié ni voy a renunciar. Entonces él se paró firme, me saludó, y me dijo: – Entonces, usted es mi Presidente. Pero dígame algo –me dice– eso tiene que saberlo el pueblo. Porque andan diciendo por todos lados que usted renunció, que usted renunció, que se fue del país. Entonces yo le dije: – Bueno, yo voy saliendo. Y él me dijo: – Escríbame algo, escríbame algo y me lo deja en el pote de la basura –me dijo– porque yo salgo y después vengo a recogerlo. Yo hice el papel, escribí esto en un minuto, lo doblé y donde está el pote de la basura, que estaba lleno de papeles ahí, en el fondo lo metí. Pero yo salí, y dije, a lo mejor este muchacho no puede regresar, o no consigue el papel o no puede sacarlo, qué sé yo. En Turiamo, en una unidad que no tiene ni teléfono, no hay ni señal de televisión por allá. Entonces escribí ésto, lo que me salió del alma: Turiamo, 13 de abril 2002 A las 14:45 hrs. Al pueblo venezolano... (y a quien pueda interesar). Yo, Hugo Chávez Frías, venezolano, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, declaro: No he renunciado al poder legítimo que el pueblo me dio. ¡¡Para siempre!!: Hugo Chávez Frías. Y resulta que llego acá y todo el mundo tiene una hoja de estas ahora. Y me dicen que andan recorriendo el mundo. Ese muchacho cumplió. Seguro regresó, buscó el papel, se lo metió no sé donde, salió, no sé cómo, pidió permiso de allá, y no sé cómo eso empezó a circular. Por cierto, que ayer por la mañana, tuve chance de ver, en un televisor que un oficial me llevó prestado, y lo puso allí. Yo estaba acostado en una camita y, bueno, estaban diciendo allí en la televisión cuántas cosas, ¿no? Yo estaba como queriendo dormir un poco y de repente oigo una voz conocida: Isaías Rodríguez. Y me paro como un rayo y me siento en la cama: «Voy a ver qué dice Isaías». Y cuando terminó de hablar Isaías en verdad dos lágrimas afloraron aquí, a mis ojos, y dije: «Ahí está un varón diciendo la verdad». Y esas declaraciones de Isaías fueron una señal, fueron un rayo en aquel vendaval de mentiras, a mí sí es verdad que me pusieron en la mesa una hoja que decía:

«Renuncia». Yo no la leí. Les dije a los señores que estaban ahí aquella madrugada, les dije: – No, guárdenla porque yo no voy a renunciar. Soy Presidente prisionero, pero yo no renuncio. Y sin embargo echaron a rodar aquello y lo leían, lo leían por los medios, como si estuviera firmado. Vean cuántas mentiras. (...) También vi en alguna estación de televisión, (...) a una dama locutora, de una planta de televisión venezolana, leyendo un papel, leyendo mi renuncia. Y por supuesto que ella sabía que eso (era falso)... a menos que hayan falsificado mi firma. Pero como dijo el Fiscal Isaías Rodríguez muy claramente: “Yo quisiera ver la renuncia firmada del Presidente. ¿Dónde está? Y aun así eso requiere todo un procedimiento”. Pero, en fin, reconocer al Fiscal su coraje, porque además lo hizo mientras estaban deteniendo gente, sacando ministros de su casa esposados, sacando gobernadores a empujones de las gobernaciones, es decir, toda una avalancha de odio que ojalá más nunca llegue a nuestro país.

No permitan que los envenenen

Y yo aprovecho para hacer un llamado a quienes me adversan: (...) pues advérsenme. Trataré de hacerlos cambiar, ojalá, pero ustedes no pueden adversar esta Constitución, porque esto es un libro para todos, (...) y sobre todo algo: no se dejen envenenar, no permitan que los envenenen con tantas cosas y tantas mentiras. (...) Hay muchas cosas que revisar, hay muchos informes que recibir, hay decisiones –algunas urgentes– que tomar para que el país no se detenga y para que las cosas que se han salido de su cauce mucho, o algo, para que esos focos donde ha habido algunos saqueos, alguna represión por parte de algunas policías, alguna angustia, mucha angustia de millones de venezolanos, pues que todo eso vuelva a la calma.(...) Llamo a que fortalezcamos la unidad de los venezolanos, llamo a que continuemos la marcha a paso de vencedores. Anoche (...) yo estaba mirando una estrella, y pensando, mirándola fijamente, pensando en muchas cosas, en la familia, Marisabel, pude hablar con ella; mis hijos, mis cinco hijos. ¿Dónde estarán –decía–, Dios? ¡Cuídamelos! Mi vieja, mi viejo, mis amigos, mis compañeros más cercanos, porque yo intuía que sobre ellos se iba a desatar persecución, atropellos y amenazas hasta de muerte. Pensaba mucho en Diosdado, que lo llamé esa madrugada del 11 de abril y le dije: “Vente para acá”. Y no llegó. Pensaba mucho en Rodríguez Chacín, que me dijeron que lo habían sacado esposado. Pensaba mucho en todos ustedes, en millones, en la angustia, en la incertidumbre que había. Pero de repente mirando aquella estrella, allá a la orilla de la bahía, y recordando y trayendo a mi mente, a mi superficie y a mi conciencia, trayendo al ser, trayendo al consciente que soy, el recuerdo de tantos

años, el conocimiento que tengo de las entrañas del pueblo venezolano, porque tengo ya casi una década metido en la entraña del pueblo y de ahí no voy a salir más, nunca jamás. Conociendo el coraje del pueblo venezolano, conociendo los niveles de organización que tiene el pueblo venezolano, y ese es uno de los capitales más importantes que tenemos, el nivel de organización y de respuesta: partidos políticos, círculos bolivarianos, que aprovecho para reivindicarlos, porque los círculos bolivarianos no son grupos armados; es una organización social, se desató una campaña; y si por alguna razón algún miembro de algún círculo bolivariano anda por allí armado, anda armado sin autorización o con intenciones de otro tipo, pues yo los llamo –si es que por alguna razón eso fue verdad– a que depongan esa actitud, así no los necesitamos, de verdad. No, no. Las armas de la República, las armas del pueblo para defender este Gobierno y a la República se ha demostrado dónde están y están en manos de gente consciente, porque verdaderamente los militares que faltaron a su juramento, que por diversas razones se plegaron a la ignominia, allá ellos ante la historia y ante la Ley, pero en verdad no tenían comando, era un grupo virtual; pero los que verdaderamente tienen el comando de las tropas comenzaron a dar una respuesta inmediata.

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Pueblo y Fuerza Armada

Entonces se ha demostrado, por una parte, la gran capacidad de respuesta del pueblo organizado, que me siento tan orgulloso de ello, y por otra parte la capacidad de respuesta también organizada de la Fuerza Armada. Por eso les decía que conociendo al pueblo, como lo conozco, y conociendo a la Fuerza Armada, como la conozco, mirando aquella estrella yo llegué a la conclusión, algo desde dentro me dijo: «Tranquilo, Hugo, que ni ese pueblo ni esos muchachos militares –para utilizar un término bien criollo– verdaderos se van a calar este atropello. Algo tiene que ocurrir». Decía yo para mis adentros: «No puede ser que tanto esfuerzo vaya a perderse así, no puede ser que el esfuerzo de tanto tiempo, de tanta gente y de tanta intensidad, que dio nacimiento a esta Constitución y le dio vida a esta nueva y Quinta República, vayan a desaparecerla de un plumazo, así facilito». No. Yo estaba seguro de que eso no podía ocurrir. Porque si no hubiese sido como que uno no hubiese vivido. No. La semilla que hemos sembrado retoñó, creció y allí están las siembras, la sementera, y los frutos en los corazones del pueblo. Ahora, yo estaba seguro, pero completamente seguro que volveríamos, absolutamente seguro... Ahora, ¿saben qué? Lo único es que jamás me imaginé que regresaríamos tan rapidito. Sí. Miren, me había puesto a escribir unos poemas, no pude terminar ni el primero, no me dieron tiempo ni de descansar un día, y se los agradezco mucho. Así que muchísimas gracias.

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(...) Hago un llamado de verdad a la unidad de los venezolanos, a la unidad respetándonos las diferencias, hago un llamado a la cordura, hago un llamado al entendimiento (...) hago un llamado sobre todo –y agarro la Cruz– hago un llamado a los dueños de los medios de comunicación. ¡Por Dios! Reflexionen, pero de una vez. ¡Este país también es de ustedes! Yo también tengo que reflexionar muchas cosas. Sí. Lo he hecho en muchas horas. Y me traigo lecciones en la mente y en el corazón que no voy a olvidar, de tanto pensar, de tanta angustia, de tanto dolor, de tanta incertidumbre. Así que vengo dispuesto a rectificar donde tenga que rectificar, pero no solo debo ser yo: todos tenemos que rectificar muchas cosas (...) para que sigamos construyéndoles la patria a nuestros hijos, a nuestros nietos; para que sigamos haciendo realidad el sueño de Bolívar. (...) Así que retorno, así como por el centro del home, retorno después de dos días de ausencia, de incertidumbres; retorno cargado espiritualmente de un gran amor, y sobre todo si hace dos días yo los amaba a ustedes, hoy, después de esta jornada histórica, de esta demostración sin precedentes en el mundo de cómo un pueblo y sus soldados detienen una contrarrevolución(...) sin disparar un tiro, sin derramar sangre, y reponen las cosas en su sitio. Después de esta jornada memorable, histórica, imborrable para siempre jamás, si ayer los amaba, hoy los amo muchísimo más. Amor con amor se paga.

Su legado

«En el ejercicio del amor, nada concluye todo recomienza»

D

espués de la derrota del golpe fascista en 2002, Chávez derrotó el paro petrolero que le significó a Venezuela pérdidas de centenares de millones de dólares. En 2004, la oposición recurrió a la Constitución que había repudiado y logró las firmas necesarias para convocar un referendo revocatorio del mandato de Chávez. El 15 de agosto de 2004, Chávez los volvió a derrotar con 5,800,629 (59.1%) contra 3,989,008 (40.64%). Dos años después, el 3 de diciembre de 2006, se celebraron las elecciones generales. La brecha se amplió y Chávez derrotó al hasta entonces gobernador del Zulia, Manuel Rosales, con 7,309,080 votos (62.85%) contra 4,292,466 (36.91%). El 8 de enero de 2007, dos días antes de su toma de posesión para el nuevo período, Chávez ofreció su primer discurso del año, durante un acto en el cual condecoró a once de sus ministros, los cuales ya no volverían a estar en el nuevo gabinete, entre ellos, José Vicente Rangel, y juramentó a los nuevos ministros. A partir de entonces, Chávez incorporó a los nombres oficiales de cada ministerio, el concepto “del Poder Popular”. Este es parte de ese discurso: (...) Le decía a José Vicente (Rangel) que uno se llena de sentimientos y muchas veces en momentos como estos a pesar de que sabemos que no es una despedida, aunque no deja de ser de cierta manera una despedida. A los que colocamos al ser humano en el primer lugar de todo, como decía Cristo en el Alfa y en el Omega, en el principio y en el fin, nos cuesta decir ciertas cosas. Poeta Jorge Rodríguez, nuestro nuevo Vicepresidente. Poeta, José Vicente. Yo traje un verso muy sencillo de Gustavo Pereira, para no quedarme corto ante estos poetas: “en ejercicio del amor nada concluye, todo recomienza”. Dedico estos versos a ustedes, en el ejercicio del amor nada concluye todo recomienza. Uno pudiera decir muchas cosas, pero desde mi corazón en lo íntimo del ser, una palabra que recoge un millón de palabras: gracias. Muchas gracias compañeras, compañeros, camaradas, amigos. Gracias por cuántas cosas. José Vicente, el poeta, lanzó una

frase que agradezco, sus comentarios, sus reflexiones, sus enseñanzas siempre: Pasión agónica, agónica pasión venezolana. Sí es verdad, agónica pasión venezolana. Creo que todos llegamos aquí traídos, empujados por esa agónica pasión venezolana, por esta pasión por Venezuela, por este amor infinito, por este frenesí venezolano, humanista, socialista, rojo, rojito. Todos ustedes saben compañeros, compañeras, camaradas, compatriotas, cómo es que Hugo Chávez llegó aquí, diría nuestro Bolívar –permítanme parafrasearlo- arrastrado por el huracán revolucionario que me lleva como a una débil paja. ¡Vaya que angustia, que compromiso! A este grupo de compañeros yo les miraba, les abrazaba y les condecoraba, a nombre del pueblo reconocimiento supremo porque salen por la puerta grande. Ojalá si yo salgo algún día, como debo salir, ojalá vivo, de estas circunstancias, salga como ustedes, por la puerta grande y con el pecho afuera a darme un abrazo con las calles, los pueblos y los campos a decir: misión cumplida, como ustedes pueden decirlo hoy. Por eso los envidio, hasta cierto punto los envidio. (...) No olviden compañeros, compañeras, que hoy en día, el Gobierno debe ser otra cosa muy distinta al

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Consejo de Ministros, al presidente Chávez. El Gobierno debe ser cada día más el pueblo, la calle, el campo, el gobierno popular, el poder popular. (...) Rafael Ramírez por ejemplo, ya no es el ministro de Energía y Petróleo nada más, es el Ministro del Poder Popular de Energía y Petróleo. Eso tiene, ustedes lo saben, un gran reto, una gran significación y un gran compromiso. El General Baduel no es ministro de la Defensa simplemente, es ministro del Poder Popular para la Defensa. Eso obliga, eso compromete mucho más. Entre otras cosas deben ustedes abrir canales para alimentar las instituciones, los ministerios, la burocracia con esa corriente viva y con esa fuerza transformadora del poder popular que debe llegar a todos los espacios institucionales y las instituciones deben irse al poder popular.

Ministros del Poder Popular

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Una de las características del nuevo Gobierno (...) permítanme decirlo en dos palabras: Gobierno Endógeno. Les voy a poner un ejemplo, Aló Presidente reaparecerá el próximo domingo 14, ese día, mientras yo esté en un punto equis del mapa, mi amigo el Vicepresidente debe estar en el punto “Y” del mapa, en el otro extremo de Venezuela, y debe estar seguramente con un grupo de ministros. Vamos a organizar el Gabinete en grupos de recorrida, de patrullaje por el país para recorrer los campos, las calles, los pueblos, en equipos de trabajo. Los lunes, martes, miércoles, tendremos tiempo para la oficina, para el Despacho, y atender las cosas que haya que atender en Caracas. Pero jueves, viernes, sábado y domingo ¡a la calle!, ¡los campos!, ¡los pueblos! Por supuesto, con un plan de trabajo. Gobierno en la calle, Gobierno Endógeno. (...) Y luego todos los lunes nos reunimos el Vicepresidente y yo. El debe tener en esa reunión un resumen de todos los equipos, de lo que consiguieron por aquí, lo que vieron por allá, porque por todos lados uno consigue dificultades, fallas. Por ejemplo, la última campaña electoral me sirvió para muchas cosas, una de ellas, abrirme más el pecho y el compromiso con los más humildes, con los más pobres, porque por allá llegué a Delta Amacuro, por ejemplo, a Tucupita, y del aeropuerto la caravana, aquella gente, toda en la calle y vaya con qué frenesí, y más allá de los pueblos, más allá del frenesí, ranchos y ranchos por todos lados, pobreza y miseria. Pero ahí está el pueblo, y ahí está el 3 de diciembre. Vean ustedes que los más altos porcentajes de votación los tuvimos precisamente por allá en las zonas indígenas, en las regiones más pobres, más alejadas, en los barrios más pobres de las grandes ciudades, en muchos de ellos aún no hay agua

potable, en algunas partes aún no hay energía eléctrica, o la carretera no sirve, o la escuela no sirve, o no llega el crédito para los productores o no hay transporte, no hay médicos, no hay medicinas. Ratifico pues, mi compromiso con los venezolanos más pobres. Es con todos el compromiso, pero primero, señor Vicepresidente, señores ministros, ministras, los más pobres. Uno consigue por todos lados problemas de todos los tipos y de todos los colores. Por eso el lunes, Jorge, el Vicepresidente, tendrá un resumen del resultado de la travesía. (...) Rodrigo Cabezas, nuevo ministro de Finanzas tiene que ir a chequear cómo se están utilizando los recursos aquí. Cada ministro, ministra, el Vicepresidente, debe ser un inspector, severo inspector. Les he dicho, quiero verlos llegando de manera imprevista, sin previo aviso a cualquier lugar del país donde se esté haciendo alguna obra, algún trabajo. Quiero que me llamen de allá y me digan: “Presidente aquí estoy en la carretera que se está construyendo entre Guasdualito y Elorza y he descubierto esto… aquí estoy en tal parte”... En todas partes, a cualquier hora, a medianoche, en la madrugada, domingo, sábado... Gobierno Endógeno. (...) Se trata de que hemos cerrado un ciclo y viene uno mucho más complejo, mucho más exigente, mucho más difícil, para cuyo éxito estamos obligados a empeñarnos a fondo. Va a requerir la nueva era aplicarnos más a fondo, exigirnos más nosotros mismos, individualmente, como grupo, todos nosotros, en todas partes, sea cual sea la trinchera que a cada quien le corresponda en este inicio. Ustedes deben recordar que lo dije en la campaña electoral hablando del 3 de diciembre antes de que ocurriera: “3 de diciembre: tu destino está escrito”; “3 de diciembre, tu no serás un punto de llegada, serás un punto de partida”. Lo más que hice en diciembre fue leer, estudiar, reflexionar, anotar, escribir, planificar e inventar. Y ahora llegó el momento de comenzar a aplicar esquemas, ideas.

La construcción del Partido

He recibido muchos documentos sobre el Partido Unido; es una necesidad. Me han criticado por ahí y algunas personas respetables, yo acepto la crítica siempre, pero tengo una explicación. Cuando dije aquí que a mí no me llamen a discutir sobre el Partido Único o Unido, es porque tengo desde 1994 dando ese debate, ya me sé todito. No podemos seguir perdiendo más tiempo, sigo haciendo un llamado a todos los partidos políticos, vamos a unirnos todos, es el pueblo el protagonista de todo esto, tiene que ser el pueblo. Así que he estado trabajando bastante, en el modelo, cómo es que se va a formar ese partido unido, desde las bases, elecciones desde las bases.

Nadie va a estar en una directiva o comando si no viene elegido desde las bases. Llegó el momento de dejar atrás los esquemas tradicionales, ese es mi punto de vista, respeto cualquier otro, pero hemos estado trabajando bastante en eso. (...) Vamos todos juntos a trabajar cada día con más eficiencia, en una guerra a muerte contra la corrupción, contra el burocratismo, contra las desviaciones pseudo revolucionarias. La corrupción es toda una operación contrarrevolucionaria que está por dentro de la Revolución. El burocratismo es toda una corriente contra revolucionaria que está dentro de la Revolución. Hay que apuntalar y afincar la batalla contra esos fenómenos que son verdaderas amenazas para el proceso revolucionario. Termina una fase de transición, así lo he dicho, desde 1999 a 2006, ocho años, y entramos a una nueva era a la que hemos llamado El Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2021, son 15 años. Vamos a darle duro estos 15 años que vienen, rumbo al Bicentenario de Carabobo, Proyecto Nacional Simón Bolívar, socialismo bolivariano. Para ello se requerirá, mayor esfuerzo, mayor eficiencia, mayores niveles de logros, empeño, mayor claridad ideológica, “eficiencia política y calidad revolucionaria” decía el gran revolucionario Alfredo Maneiro. Este año es un año de arranque. Vamos a encender los motores, vamos a encender más bien como una batería de motores, un conjunto de motores, (...) cinco grandes motores hasta ahora visualizo (...) para transitar a lo largo de los carriles, como locomotoras victoriosas (...) en lo político, en lo social, en lo económico, en lo militar, en lo territorial, en lo internacional, en lo ético. El primero de los motores de arranque de la nueva era es la Ley Madre, así quiero que sea, una Ley Madre de leyes revolucionarias, señora Presidenta de la Asamblea Nacional, adelanto mi solicitud para una Ley Habilitante revolucionaria. (...) Voy a adelantar otro ejemplo, todos esos sectores de un área tan importante y estratégica para nosotros, como es la energía eléctrica, todo aquello que fue privatizado, nacionalícese. Recuperemos la propiedad social sobre los medios estratégicos de producción. La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela, nacionalícese. Señor Vicepresidente, la Nación debe recuperar la propiedad de los medios estratégicos de soberanía, de seguridad y de defensa. Estratégico, esa es un área estratégica de un país, así como el agua, la energía eléctrica y los servicios telefónicos. (...) Hace poco estuvimos en la Faja del Orinoco, todavía allí pervive un aspecto que tiene mucha importancia en lo que fue la Apertura Petrolera, elimínese. Me refiero a que empresas internacionales tienen el control y el dominio de todos estos procesos

de mejoramiento de los crudos pesados de la Faja del Orinoco. Eso debe pasar a propiedad de la nación venezolana. Es el primer motor, Ley Madre de leyes revolucionarias, la Habilitante. (...) Segundo motor: la reforma socialista constitucional, vamos rumbo a la República Socialista de Venezuela y para eso se requiere una profunda reforma de la Constitución Nacional, de nuestra Constitución Bolivariana. La Constitución nos presenta un primer piso, nos abre un portón para la construcción del socialismo, ciertamente, pero para avanzar más rápido en mayor amplitud y dimensión se requiere un conjunto de reformas a nuestra Constitución.

El tercero: la educación popular, moral y luces en todos los momentos y en todos los espacios. Vamos a lanzar una jornada nacional todo el año 2007, a la que llamaremos “Moral y Luces” para la educación popular en todos los espacios, en el hogar, en la escuela, en el taller, en la fábrica, en el campo, en el barrio, en todas partes, educación, educación, educación. Hemos dado muchos avances pero aún nos falta profundizar en la educación, cultura, ciencia, tecnología, conciencia, ideología, los valores, los nuevos valores. Hay que demoler los viejos valores del individualismo, del capitalismo, del egoísmo, y hay que crear nuevos valores, eso sólo se logra a través de la educación. El cuarto: algo que suena un poco técnico, ustedes me perdonan, la nueva geometría del poder sobre el mapa nacional. La nueva geometría, ustedes saben que tiene como tres dimensiones, la dimensión en línea, la distancia; la dimensión en extensión de un territorio y la dimensión volumétrica, el contenido, el volumen. Quiero que nosotros rediseñemos la geometría del poder en Venezuela. Esto

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va a llevar a profundidades. (...) Esto nos va a llevar a revisar leyes orgánicas como la de los concejos municipales, eso está intacto y yo diría más, está peor que antes, Concejos Municipales que no tienen ningún poder, que son las mismas viejas estructuras, es el mismo viejo Estado cuarto republicano, las regiones del país, cómo lograr una relación simétrica o una aplicación simétrica del poder político, del poder económico, social, militar a lo largo y ancho de todo el territorio. Ahí tenemos muchas deudas, regiones que están muy apartadas, muy olvidadas, disminuidas, atrasadas, tenemos que levantar el país completo porque es un sólo cuerpo nacional. Y el quinto: creo que debe ser el más poderoso, la explosión revolucionaria del poder comunal, los Consejos Comunales, pero los consejos comunales en este

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año debemos trascender ahora lo local y debemos ir creando por ley en primer lugar, una especie de confederación regional, local, nacional de Consejos Comunales. Tenemos que ir marchando hacia la conformación de un Estado comunal y el viejo Estado burgués que todavía vive, que está vivito y coleando, tenemos que irlo desmontando progresivamente mientras vamos levantando al Estado comunal, el Estado socialista, el Estado bolivariano. Un Estado que esté en condiciones y en capacidad de conducir una revolución. Casi todos los estados nacieron para detener revoluciones. ¡Vaya qué reto el nuestro! Convertir al viejo Estado contrarrevolucionario en un Estado revolucionario. Tengo la fórmula clara, perdónenme si suena inmodesto esto, pero de estos ocho años, del estudio, de los maestros y del pueblo vienen las señales, es de Bolívar, ustedes lo saben, esta tremenda señal luminosa, vibrante, esclarecedora de lo que tenemos que hacer, la voy a leer, es del año 1826, es una Resolución del Consejo de Gobierno o ante el Consejo de Gobierno que dirigía Bolívar. Dice Bolívar lo siguiente, cada palabra es una luz, es un rayo, es un faro: “Nada es tan conforme con las doctrinas populares como el consultar a la nación en masa sobre los puntos capitales en que se fundan los estados, las leyes fundamentales y el Magistrado Supremo, todos los particulares están sujetos al error o a la seducción pero no así el pueblo que posee en grado eminente, la conciencia de su bien y la medida de su independencia. De este modo, su juicio es puro, su voluntad fuerte, y por consiguiente nadie puede corromperlo ni menos intimidarlo. Yo tengo pruebas irrefragables del tino del pueblo en las grandes resoluciones y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a las opiniones de los sabios”. Este es Bolívar, el verdadero Bolívar. Vamos pues, con Gustavo Pereira digo desde el corazón: en ejercicio del amor, nada concluye, todo recomienza.

Su legado

Golpe de timón Hugo Chávez Frías _______________

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n uno de sus programas Aló Presidente (que alcanzó el primer lugar de audiencia televisiva y radial a lo largo de toda su historia entre 1999 y 2011), el domingo 20 de marzo de 2005, el Presidente Hugo Chávez por primera vez se refirió a la construcción del socialismo en Venezuela. Durante un diálogo con un campesino en Sabaneta (su tierra natal), en el estado Barinas, Chávez dijo: (...) Son 432 productores y esto, además, según el nuevo modelo de la economía social. Esto no es el capitalismo, en el que hay un dueño y los demás son sus esclavos y el dueño se vuelve rico y los esclavos son pobres toda su vida, no. Esto es la economía liberadora y esto es lo que yo he planteado, el nuevo socialismo del siglo XXI está naciendo aquí. (...) El socialismo del siglo XXI está naciendo aquí, el que quiera ver, porque ya empezaron los analistas y los sesudos como digo yo, los sesudos analistas, a decir que Chávez se declaró socialista. Bueno, sí ¿y qué tiene que ver eso, pues? Soy socialista, socialista de la nueva era, socialista del siglo XXI y estamos planteándole al mundo revisar las tesis del socialismo. Cristo, si Cristo viviera aquí, si estuviera vivo aquí, fuera socialista, Cristo fuera socialista. Bolívar iba directo al socialismo. Abreu de Lima, el gran general brasileño, era socialista, gran amigo de Bolívar; Simón Rodríguez era socialista. El socialismo es poner lo social primero, el capitalismo es poner el capital primero. No, es al revés, lo social primero; quien tenga dudas sobre Cristo vaya a ver a Cristo, el ser humano debe ser el Alfa y el Omega. (...) Ahora, estamos haciendo el nuevo socialismo del siglo XXI y lo más importante eres tú, el hombre, no el capital, no la plata, sino tú, la plata hace falta, pero lo importante es que tú vivas cada día mejor con tu familia. Más adelante, interviene Gabriel Zambrano, de la Asociación de Cafetaleros Argimiro Gabaldón, de Boconó, estado Trujillo: Porque, a través de las misiones, están aprendiendo una serie de cosas, por ejemplo, permítame, señor Presidente: un productor que no sabía leer ni escribir, llegó en estos días a nuestra organiza-

ción a pedirnos, por favor, le abriéramos de nuevo la cuenta bancaria con la que el recibía el crédito, porque él quería firmar. Y no se trata, solamente, de sembrar café, decimos que tenemos que sembrar conciencia. Todos estos recursos, todos estos programas que ustedes están dirigiendo, señor Presidente, sé, que de alguna manera, los estamos aprovechando y tenemos que violentar nuestra caficultura hacia esos mercados, pero también ver el desarrollo del caficultor de manera integral, la educación, la formación, mejorar su nivel de vida; por eso le queremos dar las gracias. Chávez: Claro, correcto. Mira, eso, Gabriel, perdóname, eso es lo que yo llamo el nuevo socialismo del siglo XXI. El capitalismo es perverso, es la explotación del hombre a través del capital, el dinero y lo que más vale es cuánto dinero tengo yo. Entonces, siembra es un demonio, porque hay gente que es capaz, hablando como el vulgo, hay gente que es capaz de vender a su mamá por tener dinero, no le importa nada, robar, no le importa matar a alguien. No, primero son los valores humanos, los valores sociales, por eso el socialismo e

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incluso el socialismo como lo vemos en China, no tiene por qué erradicar la propiedad privada, no. Siempre y cuando la propiedad privada y los productores privados trabajen en función del interés social.

«Construyamos el socialismo» En 2006, después de ganar las elecciones para el período presidencial 2007-2013, el Presidente Chávez se reunión con los activistas que habían defendido el voto, organizados en los Comando Miranda. Y dijo:

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El pueblo venezolano es al primero que hay que felicitar y es el dueño de la victoria (...) hoy hemos ratificado una vez más que el camino de Venezuela está inscrito en nuestro mapa, el socialismo venezolano, la recuperación plena de la patria, de la grandeza del proyecto de Bolívar, el socialismo indígena, el socialismo bolivariano y también hay que decirlo, el socialismo del cristianismo auténtico, el cristianismo verdadero. Ustedes saben que durante la campaña yo lancé algunos lineamientos, algunos de ellos bueno, el principal: socialismo, vamos rumbo al socialismo, yo jamás he engañado a nadie, yo no ando con cuenticos por aquí escondido, que... ¡No, no, no! Hace 8 años –ustedes recuerdan– lo repetí un millón de veces: vamos a la Asamblea Constituyente y pasamos por la Asamblea Constituyente, y aquí estamos en pleno proceso constituyente porque no se olviden que el proceso constituyente continúa, nunca termina, el poder constituyente es el poder originario del pueblo, es el poder popular. Lo que se manifestó el 3 de diciembre (elecciones) fue nada ni nada menos que el Poder Constituyente revolucionario del pueblo venezolano. El tema más importante es el socialismo. Ahora, el socialismo, yo lo vuelvo a repetir, yo no tengo una cartilla, la cartilla socialista, no, yo los estoy convocando a que construyamos el socialismo, lo construyamos desde abajo, un socialismo endógeno, nuestro modelo socialista. Y de alguna manera hemos comenzado a construirlo, pero apenas, bueno, es que ni siquiera ha nacido, estamos engendrando la Patria que parirá más adelante nuestro modelo socialista, pero vamos haciéndolo, vamos moldeándolo. (...) No deberíamos imaginarnos el socialismo –creo que sería un error– como un Estado o una situación, una Venezuela futura a la que vamos a llegar un día por arte de magia. No, el socialismo es un proceso de todos los días, de construcción diaria, avanzaremos hasta donde podamos, porque el socialismo que soñamos ni siquiera depende solo de las circunstancias nacionales; depende mucho de las circunstancias internacionales. Pero aquí hemos

comenzado, vamos hacia el socialismo, ese es el camino de la salvación de la especie humana. Cuando cayó la Unión Soviética, ¿qué trabajador salió a defenderla? Y se supone que era el régimen o el sistema de los trabajadores y no salieron los trabajadores a defenderla ¿qué cosa tan extraña, no? ¡Porque se elitizó! Se convirtió en un régimen elitesco que no pudo construir el socialismo. Nosotros aquí vamos a construir el socialismo venezolano, el modelo original socialista venezolano”.

«El pueblo es el sucesor» El 7 de octubre de 2012, luego de conocerse su victoria para el período presidencial 2013-2019, Hugo Chávez anunció desde el balcón del pueblo que un nuevo ciclo empezaba el mismo 8 de octubre. En las elecciones, 8,191,132 (55.07%) de venezolanos, habían ratificado el rumbo socialista de la Revolución Bolivariana y 6,591,304 (44.31%) votaron por Henrique Capriles, el candidato respaldado por Estados Unidos. Ese mismo día, después de votar, Chávez conversó con varios periodistas. Uno de ellos, francés, le preguntó si había pensado en un sucesor, y Chávez respondió: «El pueblo es. Es que esto no se trata de hombres en lo individual. Es que mira claro, lo clásico en la política (...) y entiendo los códigos del unipersonalismo en la política, nosotros hemos roto eso aquí, este proceso nuestro no depende ya de Chávez, no, es un colectivo. Entonces yo te diría: sucesor de Chávez el impulso de todo esto más allá de este humilde soldado. Yo lo que soy es un humilde soldado, campesino, traído aquí por un huracán, producto de una implosión que aquí ocurrió (...) y en buena parte de América Latina hace ya más de una década, afortunadamente aquí le dimos cause a una revolución (...) democrática, pacífica. (...) Ahora esto ha venido madurando y ya no se trata de un hombre, de una persona. Ahora, en cuanto a liderazgos individuales mira, aquí está Elías (Jaua), mira la juventud, este muchacho; ahí está Nicolás (Maduro), esta Cilia (Flores). Bueno somos un liderazgo colectivo, ya no depende esto afortunadamente de un hombre». Al final, a una pregunta de una periodista argentina, Chávez cerró así: «El que quiera ver una democracia venga a Venezuela, venga nada más, venga y camine por las calles, venga, ahora mira ese caballero que está ahí. Ignacio Ramonet, escribió hace pocos años un libro que se llama La Dictadura Mediática, entonces el mundo al revés, Galeano, Eduardo Galeano, El Mundo al Revés,

aquí hay dictaduras que son presentadas como democracias y claro Goebbels, la mentira, mentira y mentira repetida un millón de veces hay gente que cree que es verdad y en verdad en este mundo hay gente que cree que yo soy un tirano, que aquí no hay elecciones, que todo esto es una mentira. Pero te repito con todo mi corazón, el que quiera ver una democracia pujante, sólida, madura, abierta y no sólo porque haya elecciones cada seis años, todos los días, una democracia, mira estos barrios, pregunta tú cómo eran antes estos barrios, reprimidos, pobres, miserables, ahora hay un pueblo despierto participando todos los días, tú vas a conseguir comunas, consejos comunales, bancos populares, un pueblo que está recibiendo poder, porque esa es la esencia de la democracia, no es la elección cada seis años o cada cinco años, la esencia democrática es el poder en manos de su dueño, el pueblo. El que quiera ver democracia venga a Venezuela».

El nuevo ciclo de la transición Pocos días después, el 20 de octubre, se llevó a cabo el primer consejo de ministros de este nuevo ciclo, en el cual el comandante hizo un llamado a la crítica y la autocrítica, a multiplicar la eficiencia, fortalecer el poder comunal y desarrollar el Sistema Nacional de Medios Públicos, entre otros temas de la construcción del socialismo. Este documento publicado por la Presidencia de Venezuela, sintetiza sus palabras. Estamos conversando sobre todo el tema económico, revisando papeles, documentos, planes, proyectos, el cierre de ciclo, la apertura del nuevo ciclo ante la victoria bolivariana del pasado 7 de octubre, que abrió el horizonte político, y, además, la victoria popular, la victoria bolivariana, que garantiza la estabilidad del país. Estaba leyendo por ahí que los bonos venezolanos se dispararon. El mundo sabe, Pdvsa aparece ahora como la segunda empresa dentro de las 500 más grandes de América Latina, una de las grandes del mundo, sólida, y Venezuela sigue ocupando el lugar que le corresponde. Y eso es sólo posible y seguirá siendo posible por este rumbo, por estos horizontes, por estos andares, por estos caminos de la construcción del socialismo. Aquí tengo al [libro de] István Mészáros (Más allá del capital) el capítulo XIX, que se llama “El sistema comunal y la ley del valor”. Hay una frase que hace tiempo subrayé, la voy a leer, señores ministros, ministras, vicepresidente, hablando de la economía, del desarrollo económico, hablando del impulso social de

la revolución: “El patrón de medición -dice Mészárosde los logros socialistas es: hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas contribuyen activamente a la constitución y consolidación bien arraigada de un modo sustancialmente democrático, de control social y autogestión general”. Entonces, venimos con el tema de la democracia, el socialismo y su esencia absolutamente democrática, mientras que el capitalismo tiene en su esencia lo antidemocrático, lo excluyente, la imposición del capital y de las élites capitalistas. El socialismo no, el socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico. También lo dice Giordani, en su libro La transición venezolana al socialismo, de nuestro querido ministro y amigo y maestro Jorge Giordani. Cuando habla Jorge ahí de unos factores que son determinantes en la transición: uno de ellos es la transformación de la base económica del país para hacerla esencial y sustancialmente democrática, porque la base económica de un país capitalista no es democrática, es antidemocrática, es excluyente y de allí la generación de riqueza y de grandes riquezas para una minoría, una élite, la gran burguesía, los grandes monopolios, y de allí también la generación de la pobreza y la miseria para las grandes mayorías. El problema es económico, no se puede separar lo social de lo económico, siempre pongo el ejemplo del agua, H2O, hidrógeno y oxígeno, lo económico y lo social. Aquí está el libro: La transición venezolana al socialismo, condiciones que orientan el tránsito, es decir, la transición. Cuando se trata de la revolución o transformación productiva, dice Giordani, en cuanto a la transformación productiva ligada al modelo de acumulación, estaría definida por cinco aspectos: 1. La modificación de la base productiva del país, buscando una mayor democratización del poder económico. 2. El cambio en el rol del Estado, para lograr que el proceso acumulativo se oriente a la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población y a la defensa de la soberanía. 3. La incorporación de mecanismos de autogestión productiva a nivel colectivo. 4. La utilización de una planificación democrática como mecanismo regulador de las relaciones productivas. 5. La ubicación autónoma del país frente a la internacionalización del sistema capitalista. Son elementos que ayudan a orientar el tránsito y de eso estamos hablando hoy, sobre la economía y cómo ahora, con el nuevo ciclo que se abre, debemos ser más eficientes en el tránsito, en la construcción del nuevo modelo político, económico, social, cultural, la revolución.

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Este esfuerzo que hemos hecho y estamos haciendo, que es grande y debe ser mucho más grande, es eso que dice Jorge: modificar la base productiva del país, de manera tal de asegurarnos una democracia económica. Por ejemplo, aquí en la Base Miranda, en La Carlota, ha venido naciendo un polo de desarrollo científico-tecnológico, y esa es una de las líneas estratégicas del tema que estamos hablando, la ciencia y la tecnología, la independencia, todo esto está relacionado. Recordemos los cinco grandes objetivos históricos del Programa de la Patria que ahora vamos a comenzar a aplicar. Se trata de los pasos que hemos venido dando, por eso hablamos del tránsito, transición, etapa. Nada de esto existía en Venezuela y nada de esto existiría en Venezuela si, se impusiera el capitalismo, que nos convertiría de nuevo en la colonia que éramos. Por eso la revolución política es previa a la económica. Siempre tiene que ser así: primero revolución política, liberación política y luego viene la revolución económica. Hay que mantener la liberación política, y de allí la batalla política que es permanente, la batalla cultural, la batalla social.

La democracia socialista

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Estamos tocando puntos claves de este proyecto, que si no los entendemos bien y lo asumimos bien, pudiéramos estar haciendo cosas buenas, pero no exactamente lo necesario para ir dejando atrás de manera progresiva y firme el modelo de explotación capitalista y creando un nuevo modelo: el socialismo venezolano, bolivariano, del siglo XXI. El nuevo ciclo de la transición; la construcción del socialismo, de nuestro modelo. Nosotros debemos territorializar los modelos. Yo me imagino, por ejemplo, un sector de Sarria, la calle real de Sarria, el edificio y la panadería, el Pdval y la Farmapatria son elementos nuevos, como de un injerto. Ahora, compañeros, compañeras, camaradas, si este elemento no formara parte de un plan sistemático, de creación de lo nuevo, como una red, esto sería A y esto sería B, esto sería C, D, E, etc., y una red que vaya como una gigantesca telaraña cubriendo el territorio de lo nuevo, sino fuera así, esto estaría condenado al fracaso; esto sería absorbido por el sistema viejo, se lo traga, es una gigantesca amiba, es un monstruo el capitalismo. Esto lo digo yo no para que nos sintamos acogotados, amilanados; todo lo contrario, es para coger más fuerzas ante la complejidad del desafío. Recordemos la Unión Soviética, lo que el viento se llevó: en la Unión Soviética nunca hubo democracia, no hubo socialismo, eso derivó y los líderes no se dieron cuenta o si se dieron cuenta no pudieron, y el imperio aquel golpeando, la culpa no es sólo de la Unión Soviética, la culpa fue también de todas las agresiones

externas, sabotajes económicos, guerras biológicas, bacteriológicas, bombardeos y explosiones en la industria petrolera soviética y luego las contradicciones, las divisiones, la cultura. Por eso el socialismo en el siglo XXI que aquí resurgió como de entre los muertos es algo novedoso; tiene que ser verdaderamente nuevo, y una de las cosas esencialmente nuevas en nuestro modelo es su carácter democrático, una nueva hegemonía democrática, y eso nos obliga a nosotros no a imponer, sino a convencer, y de allí lo que estábamos hablando, el tema mediático, el tema comunicacional, el tema de los argumentos, el tema de que estas cosas sean, lo que estamos presentando hoy, por ejemplo, que lo perciba el país todo; cómo lograrlo, cómo hacerlo. El cambio cultural. Todo esto tiene que ir impactando en ese nivel cultural que es vital para el proceso revolucionario, para la construcción de la democracia socialista del siglo XXI en Venezuela.

Autocrítica para rectificar

Ahora, la autocrítica; en varias ocasiones he insistido en esto, yo leo y leo, y esto está bien bonito y bien hecho, no tengo duda, pero dónde está la comuna. ¿Acaso la comuna es sólo para el Ministerio de las Comunas? Yo voy a tener que eliminar el Ministerio de las Comunas, lo he pensado varias veces, ¿por qué? Porque mucha gente cree que a ese ministerio es al que le toca las comunas. Eso es un gravísimo error que estamos cometiendo. No lo cometamos más. Revisemos. Firmé un decreto creando algo así como ente superior de las comunas. ¿Dónde está? No ha funcionado. Nicolás (Maduro, recién nombrado vicepresidente ejecutivo), te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: las comunas, el estado social de derecho y de justicia. Hay una Ley de Comunas, de economía comunal. Entonces, ¿cómo vamos a estar nosotros haciendo…? Lo mismo pregunté en Ciudad Caribia: ¿Dónde está la comuna, no la comuna, las comunas? ¿Dónde vamos a crear las comunas, las nuevas? Y allá en Ciudad Belén, seguimos entregando las viviendas, pero las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de la comuna, que es mucho más importante en este momento que la misma comuna: la cultura comunal. ¿Me explico? ¿Será que yo seguiré clamando en el desierto por cosas como éstas? Todos aquí tenemos que ver con esto, todos, desde mi persona, la Presidencia de la República; aquí en torno a Miraflores debería existir ya una comuna. Todos y todas tenemos que ver con eso; es parte del alma de este proyecto. La autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el vacío, o lanzándola como al vacío. Es para

actuar ya, señores ministros, señoras ministras, las comunas, manden a buscar la Ley de las Comunas, léanla, estúdienla. Mucha gente —estoy seguro—, no digo que ustedes, por allá, más allá, ni la han leído, porque creemos que no es con nosotros. La Ley de la Economía Comunal, mucha gente ni la ha leído, porque creemos, que no, lo mío es otra cosa, eso no es conmigo. Si tú preguntas, ¿cuáles son las que llaman comunas en construcción? Estoy seguro de que en la mayoría de esos grandes o medianos o pequeños proyectos que estamos adelantando, desde viviendas, ciudades nuevas, polos de desarrollo científicos, polos de desarrollo agrícolas, como allá en la Planicie de Maracaibo, allá en el municipio Mara, hasta por allá por el estado Sucre, donde está la gran planta procesadora de sardinas que inauguramos hace poco, una planta grandísima, hasta las empresas del vidrio que expropiamos, la Faja del Orinoco, no existen las comunas. ¿Dónde las vamos a buscar, en la Luna? ¿O en Júpiter? Permítanme ser lo más duro que pueda, y que deba, en esta nueva autocrítica sobre este tema, compañeros y compañeras. Rafael Ramírez, por ejemplo, ya debería tener allá en la Faja del Orinoco unas 20 comunas, con Pdvsa, pero Pdvsa cree que eso no es con ellos. El problema es cultural, compañeros. Y digo Pdvsa, con todo el reconocimiento a esa gran industria. Las comunas, una vez incluso mandé a sacar no sé cuántas copias, Carmen Meléndez, quiero sacarle otra vez 30 copias, le voy a regalar una copia, otra vez, a cada ministro y a cada ministra de un librito rojo de los tiempos de Mao Tse Tung sobre las comunas. Parece que nadie lo leyó porque de regreso no recibí ni siquiera una hojita de un comentario sobre el libro. La autocrítica, independencia o nada, comuna o nada, ¿o qué es lo que hacemos aquí? Ahí tiene que estar la Misión Cultura, concentración de fuego, como la artillería.

Las micromisiones, el espíritu de las micromisiones es la concentración de fuego. Díganme ustedes cuántos ministros, ustedes, mis queridos compañeros, se han ido a dormir en un barrio tres días; dígame quién. No puedo dar el ejemplo, cuánto quisiera yo hacerlo, pido perdón, no puedo, pero ustedes sí pudieran irse para allá, pa’l Caño Cuibarro a ver cómo está el proyecto de los indios cuiba y quedarse tres días allá, o sembrarse allí en Sarría, un ministro, el viceministro, estar allí, transitar allí, vivir allí unos días o ir, recoger, casa por casa, que eso no sea sólo para la campaña electoral, esquina por esquina. ¿Ustedes no vieron el bombardeo de papeles que caen en el camión donde yo ando? Ahora los tiran con piedras para que lleguen, o con flecha, la otra vez estaba una flecha con un papel en la punta: “Chávez ayúdame… que no sé qué”. Bueno, la comuna, el poder popular, no es desde Miraflores ni es desde la sede del ministerio tal o cual desde los que vamos a solucionar los problemas. No creamos que porque vamos a inaugurar la fábrica de Cemento Cerro Azul o la fábrica de fábricas en Guanare, o la fábrica de computadoras, o la fábrica de satélites, o la fábrica ésta y aquella ya estamos listos, no; o porque nacionalizamos cementos… Cuidado, si no nos damos cuenta de esto, estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad ante la historia a los que aquí estamos. Véanse las caras, véanse los ojos en el espejo cada vez que vayan al baño o a donde haya un espejo. Yo de primero.

El socialismo no se decreta

Las fábricas construidas con fines capitalistas llevan las marcas indelebles de su “sistema operativo”, la división social jerárquica del trabajo en conjunción con

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la cual fueron construidas. Un sistema productivo que quiere activar la participación plena de los productores asociados, los trabajadores, requiere de una multiplicidad de procesadores “paralelos”, coordinados de la manera adecuada, así como de un correspondiente sistema operativo que sea radicalmente diferente a la alternativa operada de manera central, trátese de la economía dirigida capitalista o de sus bien conocidas variedades poscapitalistas presentadas engañosamente como “planificación”. ¿Cuántas horas le dedicamos al estudio nosotros cada día, a la lectura, a la reflexión? Es necesario que le dediquemos, yo diría que varias horas al día, por encima de todos nuestros compromisos, porque estamos hablando de los elementos vitales de este proyecto. A veces creemos que todo debe controlarse desde Caracas, no. Se trata de crear, como dice Mészáros, un conjunto de sistemas paralelos coordinados y de ahí la regionalización, los distritos motores. Pero no hemos creado ni uno todavía y tenemos la ley, decretamos uno, pero lo decretamos y ya, y dentro de los distritos motores las comunas. A veces podemos caer en la ilusión de que por llamar, yo soy enemigo de que le pongamos a todo “socialista”, estadio socialista, avenida socialista, ¡qué avenida socialista, chico!; ya eso es sospechoso. Por allá alguien le quería poner a una avenida “socialista”, panadería socialista, Miraflores socialista. Eso es sospechoso, porque uno puede pensar que con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo. Eso es como el chiste del chigüire y los indios. Llegó un cura español, eso hace muchos años, en semana santa, recorriendo por allá los campos indios de los llanos y entonces llega a un pueblo indígena y están los indios allí, bailando y tal, ellos tienen sus formas de festejar, sus dioses, sus códigos, su gastronomía; entonces el cura les dice: “ustedes no pueden estar comiendo cochino en semana santa. El jueves santo tienen que comer pescado o chigüire”. Porque había un cochino gordo ahí y él intuyó que lo estaban esperando y entonces les pregunta: “¿¿entendieron?” “Sí, entendimos”. “No pueden comer cochino ni carne de ganado”; entonces, el cura antes de irse los lleva al río a bautizarlos y les pregunta: “¿usted cómo se llama?”. El nombre indio, Caribay. “No, no, qué Caribay, usted se llama Juana. Nombres cristianos hay que ponerle a la gente”. Y ¿usted cómo se llama? Otro nombre indio, Guaicaipuro. “No, qué Guaicaipuro ni qué nada, usted se llama Nicolás”. Se fue y regresó el jueves santo y vio que estaban los indios bailando y asando el cochino: “¿cómo es posible que ustedes se van a comer ese cochino? Yo les dije que no podían comer cochino”. Entonces, le dice el cacique: “no, nosotros solucionamos

el problema. Bueno, ese cochino lo bautizamos y le pusimos Chigüire”. Le cambiaron el nombre, lo llevaron al río y lo metieron en el agua, “cochino, tú te llamas chigüire”, y se comieron el cochino. Así estamos nosotros con el socialismo: “tú te llamas socialismo, chico”, pero sigues siendo en el fondo cochino. Yo hago estos comentarios, producto de reflexiones, algunos estudios y comparando con la realidad.

Injertar el espíritu socialista

(...) Cada planta que nosotros instalemos debería tener el mismo día de la inauguración producción propia, de guayaba, por ejemplo, en este caso; ¿me explico? La planta ya debería tener terrenos que están improductivos y, seguramente, son terrenos nacionales, mil hectáreas de propiedad social que conviva con la pequeña propiedad. Tenemos que asociarnos con los pequeños productores, pero tenemos que injertar la propiedad social, el espíritu socialista, a lo largo de toda la cadena, desde el trabajo de la tierra, donde se produce el mango, la guayaba, la fresa, hasta el sistema de distribución y consumo de los productores que de ahí salen. Todo eso hemos hecho en aras de la transición, pero no debemos perder de vista, compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar. Lo mismo pasa con las viviendas. ¿Dónde están las zonas productivas de Ciudad Caribia? Ya hemos entregado bastantes viviendas ahí, pero la zona industrial no la veo. Y recuerdo haberlo dicho hace años, cuando empezamos ahí, y fuimos, y caminamos: allá está El Junquito, allá está el mar, Dios mío, aquí es bien bueno el frío de la noche para el turismo, hacer unas posadas, que ya deberían estar hechas. Decía Simón Bolívar: “No nos va a llegar lo que queremos por prodigios divinos”. Ya debería haber ahí un sistema de posadas, restaurantes con vista al mar. Hay una montaña mágica que yo la llamo La Muralla, es el Camino de los Indios. ¿Cómo es que dijo Cipriano Castro?: “la huella insolente del extranjero, la huella insolente del español invasor, ¡jamás pudo pasar por esa trocha!”, por ese camino. Creo que hasta restos humanos se consiguieron por ahí, o fueron restos de artesanía indígena, por eso se llama el Camino de los Indios, y el otro: el Camino de los Españoles, pero este era el camino de Guaicaipuro, por ahí no pasaba español alguno, o más bien, por respeto a la España de hoy, debemos decir, imperialista alguno, por ahí no pasó imperialista alguno. Eran los caminos de Guaicaipuro, el camino del cielo, son siete escalones que se ven clarito desde el aire.

Entonces, recuerdo que hablamos: mira esto está bien bueno para la siembra de cítricos. Ahí se dan los cítricos, las flores y hasta una terraza dije que hicieran para la zona industrial. ¿Dónde está la zona industrial? ¿Tú viste la terraza? ¿Dónde están las industrias? No hay. Eso es en Ciudad Caribia. Seré feliz el día que lo vea. Desde el primer día que empezamos a entregar viviendas ahí ha debido comenzar, incluso una vez yo dije, ¿por qué tenemos que esperar a que estén las viviendas, que es un proceso más largo? Estamos haciendo el distribuidor, la vialidad, eso es un esfuerzo ciclópeo, eso de Ciudad Caribia, pero por qué esperar a que termine todo eso, antes de empezar a sembrar los arbolitos, los viveros para los cítricos, para las flores, agricultura urbana, tubérculos. Por ahí cerca está Carayaca, una vez caminamos y llegamos a Carayaca, por ahí uno le llega a la Escuela Naval, por detrás, por la parte del patio, pero que yo sepa, no hay ni una hectárea todavía, ¿verdad? Una vez que no andaba muy apurado me metí por ahí, por la autopista Caracas-La Guaira, entradas, caminos a ambos lados. Métanse por ahí para que vean. Yo me metí y conseguí siembras de tomate, y un hombre manejando una motobomba, le dije: ¿De dónde sacas tú el agua? “De allá abajo de la quebrada, a mano derecha viniendo, una entradita ahí”, y vi siembras de mangos de esos grandotes, injerto, y cría de pollos en un pedacito de tierra, pimentones, etc. Le pregunto al hombre: ¿Y quién es el dueño de esto? “El señor tal”; ¿y cuánto te paga? “Bueno, a veces sí, a veces no”. Explotado, ven, son pequeñas granjas. Inauguramos hace poco la carretera Mamera-El Junquito. Díganme si han visto la primera granja ahí, colectiva. Recuerdo que hace como tres años fui por ahí, y la primera imagen que tuve, qué potencial tan grande, qué territorios tan bonitos, qué colinas tan hermosas, qué clima tan hermoso. Terminamos la carretera y no hay una sola unidad productiva que hayamos creado nosotros. Creemos que la carretera es el objetivo, ¿será el ferrocarril el objetivo?, ¿será la carretera el objetivo? ¿O cambiar toda la relación geográfica-humano socioterritorial y cultural de sus inmediaciones a lo largo de un eje? Este último sí es, pero a veces no lo queremos entender. A veces no: casi nunca lo entendemos.

El objetivo es el pueblo

Tú te acuerdas, Jacqueline (Farías, jefa del Gobierno del Distrito Capital) hace como cien años, tú eras presidenta de Hidrocapital y yo, viendo televisión, vi que estás en la Cota 905 lanzando una tubería de agua, te llamé, no te conocía casi, y te digo: “doctora, ingeniera Jacqueline, ¿cuál es el proyecto de acompañamiento del eje del tubo? ¿es sólo el tubo? Y ese poco de ranchos que están ahí, ¿nadie los ve? ¿es el objetivo

el tubo? ¿es el objetivo el oleoducto? ¿o es un instrumento? ¿es el objetivo la carretera?”, insisto. Una vez veníamos con Carrizales, recuerdo, él era ministro de Transporte e Infraestructura, veníamos de Elorza rumbo a Mantecal en unos helicópteros y yo veo que están trabajando las carreteras. Le dije, vamos a aterrizar ahí, entre Mantecal y Elorza. Le pregunto a los trabajadores: ¿dónde viven ustedes? Mantecal, Elorza. ¿Cuántos tienen casa propia? Casi ninguno. ¿Qué tipo de vivienda ocupan? Un rancho, arrimao. Recuerdo que le dije a Carrizales: oye, qué bueno hubiera sido, o sería –ponme el dibujito aquí otra vez, voy hacer otro dibujito. Fíjate, aquí está Elorza, Mantecal y la carretera, kilómetros, miles y miles de hectáreas cruza esa carretera y resulta que los mismos trabajadores que laboran en la carretera no tenían vivienda. Preguntaba yo a unos ingenieros que estaban ahí: ¿en una hectárea caben cuántas casas? Ponle 10 hectáreas, 800 viviendas, de esas sencillas, que no son edificios ni nada, y entonces, aprovechando el impulso, como se dice, de la maquinaria que va por la carretera, millones de bolívares, técnicos, ingenieros, los mismos trabajadores que no tienen vivienda hubieran hecho aquí una urbanización para los trabajadores que laboraron en la carretera. No es lo mismo esto que terminamos la carretera, cesaron en su trabajo, ¿y qué esperarán esos trabajadores? La mayoría, que se vuelva a dañar la carretera para volver a trabajar sobre la misma carretera y así les pasa la vida, rodeados de tierra por todas partes, y terminan la vida sin vivienda y dejando a sus hijos sin vivienda. Y no sólo vivienda. Yo agarraría este pueblito aquí de diez hectáreas y a lo mejor aquí al lado cien hectáreas más, ganadería, agricultura. Ustedes saben, la carretera vista desde el punto de vista del capitalismo, ¿a quién beneficia más la carretera? Al latifundista que ahora va a sacar más ganado y va a bajar los costos. El pata en el suelo a lo mejor se beneficiará, porque quizás, si tiene bicicleta, una bicha vieja, va a poder andar en bicicleta por la carretera en pedacitos para ir al otro pueblo, o a caminar por la carretera, ese es el beneficio que le trae al pata en el suelo, al explotado; en cambio, al que tiene un hato, una hacienda y unos camiones, le beneficia un millón de veces más que al pata en el suelo. Entonces, con la carretera, desde el punto de vista tradicional, lo que estamos haciendo es ampliar la brecha y no nos damos cuenta muchas veces cuál debe ser entonces la fórmula. Lo que estoy dando es una orden con las reflexiones, para que ustedes ajusten las cosas con los que trabajan y trabajen de verdad en equipo y se comuniquen y trabajemos en equipo y le demos el máximo valor agregado a todo, por más pequeño que sea un proyectico por allá, en un pueblito de Mérida. No, que esta es

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una cría de truchas, ¿y más allá qué hay? Por más pequeño que sea, tenemos que darle este carácter. Creo que en estos años hemos acumulado experiencia, hemos creado entes que no existían. Creo que hemos venido acumulando recursos, inyectando recursos y seguiremos haciéndolo. Creo que tenemos unos nuevos códigos; creo que tenemos una nueva arquitectura legal, jurídica, empezando por la Constitución; tenemos leyes de consejos comunales, leyes de comunas, economía comunal, las leyes de los distritos motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes; nosotros, que somos los primeros responsables de su cumplimiento. Yo espero ver respuestas a estas reflexiones y a esta autocrítica pública que estoy haciendo.

Mayor eficiencia, mejore resultados

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Y usted, mi querido amigo, ministro, ministra, que no quiera, que le guste trabajar solo o sola, usted me dice, yo tengo el poder de hacer lo que manda la ley, y en eso no tengo contemplación. No debo tenerla absolutamente con nadie, porque también hay a veces, celos; yo me he topado con ministros que se ponen celosos, o viceministros. Ustedes están obligados a informármelo, no a quedarse callados. Si algunos de

ustedes ve que se ha venido conformando en algún ente, en algún ministerio, esos cotos cerrados, díganmelo que yo tengo el poder que me da la Constitución, que ninguno de ustedes tiene, yo les mando un misil, ustedes no pueden hacerlo, yo sí, y lo hago con gusto; créanme que lo hago con gusto. Triste es que nos quedemos callados, para que no me llamen piedrero. Aquí no estamos de niños de segundo grado ni de la escuelita primaria, éste es el gobierno revolucionario de Venezuela, ratificado por un pueblo hace dos semanas, pero también muy criticado por un pueblo y con razones, y éstas son algunas de las razones: falta de eficiencia. Por ahí en alguna parte leí, lo he comentado también, pero como ya son varios consejos de ministros, varias etapas, a lo mejor alguno de ustedes no me ha oído decir esto, a lo mejor lo saben ustedes mejor que yo: un equipo que no se comunique o un equipo que se comunique en un nivel muy bajo, no va a dar más. Necesitamos un nivel de interacción, de comunicación, de coordinación, de cruzamiento o cruce de planes, de diagnósticos, de problemas, de acción conjunta. Es como una guerra: ¿qué va a hacer la Infantería sola sin nosotros los tanques? ¿Y qué hacemos los blindados sin la Infantería o la Marina sin el Ejército? ¿Qué hace el macho solo o la hembra sola o la noche sola o el día solo, o la raíz sola o las ramas solas? No somos nada, sin integración en la visión, en el trabajo, en todo esto, difícilmente lo lograríamos. Por eso les pido, a Nicolás ahora que llegó a asumir la Vicepresidencia y a los ministros y ministras que están llegando y a los que se quedan, un esfuerzo más grandecito, un poquito más grande, en este sentido. Voy a poner también de mi parte, mayor relacionamiento en todos los órdenes.

Sistema Nacional de Medios Públicos

Otra crítica, y espero que nadie se sienta mal, no voy a nombrar a nadie, pero en estos días he estado viendo, como siempre, televisión. Veo algunos programas de nuestro canal, el canal de todos los venezolanos y seguimos aferrados a aquello que ya pasó, incluso dándole vocería a quienes casi no tienen nada que decirle al país, poniendo videos, que esta persona dijo tal cosa. ¿Será eso lo más importante en este momento? ¿Y la gestión de gobierno? ¿Por qué no hacer programas con los trabajadores? Donde salga la autocrítica, no le tengamos miedo a la crítica, ni a la autocrítica. Eso nos alimenta, nos hace falta. Me imagino, por ejemplo, a mi querida Vanessa en la fábrica Copelia, hablando con más tiempo, con unos expertos, dedicándole una hora. Me imagino a mi querido Mario allá en la planta Cerro Azul, que sea a las 11 de la noche, qué importa, no importa, entrevistando

trabajadores, oyendo, caminando por la planta, viendo el cemento, mostrándolo. No basta estas cuatro horas aquí, un sábado. Eso tiene que ser un plan sistemático, permanente, continuo, etc. Y no sólo el canal 8, no, todos los canales. Yo veo muy de cuando en cuando Tves, hay buenos documentales, y Vive; pero me da la impresión de que cada uno anda por su lado. No tenemos en verdad, aunque hablamos de ello, un Sistema Nacional de Medios Públicos, no lo tenemos. Ernesto (Villegas, recién nombrado ministro de Comunicación) conviértete tú en el líder de ese sistema. Créalo, vamos a crearlo, que incluya, como sistema al fin, su interconexión con otros sistemas, o subsistemas, medios comunitarios, medios populares de comunicación, el caso de la corneta con el caballo que yo pongo, las televisoras regionales, los periódicos regionales, internacionales, Telesur; cada uno anda por su lado. Esa es la verdad. Estoy seguro que es así, no hay un Sistema Nacional de Medios Públicos, no lo tenemos. Vamos a crearlo; tenemos los instrumentos. Lo que nos falta es más voluntad y, a lo mejor, seguramente, más capacidad. Atrevámonos, hagámoslo. Es necesario.

Profundizar los cambios El lunes 5 de noviembre de 2012, el Presidente Chávez también se refirió a la necesidad de afianzar el rumbo socialista. Pero además, hizo severas críticas a la escasa eficacia de algunos funcionarios. Esta es la transcripción de su intervención final en aquella reunión, transmitida en cadena de radio y televisión. Lo que ocurrió aquí el 7 de octubre va a marcar lo que queda del siglo. Ahora nos corresponde a nosotros, bueno con mayor eficacia, eficiencia, consolidar lo que hemos logrado y profundizar los cambios revolucionarios, es uno de los compromisos que hemos asumido, y yo en lo personal, en este nuevo ciclo que está comenzando. Por eso lo que va a ocurrir el 16 de diciembre, tiene que ser en la misma línea de la gran victoria del 7 de octubre. Más allá de la campaña electoral, esto tiene que ver con el inicio del nuevo ciclo. De allí la importancia del tema de las inspecciones, les prometo un sacudón, un sacudón producto de las inspecciones y he dado instrucciones para establecer mecanismos de reconocimientos especiales a aquellas unidades productivas o entes que salgan mejor calificadas y para tomar otras medidas en caso de que alguna unidad salga reprobada, y además esto nos va a servir para aprender mucho, esto va a ser un proceso dialéctico de aprendizaje, para buscar causas de las fallas, de muchas fallas que hay.

Les voy a poner un ejemplo, esta mañana por ejemplo, se fue muy temprano la almiranta Carmen Teresa Meléndez, le dije: “anda inspeccióname la fábrica de helados Coppelia”, la cual fue inaugurada hace apenas dos semanas. ¿Están produciendo helados en la fábrica? No están produciendo. Y fue inaugurada hace una semana ¿te das cuenta? ¡Comimos helado! No es la primera vez que eso ocurre. Oye no voy a caer en el extremo de Bolívar del Decreto de Guerra a Muerte, pero desde el punto de vista político y moral ¡es algo así! Es algo así porque cada quien tiene que asumir su responsabilidad al respecto. Estoy formando cien equipos cívicos-militares, técnico-políticos, así que no les extrañe que mañana lleguen en un helicóptero a un hato en los llanos y alguien llegue: “bueno, reúname el ganado vamos a contar el ganado ¿dónde está el libro mayor? El libro de ingresos, el libro de egresos, cuánto se está produciendo, vamos a ver esto, vamos a ver lo otro, reúname a los trabajadores, asambleas con los trabajadores ¿dónde está la eficiencia administrativa y eficacia político-administrativa-productiva y la calidad revolucionaria? La calidad socialista”. De todo lo que hemos hecho en estos años me parece que esta es una de las tareas más importantes, vitales para la Revolución, porque pasan cosas como ésta, una fábrica de helados. Yo recuerdo que hice el pase, hicimos el pase y comimos helado ¡hasta Fidel me mandó un mensaje! “Chávez me gustaría probar los helados Coppelia venezolanos” y entonces me llegó por ahí un rumorcito y lo verificó Carmen. Otra de las informaciones que me llegaron dice que la fábrica queda lejos de la vía principal no sé cuál y que los trabajadores no tienen transporte. Ahora, el ministerio encargado, la empresa encargada, los gerentes, tienen que prever todo eso. Ahí estamos hablando de la eficacia, de la eficiencia, también me llegó una información de esa misma fábrica y eso hay que verificarlo ya con más precisión que algún gerente que pasó por allá no sé quién, los trabajadores le reclamaron o le dijeron y él dijo: “¿Y qué me importa a mí el socialismo?”. Hay mucho contrarrevolucionario enquistado que no sólo no hace nada para arreglar los problemas sino que más bien él es parte del problema, el contrarrevolucionario o el corrupto o el que no atiende a los trabajadores, bueno y ¿por qué se va a dañar una máquina y no la van a arreglar? Y si se va a inaugurar una fábrica ¿cómo es que nadie pensó en la materia prima? ¿Tú la vas a inaugurar para un día?

Mano de hierro

Esta mano zurda ¡de hierro! Hay que determinar responsabilidades, yo quiero ver la línea de responsables y las causas por qué no se previó el suministro

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permanente de materia prima. Porque si tú no tienes asegurada la materia prima ¿para qué vas a inaugurar una fábrica? Y entonces comienza el problema a revertirse porque por una parte no producen, se dañó una máquina y están los trabajadores a lo mejor limpiando las máquinas pero no están produciendo pero hay que pagarles un sueldo, entonces viene para acá otra vez, entonces el daño es doble. Por eso, repito, esta mano y este corazón. ¡Mano de hierro!

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Esta es una operación no es una misión; operación eficiencia o nada, eficiencia político administrativa, económica, productiva y calidad revolucionaria. El tema no está en que vamos a inspeccionar sólo para sancionar a alguien no, pero hay que tomar correctivos, porque muchas veces la culpa es de nosotros mismos, de este nivel de gobierno, por falta de planificación, de previsión, de tener la visión estratégica. Yo siempre lo he dicho, yo lo he repetido no sé cuantas veces compañeros, hace poco lo dije, si nosotros inauguramos una fábrica puede ser de la mejor tecnología del mundo y la dejamos como una isla en el mar del capitalismo, esa fábrica va a fracasar, se la traga el mar capitalista, el monstruo, una especie de hiedra de mil cabezas es el capitalismo, y a veces la falla es no provocada, pero a veces es provocada. Les voy a poner un ejemplo: una vez inauguramos una procesadora de leche por allá en una zona fronteriza. Igual, a los poco meses estaba paralizada, no había leche, porque la mayoría de los produc-

tores de leche preferían vender la leche en el país vecino que entregarla a nuestra fábrica procesadora. Entonces nosotros de ingenuos, falta de planificación, falta de visión estratégica creemos que por inaugurar la fábrica ya el trabajo está hecho, ustedes siempre me habrán oído decir, hace poco lo dije, en una fábrica de procesamiento de frutas, yo pregunto “¿cuántas hectáreas de frutas, de naranja o de patilla necesita esa planta para funcionar a 100 por ciento?” Tú me dirás por ejemplo: “bueno necesitamos tener 10 hectáreas de naranja productivas ya, tantas hectáreas”. “¡Ah, bueno! ¿Dónde están esas hectáreas para asegurarnos la materia prima? Porque si no, lo más probable es que la fábrica empiece a cabecear, llegó naranja un día el otro no, se acabaron las naranjas, se paró la planta, o se dañó una pieza y no hay quien la arregle. Entonces un elemento fundamental en este esfuerzo de aprendizaje, en este sacudón por dentro es darle poder a los trabajadores, que puedan, que eso no quede en manos de un gerente que vive en Caracas ¿cómo es eso chico, en qué cabeza puede caber eso vale? Una vez l por allá en los llanos, en un hato que nosotros expropiamos y tal, llamo al gerente, al encargado por teléfono y empiezo hablar con el señor: – ¿Cómo está eso? – No está bien. – ¿Y tú dónde estás? – En San Fernando – ¿Ah? ¿Pero tú vives en San Fernando? – Si yo vivo en San Fernando. – ¿Y cómo tú vas hacer para ir para allá, para ese hato que queda cerca de Mantecal? – No, no, yo voy una vez a la semana. ¡Qué molleja, compadre! Entonces ahí la culpa es de nosotros, ve, la culpa es de nosotros. En otra ocasión una procesadora de maíz, de las iraníes, como que fue en Cojedes, yo llamo, era un llanero, el pobre hombre me decía: “Presidente se mete el agua” y no sé que más y la correa que trae el maíz del silo a la planta se rompió. “Presidente yo estoy espaletao porque además me mandaron unos tipos de una supuesta Misión Sucre que lo menos que son es socialistas, no quieren trabajar porque si no funciona la correa ellos no quieren cargar el maíz a lomo y yo me he metido el maíz a lomo solo, para que esto no se pare, y llego el agua y se mete por aquí”. Y a aquel pobre hombre le digo: “bueno cálmate vale, cálmate tranquilo”. – No es que me da pena con usted, porque yo era feliz– me dijo– yo era feliz Presidente. Yo estaba aquí encargado de la gerencia del INTI en Yaracuy y me llamaron de Caracas antier y me dijeron que me encarga-

ra de esto y ayer fue que yo llegué aquí y usted viene mañana Presidente, no me vaya a fusilar. ¡El hombre estaba cargando maíz a lomo él sólo! Lo llamó alguien y le dijo: “encárgate de eso”, sin instrucción, sin apoyo. Ahí es donde la culpa está en los escalones superiores. Por eso hay que establecer responsabilidades y les prometo mano de hierro, de ministros para abajo. Aquí cada quien póngase sus alpargatas que lo que viene es joropo y no joropito ese valseado, no, ¡seis por derecho! Nosotros no podemos cruzarnos de brazos y permitir que esto siga ocurriendo, no, no, para nada, solucionar los problemas. En muchos casos y todos, hay que mirar incluso el esquema administrativo de funcionamiento.

Dar el ejemplo

Ahí es donde tú tienes un papel Carmen, cada recurso que yo apruebe seguimiento… y además así como tienen las alarmas, los relojes o las computadores, si pasó un tiempo determinado y no ha habido esto y esto ¡tam! Se tiene que prender una alarma, como pasa con un carro cuando se le va acabar la gasolina. Así tiene que ser, sino es la nada. Hoy comenzó la operación, inspecciones por aquí por allá imprevistas y un puesto de comando en tiempo real. Yo lo dije en la campaña, lo prometí, y nosotros vamos a cumplirlo y pido apoyo de todo el pueblo, de los trabajadores y bueno y por supuesto de gobernadores, alcaldes y de todo mi equipo de ministros y de cada uno de los que con ustedes trabaja, viceministros, gerentes, etc., eficacia, eficiencia política, administrativa, productiva y calidad revolucionaria, consigna sagrada de este nuevo gobierno que está comenzando. Esto es la autocrítica dura. Yo pido excusas al pueblo de Cumanacoa. Fuimos muy eficientes en la atención de la emergencia, inmediata, pero luego yo pedí informe, mandé para allá varios ministros y tal y tal y me trajeron, que para vivienda falta tanto, aprobado, creo que fueron 100 millones; para la carretera falta tanto, para el acueducto tanto y le aprobé los recursos, para enfrentar la emergencia. Nada de eso se ha invertido, ¡ni un centavo! ¿Te das cuenta de la gravedad de eso? Entonces a mi me da dolor y vergüenza. Ahora ¡el dinero está allí, por el amor de Dios! Yo quiero establecer igual responsabilidades en esto. Hoy me dieron un primer informe, pero bueno aquí tenemos que mandar hacer informes, entrevistas, ven acá siéntese allí sea quien sea, explíqueme y hágalo por escrito. Eso fue en

julio, ¿verdad? Finales de julio, agosto, septiembre, octubre y ya estamos en noviembre. ¿Qué dirá el pueblo de Cumanacoa? “Chávez nos engañó. Prometió esto y prometió lo otro”. Yo cumplí, yo terminando fisioterapia con un dolor por aquí, un dolor por allá, recorrimos todo aquello, amanecimos por allá, recogimos novedades, mandamos para allá una gente, mandamos aviones, helicópteros, agua, comida y novedades pues y luego aprobé los recursos. Ahora, ¿qué más? ¿quieren que yo me vaya hacer las casas también o hacer los acueductos también? Yo asumo mis culpas, pero cada quien que asuma las propias y repito, a los que trabajan conmigo les ofrezco mi corazón y esta mano de hierro. Desde tú Nicolás para abajo, no tengo más opciones. Me han traído a esta situación. Mientras yo tenga vida, salud, cuenten con que en esta etapa voy a ser sumamente duro con mi propia gente, más duro de lo que he sido nunca antes jamás aquí y creo que en toda mi vida. Ustedes saben los que me conocieron allá en la escuela militar o por allá en los batallones, saben quién fue el teniente Chávez, el capitán Chávez, nunca fui el comandante permisivo que quería estar en la buena con todo el mundo, no, no. Responsable, asuma su responsabilidad y cuando es la mía aquí estoy aunque me fusilen dando el ejemplo. Uno tiene que dar el ejemplo de asumir su propia responsabilidad pero exigirle a los demás que asuma cada quien la suya, con todo el rigor y yo creo tener moral para exigirlo a todos y a todas y voy hacer uso de esa potestad o más bien, como decía, de esa autocrítica. Pónganse pues las alpargatas que lo que viene es joropo, esto va a dirigido hacía mis propias filas, hacia mi propio gobierno, ministerios, entes descentralizados, unidades productivas, proyectos, programas, obras, etc., para ello Nicolás 100 equipos de inspección y más si hacen falta, inspección en tiempo real, novedades en tiempo real y te repito Nicolás, yo quiero más prontico que tarde estar tomando las primera decisiones, siempre en positivo será, porque si es que tengo que cambiar a alguien, destituir a alguien, ordenar un juicio o una investigación, bueno tengo que hacerlo, tenemos que hacerlo, pero todo será en positivo, es para corregir los entuertos. Ahora hay elementos fundamentales del modo, del modelo que, repito, que hay que tomar en cuenta y en algunos casos o en muchos casos insertarlo porque no están, no están en la situación actual, el poder popular, consejos de inspección, la elaboración de los planes, el seguimiento de los planes desde abajo.

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Su legado

ALBA, parto histórico

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e todos los aportes del Presidente Hugo Chávez a la humanidad, quizás la obra de mayor calado estratégico ha sido la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestramérica (ALBA), oficialmente creada el 14 de diciembre La propuesta del ALBA la formuló por primera vez el Presidente Chávez, en la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la isla venezolana Margarita, el 11 y 12 diciembre de 2001. En esa oportunidad, Chávez dijo:

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“Ese modelo neoliberal no puede ser la base ni el marco para nuestros modelos de integración. No puede ser, es imposible que nosotros pongamos por delante para integrarnos, a la economía. No es la economía la que nos va a integrar y menos nuestras economías llenas de debilidades, de vulnerabilidades. No. Creo que se impone de nuevo lo que pudiéramos llamar la revancha de la política, que la política vuelva a la carga y que tome la vanguardia de los procesos de integración. Y es la idea de Bolívar. Y es la idea original de muchos otros hombres y mujeres de nuestro Continente, de nuestro Caribe, pero tal cual lo planteaba Simón Bolívar en la Carta de Jamaica, 1815. (...) Bolívar dice allí: ‘Sueño como ningún otro ver formado un solo cuerpo político en esta parte del mundo’ y esa fue consigna hasta el último día de su vida, porque ocho años más tarde, ya no desde el Caribe vibrante sino desde la Cordillera del Alto Perú, convocaba al Congreso Anfictiónico de Panamá, y decía: ‘Vamos a convocarnos a una Liga, a una unión de naciones’. Un pacto político es lo que

se impone hoy como era lo que se imponía entonces, y una integración integral, a lo bolivariano. El ALCA, por ejemplo, ¿es ese el camino? No. “Queremos un modelo que nos integre de verdad. No un modelo que nos desintegre, que integre a unos a expensas de la desintegración de otros, ese no puede ser el camino, por tanto con mucha modestia y humildad proponemos desde Venezuela, a los caribeños y a los latinoamericanos que vayamos pensando de una buena vez en otra alternativa porque esa creemos que no es posible. Y es cuando se nos ha ocurrido lanzar una propuesta, que pudiera llamarse el ALBA, casi ALCA pero con B, Alternativa Bolivariana para las Américas. Un nuevo concepto de integración que no es nada nuevo, se trata de retraer o de traer nuevamente un sueño que creemos posible, se trata de otro camino, se trata de una búsqueda, porque ciertamente la integración para nosotros es vital: o nos unimos o nos hundimos. Escojamos pues las alternativas”. El 14 de diciembre de 2004 se realiza en La Habana la Primera Cumbre. Chávez y el Presidente de Cuba, Fidel Castro, firman la creación del ALBA y su Acuerdo de Aplicación. En el texto de la histórica Declaración Conjunta se señala: «Coincidimos en que la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), propuesta por el Presidente Hugo Chávez Frías traza los principios rectores de la verdadera integración latinoamericana y caribeña, basada en la justicia, y nos comprometemos a luchar conjuntamente para hacerla realidad. Afirmamos que el principio cardinal que debe guiar el ALBA es la solidaridad más amplia entre los pueblos de la América Latina y el Caribe, que se sustenta en el pensamiento de Bolívar, Martí, Sucre, O´Higgins, San Martín, Hidalgo, Petion, Morazán, Sandino y tantos otros próceres, sin nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restrictivas que nieguen el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina, según la soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras. En tal sentido, coincidimos plenamente en que el ALBA no se hará realidad con criterios mercantilistas ni intereses egoístas de ganancia empresarial o beneficio nacional en perjuicio de otros pueblos. Sólo una amplia visión latinoamericanista, que reconozca la imposibilidad de que nuestros países se desarrollen y sean verdaderamente independientes de forma aislada, será capaz de lograr lo que Bolívar llamó “…ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”, y

que Martí concibiera como la “América Nuestra”, para diferenciarla de la otra América, expansionista y de apetitos imperiales. Expresamos asimismo que el ALBA tiene por objetivo la transformación de las sociedades latinoamericanas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias y que, por ello, está concebida como un proceso integral que asegure la eliminación de las desigualdades sociales y fomente la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos en la conformación de su propio destino». Años más tarde, Chávez afirmó que “es imprescindible para nosotros en Venezulea lograr la unidad latinoamericana caribeña. (...) No habrá independencia en Venezuela si no hay integración de estos países y de estos pueblos de Suramérica y del Caribe”. En otra oportunidad, Chávez decía que “del Río Bravo hasta la Patagonia decimos, la tierra del sueño posible, esta América, nuestra América… llegó la hora de la segunda Independencia, necesitamos a hombres y mujeres unidos. Llegó la hora de la segunda Independencia de los pueblos de la América”… “la Patria es la América, toda la América Latina Caribeña, esa es nuestra patria verdadera, la Patria Grande”. En 2010, en México, Chávez habló del petróleo venezolano: “hace un mes salió un informe de un instituto del gobierno de Obama, Instituto de Geología de Estados Unidos, reconociendo la verdad: ahí hay petróleo en Venezuela para más de cien años. Ahora, ese petróleo nosotros queremos compartirlo con todos, con Estados Unidos, pero con todos los demás países de América Latina y del Caribe que no tienen recurso energético para asegurar su desarrollo social, su desarrollo económico. Nosotros queremos contribuir como estamos haciendo en Suramérica, avanzando hacia la creación de un Banco del Sur”. El ALBA está concebido como un espacio de unidad solidaria y, como se lee en el Documento Político de la V Cumbre: “en la perspectiva histórica de poder realizar los sueños de nuestros Libertadores, de construcción de la Patria Grande Latinoamericana y Caribeña”. Desde 2004 fueron sucediéndose las reuniones de Jefes de Estado: en Cuba, la II (28 de abril de 2005) y la III (29 de abril de 2006), en la cual se incorpora Bolivia con el presidente Evo Morales, quien suscribe su adhesión al ALBA y propone el Tratado de Comercio de los Pueblos, que fue firmado en esa ocasión. La IV Cumbre (11 de enero de 2007), se realiza en la ciudad de Managua, incorporándose Nicaragua, con su Presidente Daniel Ortega. En la V Cumbre, se aprueba la Declaración Política, en la cual define que el ALBA “se sustenta en los principios de solidaridad, cooperación genuina y complementariedad entre nuestros países, en el aprovechamiento racional y en función del bienestar de nuestros pueblos, de

sus recursos naturales –incluido su potencial energético–, en la formación integral e intensiva del capital humano que requiere nuestro desarrollo y en la atención a las necesidades y aspiraciones de nuestros hombres y mujeres”. “El ALBA, en tanto que alianza política estratégica tiene el propósito histórico fundamental de unir las capacidades y fortalezas de los países que la integran, en la perspectiva de producir las transformaciones estructurales y el sistema de relaciones necesarias para alcanzar el desarrollo integral requerido para la continuidad de nuestra existencia como naciones soberanas y justas”. La VI Cumbre, se realiza en Caracas (24 al 26 de enero de 2008). La Mancomunidad de Dominica, con su Primer Ministro, Roosevelt Skerrit, se incorpora al ALBA. En esta misma cumbre, se instala el Consejo de Movimientos Sociales del ALBA y se pone en funcionamiento el Banco del ALBA. A partir de la VII Cumbre Extraordinaria del ALBA (24 de junio de 2009), en Maracay, se cambia el nombre de Alternativa por el de Alianza y se incorporaron Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda. Hasta 2013, el ALBA integra ocho naciones que agrupan a más de 71 millones de latinocaribeños y más de dos millones y medio de kilómetros cuadrados. En 2010, se realiza la IX Cumbre del ALBA en Caracas. Este es una síntesis del discurso del Presidente Chávez:

Asumimos el socialismo sin complejos

Hoy, tenía que ser así, 19 de Abril de 2010, 200 años del inicio así en firme, porque el 19 de Abril fue, lo sabemos, producto de una jornada de resistencia y de rebeliones de siglos y así fue como nuestros pueblos arribaron a aquel Jueves Santo, día de rebelión cívico militar que derrocó al gobierno español y dio los primeros pasos, y un año después estaba naciendo la primera República y la primera Constitución en la historia de nuestra América. ¡Viva el 19 de Abril! Bueno, damos la bienvenida a la IX Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana. ¡Que viva la Alianza Bolivariana! Ustedes saben que cuando recibimos acá a compañeros como el Primer Ministro Baldwin Spencer, el Primer Ministro Gonsalves, estamos recibiendo a los pueblos del Caribe anglófono, que estaban, para nosotros como que no existían, como que no aparecían ni en el mapa y están aquí mismo en nuestro lado, por eso nos da mucho gusto y especialmente porque allí viven nuestros hermanos, hermanos descendientes como somos de la madre África, el África negra que se vino con nosotros a hacer esta historia y por eso nos da mucho gusto tenerlos con nosotros en el ALBA. Bolivia, la hija predilecta de Bolívar, Evo Morales y toda la carga ancestral que él porta, la carga de batalla,

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de lucha por la dignidad, por la liberación de nuestros pueblos aborígenes, por la liberación de nuestros pueblos, por la igualdad, por el socialismo. Vean ustedes por dónde va el ALBA y lo que significa este encuentro y este día de hoy aquí en Caracas. Y de la tierra centroamericana los hijos de Sandino, tierra maya, tierra de lucha, de volcanes, de batalla, bienvenidos todos, delegaciones de países observadores del ALBA, compañeros, compañeras. Es muy importante, muy significativa esta Cumbre Extraordinaria. Raúl hacía una reflexión, para esa reunión tan importante, la Cumbre de Movimientos Sociales, Cumbre de la Tierra, se celebra el Día de la Tierra. Salvemos el planeta. Si queremos salvar el planeta, como decíamos en Copenhague, tomando de las calles un grito de la juventud y los luchadores sociales: si queremos salvar el planeta no sólo hay que cambiar el clima, hay que cambiar el sistema.

Espacio político y económico

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El ALBA es un espacio que tenemos que cuidarlo, vean lo que nos pasó en Honduras. Rafael, el Presidente Correa, nos señalaba al imperialismo y todo lo que nos dejó. Raúl, el bloqueo. El ALBA tiene que seguir exigiendo con mucha firmeza el cese del bloqueo criminal al pueblo cubano, ¿hasta cuándo Obama, vas a mantener ese bloqueo criminal? La liberación de los Cinco Héroes cubanos secuestrados por el imperio yanqui, prisioneros en Estados Unidos. El ALBA tiene que exigir respeto cada día con la voz más fuerte, porque nos asiste la razón. El ALBA seguirá siempre amenazada. (...). El ALBA está comenzando apenas, no podemos dudar, no podemos retardar decisiones. Le hablo también a los señores ministros. ¡La burocracia! Cancilleres, con todo mi respeto. ¡Ministros de Economía! A veces los técnicos agarran y destrozan las decisiones políticas. El ALBA es política en primer lugar. Lo demás se subordina a la gran política. Nosotros hemos resuelto, hemos decidido y está escrito, incluso en el documento que hoy vamos a firmar está señalado de nuevo. El ALBA es un espacio político, geopolítico y económico. Y hemos acordado crear una moneda y hemos resuelto darle el nombre de Sucre. Un sistema único de compensación regional. Imagínate Rafael el día que nosotros emitamos sucres. ¿No somos soberanos, pues? Venezuela tiene ahí para ¿cómo se llama? respaldar una emisión de sucres nada más ni nada menos que la reserva de petróleo más grande del mundo, por ejemplo. Una reserva de oro gigantesca. Venezuela hasta hace 11 años era un país sub–imperialista. Es decir, Estados Unidos utilizó a Venezuela como base para dominar a los países caribeños, para preparar incluso conspiraciones, golpes de Estado como aquel que de aquí se preparó contra Forbes Burnham en Guyana. A nosotros, yo era teniente, subteniente, y nos

hablaban de invadir a Guyana. Eran los yanquis. Como estaba el Gobierno amigo de Cuba, Forbes Burnham entonces decían que era una amenaza, que era la amenaza soviética, nos dibujaban unos mapas con la hoz y el martillo y bueno, que si Centroamérica, ustedes por allá, Guyana por aquí. Grenada. Mira cómo invadieron a Grenada. Aquí en Venezuela se ayudó a planificar la invasión a Grenada que nos queda ahí mismo. Cuando a Venezuela le vendieron los yanquis los F–16 esos que ahí están volando con un gran esfuerzo porque los yanquis ahora violando contratos no nos venden los repuestos, era contra Cuba. Nos vendieron los aviones bien caros por cierto, preparando la invasión a Cuba. Y a cualquier otro país. Haití, Grenada, Guyana... nosotros somos los hijos de Bolívar, estamos obligados por herencia, por sangre, por deuda además histórica a ser modestamente generosos con los generosos pueblos de nuestra América. No es que andemos, a mí me dicen de todo aquí estos burgueses, que yo ando con una chequera comprando gobiernos, repartiendo plata. Aquí, sólo para darles un ejemplo, los que aquí regalaban el dinero venezolano, regalaban el petróleo, eran ellos precisamente. A las empresas yanquis en la Faja del Orinoco les cobraban 1% de regalía. Economistas, oídme. 1% de regalía. Nosotros ahora cobramos lo que hay que cobrar, lo que dice la Ley, 33%. La diferencia, a precio de hoy, de 70 dólares el barril, la producción en la Faja que está por 600 mil barriles diarios de crudo en la Faja del Orinoco, la diferencia sería hoy, si nos pagaran 1%, estaríamos cobrándole a las empresas tradicionales menos de 200 millones de dólares al año. ¡Menos de 200 millones de dólares! Y hoy están pagando realmente más de 3.000 millones de dólares, casi 4.000. Vean la diferencia. Era un regalo. Y así esta burguesía apátrida regaló a Venezuela. Éramos una colonia yanqui. Eso se acabó y ahora nosotros somos libres para tener mecanismos de cooperación con los generosos pueblos del Caribe, de nuestra América, del ALBA, de la Alianza Bolivariana.

Socialismo liberará a los pueblos

Allá en Ecuador hace poco estábamos inaugurando una fábrica de un sistema de distribución de aceites y lubricantes. Vean ustedes este detallito, lo que el ALBA puede y debe hacer ¿De dónde llevamos la base lubricante? De Venezuela. Las bases que salen de la refinería. Allá se mezclan en una empresa que una transnacional la abandonó, PDVSA autorizada por el Gobierno de Ecuador compró aquella empresa por unos 2 millones de dólares creo, y ahora la reactivamos y estamos haciendo la mezcla y además enlatando, envasando el aceite para el motor de vehículos, para las lanchas también, motores, etc. Estamos llegando a 10% del mercado pero con un potencial de llegar hasta el 50% y vendiéndolo creo

que 20% más barato, 30% más barato, que el mismo lubricante que venden las transnacionales. Es el capitalismo lo que mata a nuestros pueblos. Por la vía del socialismo liberaremos a nuestros pueblos. Esa es una empresa socialista. De propiedad social, pues. La propiedad social de los medios de producción. Informamos lo siguiente, el documento se ha firmado todos lo hemos firmado, es un documento que hay que leerlo insisto, no lo vamos a leer hoy, pero sólo algunos trazos. Se informa: “Convocamos –esto es una frase del documento– a la Cumbre ALBA–TCP con autoridades indígenas y afrodescendientes que se llevará a cabo los días 3 y 4 de Junio de 2010 en la ciudad de Otabalo, Provincia de Imbabura, República del Ecuador. Por otra parte, en el documento al mismo tiempo se asume lo siguiente: “Reeditando en cada espacio de la vida social la victoria popular de Ayacucho, llamada por El Libertador “Cumbre de la Gloria Americana”, el ALBA tendrá como guía fundamental que cada una de sus acciones contribuya a sellar el final definitivo del dominio colonial, consolidando la independencia y la soberanía. Pero el Ayacucho del Siglo XXI será la victoria del socialismo, única garantía de auténtica independencia y soberanía con justicia para el pueblo”. Aquí asumimos el socialismo sin complejos de ningún tipo en cada país con sus particularidades. Bolívar ya muriendo casi, era el año 1830, veinte años habían pasado después del 19 de Abril, veinte años de guerra intensa incluso a muerte como sabemos, dura guerra, generaciones enteras se fueron al sacrificio y Bolívar viendo que se hundía el sueño, se resquebrajaba la patria, y buscó la mil maneras, activó todas las iniciativas que pudo para tratar de salvar la unidad, porque él estaba muy claro, la patria o la uníamos grande o no habría ninguna posibilidad de tenerla. Hoy eso sigue siendo así, creo que con más fuerza que antes. Pero él convoca el último Congreso de la Gran Colombia y lo instala en enero de 1830 y en un discurso memorable, duro, autocrítico, descarnado, le dice a los diputados clamándole por la salvación de la unidad y le dice a los pueblos de la Gran Colombia una frase terminando el discurso, dice lo siguiente casi textual lo voy a decir: “Conciudadanos me ruborizo al decirlo, la independencia es el único bien que hemos logrado a costa de todos los demás después de veinte años de revolución”. Pero ahora viene la visión del optimista, el optimista sin remedio que fue Bolívar a pesar de todo: “pero ese único bien, la independencia será la puerta abierta que nos permitirá en lo adelante recuperar u obtener todos

los demás bienes para nuestro pueblo”. Claro que al poco tiempo se iba del Gobierno y al poco tiempo moría y esa independencia, el único bien que obtuvieron a costa de todo lo demás, también se perdió, se cerraron las puertas. Han pasado 200 años, hace 200 años el Capitán General que encarnaba 300 años de coloniaje estaba preso en Caracas y al día siguiente soldados pardos y negros sobre todo lo llevaron preso a La Guaira, lo embarcaron y lo echaron del país y el pueblo venezolano con una juventud ardiente ya de patria –entre ellos el joven Simón Bolívar y muchos otros– comenzaron a forjar esta República. Hoy, a pesar de nuestras miserias, después de 200 años del neocolonialismo que nos cayó encima como producto del fracaso del proyecto unitario de la Gran Patria que llevó adelante Bolívar, Sucre, Miranda y tantas otras y tantos otros, San Martín; hoy a pesar de nuestras miserias, pobreza, atrasos, subdesarrollos, sin embargo, pudiéramos decir lo mismo después de 200 años, pero sin embargo, nosotros afortunados somos Correa, Rafael no creo que tengamos que ruborizarnos al decirlo, después de 200 años de lucha por la independencia, la independencia bien estimable ha sido recuperada al menos por quienes aquí estamos representando los pueblos de la Alianza Bolivariana, hemos recuperado la independencia, somos independientes, no podemos perderla más nunca, si la perdiéramos se cerrarían las puertas de nuevo y sobre todo lo decimos a ustedes juventud heroica de Venezuela y de Cuba, de Nicaragua, Bolivia y de Ecuador y de Antigua y Barbuda, de San Vicente y de Dominica: luchen sin descanso, sigan forjándose la conciencia, la organización popular, la batalla; nosotros echaremos el resto ustedes lo saben ¿Para qué? Para que esa puerta que hemos vuelto a abrir y voy a parafrasear al grande Salvador Allende “nos permita abrir las anchas alamedas por donde transitarán libres para siempre nuestros pueblos en lo adelante, la Patria grande y perpetua”.

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Su Legado

La tumba del ALCA Pocos anticipaban lo que ocurriría el 5 de noviembre de 2005 en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, la ciudad balneario de Argentina. Y cuando ocurrió, todos sabían quién había sido el artífice: Hugo Chávez Frías.

L

a agenda había sido definida muchos meses antes y en pleno reinado neoliberal, el emperador George W. Bush había decidido que la cumbre debía culminar con la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), para que las multinacionales estadounidenses pudiesen hace una colosal feria con los derechos y las riquezas de los latinoamericanos. Solo que Hugo Chávez se les cruzó en el camino. El presidente de Venezuela logró sumar el respaldo firme y sereno del anfitrión de la cumbre, el mandatario argentino Néstor Kirchner, y entre ambos, impidieron que se consumara la voluntad imperial.

algo que no tenía previsto”, le dijo George W. Bush a Néstor Kirchner a manera de despedida. Lo que había sucedido era que Estados Unidos no pudo imponer una mención de reapertura del ALCA en el documento final de la IV Cumbre de las Américas que cerró ayer en Mar del Plata. Luego de horas de nerviosas negociaciones entre los presidentes, no hubo consenso y salió una declaración que en verdad son dos: incluye una mención a favor de la reapertura del ALCA presentada por Panamá y apadrinada por Estados Unidos, y otra del Mercosur y Venezuela, en la que destacan las asimetrías existentes entre las economías del continente que dificultan la puesta en marcha de un área de libre comercio. “La cumbre funcionó muy bien. El Mercosur y Venezuela han obtenido una acción muy importante que han tenido que reconocer las naciones más importantes”, evaluó Kirchner. Desde la primera reunión de negociadores por esta cumbre, Estados Unidos y sus aliados volvieron a la carga por imponer una reapertura del ALCA. Pasaron las rondas de negociadores a los cancilleres, de los cancilleres a los presidentes y la presión continuó, pero sin el resultado buscado. Kirchner calificó lo de ayer como “histórico”. La noche anterior al inicio de la cumbre oficial, hubo la contra–cumbre, organizada por los movimientos sociales argentinos y suramericanos. Chávez fue el principal orador. El presidente venezolano habló acompañado de los cantautores Silvio Rodríguez, cubano, y del uruguayo Daniel Viglietti; del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, del líder boliviano Evo Morales (antes de ser electo Presidente), de la representante indígena ecuatoriana Blanca y de hasta el héroe nacional argentino Diego Armando Maradona. En su discurso, Chávez proclamó a Mar del Plata, como la tumba del ALBA. Y así fue.

Los pueblos entierran al ALCA

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En las crónicas posteriores, el diario argentino Página/12 reseñó que “las Cumbres de las Américas nacieron al compás del ALCA y ya en su primera edición, en 1994, hubo un acuerdo para lanzar el área de libre comercio en enero de 1995. Pero dadas las mentadas “asimetrías”, “una de las palabras más escuchadas ayer de boca de los funcionarios argentinos”, el tratado promovido por Estados Unidos fue ganando cada vez más enemigos hasta quedar paralizada los últimos 20 meses. Según el diario, al concluir la cumbre, Bush estaba desconcertado. “Estoy un poco sorprendido. Acá pasó

Un abrazo bolivariano, sanmartiniano, guevarista, peronista, guevarista, evista ¡que viva Eva Perón! Pero cómo hay gente aquí, miren ustedes. ¡Arriba esas banderas! Un abrazo al pueblo argentino. Esas banderas argentinas, cubanas, venezolanas, paraguayas, bolivianas, brasileñas, esas banderas de la América unida y grande. (...) Saludo a Diego Armando Maradona, el Pibe de Oro. Ven acá, hijo, ven acá. Dile algo a este pueblo Diego: “que los quiero mucho. Gracias por estar. La Argentina es digna. Echemos a Bush”. ¡Viva Diego Maradona! Estuve viendo la entrevista que le hizo Diego Armando hace unos días a Fidel. Tremenda entrevista. (...) Debo

decirles una cosa. Entrando al estadio ya hace una hora aproximadamente, –eran como las 12 y tanto– (...) una camarada cubana se me acerca y me pasa un teléfono. Y bueno, ¿con quién voy a hablar yo? Hable, hable... Era Fidel. Fidel está desde que amaneció en una silla que yo le regalé, viendo, porque desde aquí estamos transmitiendo en vivo y en directo entre otros por TELESUR, al mundo entero está saliendo este acto histórico aquí en Mar del Plata. Fidel me dijo primero que estaba muy emocionado viendo el acto, la marcha que ustedes hicieron desde esta madrugada. El Tren del ALBA, Maradona se vino en el Tren, el viejo tren aquél, El Plateado, se vino Maradona, venía de maquinista Diego Armando Maradona, venía directo con el Tren del ALBA. Bueno, Fidel estaba viendo el tren. Y, bueno, unos comentarios, me encargó que les saludara y que aunque él físicamente no está aquí, está aquí con nosotros. ¿Y saben ustedes además saben cuál fue la despedida? Como yo venía entrando le digo: después te llamo, porque él se guinda en el teléfono y habla tres horas por teléfono. Entonces le digo, mira, yo te llamo más tarde. Y le digo como siempre, ¡Hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte, Venceremos! ¿Y ustedes saben cómo se despidió Fidel? Se los voy a decir, porque le oí la voz muy emocionada y además, como un trueno se despidió, la voz le sonó como un trueno que cruzó el Caribe, cruzó el Orinoco, cruzó el Amazonas, cruzó el Río de la Plata y llegó aquí. Y me dijo: Chávez, ¡viva el Che, carajo! ¡Viva el Che Guevara! Bien, hemos venido aquí hoy a muchas cosas y entre tantas, hoy cada uno de nosotros trajo una pala, una pala de enterrador, porque aquí en Mar del Plata está la tumba del ALCA. Vamos a decirlo, ¡ALCA... ALCA... AL... carajo! ¿Quién enterró al ALCA? Los pueblos de América enterramos al ALCA, hoy, aquí en Mar del Plata.

Los pueblos indígenas

(...) Quiero saludar también a un eminente compañero, luchador indígena también, Evo Morales está con nosotros, aquí en la Cumbre de los Pueblos. Evo, ven acá, un abrazo hermano. Dile algo a esa gente: “Muchas gracias Comandante, un saludo revolucionario a todo el pueblo antinorteamericano, antiimperialista. Suerte, que sigan esa gran lucha para liberar a Latinoamérica. Muchas gracias”. Gracias amigo, ese aplauso de los pueblos para este gran luchador social, revolucionario, que representa, así como Blanca Changoso (de Ecuador), ellos y ellas representan la estirpe más profunda de nuestros pueblos. Nuestra raza aborigen, Tupac Amaru, Tecún Uman, Guaicaipuro, Atahualpa... ¡Que vivan los indios de América! (...) Antier salió una publicación, según la cual el Pentágono está haciendo planes militares para agredir a Venezuela lo cual es absolutamente cierto, porque el imperio norteamericano, en su desesperación, no olvidemos

lo que decía Mao Tse Tung, que en lo estratégico, en lo estratégico, el imperialismo termina siendo tigre de papel. Tigre de papel. Por eso no hay que temerle al imperialismo. Los pueblos del mundo unidos estamos en capacidad de derrotar a mil imperios, como ha ocurrido muchas veces a lo largo de la Historia. Pero el imperialismo, en su desespero, pretende, como ha pretendido desde hace ya varios años, detener la revolución bolivariana, como pretendió durante mucho tiempo, casi medio siglo, detener la Revolución Cubana. Así como fracasó el imperialismo norteamericano en su intento de detener la Revolución Cubana, igual fracasará en su intento de detener la Revolución Bolivariana en Venezuela. Pero me preguntaba este periodista sobre el tema, y además yo sé que es absolutamente cierto, los planes militares para agredir en Venezuela, están en plena preparación. Ahora, qué le respondía yo al periodista? Le respondía con una gran verdad. Si al imperialismo norteamericano en su desespero se le ocurriera invadir a Venezuela, comenzaría en estas tierras la guerra de los Cien Años. La guerra de los Cien Años. (...) Ahora fíjense, además de enterrar aquí el ALCA, (...) siempre he dicho, en primer lugar a los venezolanos, ahora me atrevo a decirlo más allá de Venezuela,:a nosotros los hombres, las mujeres de este tiempo de comienzos del siglo XXI nos toca una doble tarea histórica. Tenemos que ser los enterradores, no sólo del ALCA, que fue vieja propuesta. Antier se llamó de una manera: Iniciativa para las Américas, la llamaron por allá por 1990, pero ya en el siglo XVIII naciendo aquella gran república, aquel gran Estado que luego se convirtió en imperio, nació con las garras del águila imperial, lamentablemente. Desde el inicio, desde hace 200 años, pues. Tomas Jefersson, uno de los creadores de aquel Estado norteamericano lo dijo. Lanzó el plan imperialista Thomas Jefersson, dijo

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que los EE UU tenían como destino tragarse, así mismo lo dijo, con esa misma expresión, tragarse una a una las nacientes repúblicas, antes colonias españolas. Desde entonces viene el plan anexionista, colonialista, de los Estados Unidos. Así que nosotros no sólo debemos ser enterradores del ALCA, sino enterradores y en mucha mayor dimensión, complejidad y profundidad, del modelo capitalista neoliberal que desde Washington arremete contra nuestros pueblos desde hace tanto tiempo.

La batalla del ALCA sin duda que la hemos ganado, pero cuidado, eso es sólo una batalla de tantas batallas pendientes que nos quedan para toda la vida. Ahora decía que tenemos una doble tarea: enterrar el ALCA y el modelo económico imperialista, capitalista, por una parte. Pero por la otra a nosotros nos toca, compañeros y compañeras, ser los parteros del nuevo tiempo. Los parteros de la nueva historia, los parteros de la nueva integración, los parteros del ALBA. La Alternativa Bolivariana para las Américas, para los pueblos de América. Una verdadera integración liberadora, para la libertad, para la igualdad, para la justicia y para la paz.

Parir el socialismo

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Solos nosotros no podemos hacerlo y además enterrar al capitalismo para parir el socialismo del siglo XXI, un nuevo proyecto histórico socialista que ahora a los pueblos de la América nos toca a nosotros. Yo estoy seguro queel vientre de la América ha engendrado el nuevo proyecto histórico del socialismo del siglo XXI. Ahora pues, pujemos nosotros, para parirlo, para darle vida, para perfilarlo. Rosa Luxemburgo lanzó aquella expresión “Socialismo o barbarie”. Hoy se hace más dramática la expresión y hay que repetirla ¡Socialismo o muerte! ¡Socialismo o barbarie! Y permítanme, compañeros,

compañeras, hermanos y hermanas, reflexionar sobre este punto lo siguiente: la construcción del socialismo es para nosotros razón de vida, impulso ideológico, político, pero hay que decir que ni siquiera eso se queda allí, no se trata sólo ya hoy, de un impulso político, moral, ético, ideológico. Se trata mucho más que eso, de salvar la vida en este planeta. Porque el modelo capitalista, el modelo desarrollista, el modelo consumista que desde el Norte han impuesto al mundo, está acabando con el planeta tierra, y que se sepa no tenemos ningún planeta así cercano para que emigremos hacia allá. (...) Yo cristiano como soy, siempre he dicho que el primer capitalista de nuestra era, fue Judas Iscariote, que vendió a Cristo por unas monedas. Y el primer gran socialista, también de nuestra era, se llamó Jesús, el redentor, el nazareno, crucificado que vino a anunciar el reino de la igualdad, el reino de la justicia y de la paz. Pero no es mentira, no es ninguna exageración de un grupo de científicos enloquecidos. No. Está a la vista, se están deshelando los polos. (...) Sólo la conciencia y la acción de los pueblos salvarán la vida en el planeta. Yo sí estoy seguro que salvaremos la vida para las futuras generaciones, y que tendremos un mundo mejor muy distinto, estoy seguro que lo lograremos, pero nos toca a nosotros la batalla. (...) Así que se trata de salvar la vida en el planeta. Yo decía que estaba leyendo a Noam Chomsky, ese buen escritor. Yo recomiendo leer todo lo que les venga a la mano de Noam Chomsky. Léanlo, léanlo. No duerman, no importa. Los pocos ratos libres que uno pueda tener, leer, leer y leer, pensar, pensar y pensar, escribir, escribir y escribir. Chomsky, uno de sus más recientes libros “Hegemonía o Supervivencia”, lo ha planteado muy claramente. Es el mismo tema: Socialismo o barbarie. Es el mismo planteamiento, sólo que Chomsky precisa, enfoca el problema de este momento histórico del mundo. O la hegemonía norteamericana o la supervivencia del planeta. Una de dos. Escojamos los rumbos del mundo cuál es el destino para nuestros descendientes, porque siempre digo también que ya no se trata de nosotros. Ya nosotros mal que bien, hemos vivido. Pero ahí están nuestros hijos, ahí están nuestros nietos, y los que no han nacido y los que siguen naciendo. Se trata de ellos. Hegemonía o supervivencia, dice Noam Chomsky. Y me llama la atención viendo el índice en el libro, uno de los primeros capítulos o temas que él toca allí. Me llamó la atención y me fui directo allí. A ver qué es lo que dice Chomsky, porque es una idea que llama la atención de inmediato. Porque él dice: las dos superpotencias mundiales que hoy existen, uno tiene la idea de que hay una sola superpotencia ¿verdad?, así que la idea como que descoloca a cualquiera. Pero me voy directo a ver qué es lo que plantea Chomsky y lo dice: hay dos superpotencias mundiales hoy en el planeta. Una, amenaza con

destruir al mundo, esa es la superpotencia estadounidense. La otra superpotencia está naciendo, pero no es la Unión Soviética, no es ningún territorio, dice él, ningún país, ningún grupo de países. No. Esa otra superpotencia, dice Chomsky, que se está levantando, puede salvar al mundo. La opinión pública de los pueblos, valga la redundancia. La opinión de los pueblos del mundo. La opinión pública mundial, movilizada, consciente, le toca la hora a los pueblos de la tierra, salvar la vida en el planeta y salvar la vida de las futuras generaciones. Nos tocó a nosotros derrotar al imperialismo. Todos los imperios allá en mi pueblo, yo nací ustedes saben, en el sur de Venezuela, en un campo. Yo soy campesino, de nacimiento y crianza, y por allá hay un dicho que dice: a cada cochino le llega su sábado...¿aquí también? Somos iguales de campesinos todos.

Dos proyectos

Bueno, a cada imperio le llega su sábado también, a cada imperio le llega su sábado. Y yo no digo que estemos ya en sábado, pero pudiéramos estar de jueves para viernes, vamos rumbo al sábado. Vamos a proponernos como meta de nuestra vida, y cuando nos toque irnos de aquí, antes de que nosotros nos vayamos de aquí como generaciones. Aquí estamos juntos varias generaciones, La generación, hay algunos por ahí de los 40, de los 50, de los 60, de los 70, de los 80. Y hasta ahí. (...) Ahora, decía hace un rato que la pala y el parto. El entierro y el nacimiento. Allí hay que detenerse a pensar y a trabajar mucho. Y a actuar en consecuencia, digamos que reduciendo ya el campo de visión y dejando la visión del mundo por un momento y la expresión de Chomsky de Hegemonía o supervivencia, y enfoquémonos pues, en nuestra América. Y en los pueblos de nuestra América. Fíjense que hoy aquí en Mar del Plata, además de lo que he dicho y lo que se ha dicho, han venido a confrontarse dos viejos proyectos. (...) Dos proyectos que desde allá, desde la punta más al norte de América, hasta la punta más al Sur del Continente, desde hace unos 200 años, vienen confrontándose dos proyectos. Pudiéramos sintetizarlo, así como en el Norte nos lanzaron Jefersson, Madisson, Monroe, igual aquí en el Sur ellos lanzaron su proyecto imperialista, anexionista y aquí en el Sur, nuestro proyecto fue lanzado desde entonces por hombres como Miranda, San Martín, Artigas, O’Higgins, Sucre, Bolívar, Manuela Sáenz, hombres y mujeres de esta tierra lanzaron un proyecto hace 200 años. (...) Miranda estuvo después recorriendo el mundo y pasó por Moscú en tiempos de Catalina la Grande, y llegó a ser coronel de Rusia. Y a los pocos años aparece en París y tomó armas a favor de la Revolución Francesa y llegó a ser Mariscal de Francia Revolucionaria, amigo de Napoleón Bonaparte. Un día Napoleón Bonaparte, hablando de Francisco de Miranda dijo: es un Quijote sin locura.

(...) Bueno, pero Miranda a los 60 años después de haber sido comandante de Tropas en la Independencia de los Estados Unidos, después de haber sido Mariscal de la Francia Revolucionaria, después de haber estado en Cuba, y de allí apoyó la Independencia de los Estados Unidos, con muchos cubanos que se fueron allá. (...) Después Miranda se vino hace 200 años, era 1806, en tres barcos y una pequeña tripulación y una imprenta y tocó territorio de los Estados Unidos, y tocó Haití, que era libre entonces, el primer territorio libre del Caribe y de América, la República Negra y Libre de Haití. Desde aquí enviamos al pueblo de Haití nuestra solidaridad de hermanos y de compañeros. Pueblo haitiano, pueblo heroico, pueblo mártir. Bueno y Miranda al final fue el generalísimo de la primera República Venezolana y firmante de nuestra primera Constitución de 1811 y fue el que ideó esa bandera amarilla, azul y roja, que hoy flamea en tres repúblicas suramericanas: Venezuela, Colombia y Ecuador. Y fue el ideólogo de la Unión del Sur. Uno de los primeros. Tenía un periódico en Londres llamado El Colombiano, que circulaba en español, en inglés y en portugués. Por la casa de Miranda en Londres, pasaron casi todos los jóvenes que empezaron a incorporarse a las filas revolucionarias, uno de ellos Bernardo O’Higgins. Bueno, pero lo que quiero referirme es que hace 200 años nació aquí un proyecto que recorrió este continente. La unión de Suramérica, la Unión del Caribe, la Unión de las Repúblicas, antes españolas. Ese proyecto chocó con el proyecto del Norte, el proyecto de la Patria Grande, el abrazo de Bolívar y San Martín, allá en Guayaquil, allí se unieron en una sola idea y en un solo proyecto, pero fíjense ustedes cómo terminaron todos aquellos hombres y mujeres, los que llevaron la idea más allá del horizonte, los que se fueron a la guerra de liberación desde el Caribe hasta el Río de la Plata. Los que cruzaron los Andes una y varias veces, como San Martín los cruzó, como Bolívar los cruzó, ¿cómo terminaron aquellos hombres? San Martín, muerto en el exilio; O’Higgins, muerto en el exilio; Artigas, muerto en el exilio; Bolívar, asesinado y casi solitario en Santa Marta; Sucre, asesinado en Berruecos; Manuela Sáenz, expulsada de la Nueva Granada y de Venezuela, murió anciana por ahí, en un pequeño pueblo del Perú; Abreu de Lima, el gran brasileño bolivariano, igual murió solitario en Pernambuco. El proyecto era crear Repúblicas de iguales y de libres. Repúblicas en libertad y en igualdad. El proyecto era eliminar la esclavitud. Eliminar la miseria. Eliminar la pobreza, la explotación. Todos ellos fueron verdaderos revolucionarios. El proyecto era además, crear la Unión o Liga de Repúblicas de la América Meridional. En esa dirección apuntó Bolívar, cuando convocó al Congreso de Panamá, en 1824. (...) Era la propuesta de Bolívar para unir, para lograr lo que él decía, un gran cuerpo político. Un gran

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cuerpo político en el Sur y entiéndase que para nosotros el Sur es un concepto no sólo geográfico, sino político, ideológico. Porque en una ocasión yo hablaba del Sur y algunos mexicanos me decían: Chávez, ¿y nosotros? Sí, los mexicanos para nosotros son del Sur. Esto es un concepto político. Y esa es una de las grandes tareas que tenemos hoy nosotros. Recuperar la conciencia del Sur como dice Mario Benedetti, “El Sur también existe”. Nosotros somos el Sur de la tierra, nuestro camino es el Sur.

El daño del neoliberalismo

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En fin, desde allá viene la confrontación del proyecto imperialista de Norteamérica, y el proyecto liberador de nosotros los del Sur, los del Caribe. Y hoy ha recrudecido la confrontación, ¿quién puede negarlo? En 1990, después de la caída soviética y el muro de Berlín, el imperialismo norteamericano arremete, sale a la ofensiva quiere cobrar, se sienten victoriosos, decretaron ellos el fin de la Historia, el fin de las ideologías. (...) Luego lanzaron en ese año 1990 la Iniciativa para las Américas,. Iniciativa para las Américas, era presidente de los Estados Unidos, mister father, mister Bush Father, era presidente de los Estados Unidos. El lanzó la llamada Iniciativa para las Américas, que bastante daño le hizo a la América Latina y al Caribe. Porque inmediatamente las élites de nuestros países, casi sin excepción, por supuesto que siempre –como un tigre de acero– hemos tenido allí a la Cuba revolucionaria que nunca se rindió, que nunca se doblegó y que por eso la admiramos tanto y la queremos tanto, a su pueblo, a su liderazgo, a su líder y a su presidente. Desde aquí vamos a mandarle una bulla a Fidel Castro. ¡Viva Fidel! ¡Viva el Che! El Che Guevara vive en estas tierras, en todos ustedes, en todos nosotros. ¡Cuánto daño le hizo a América Latina aquella Iniciativa para las Américas, el neoliberalismo, el consenso de Washington, y así conocido paquete de medidas del Fondo Monetario Internacional! Y en este continente, casi todos los gobiernos se arrodillaron, hay que decirlo así, indignamente se arrodillaron las élites de estos pueblos, o mejor dicho, de estos pueblos no, de estas Repúblicas, se arrodillaron ante el imperio. Y fue así como una oleada macabra comenzaron o comenzó la orgía privatizadora en estas tierras. Y muchas, muchísimas empresas de los Estados. Ustedes saben que a mí no me gusta meterme con nadie. Pero el que se mete conmigo yo me meto con él. Hay una copla, allá en las sabanas de mi tierra –que también es de ustedes– que dice así: Yo soy como el espinito –una mata que tiene muchas espinas– Yo soy como el espinito/ que en la sabana florea/ le doy aroma al que pasa/ y espino al que me menea. (...) Bueno uno de los países precisamente que sufrió más en hasta los huesos, y eso nos duele mucho decirlo, de aquella Iniciativa para las Américas, de aquella orgía

privatizadora, fue precisamente la gran nación Argentina, que fue entregada a la elite argentina, que entregó esta República, pero hoy Argentina se levantó de nuevo y levanta la bandera de la libertad. Todos nuestros pueblos sufrieron de aquella Iniciativa para las Américas, aquel Consenso El Consenso de Washington. En Venezuela comenzó temprano la resistencia contra el Consenso de Washington. Porque apenas están preparando los papeles de la propuesta del Consenso de Washington, apenas estaban preparando los documentos entreguistas al Fondo Monetario Internacional, cuando el 27 de febrero de 1894, explotó Venezuela y el pueblo venezolano se fue a la rebelión contra el proyecto imperialista y el paquete neoliberal del Fondo Monetario Internacional. En Venezuela comenzó temprano la resistencia, pero luego los pueblos se han vendo levantando uno tras otro. Y por cierto que yo les recomiendo a mis colegas, les recomiendo a todos, que no se acerquen mucho a míster Bush. Eso es pavoso, yo que se los digo, es pavoso. Por ahí le preguntaron esta mañana a mi Canciller Alí Rodríguez, que si yo tenía alguna entrevista, alguna reunión con míster Bush, y entonces él respondió: bueno, hasta ahora no nos ha pedido ninguna entrevista el señor Bush, ojalá que no la pida.

Imprescindible unir al Sur

(...) Estos proyectos del anexionista del Norte y el proyecto de liberación del Sur hoy vuelven a estar confrontados, como siempre. Es una nueva hora es un nuevo momento el que estamos viviendo. Hace 200 años los padres libertadores no pudieron, ellos no pudieron hacerlo. Y Bolívar recogió en una frase profunda, en una frase dramática, aquella realidad dolorosa, cuando dijo: He arado en el mar. De qué sirvió esta independencia, decía Bolívar, muriéndose ya. Ellos no pudieron. No pudieron cuajar las Repúblicas que querían eliminando las desigualdades, los privilegios, creando Repúblicas de iguales y de libres. Y luego, al mismo tiempo uniéndolas en la Liga de Repúblicas, para equilibrar con el Norte, con el Este y con el Oeste. Así lo planeaba Bolívar, él decía cuando convocó al Congreso de Panamá en 1824, y el Congreso se reunió en el año 26 en Panamá, pero murió al nacer. El decía que era necesario, era imprescindible conformar la Unión del Sur, una Liga de Repúblicas, en lo político, en lo económico, en lo social y en lo militar, para luego ir en condiciones de igualdad y de dignidad, a negociar sobre la paz la economía y la guerra, con el Norte, con el Este y con el Oeste. Esa estrategia, la estrategia de Bolívar, que era la misma de todos ellos, esa estrategia sólo que quizá Bolívar logró llevarla más lejos, logró clavar una pica allá en Flandes, logró orientar la brújula mejor. Unir el Sur es imprescindible para poder negociar en condiciones de igualdad y de dignidad con el Norte. Y con el resto el

mundo. Eso hoy tiene más vigencia que ayer. Hoy es más angustiantemente necesario que ayer. Nunca antes esto fue tan vital, esta idea estratégica. Por eso es que hace 5 años hubo la III Cumbre de las Américas en Québec, allá en Canadá. Y como Cuba, no participa en estas cumbres de presidentes, porque parece que democráticamente consultaron con alguien y en democracia se decidió que Cuba no participara... Creo que fue así. Claro que Cuba participa, porque Cuba está en nuestra palabra, en nuestra voz y en nuestra moral. Cuba anda con nosotros. Hace 5 años, allá en Canadá, el gobierno de los Estados Unidos logró que se aprobara, casi por unanimidad, lamentablemente, la propuesta del ALCA, un área de libre comercio para las Américas. Y Venezuela fue el único país que en solitario levantó esta misma mano para decir NO. Para decirle no a aquella propuesta, pero todos los demás gobiernos aprobaron la propuesta y fíjense lo que ha ocurrido. Allá en Canadá se aprobó un artículo, un párrafo de la Declaración que siempre se saca, donde se dice que las negociaciones para un área de libre comercio de las Américas deberán estar concluidas el primero de enero del 2005. Y además, el acuerdo o convenio deberá estar activado a más tardar el 31 de diciembre de 2005. Amaneció el primero de enero de 2005 y el ALCA ¿dónde está? Ya viene el 31 de diciembre de 2005 y el ALCA ¿dónde está?. Al ALCA, repito, la derrotamos los pueblos de este Continente y al ALCA hoy, le tocó su entierro aquí en Mar del Plata, hoy enterramos al ALCA en Mar del Plata. Se queda enterrado y bien hondo.

Capitalismo: próximo entierro

El ALCA sin embargo, está muerta, pero eso no quiere decir que el capitalismo esté muerto. Insisto en esa idea. El próximo que vamos a enterrar es el capitalismo. Ese es el próximo. Para eso habrá que luchar mucho más duro. Simón Bolívar ofrecía una fórmula. Si queremos patria, entonces, constancia y más constancia, paciencia y más paciencia, trabajo y más trabajo. Unidad, unidad y unidad. Y más unidad para tener patria, para lograr nuestros sueños, para hacer posible la utopía para lograr la salvación d e nuestros pueblos, unidad, unidad, unidad. Nosotros desde Venezuela, hace varios años comenzamos a hacer una propuesta que primero sonaba por allí tímidamente, solitaria. Y luego ha venido tomando fuerza y suena como los tambores que ustedes tienen por allí. Suena como las cornetas de mil caballerías, porque no se trata sólo de decirle no al ALCA, se trata de plantear y construir la propuesta alternativa, el camino alternativo. Y es allí donde surgió nuestra idea, nuestra propuesta. El ALBA. La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América. Es nuestro proyecto, es el proyecto de 200 años. Es el proyecto de San Martín, de Artigas, de

O’Higgins, de Miranda, de Bolívar, del Che, de Perón, de Evita. Es nuestro proyecto. El ALBA debo decirles que en diciembre pasado estuve por Cuba. Y allá Fidel y yo firmamos la República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela hemos firmado un acuerdo. El ALBA. Y estamos avanzando. Venezuela y Cuba hemos avanzado con paso firme, con mucha voluntad política, con mucha participación popular, necesaria la participación popular. Con mucha voluntad social. Con un gran esfuerzo en lo económico. Hemos dado pasos firmes en la construcción del ALBA. En lo político, repito, en lo social, en lo económico, en lo tecnológico. Y créanme que Fidel Castro, que no cree en Dios, por supuesto lo sabemos, yo sí creo en Dios. Fidel es ateo, pero Fidel Castro ¿saben qué nombre le puso a una misión cubana–venezolana? Misión Milagro, porque en verdad me dijo un día por teléfono: Chávez, esto parece un milagro. La última expresión que le oí fue: Dios ayuda a Chávez y a sus amigos. Creo que fue cuando hubo un huracán directo hacia La Habana. Y yo estaba llamándole. Iba a pasar sobre La Habana Y el huracán faltando muy poco, se desvió. Y entonces le llamo ¿qué pasó con el huracán? –No chico, se desvió. Tú tienes razón. Porque yo le dije, bueno estoy pidiéndole a Dios, Fidel, estoy pidiéndole a Dios y entonces dice: tú como que tienes razón, Dios ayuda a Chávez y a sus amigos. ¡Le pasó rozando el huracán! Y una noche yo le dije: Mira Fidel, vamos a hablar de Cristo y me dijo: vamos, vamos a hablar. Y al final, después de varias horas me dijo: Chávez, soy cristiano, pero en lo social. Bueno, somos cristianos en lo social: la igualdad, la libertad, eso es socialismo, Cristo, lo repito fue, para mí, el primer gran socialista de nuestra era. La

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libertad, la igualdad, la moral socialista, de la que tanto habló el Che Guevara, de la que tanto ha hablado Fidel y tantos otros, ustedes, muchos de ustedes, durante algunos, durante muchos años. Ahora, la Alternativa Bolivariana para la América y para los pueblos de la América, debe ser construida desde abajo, con la participación de los trabajadores, la clase obrera, los indígenas, los campesinos, los agricultores, los estudiantes, las mujeres, los afrodescendientes, los profesionales, los artistas, los cantores, los poetas Todos tenemos nuestra tarea pero la Alternativa Bolivariana para los pueblos de la América, no será construida desde las elites, es desde abajo, desde nuestras propias raíces, con nuestro sudor, con nuestro barro, como decía José Martí. José Martí lo decía: hay que ser radicales, porque tenemos que ir a nuestras propias raíces. Radicales. Esa palabra la han satanizado: no, este es un radical. Y la han asimilado como el loco. No, no, radical no es loco. Yo soy un radical. Radical, vamos a ser radicales en nuestros principios, bien enraizados. De ahí viene la palabra, de la raíz, radicalmente revolucionario, radicalmente humanista, radicalmente patriotas de la Patria Grande, radicalmente comprometidos con la vida y con los pueblos. Cada día más radicales.

ALBA, la alternativa

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El ALBA se construye desde las raíces por ejemplo, fíjense una cosa, para ir detallando algunos elementos configurativos del ALBA. Les hablaba de Cuba y Venezuela, gracias al ALBA, Cuba y Venezuela hemos hecho una alianza estratégica donde el dinero no tiene para nosotros sino la importancia necesaria. No es la ganancia, el ALCA lo que saca es consolidar el poder económico de las grandes transnacionales y de las élites que han dominado estos países durante mucho tiempo. Ese es el ALCA. El ALBA busca la liberación de los pueblos, la redistribución del ingreso, de nuestros pueblos, la igualdad, el cambio del modelo económico y productivo, la inclusión social. Que no haya excluidos. Vean como la pobreza ha venido creciendo en América Latina gracias principalmente al modelo capitalista y al Consenso de Washington. Hace 20 años había en América Latina 200 millones de pobres. Hoy hay 222 millones de pobres, según las últimas cifras de la CEPAL. Hace 20 años había 50 millones de indigentes en América La-

tina. Hoy hay 100 millones de indigentes en América Latina. Hoy se mueren 27 niños por cada mil nacidos vivos, por enfermedades que serían curables. En América Latina, cada día hay más hambre, más miseria, gracias al modelo capitalista neoliberal que ha azotado a estos pueblos sin clemencia y cada día los ricos son más ricos. Cada día las élites se han enriquecido más gracias al modelo neoliberal–capitalista. El ALBA les decía, gracias al acuerdo estratégico Cuba– Venezuela, por ejemplo, los venezolanos hemos podido derrotar un mal de siglos. El analfabetismo. En menos de dos años, entre Cuba y Venezuela, acabamos con el analfabetismo en Venezuela, gracias al apoyo de la Cuba revolucionaria, gracias a la Alternativa Bolivariana que también es Martiana, para nuestros pueblos. En menos de dos años aprendieron a leer y escribir y vaya cómo aprendieron, con calidad, millón y medio de venezolanos. Y ahora continuamos, todos van rumbo al 6º grado. En Venezuela, hombres de 90 años, mujeres de 85 años, han aprendido a leer y escribir. Y Venezuela ha sido declarada hace una semana territorio libre de analfabetismo, por la UNESCO. Con el método, cubano Yo Sí Puedo. Ese es el ALBA. En América Latina, y esa es una de las propuestas que yo llevo a la Cumbre de Mar del Plata, a la Cumbre de los presidentes, que nos dejemos de andar de cumbre en cumbre y de estar dando discursos y más discursos, y papeles y más papeles, y que nos vayamos directo a luchar contra el analfabetismo, ¡carajo! Que lo podemos derrotar en pocos años. En Amèrica Latina tenemos hoy cerca de 40 millones de analfabetas, Y si hablamos del analfabetismo funcional. Son casi 200 millones de analfabetas funcionales. ¿Cómo puede alguien pensar que con esa carga tan terrible, con ese peso tan grande, que nuestros pueblos cargan hace siglos, producto de la esclavitud de la explotación, la dominación, cómo es posible que alguien piense que mientras no derrotemos el analfabetismo podemos salir adelante? No, no podremos, no podremos. Y esa es una tarea prioritaria. Incluso yo estaba recordando algo, volando de Caracas hacia acá. Leyendo algunos papeles. Hace 44 años, fíjense ustedes esto, hace 44 años hubo una Cumbre muy cerca de aquí, en Punta del Este, allí en El Uruguay. Y allí a esa conferencia vinieron todos los gobiernos del Continente incluyendo el de Cuba, y el representante cubano a esa conferencia, fue por cierto, un argentino que también fue cubano, y es latinoamericano, ustedes saben, el Che Guevara. Vino a Punta del Este al frente de la delegación cubana. En esa reunión habrá que recordar que el gobierno de los estados Unidos de la época, el presidente de los Estados Unidos en aquel entonces, era John Fitzgerald Kennedy, y a pesar de que yo no soy kenedista ni mucho menos, entre otras cosas en ese gobierno ocurrió la inva-

sión de Bahía de Cochinos, con todo y eso, sin embargo, dijo Cristo un día, “a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César”, John Kennedy parece que comprendió parte de la realidad mundial de aquella hora. Y lo dijo en un discurso ante el Congreso de los EEU. Dijo Kennedy hay una revolución en el Sur. Y la causa de esa revolución es el hambre, es la pobreza, no es el comunismo. Tal cual lo dijo Kennedy.

Kennedy contra Cuba

Y entonces fue cuando propuso además, –la propuesta llevaba por supuesto la carga política de frenar el avance de la Revolución Cubana y de las revoluciones en estas tierras– en Punta del Este, la Alianza para el Progreso. Dijo Kennedy que a los planes militares de la contrainsurgencia había que acompañarlos con un plan de Reforma Agraria y le propuso Kennedy a los presidentes de América Latina que llevaran adelante un plan de Reforma Agraria. A Venezuela, incluso fue, con Rómulo Betancourt, y entregaron títulos de tierra. Hace poco yo conseguí por allá al Sur de Caracas, unos hombres ya con una juventud acumulada de unos 80 años casi, que me dijeron: Chávez, yo lo recuerdo, aquí mismo, debajo de esa mata se paró Kennedy. Y nos entregó unos papeles, con Betancourt. Kennedy propuso una reforma agraria, entrega de tierra a los campesinos. Kennedy propuso reformas fiscales, cobrar impuestos a los más ricos para redistribuir los ingresos. Kennedy dijo, con una claridad impresionante, desde su punto de vista por supuesto, dijo: los que le cierran el camino a la revolución pacífica, le abren al mismo tiempo el camino a la revolución violenta. Y llamó a los gobiernos a hacer una revolución pacífica. Claro, desde su punto de vista, repito. Ahora, lo concreto y lo cierto es que en Punta del Este hace 44 años y dos meses y unos días, vino el gobierno de los Estados Unidos a proponer la Alianza para el Progreso y se aprobó en aquella reunión, con excepción de la Cuba Revolucionaria que tenía sus razones y tenía sus principios. Y el gobierno de Kennedy propuso 20 mil millones de dólares para, no para prestarlos, no. Para aportarlos al desarrollo, a la lucha contra el hambre y la pobreza. Yo hoy voy a adelantar esto, porque lo voy a decir allá, pero aquí entre nosotros, en secreto, lo voy a decir, Fíjense, Venezuela que es un país subdesarrollado, pobre, con una carga muy pesada, con una herencia muy pesada de pobreza, de desigualdad, todavía. Sin embargo, dado especialmente el incremento de los precios del petróleo, además de que ya dentro del ALBA hemos creado Petrocaribe, Venezuela le está vendiendo petróleo a 14 países del Caribe descontándoles 40% del precio del barril. Y eso nos lo pagan a 25 años, con 1% de intereses y con 3 años de gracia. El que le aplique a esto cálculo matemático podrá concluir que este mecanismo no incluye ese

financiamiento, lleva una carga de donación de cerca del 70%, porque es un plazo de 25 años a 1% de interés. Y además, ellos nos pueden pagar con bienes y servicios, con bienes y servicios, no en dinero necesariamente. Esto es par ayudar a los más pequeños a los más débiles que nosotros. A los hermanos que tienen más dificultades. Pero no sólo en el Caribe. Aquí en Argentina hemos establecido un convenio de cooperación ambos gobiernos, a través del cual Venezuela le proporciona cerca de 8 millones de barriles de full–oil a la Argentina, y ustedes nos están pagando, no con dinero sino con vaquillonas preñadas, por ejemplo. O con equipos médicos para luchar contra el cáncer. (...). Hoy vengo a plantear, así como Kennedy propuso y se aprobó, los mismos países que estamos aquí reunidos hoy, hace 44 años se aprobó la Alianza para el Progreso, yo propongo que hagamos ahora una alianza contra el hambre. Y Venezuela propone la Alianza para el Progreso fue un plan de 10 años. Era el 61 hasta el 71. Nosotros vamos a proponer allá que hagamos una alianza contra el hambre, sería como AL, contra el hambre, CHA, ALCHA. Que hagamos un ALCHA, una alianza contra el hambre y bueno, para Venezuela modestamente, eso sería un plan como aquel 2005–2015, diez años. Para que en diez años derrotemos el hambre en estas tierras. 220 millones de pobres tenemos en América Latina y 100 millones de indigentes. Es una situación horrorosa que golpea como bofetada tremenda, el rostro de las mujeres y los hombres de estas tierras. Son nuestros hermanos muriéndose de hambre, mientras otros viven en el lujo y en el derroche. Venezuela ofrece de sus propios recursos, el pueblo venezolano, para una alianza como la que estoy figurándome, para los próximos diez años 2005–2015, diez mil millones de dólares. Que es lo mismo que ofrecían los Estados Unidos para la Alianza para el Progreso Diez mil millones de dólares. Y estoy seguro no le he preguntado a Fidel Castro, pero no me hace falta preguntárselo. Estoy seguro que en esa Alianza contra el Hambre, y la lucha contra el analfabetismo, y los planes de Salud... los planes de Salud, como Barrio Adentro, que con 20 mil médicos cubanos junto con miles de médicos y enfermeros venezolanos están dispersos por todo el país hoy ofreciéndole atención preventiva, curativa y educativa de salud, a 17 millones de seres humanos que estaban excluidos. Y eso incluye medicamentos totalmente gratuitos. Estoy seguro que contaremos para ese plan con Fidel Castro y el pueblo cubano. Estoy absolutamente seguro. Este es el ALBA, ese es el ALBA. Pongamos por delante lo social. Seamos profundamente humanistas. Pongamos por delante el dolor de nuestra gente, para fortalecer la cohesión social. Ese es el ALBA. El ALBA también es, por ejemplo, lo que hicimos en Caracas hace dos semanas, el primer encuentro internacional

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de trabajadores de empresas recuperadas, trabajadores de aquí de Argentina, de Brasil, de Uruguay, de Paraguay, de Haití, de Colombia, de Venezuela de más de 10 países, líderes sindicales centrales sindicales. Y hemos firmado ya decenas de convenios de cooperación. Para ponerles un ejemplo, una empresa uruguaya que trabaja con el cuero, pero no tienen quien les dé crédito, no tienen para comprar materia prima. Bueno, Venezuela les ha ofrecido en convenio con trabajadores venezolanos la materia prima, para trabajar entonces entre ambas, la empresa uruguaya y la empresa venezolana.

Con los pueblos hasta la muerte

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Una empresa brasileña que trabaja con plástico y tiene dificultades de financiamiento. No tiene materia prima suficiente para hacer tubos de plástico, artículos de plástico. Venezuela le ofrece la materia prima de nuestra petroquímica, y entonces nos van a pagar, a bajo costo, con productos no con dinero, y luego vamos juntos, en una alianza estratégica, a colocar esos productos en nuestros mercados, satisfaciendo necesidades de nuestros pueblos. De esa reunión surgió la idea de crear EMPRESUR, empresas recuperadas del Sur. Eso es el ALBA. El ALBA es Petrosur también. Una alianza estratégica entre las petroleras suramericanas PDVESA, PETROBRAS, ANCAP, ENERSA de Argentina, para explorar para comerciar, para procesar nuestro petróleo conjuntamente. (...) Con mucha humildad lo digo, pero es una verdad. Y he ahí la razón de las agresiones imperialistas contra Venezuela fundamentalmente: Venezuela tiene la primera reserva de petróleo del mundo. Venezuela tiene la octava reserva de gas probado en el mundo. Venezuela tiene petróleo y gas para proporcionarle a los pueblos de América Latina por 200 años. Cuenten los pueblos de América Latina y el Caribe con el apoyo de Venezuela, para el desarrollo energético, el desarrollo social, el desarrollo tecnológico. En fin, he ahí algunas líneas que, como que ayudan a dibujar la propuesta alternativa bolivariana para la América. Telesur está en el aire. La televisora suramericana, propuesta nuestra hace varios años ya está al aire. Y cada día tendrá mayor cobertura. Ya está saliendo en vivo 24 horas al día. Esa es la televisora, así le digo yo, la televisora del ALBA, porque es necesario que nosotros nos veamos nuestros rostros y oigamos nuestras voces. No lo que quiere CNN y las grandes cadenas del Norte, que nosotros veamos de nosotros mismos. Para rescatar nuestras tradiciones, nuestras culturas, nació TELESUR, la televisora del Sur, la televisora de integración del ALBA.

Incluso, digo, esta mañana recibí honores militares cuando bajaba del avión. Y me paro a hablar con un soldado argentino. Y yo sé los traumas que aquí en el cono Sur han vivido los pueblos con los soldados. Pero esos soldados argentinos, esos soldados uruguayos, esos soldados brasileños, esos soldados venezolanos, y bolivianos, y ecuatorianos, tienen que rescatar las banderas originarias de los libertadores de estas tierras, de los soldados libertadores. Porque es parte también de la penetración imperialista. El imperialismo norteamericano penetró las fuerzas armadas de nuestros pueblos. Y formaron dictadores. Y enseñaron a nuestros soldados a torturar, a desaparecer y a arremeter a nuestros propios pueblos. Muchas veces en el siglo XX. Muchas veces las más de las veces, casi todos los ejércitos de nuestros pueblos actuaron como ejércitos de ocupación en nuestros propios territorios. Yo pertenezco al ejército venezolano, que retomó las banderas de Bolívar y se unió al pueblo para hacer una revolución. Así quedito esto, porque vi al soldado con el fusil al hombro para rendirme honores y me paré frente a él y al otro, y el otro. Y le di un saludo y le dije a uno, calladito, no te olvides que ese fusil que tienes al pecho es para defender al pueblo argentino. Para defender la soberanía del pueblo argentino, la dignidad del pueblo argentino. Y yo le ví en los ojos de ese soldado el brillo, el brillo de la conciencia. Yo estoy seguro que en la medida que los pueblos sigan avanzando, construyendo el camino de la liberación definitiva de nuestra América, seremos cada día más acompañados de nuestros soldados que son y deben ser siempre parte del alma de un pueblo. Del alma de un pueblo, como lo fue San Martín, el General mestizo, como lo fue Bolívar, el General libertador, como lo fueron ellos, Generales libertadores, soldados libertadores. Porque se trata aquí de una segunda independencia, ya lo decía José Martí, por allá por mil ochocientos ochenta y tantos, hablándoles a los pueblos de la América Latina: llegó la hora de la Segunda Independencia. Y necesitamos a todos, hombres y mujeres conscientes, unidos, unidos de verdad. (...) Termino con el alma y con la frase de Martí: ¡Llegó la hora de la Segunda Independencia de los pueblos de la América! ¡Ha llegado la hora! (...) Y yo me voy a la otra Cumbre, a llevar el nombre de ustedes y la palabra de ustedes, de los pueblos, hasta la muerte. ¡Hasta la Victoria siempre! ¡Patria o muerte, Venceremos! ¡Viva el Che Guevara, carajo!

Su legado

Antiimperialista inclaudicable Una frase lo hizo el discurso más famoso del Presidente Hugo Chávez: “¡Huele a azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar!”. Pero aquél discurso contenía mucha mayor riqueza y definió con nitidez la política exterior de la revolución Bolivariana, con una clara orientación antiimperialista. El politólogo argentino Atilio Boron, afirma: «En su dimensión continental, Chávez fue el protagonista principal de la derrota del más ambicioso proyecto del imperio para América Latina: el ALCA. Esto bastaría para instalarlo en la galería de los grandes patriotas de Nuestra América. Pero hizo mucho más. Este líder popular, representante genuino de su pueblo con quien se comunicaba como nunca ningún gobernante antes lo había hecho, sentía ya de joven un visceral repudio por la oligarquía y el imperialismo. Ese sentimiento fue luego evolucionando hasta plasmarse en un proyecto racional: el socialismo bolivariano, o del siglo veintiuno. Fue Chávez quien, en medio de la noche neoliberal, reinstaló en el debate público latinoamericano –y en gran medida internacional– la actualidad del socialismo. Más que eso, la necesidad del socialismo como única alternativa real, no ilusoria, ante la inexorable descomposición del capitalismo, denunciando las falacias de las políticas que procuran solucionar su crisis integral y sistémica preservando los parámetros fundamentales de un orden económico–social históricamente desahuciado. Fue también Chávez el mariscal de campo que permitió propinarle al imperialismo la histórica derrota del ALCA en Mar del Plata, en Noviembre del 2005. Si Fidel fue el estratega general de esta larga batalla, la concreción de esta victoria habría sido imposible sin el protagonismo del líder bolivariano, cuya elocuencia persuasiva precipitó la adhesión del anfitrión de la Cumbre de Presidentes de las Américas, Néstor Kirchner; de LuizInacio “Lula” da Silva; y de la mayoría de los jefes de estado allí presentes, al principio poco propensos –cuando no abiertamente opuestos– a desairar al emperador en sus propias barbas. ¿Quién si no Chávez podría haber volcado aquella situación? El certero instinto de los imperialistas explica la implacable campaña que Washington lanzara en su contra desde los inicios de su gestión. Cruzada que, ratificando una deplorable constante histórica, contó con la colaboración del infantilismo ultraizquierdista que desde dentro y fuera de Venezuela se colocó objetivamente al servicio del imperio y la reacción. Por eso su muerte deja un hueco difícil, si no imposible, de llenar. A su excepcional estatura como líder de masas se le unía la clarividencia de quien, como muy pocos, supo descifrar y actuar inteligentemente en el complejo entramado geopolítico del imperio que pretende perpetuar la subordinación de América Latina. Supeditación que sólo podía combatirse afianzando –en línea con las ideas de Bolívar, San Martín, Artigas, Alfaro, Morazán, Martí y, más recientemente, el Che y Fidel– la unión de los pueblos de América Latina y el Caribe. Fuerza desatada de la naturaleza, Chávez “reformateó” la agenda de los gobiernos, partidos y movimientos sociales de la región con un interminable torrente de iniciativas y propuestas integracionistas: desde el ALBA hasta Telesur; desde Petrocaribe hasta el Banco del Sur; desde la UNASUR y el Consejo Sudamericano de Defensa hasta la CELAC. Iniciativas todas que comparten un indeleble código genético: su ferviente e inclaudicable antiimperialismo». Esta es una síntesis de los dos discursos más importantes de Chávez en la ONU: el del 20 de septiembre de 2006, cuando George W. Bush era Presiente de Estados Unidos, y el del 15 de septiembre de 2009, cuando Barack Obama lo había sucedido en la Casa Blanca.

«Huele a azufre»

(Discurso ante la LXI Asamblea General de la ONU, 20 de septiembre de 2006)

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n primer lugar quiero invitarles con mucho respeto, a quienes no hayan podido leer este libro, a que lo leamos, de Noam Chomsky, uno de los más prestigiosos intelectuales de esta América y del mundo,(...) “Hegemonía o Supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos”. Excelente trabajo para entender lo que ha pasado en el mundo del siglo XX, lo que hoy está pasando y la más grande

amenaza que se cierne sobre nuestro planeta: la pretensión hegemónica del Imperialismo Norteamericano que pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana. Seguimos alertando sobre ese peligro y haciendo un llamado al propio pueblo de los Estados Unidos y al mundo, para detener esta amenaza que es como la propia espada de Damocles.Creo que los primeros ciudadanos que deberían leer este libro son los hermanos y hermanas de Estados Unidos, porque la amenaza la tienen en su propia casa, el Diablo está en casa pues. El Diablo, el propio diablo está en casa.

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Ayer vino el diablo aquí, ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar. ¡Huele a azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar! Ayer desde esta misma tribuna el Señor presidente de Estados Unidos, a quien yo llamo “El Diablo”, vino aquí hablando como dueño del mundo. Un psiquiatra no estaría de más para analizar el discurso de ayer del presidente de Estados Unidos. Como vocero del Imperialismo vino a dar sus recetas para tratar de mantener el actual esquema de dominación, de explotación y de saqueo a los pueblos del mundo. Para una película de Alfred Hitchcok estaría bueno, incluso yo propondría un título: “La receta del Diablo”. Es decir, el Imperialismo norteamericano, y aquí lo dice Chomsky con una claridad meridiana y profunda, está haciendo desesperados esfuerzos por consolidar su sistema hegemónico de dominación. Nosotros no podemos permitir que eso ocurra, no podemos permitir que se instale la dictadura mundial, que se consolide pues la dictadura mundial. El discurso del Presidente tirano mundial, lleno de cinismo,(...) es la hipocresía imperial, el intento de controlar todo. Ellos quieren imponernos el modelo democrático como lo conciben, la falsa democracia de las élites, y además un modelo democrático muy original: impuesto a bombazos, a bombardeos y a punta de in-

vasiones y de cañonazos.¡Vaya qué democracia! Habría que revisar las tesis de Aristóteles y de los primeros que hablaron por allá en Grecia de la democracia a ver qué modelo de democracia es ese, el que se impone a punta de marines, de invasiones, de agresiones y de bombas. Dijo el presidente de los Estados Unidos ayer (...): “Hacia dónde quiera que usted mira, oye a extremistas que le dicen que puede escapar de la miseria y recuperar su dignidad a través de la violencia, el terror y el martirio”.¡Adondequiera que él mira, ve extremistas! Yo estoy seguro que te ve a ti, hermano, con ese color, y cree que eres un extremista. Con este color, Evo Morales, que vino ayer, el digno presidente de Bolivia, es un extremista. Por todos lados ven extremistas los imperialistas. No, no es que somos extremistas, lo que pasa es que el mundo está despertando y por todos lados insurgimos los pueblos. Yo tengo la impresión, señor dictador imperialista, que usted va a vivir el resto de sus días con una pesadilla, porque por dondequiera que vea vamos a surgir nosotros, los que insurgimos contra el imperialismo norteamericano, los que clamamos por la libertad plena del mundo, por la igualdad de los pueblos, por el respeto a la soberanía de las naciones. Sí, nos llaman extremistas, insurgimos contra el Imperio, insurgimos contra el modelo de dominación. Luego, el señor presidente vino a hablarles, así lo dijo: “Hoy quiero hablarles directamente a las poblaciones del Oriente Medio. Mi país desea la paz”. Esto es cierto si nosotros nos vamos por las calles del Bronx, si nosotros nos vamos por las calles de Nueva York, de Washington, de San Diego, de California, de cualquier ciudad, de San Antonio, de San Francisco y le preguntamos a la gente en las calles, a los ciudadanos estadounidenses, ¿este país quiere la paz?La diferencia está en que el gobierno de este país, de Estados Unidos, no quiere la paz, quiere imponernos su modelo de explotación y de saqueo y su hegemonía a punta de guerras, esa es la pequeña diferencia. Quiere la paz y ¿qué está pasando en Irak? ¿Y qué ha pasado en el Líbano y en Palestina? ¿Y qué ha pasado en cien años en América Latina y en el mundo y ahora las amenazas contra Venezuela, nuevas amenazas contra Irán? Le habló al pueblo del Líbano: “Muchos de ustedes –dijo–han visto como sus hogares y sus comunidades quedaron atrapadas en el fuego cruzado”. ¡Vaya qué cinismo! ¡Vaya qué capacidad para mentir descaradamente ante el mundo! Las bombas en Beirut y lanzadas con precisión milimétrica, ¿son fuego cruzado? Creo que el Presidente está pensando en las películas del oeste cuando se disparaba desde la cintura y alguien quedaba atravesado en el fuego cruzado.

¡Fuego imperialista! ¡Fuego fascista! ¡Fuego asesino! Y fuego genocida el del Imperio y el de Israel contra el pueblo inocente de Palestina y el pueblo del Líbano. Esa es la verdad. Ahora dicen que sufren, que estamos sufriendo porque vemos sus hogares destruidos. En fin, el presidente de los Estados Unidos vino a hablarles a los pueblos. Yo traje señora Presidenta unos documentos, porque estuve esta madrugada viendo algunos discursos y actualizando mis palabras. “Le hablo al pueblo de Afganistán, al pueblo del Líbano, al pueblo de Irán le digo, al pueblo del Líbano le digo, al pueblo de Afganistán le digo”. Uno se pregunta, así como el Presidente de los Estados Unidos le dice ‘le digo’ a esos pueblos, ¿qué le dirían esos pueblos a él? Si esos pueblos pudieran hablar ¿qué le dirían?Yo se los voy a recoger porque conozco la mayor parte del alma de esos pueblos, los pueblos del sur, los pueblos atropellados dirían: ¡Imperio yanqui go home! Ese sería el grito que brotaría por todas partes, si los pueblos del mundo pudieran hablarle a una sola voz al Imperio de los Estados Unidos.

En segundo lugar, la aplicación de métodos eficaces de atención y resolución de los conflictos mundiales; métodos transparentes, de debate, de decisiones. Tercero: nos parece fundamental la supresión inmediata –y eso es un clamor de todos– de ese mecanismo antidemocrático del veto en las decisiones del Consejo de Seguridad. Vaya un ejemplo reciente: el veto inmoral del gobierno de Estados Unidos permitió libremente a las fuerzas israelíes destrozar el Líbano, delante de todos nosotros, evitando una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La ONU no sirve

Por eso, nosotros el año pasado vinimos aquí a este mismo salón como los últimos ocho años, y decíamos algo que hoy está confirmado plenamente y yo creo que aquí casi nadie en esta sala pudiera pararse a defenderlo, a defender el sistema de Naciones Unidas. Aceptémoslo con honestidad: el sistema de Naciones Unidas nacido después de la Segunda Guerra Mundial colapsó, se desplomó, no sirve. ¡Ah bueno!, para venir acá a dar discursos, a vernos una vez al año, sí, para eso sí sirve, y para hacer documentos muy largos y hacer buenas reflexiones y oír buenos discursos como el de Evo ayer, como el de Lula, sí, para eso sirve y muchos discursos (...). Pero nos han convertido a esta Asamblea en un órgano meramente deliberativo, sin ningún tipo de poder para impactar de la más mínima manera la realidad terrible que vive el mundo. Por eso (...) Venezuela vuelve a proponer aquí hoy, este día 20 de septiembre, que refundemos las Naciones Unidas y nosotros hicimos el año pasado señora Presidente, cuatro modestas propuestas que consideramos de necesidad impostergable para que las asumamos los Jefes de Estado, los Jefes de Gobierno, nuestros embajadores, nuestros representantes y las discutamos. Primero, la expansión –ayer lo decía Lula aquí mismo– del Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las no permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países subdesarrollados, el Tercer Mundo, como nuevos miembros permanentes.

Y en cuarto lugar necesario es fortalecer, decimos siempre, el papel, las atribuciones del Secretario General de Naciones Unidas. Ayer nos daba un discurso el Secretario General prácticamente de despedida, y reconocía que en estos diez años el mundo lo que ha hecho es complicarse y que los graves problemas del mundo, el hambre, la miseria, la violencia, la violación a los derechos humanos, lo que ha hecho es agravarse. Esto es consecuencia terrible del colapso sobre el sistema de Naciones Unidas y de la pretensión imperialista norteamericana. Por otra parte, Señora Presidenta, Venezuela decidió hace varios años dar esta batalla por dentro de Naciones Unidas, como miembro que somos, con nuestra voz, con nuestras modestas reflexiones. Una voz independiente somos, para representar la dignidad y la búsqueda de la paz, la reformulación del sistema internacional, para denunciar la persecución y las agresiones del hegemonismo contra los pueblos del planeta. Venezuela, de esa manera, ha presentado su nombre (...) y se ha postulado para un puesto como Miembro No Permanente del Consejo de Seguridad. Vaya usted a saber, el gobierno de Estados Unidos ha iniciado

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una agresión abierta, inmoral en el mundo entero para tratar de impedir que Venezuela sea elegida libremente para ocupar una silla en el Consejo de Seguridad. Le tienen miedo a la verdad. El Imperio tiene miedo a la verdad, a las voces independientes, acusándonos de extremistas. ¡Ellos son los extremistas! Yo quiero agradecer aquí a todos aquellos países que han anunciado su apoyo a Venezuela, aun cuando la votación es secreta y no es necesario que nadie lo anuncie, pero yo creo que dada la agresión abierta del Imperio Norteamericano, pues eso aceleró el apoyo de muchos países, lo cual fortalece mucho moralmente a Venezuela, a nuestro pueblo, a nuestro gobierno. Venezuela al ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad va a traer la voz del Tercer Mundo, la voz de los pueblos del planeta, ahí estaremos defendiendo la dignidad y la verdad.

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El amanecer del planeta

Más allá de todo esto, señora Presidenta, creo que hay razones para que seamos optimistas. Irrenunciablemente optimistas, diría un poeta, porque más allá

de las amenazas, de las bombas, de las guerras, de las agresiones, de la guerra preventiva, de la destrucción de pueblos enteros uno puede apreciar que se está levantando una nueva era, como canta Silvio Rodríguez, “la era está pariendo un corazón”. Se levantan corrientes alternativas, pensamientos alternativos, juventudes con pensamiento distinto. Se demostró ya en apenas una década que era totalmente falsa la tesis del Fin de la Historia, totalmente falsa la instauración del Imperio Americano, de la paz americana, la instauración del modelo capitalista, neoliberal que lo que genera es miseria y pobreza. (...) Ahora hay que definir el futuro del mundo. Hay un amanecer en el planeta y se ve por todas partes, por América Latina, por Asia, por África, por Europa, por Oceanía. Quiero resaltar esa visión de optimismo para que fortalezcamos nuestra conciencia y nuestra voluntad de batalla por salvar al mundo y construir un mundo nuevo.Venezuela se suma a esa lucha y por eso somos amenazados. Ya Estados Unidos planificó, financió e impulsó un golpe de estado en Venezuela. Y Estados Unidos sigue apoyando movimientos golpistas en Venezuela y contra Venezuela, sigue apoyando al terrorismo. Ya la Presidenta Michel Bachellet recordaba hace unos minutos el terrible asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier. Yo sólo agregaría lo siguiente: los culpables están libres. Y los culpables de aquel hecho donde murió también una ciudadana estadounidense, son norteamericanos, terroristas de la CIA.Pero además, hay que recordar en esta sala que dentro de pocos días también se cumplirán 30 años de aquel hecho terrorista horripilante de la voladura del avión cubano, donde murieron 73 inocentes, un avión de Cubana de Aviación ¿Y dónde está el más grande terrorista de este continente y quien asumió la voladura del avión cubano como autor intelectual? Estuvo preso en Venezuela unos años, se fugó allá por complicidad de funcionarios de la CIA y del gobierno venezolano de entonces. Está aquí viviendo en Estados Unidos, protegido por este gobierno, y fue convicto y confeso. El gobierno de los Estados Unidos tiene un doble rasero y protege el terrorismo. Luis Posada Carriles se llama el terrorista, está protegido aquí, como protegidos están aquí grandes corruptos que se fugaron de Venezuela, un grupo de terroristas que allá pusieron bombas contra embajadas de varios países que allá asesinaron gente durante el golpe de estado, secuestraron a este humilde servidor y lo iban a fusilar, sólo que Dios metió su mano y un grupo de buenos soldados y un pueblo que se fue a las calles y de milagro pues estoy aquí. Ellos están aquí protegidos por el gobierno de Estados Unidos, los líderes de aquel golpe de estado y de aquellos actos

terroristas. Yo acuso al gobierno de Estados Unidos de proteger al terrorismo y de tener un discurso totalmente cínico. Estas reflexiones, para decir que Venezuela está comprometida en la lucha contra el terrorismo, contra la violencia y se une a todos los pueblos que luchamos por la paz y por un mundo de iguales.

Los No Alineados

Venimos de La Habana, felices. Estuvimos allá varios días y allí se puede ver el nacimiento de una nueva era, la Cumbre del Grupo de los 15, la Cumbre del Movimiento de los No Alineados, con una resolución histórica, un documento final. Aquí hay un conjunto de resoluciones tomadas en discusión abierta y con transparencia de más de 50 Jefes de Estado. La Habana fue la capital del Sur durante una semana. Hemos relanzado el Movimiento de los No Alineados, y si algo puedo pedir yo aquí a todos ustedes es que le pongamos mucha voluntad para fortalecer el Grupo de Los No Alineados, importantísimo para el nacimiento de la nueva era, para evitar la hegemonía y el Imperialismo. Y además, ustedes saben que hemos designado Presidente del Grupo de los No Alineados para los próximos tres años a Fidel Castro y estamos seguros que el compañero va a llevar la batuta con mucha eficiencia. Para los que querían que Fidel se muriera pues frustrados quedaron y frustrados quedarán porque Fidel ya está uniformado nuevamente de verde olivo y ahora no sólo es el Presidente de Cuba sino el Presidente de Los No Alineados. Ahí nació un movimiento muy fuerte, el del Sur. Nosotros somos hombres y mujeres del Sur, del cual nosotros somos portadores, con estos documentos, con estas ideas, con estas críticas, con estas reflexiones. (...) Creo que a Naciones Unidas tenemos que ubicarla en otro país, en alguna ciudad del Sur. Ustedes saben que mi médico personal se tuvo que quedar encerrado en el avión, el Jefe de mi seguridad se tuvo que quedar encerrado en el avión, no les permitieron venir a Naciones Unidas. Otro abuso y atropello Señora Presidenta que pedimos desde Venezuela que quede registrado como atropello hasta personal del Diablo. ¡Huele a azufre, pero Dios está con nosotros! Un buen abrazo y que Dios nos bendiga a todos.

La Revolución Necesaria

(Discurso en la LIV Asamblea General de la ONU, 15 de septiembre de 2009) Estuvimos anoche en el teatro Lincoln,viendo una película hecha por Oliver Stonea lo largo de este año. Una película cuyo título mueve ya a reflexionar: “Al sur de la Frontera”. Allí ustedes podrán ver al presidente Evo Morales masticando coca, junto a Stone, y como

dice el presidente Morales: “la coca no es cocaína”. Ahí podrán ver a Cristina, la presidenta argentina, y el carro del general Perón, y sus reflexiones sobre lo que hoy acontece en Suramérica, en América latina; ahí podrán ustedes ver a Lula, el presidente del Brasil, en la Guajira venezolana, inspeccionando junto con nosotros núcleos productivos que estamos levantando con los pueblos indígenas de la Guajira, explotados durante siglos; ahí podrán ver ustedes también al presidente de Paraguay Fernando Lugo, obispo, teólogo de la Liberación.(...) Ahí podrán ver a Rafael Correa, el presidente ecuatoriano, en la Habana, junto con el presidente Raúl Castro. Podrán ver a Fidel. Podrán ver incluso a Obama, en Trinidad, conversando con un grupo de nosotros, con la mano extendida y la sonrisa abierta. (...) En esa película, señor presidente, hay muchos códigos, muchos códigos que pudieran ayudarnos a descifrar los enigmas del tiempo que vivimos. Anoche, después de la película, nos quedamos un rato, conversando con un grupo de personas de EEUU y de otras partes del mundo, y fue muy aleccionador ese contacto, muy sintomático de la importancia que tiene lo que llama Fidel Castro “La batalla de las ideas”. Una señora se me acercó, una señora ya de unos 50 y tantos años y me dijo: “yo estoy muy feliz”; ella medio habla español, es norteamericana, muy blanca, la típica ciudadana nacida por estas tierras. Y yo le pregunto por qué. “Porque ahora me doy cuenta (que no es como yo creía) después de haber visto esta película; yo pensé que usted era malo, muy malo”. Esa persona es víctima del bombardeo mediático, del bombardeo ideológico que cae de manera inclemente sobre este país, sobre EEUU y sobre el mundo, tratando de invertir la realidad de poner “el mundo al revés” como dice Eduardo Galeano. “Al sur de la Frontera” se llama esa película. Yo me valgo de ese título para decir: que allá, al sur de la frontera, ¡hay una revolución!, ¡hay una revolución en sur América!, ¡hay una revolución en América Latina!, ¡hay una revolución en el Caribe!

Revolución de los tiempos

Es necesario que el mundo lo vea, lo asuma y lo acepte, porque es una realidad que no va a cambiar. Además, habría que decir que es un revolución que trasciende lo ideológico, es una revolución hasta geográfica, geopolítica; es una revolución de los tiempos, es histórica, tiene raíces muy profundas; es una revolución moral, espiritual, total. Es la Revolución Necesaria. Así lo creemos nosotros. Es grande esa revolución, es una gran revolución. Y va a seguir creciendo a medida que pasen los días, a medida que pasen los meses, a medida que pasen los años. Es grande por el tiempo que carga por dentro. Son siglosque se convirtieron en un solo tiempo. Es grande por el espacio que abarca.

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Yo no voy a hablar más que Ghadafi. Ghadafi habló por todos. Ese aplauso es para Ghadafi y su discurso. Tampoco voy a hablar menos que Obama ni que Lula.

pero algún día regresaré hecho millones!”. Ha regresado Tupac Katari. Somos millones, ¡somos millones! Y nada ni nadie podrá detener la gran revolución suramericana, latinoamericana y caribeña. Yo creo que el mundo debería apoyarla. EEUU debería apoyar esa revolución. Europa debería apoyar esa revolución. Porque esa revolución, no se han dado cuenta algunos, hermanas y hermanos, es el inicio del camino a la salvación de este planeta, a la salvación de la especie humana amenazada por el capitalismo, por el imperialismo, por la guerra, por el hambre. Es la Revolución Necesaria. El “Nuevo Mundo”, nos llamaron desde hace siglos. El Mundo Nuevo pudiéramos llamarlo hoy, invirtiendo los factores. El Mundo Nuevo está naciendo.

Único camino, el socialismo

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(...) Son siglos acumulados de batalla, de lucha, de esperanza, de sufrimiento de millones y millones de seres humanos de la América Latina y del Caribe. Es una revolución grande en el espacio que va ocupando. Es grande la revolución por las profundidades en la que se hunde. Es grande esa revolución por las masas de pueblo que se suman a ella. ¡Nadie pretenda frenarla! Nadie, nadie podrá frenarla (...). Me dijo anoche Oliver Stone que ya estaban presionando para que no la viera el pueblo de EEUU.¡Vaya! ¿La libertad de expresión dónde anda, pues? Es apenas una película ¿le van a tener miedo a una película? Pero ya empezaron las presiones de los monopolios que manejan las salas de cine. ¿Saben ustedes? Yo sé que lo saben. Cuando llegaron los barcos europeos a estas tierras de América, vivían cerca de 90 millones de aborígenes. 200 años después quedaban 4 millones. ¡Cuatro! Uno de los más grandes genocidios que en la historia han sido. El genocidio del Continente, del AbyaYala, como la llamaban y la siguen llamando nuestros aborígenes. En la película, hablando con Oliver Stone, Evo recuerda la frase que lanzó un gran líder aymara, su tatara–tatara–abuelo, que fue asesinado como millones fueron asesinados por la invasión española, portuguesa, inglesa, europea pues, a este continente. Aquel líder aymara fue descuartizado: le amarraron un caballo en este brazo, otro caballo en este, otro caballo en una pierna, y otro caballo en la otra. Y halaron y halaron y halaron. Y el indio moría, moría, y lanzó una profecía: “¡hoy muero –dijo Tupac Katari–

Por allí están quejándose algunos trabajadores estadounidenses de una fábrica de galletas, que no les pagan. Tienen una huelga. Y me dijo una de ellos “¿por qué usted no compra esa empresa?” Y le dije: “bueno, voy a ver, a ver, y la volvemos empresa socialista”. Pudiera ser. Si Obama me autoriza, esa empresa se pudiera comprar y dársela a los trabajadores, que ellos hagan la galleta, que ellos distribuyan la galleta, que no sigan explotándolos dos o tres capitalistas ¿ve? Ese es el socialismo. Ese es el camino a la salvación de este planeta: El socialismo. Ayer alguien me preguntaba: “bueno ¿y usted defiende el socialismo? ¿Y cómo, si fracasó la Unión Soviética?”. La respuesta es muy sencilla: la Unión Soviética se desvió desde temprano, y nunca hubo socialismo en la Unión Soviética. En verdad. Este siglo, el XXI, será el siglo del socialismo. Albert Einstein, científico profundo, de los más grandes que ha vivido en esta tierra, escribió de su puño y letra: «¿Por qué socialismo?». Einstein concluyó que el único camino para que la especie humana pueda vivir en este planeta es el socialismo. El capitalismo es el camino a la extinción de la especie humana. Nosotros como especie, apenas tenemos 150 millones de años, pero la vida nació aquí hace más de 3,000 millones de años, ni siquiera el 0.01% del tiempo en que ha habido vida en este planeta. Ahora qué ¿llegamos aquí para acabar este planeta? ¿Lo vamos a acabar? Ayer oíamos aquí desde Obama, pasando por Lula, Sarkozy, Ghadafi, Cristina… Todos clamando por un cambio. ¿Cuál es el cambio? En el capitalismo no hay cambio posible. No nos caigamos a mentiras. Sólo por el socialismo lograremos los cambios verdaderos. Y la revolución que hay en América Latina tiene de todo y tiene una profunda carga socialista. Como decía Mariátegui, el gran pensador peruano, es un socialismo indoamericano. Es un socialismo nuestroamericano,

Martiano, Bolivariano. Es un socialismo nuevo. No es calco ni es copia da nada. No hay catálogos para hacer el socialismo, hay que inventarlo. Es creación heroica, dice el mismo Mariátegui. Anoche me invitaron a una reunión con un grupo importante, grande por ellos mismos, de líderes, sindicalistas estadounidenses. Recordábamos que un presidente norteamericano –más bien estadounidense– poco antes de que lo asesinaran, John Kennedy,había dicho –y está escrito, fue un discurso, ante el congreso de los EEUU–: “allá en el Sur hay una revolución, y la causa principal es el hambre”. A los pocos días lo asesinaron. No era un revolucionario, John Kennedy, pero era inteligente. Como inteligente creo que es el presidente Obama. ¡Dios libre a Obama de las balas que mataron a Kennedy! Ojalá Obama logre virar, virar, virar de verdad, lograr un viraje.Ayer habló aquí. ¡Ya no huele a azufre aquí! No, huele más bien a otra cosa: huele a esperanza, y hay que poner el corazón a la esperanza, hay que poner el corazón a la esperanza. Nosotros no podemos acabar con este planeta, hermanos. ¿Y nuestros hijos y las futuras generaciones? Decía Lula ayer: “no hay voluntad política”. Un latigazo de Lula, un latigazo. Yo conozco la voluntad de Lula. El humanismo de Lula lo conozco a fondo. Es mi hermano, profundo. Yo no diría exactamente que no hay voluntad política. Yo diría más bien, Lula, que falta voluntad política. Porque Lula la tiene, nosotros la tenemos, pero hay que subirla, hay que incrementar la voluntad política. Tiene que seguir creciendo, en los líderes, en las sociedades, en los pueblos, en la juventud, sobre todo en la juventud, en los trabajadores, en el mundo, todo. Bueno, Kennedy lo había dicho: “hay una revolución en el Sur”. Y también agregó: “los que le cierran el camino a las revoluciones pacíficas, al mismo tiempo les están abriendo el camino a las revoluciones violentas”. Los que le cierran o pretenden cerrar el camino. Eso lo dijo John Kennedy.¿Pretenden, algunos, cerrarle el paso a nuestra pacífica revolución? (...) Mientras estamos aquí, está Manuel Zelaya, el presidente de Honduras, en la embajada de Brasil que le ha dado refugio.(...) ¡No se impondrá el golpe de estado ni las fuerzas retrógradas ni en Honduras ni en ningún otro país de esta América! Allá está un pueblo que tiene ya 90 días en las calles, resistiendo. (...) Ahora ¿quiénes son los golpistas? Es la burguesía hondureña (...) el Estado tomado por la burguesía, por los ricos, cuatro, cinco familias muy ricas, son los dueños del Estado:(...) el Congreso Nacional, el Poder Judicial, las Fuerzas Militares. Y un pueblo en la calle, masacrado. (...) Desde aquí vaya nuestra más grande solidaridad al pueblo de Honduras y al presidente Zelaya. Y pedimos

que se cumpla la resolución de las Naciones Unidas, la resolución de la Organización de Estados Americanos. El gobierno de los EEUU –cosa rara–, no ha reconocido que hubo un golpe de Estado Militar. Esto me lo explicó hoy el presidente Zelaya. Hay ahí una pugna entre el Departamento de Estado y el Pentágono. Ayer venía leyendo un libro de Juan Bosh, ese insigne y gran dominicano, derrocado por el imperio. Aquel buen libro que se llama: “El pentagonismo”. Yo recomiendo ese libro.El Pentágono. Ahí está la cueva imperial.

Dos Obama

El Pentágono no quiere a Obama. No quiere cambios. Quieren dominar al mundo con sus bases militares, sus amenazas, sus bombas, sus soldados invasores. El Pentágono está detrás del golpe de Honduras (...). He ahí las contradicciones en Obama y más allá de Obama. A veces uno dice: ¿será que hay dos Obamas? ¿El que habló aquí ayer es otro, un doble? ¿El que apoya el golpe en Honduras o el que permite que sus militares apoyen el golpe de Honduras…? Preguntas que dejo para la reflexión. ¿Habrá dos Obamas o habrá un Obama? Ojalá se imponga el que ayer vimos aquí y el que oímos aquí. Ojalá. El mundo lo necesita. El mundo clama por eso. Ahora, ¿cuál es el fondo del golpe en Honduras? Tiene que ver con todo lo que estamos hablando aquí, es la revolución del sur que ya no es aquella de las columnas guerrilleras heroicas de la Sierra Maestra, heroicas de allá arriba en la montaña altas de Bolivia, donde andaba Ernesto Guevara, el “Ché”. No. Ya no es ese tipo de revolución, esta revolución es otra. (...)Brota de las ciudades, de las masas. Es una revolución de masas, pero es pacífica. Y quiere seguir siendo pacífica. Es democrática, profundamente democrática.

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¡No le tengan miedo a la democracia! Y estoy parafraseando a Noam Chomsky, en otro maravilloso trabajo(...)”El miedo a la democracia”. Las élites les tienen miedo a los pueblos, a la verdadera democracia, a la que Abraham Lincoln, ese otro mártir, definió muy clarito con tres conceptos: Gobierno del pueblo, Gobierno por el Pueblo y Gobierno para el Pueblo.

se le puede imponer a ningún pueblo sistema político alguno”, que “hay que respetar a cada pueblo y su soberanía”. Bueno, y entonces Obama, presidente, ¿qué espera usted para ordenar el cese al bloqueo salvaje y asesino a Cuba? ¿Alguien duda de eso? ¿Alguien cree que es algo figurativo? No. Hay una persecución contra las empresas de cualquier parte del mundo que le suministran hasta alimento a Cuba, y ahora también a Venezuela. Yo quiero creer en el Obama de ayer, el que vi aquí. Pero esas cosas siguen pasando. Y esto afecta la vida de millones de seres humanos. ¿A nombre de qué? ¿A título de quién? ¿Quién? ¿Por qué EEUU sigue haciendo esto? Bueno, ¡es el miedo a la democracia! tal cual ocurrió en Honduras. Es el miedo al ALBA, a la Alianza Bolivariana que surge como mecanismo de integración, nuevo, novedoso, solidario y que hemos conformado para los pueblos de Nuestra América, los gobiernos y países de Cuba, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Ecuador, Bolivia; Antigua y Barbuda, Dominica y San Vicente y Granadinas. Nos atacan. Pretenden detenernos. Pues no lo van a lograr. El MERCOSUR, la UNASUR, todo esto está naciendo y es parte de la revolución geográfica, geopolítica, histórica. La Gran revolución latinoamericana.

Los pilares de Obama

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Democracia no es el gobierno de la burguesía, el gobierno de la élite que cuando surgen los pueblos entonces sueltan a los gorilas. Eso es lo que ha pasado en Honduras. Y es lo que pasó en Venezuela en 2002 y es lo que pasó en Brasil con Joao Goulart, y lo que pasó en Dominicana. ¿Por qué no le permitieron, durante el Siglo XX, al pueblo de América Latina y del Caribe construir su propio destino? No nos lo permitieron. Este siglo, es el siglo nuestro. Este siglo, en América Latina y el Caribe, nosotros construiremos nuestro propio camino y nadie podrá evitarlo. Pero nadie podrá evitarlo. El Imperialismo tiene que acabarse. Yo una vez le preguntaba a Lula qué sería de América hoy –la latina, la nuestra– si EEUU, los gobiernos de EEUU no hubiesen metido sus garras en Nuestra América para imponer un modelo, cercenando a sangre y fuego la esperanza y la lucha de muchos pueblos de millones, apagando las luces del amanecer. Yo nací en 1954. Fidel estaba preso ya. Y en Guatemala estaban cayendo bombas. Invadieron Guatemala: Jacobo Árbenz Guzmán. Y así, Bahía de Cochinos, sólo que allá se estrellaron. Y allí está Cuba, revolucionaria. Cuba digna, pero bloqueada. ¡Obama, levanta el bloqueo a Cuba ¿qué vas a esperar? Sé consecuente con lo que estás diciendo ¿O es que hay dos Obamas? Obama dijo ayer, aquí lo tengo anotado, que “no

En ese mismo orden, señor presidente, están las 7 bases militares que EEUU va a instalar en Colombia. Obama habló de 4 pilares, ustedes lo recuerdan. Bueno, vamos a cumplir eso. Yo le tomo la palabra, al presidente de EEUU. “No Proliferación Nuclear”. De acuerdo, ¡comiencen ustedes destruyendo todas las armas nucleares que tiene! ¡Destrúyanla pues!¡háganlo! El segundo pilar de Obama–el primero era “No Proliferación”– es promover la paz. Bueno, presidente Obama, busquemos la paz en la querida y hermana Colombia. En Colombia hay una guerra civil. ¡Ah!, que algunos no quieran reconocerlo, eso es otra cosa. Hay un conflicto histórico muy antiguo en Colombia. Naciones Unidas debe reconocerlo, mirarlo. Y todos deberíamos tender las manos a Colombia para sacarlo o ayudarlos a salir, respetando, por supuesto, su soberanía, pero ayudarlos a salir de la tragedia que vive ese pueblo hermano. La paz. Yo recuerdo que se lo comenté delante de Lula a Obama, allá en Trinidad y Tobago, en la Cumbre de las Américas: busquemos la paz en Colombia.Si se logró la paz en Centroamérica, se logró la paz en Guatemala. Yo cuando era militar activo estuve en Guatemala. Era guerra lo que había.Miles y miles de muertos, desaparecidos. El Salvador, Nicaragua. Y ahí está Daniel Ortega, de nuevo en el gobierno, después de casi 20 años lo ha traído de nuevo el pueblo sandinista.¿Ve? Lo que es del cura va pa´ la iglesia.

Ahí está el Farabundo Martí (FMLN) y el pueblo de El Salvador, que llevaron al presidente Funes a la presidencia de esa república hermana. Si se logró la paz en Centroamérica ¿por qué, Dios mío, no se podrá lograr la paz en Colombia? Es una de las cosas que yo más quiero y anhelo en mi vida, porque yo soy venezolano pero me siento colombiano, ¡la Colombia de Bolívar, la Colombia de Miranda, nuestra Colombia! ¡Ah!, y entonces el presidente Obama ¿será que piensa buscar la paz, su segundo pilar, con 7 bases militares más en Colombia?Esas 7 bases militares son una amenaza, no sólo para la paz posible en Colombia sino para la paz en Suramérica. Razón tenemos los gobiernos de América del sur para haber expresado cada uno con su estilo y con su intensidad, nuestra gran preocupación por la instalación de esas 7 bases militares gringas en territorio colombiano. Aquí lo denuncio y lo señalo, y le pido al presidente Obama, que reflexione y que imponga sus pilares. Naciones Unidas pudiera designar una comisión de paz en Colombia. Venezuela está a la orden para cooperar. Hay otro tema que Fidel toca en las reflexiones del 21 de septiembre. Y que tiene que ver con el cambio climático. Hay gente que cree que esto es una preocupación metafísica de unos intelectuales. ¡No! Estamos acabando el planeta. Estamos acabando, como dice un buen periodista venezolano, esta nave espacial donde viajamos nosotros. Tomemos conciencia y actuemos, como ayer reclamaba el presidente Lula. Lula decía: “para el cambio climático no hay voluntad. Los países más desarrollados no quieren tomar decisiones”. Obama dijo que sí, que ahora sí Estados Unidos va a tomar decisiones. ¡Hazlo presidente, hazlo!, pero pasa de las palabras a los hechos. ¡Salvemos al planeta, salvemos la especie humana! (...) Ahora, ¿cuál es la causa fundamental de la contaminación? El hiperconsumo. Las reservas de petróleo y de gas y de hidrocarburo que se acumularon durante miles de años, las estamos consumiendo en un siglo, en menos de un siglo. En cuanto a la economía, yo invito a que se analice el Informe Stiglitz. Ayer oíamos al presidente de Francia –gracias a él existe este informe y esta comisión. El informe tiene 12 recomendaciones. Evaluémosla porque creo que apuntan hacia el fondo, aún cuando no cuestionan el modelo capitalista. Nosotros los socialistas lo cuestionamos. Pero bien, discutamos, busquemos soluciones de consenso para la coyuntura y luego para el mediano y largo plazo. El informe dice, y es cierto: “el PIB sube con el tráfico mientras la angustia de la población sube, mientras la infelicidad de los transeúntes y los mismos pasajeros en el tráfico sube, mientras se pierde tiempo valioso en el tráfico”. ¡Ah!, el PIB sube. ¿Por qué sube?

Porque se consume más gasolina. Y además sube también la contaminación. Vean ustedes cómo. El mundo capitalista diseñó mecanismos de medición de la economía que son des–truc–ti–vos. Por eso el Informe Stiglitz creo que aporta importantes reflexiones. (...) Este informe aparece en buena hora. Ahora, tomémoslo, y sobre todo, los gobiernos de los países más desarrollados. Creo que hoy están en Pittsburgh, reunidos. No los Piratas de Pittsburgh (equipo de beisbol), ojalá que no, no son los Piratas: son los presidentes de los países del G–20, discutiendo.

Obama, vente al socialismo

Nosotros decimos socialismo, pero discutamos los indicadores, los modos, las maneras de producción. Como decía ayer el presidente Obama, en su cuarto pilar: “necesitamos una economía al servicio del ser humano”. Bueno Obama, eso se llama socialismo. ¡Obama vente pa´lsocialismo! ¡Te invitamos al eje del mal, Obama! ¡Vente pa´l el eje del Mal! Y vamos a construir una economía, de verdad, al servicio del ser humano. Eso en el capitalismo es imposible. El capitalismo beneficia a una minoría y excluye a la mayoría y, además, destroza el ambiente, destroza la vida. Ese es el capitalismo. Voy a terminar con una frase de Lula, el primer orador de esta Asamblea General. Dijo “no hay voluntad política”. Porque conozco a Lula y sé exactamente lo que él nos dijo, está llamando a todos a que incrementemos la voluntad política. Nosotros, a diferencia de otros espacios de gobierno que dudan, que no quieren

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cambios, a pesar de la crisis terrible que vivimos, nosotros, en el sur de América, tenemos una gran voluntad política. Hablo por Venezuela y sé que también por Suramérica, por América Latina: tenemos una grandísima voluntad política para el cambio verdadero.

Recomiendo este libro de IstvanMeszaros, un gran filósofo y pensador húngaro y profesor en Londres de hace muchos años, en varias universidades, “Más allá del capital, una teoría para la transición”. Creo que es uno de los más grandes escritos del siglo XX, una renovación de la teoría socialista. Por aquí dice Meszaros, en unas de sus interesantes páginas, esta frase que es tomada de ese otro grande que se llamó Karl Marx –no le tengamos miedo a Karl Marx, ese fue el Einstein de la política. ¡Ah, lo satanizaron! ¡cuánta razón en cuántas cosas tiene Karl Marx! Tomando a Marx, dice Meszaros: “Las crisis son entonces la combinación general que apunta más allá de la presuposición y el apremio

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que conduce hacia la adopción de una forma histórica nueva”.Necesitamos eso, una forma histórica nueva. Hace años se está hablado de un nuevo orden y lo que tenemos es el viejo orden, moribundo. ¡Necesitamos que nazca el nuevo orden, la forma histórica nueva, una forma política nueva, una forma mundial nueva! Ayer Ghadafi lo dijo aquí: una nueva institucionalidad, una nueva economía, una nueva sociedad. Pero verdaderamente nueva, ¡un mundo nuevo, pues! Dijo Lula también ayer: “tenemos que ser los parteros de la historia”, de acuerdo, y yo agregaría al compañero Lula: el parto ya comenzó, no es un parto futuro, el parto está presente, seamos, como dijo el compañero Lula, parteros y parteras de la nueva historia. Por encima de los sepultureros pujemos en este planeta para que nazca esa nueva historia, ese tiempo nuevo; ese mundo pluripolar, libre y nuevo; esa economía al servicio de los humanos y no de las minorías; ese mundo de paz, pues. Yo, cristiano al fin, lo dijo Cristo un día, cuando dijo: “mi reino no es de este mundo, será del mundo futuro”. El reino del amor entre nosotros donde realmente vivamos como hermanos y como hermanas. El domingo pasado en La Habana, en la Plaza de la Revolución, hubo un gran concierto, el concierto por la paz. Y ahí fueron desde Miguel Bosé, Juanes, Olga Tañón, cantores cubanos y estaba ahí Silvio Rodríguez, el gran Silvio. Le cantaron al mundo. Algunos se volvieron locos aquí en Miami y salieron a destrozar los discos de Juanes, ese gran colombiano, solo por el hecho que fuera a cantar a la Plaza de la Revolución. Hasta dónde llega la locura de algunos. Afortunadamente son una minoría. Ahí Silvio, con su guitarra, lo cantó: «La era está pariendo un corazón», y en su canción de “Cita con ángeles” él termina diciendo así: “seamos un tilín mejores y un poco menos egoístas”.

La Revista Correo es una publicación bimestral, sin fines de lucro, fundada en noviembre de 2008, con sede en Managua, Nicaragua. Su principal propósito es aportar al debate y análisis de la realidad nicaragüense y mundial, con un enfoque ideológico franco y directo, desde la izquierda revolucionaria, sandinista y socialista. Su producción es obra del Colectivo de Comunicadores «Sandino Vive», integrado entre otros por Scarlet Cuadra Waters, Aldo Díaz Lacayo, Toni Solo, Dick Emanuelsson, Orlando Núñez Soto, Carlos Fonseca Terán, Verónica Alemán, Maríaluisa Atienza, Félix Suárez, Heriberto Morales, Joakin Alfonso, Pablo Otero, Gustavo Porras y William Grigsby Vado. El precio de venta al público en Nicaragua es de 50 córdobas por ejemplar, aproximadamente la mitad de su costo. En el resto del mundo, ofrecemos la suscripción anual (remitida por correo expreso desde Managua), con un precio solidario de $50 dólares. Contacto para Suscripciones: En Managua: (505) 22505741 mail: [email protected] En Europa: Comité de Internacionalistas de Zaragoza, España: [email protected]